Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PARA LA REDACCIÓN DE
TEXTOS
INSTITUTO SUPERIOR DE
LETRAS EDUARDO MALLEA
Leyó que la escritura es un salto al vacío, sin saber a ciencia cierta qué nos espera abajo. El
consejo era lanzarse.
Después de días, meses y años decidió: se lanzaría a la aventura literaria. Tomó impulso, saltó,
cayó en un manantial de aguas profundas.
No sabía nadar.
Réquiem, Dina Grijalva Monteverde
Dentro de las variadas consideraciones que pueden hacer referencia a qué es un texto, vale
aquella que los considera por su unidad de sentido, hecho que, además, les confiere
autonomía.
Es por ello que texto es tanto una palabra, escrita o pronunciada, como una imagen o un
conjunto de oraciones. La temática particular que los identifica, su referencia, les otorga el
contexto funcional.
Si combinamos los géneros y las tramas obtenemos diferentes tipos textuales. Por ejemplo,
un cuento pertenece al género narrativo; su trama predominante es la narrativa, aunque
también puede incluir trama descriptiva y conversacional. Una carta familiar pertenece al
género epistolar, su trama será predominantemente expresiva, aunque podrá incluir
narraciones o descripciones. Una poesía, género lírico, podrá tener trama narrativa o
descriptiva según sea un poema narrativo o simplemente describa un objeto, un
sentimiento, un espacio, etc. Una noticia periodística tendrá trama narrativa y pertenecerá al
género periodístico. Esto no implica que no pueda incluir descripciones de lugares o
personajes involucrados en el hecho.
“La Administración Clinton decidió ayer, en lo que parecen ser los preparativos finales
para una eventual invasión a Haití y en medio de la creciente oposición popular y de la
oposición republicana, enviar a las costas de este país caribeño a dos portaaviones...”
2. Podar lo irrelevante
“Un médico de un gran hospital londinense ha provocado una fuerte polémica al afirmar
que está preparado para utilizar un programa de ordenador diseñado para decidir qué
pacientes deben ser atendidos prioritariamente en función de sus posibilidades de
supervivencia.”
La pasta, si se prepara con imaginación, puede ser, incluso en los banquetes más
formales, un plato muy apreciado.
4. Orden y posición
Corrió la chica, después, hacia la carretera y, con mucha fuerza, gritó.
Varios chismes sobre los príncipes fueron difundidos por la prensa italiana en los
últimos meses.
9. Cohesión en el párrafo
Ordene lógicamente:
Cuando reventaron las tuberías de la casa se produjo una gran confusión entre los
vecinos. El agua corría por todas partes; las habitaciones estaban convertidas en
pequeñas lagunas. Todos gritaban y daban órdenes; pero nadie se entendía.
El usuario del código escrito al componer toma en cuenta reglas diversas, muchas de las
cuales las adquirió sin conciencia ni esfuerzo durante el aprendizaje del código oral. Estas
reglas se relacionan con las dimensiones y niveles de un texto, según el lingüista Teum Van
Dijk.
CLASE 2
NORMATIVA
USO DE LA COMA
Usos incorrectos
Es incorrecto escribir coma entre el sujeto *Mis padres, mis tíos, mis abuelos, me
y el verbo de una oración, incluso cuando felicitaron ayer.
el sujeto está compuesto de varios
elementos separados por comas.
Excepción: cuando el sujeto es una El novio, los parientes, los tíos, etc.,
enumeración que se cierra con etcétera (o esperaban la llegada de la novia.
su abreviatura) o cuando inmediatamente Mi hermano, como tú sabes, es un
después del sujeto aparece un inciso magnífico deportista.
aclaratorio.
No debe escribirse coma delante de la *La situación había llegado a tal punto,
conjunción que, cuando ésta tiene sentido que ya no era posible sostenerla.
consecutivo, y va precedida,
inmediatamente o no, de tan (to), tal.
No se escribe coma detrás de pero, cuando Pero ¿qué te has creído?
precede a una oración interrogativa o
exclamativa.
El uso de la coma tras las fórmulas de *Querido amigo,
saludo en cartas y documentos es un Te escribo esta carta para
anglicismo ortográfico que debe evitarse. comunicarte...
Cuando en la oración se juntan dos incisos *Dijo, finalmente, además, que todas sus
o expresiones explicativas cortas, debe dudas convergían en una sola.
evitarse la coma antes del primero.
Antes de abrir paréntesis o raya. *Desde muy joven, (y el muchacho no
había conseguido liberarse después de esa
obsesión) a Bioy lo espantaba la idea de
que el mundo podía desaparecer en la
oscuridad.
COLOCAR LOS DOS PUNTOS, LA COMA, Y EL PUNTO Y COMA EN LAS SIGUIENTES ORACIONES
1. La loca mueve la cabeza sonríe habla en voz alta su hijo avergonzado se esconde en
la casa.
2. Eduardo organizó un sistema de atención telefónica para acelerar las ventas
Mercedes se ocupó de la difusión.
3. Su experiencia profesional abarca innumerables campos y tareas desde maestro en
una escuela rural hasta profesor universitario.
4. La convocatoria incluía a estudiantes que habían ingresado recientemente graduados
sin experiencia laboral graduados con experiencia laboral docentes pertenecientes a
la universidad.
5. Delante de sus ojos iban pasando Luis el vecino fastidioso don Carmelo el dueño
del almacén Soledad la mujer más joven del barrio y Bernardo el padre de Manuel.
6. Sin duda ya habían terminado los exámenes que tanto tiempo le había llevado
preparar pero Paula aún no daba señales de vida.
7. La casa tiene todos los ingredientes del chalé familiar de fin de semana muebles
baratos y funcionales varios objetos decorativos de segundo orden y arriba al otro
lado de las escaleras muchos dormitorios con apariencia de habitación de hotel.
LA DESCRIPCIÓN
Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo son las personas, los lugares o
los objetos. La descripción sirve sobre todo para ambientar la acción y crear una atmósfera
que haga más creíbles los hechos que se narran. Muchas veces, las descripciones
contribuyen a detener la acción y preparar el escenario de los hechos que siguen.
Hay que observar con mucha atención y seleccionar los detalles más importantes.
Después de seleccionar los detalles, hay que organizar los datos siguiendo un orden:
- De lo general a lo particular o al contrario.
- De los primeros planos al fondo o al contrario.
- De dentro a fuera o al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.
Al describir hay que situar los objetos en el espacio con precisión. Se usarán
expresiones como a la derecha, junto a, al fondo, detrás de, en el centro, alrededor,
etc.
Al describir un paisaje o un lugar cualquiera, los escritores suelen presentar primero una
visión general del lugar. Después van localizando en ese lugar los distintos elementos (los
pueblos, los montes, el río...) utilizando palabras que indican situación en el espacio.
Procuran transmitir la impresión que produce el lugar: alegría, tristeza, misterio, terror.
El bosque chileno
...Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el
silencioso, el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies en el follaje muerto, crepitó
una rama quebradiza, los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura, un pájaro de
la selva fría cruza, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite
suena como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el aroma salvaje del laurel, el
aroma oscuro del boldo... El ciprés de las gutecas intercepta mi paso... Es un mundo
vertical: una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas... Tropiezo en una piedra,
escarbo la cavidad descubierta, una inmensa araña de cabellera roja me mira con ojos fijos,
inmóvil, grande como un cangrejo... Un cárabo dorado me lanza su emanación mefítica,
mientras desaparece como un relámpago su radiante arco iris... Al pasar cruzo un bosque de
helechos mucho más alto que mi persona: se me dejan caer en la cara sesenta lágrimas
desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí quedan por mucho tiempo temblando sus
abanicos... Un tronco podrido: ¡qué tesoro!... Hongos negros y azules le han dado orejas,
rojas plantas parásitas lo han colmado de rubíes, otras plantas perezosas le han prestado sus
barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas podridas, como una emanación, como
que al tronco muerto se le escapara el alma... Más lejos cada árbol se separó de sus
semejantes... Se yerguen sobre la alfombra de la selva secreta, y cada uno de los follajes,
lineal, encrespado, ramoso, lanceolado, tiene un estilo diferente, como cortado por una
tijera de movimientos infinitos... Una barranca; abajo el agua transparente se desliza sobre
el granito y el jaspe... Vuela una mariposa pura como un limón, ganando entre el agua y la
luz... A mi lado me saludan con sus cabecitas amarillas las infinitas calceolarias... En la
altura, como gotas arteriales de la selva mágica se cimbran los copihues rojos (Lapageria
Rosea)... El copihue rojo es la flor de la sangre, el copihue blanco es la flor de la nieve... En
un temblor de hojas atravesó el silencio la velocidad de un zorro, pero el silencio es la ley
de estos follajes... Apenas el grito lejano de un animal confuso... La intersección penetrante
de un pájaro escondido... El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga
en acción toda la música terrestre.
Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta.
De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el
mundo.
DESCRIBIR UN PROCESO
Describir un proceso es exponer ordenadamente las fases del mismo, indicando qué sucede
en cada fase y cómo sucede.
La descripción de un proceso debe ser clara y ordenada. Se debe seguir el siguiente orden:
Primero se indica de qué proceso se trata y cuál es su finalidad.
Después se detallan los elementos, materiales o instrumentos que forman parte del
proceso (personas, máquinas, materiales, herramientas...).
Finalmente se explica cómo se desarrolla el proceso. Se divide en fases y se
exponen las operaciones que se realizan en cada una. Se deben utilizar palabras que
indiquen el orden de las operaciones.
Si es posible, se explica para qué se realiza cada operación.
DESCRIPCIÓN DE PERSONAS
Hay varias formas de describir a una persona. Según se describan sus rasgos recibe
distintos nombres.
Es la descripción de los rasgos físicos de la persona, de su
Prosopografía
apariencia externa.
Es la descripción de rasgos psicológicos o morales del
Etopeya
personaje: su manera de ser, de actuar, su carácter.
Es una descripción combinada en la que se describen las
Retrato características físicas y morales de la persona. Une la
prosopografía y la etopeya.
Es un tipo de descripción en la que los rasgos físicos y
Caricatura morales de la persona se presentan de manera exagerada,
acentuando los defectos.
Normalmente, cuando describimos a una persona, no sólo nos referimos a su físico, sino
que intentamos reflejar su forma de ser y de actuar, y también lo que nosotros pensamos de
esa persona. Describir a una persona reflejando sus sentimientos, sus costumbres y todo lo
que forma su personalidad es un retrato de carácter.
Para hacer un buen retrato y que éste sea completo hay que tener en cuenta:
Observar y seleccionar los rasgos más destacados de la persona, tanto físicos como
de carácter.
No acumular demasiados rasgos, sólo los más característicos.
Describir los rasgos en orden. Primero los físicos y después las cualidades, la forma
de actuar, etc.
Presentar al personaje en una ambiente, para que cobre vida y sea más creíble.
Elegir bien el vocabulario y utilizar recursos de expresión (imágenes, metáforas,
comparaciones, antítesis, personificaciones, etc.)
Uno de los amigos de Federico y Rafael era el joven poeta Miguel Hernández. Yo lo conocí
cuando llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus tierras de Orihuela,
en donde había sido pastor de cabras. Yo publiqué sus versos en mi revista Caballo Verde y
me entusiasmaba el destello y el brío de su abundante poesía. Miguel era tan campesino que
llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de
entre las raíces y que conserva frescura subterránea. Me contaba cuentos terrestres de
animales y pájaros. Era ese escritor salido de la naturaleza como una piedra intacta, con
virginidad selvática y arrolladora fuerza vital. Me narraba cuán impresionante era poner los
oídos sobre el vientre de las cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que
llegaba a las ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de
cabras.
CLASE 3
NORMATIVA
Es la mayor pausa sintáctica que la ortografía señala. Debe colocarse cuando lo que
se ha escrito tiene sentido completo y puede redactarse otro período sin que dudemos
acerca de la comprensión del anterior.
Su uso:
La huerta queda largo tiempo bajo el benéfico agobio del aguacero que, con la misma
rapidez original, de pronto cesa.
Mañana estival. Cielo alto y profundo, iluminado por la sonrisa azul de Dios, que el río
fluyendo con solemne majestad, copia y refleja.
La montaña, áspera y dura, es sólo un dulce estremecimiento de resplandores. El sol está
diciendo toda su lumbre al valle que, tendido de espaldas bajo esa magia luminosa, lo mira
absorto; y el paisaje, trémulo de belleza y respirando apenas, yace en estado de gracia.
4) Con la coma, forma el punto y coma; con otro punto, forma los dos puntos; con otro
punto a la misma altura, la diéresis o crema (ambigüo). Forma parte de los signos de
interrogación y de exclamación (de apertura y de cierre): ¡Gracias!, ¿Es usted? Tres
seguidos constituyen los puntos suspensivos; tres seguidos dentro de corchetes, los
puntos encorchetados [...]. En los índices, aparecen varios seguidos, los puntos
conductores, que unen, generalmente, un concepto con un número:
El punto.........................3
La coma.........................7
El punto y coma............9
5) Varios puntos seguidos indican la omisión de uno o de más párrafos en una cita directa:
Los cálices se entornan para dormitar. Silencio y quietud. Sólo el surtidor sigue elevando
sus tallos que, en lo alto, se quiebran y derrumban, desgranándose en líquidos fuegos de
artificio, y algunas moscas voltean lentas y distraídas, encendiéndose en tornasoles y
repitiendo incansables los mismos giros...
........................................................................................................................................ La
tarde ya se acaba. El jardín, huérfano de sol y pensando en él, se encoge un poco
cansadamente en la penumbra hecha de sombra y misterio, y se duerme en olor de tierra
mojada.
6) Detrás del número, letra o palabra que encabeza cada parte en una enumeración o en
una serie de artículos: 1., A., ciudad.
8) Si las horas se expresan con números, se separan de los minutos con punto, pues los
minutos no son decimales, sino sexagesimales: 4.30, 19.35.
9) Las edades de las personas (años y meses) llevan punto, pues los meses no son
decimales, sino duodecimales: 15.5 (quince años y cinco meses).
2) Tras el nombre de autor, en tapas, portadas, prólogos, firmas de cartas, salvo que vayan
a renglón seguido.
6) Cuando la cantidad posee más de cuatro cifras se deja un espacio en blanco en lugar
del punto: 15 955, 561 548, 4 568 321.
7) Para separar los enteros de los decimales: 0,43 (0.43 es un anglicismo ortográfico)
Una norma, en sentido lingüístico, es el conjunto de reglas restrictivas que definen lo que
se puede utilizar en el uso de una lengua si se ha de ser fiel a cierto ideal estético o
sociocultural. La norma supone la existencia de unos usos considerados correctos y otros
considerados incorrectos, definidos ambos en las gramáticas y ortografías normativas y en
los diccionarios del mismo corte…
Es el que se pone cuando termina un párrafo, y el texto continúa en otro renglón con
sangría. Implica una pausa mayor que el punto y seguido.
El punto y aparte se usa para: separar oraciones de distinto contenido, delimitar
párrafos o enfocar diversos aspectos de un mismo tema:
Se encontró con Luis a orillas del lago y allí planearon el secuestro que perpetrarían dos
semanas más tarde, cuando la oleada de comentarios se diluyera casi definitivamente de la
memoria colectiva del pueblo.
PUNTO FINAL
Es el que acaba un escrito o una división importante del texto (parte, capítulo, etc.). Indica
que lo expresado no necesita de otras palabras para completar su sentido.
Puede utilizarse para separar fragmentos dentro de un capítulo, como sucede en la novela
actual, en cuyo caso debe dejarse un blanco tipográfico equivalente a tres o a cinco
renglones.
EJERCITACIÓN
Ella era hermosa, hermosa con esa hermosura que inspira el vértigo, hermosa con esa
hermosura que no se parece en nada a la que soñamos en los ángeles y que, sin embargo, es
sobrenatural; hermosura diabólica, que tal vez presta el demonio a algunos seres para
hacerlos sus instrumentos en la tierra. […]
Ella era caprichosa, caprichosa y extravagante, como todas las mujeres del mundo; él,
supersticioso, supersticioso y valiente, como todos los hombres de su época. Ella se
llamaba María Antúnez; él, Pedro Alonso de Orellana. Los dos eran toledanos, y los dos
vivían en la misma ciudad que los vio nacer. […]
El Tajo se retorcía gimiendo al pie del mirador, entre las rocas sobre las que se asienta la
ciudad imperial. El sol trasponía los montes vecinos; la niebla de la tarde flotaba como un
velo de gasa azul, y sólo el monótono ruido del agua interrumpía el alto silencio. […]
CLASE 4
Estructura
Cuando se ofrece una explicación, se suele suscitar el interés del destinatario en la cuestión
presentando el problema de conocimiento como algo que merece ser explicado, también
indicando el encuadre disciplinar o teórico desde el que se abordará. Por eso, los textos
explicativos suelen iniciarse con un marco o presentación del vacío de conocimiento que
será objeto de la explicación. Una vez presentado y formulado el problema en cuestión, los
textos ofrecen una explicación. Finalmente, en muchos textos explicativos se procede a
evaluar la explicación propuesta. La estructura típica de las explicaciones en estos discursos
es la siguiente:
1. Presentación / marco
2. Planteo del problema (explícito o implícito)
3. Respuesta del problema
4. Evaluación conclusiva
Técnicas explicativas
Con el fin de ampliar los conocimientos del destinatario, el emisor despliega una serie de
estrategias y operaciones discursivas que le facilitan la interpretación del texto. Conocer
estas estrategias es muy importante para construir con éxito secuencias explicativas.
· Reformulación (la paráfrasis), para aclarar una información cuya formulación quizá ha
resultado poco transparente. En algunos casos se introducen definiciones complejas,
difíciles incluso para expertos en el tema. Es entonces cuando resulta útil repetirlas con
otras palabras, presentarlas de nuevo desde otro punto de vista para ayudar al lector. Así
pues, podemos afirmar que con la reformulación se repite un contenido expresado de otro
modo en el texto inmediatamente precedente, de modo que constituye una operación
regresiva (se realiza una vuelta atrás en el texto), cuya función es clarificar conceptos.
Para realizar reformulaciones son útiles los marcadores siguientes: es decir, esto es, a
saber, formulado/ dicho en otras palabras/ en otros términos, etc.
· Definición, para delimitar el problema sobre la base del conocimiento existente,
adjudicando unos atributos al tema/objeto en términos de la pertenencia a una clase y de la
especificación de rasgos característicos. Las expresiones verbales más usadas son del tipo:
se llama, se refiere a, se define como, está constituido por, contiene, comprende...
· Ejemplificación, para hacer inteligibles al lector determinados conceptos que, formulados
de modo abstracto, pueden resultar oscuros. Constituye un movimiento discursivo similar a
la reformulación, en el sentido de que pretende "parafrasear" algo dicho previamente, pero
en este caso se produce un desplazamiento de lo general a lo concreto: es decir, se sale de la
idea hacia los datos particulares de la experiencia.
· Citas de autoridad, para que el autor demuestre que su presentación es válida porque
coincide con la explicación de reconocidos expertos en el tema, o sencillamente para
demostrar ser él mismo un experto, ya que ha leído todo lo que se ha escrito sobre esa
cuestión.
· Clasificación, para ordenar y sistematizar la información. Las taxonomías permiten
incluir el objeto dentro de una categoría determinada y, a la vez, subrayar sus características
idiosincrásicas.
· Analogía, para aclarar o ilustrar. Se construye a partir de poner en relación un concepto o
un conjunto de conceptos con otros de distinto campo. Se manifiesta lingüísticamente a
través de comparaciones y de metáforas. A través de las comparaciones y las
representaciones metafóricas comprendemos conceptos difíciles de entender.
Además de las estrategias que se acaban de describir, el texto explicativo debe presentar
una ordenación jerárquica de la información: cabe destacar que existen informaciones
primarias e informaciones secundarias. Por esta razón resulta conveniente que el emisor
señale de manera evidente la información que está en un primer plano y la información que
está en un segundo plano.
Una manera para resaltar ciertas ideas consiste en repetirlas. Otro recurso es utilizar ciertos
elementos, llamados focalizadores, que sirven para señalar la especial relevancia de algún
punto.
LA LITERATURA
¿Qué es una obra literaria? Uno de los rasgos que diferencia una obra literaria de otros
textos escritos, como un artículo periodístico o una manual de usuario, es que las palabras
no solo sirven para comunicar, sino también para crear un efecto estético, como indican
entre otros los formalistas rusos.
Más allá de las intenciones del autor, también se considera que lo que determina si un texto
es literatura es la recepción del público. Solo porque un autor se propone escribir un texto
literario no asegura que vaya a lograr dicha meta. A la inversa, hay obras que no se
escribieron con una intención artística, sino quizá para entretener o enseñar, pero que hoy
figuran en el canon porque el público les ha atribuido valor literario.
Lo que se considera literatura también varía según la generación. Hay muchas obras que no
fueron consideradas literarias por sus primeros lectores. Por ejemplo, El Quijote tuvo éxito
inmediato como novela entretenida y satírica pero no se descubrió su valor literario hasta
mucho después. Las primeras ediciones críticas de la obra no salieron hasta durante la
Ilustración y no fue hasta el Romanticismo que los críticos le dieron una lectura más
profunda y reivindicaron su valor simbólico. Otras obras caen al olvido y, si tienen suerte,
en algún siglo futuro son rescatadas, pues los gustos del público son cambiantes y por lo
tanto también lo son los parámetros de la literatura.
Los adjetivos mismo, misma y su plurales pueden ser utilizados para reforzar y enfatizar el
significado de la palabra que acompañan:
*El automóvil se detuvo e instantes después bajaron del mismo tres personas fuertemente
armadas.
Debe decirse:
…………………………………………………………………………………….
PRONOMBRES RELATIVOS
Debe decirse:
……………………………………………………………………………………….
Debe decirse:
……………………………………………………………………………………….
Debe evitarse el uso del relativo lo que en lugar del interrogativo qué delante de un
infinitivo en las interrogaciones indirectas:
Delante del pronombre enclítico nos, debe eliminarse la s de la primera persona del
plural del subjuntivo con valor imperativo:
LEGIBILIDAD
El concepto de legibilidad designa el grado de facilidad con que se puede leer, comprender
y memorizar un texto escrito. Hay que distinguir la legibilidad tipográfica (legibility en
inglés), que estudia la percepción visual del texto (dimensión de la letra, contraste de fondo
y forma), de la legibilidad lingüística (readibility), que trata de aspectos estrictamente
verbales, como la selección léxica o la longitud de la frase. Esta última, especialmente,
puede aplicarse a los textos explicativos o expositivos.
LEGIBILIDAD ALTA
CLASE 5
LA COHESIÓN
La cohesión puede definirse como la relación que se establece entre un ítem cohesivo, que
no puede ser interpretado por sí solo sino que necesita para su interpretación de otro ítem
presupuesto. La cohesión es un hecho textual que se da entre oraciones y no dentro de una
misma oración. Se pueden diferenciar tres tipos de cohesión:
LA COHESIÓN GRAMATICAL
Dentro de ella se dan la referencia (anafórica o catafórica) relacionada con los pronombres
que carecen de denotación propia; y la elipsis que es un blanco que hay que llenar con una
categoría léxica o gramatical presente en el texto.
Es toda conjunción, que permite conectar una parte del texto con otra. Podemos hablar de
cuatro tipos de conjunciones: aditiva, adversativa, causal y temporal.
LA COHESIÓN LÉXICA
Se establece por la relación entre los significados de las palabras. Tal es el caso de:
En relación con este tema de la cohesión debemos mencionar además, la presencia de los
llamados campos semánticos. Un texto coherente y cohesivo permite establecer relaciones
temáticas entre varias palabras o frases del texto.
2. Normalmente, tomaba el micro a las doce; pero si el micro llegaba con retraso, se
enojaba con el conductor del micro.
3. El año pasado estaba usted contento con su trabajo. Creo que este año estará usted
tan contento de su trabajo como el año pasado.
1. Empieza la reunión. El presidente, Sr. Luis Verón, expresa que el plan ha sido
elaborado por el departamento respectivo. Agrega que se tomaron en cuenta los
resultados del año anterior y la aparición de nuevos productos competitivos. Le
solicita al gerente que exponga los detalles del plan. El gerente lo hace. Somete a
consideración de los presentes el proyecto.
2. Estábamos de pie sobre una alfombra roja. Era de muy buena calidad. Desde allí
podíamos ver la reunión. Podíamos escuchar. Estaban discutiendo. Ninguno quería
negociar.
4. Tenía mucha prisa. Disponía sólo de cinco minutos para tomar el tren. Tuvo que
hacer cola para sacar el boleto. El cajero era muy lento. Refunfuñaba en voz baja.
Miraba el reloj con impaciencia. No quería perder este tren por nada del mundo.
EL PUNTO Y COMA
El punto y coma indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada
por el punto.
Uso:
4. Para separar proposiciones yuxtapuestas, cuando la segunda comienza con: por ejemplo,
en efecto, por último, verbigracia:
Nota: Si sólo uno de los miembros lleva aposición u otra clase de elemento explicativo,
todos los demás, aunque no estén en igual situación, deben separarse con puntos y comas:
Las maestras y las escolares tímidas la besaron también, y lo mismo hicieron doña
Carlota, la tendera; y la esposa de don Víctor, el tendero; y la de don Pedro, el
almacenero; y la del médico y la del escribano.
6. Para separar los distintos apartados de una enumeración, indicados con letras o con
cifras:
Por consecuencia, mi madre recibió el primer premio del concurso; mi padre, también al
tanto, el segundo; y yo, sin ninguna evidencia, la mención, hasta que me di cuenta de la
maniobra.
8. Antes de las conjunciones pero, mas, aunque, si el período tiene cierta extensión, de lo
contrario, se usará sólo coma:
Por mucho que se esforzó en corregirla, la obra siguió igual, con la misma pesadez y
monotonía del comienzo; aunque hoy se representa sin la carga de artificio que se hizo en
el pasado.
Los bancos dieron, después de varias alternativas, sus totales a través de las siguientes
cifras: en euros, a 120 días, 456 234 129 pesos (98%); en dólares, a dos años, 98 500 000
(70%); en pesetas, a 180 días, 598 709 489 (79%).
Él se casó con su novia. Él se casó joven. Él tuvo una alegría. La alegría que él tuvo fue que
la esposa de él compartía con él las preferencias de él. La esposa de él había observado el
gusto de él por los animales domésticos. La esposa de él no perdía oportunidad de
procurarle los más agradables animales domésticos. Él y la esposa de él tenían pájaros,
tenían peces de colores, tenían un hermoso perro, tenían conejos, tenían un gato. El gato
que él y la esposa de él tenían era un animal que tenía un notable tamaño. El gato que él y
la esposa de él tenían era un animal completamente negro. La esposa de él, en el fondo, no
era poco supersticiosa. La esposa de él aludía con frecuencia a una antigua creencia
popular. La antigua creencia popular a la que aludía la esposa de él dice que todos los gatos
negros son brujas metamorfoseadas.
EL CUENTO (INTRODUCCIÓN)
El hombre mira a su alrededor. Entra en el baño. Se lava las manos. El jabón huele a
violetas. Cuando ajusta la canilla, el agua sigue goteando. Se seca. Coloca la toalla en el
lado izquierdo del toallero: el derecho es el de su mujer. Cierra la puerta del baño para no
oír el goteo. Otra vez en el dormitorio. Se pone una camisa limpia: es de puño francés. Hay
que buscar los gemelos. La pared está empapelada con dibujos de pastorcitas y pastorcitos.
Algunas parejas desaparecen debajo de un cuadro que reproduce Los amantes de Picasso,
pero más allá, donde el marco de la puerta corta un costado del papel, muchos pastorcitos
se quedan solos, sin sus compañeras. Pasa al estudio. Se detiene ante el escritorio. Cada uno
de los cajones de ese mueble grande como un edificio es una casa donde viven cosas. En
una de esas cajas las cuchillas de la tijera deben de seguir odiándoles como siempre. Con la
mano acaricia el lomo de sus libros. Un escarabajo que cayó de espaldas sobre el estante
agita desesperadamente sus patitas. Lo endereza con un lápiz. Son las cuatro de la tarde.
Pasa al vestíbulo. Las cortinas son rojas. En la parte donde les da el Sol, el rojo se suaviza
en un rosado. Ya a punto de llegar a la puerta de salida se da vuelta. Mira a dos sillas
enfrentadas que parecen estar discutiendo ¡todavía! Sale. Baja las escaleras. Cuenta quince
escalones. ¿No eran catorce? Casi se vuelve para contarlos de nuevo pero ya no tiene
importancia. Nada tiene importancia. Se cruza a la acera de enfrente y antes de dirigirse
hacia la comisaría mira la ventana de su propio dormitorio. Allí dentro ha dejado a su mujer
con un puñal clavado en el corazón.
CLASE 6
EL CUENTO I
Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos
personajes en un lugar.
ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN
PARTES DE LA NARRACIÓN
PARTES DE LA TRAMA
LOS PERSONAJES
Los personajes son los seres que aparecen en una historia. Pueden ser personas, animales e
incluso objetos animados o inanimados. Cuando los personajes son seres inanimados se
suelen comportar como si lo fueran y actúan y sienten como seres humanos.
Los personajes de una narración tienen una determinada personalidad que pueden mantener
durante toda la historia o cambiar a lo largo de ella. Es la diferencia entre personajes
planos o personajes redondos (que evolucionan).
Los personajes, además, se dividen en principales y secundarios. Entre los principales se
encuentra el protagonista que es el que más destaca, el que lleva la parte más importante
de la acción. En muchos relatos aparece también el antagonista, un personaje negativo, "el
malo", que se enfrenta al protagonista.
EL NARRADOR
Es la persona que cuenta lo que pasa, presenta a los personajes y explica las reacciones de
cada uno.
Cuando el narrador cuenta los hechos que les suceden a otras personas se expresa en
tercera persona:
Si el narrador es también uno de los personajes de la historia y cuenta hechos en los que
participa él mismo, se expresará en primera persona:
Mi trabajo era múltiple. Vendía accesorios en el mostrador, atendía la caja, cotejaba cada
factura con la mercadería correspondiente y en los ratos libres, o en las horas extras, el
gerente me llamaba para dictarme cartas que yo tomaba taquigráficamente, Ocho o nueve
horas a ese ritmo me dejaban aturdido y fatigado. Mario Benedetti
Antes de narrar una historia, hay que planear cómo será el relato y cómo queremos
contarlo. Hay que tener en cuenta algunos aspectos:
Hay que definir cuál será la acción que vamos a narrar y decidir qué personajes
intervendrán. Hay que elegir unos personajes que tengan una personalidad, una
forma de ser y obrar. Hay que pensar bien la relación entre los personajes. Pueden
ser compañeros, rivales, muy amigos...
Hay que organizar la historia en partes: acontecimiento inicial o planteamiento,
reacción-acción o nudo y solución o desenlace.
Hay que situar la acción en el espacio y en el tiempo. Es importante dar detalles
concretos para que la historia parezca real e interesante.
Hay que precisar cómo se narrará la historia; cuál será la posición del narrador
(primera o tercera persona) y que tiempo verbal predominará en la narración
(presente o pasado).
Por encima de todas las clasificaciones, la primera no admite discusión. Es la que distingue
entre cuentos populares o tradicionales y cuentos literarios.
Los cuentos tradicionales son los de autor desconocido y se transmiten por vía oral.
Esta característica hace que existan diferentes versiones sobre el mismo tema.
Los cuentos literarios son obra de un autor y se transmiten por medio de la escritura.
La
Empiezan los cuentos con los indicadores de tiempo
situación
y lugar (Érase una vez, había...)
inicial
Realistas: presentan acciones y personajes que no necesariamente son históricos pero que
podrían haber existido. Son reconocibles por el lector.
Fantásticos: en un mundo real sucede un hecho extraordinario que no se explica.
Maravillosos: presentan personajes y hechos que escapan totalmente al mundo real
(cuentos para niños)
Extraños: en un mundo real irrumpe algo extraordinario que finalmente tiene una
explicación lógica.
De ciencia ficción: generalmente ubicados en el futuro, en un mundo dominado por la
tecnología.
Policiales: presentan un crimen, secuestro o robo que debe ser dilucidado. Hay dos tipos de
cuentos policiales. El policial negro en el cual el detective utiliza su fuerza física y los
mismos métodos del hampa para solucionar el caso que se le presenta. El policial de
enigma, en cambio, nos presenta a un detective que utiliza su razonamiento para descubrir
al autor del hecho criminal.
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su
marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un
ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva
mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba
profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda
hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta
ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio
silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de
palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas
paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los
pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su
resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por
echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer
pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró
insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín
apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con
honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos,
echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el
llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó
largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida.
El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso
absolutos.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja—. Tiene una gran
debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada. Si mañana se despierta como hoy,
llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatose una anemia de marcha
agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba
visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en
pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi
en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con
incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y
proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba
en su dirección.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que
descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no
hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó
de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se
perlaron de sudor.
—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de
estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido,
acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre
los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa,
desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta
Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca
inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
—Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay
que hacer...
—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía
siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada
mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la
vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada
en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la
abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que
le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos
que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces
continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de
la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de
los eternos pasos de Jordán.
Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato
extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de
sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos
lados dél hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y
temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay?—murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del
comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la
sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a
los bandós: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas,
había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas
se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca
—su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era
casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su
desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco
días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas
condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente
favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
Cuando la emblemática foto de Steve McCurry de una hermosa niña afgana volvió a la
portada de National Geographic en una edición especial en noviembre pasado el fotógrafo
casi había perdido toda esperanza de encontrarla con vida en un país azotado por el régimen
talibán y la campaña militar de EE UU McCurry que hizo la foto en junio de 1984 en el
campamento de refugiados Nasir Bagh de Pakistán durante la guerra contra la invasión
soviética nunca supo el nombre de la chica tras una intensa búsqueda de mas de 17 años
McCurry la ha encontrado y la ha vuelto a fotografiar pero Sharbat Gula no es la misma
CLASE 7
EL CUENTO II
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes,
volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la
trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su
apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la
tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón
favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad
de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y
se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las
imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del
placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez
que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los
cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire
del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los
héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y
movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la
mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.
Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no
había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo
de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la
libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de
serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que
enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban
abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido
olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su
empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas
para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.
Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta
de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se
volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en
los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que
llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a
esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre
galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul,
después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera
habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la
luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del
hombre en el sillón leyendo una novela.
Se utiliza, bien para vincular, en determinados casos, los dos elementos que integran
una palabra compuesta (franco-alemán, histórico-crítico, etc.), bien para expresar
distintos tipos de relaciones entre palabras simples (relación calidad-precio).
Separan números (arábigos o romanos): las páginas 23-24; los siglos x-xii, la
temporada 1999-2000.
Divide palabras a final de línea.
USO DE LA RAYA
Para encerrar aclaraciones o incisos. Los incisos entre rayas suponen un aislamiento
menor que el de los paréntesis y mayor que el de las comas:
Esperaba a Emilio —un gran amigo— que, lamentablemente, no vino.
Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre
paréntesis:
Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente —incluso en español—
es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes.
En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada
uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de éstos. Se escribe cada
una en líneas distintas. No debe dejarse espacio entre la raya y el comienzo de cada
una de las intervenciones:
—¿Cuándo volverás?
—No tengo ni idea.
Las rayas se usan también para enmarcar los comentarios del transcriptor de una
cita textual: «Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los
sistemas de control sanitario en las fronteras».
La raya sirve, asimismo, para introducir cada uno de los elementos de un relación
que se escribe en líneas independientes. Las rayas pueden sustituirse, en estos casos,
por letras con paréntesis, números u otros signos:
Los colores del semáforo son tres:
—verde;
—rojo;
—amarillo.
La raya se usa precedida de un punto, entre otros casos, para separar el
nombre de cada uno de los personajes del texto de sus intervenciones:
María.—¿Dónde vas?
OTRAS OBSERVACIONES
No te gusta colaborar contestó mirando para otro lado. Luego dirás que no te pido ayuda,
que no cuento contigo.
Espero que todo salga bien dijo Azucena con gesto ilusionado. A la mañana siguiente,
se levantó nerviosa.
1. Este libro es una novela en la cual se ven plasmadas las teorías individuales del
Modernismo.
2. El nuevo presupuesto lo aprobó la dirección hace un mes.
3. Que el seguro sea adquirido por una persona mayor de sesenta años es evaluado como
un factor de riesgo alto por las compañías.
4. Un gran porcentaje de usuarios son maltratados por las empresas de servicio
privatizadas.
5. El gerente ha prometido, al darse cuenta de su culpa, presentar la dimisión.
6. La novela de Cela revela la capacidad sobresaliente de su autor.
7. En las estanterías de los comercios los juegos se disponen según criterios distintos:
pueden ordenarse por la edad de los chicos, pero hay quien prefiere agruparlos según el
precio, o bien teniendo en cuenta sencillamente el espacio que ocupan.
8. Tomar apuntes ayuda mucho a estudiar: el acto mismo de escribir facilita la
concentración; se evita el olvido de las primeras intuiciones y no corremos el riesgo de
recaer una y otra vez en las mismas ideas.
9. El deporte beneficia a nuestro organismo: ir en bicicleta ayuda al tono muscular;
nadando se potencia la actividad pulmonar; si corremos, notamos una sensación de
bienestar general.
2- Elegir uno de los siguientes epígrafes y escribir un cuento a partir de lo que este sugiera:
a- “…serán ceniza mas tendrán sentido
polvo serán, mas polvo enamorado.”
Quevedo
b- “Es una equivocación creer que el horror se asocia inextricablemente con la oscuridad, el
silencio y la soledad”.
H.P. Lovecraft
c- “Sigue lloviendo. El día es triste y largo.
En el remoto gris se abisma el ser.
Llueve…Y uno quisiera, sin embargo,
que no acabara nunca de llover.”
Leopoldo Lugones.
CLASE 8
LA POESÍA
LO SONORO Y LO VISUAL
POEMAS
Antonio Machado
Oliverio Girondo
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Así, este género literario cuenta con las siguientes características básicas:
Los autores dramáticos deben contar una historia en un lapso de tiempo bastante limitado,
con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias.
El hilo argumental debe captar la atención del público durante toda la representación. El
recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un
momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace.
El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y espectaculares, o lo que es lo mismo, el
texto literario se suma, como un elemento más, a los elementos escénicos pertinentes para
conseguir un espectáculo completo.
La acción se ve determinada por el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto central
de la obra.
El autor queda oculto detrás del argumento y los personajes. Si leemos una obra teatral,
observaremos que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre cómo debe ser el
escenario o cómo deben actuar los personajes. Estas instrucciones se denominan
acotaciones.
A partir de estas características generales, los elementos que otorgan personalidad propia a
este género son los siguientes:
Acción: son todos los acontecimientos que suceden en escena durante la
representación relacionados con la actuación y las situaciones que afectan a los
personajes. Dicho de otro modo, la acción es el argumento. Este argumento suele
estar dividido en actos o partes (también denominados jornadas). Si dentro de un
acto se produce un cambio de espacio, entonces se ha producido un cambio de
cuadro, con lo que dentro de un acto puede haber distintos cuadros según los
espacios que aparezcan. Por otra parte, cada vez que un personaje sale de la escena,
o bien cuando se incorpora uno nuevo, se produce una nueva escena. Un acto
constará de tantas escenas como entradas y salidas de personajes haya.
Personajes: son quienes llevan a cabo la acción dramática a través del diálogo.
Debido a las limitaciones espacio-temporales de una obra teatral, es difícil que
podamos asistir a una caracterización psicológica profunda de todos los personajes,
por lo que sólo son analizados con detenimiento los protagonistas. Los personajes
teatrales se muestran a través de la acción.
Tensión dramática: es la reacción que se produce en el espectador ante los
acontecimientos que están ocurriendo en la obra. Los autores buscan el interés del
público mediante la inclusión de momentos culminantes al final de cada acto, lo
cual contribuye a que se mantenga la atención hasta el desenlace. La tensión
dramática pone en juego recursos como el avance rápido de la acción justo después
de la presentación, de modo que se pone inmediatamente en marcha el conflicto;
momentos que van retardando el desenlace, con lo que el interés aumenta, y el
denominado clímax, que es el momento culminante del conflicto.
Tiempo: no es fácil el tratamiento del tiempo en una obra dramática, ya que ésta se
desarrolla ante los ojos del espectador y las posibilidades que ofrece una novela, por
ejemplo, son prácticamente infinitas en comparación con una obra teatral. Hemos de
tener en cuenta que, por un lado, está el tiempo de la representación, es decir, lo que
dura la obra teatral (dos o tres horas, habitualmente). En ese tiempo se debe
desarrollar una acción determinada, que puede durar lo mismo que la
representación, o más, con lo que los personajes deberán hacer referencia al tiempo
que transcurre (prolepsis), denominado tiempo aludido. Así, hemos de diferenciar
entre tiempo de la representación, tiempo de la acción y tiempo aludido. Como
hemos dicho arriba, las obras se suelen dividir en actos o jornadas. Normalmente, si
se produce algún salto temporal, éste estará situado entre dos actos, y serán los
personajes los encargados de informar, mediante sus palabras, del tiempo que ha
transcurrido con respecto al acto anterior.
Diálogo: las conversaciones que los personajes mantienen entre sí hacen que la
acción avance. Estas conversaciones se pueden producir entre dos o más personajes.
En algún momento, un personaje, apartándose del resto o desviando su mirada,
puede hacer un comentario en voz alta, destinado al público, que no es oído por el
resto de personajes. Este recurso se denomina aparte. Mediante los apartes los
personajes realizan reflexiones en voz alta, hacen comentarios malintencionados o
declaran un pensamiento que puede ser de utilidad para el desarrollo de la acción.
La finalidad de los apartes es la de informar al público. Por otra parte, uno de los
recursos más característicos del teatro es el monólogo: discurso que un personaje,
normalmente solo sobre el escenario, pronuncia para sí mismo a modo de
pensamiento o reflexión, aunque en realidad el receptor último es el público. Suele
tener un carácter lírico y reflexivo y una extensión considerable.
Acotaciones: se trata de aclaraciones que el autor de la obra teatral realiza sobre
cómo debe ser el decorado, cómo se tienen que mover los personajes, qué gestos
deben hacer. Son orientaciones que intentan clarificar la comprensión de la obra,
por lo cual, aunque aparezcan ante nuestros ojos cuando leemos una obra dramática
(normalmente entre paréntesis o con letra cursiva), no pueden ser pronunciadas
durante una representación.
ACTO SEGUNDO
En el mismo lugar, tres días después. Luz de tarde. Han desaparecido los cuadros de
muerte, y en su lugar Chole acaba de colgar un solo cuadro nuevo: La Primavera de
Botticelli. Alicia viste bata blanca de enfermera, con una cruz azul al brazo.
Chole y Alicia
EJERCITACIÓN
Sí yo sé que ahora hay quienes dicen que fuimos unos hijos de puta por lo que hicimos con
el viejo Casale yo sé. Nunca falta gente así. Pero ahora es fácil decirlo ahora es fácil. Pero
había que estar esos días en Rosario para entender el fato mi viejo que hablar al pedo ahora
habla cualquiera.
“Yo no sé si vos te acordás lo que era Rosario en esos días anteriores al partido. ¡Y qué te
digo “esos días”! ¡Desde semanas antes ya se venía hablando del partido y la ciudad era una
caldera porque eso era lo que era la ciudad! Claro los que ahora hablan son esos turros que
después vos los veías por la calle gritando y saltando como unos desgraciados festejando en
pedo a los gritos y después ahora te salen con que son... ¿qué son?... moralistas... ¿De qué
se la tiran hijos de mil putas? Ahora son todos piolas es muy fácil hablar. Pero si vos vieras
lo que era la ciudad en esos días hermano prendías un fósforo y volaba todo a la mierda. No
se hablaba de otra cosa en los boliches en la calle en cualquier parte. Saltaban chispas te
aseguro. Y la cosa arrancó con el fato de las cábalas. O mejor dicho de los maleficios.
(Fontanarrosa, Roberto, “Puro fútbol”)
1. ¿Por qué / Porque no vino la secretaria a la mañana? Quiero saber el porqué / por
qué de su ausencia.
2. No quería una novia, sino / si no una amiga.
3. El exabrupto / ex abrupto del presidente Kirchner fue filmado por todos los canales
de televisión.
4. Una copita demás / de más no lo va a emborrachar.
5. Decime el método con que / conque trabajás.
6. Escribile un mail aparte / a parte a tu hermana.
7. El vagabundo llevaba un sobretodo / sobre todo raído.
8. Hay también / tan bien un marcado descenso de temperatura.
9. Charly cantó tan poco / tampoco en el recital que fue abucheado por el público.
María −la protagonista− era en la vida real una muchacha de unos veinticinco años, recién
casada con un empleado de los servicios públicos. Una tarde de lluvias torrenciales, cuando
viajaba sola por una carretera solitaria, su automóvil se descompuso. Al cabo de una hora
de señas inútiles a los vehículos que pasaban, el conductor de un autobús se compadeció de
ella. No iba muy lejos, pero a María le bastaba con encontrar un sitio donde hubiera un
teléfono para pedirle a su marido que viniera a buscarla. Nunca se le habría ocurrido que en
aquel autobús de alquiler, ocupado por completo por un grupo de mujeres atónitas, había
empezado para ella un drama absurdo e inmerecido que le cambió la vida para siempre.
Al anochecer, todavía bajo la lluvia persistente, el autobús entró en el patio empedrado de
un edificio enorme y sombrío, situado en el centro de un parque natural. La mujer
responsable de las otras las hizo descender con órdenes un poco infantiles, como si fueran
niñas de escuela. Pero todas eran mayores, demacradas y ausentes, y se movían con una
andadura que no parecía de este mundo. María fue la última que descendió sin preocuparse
de la lluvia, pues, de todos modos, estaba empapada hasta el alma. La responsable del
grupo se lo encomendó entonces a otras, que salieron a recibirlo, y se fue en el autobús.
Hasta ese momento, María no se había dado cuenta de que aquellas mujeres eran 32
enfermas pacíficas trasladadas de alguna otra ciudad, y que en realidad se encontraba en un
asilo de locas.
En el interior del edificio, María se separó del grupo y preguntó a una empleada dónde
había un teléfono. Una de las enfermeras que conducía a las enfermas la hizo volver a la
fila mientras le decía de un modo muy dulce: «Por aquí, linda, por aquí hay un teléfono».
María siguió, junto con las otras mujeres, por un corredor tenebroso, y al final entró en un
dormitorio colectivo donde las enfermeras empezaron a repartir las camas También a María
le asignaron la suya. Más bien divertida con el equívoco, María le explicó entonces a una
enfermera que su automóvil se había descompuesto en la carretera y sólo necesitaba un
teléfono para prevenir a su marido. La enfermera fingió escucharla con atención, pero la
llevó de nuevo a su cama, tratando de calmarla con palabras dulces.
«De acuerdo, linda», le decía, «si te portas bien, podrás hablar por teléfono con quien
quieras. Pero ahora no, mañana».
Comprendiendo de pronto que estaba a punto de caer en una trampa mortal, María escapó
corriendo del dormitorio. Pero antes de llegar al portón, un guardia corpulento le dio
alcance, le aplicó una llave maestra, y otros dos le ayudaron a ponerle una camisa de
fuerza. Poco después, como no dejaba de gritar, le inyectaron un somnífero. Al día
siguiente, en vista de que persistía en su actitud insurrecta, la trasladaron al pabellón de las
locas furiosas, y la sometieron hasta el agotamiento con una manguera de agua helada a alta
presión.
El marido de María denunció su desaparición poco después de la media noche, cuando
estuvo seguro de que no se encontraba en casa de ningún conocido. El automóvil -
abandonado y desmantelado por los ladrones- fue recuperado al día siguiente. Al cabo de
dos semanas, la policía declaró cerrado el caso, y se tuvo por buena la explicación de que
María, desilusionada de su breve experiencia matrimonial, se había fugado con otro.
Para esa época, María no se había adaptado aún a la vida del sanatorio, pero su carácter
había sido doblegado. Todavía se negaba a participar en los juegos al, aire libre de las
enfermas, pero nadie la forzaba. Al fin y al cabo, decían los médicos, así empezaban todas,
y tarde o temprano terminaban por incorporarse a la vida de la comunidad. Hacia el tercer
mes de reclusión, María logró por fin ganarse la confianza de una visitadora social, y ésta
se prestó para llevarle un mensaje a su marido.
El marido de María la visitó el sábado siguiente. En la sala de recibo, el director del
sanatorio le explicó en términos muy convincentes cuál era el estado de María y la forma en
que él mismo podía ayudarla a recuperarse. Le previno sobre su obsesión dominante -el
teléfono- y le instruyó sobre el modo de tratarla durante la visita, para evitar que recayera
en sus frecuentes crisis de furia. Todo era cuestión, como se dice, de seguirle la corriente.
A pesar de que él siguió al pie de la letra las instrucciones del médico, la primera visita fue
tremenda. María trató de irse con él a toda costa, y tuvieron que recurrir otra vez a la
camisa de fuerza para someterla. Pero poco a poco se fue haciendo más dócil en las visitas
siguientes. De modo que su marido siguió visitándola todos los sábados, llevándole cada
vez una libra de bombones de chocolate, hasta que los médicos le dijeron que no era el
regalo más conveniente para María, porque estaba aumentando de peso. A partir de
entonces, sólo le llevó rosas.
Copyright 1981, Gabriel García Márquez
CLASE 9
sujeto:
Me alegra de que tenga todo lo necesario.*
Queísmo. Es un error que surge como consecuencia directa del anterior, por
“ultracorrección”, para evitar cometer la falla antes descripta, o para eludir la elección
entre que y de que. El usuario de la lengua suele omitir la preposición en aquellos casos
en los que la conjunción que introduce una cláusula con función de término de un
modificador indirecto:
de sustantivo:
de adjetivo
LOCUCIONES CONJUNTIVAS
Las locuciones conjuntivas de tiempo antes que / antes de que y después que / después de
que pueden usarse indistintamente.
Ejemplos:
Nota: Cuando las construcciones expresan "preferencia", sólo se usa la forma antes
que. Ejemplo.
Antes que pactar con el enemigo, lucharé.
Quisiera encontrar a amigos por todo el mundo que (hablar) __________ español, no
importa que (ser) ___________ chicos o chicas. Espero que (tener) ______________entre
16 y 21 años. Soy un chico joven y deportista. En mi tiempo libre me gusta jugar al fútbol,
pero temo que el médico me (prohibir) _____________ que (jugar) ___________ por mis
problemas en las rodillas.
Es necesario que me (dar) _________ tu dirección electrónica para que (hacer)
___________ contacto. Ojalá (poder) ____________ comunicarnos. Por favor, no me
(escribir) ___________ antes del próximo mes, ya que estaré de vacaciones.
EL MAIL
El mail es una de las formas de comunicación más utilizadas a diario. Tiene, además, la
particularidad de ser escrito, pero con características de la oralidad. Es inmediato, rápido y
da la impresión de no estar sujeto a normas. Sirve tanto para uso personal como para uso
corporativo, y ahí es donde la rapidez y el poco cuidado en la escritura pueden contribuir a
crear una mala imagen de la empresa. Por esta razón, conviene tener en cuenta algunas
pautas.
El hecho de que un mensaje se transmita con rapidez no implica que deba redactarse con
rapidez, y en una empresa es importante el profesionalismo y la eficiencia en la redacción.
Un texto con falencias genera una impresión negativa, tanto que en la Web se ofrecen
numerosos cursos para lograr mails correctos y adecuados a la situación comunicativa.
En cuanto al estilo, específicamente, una las metas que debemos proponernos al redactar un
mail corporativo es la legibilidad, que se consigue con algunas reglas simples:
1. Dejar espacios y líneas en blanco (entre el encabezamiento y el primer
renglón del texto; entre cada párrafo; entre el último y la despedida; entre la
despedida y la firma).
2. Redactar oraciones breves, ordenadas sintácticamente en párrafos cortos, y
con un adecuado uso de conectores.
3. Usar mayúsculas y minúsculas de acuerdo con las reglas. Los textos en
mayúsculas son difíciles de descifrar –no se distinguen acentos ni siglas– y
resultan agresivos; los escritos todos con minúsculas dejan la sensación de
descuido.
4. Limitar el uso de abreviaturas, ya que podrían no ser comprendidas por el
lector.
5. Desarrollar una idea por párrafo. Si nuestros párrafos expresan más de una
idea, es probable que la rapidez en la lectura provoque que se deje de lado
algún concepto importante.
Con respecto a la puntuación, además de las reglas básicas, recordemos que después del
encabezamiento o del saludo inicial van dos puntos (no coma), si se sigue escribiendo
debajo; o coma, si se continúa en el mismo renglón:
Estimado cliente:
Le recordamos…
Buenos días, Alicia. Le recordamos…
Después de la despedida va una coma, pero después de la firma o del cargo, no va ningún
signo de puntuación:
Saludos,
Juan
Asimismo, existen otras normas que se engloban bajo el término netiquette (o netiqueta en
su versión castellana) y se refieren al comportamiento general en Internet. Para los mails
corporativos, hay una serie de recomendaciones que apuntan al respeto entre emisor y
receptor:
No enviar correos masivos y sobre todo no reenviarlos. Si se envía por necesidad un
correo a una lista de personas, se debe colocar su dirección en el campo de Con
copia oculta (Cco).
Al contestar un mensaje, hay que borrar el anterior o incluir solo lo necesario. De
esta manera se evitan mails larguísimos que pueden confundir al lector.
El mail debe tener un título (Asunto) que refleje su contenido y que sea breve.
Siempre hay que revisar el título antes de enviar el mail, ya que muchas veces el
contenido del nuevo mensaje no se corresponde con el asunto original.
Responder los mails en forma rápida y, si no se cuenta con mucho tiempo, por lo
menos avisarle al destinatario que se le responderá después en forma más detallada.
Señor
Mario Salustio
Estimado sr Salustio
con mucha preocupación hemos comprobado que tanto la cantidad como la calidad del vino
por ustedes remitido no coinciden con lo formulado en nuestro pedido N º 52 13.800 cajas
de vino tinto malbec nos han enviado 1.000 cajas de menos y nos han remitido 1.500 cajas
de vino blanco que no habíamos pedido la diferencia ocurrida nos ocasiona trastornos y
molestias considerables no sólo porque nuestra distribuidora es proveedora de más de
50.000 supermercados de todo el país sino también por los perjuicios que conlleva no poder
satisfacer los pedidos de nuestros clientes en este período del año le agradeceremos dar una
solución rápida a este inconveniente y evitar anomalías análogas en el futuro puesto que si
se repiten nos veremos obligados a dar por terminadas nuestras apenas iniciadas relaciones
mercantiles veríamos con mucho agrado el pronto envío de las cajas de vino tinto que faltan
con instrucciones sobre la devolución de las que obran en nuestro poder sin haber sido
pedidas con nuestros atentos saludos
Distribuidora del Sur
Francisco Peralta
Gerente de compras
CLASE 10
EL PENSAMIENTO EN LA NARRATIVA
Hay varias formas de transcribir los pensamientos de los personajes dentro de una novela o
de un cuento.
a) Estilo directo
b) Estilo indirecto
b) Monólogo interior
Qué le vas a hacer, ñato, cuando estás abajo todos te fajan. Todos, che, hasta el más
maula. Te sacuden contra las sogas, te encajan la biaba. Andá, andá, qué venís con
consuelos vos. Te conozco, mascarita. Cada vez que pienso en eso, salí de ahí, salí. Vos te
creés que yo me desespero, lo que pasa es que no doy más aquí tumbado todo el día. Pucha
que son largas las noches de invierno, te acordás del pibe del almacén cómo lo cantaba.
Pucha que son largas... Y es así, ñato. Más largas que esperanza'e pobre. Fijáte que yo a
la noche casi no la conozco, y venir a encontrarla ahora... Siempre a la cama temprano, a
las nueve o a las diez. El patrón me decía: "Pibe, andáte al sobre, mañana hay que meterle
duro y parejo". Una noche que me le escapaba era una casualidad. El patrón... Y ahora
todo el tiempo así, mirando el techo. Ahí tenés otra cosa que no sé hacer, mirar p'arriba.
Todos dijeron que me hubiera convenido, que hice la gran macana de levantarme a los dos
segundos, cabrero como la gran flauta. Tienen razón, si me quedo hasta los ocho no me
agarra tan mal el rubio.
Sí porque él nunca había hecho tal cosa como pedir el desayuno en la cama con un par de
huevos desde el Hotel City Arms cuando solía hacer que estaba malo en voz de enfermo
como un rey para hacerse el interesante con esa vieja bruja de la señora Riordan que él se
imaginaba que la tenía en el bote y no nos dejó ni un ochavo todo en misas para ella sola y
su alma grandísima tacaña como que no se ha visto otra con miedo a sacar cuatro
peniques para su alcohol metílico contándome todos los achaques tenía demasiado que
desembuchar sobre política y terremotos y el fin del mundo vamos a divertirnos primero un
poco Dios salve al mundo si todas las mujeres fueran así venga que si trajes de baño y
escotes claro que nadie quería que ella se los pusiera imagino que era devota porque
ningún hombre la miraría dos veces espero no llegar a ser nunca como ella milagro que no
quisiera que nos tapáramos la cara pero era una mujer bien educada y toda la cháchara
con el señor Riordan por aquí y el señor Riordan por allá supongo que él se alegró de
perderla de vista y el perro oliéndome las pieles y siempre entremetiéndose para subírseme
por debajo de las enaguas especialmente entonces sin embargo eso me gusta de él amable
con las viejas así y los camareros y los mendigos también no es orgulloso por nada pero no
siempre si alguna vez le pasa algo serio de verdad es mejor que se vayan al hospital donde
todo está limpio pero supongo que tendría que machacárselo durante un mes sí y entonces
tendríamos en seguida en el asunto de una enfermera en el hospital y él se quedaría hasta
que le echaran o una monja a lo mejor como la de la foto indecente que tiene él es tan
monja como yo sí porque son tan débiles y quejumbrosos cuando se ponen malos quieren
una mujer para ponerse buenos…
En general, del pasaje del estilo directo al indirecto se produce un cambio en los tiempos
verbales:
1. Presente de indicativo cambia a pretérito imperfecto de indicativo. (Canto/cantaba)
2. Pretérito perfecto compuesto de indicativo cambia a pretérito pluscuamperfecto. (He
cantado/había cantado)
3. Pretérito imperfecto de indicativo no cambia.
4. Pretérito perfecto simple de indicativo cambia a pretérito pluscuamperfecto.
(Canté/había cantado).
5. Pretérito pluscuamperfecto no cambia.
6. Futuro imperfecto de indicativo cambia a condicional simple. (Cantaré/cantaría).
7. Condicional simple al igual que condicional perfecto no cambian.
8. Imperativo cambia a subjuntivo pretérito imperfecto. (Comé/ comiera).
9. Subjuntivo presente cambia a subjuntivo pretérito imperfecto. (Coma/comiera).
10. Subjuntivo pretérito imperfecto cambia a pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo.
(comiera/hubiera comido).
11. Pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo no cambia.
Expresiones espaciales:
Aquí Allí
Este Aquel, ese
Yo Él/Ella
Mi Su
Me Se
Yo me acuerdo cuando ella te trajo. Al principio eras casi tan alto como yo, y eras blanco,
más blanco que ahora porque ahora estás sucio, pero igual sos el mejor conejo de todos,
porque entendés las cosas. Y cómo te trajo también me acuerdo, toma, me dijo, lo compré
en Olavarría. El primo Juan Carlos que vive en Olavarría a mí nunca me gustó mucho: los
bigotes esos que tiene, y además no es un primo como el Julio, por ejemplo, que apenas es
más grande que yo. Es de esos primos de los padres de uno, que uno nunca sabe si son tíos
o qué. Era una caja grande, y yo pensaba que sería un regalo extraordinario, algo con
motor, como el avión del rusito o una cosa así. Pero era liviano y cuando lo desaté estabas
vos adentro, entre los papeles. A mí no me gustaba un conejo. Y ella me dijo por qué me
quedaba así, como el bobo que era, y yo le dije esto no me gusta para nada a mí, mira la
cabeza que tiene. Entonces dijo desagradecido igual que tu padre.
Después, cuando papá vino del trabajo, todavía seguía enojada y eso que había estado un
mes en Olavarría, lejos de papá, y que papá siempre me dice escribile a tu madre que la
extrañamos mucho y que venga pronto, pero es él el que más la extraña, me parece. Y esa
noche se pelearon. Siempre se pelean, bueno: papá no, él no dice nada y se viene conmigo a
la puerta o a la placita Martín Fierro que papá me dijo que era un gaucho. A papá tampoco
le gustó nunca el primo Juan Carlos. Y yo no te llevo a la placita, pero porque tengo miedo
que los chicos se rían. Ellos qué saben cómo sos vos. No tienen la culpa, claro, hay que
conocerte. Yo, al principio, también me creía que eras un juguete como los caballos de
madera, o los perros, que no son los mejores juguetes. Pero después no, después me di
cuenta que eras como Pinocho, el que contó mamá. Ella contaba cuentos, a la mañana sobre
todo, que es cuando nunca está enojada. Y al final vos y yo terminamos amigos, mejor que
con los amigos de verdad, los chicos del barrio digo, que si uno no sabe jugar a la pelota en
seguida te andan gritando patadura, anda al arco querés, y malas palabras y hasta delante de
las chicas te gritan, que es lo peor. Una vez me dijeron por qué no traes a tu hermanito para
que atajen juntos, y se reían. Por vos me lo dijeron, por los dientes míos que se parecen a
los tuyos. Me parece que te trajeron a propósito a vos, por los dientes.
Ellos vinieron todos, como cuando la pulmonía. Y puro hacer caricias ahora, se piensan que
uno es un nenito o un zonzo. O a lo mejor saben que sé, igual que con los Reyes y todo eso,
que todo el mundo pone cara de no saber y es como un juego. Y aunque el Julio no me
hubiera dicho nada era lo mismo, pero el Julio, la basura esa, para qué tenía que venir a
decirme. Era preferible que insultara o anduviera buscando camorra como siempre y no que
viniera a decir esa porquería. Si yo ya me había dado cuenta lo mismo. Papá está así, que
parece borracho, y dice hacerme esto a mí. Y ellos le piden que se calme, que yo lo estoy
mirando. Entonces me vine, para hablar con vos que lo entendés a uno y sos casi mucho
mejor que el tren y ni por un avión como el del rusito te cambiaba, que si llegan a imaginar
que yo te iba a querer tanto no te traen de regalo, no. Y nadie va a llorar como una nena
porque ella está enferma y no puede volver por un tiempo. Y si son mentiras mejor.
Oscarcito tampoco lloraba. Ese día también había venido mucha gente, pero era distinto. En
la sala grande había un cajón de muerto para la mamá de Oscarcito. Estaba blanca.
Oscarcito parecía no entender nada, nos miraba a todos los chicos, pero no lloró, le decían
que la mamá de él estaba en el cielo. Y esto es distinto. Mi mamá no está en el cielo, en
Olavarría está. El Julio, la basura esa de porquería me lo dijo, pero a lo mejor se fue
enferma a algún otro lado y por qué no puede ser. Todos lo dicen. Todos menos el primo
Juan Carlos, que tampoco está. Y mejor si no está, que a mí no me gustó nunca por más que
ella dijera tenés que quererlo mucho, y una vez que yo fui a Olavarría no los dejaba que se
quedaran solos. Anda a jugar al patio, siempre querían que me fuera a jugar al patio: ella
también. Y después puro regalar conejos, sí. Se creen que uno no se da cuenta, como ahora,
que si estuviera enferma no sé para qué lo andan aconsejando a papá y él me mira, y se
queda mirándome y me dice hijo, hijo. Y a veces me dan ganas de contestarle alguna cosa,
pero no me sale nada, porque es como un nudo. Por eso me vine. Y no para llorar tranquilo
sin que me vean. Me vine porque sí, para hablar con vos que lo entendés a uno, y sos el
mejor conejo de todos, el mejor del mundo con esas orejas largas, y dos dientes para afuera,
como yo cuando me río.
Me parece que no me voy a reír nunca más en la vida yo. Eso es lo que me parece.
CLASE 11
EL MICRORRELATO
Así como fue testigo del llamado boom latinoamericano, el siglo XX vio nacer un tipo de
cuento muy particular: los minicuentos –entre tantos nombres que tiene este subgénero–
que cada día cobra más vigor.
Cuando murió Narciso las flores de los campos quedaron desoladas y solicitaron al río
gotas de agua para llorarlo.
—¡Oh! —les respondió el río— aun cuando todas mis gotas de agua se convirtieran en
lágrimas, no tendría suficientes para llorar yo mismo a Narciso: yo lo amaba.
—¡Oh! —prosiguieron las flores de los campos— ¿cómo no ibas a amar a Narciso? Era
hermoso.
—¿Era hermoso? —preguntó el río.
—¿Y quién mejor que tú para saberlo? —dijeron las flores—. Todos los días se inclinaba
sobre tu ribazo, contemplaba en tus aguas su belleza...
—Si yo lo amaba —respondió el río— es porque, cuando se inclinaba sobre mí, veía yo en
sus ojos el reflejo de mis aguas.
Vayamos por partes, comisario: de los tres que estábamos en el boliche, usted, yo y el
"occiso", como gusta llamarlo –todos muy borrachos, para qué lo vamos a negar– yo no soy
el que escapó con el cuchillo chorreando sangre. Mi puñal está limpito como puede
apreciar; y además estoy aquí sin que nadie haya tenido que traerme, ya que nunca me fui.
El que huyó fue el "occiso" que, por la forma como corría, de muerto tiene bien poco. Y
como él está vivo, queda claro que yo no lo maté. Al revés, si me atengo al ardor que siento
aquí abajo, fue él quien me mató. Ahora bien, puesto que usted me está interrogando y yo,
muerto como estoy, puedo responderle, tendrá que reconocer que el "occiso" no sólo me
mató a mí, también lo mató a usted.
Un grito entra por la ventana. Si lo dejo salir, volverá a molestarme. Rápidamente bajo las
persianas y me entiendo con él. Le propongo sonar libremente en los horarios que prevé el
reglamento. Él es frugal. Yo soy generosa. Sin embargo, la convivencia nos
resulta imposible. A la larga, dormir toda la noche con un grito reprimido suele traer
dolores de cabeza.
LEÍSMO Y LOÍSMO
LEÍSMO
Los pronombres le y les –los cuales funcionan como objeto indirecto– pasan a utilizarse
como objeto directo masculino, refiriéndose a personas. De forma que, en vez de decir “Lo
vi”, o “Los vi”, se dice “Le vi” (para él) o “Les vi” (para ellos). En vez de “A tus
compañeros los conocí ayer”, decimos “A tus compañeros les saludé ayer”, incurriendo en
el fenómeno que se ha denominado leísmo.
LAÍSMO
En ocasiones, los pronombres la y las (los que han de funcionar como formas del objeto
directo femenino), pasan a funcionar como objeto indirecto femenino. Así, no es extraño
escuchar “La cosí una pollera” (a ella), o “Las dije unas palabras” (a ellas). Este error, al
contrario que el uso más extendido del leísmo, es sumamente grave, y se denomina laísmo.
LOÍSMO
De la misma manera, los pronombres lo y los (que han de formar parte del objeto directo
masculino) pasan a usarse como objeto indirecto masculino. “Lo dio una bofetada” en lugar
de “Le dio una bofetada”. Es el mismo caso que veíamos con el laísmo, pero aplicado al
género masculino, y se denomina loísmo, siendo igual de grave que el anterior.
EJERCITACIÓN
CORREGIR LAS ORACIONES EN LAS QUE SE USAN DE FORMA INCORRECTA LOS PRONOMBRE LE
O LES
COMPLETAR LAS SIGUIENTES ORACIONES CON LOS PRONOMBRES LE, LE O LA, LAS
durante años un sonido vibrante casi metálico proveniente de las profundidades del Océano
Pacífico mantuvo intrigados a los científicos y marinos australianos ahora un biólogo
marino norteamericano ha localizado la fuente de esos extraños ruidos submarinos las
ballenas minke enanas hace poco Jason Gedamke y sus colegas de la Universidad de
California estuvieron navegando frente a las costas de Australia a borde del “Undersea
Explorer” un buque de investigación australiana su intención era estudiar el
comportamiento de estos misteriosos cetáceos esta especie es típica de la zona de la Gran
Barrera de Arrecifes frente a la costa australiana y es una de las variedades de ballenas más
pequeñas que existen las minke enanas adultas “apenas” llegan a medir ocho metros de
largo hasta ahora muchos expertos consideraban que no emitían sonidos a diferencia
de otras variedades de ballenas pero Gedamke y los suyos descubrieron que no era así
C. Sustituya en las frases siguientes los verbos estar, encontrar, haber, tener, hacer,
poner, decir y ver por otros que precisen el sentido
CLASE 12
EL GUION DE CINE
ESTRUCTURA
GUION LITERARIO
GUION TÉCNICO
ESCENAS Y SECUENCIAS
Un guion se divide en partes para que cada una de ellas constituya un módulo a partir del
cual se pueda organizar la producción. La clasificación más operativa es la que distingue
entre una serie de escenas, separadas en secuencias que, a su vez, se dividen en planos.
Una escena es un bloque de acción dramática asentado en una idea que, la mayoría de las
veces, sirve para dar coherencia al relato y para avanzar en el trayecto de la historia hacia el
desenlace; es un todo en sí misma, que posee unidad. No existe un número predeterminado
de escenas en un guion, dado que cada historia tiene sus necesidades. Si las escenas son el
contexto general, las secuencias son el contenido.
La secuencia es una unidad dramática de espacio y de tiempo, y está determinada siempre
por un espacio –ya sea interior (casa, estación, coche...) o exterior (campo, calle, mar...) – y
un tiempo –día o de noche–. Cada vez que se cambian estas variables se produce un cambio
de secuencia. El operativo es meramente logístico y está relacionado con cuestiones de
producción.
No hay un número estándar de secuencias en una película; tampoco tienen una duración
determinada y no deben reiterar lo previamente establecido o separar al espectador del
desenlace que tenga establecido el guionista.
PERSONAJES
DIÁLOGOS
Los diálogos poseen el mismo objetivo que la acción: acercar el tema a su desenlace. A
través de lo dicho y confrontándolo con los hechos, se sabe qué piensa un personaje y cómo
se relaciona con el resto.
El diálogo es un texto dramático recitado por un actor y se presenta en diferentes formas,
además de los diálogos propiamente dichos:
Los diálogos son el centro de las comunicaciones verbales del guion, caracterizan a los
personajes, informan sobre la historia y son fundamento del tiempo dramático. Un buen
diálogo muestra los sentimientos de los personajes, no cuenta la historia. Algunos errores
que se presentan al escribir los diálogos son: que no hagan avanzar la acción, que sean
redundantes, que provoquen confusión, que reemplacen la acción con diálogos, que los
personajes digan cosas que no se corresponden con su carácter, que pongan en boca de los
personajes las palabras del autor.
TIPOS DE GUIONES
MARÍA acaba de tener un accidente con su auto. Llueve. No sabe bien dónde se encuentra.
Está todo oscuro. MARÍA es una joven de unos 25 años, linda, aunque no llama la
atención. Saca el celular de su cartera y descubre que nunca se acordó de cargarlo. Intenta
prenderlo pero vuelve a apagarse. Se sienta a un costado de la ruta para esperar que pase
alguien para ayudarla. Luego de esperar unas horas frena un micro.
CONDUCTOR
¿Necesita ayuda, señora?
MARÍA
Sí, gracias, tuve un accidente y no tengo batería en el
celular. ¿Podría alcanzarme al pueblo más cercano
para poder hacer un llamado?
CONDUCTOR
Claro, no tengo problema. Suba, este micro está lleno de mujeres
que necesitan ayuda.
La mujer la mira, pero no le contesta. María se sienta al lado de ella de todos modos. Mira
a su alrededor y observa a cada una de las mujeres sentadas. Ninguna habla.
CONDUCTOR
El pueblo está lejos, pero la llevo al teléfono más cercano.
MARÍA
Gracias nuevamente.
(Se acomoda en el asiento y pasará
todo el viaje mirando por la ventana)
Vuelve a llover y la escena se cierra con la aparición de un enorme edificio gris que cada
vez se hace más grande.
EJERCITACIÓN
DECÁLOGO DE LA REDACCIÓN
¿Que las palabras no tienen importancia? Yo no me atrevería a afirmarlo con tanta seguridad. A
veces creo que muchas cosas, que todo depende de las palabras. De las palabras que uno dice a su
debido tiempo, o de las que se calla, o de las que escribe”.
Sándor Márai, El último encuentro.
CLASE 13
LA FOCALIZACIÓN
TODOROV GENETTE
Narrador omnisciente Focalización cero
Narrador equisciente Focalización interna
Narrador deficiente Focalización externa
múltiple
El primer tipo de focalización, la cero, es la del típico relato realista decimonónico al estilo
de Balzac y Dostoiewski: se trata de un narrador que no puede ser ubicado en un lugar fijo,
preciso, por el contrario, externo a la acción se mueve con libertad para dar cuenta de ella
según considere pertinente.
En el segundo tipo el narrador se ubica en la conciencia de algún o algunos personajes. Es
focalización interna fija cuando a lo largo del relato la voz narrativa está ubicada en la
conciencia de un personaje, y siempre el mismo. Es variable cuando el narrador cambia de
óptica, de conciencia para contar distintas acciones. Es múltiple cuando un mismo hecho es
narrado desde varias perspectivas, desde la conciencia de dos o más personajes.
Por último, es externa cuando el narrador ve a los personajes desde fuera, sin entrar en la
conciencia de ninguno. Este tipo de relato suele presentarse en algunos textos de carácter
policíaco, concretamente, en el género negro.
EJEMPLOS DE FOCALIZACIÓN
I. No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, baja,
polvorienta, en pleno sol, su barranca cayendo suave, medio comida por el agua, la isla. El
gato se retira de la ventana, que queda vacía, y busca, de sobre las baldosas coloradas, los
cigarrillos y los fósforos. Acuclillado enciende un cigarrillo, y, sin sacudirlo, entre el tumulto
de humo de la primera bocanada, deja caer el fósforo que, al tocar las baldosas, de un modo
súbito, se apaga. Vuelve a acodarse en la ventana: ahora ve al Ladeado, montado precario en
el bayo amarillo, con las piernas cruzadas sobre el lomo para no mojarse los pantalones. El
agua se arremolina contra el pecho del caballo. Va emergiendo, gradual, del agua, como con
sacudones levísimos, discontinuos, hasta que las patas finas tocan la orilla.
V. No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, más allá
de la playa amarilla, con sus ventanas y sus puertas negras, el techo de tejas reverberando al
sol, la casa blanca. Sofrenando el bayo amarillo un momento en la cima de la barranca, el
Ladeado mira, sin parpadear, durante un momento en dirección a la casa: la parte izquierda
está sumida bajo los árboles coposos de la calle que baja, en declive, hacia el río. El resto
refulge al sol. Una figura humana, sentada al pie de un árbol, al final de la playa, cerca de las
parillas, es, aunque inmóvil, el único vestigio de vida en la luz mineral. El Ladeado lo ve un
segundo después de haber aparecido sobre la barranca, saliendo de entre los árboles de la isla,
y de haber contemplado sin parpadear, más allá del río liso, dorado, sin una sola arruga, la
casa blanca.
VII. No hay, al principio, nada. Nada. De un lado el río liso, dorado, sin una sola arruga, la
isla con su barranca que cae, en declive lento, hacia el agua, la vegetación enana y
polvorienta, del otro lado las dos ventanas y la puerta negra, el techo de tejas, la casa blanca,
y en el medio la extensión vacía de la playa amarilla, en declive casi imperceptible hacia el
río, sobre la que la luz solar, como una enorme combustión amarilla atravesada de filamentos
blancos, fluye, rebota y reverbera.
Sentado en el suelo, la espalda desnuda apoyada contra el árbol, el bañero lee en el silencio
total de la siesta […]. Ahora lo ve [al jinete]: ha entrado en el agua, en la otra orilla; el caballo
tantea cauteloso, adaptándose sin apuro y sin sorpresa al cambio de elemento…
"Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora amó al pintor
y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el
arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, toda luz y sonrisas, con la alegría de un
cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que
la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su
adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Más
era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta
habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo
raso. El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día. Y era
un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía
que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos
de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Ella, no obstante, sonreía más y
más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente
placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto
amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que
contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable
del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el
trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había
llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del
lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía
sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas
semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo
dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la
llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. Y entonces el pintor dio los toques, y
durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado. Pero un minuto
después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritó con voz terrible:
"¡En verdad, esta es la vida misma!" Se volvió bruscamente para mirar a su bien amada:
¡Estaba muerta!"
EL TIEMPO
En cuanto al tiempo del discurso, debe tenerse presente que el narrador tiene como función
enterarnos de los acontecimientos que forman su historia, pero que el orden en que los
presenta no es obligatoriamente cronológico y causal (como efectivamente sucedieron en la
historia). El narrador elegirá un momento determinado para iniciar su exposición, pero nada
(excepto la focalización adoptada) le impide volver en el tiempo de la historia, o adelantarse
al curso de los acontecimientos que narra. Él elige qué cuenta, cómo y cuándo.
LOS PERSONAJES
Los personajes de novelas se influyen recíprocamente y se dan a conocer unos a otros. Cada
personaje se ve a sí mismo de una manera diferente a la que la ven los otros. Así vamos
armando el perfil de cada uno desde diferentes puntos de vista. Los personajes, además, se
relacionan con los lugares y con los objetos que los rodean.
Protagonista--------------------------------------------Antagonista
Objeto del deseo
Pacientes, son los personajes que son afectados por los Agentes que inician procesos, hacen
avanzar la acción.
Planos, construidos en torno a una sola idea o cualidad; Redondos, complejos en cuanto a su
psicología.
LA CORRELACIÓN VERBAL
CLASE 14
Sus poemas están influidos por una experiencia de primera mano del mundo, que consigue
expresar con una gran simplicidad. Considerado como el haijin por excelencia, su visión
impresionista y concisa de la naturaleza influyó especialmente en Ezra Pound y más tarde
también en los poetas de la Generación beat. Incluso Julio Cortázar elige uno de sus haikus
para darle el título a uno de sus libros de poemas, Salvo el crepúsculo:
Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
En cada uno de ellos, se puede ver esa captación del momento, de la eternidad en el instante:
A la intemperie,
se va infiltrando el viento
hasta mi alma.
Todo en calma.
Penetra en las rocas
la voz de la cigarra.
Fue uno de los mejores pintores de su época, lo que eclipsó su gran obra poética, justamente
reconocida muchos años después. Su estilo es más sensual y espontáneo, lo que les aportó
algo nuevo a los haikus de su maestro Bashô.
Pasó el ayer,
pasó también el hoy:
se va la primavera.
Melancolía,
más que el año pasado:
tarde de otoño.
Lluvias de mayo.
Y enfrente del gran río
un par de casas.
El tercer gran maestro del haiku no es un discípulo directo de sus predecesores; incluso se lo
considera inferior a ellos en técnica, aunque al mismo tiempo es quizás el haijin más amado
por el público debido a la trágica vida que llevó, a su empatía hacia todos los seres vivos y a
la manera en que reflejó estos aspectos de su existencia a través del haiku.
Para el corazón
que no duda,
las blancas flores del ciruelo.
Mientras dormía profundamente,
muy fatigado,
la primavera tocaba a su fin.
El mendigo
tiene el cielo y la tierra
como ropa de verano.
Silencio:
una hoja se hunde
en el agua clara.
Fue el que contribuyó a modernizar el haiku al mismo tiempo que teorizó sobre este género
poético e impulsó la publicación de jóvenes poetas en importantes revistas como Hototogisu
(El Cuco).
La gran mañana:
vientos de antaño
soplan a través de los pinos.
La alondra cantando
ondula
las nubes.
El caracol se arrastra
dos o tres pasos
y se acaba el día.
La mariposa,
ni siquiera cuando la persiguen
parece tener prisa.
USO DE CORCHETES
USO DE PARÉNTESIS
EJERCITACIÓN NORMATIVA
Cuadrángulo amoroso trazado por un caballero que corteja a tres hermanas. Las muchachas le
exigieron que manifestara su preferencia. El joven les entregó esta décima. Con la décima les
pidió que ellas pusieran los signos de puntuación que les parecieran. Soledad e Irene se las
ingeniaron para ser ellas las favorecidas.
Los muchachos se olvidaron de que era martes y de que no había nadie a esas horas en el
museo. Sin embargo, dio la casualidad que se encontraron con la secretaria del jefe. Sabían
que a ella no le gustaba que la molestaran fuera de los días de trabajo y de que la exasperaban
los intrusos.
–Se me figura de que no es este el momento apropiado para hacer preguntas –dijo ella,
molesta de que la miraran con tanto asombro.
–Perdone, señorita, pero tememos de que usted piense que venimos a importunarla justo en su
día de descanso –contestó Juan cansado que ella siempre los reprendiera.
Acto seguido, la mujer se dio media vuelta y, con un gesto de desdén, se dirigió al encargado
para decirle:
–Por favor, recuérdeme de que hoy tengo una cita a las diez. Estaré en mi oficina.
CLASE 15
LA NOVELA
Por lo demás, tanto el cuento como la nouvelle no pasan de ser versiones deliberadamente
limitadas del conflicto humano. Para obtener el todo, la historia completa, debemos recurrir a
la novela. En este género (el más representativo, no sólo de la literatura moderna, sino
también de la época que la nutre) cada hecho, cada transformación, no aparece aislada del
resto, como un solista a quien destacan los reflectores. En la novela la versión es total, se
discriminan los hechos, se les ubica inescrupulosamente en la historia y escrupulosamente en
la fantasía, se analizan los pensamientos desde fuera y desde dentro, desde el testimonio de
quien asiste a su eclosión y desde la mente que los genera; cada peripecia, cada proceso, cada
historia, tiene raíces en el pasado, proyecciones en lo venidero, es un mero resorte que, al
igual que en la vida, se conecta aquí y allá con otras peripecias, otros procesos, otras historias.
Desde sus orígenes hasta el presente, la novela quiere parecerse a la vida, quiere ser vida por
sus cuatro costados. (…)
LA ACTITUD DEL CREADOR
Es interesante examinar el problema también desde el punto de vista del creador. No parece
totalmente eficaz definir al cuentista única y exclusivamente como un narrador de poco
aliento; ni, por otra parte, al novelista, como uno que escribe largo y tendido. Tal vez sea
posible establecer otras distinciones: las que tienen que ver con su “actitud”.
Es indudable que el cuentista maneja un género que se caracteriza por sus elementos
estrechos, apretados. Cada palabra tiene su color, vale por sí misma, y el lector tiene derecho
a someterla a un análisis exigente, microscópico. El cuento se sostiene particularmente en el
detalle; de ahí que el narrador lleve al máximo su rigor estilístico y procure mantener de
principio a fin una tensión indeclinable. En su traslado a la vida real, el cuento tiene
aproximadamente el valor de un instante, y como en éste, cada partícula de espacio y de
tiempo asume proporciones monstruosas, desusadas. (Borges sostiene que en el cuento “cada
pormenor existe en función del argumento general; esa rigurosa evolución puede ser necesaria
y admirable en un texto breve, pero resulta fatigosa en una novela, género que para no parecer
demasiado artificial o mecánico requiere una discreta adición de rasgos independientes”).
El autor de nouvelles depende aún grandemente de la palabra, del detalle formal, pero la
actitud que asume ante su materia narrable es fundamentalmente otra. El autor de nouvelles
narra un proceso, una transformación completa en sí misma, aunque no siempre inserta en su
mundo como haría un novelista.
Este es, entre los narradores, quien dispone de mayor espacio para enfocar su tema. El
novelista tiene grandes ambiciones; quiere, por lo común, trasmitir su concepto del mundo, su
metafísica particular, su esperanza en los hombres, su desconfianza ante Dios; quiere abarcar
la realidad y la fantasía, dar una versión integral del problema humano, enfocándolo desde
todos los ángulos y sin menospreciar ninguna objeción, ningún argumento.
Para el novelista no pierden importancia ni la palabra (Joyce representa el colmo del
vocabulismo) ni el estilo (ya Flaubert había trabajado sus frases hasta grados inverosímiles),
pero el máximo rigor debe consagrarlo a la estructura, a la construcción de su relato. Por
hábilmente armado que resulte un cuento, siempre debe dar —aunque ello suponga un nuevo
artificio— una impresión de espontaneidad. (“Luché porque el cuento —escribe Quiroga—
tuviera una sola línea, trazada por una mano sin temblor desde el principio al fin. Ningún
obstáculo, adorno o digresión, debía acudir a aflojar la tensión de su hilo”).
La novela, aunque pueda derivar excepcionalmente de una improvisación, de un chispazo
genial, por lo común representa un orden, permite al lector que en última instancia rescate su
plan. Aun las novelas aparentemente menos congruentes suelen responder a la estructura más
rigurosa. (…) Desde el momento en que el escritor decide novelar el caos, debe incurrir en la
paradoja de planificarlo, a fin de saber —aunque sólo sea para sí mismo— cómo emprender
su tarea. (…)
1. La historia
El germen de algunas novelas es un personaje, pero lo más común es que las novelas
comiencen con una historia.
2. El personaje
3. Contexto
El contexto es vital en una novela. Es el telón sobre el que sucede la acción y, aunque pueda
parecer secundario, perfila a los personajes y realza a la historia. Por eso es fundamental
tenerlo claro antes de empezar a escribir una novela.
4. Acontecimiento desencadenante
Todas las novelas tienen un acontecimiento desencadenante que dispara la acción. Algo que
altera lo que era la situación normal para introducir los cambios y conflictos que tendrán en
vilo al lector.
5. Momentos clave
Antes de empezar a escribir una novela hay que tener claro cuáles serán sus momentos clave,
atendiendo a la historia y al personaje.
6. Desenlace
Pueden aparecer distintas posibilidades para cerrar la historia; hay que tomar nota de todas
para ver después cuál es la que mejor encaja con la historia cuando avancemos en la escritura.
7. Tono
El tono de una novela es un aspecto más intangible, menos concreto, que su protagonista o
su argumento. Sin embargo, es igual de importante.
Antes de empezar a escribir hay qué decidir cuál es el tono en que se narrará la historia. A
veces el tono resulta obvio: si se está escribiendo una novela de humor el tono tiene que ser
gracioso o irónico.
8. Escenarios y atmósferas
Hay muchas buenas novelas donde los escenarios no tienen más importancia que la de ser los
espacios donde sucede la acción. Sin embargo, escenarios y atmósferas, cuando se trabajan
bien, pueden transformarse en un elemento que recorre la novela de principio a fin. Un
elemento que se imbrica tanto en la narración que el lector lo reconoce como característico de
esa novela.
Los escenarios y las atmósferas pueden condicionar a los personajes y, con ello, el transcurso
de la acción.
Antes de empezar a escribir, hay que pensar en qué lugar se desarrollará la novela: ciudad o
entorno rural; si hay un lugar característico, como un bosque, un río, un desierto, el mar; en
qué época del año suceden los acontecimiento; si hay algún elemento no habitual: una sequía,
lluvias pertinaces.
9. Tiempo y narrador
No hace falta que se desarrollen a los personajes secundarios con el nivel de detalle del
protagonista, pero hay que tener en claro quiénes serán y cómo intervendrán en la historia.
LA TRAMA
PARTES DE LA TRAMA
Al crear tramas, lo primero que hay que hacer es dividir la historia en tres segmentos.
Para crear tramas eficaces, el clímax se sitúa durante el desarrollo, la parte media de la
historia. El clímax es el momento en que el protagonista supera el conflicto y lo soluciona o,
al menos, toma la resolución de solventarlo. Así el clímax actúa como nexo entre desarrollo y
desenlace.
EL CONFLICTO
El conflicto a veces será una situación, a veces será una persona, a veces será algo dentro del
propio protagonista, como una idea, un trauma, un vicio…
En su intento de superar el conflicto, el protagonista pondrá en juego una serie de fuerzas que
serán las que hagan avanzar la acción hacia el momento culminante del clímax y de ahí al
desenlace.
CRONOLOGÍA Y ANALEPSIS
Al crear tramas, hay que pensar el orden en que se presentarán los acontecimientos del
argumento: en un orden cronológico lineal o in media res, saltando luego atrás y adelante para
introducir la información que la trama necesita para desarrollarse.
Esos saltos adelante y atrás que alteran el orden lógico del transcurrir del tiempo son los
flashback (saltos hacia atrás) y las prolepsis (anticipan una escena posterior).
TRAMAS SECUNDARIAS
Son tramas con una estructura igual a la de la trama principal. Es decir, tienen planteamiento,
desarrollo, desenlace, clímax y conflicto, pero se desarrollan en un tono menor y están
subordinadas a la trama principal. Son una manera de dar complejidad a la historia y de
reforzar su sentido.
ESCENAS Y CAPÍTULOS
Toda trama se divide en escenas y capítulos. Los capítulos son la subdivisión más común de
una trama, pero esa subdivisión no puede hacerse de manera aleatoria. Cada capítulo tiene
que replicar la estructura de la trama general de planteamiento, desarrollo y desenlace.
En cada capítulo, además, se presentará una faceta del conflicto a la que el protagonista
deberá hacer frente.
En cuanto a las escenas, son unidades narrativas en las que ocurre algo específico. Ese algo
específico que sucede debe ser un hecho (o reflexión) que haga avanzar la acción.
EJERCITACIÓN
COLOCAR MAYÚSCULAS DONDE CORRESPONDA
la venecia del norte
la ciudad que ordenó construir pedro el grande en 1703, sobre la costa, y un puñado de islas
ubicadas en el margen oriental del golfo de finlandia, es decir, en la última frontera de europa,
es el primer escenario perfecto de lo que fue y sigue siendo el esplendor de la antigua rusia.
moderna, cosmopolita, armoniosa, la nueva capital fue levantada respetando un plan maestro
que combinaba las ideas más avanzadas en el campo de la ingeniería y del diseño. la
exigencia de construirla en piedra, no en madera, como moscú, le permitió al zar, según sus
palabras, “pisar con pie firme la costa del mar”, un deseo al parecer vinculado con su gran
pasión por los barcos. estaba dispuesto a compartir a cualquier costo con sus amadas venecia
y amsterdam, pero el destino superior de san petersburgo fue —otra vez son sus palabras—
“atraer la mirada de todas las grandes capitales europeas”.
el poder de convicción de las arcas zaristas, sumado al privilegio excepcional de colaborar en
una empresa única, como fue construir la sede de un imperio sobre la nada, resultaron una
combinación irresistible para legiones de urbanistas, escultores, paisajistas, artesanos y
pintores, muchos de ellos, los más prestigioso del siglo XVIII.
CORREGIR LOS ERRORES EN EL PRONOMBRE “QUE”
1. ¿Te comunicaron de que no hay examen? 2. Admito de que no fue clara la explicación. 3.
Asegúrese que hay pan para todos, antes de hablar. 4. Entonces fue que me enteré del
problema. 5. Con él fue que peleé. 6. Debo demostrar de que tú no eres fiel a nuestra
institución. 7. Entre los árboles fue que se escondió. 8. En ese consulado es que se otorgan las
visas. 9. Es conociendo acerca del tema que se desenvuelve mejor la gente en esa área. 10.
Espero de que acepte todas mis condiciones.
CORREGIR LOS CULTISMOS INNECESARIOS
1. Después de haber cumplimentado el servicio militar, Pablo se reincorporó a su trabajo.
2. Podrá irse en cuanto haya complementado este test.
3. La climatología de esta comarca es muy variable.
4. No te preocupes; es imposible que te pierdas. El camino está muy bien señalizado.
5. Ha explicado esa anécdota con la única finalidad de que todos nos enteremos de su enorme
éxito con las mujeres.
6. Si desea usted aprobar el examen de conducir, no olvide la obligatoriedad de detenerse ante
la señal de Stop.
7. Ignoro las motivaciones que lo impulsaron a abandonar el trabajo de súbito.
8. Su excelente formación le ha permitido posicionarse muy bien en la profesión.
CLASE 16
TEXTOS PERIODÍSTICOS
Pirámide invertida: se basa en la premisa de que los lectores desean saber qué pasa tan
pronto la historia comienza a desenvolverse. Si es interesante, prestarán atención. De otra
forma, se irán a otra parte. La información se redacta en orden decreciente de importancia. Si
bien esto parte del periodismo tradicional, sigue siendo válida para los nuevos entornos
puesto que esta forma de presentación de contenidos es la que más se ajusta al ambiente
digital y satisface las necesidades de los usuarios, tanto en páginas de inicio, como en
boletines enviados a través de correo electrónico.
RESPONDER (REPASO)
Hasta anteayer a la medianoche, Obama seguia encerrado en su reserva. Sin embargo, está
obligado a decir quien es su elegido antes de mañana, cuando se abren las puertas del Centro
Pepsi en Denver, empezando la convención del Partido Demócrata que lo ungirá como
candidato a presidente.
Es raro, pero no inusual, que esté tomandose tanto tiempo. Hubieron antecedentes ilustres al
respecto. John F. Kennedy también disipó el enigma cuando hacían ya treinta horas de
iniciada la convención, pero en su caso le dio trabajo convencer al elegido. Lyndon Johnson
era el lider del Senado. El mismo también aspiraba a la presidencia, no queriendo ser el
segundo de nadie.
Obama no parece enfrentarse a negociaciones tan delicadas como las que habían en tiempos
de Kennedy. El peso del candidáto a vicepresidente no siempre es decisivo en las elecciones
presidenciales de los Estados Unidos. Se le incorpora a la formula para equilibrar las
debilidades del eventual presidente, aunque a veces sus ambiciones ensombrecieran el brillo
de su jefe.
a) Desde hace treinta años atrás que Carolina y Hernán no se encuentran a solas.
b) Desde hacen treinta años que Carolina y Hernán no se encuentran a solas.
c) Desde hace treinta años, Carolina y Hernán no se encuentran a solas.
a) Hubieron dos personas que lo vieron entrar al hotel.
b) Hubieron dos personas que le vieron entrar al hotel.
c) Hubo dos personas que lo vieron entrar al hotel.
a) Quiso saber cuánto faltaba para que el avión aterrizara en la ciudad de Méjico
b) Quiso saber cuanto faltaba para que el avión aterrizase en la ciudad de México
c) Quiso saber cuanto faltaba para que el avión aterrizara en la ciudad de México
El tren había recorrido sólo pocos kilómetros y el camino era largo (nos detendríamos recién
en la lejanísima estación de llegada, después de viajar durante casi diez horas), cuando vi por
la ventanilla, en un paso a nivel…