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MUSICA SEFARDÍ

LA DIÁSPORA MUSICAL CONTINÚA

MÚSICO CARLOS POSADA RAMOS*

RESUMEN
La música popular de todas las épocas siempre ha presentado para intérpretes y oyen-
tes, una fresca fuente de inspiración y nuevos materiales de trabajo. La versatilidad y
curiosidad propias de la cultura colombiana, la capacidad de los habitantes de Améri-
ca para absorber información cultural, debido tal vez a la existencia de una herencia
directa innegable de la cultura europea y mediterránea, con sangre de judíos, árabes y
moros, hacen que no sea extraño encontrar en Colombia músicos dedicados a la inter-
pretación de música sefardí. La integración de instrumentos locales obedece a un
fenómeno que se viene presentando hace siglos, y es por esto que podemos hablar de
que la diáspora, en términos musicales, aún continúa desarrollándose en Norte y
Suramérica.

PALABRAS CLAVE
Ladino, profano, religioso, romances, instrumentos.

ABSTRACT
The popular music of all times has always presented, for both, players and listeners, a
fresh source of inspiration and new tools for working. The versatility and curiosity of
the colombian culture, due maybe to a direct heritage of the european and mediterranean
cultures, with jewish, and arabic blood, make possible to find in Colombia musicians
dedicated to play sephardic music, The integration of local instruments obeys to a
phenomenon that is already there several centuries ago. Therefore, we can say that in
musical terms, the dispersal is still evolving in north and southamerica.

KEYWORDS
Ladino, profane, religious, romances, instruments.

* Músico, Escuela Superior de Música y Arte Dramático de Viena. Profesor asistente en el Departa-
mento de Música de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo electrónico:
APUNTES

cposadar@javeriana.edu.co
* * Todo el material grafico es propiedad del autor.

52 Apunt. Bogotá (Colombia), (24): 52-60 julio-diciembre de 2003


MUSICA SEFARDÍ. LA DIÁSPORA MUSICAL CONTINÚA

LA DIÁSPORA MUSICAL CONTINÚA


En un sentido estricto, el término sefardí
se aplica a los judíos oriundos de España,
es decir, a los descendientes de los que
fueron expulsados a finales del siglo XV
(1492, más exactamente) y que han con-
servado a través de los siglos rasgos cultu-
rales hispánicos.

Después de la expulsión o primera diás-


Cuerno.
pora (la segunda ocurriría en el siglo XIX,
hacia América) y fuera de la Península Ibé-
rica, el repertorio que hoy conocemos como
música tradicional sefardí ha llegado hasta
nosotros utilizando principalmente la vía oral
como medio de transmisión, ya sea en la
intimidad del hogar o en reuniones de ca-
rácter social o religioso.

Seguramente algunos elementos judíos


participaron en la vida musical de la España
medieval junto con la cultura y tradiciones Cymbals de mano.
árabes y cristianas. El poeta medieval his-
pano-judío Yehuda Haleví en su obra Kuzari,
habla ya de diferentes estilos de música que
eran interpretados en las sinagogas. La li-
turgia musical, cantada en hebreo, ha teni-
do como protagonista principal en ese sis-
tema oral de transmisión y aprendizaje al
Hazán o cantor que conduce musicalmen-
te el servicio litúrgico.

Ese sistema propicia la improvisación


como recurso expresivo en la ejecución
musical y permite al cantor un cierto mar-
gen de creatividad y de aportación personal
al desarrollo melódico dentro de la ortodo-
xia litúrgica. Dentro de la tradición de la
música vocal sefardí, uno de los géneros
más importantes es el de los piyyutím o
himnos métricos. Aunque la música litúrgica
APUNTES

judeoespañola es puramente vocal, cuando


las bacasot (súplicas o peticiones) son can- Cajón flamenco.

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tadas fuera de la sinagoga, lo hacen a la ma- tan, lo hacen a veces en hebreo y a veces
nera árabe, es decir, acompañadas de los en ladino, palabra derivada del español lati-
instrumentos que le son propios. no y que se aplicaba en la Edad Media a un
moro o judío que hablaba el romance o len-
En todas las culturas existen dos ver- gua de los cristianos.
tientes principales: la religiosa o litúrgica, y
la profana o tradicional. Ambas están con- En realidad, el ladino es una lengua-
formadas por música instrumental y por calco del hebreo o hagiolengua (“lengua
música vocal. santa“), que se utilizaba para trasladar al
español los textos litúrgicos escritos origi-
En el caso de la música judía, la música nalmente en lengua santa y que se creó
instrumental está más presente o desarrolla- con una finalidad pedagógica, pues el he-
da en la tradición askenazí, perteneciente a breo casi no se hablaba en la Edad Media,
los judíos oriundos de Europa Central y dificultando el hecho de que los fieles en-
Oriental, quienes a parte de la lengua natal tendieran el sentido de los textos religio-
de los diferentes países donde se establecie- sos. Se recurrió a ladinar el texto, respe-
ron, hablan un dialecto derivado del alemán tando la sintaxis hebraica, para que sirviera
del medioevo, llamado yiddish, en el cual de guía a estudiantes, fieles y cantores de
cantan algunas de sus canciones y en la que las sinagogas. Es por esta razón que el la-
actualmente utilizan instrumentos musica- dino entró en la liturgia, aunque nunca se
les característicos, aunque no tan exóticos, constituyó en una lengua de uso cotidiano.
como son el violín, el acordeón, el contra-
bajo y el clarinete. La música profana, con cánticas o co-
plas que se cantaban en el nacimiento y la
En cuanto a los sefardíes, la presencia circuncisión de un niño, canciones en las
instrumental se incluye en la música litúrgica que se relatan hechos e historias sobre re-
con sus propios elementos, y cuando can- yes y princesas, canciones de amor o ro-
mánticas a veces cargadas de sentido eróti-
co, se ha conservado cantada en ladino.
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Derbuka o Dumbek. Derbuka o Dumbek - Detalle.

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A propósito, he aquí un ejemplo de letra identidad propia en un nuevo entorno. Los


perteneciente a uno de los romances de bo- romances han estado presentes en las re-
das, los cuales abundaban, llamado La prin- uniones sociales, en las familiares, en el
cesa y el segador, en el que la doncella pide acompañamiento de juegos, en la celebra-
a un campesino que utilice su magnífica hoz ción de fiestas y en el duelo por la muerte.
para “que le asembre trigo, que l¨acojga la En tal ocasión entonaban, junto a las ende-
cebada” que están “en su puerpo [cuerpo]”, chas (canciones tristes o de lamento) tradi-
“en su seno” o “debajo de su camisa”. O el cionales, una serie de romances de tema
de La galana y su caballo, en el cual la “gala- triste y lamentoso, sobre los que pesaba el
na” protagonista representa a la novia y el tabú de no cantarlos en ocasiones que no
“caballo” es sin duda símbolo de la virilidad fueran de luto, so pena de atraer desgracias.
del novio, como indica el final: De esta forma, el romance ha estado en
todos los aspectos de la vida sefardí, desde
Ya le hacen la cama; los más alegres hasta los más trágicos.
para echar ellos anduvieron.
La fin de media noche Con las cánticas sefardíes pasa lo mis-
un jugo muevo quitaron. mo que con la lengua o el romancero: los
Ganó el novio a la novia
sefardíes llevaron consigo en la diáspora la
¡que sea para muchos años! tradición hispana, también recibieron in-
fluencias de los pueblos con los que con-
El romancero es sin duda uno de los vivían y de las circunstancias que les tocó
géneros más llamativos de la literatura vivir. Es por esto que algunas de las can-
judeoespañola, quizá por su relación inne- ciones son de origen peninsular, otras las
gable con la tradición hispánica y por el aprendieron en el exilio, de musulmanes o
hecho de que muchos romances hoy per- cristianos y otras, son creaciones sefardíes
didos en la tradición peninsular se hayan nacidas de sucesos históricos, políticos o
conservado entre los sefardíes, aunque este sociales.
hecho no se haya dado tanto por la nostal-
gia de su origen, como por mantener una

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Blandir - Detalle. Blandir.

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Una de las cánticas más famosas de


oriente, utilizada con frecuencia como can-
ción de bodas, es La morenica:

Morena me llaman
Yo blanca nací

De pasear galana
mi color perdí

Morenica me llaman
los marineros

Si otra vez a mi me llaman


me vo con ellos

Otra de las canciones sefardíes, de la


que se puede deducir su origen hispano, es
Daf - Vista frontal. la oriental, que hace referencia a un precoz
amante:

A la una nací yo

a las dos me bautizaron

a las tres desposí yo,

niña de mi corazón

a las cuatro me casaron.

Daf - Detalle. Otra versión, más conocida actualmen-


te en Colombia, dice:

A la una yo nací

a las dos me engrandecí

a las tres tuvi amanti

a las cuatro me casí

alma vida y corazón

alma, vida y corazón.

En cuanto a las melodías del romance-


ro sefardí, se caracterizan generalmente por
APUNTES

su estructura de cuatro frases, una para cada


Daf - Vista posterior. hemistiquio (división métrica del verso),

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estr uctura que se repite melódicamente elaborados adornos y abundantes frases


de for ma cíclica para todo el texto del melismáticas, siguiendo los desarrollos de
romance. A veces esta estr uctura puede los diferentes makamat (modos musicales)
simplificarse o presentar una falta de co- del sistema musical turco.
rrespondencia entre texto y música como
sucede en el romance “El alcaide de Durante las diásporas y expansiones ha-
Alhama”, en donde siete frases sirven para cia diferentes países (la primera en el siglo
cantar cuatro versos del texto. XV y la segunda en el siglo XIX) los sefardíes
se apropiaron de los instrumentos locales
Muchas de estas melodías también fun- para acompañar su música, logrando así en-
cionan en modo frigio, por ejemplo, o com- riquecer sus sonoridades y abriendo nuevos
binaciones de escalas diatónicas con modos espacios a los músicos no judíos interesados
auténticos y plagales, siempre con una va- en esta música, como es el caso de varios
riedad rítmica que incluye cambios de mé- grupos musicales de habla hispana que en-
trica (por ejemplo de compases binarios a cuentran en la música sefardí nuevas posibi-
compases no binarios: 4/4 + 7/4), despla- lidades de expresión y creación.
zamientos de acentos y sobre todo, espa-
cios para las improvisaciones vocales e Los sefardíes se expandieron en un prin-
instrumentales a gusto de los intérpretes, cipio por los países del mediterráneo, espe-
en los cuales se alternan solos de los instru- cialmente los del norte de África, huyendo
mentistas de cuerda con solos de los de la conversión obligatoria y de la perse-
instrumentistas que tocan la percusión. cución constante contra sus costumbres y
pertenencias. Esto permite que algunos ins-
La diversidad de instrumentos que en- trumentos de percusión como la derbuka o
riquece esta música, da paso a un sinfín de dumbek (tambor en forma de copa, de di-
colores y posibilidades de texturas sonoras ferentes tamaños, hecho de madera o de
realmente placenteras para el ejecutante y cerámica y actualmente de metal, muy ador-
para el oyente. nado y con un solo parche); bandir o bendere
(parecido a una pandereta grande, con cuer-
Hay dos grandes zonas en donde se das detrás del parche que le dan una sono-
produce este tipo de repertorio: la norte ridad típica cuando se golpea); Daf (pandero
africana y la oriental, que naturalmente ge- de gran tamaño, con un solo parche y con
neran características estilísticas diferentes. cadenitas de argollas por detrás, pegadas al
En la zona norteafricana, concentrada fun- marco del instrumento y que cascabelean
damentalmente en el norte de Marruecos, cada vez que el parche se golpea o se gira);
las melodías son sencillas, con pocas con- cymbals (pequeños platillos que se chocan
cesiones a la ornamentación, desarrolladas entre sí para que suenen y que se atan a los
según estructuras rítmicas claras y fijas, y dedos pulgar y medio de cada mano); de
más cercanas a la tradición hispánica. En cuerdas como el oud (laúd árabe); kanun
cambio, en la zona oriental se observa una (cítara turca); kemanya (instrumento turco
enorme influencia del sistema musical ará- de cuerdas, frotadas con un arco y que se
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bigo-turco-persa, y hay una mayor tenden- coloca entre las piernas, como la viola de
cia a cantar las melodías en ritmo libre con gamba europea); o de viento como el Nay

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(flauta delgada y larga); el antiquísimo Sofar ción en sus versiones, que francamente re-
(hecho con un cuerno de carnero y que sultan un tanto ofensivas al oído inexperto
aparece ya en la Biblia), pasen a formar par- y definitivamente, inaceptables para el oyen-
te del material instrumental del que dispo- te conocedor y adiestrado.
nían para interpretar su música y acompañar
a sus cantantes. Continuando con el fenómeno de mi-
gración musical, que lleva ya varios siglos y
En Europa existen varias agrupaciones que se ha expandido por varios continentes,
que desde hace algunos años han venido incluyendo el nuestro y nuestro país, en Co-
desempeñando una importante labor de re- lombia hay algunos grupos que han incluido
cuperación, grabación y difusión en con- en su repertorio alguna que otra canción se-
cierto de la música Sefardí. Entre las más fardí, siempre al lado de repertorio medie-
conocidas están “Hespérion XXI”, que bajo val, renacentista, barroco o colonial, como
la dirección de Jordi Savall han recopilado es el caso de “Música Ficta”, bajo la direc-
una importante cantidad de material. Tam- ción de los hermanos Jairo y Carlos Serrano,
bién “Alia Musica”, bajo la dirección de quienes han desarrollado una importante y
Miguel Sánchez, tienen un trabajo impre- reconocida labor de recopilación y difusión
sionante sobre la música Judeo-Española en de varios tipos de música antigua.
Andalucía.
Así mismo, actualmente existe un gru-
Actualmente en América existen algu-
po dedicado de manera exclusiva a la re-
nas agrupaciones musicales que incluyen en
su repertorio canciones sefarditas, con arre-
glos más o menos buenos y otros no tan
buenos, interpretados por cantantes de la
tradición popular que deciden incursionar
en este género con pobres resultados, pues
presentan constantes problemas de afina-
APUNTES

Citara - Detalle. Citara.

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copilación, arreglo y ejecución de esta mú- ya que su interés no es arqueológico sino


sica. ARSIS, bajo la dirección de María Olga precisamente innovador. Con melodías ori-
Piñeros y el autor del presente artículo, es ginales crean nuevas sonoridades, respe-
un grupo de cuatro músicos colombianos, tando los textos y la lengua original de las
ninguno de ellos judío practicante (cabe canciones, el ladino.
anotar que la comunidad judía residente
en Colombia no presenta ninguna tradición La herencia musical y la coincidencia
musical de este género ni de ningún otro, cultural siempre abren nuevos horizontes y
o por lo menos no es conocida fuera de la libertad de interpretación mantiene viva
las sinagogas, y mucho menos aún ha sido la magia de la música sefardí, combinando
presentada en conciertos o divulgada como la sensualidad de melodías africanas y me-
música para algún escenario), pero todos diterráneas, la picardía y belleza de los tex-
con una ascendencia clara de judíos con- tos sefardíes y la sonoridad de instrumen-
versos (como la gran mayoría de la gente tos regionales: el tiple colombiano para re-
suramericana de origen no indígena), asu- emplazar al laúd árabe, el cajón flamenco
me su trabajo con la música Sefardí desde para reforzar la sección de percusión, ade-
la vertiente profana o tradicional; es decir, más de instrumentos como el frotador de
música sefardí no litúrgica, aprovechando madera, la caña de bambú, panderetas de
espacios para la improvisación, esenciales piso, flautas dulces y traversas, el cuerno de
en la música popular de todas las épocas y toro, potente e impresionante, la guitarra,
arreglando las nuevas instr umentaciones, siempre presente en la música tradicional
española y suramericana, o las tablas de la
India, para agregar un ingrediente nuevo de
color y sabor a una música que pertenece
a lo mas íntimo de nuestras raíces, y que
gracias a las dos grandes diásporas judías
se ha expandido por el mundo occidental
y de oriente.

APUNTES

Panderos. Panderos - Detalle.

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REFERENCIAS
Bermúdez, Egberto. Notas al programa del concierto del grupo “ARSIS”
del 13 de mayo de 2005 en la sala de conciertos de la biblioteca Luis
Ángel Arango.
Díaz-Mas, Paloma. Los Sefardíes, Historia, Lengua y Cultura. Barcelona:
Riopiedras ediciones, tercera edición,1997
Sánchez, Miguel. Comentarios para el CD Andalucía en la Música
judeoespañola. Centro de documentación musical de Andalucía. Docu-
mentos sonoros del Patrimonio Musical de Andalucía. 1996.
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