Está en la página 1de 15

UNIDAD IV

Temas No. 3

Clasificación de los juicios jurídicos

Utilizando la clásica división kantiana de las categorías, García Maynez hace una
clasificación de los juicios jurídicos basada en el cuádruple punto de vista de la
cantidad, la cualidad, la relación y la modalidad. Así, de la primera de ellas se
obtienen los juicios universales (todos los S son P); particulares (algunos S son P)
y singulares (este es P); del punto de vista cualitativo se obtienen los juicios
positivos ( S es P) y negativos (S no es P); según la relación , pueden dividirse en
categóricos (incondicionales S es P): Hipotéticos (condicionales: si Q es R,
entonces S es P) y disyuntivos (S es P1 o P2) y finalmente, de la categoría modal
se derivan los juicios problemáticos (S puede ser P); asertóricos (S es
efectivamente P) y apodícticos (S es necesariamente P).

Si aplicamos esta clasificación al campo del derecho y especialmente al análisis


de las normas jurídicas obtendremos resultados útiles para la mejor comprensión
de su naturaleza formal.

A. La norma desde el punto de vista de la cantidad / Por su cantidad

Desde esta perspectiva lógica las normas pueden ser dividas en genéricas y en
normas individualizadas. Las normas genéricas equivalen a juicios universales
(positivos o negativos, según el caso) y son aquellas que obligan o facultan a
todos los sujetos comprendidos dentro de la clase designada por el concepto,
sujeto de la disposición normativa. Un ejemplo de ello lo constituyen la norma
contenida en el (artículo 138 del Código de Trabajo), que define el concepto
―trabajador campesino en la siguiente forma: “trabajadores campesinos son los
peones, jornaleros, ganaderos, cuadrilleros y otros análogos que realizan en una
empresa agrícola o ganadera los trabajos propios y habituales de esta”, que
lógicamente debe leerse: “Todos los funcionarios, jueces o abogados están
obligados a considerar como trabajadores campesinos a todos los peones,
jornaleros, ganaderos, cuadrilleros y otros análogos que realicen en una empresa
agrícola o ganadera los trabajos propios y habituales de ésta”, que lógicamente
debe leerse: “Todos los funcionarios, jueces o abogados están obligados a
considerar como trabajadores campesinos a todos los peones, jornaleros,
ganaderos, cuadrilleros y otros análogos que realicen en una empresa agrícola o
ganadera los trabajos propios y habituales de esta”. Las normas individualizadas,
en cambio, son todas aquellas reglas de derecho que obligan o facultan a
miembros determinados de una clase. Aquí se incluyen tanto las resoluciones de
los tribunales (autos, sentencias) como las resoluciones de tipo administrativo, los
contratos entre personas particulares o entre personas jurídicas colectivas, etc.

Se considera que una sentencia posee el carácter de norma individualizada por


cuanto la misma siempre establece una conducta a seguir pro una persona
determinada, así en una demanda laboral planteada por tres cuadrilleros de una
finca, en el supuesto que la parte patronal alegase que los mismos no poseían el
carácter de “trabajadores campesinos”. Una aplicación correcta al caso concreto
por parte del juez de trabajo de la norma contenida en el artículo 138 mencionado
obligaría al patrono a darle ese carácter, con lo cual se establecería también la
procedencia de la demanda y la consiguiente indemnización. De la misma manera,
un contrato de arrendamiento supone siempre una serie de estipulaciones (pago
de una determinada cantidad en concepto de renta, obligación del arrendatario de
mantener el inmueble en las mismas condiciones en que le fuere entregado,
obligación del arrendante de hacerse cargo de reparaciones mayores, del pago del
agua o la luz eléctrica, etc., etc.) que en realidad suponen normas de conducta
individualizadas, esto es, que regulan las relaciones entre las dos partes
contratantes, al extremo que, en caso de incumplimiento de cualquiera de ellas, se
puede recurrir a un juez de lo civil a fin de que se impongan sanciones o bien se
obligue al cumplimiento forzoso.

Cuadro de oposición. El cuadro opositorio de la lógica formal clásica se puede


aplicar también al campo jurídico, solo que en este caso los juicios universales
afirmativos y negativos se traducen en normas genéricas (permisivas o
prohibitivas mientras que los juicios particulares, positivos o negativos se expresan
como normas individualizadas (permisivas o prohibitivas también). Por lo tanto, si
la norma genérica positiva es válida, también lo será la norma individualizada de la
misma cualidad, mientras que la norma prohibitiva de tipo genérico
necesariamente es inválida y la norma individualiza prohibitiva será de dudosa
validez (según el caso concreto y la prueba de las circunstancias). De la misma
manera, la norma genérica prohibitiva válida implica la invalidez de la opuesta, la
validez de la subalterna y el carácter dudoso de la validez de la subalterna y el
carácter dudoso de la contradictoria (individualizada positiva).

B. La norma desde el punto de vista de la cualidad / Por su cualidad

Dado que toda norma es un juicio jurídico, y que estos pueden ser positivos y
negativos, se evidencia que las normas serán tales, es decir, positivos, en la
medida que sean permisivas, y negativas en la medida que sean prohibitivas. Así
pues, los juicios positivos se expresan en el derecho como normas permisivas y
los juicios negativos como normas prohibitivas.

Normas permisivas: son aquellas que permiten, sea la ejecución, sea la omisión
de un acto que no está ordenado ni prohibido, tal y como lo establece el (artículo 5
constitucional) al preceptuar “toda persona tiene derecho (y a omitir, lógicamente)
lo que la ley no prohíbe (ni ordena)”. Ejemplo: el (artículo 621 del Código Procesal
Civil y Mercantil), que establece que habrá lugar a la casación de fondo: 1º.
“Cuando la sentencia o auto recurrido contenga violación, aplicación indebida o
interpretación errónea de las leyes o doctrinas legales aplicables.”, ya que en este
caso no hay conducta ordenada ni prohibida, siendo la norma por lo tanto, positiva
por permitir también la omisión del acto (la interposición del recurso), con lo cual la
misma parece enmarcada dentro del ámbito de la liberad jurídica, ya que deja a
las personas en la posibilidad de optar entre su ejecución o su omisión. Otra
modalidad de norma permisiva es aquella que permite -implícitamente- la
ejecución de un acto ordenado (ejemplo: (artículo 17 del Código de Comercio):
“testimonio de la escritura constitutiva de sociedad, de su ampliación y de sus
modificaciones, deberá presentarse al Registro Mercantil dentro del mes siguiente
a la fecha de la escritura”, o bien las de aquellas que prescriben (e implícitamente
permiten) la omisión de un acto prohibido (ejemplo: (artículo 45 constitucional):
“ninguno está obligado a cumplir ni acatar órdenes o mandatos que no estén
basados en ley”

Normas prohibitivas o negativas: son todas aquellas que establecen la prohibición


de una conducta, como el (artículo 243 del Código de Trabajo) que lo hace al
estipular que “no podrá llegarse a la realización de una huelga: 1º. Por los
trabajadores campesinos en tiempo de cosecha…” o bien las normas del Código
Penal, que al establecer tipos delictivos y sancionar con una pena la conducta que
se adecue a ellos, implícitamente está prohibiendo a todas las personas en
general que trasgredan las disposiciones del código. Así, una norma como el
(artículo 452 del Código Penal) que sanciona el cobro indebido y establece que el
funcionario o empleado público que autorice recibos o comprobantes ficticios o
quien los cobrare, será sancionado con prisión de uno a tres años…, en realidad
debe leerse lógicamente de la siguiente manera:

“Todos los funcionarios o empleados públicos tienen prohibido autorizar recibos o


comprobantes ficticios…” “Todas las personas en general tienen prohibido cobrar
recibos o comprobantes ficticios extendidos por funcionarios o empleados
públicos…”

En resumen, puede decirse que la conducta jurídica desde el ángulo cualitativo


puede clasificarse en:

1. Procederes jurídicamente

a) Potestativos lícitos (o permitidos)

b) Ordenados

2. Procederes jurídicamente ilícitos (o prohibidos).

C. La norma desde el punto de vista de la relación / Por su relación

Esta es la categoría más importante de clasificación de los juicios jurídicos, desde


luego que todo juicio en el campo normativo supone el establecimiento de una
relación entre dos sujetos, uno pretensor y otro obligado, en función del carácter
Imperativo atributivo de toda norma. Por lo tanto, como ya hemos visto, los juicios
jurídicos normativos poseen ese carácter relacional como inherente a su
naturaleza misma, y el mismo se expresa, obviamente, en las diversas
manifestaciones de las normas. Así, en lo concerniente a los juicios disyuntivos (S
es P1 o P2) y a nivel de la lógica general el planteamiento de alternativas es
inherente a todo proceso judicial de conocimiento, ya que al inicio de la demanda
los jueces se encuentran siempre frente a numerosas alternativas. Existen
también normas que plantean alternativas, con lo cual se daría un fenómeno de
complejidad de las mismas, ya que tendrían carácter hipotético-alternativo, como
en el caso del (artículo 1334 del Código Civil), el cual partiendo del supuesto de un
contrato que estipule obligaciones alternativas (ejemplo: fabricar un mueble o
entregar un mueble ya hecho, de características diversas, si el mueble de la
alternativa No. 1 no se fabrica en determinado plazo) preceptúa que el sujeto
obligado "cumple ejecutando íntegramente una de ellas..."

Los juicios categóricos, en el campo jurídico, se expresan sobre todo en el caso de


normas individualizadas, como ocurre con las sentencias o resoluciones de los
tribunales, ya que las mismas imponen una conducta (y otorgan correlativamente
un derecho) pero de manera incondicional, esto es que la relación entre los
sujetos obligado y pretensor es de tipo categórico, dado que no está sujeta a
hipótesis o condición alguna. En gran medida, este mismo fenómeno ocurre en el
caso de normas individualizadas de naturaleza contractual, ya que por lo general
en los contratos se establecen deberes y derechos de las partes sin sujetarlos a
condiciones especiales. En aquellos casos en los cuales, no obstante, se
estipularan condiciones en un contrato, estaríamos ante una norma individualizada
mixta, es decir, categórica en laguna de sus cláusulas e hipotética en otras.

Juicios hipotéticos. Obviamente, este tipo de juicios son los más empleados en el
análisis normativo lógico formal, abarcando una serie de manifestaciones que
pueden a su vez clasificarse según su naturaleza positiva o negativa, los cuales a
su vez se agrupan en las modalidades: a) ponendo pnens; b) tollendo ponens; c)
ponendo tollens; y d) tollendo, tollens. Veamos a continuación algunos ejemplos
de estas últimas modalidades:

a) Ponendo, ponens. Significa que, dado un supuesto positivo (puesto, poniendo)


se genera consecuencias de la misma índole. Así, por ejemplo, en el caso de
(artículo 637 del Código Civil), que establece que “la posesión registrada de un
inmueble una vez consumado el termino de diez años desde la fecha de
inscripción del título en el Registro de la Propiedad, se convierte inscripción de
dominio…”, ya que en ella aparece el siguiente supuesto positivo:

1. Supuestos:

Que se haya registrado un título de posesión inmobiliario.

Que haya transcurrido el término de diez años.

2. Consecuencias:

El poseedor (SP) tiene derecho subjetivo a trasformar su inscripción de posesión e


inscripción de dominio.

El registrador (SO) está obligado a acceder a la petición del poseedor.

b) Tollendo ponens. En este caso el supuesto es negativo, o sea que la formula


lógica se expresaría así: si s no es h; SP tiene derecho subjetivo conducta F y SO
tiene el deber jurídico de conducta D, un ejemplo de ello lo tenemos en el (artículo
43 del Código Civil) que establece que "toda persona que tenga derechos qué
ejercitar u obligaciones qué cumplir en la República, y se ausente de ella, deberá
dejar mandatario legalmente constituido... y si no lo hiciere, se le declarará
ausente a petición de parte". Nos interesa acá el segundo supuesto que consiste
en que una persona que tenga derechos a ejercitar y obligaciones pendientes de
cumplimiento en Guatemala se ausente del país sin dejar un apoderado o
mandatario, esto es, omitiendo la conducta ordenada por la ley (no haciendo). El
esquema se redactaría así:
1. Supuesto negativo (tollendo): Que X persona con derechos y obligaciones
pendientes de ejercicio y cumplimiento se ausente de Guatemala no dejando
mandatario.

2. Consecuencias positivas (ponendo):

Toda persona interesada (SP) tiene el derecho de pedir que se declare ausente a
quien no cumplió con dejar mandatario. El juez que conozca del asunto (SO) tiene
el deber jurídico de acceder a la petición de la persona interesada.

c) Ponendo, tollens. La fórmula aquí es "Si S es H, SO no debe ejecutar conducta


D, SP tiene derecho a prohibir la ejecución de la conducta D". Así, en el caso ya
visto del (artículo 243 del Código de Trabajo), en el supuesto positivo de que
exista un grupo de trabajadores campesinos que promueven una huelga en tiempo
de cosecha la ley les prohíbe hacerlo, otorgándole derecho al juez
correspondiente para hacer cumplir dicho precepto, asimismo, en el caso previsto
por el (artículo 242 del citado código), si una huelga legal se declara injusta, los
trabajadores que hayan holgado están obligados a no percibir salario por el tiempo
que hubiere durado la huelga y el patrono tiene el derecho de no pagar los salarios
de los trabajadores durante el tiempo que duró tal huelga injusta. O sea que de un
supuesto positivo (porque supone una acción, el hecho de la declaratoria del
tribunal calificando una huelga legal) se infieren consecuencias negativas, en el
sentido que aparecen derechos y obligaciones de omisión de una conducta (no
cobrar salario, no pagarlo).

d) Tollendo, tollens. La fórmula de esta clase de juicios se puede expresar así:


Supuesto: Si S no es H.

Consecuencias:

SO no debe ejecutar conducta D.

SP tiene derecho a que NO se ejecute conducta D.

Ejemplo: (artículo 593 del Código Civil): "Nadie puede buscar tesoro en terreno
ajeno sin permiso escrito del dueño".
Supuesto negativo: que no haya permiso escrito para la búsqueda de un tesoro.

Consecuencias: El buscador de tesoros (SO) está obligado a abstenerse (a no


hacer) de buscar tesoro en terreno ajeno.

El dueño del terreno (SP) tiene derecho a impedir la búsqueda de tesoros en sus
tierras (a no permitir la búsqueda)

Con lo cual queda claro cómo de una hipótesis negativa (que alguien interesado
en buscar un tesoro en terrenos ajenos no pida permiso escrito al dueño de éstos)
da resultados negativos (el interesado no puede seguir buscando, el dueño tiene
derecho a no permitirlo).

D. Las normas jurídicas desde el punto de vista de la modalidad. / Por su


modalidad

En el plano lógico la modalidad se refiere a la manera de enunciación y expresa el


grado de certeza de un juicio, lo cual, sin embargo, no debe confundirse con la
modalidad psicológica en énfasis en el acto enunciativo. Así, cuando existen
dudas acerca de si realmente un determinado atributo le conviene a un sujeto
lógico, el juicio se considera problemático, ya que su peso lógico no es pleno (S
puede ser P), mientras que cuando el peso lógico de la enunciación no
experimenta ningún debilitamiento el juicio es asertórico "S es efectivamente P",
conociéndosele también como "juicio de existencia", ya que lo que hace es
verificar una simple constatación. Finalmente, se considera que un juicio modal es
apodíctico cuando el grado de certeza es totalmente pleno, esto es, cuando se
encuentra demostrado de manera necesaria, de ahí la fórmula de los apodícticos
"S necesariamente es P".

Este tipo de modalidades judicativas se utiliza en forma corriente en lógica formal


y en el campo jurídico son frecuentes en los trámites procesales de las normas, ya
que los jueces y abogados constantemente formulan expresiones de tipo
problemático y asertórico en sus memoriales y escritos. También se ha sostenido
que todo proceso de conocimiento en los tribunales consiste en un punto de
partida problemático (el acusado probablemente es el autor del delito X, por
ejemplo) que al final se transforma en una declaración de tipo asertórico (el
acusado es efectivamente autor responsable del delito),

Los juicios de naturaleza apodíctica, en cambio, son poco aplicables al campo


jurídico, ya que las ciencias jurídicas no estudian leyes naturales, de cumplimiento
forzoso e ineluctable, sino comportamientos humanos que son siempre aleatorias
y contingentes, es decir, que no ocurren o discurren de manera necesaria,
conforme a pautas preestablecidas, sino que están sujetas a múltiples
determinantes y variables. Es decir, la regulación jurídica de la conducta, las leyes
del Estado, por ser de carácter social pertenecen al campo del deber-ser y no al
dominio del ser, como sucede en el campo de las ciencias físiconaturales.

No obstante lo anterior, García Maynez considera que los juicios jurídicos


apodícticos sí pueden manifestarse en el campo de la abstracción lógico formal.

Es decir que, en el plano puramente abstracto, cada vez que se verifica o realiza
una hipótesis normativa, necesariamente aparecen o surgen las consecuencias de
derecho. En otros términos, si un homicidio se produce, necesariamente los jueces
penales deben instruir el sumario correspondiente, detener al delincuente y
aplicarle las sanciones previstas en la ley, siendo esto algo que a nivel lógico
formal es absolutamente verídico. Ahora bien, en el plano de los hechos reales, de
la conducta concreta, puede suceder que los jueces ni siquiera instruyan la
averiguación sumaria, menos aún que capturen al delincuente y lo condenen a la
pena de prisión que debería aplicársele. Esto es así porque una cosa es el nivel
lógico abstracto de la judicación lógica (y el análisis lógico del derecho) y otra cosa
es la eficacia real de un orden jurídico, eficacia que depende de factores de
diversa índole, tales como el grado de preparación técnica de los policías
encargados de las pesquisas criminales, la diligencia y eficiencia de los tribunales
y jueces e incluso, la voluntad política del Estado como ente que puede (o no
puede, según los casos) coadyuvar efectivamente en la aplicación de las leyes
penales.
UNIDAD V

Temas No. 5

a) Argumentum a simili ad simile

Este argumento es empleado por la lógica general posee las siguientes


características: 1. Se trata de una inferencia mediata, ya que su conclusión no
deriva de una sola premisa, sino de dos cuando menos; 2. Es una inferencia de lo
particular a lo particular o en casos muy especiales, de lo general a lo general,
pero nunca se da una inferencia analógica de lo particular a lo general o viceversa,
y 3. La conclusión del razonamiento es siempre un juicio de carácter problemático.

García Maynez se refiere en los siguientes términos al razonamiento analógico:

"En dicho razonamiento, 'de que un objeto A ' coincide con otro objeto A ' en
ciertas notas a. b. c. que son comunes a ambos, se concluye que A' poseerá,
también la nota p. que sabemos posee A '. Es un razonamiento de lo particular a
lo particular análogo o de lo singular a lo singular análogo. Por su forma el
razonamiento analógico reviste la apariencia de un silogismo: 'la tierra está
poblada de seres vivos; Marte es análogo a la Tierra (tiene de común con ella las
propiedades a, b, c, etc.), luego Marte debe estar poblado por seres vivos'. Pero el
razonamiento analógico no posee la fuerza probante del silogismo legítimo, del
cual, por otra parte, difiere fundamentalmente. . .”

Pfander afirma que el esquema del razonamiento analógico es posible expresarlo


así: "Q es P, S es análogo a Q, S es P", y debe poseer las siguientes condiciones:
1. La semejanza que existe entre S y Q debe descansar sobre un elemento común
M que por sí sólo sirva de razón suficiente del ser P de Q; 2. La analogía de S con
Q debe derivar igualmente del ser M de S.

En lógica jurídica este razonamiento suele aplicarse cuando la norma que prevé
cierto hecho es aplicada a otro distinto, que coincide en los aspectos esenciales o
fundamentales con el primero. En estos casos es posible decir también que hay
una aplicación o interpretación extensiva de la ley. El razonamiento analógico se
puede hacer pues, por lo tanto, entre hechos como entre disposiciones normativas
propiamente dichas, entre supuestos jurídicos y consecuencias de derecho. Así,
cuando un tribunal se halla ante dos situaciones, una prevista y la otra no prevista
por normas vigentes, debiendo el juez resolver esta última; la semejanza entre dos
preceptos jurídicos, que descansa en elementos comunes a ambas normas
permite la aplicación del argumento a simili, cuyo esquema es el siguiente:

"Si un hecho A' cumple los supuestos a. b. c. d. su realización produce la


consecuencia jurídica C.

En el hecho imprevisto A' se dan las notas a. b. c. e., análogas a las del previsto A
' y hay la misma razón jurídica para resolverlos de la misma manera.

Luego, se enlaza el hecho A' a la consecuencia jurídica C".

La analogía consiste pues, como dice García Maynez en "atribuir a situaciones


parcialmente iguales (una prevista y la otra no prevista) las consecuencias que
señala la norma aplicable al caso previsto. Ello equivale a formular una nueva
norma cuyo supuesto expresa en abstracto las características de ambos casos, si
bien entre uno y otro solo hay igualdad parcial", por ello mismo se infiere que en
realidad no existe una aplicación analógica de una norma a un caso no previsto,
"sino que de creación o formulación analógica de una norma nueva, cuya
disposición es idéntica a la de aquel precepto, pero cuyos supuestos son sólo
semejantes". Un ejemplo concreto de este argumento en el campo del derecho
guatemalteco lo tenemos en el caso de los Art (artículo 1548… y 1559… del
Código Civil), que preceptúa que el saneamiento tiene lugar por evicción o por
vicios ocultos. En el caso de que un terremoto provocase el derrumbamiento de un
terreno situado en una ladera, es factible considerar que el comprador del terreno
en fecha reciente fue víctima de un "vicio oculto" del mismo, esto es, de la falta de
consistencia o solidez del suelo, pero sólo de manera analógica, ya que el
concepto de "vicio oculto" se refiere esencialmente a bienes muebles de
naturaleza mecánica o animales, pero normalmente no se aplica a inmuebles. Por
lo tanto, la aplicación analógica del artículo 1623 a un caso concreto que tuviese
esas características (derrumbe o deslave de un terreno recientemente adquirido a
consecuencia de un terremoto) y que facultara a una persona X a presentar una
demanda contra otra (el vendedor del terreno) reclamando rescisión contractual o
daños y perjuicios, supone en realidad la formulación de una norma nueva que
considera a los suelos deleznables como "vicio oculto" de los bienes raíces.

b) Argumentum a maiore ad minus

Este argumento consiste en tener por ordenado o permitido, de manera implícita,


que se haga algo menor de lo que está ordenado o permitido expresamente. Así,
si está permitido divulgar de manera escrita (por medio de certificaciones) el
contenido de las actas de las sesiones del Congreso de la República de
Guatemala, por analogía de mayor a menor se entiende que también está
permitido divulgarlas en forma verbal, si un artículo del Código Penal establece
una exención de la pena para aquella persona miembro de una banda criminal que
denuncie el plan de cometer un acto delictivo, por analogía "de mayor a menor" se
entiende que también dicha exención se aplicará si personalmente esta persona
evita la comisión del hecho delictivo en el momento de realizarse el mismo. Visto
con relación a la conducta prohibida este argumento puede aplicarse también, ya
que si en los procesos penales es prohibido extender certificaciones durante la
fase sumarial, o bien permitir la inspección ocular del expediente por personas
particulares, obviamente también se encuentra prohibido proporcionar
informaciones verbales o conceder entrevistas periodísticas.

c) Argumentum a minore ad maius


En el caso de este argumento se trata también de dos situaciones diferentes, una
prevista y la otra no prevista por la ley, en cuyo caso el juez aplica la norma
expresa de modo extensivo y considera que de manera implícita (por razones
teleológicas) se prohíbe por ejemplo, también aquello que posee un carácter
mayor, esto es, de más importancia o gravedad. Así, si una norma explícita
prohíbe caminar sobre la grama, de manera análoga, a fortiori de menor a mayor,
sabemos que existe una norma implícita que prohíbe también arrancarla. Si, como
preceptúa el (artículo 151 del Código de Trabajo), se prohíbe “hacer diferencias
entre mujeres solteras y casadas...” para los efectos del trabajo, a fortiori de menor
a mayor, sabemos también que es prohibido hacer diferencias entre unidas de
hecho y solteras, o entre viudas y solteras, por ejemplo.

d) Argumentum a contrario

Cuando de manera tácita o expresa un precepto jurídico limita la aplicabilidad de


su disposición solamente a determinada clase de sujetos, de tal precepto puede
inferirse interpretándolo a contrario, la existencia de otro cuya disposición se
opone contradictoriamente al primero, y cuyo ámbito personal de validez está
formado por los no comprendidos en el ámbito personal de la otra norma. Un
ejemplo práctico de este argumento lo tenemos analizando el (artículo 8 de la Ley
Electoral y de Partidos Políticos) que establece que "La inscripción en el Registro
de Ciudadanos es indispensable para el ejercicio de los derechos políticos.", que
nos permite inferir por analogía "a contrario" que (los que no estén inscritos, no
pueden elegir y ser electos). Así pues, la norma explícita tiene un ámbito personal
de validez (norma permisiva), mientras que el ámbito personal de la norma
implícita prohibitiva está formado por los ciudadanos no inscritos en el Registro de
Ciudadanos. Otro ejemplo adecuado lo obtenemos • examinando el (artículo 43
del Código Civil) que estipula que "toda persona que tenga derechos qué ejercitar
y obligaciones qué cumplir en la República, y se ausente de ella, deberá dejar
mandatario legalmente constituido.", que en virtud del razonamiento "a contrario"
nos permite inferir que aquellas personas que no tengan derechos qué ejercitar ni
obligaciones qué cumplir pueden ausentarse de Guatemala sin dejar mandatario,
ya que no están jurídicamente obligadas a hacerlo.

PREGUNTAS

UNIDAD IV

Temas No. 3
1. ¿Cuál es la clasificación de los juicios jurídicos según García Maynez?
Por su cantidad, Por su cualidad, Por su relación y Por su modalidad.

2. ¿Cuál es la división de la clasificación de los juicios jurídicos basada


en el cuádruple punto de vista de la cantidad, la cualidad, la relación y
la modalidad?
Por su cantidad: juicios universales; particulares y singulares;
Por su cualidad: juicios positivos y negativos;
Por su relación: categóricos, Hipotéticos y disyuntivos;
Por su modalidad: juicios problemáticos; asertóricos y apodícticos.

3. ¿Qué son las normas permisivas? son aquellas normas que permiten la
ejecución, o la omisión de un acto que no está ordenado ni prohibido.

UNIDAD V
Temas No. 5
1. ¿En qué consiste el Argumentum a maiore ad minus?
Consiste en tener por ordenado o permitido, algo menor de lo que está
ordenado o permitido expresamente.

2. Explique el Argumentum a minore ad maius:


Si está prohibido lo menos, está prohibido lo más: Si está prohibido causar
heridas, está prohibido matar.

3. ¿A qué hace referencia el Argumentum a contrario?


Cuando de manera tácita o expresa un precepto jurídico limita la
aplicabilidad de su disposición solamente a determinada clase de sujetos.

Bibliografía
Aqueche Juárez, H. P. (1984). Introducción a la Lógica Jurídica. Guatemala: Talleres de la Editorial
Universitaria.

Aqueche Juárez, H. (1997). Introducción a la Lógica y la Informática Jurídica. Guatemala, C.A.:


Departamento de Reproducción de la Materia. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
USAC.

Quim C, W. M. (05 de Diciembre de 2014). Multi languaje, Documents. Documento de Lógica


Jurídica. Obtenido de https://vdocuments.site/documento-logica-juridica.html

También podría gustarte