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Colegio “Ambrosio O”Higgins”

Filosofía
Prof. Emmanuel Arancibia Rojas.
Vallenar
2º Guía de aprendizaje.
“Tipos de saberes”
Nombre: ____________________________________________________3º medio

OA a: Formular preguntas significativas para su vida a partir del análisis de conceptos y teorías filosóficas,
poniendo en duda aquello que aparece como “cierto” o “dado” y proyectando diversas respuestas posibles.
Recursos asociados: Guía prediseñada (tipos de saberes), Internet, Word u otro formato
editable.
Fecha de evaluación del estudiante: jueves 02 de abril 2020. (A más tardar a la 18:00 hrs.)
Enviar al correo: earancibia@caohvallenar.cl

Para recordar.
 Conocimiento Vulgar o Empirico.
 Conocimiento científico.
 Conocimiento divino o teológico.
 Conocimiento filósofico.
 Nuevos contenidos

¿QUÉ ES SABER?

El término “saber” está relacionado con el de “sabor”, con la acción de “probar” las cosas y
descubrir a lo que “saben”. En un sentido muy amplio, el saber es un contacto con la realidad con el
fin de distinguirla y entenderla. Además, el saber también se relaciona con más elementos: con hacer
consciente lo que se sabe, sistematizar lo sabido, poder dar razón de ello ante los demás, ser capaz de
preguntarse por lo que uno sabe con actitud crítica...

¿Cuáles son las FUENTES DEL SABER?

El ser humano dispone de dos fuentes principales de saber: la sensibilidad y la razón:


- La sensibilidad proporciona la experiencia básica acerca de las cosas, pero sus datos están siempre
en un contexto teórico que los hace inteligibles, entendibles. Experiencia y razón se dan siempre
mezcladas. Por ejemplo, la caída de los objetos se entiende de forma diferente si se sigue la teoría
aristotélica o la newtoniana.
Además, la experiencia también depende de las diversas instancias humanas capaces de producirla e
interpretarla: por eso podemos hablar de la experiencia en la vida cotidiana, de la experiencia
entendida como experimento en las ciencias empíricas, de la experiencia filosófica, religiosa, estética,
del amor, etc.

- La razón produce también diferentes formas de saber, ligadas generalmente a algún tipo de
experiencia: una inmediata, como la intuición; otras mediatas, como la inducción, la deducción, la
reflexión, etc.
¿De qué saber se ocupa la filosofía?

“En cualquier caso, el saber filosófico no es un saber doxográfico, un saber del pretérito, un saber
acerca de las obras de Platón, de Aristóteles, de Hegel o de Husserl. El saber filosófico es un saber
acerca del presente y desde el presente. La filosofía es un saber de segundo grado, que presupone por
tanto otros saberes previos, «de primer grado» (saberes técnicos, políticos, matemáticos,
biológicos...). La filosofía, en su sentido estricto, no es «la madre de las ciencias», una madre que, una
vez crecidas sus hijas, puede considerarse jubilada tras agradecerle los servicios prestados. Por el
contrario, la filosofía presupone un estado de las ciencias y de las técnicas suficientemente, maduro
para que pueda comenzar a constituirse como una disciplina definida.”
Gustavo Bueno Martínez.

La clasificación de los saberes según Aristóteles.


Aristóteles procede a la clasificación de los diferentes saberes en estos tres campos que están
directamente relacionados con las tres dimensiones principales de la existencia humana:
1) El saber productivo, que es técnico y remite a la «fabricación» de cosas útiles.
2) El saber práctico, que es ético-político y remite a la acción libre o electiva, porque busca la virtud, la
regla de la «buena acción».
3) El saber teórico, referido al modo de ser de las cosas mismas (y no al agente que fabrica con ellas
algo o que emprende a partir de ellas alguna acción).

A propósito de esta clasificación de las ciencias, conviene recordar una vez más que el término
«ciencia» no tiene en la Grecia antigua las connotaciones que hoy reviste para nosotros, y que, por
tanto, no importa cuál sea su «superioridad» con respecto al conocimiento ordinario, nunca se aparta del
todo de la noción común de saber entre los contemporáneos de Aristóteles, que siempre es un saber
arraigado en la acción y relacionado con el uso.
Por otra parte, la clasificación en sí misma está relacionada con la concepción general de Aristóteles:
1) Las ciencias productivas remiten al carácter «necesitado» de la vida humana, en el sentido de que
exige la satisfacción de ciertas necesidades elementales para mantener la vida, necesidades que
demandan una actividad «productiva» por parte de los hombres.
2) El saber práctico no se relaciona con «las necesidades de la vida», sino, por el contrario, con
la posibilidad de una «vida buena»; es decir, aquella que ya no está orientada a la satisfacción de las
necesidades primarias, sino al ejercicio de la libertad.
3) La actividad «teórica» es para Aristóteles la mejor de todas las vidas posibles para el hombre
libre, que en nada puede ejercitarse con más propiedad que en el conocimiento superior.
Las ciencias teóricas son las ciencias «superiores» en el sentido de que, como hemos dicho, toman su
fundamento de la cosa misma que investigan y no de los propósitos que frente a ella persiga el agente o el
productor; es decir, investigan las leyes de lo real.
Aristóteles reconoce explícitamente este estatuto a la física (que en su tiempo no se diferenciaba
temáticamente de lo que hoy llamaríamos «biología»), a las matemáticas y a la teología, considerando a
esta última «primera» entre las superiores (a veces llamada «filosofía primera») porque su objeto, Dios, es
el más eminente de los objetos posibles.
LAS FORMAS DE SABER

Los saberes pueden clasificarse de distintos modos según se atienda al objeto del saber, a la estructura
interna, a las formas de experiencia que los generan, etc. Simplificando las cosas, podemos distinguir las
siguientes formas de saber, es decir, de aprehender la realidad, de entenderla:

a) El saber común u ordinario: El saber común se funda en la “experiencia de la vida cotidiana”. Por ejemplo,
cuando un artesano que trabaja los metales sabe que el hierro es más duro que el plomo tiene, sin duda, un
conocimiento, aunque no sabe explicar por qué los hechos son de ese modo. Este saber no tiene pretensión de
ser sistemático.

b) El saber científico: Si el saber común no busca la organización sistemática del conocimiento ni explicar por
qué los hechos son de ese modo, el saber científico sí. Pero caracterizar este saber como un saber sistemático,
riguroso y crítico no lo diferencia del saber filosófico. Los dos elementos que permitieron la diferenciación e
independencia del saber científico respecto del filosófico y determinaron la aparición de la llamada “ciencia
moderna” fueron la experiencia entendida como experimentación y la aplicación de la matemática al estudio
de la realidad. Ambos configuran la metodología científica, que es una forma de aprehender la realidad
interesada por formular hipótesis, leyes, que se puedan aceptar o rechazar empíricamente.

c) El saber técnico: Consiste en saber cómo hacer ciertas actividades. Y, al igual que la ciencia, persigue el
control y dominio del mundo. Con frecuencia se entiende como una aplicación del saber científico, y, sin
embargo, la relación actual entre el saber científico y el técnico es de interacción: la técnica plantea retos a la
ciencia, la impulsa a nuevos descubrimientos, y la ciencia sería inviable sin la ayuda de la técnica, por ejemplo,
no podríamos avanzar en astronomía sin contar con la ayuda de telescopios potentes. Tal interacción hace que
hoy sea llamada tecnología.

d) El saber filosófico: Preguntarse por el saber filosófico es, de entrada, formular una pregunta filosófica. Cada
sistema filosófico puede valer como una respuesta. Y todas ellas pueden considerarse como el conjunto de
perspectivas desde las cuales los pensadores han tratado de aprehender la realidad y han desarrollado este
saber.

La experiencia filosófica se adquiere pensando. Filosofar es pensar, pero no de cualquier manera, sino
utilizando la razón para argumentar de forma crítica y rigurosa, con el fin de entender la estructura
fundamental de la realidad y de la propia razón.

e) El saber artístico: El saber artístico está más vinculado con la narración que con la explicación. La literatura,
el cine, la poesía, las artes plásticas... narran, cada una a su modo, la experiencia de la vida. Son formas de
conocer la realidad. Además, todas las artes requieren un “saber hacer” para producir esos objetos artísticos
tan especiales.

f) El saber religioso: Se trata del saber de “lo sagrado” o “lo divino”. Ejemplos de semejante saber son gran
parte de las creencias religiosas y manifestaciones místicas, fruto de una vivencia interna y compartida de la
vida de la fe, que se conoce con el nombre de experiencia religiosa.
Actividad. Redacción.

Tema: “Corona virus y sus matices”


Extensión: No menos de 2 planas (Digitales o escritas a mano, como prefiera)
Instrucciones: Redacta un texto reflexivo- argumentativo, de no menos de dos planas, en donde incluyas los
conceptos leídos en el texto anterior.
El tema del cual debe surgir la reflexión es el “corona virus”, pero las siguientes preguntas pueden orientar tu
redacción:
¿Qué sabemos del corona virus?, ¿Ha cambiado de alguna manera nuestra cotidianidad?, ¿ante que verdades
nos enfrenta?, ¿qué certezas derriba?, ¿qué saberes podrían darnos respuestas? ¿Por qué?, ¿qué podría
aportar el saber filosófico?, ¿Qué nos diría cada uno de los saberes?, etc.
Incorpora reflexiones propias, argumentos, contrargumentos, preguntar retóricas, datos o estadísticas si lo
consideras necesario, citas de autores, dogmas filosóficos. (Sugerencias- si tiene otros recursos úselos)

 Cuida la ortografía y la presentación.

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