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Una de las aplicaciones más tradicionales de esta planta medicinales es para aliviar
dolores de cabeza, aumentar la memoria y la concentración.
Desde el siglo XIV que la reina Isabel de Hungría, quedó fascinada por el romero,
ya que gracias a ella, se dice que recobró la juventud, esta planta es una buena
aliada para la belleza. Todavía en la actualidad sigue en vigencia la fama del “Agua
de la reina de Hungría”, realizada con romero y alcohol, principalmente.
Esta agua es un buen tónico y revitalizante, y se utiliza tanto por vía interna como
externa, aunque las que se comercializan hoy en día, la mayoría son para usarlas
sobre la piel mediante friegas y masajes. Es apropiada para casos de reuma, artritis,
gota y otros dolores óseos o musculares, ya que también tiene propiedades
analgésicas.
Hay que advertir que su uso interno hay que hacerlo con mucha precaución y un
máximo de una cuchara de café al día, solo adultos.
El agua de romero es también muy eficaz y muy utilizada para la belleza de la piel,
así como un buen estimulante del crecimiento del pelo, en casos de alopecia,
mediante friegas en el cuero cabelludo. Como sustitución del agua de romero se
puede utilizar infusión de la planta, conseguirás los mismos efectos, pero un poco
más suaves.
Debido a que facilita la digestión de las grasas y que posee un efecto diurético, tiene
un poder depurativo muy importante, además de ayudar en la pérdida de peso.
Está indicado para las dolorosas o escasas y en casos de retrasos. Ninguna mujer
debería estar sin romero en casa, ya que de una forma natural puede servirle de
mucha ayuda.
A pesar de ser una planta medicinal poco peligrosa, siempre es aconsejable que en
caso de enfermedad se recomienda la consulta al especialista.