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Historia Economica de La Empresa El Empresario Visto Por Los Economistas Cap I P. 1-39 PDF
Historia Economica de La Empresa El Empresario Visto Por Los Economistas Cap I P. 1-39 PDF
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CRÍTICA
e Barcelona
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o préstamo públicos.
Introducción 1
LA GÉNESIS
SEGUNDA PARTE.
DE LOS MERCADOS
LA FORMACIÓN DE
CUARTA PARTE.
UN MERCADO GLOBAL
Bibliografía . 523
índice alfabético 565
INTRODUCCIÓN
servicios. Las razones para ello son varias, pero hay dos que de-
searíamos destacar: la importancia decreciente del sector agrope-
cuario en las economías capitalistas más desarrolladas y la pecu-
liar naturaleza de la mayoría de empresas y explotaciones de este
sector. En cuanto a las funciones y actividades de las empresas y
empresarios, se ha procurado cubrir todas ellas. Algunas, como la
estructura y la estrategia, las relaciones con el Estado, la organi-
zación del trabajo, la formación y el reclutamiento de empresarios
y directivos, o la financiación, aparecen de manera sistemática a
lo largo del libro. Otras, como las estrategias de comercialización
y la distribución o las actividades de l+D, se incluyen en el capí-
tulo correspondiente al período en el que esas funciones comien-
zan a adquirir una mayor importancia.
Se ha tratado de hacer un manual polivalente, susceptible de di-
ferentes interpretaciones, tipos de explicaciones y alternativas di-
dácticas que pueden variar dependiendo de las preferencias del
profesor o de la formación de los alumnos. Para ello se han intro-
ducido además, diferenciados del texto principal, recuadros dedi-
cados a empresas o empresarios concretos, contrastaciones teóri-
cas, o explicaciones de teorías o conceptos. Entre las diferentes
propuestas, enumeramos a modo de ejemplo las siguientes: 1) una
perspectiva histórica y lineal que arranque del tema 3 y finalice en
el tema 9; rr) una perspectiva esencialmente teórica que analice los
principales problemas expuestos en el tema 1 (funciones del em-
presario, fronteras de las empresas, estrategias de integración o
diversificación) en algunos de los epígrafes de los temas siguien-
tes; . y m) una perspectiva temática que opte por elegir grandes
cuestiones (empresa y familia, empresa y Estado, empresa e inno-
vación, empresa y capital humano, financiación, etc.) y analizar-
las con el material suministrado a lo largo d e los diferentes temas.
Agradecimientos
La idea de este libro se gestó en el verano de 1994, aunque no co-
menzó a redactarse hasta 1996. Para ello, fue básica la estancia de
Jesús M.a Valdaliso en la Business History Unit de la London
School of Economics durante 1995, financiada por una beca de la
Dirección General de Investigación Científica y Técnica (PR95-
004). Algunas de las ideas iniciales de varios de los capítulos fue-
ron esbozadas en un curso de Doctorado que este autor ofreció en
la Universidad de Barcelona durante el curso 1996/97, gracias a la
gentil invitación de los profesores Jordi Nadal y Caries Sudria.
También ha sido determinante para la buena marcha del proyec-
8 IDSTORIA ECONÓMICA DE LA EMPRESA
SUMARIO: 1.1. El empresario visto porlos ecorwmistas: ¿héroe, villano o inútil? 1.2. «El negocio es el negocio»: La natu-
raleza y las funciones del empresario. 1.3. La naturaleza económica de la empresa: de la empresa como «caja negra»
a la empresa como centro de capacidades y conocimientos.
6 Knig~t (1921), pp. 23-24. Antes que presariales corresponderían al interés del capital invertido.6 Esta
Smith, Jos fisiócratas habían llevado identificación fue adoptada por otros economistas clásicos, de Ri-
a cabo una identificación similar, Santos
Redondo (1997), pp. 31-32. cardo a Mili pasando por Marx.7 Se han señalado varias explicacio-
7 González (1995), pp. 14-16. nes posibles para esta asimilación. 8 En cualquier caso, la causa pa-
8 Kirzner (1979), pp. 41-47. rece residir en su noción de equilibrio y en su propia concepción del
desarrollo económico: Smith y luego, sobre todo, Ricardo y Marx,
trataron este proceso como virtualmente automático una vez que el
9 Blaug (1986), p. 221. capital necesario se había conseguido (e invertido).9 Para Smith los
intereses de los empresarios y los de la sociedad en general no siem-
pre eran coincidentes. No obstante, el afán de éstos por mejorar de
condición, su egoísmo individual, fue interpretado por Smith como
10 Santos Redondo (1997), pp. 38-39 y uno de los factores del desarrollo económico de la sociedad. 10
43. Subraya este autor que a pesar de la De todos los seguidores de Smith, fue J. Stuart Mili (1806-1873)
obsesión de Smith por diferenciarse de
Mandeville, el autor de la fábula de las -quien popularizó el término francés entrepreneur en Inglaterra-
abejas subtitulada •vicios privados, virtu- el más consciente de la existencia de una función empresarial espe-
des públicas•, las diferencias eran sólo cífica, pero su análisis no difirió sustancialmente del realizado por
de grado, ibid., pp. 40-42.
Smith. No obstante, para Mili, el beneficio empresarial, la tasa de ga-
nancia, no sólo incluía el interés sobre el capital invertido, sino tam-
bién una compensación al riesgo y la remuneración por el tiempo y
11 González (1995), pp. 21-22. trabajo invertido por el capitalista.11 La clave de que la renta del em-
presario no pueda ser estudiada desde una perspectiva clásica se
debe a que son unas ganancias que ceno son en absoluto rendimien-
tos permanentes, sino que se producen cada vez que una decisión
empresarial en condiciones de incertidumbre tiene éxito ... , , Las ga-
nancias del empresario no son origen de ganancias constantes, las
ganancias de los diferentes empresarios no se pueden igualar, 11como
12 Schumpeter (1994), pp. 618-634 y no sea en el nivel cero, .12 Es cierto que algunas de las ganancias del
975-980. empresario sí pueden tender a igualarse, como por ejemplo las de-
vengadas de su función gerencial, ya que se puede establecer un sa-
lario para ellas. Pero la ganancia derivada de la introducción de per-
feccionamientos tecnológicos, comerciales u organizativos en el
proceso económico no tiene nada que ver con la renta de la tierra, el
salario o los intereses, en el sentido de que una parte de la ganancia
del empresario tiene su razón de ser en lograr el aumento y mante-
ner la diferencia en la ganancia entre unos y otros empresarios.
dad marginal del trabajo, el beneficio está excluido de esta ley.43 43 Schumpeter (1959), p. 153. Véase el
Las nuevas combinaciones no aparecen distribuidas uniforme- recuadro 1.1.
mente, sino de forma discontinua y generalmente agrupadas. A su
vez, los empresarios aparecen en racimos porque el surgimiento
de uno o unos pocos empresarios facilita la aparición de otros.44 44 Schumpeter (1959), pp. 228-230.
El gran acierto de Schumpeter radicó en el hecho de asociar la
actividad empresarial y la innovación, destacando ambos factores
como mecanismos del cambio económico. Él resolvió finalmente
el problema de la naturaleza de la ganancia del empresario; no
obstante, no llegó a ofrecer una explicación contrastable de uno y
otro. Ambos factores, actividad empresarial e innovación, parecen
ser contingencias exógenas a la economía. La dificultad estribaba
en la falta de análisis del marco institucional en el que se dan las
actividades empresarial e innovadora, que librase a la investiga-
ción sobre la innovación y el empresario del arbitrio de algo tan
etéreo como un llamado carácter innato. Otro de los problemas de
la visión de Schumpeter fue la asociación automática entre fun-
ción empresarial y éxito, ni el riesgo ni la posibilidad de fracaso
parecen estar presentes en su análisis.45 45 Santos Redondo (1997), pp. 104 y
Las teorías de Knight y Schumpeter no fueron asumidas plena- 118-119.
mente por la economía neoclásica, aunque sí admitidas como expli-
cación última de difícil formalización. Al fin y al cabo, ambos auto-
res, al recurrir a lo innato, dejaban a la actividad empresarial y a la
innovación tecnológica todavía como factores exógenos a la econo-
mía. No es casual que haya sido la Escuela Austríaca, que concibe el
mercado como un proceso y no como una situación de equilibrio, la
que volviera a plantear y a analizar el papel del empresario en la vida
económica. Es precisamente la ausencia de equilibrio la que permi-
te la aparición de oportunidades (de negocio) para el empresario,
quien, frente a lo sugerido por Schumpeter, es visto como una fuer-
za equilibradora en la economía (puesto que si el mercado está en
equilibrio existe plena información, luego no hace falta el empresa-
rio). Para !Grzner, el representante más conspicuo de esta escuela
en la actualidad, el empresario es el hombre que está atento, alerta
(alertness) al surgimiento de oportunidades de beneficio, de
manera más general, es el encargado de explotar el potencial para el
desarrollo económico que una sociedad ya posee.46 La ganancia del 46 Kirzner (1979), p. 115. La obra de
empresario sería consecuentemente la retribución por hacer rendir Mises ha ejercido una influencia crucial
en el pensamiento de Kirzner. Sobre este
a ese potencial, y no por ofrecer una rentabilidad al capital. Gracias autor, véase Santos Redondo (1997), pp.
a esta explicación los austríacos distinguen perfectamente entre el 238-248.
capitalista y el empresario, al cual se le retribuye en función delco-
nocimiento particular que posee sobre cómo se deben explotar o
24 LA NATURALEZA ECONÓMICA DE LA EMPRESA Y EL EMPRESARIO
Cuadro 1.1. El origen de las ganancias del empresario según los economistas
Smith La renta del capital En todos En ninguno Fuerza el principio por el cual la ganancia
(1730-1790) del empresario debe tender a la iguala-
ción
Marx El fruto de la extracción de la En que el empresario En runguno La ganancia es relacionada con la extrac-
(1818-1883) plusvalía a los trabajadores es el propietario ción de la plusvalía
del capital El empresario es un parásito social
No admite la relación del salario con la
productividad marginal del trabajo
Marshall 1", la ganancia bruta por orgaru- En que obtiene el in- En el beneficio neto El concepto de ganancia bruta mezcla la
(1842-1924) zar los negocios que se descom- terés por la oferta por la oferta de su retribución como capitalista y como Im-
pone en interés y beneficio neto de capital capacidad organi- bajador
2", la retribución en forma de los zativa para combi- No explica la procedencia del beneficio ex-
beneficios rutinarios alcanzados nar los insumas traordinario
en una situación de equilibrio Impone la moralidad a la actividad empre-
económico sarial porque en situación de equilibrio
3", la retribución en forma de los los beneficios deben proceder de la justa
beneficios extraordinarios utilización del capital y las capacidades
de trabajo
Clark La retribución en forma de bene· No son similares No son similares El beneficio empresarial sólo es temporal,
(1847-1938) ficios extraordinarios propios porque los salarios tienden a igualar lo
del empresario y la retribución que el trabajo puede producir en mayor
por introducir perfeccionamien- cantidad tras la introducción de una me-
tos tecnológicos, comerciales y jora. El mundo estático ternúna predomi-
organizativos nando en su análisis debido a la premisa
de la retribución marginal de los factores
Veblen El fruto de la especulación En la obtención de Sólo si el empresario Establece una dicotomía entre lo producti-
(1857-1929) ganancias especu- obtiene su renta vo y la ganancia del empresario
lativas por su actividad
productiva (asimila
al buen empresario
con el ingeniero)
Keynes , El beneficio empresarial determi- En que el empresario No son similares Moraliza las ganancias del empresario, ya
(1883-1946) nado por la inversión puede ser un espe- que éstas sólo son admisibles si la activi-
El beneficio acumulado por las culador a corto pla- dad empresarial ha sido productiva para
inversiones productivas a largo zo la sociedad
plazo
Schumpeter La retribución de la puesta en No son similares No son similares Minusvalora las innovaciones de los direc-
(1883-1950) marcha de los procesos de inno- tivos
vación Detecta mallas innovaciones de tipo oga-
nizativo y gerencial
Propone un carácter innato a la capacidad
del empresario
Knight La retribución a la asunción del En la ganancia por el En parte de la ga- Sólo explica la ganancia pequeña, cotidia-
(1885-1972) riesgo y la reducción de las in- interés de la inver- nancia por su efi- na y acumulada a largo plazo
certidumbres sión, si el empresa- ciencia en la reduc- Mantiene que las capacidades para ser
rio ha invertido ción de la incerti- empresario son escasas y de carácter in-
dumbre más ruti- nato
naria
Marglin y otras El fruto de la acumulación, y ésta En que el empresario En ninguno, pero, las El empresario permanece visto como pa-
escuelas procede de la plusvalía de los es el dueño del ca- tecnoburocracias rásito social
radicales y neo- trabajadores pita! de las empresas par- No admite la relación del salario con la
marxistas tic!pan en la extrae- productividad marginal del trabajo
ción de la plusvalía
de los trabaj adores
Escuela Austria- La retribución por hacer rendir su No son similares No son similares Las capacidades del empresario son inna-
ca (Kirzner) potencial de estar alerta de las tas y, por tanto, socialmente escasas. El
oportunidades de beneficio, por empresario es canonizado como creador.
el conocimiento sobre cómo se
deben explotar los factores y por
reequilibrar el mercado. Por ser
creativo.
Leibenstein La retribución se debe al aumento No son similares La actividad rutina- Excesiva generalidad
de eficiencia que provoca gra- ria es asimilable a
cias a su actividad innovadora y la del gestor
rutinaria
Cassoñ La retribución se debe a la coordi- No son similares Establece alguna re- Las capacidades empresariales son inna-
nación que hace de los recursos lació n tas
escasos
28 LA NATURALEZA ECONÓMICA DE LA EMPRESA Y EL EMPRESARIO
Prerrequisitos 1. Acumulador Quiere todo el mercado, •todo el mun- Marx, Búsqueda del monopolio
do• Veblen, (presión y/o innovación)
Extracción de la •plusvalía• Marglin Sindicatos
Pauta de 3. Guiarse por el princi- Gestionar con el mínimo coste Baumol, Contabilidad y administra-
comportamiento pío de exclusión-despil- (reducción de ineficiencia interna) Leibenstein ción
farro (amoralidad) Moralidad = f (del mercado y las nor- Supervisión del trabajo
mas). El negocio es el negocio Gerencia
Funciones empresariales; productivas, Grupos de presión (bús-
improductivas y destructivas queda de rentas)
5. Regirse por la máxima Beneficio puro por descubrimientos K.irzner Departamento jurídico (pro-
de •quien lo descubre Validez de los diferentes derechos de tección de marcas, fór-
se lo queda• propiedad mulas, procesos y de-
rechos)
Potencialidades 6. Reductor de incerti- Prever el futuro, renovación de factores Say, Alta dirección y prospectiva
dumbre productivos, amortización y deprecia- Knight Contabilidad de capital
ción.
7. Promotor de innova- El empresario aplica la naturaleza crea- Schumpeter Ingeniería, centros de in-
dones (emprendedor) tiva de los individuos para transfor- Veblen vestigación, contratación
maria en innovaciones económicas de creativos.
Intangibles
EL «NEGOCIO ES EL NEGOCIO>>: LA NATURALEZA Y LAS FUNCIONES DEL EMPRESARIO 29
este imperativo no puede estar en función de su opinión como 59 Baumol (1993), pp. 97-98. Sobre
Baumol, véase Torres {1997), pp. 63-70.
persona de lo que es moral o inmoral. La moralidad del empresa- George Soros señala recientemente la dis-
rio se sintetiza en la consabida frase ~< el negocio es el negocio». tinción entre la amoralidad del empresa-
Son las normas, instituciones y leyes de la sociedad en la que viva rio y la moralidad del ciudadano: «Porque
creo que el mercado es amoral, como em-
las que harán del principio de exclusión del despilfarro una virtud presario quiero ser un competidor con
o un crimen (cuadro 1.2).59 La falta de escrupulos que puede deri- éxito en esos mercados. Al mismo tiempo,
varse de aquel principio puede que no sea una conducta muy no- reconozco que soy también un ser huma-
no y un miembro de la sociedad que debe
ble e incluso llegar a ser realmente repugnante en ciertas circuns- preocuparse por las cuestiones morales.
tancias, pero la <<inmoralidad» de un empresario sólo puede Pero si permito que las consideraciones
definirse históricamente, a partir de la transgresión de los límites morales influyan en nús decisiones de in-
versión, seria un pésimo competidor. Y en
que determinen las normas, instituciones y leyes de la sociedad en ningún caso influiría en los resultados,
la que actúa; jamás desde un modelo ético o moral aprioristico porque habrá alguien que ocupará mi lu-
(que considera a los empresarios como intrinsecamente virtuosos gar a un precio sólo escasamente diferen-
te.. , Soros y Madrick (1999), pp. 48-49.
o perversos). 60 Alonso y Torres (1995) y Torres (1997)
Debemos tener presente que para Baumollos empresarios son han precisado mejor un aspecto no dema-
~<aquellas personas con ingenio y creatividad para encontrar los siado tratado por Baumol, el relacionado
con las funciones empresariales producti-
cauces que acrecientan su propia riqueza, poder y prestigio,,; por vas. Siguiendo a Binks y Vale, señalan que
lo tanto, no figura entre sus preocupaciones centrales si el alcan- existirfan tres tipos de •nuevas combina-
ce de esas metas comporta además un enriquecimiento de la so- ciones,, en el sentido schumpeteriano del
término: la descrita por Schumpeter, que
ciedad (una línea de pensamiento que arranca de Marx y Veblen, en síntesis consiste en una actividad inno-
frente a la de autores como Kirzner). Ésa es la razón por la que vadora; la actividad empresarial asignado-
Baumol puede incluir entre las funciones empresariales (ver cua- m o reasignadora -de acuerdo con los
presupuestos de la Escuela Austríaca- de
dro 1.2) no sólo las productivas, 60 sino también las improducti- empresarios que responden a los cambios
vas -que benefician al empresario a costa de la sociedad- y las que se operan en los mercados y aprove-
destructivas -que empeoran la situación de ambos y eliminan chan las nuevas oportunidades a que dan
lugar; y por último, la actividad empresa-
recursos-. 61 El que predominen unas u otras estará, para Bau- rial dirigida a mejorar la eficiencia interna
mol, en función de las reglas del juego, las normas y leyes que ri- de la empresa -eficiencia organizativa-,
gen los beneficios relativos de cada actividad empresarial y el fun- en el sentido dado por Leibenstein. Corres-
pondiendo a cada una de las actividades
cionamiento de la economía en su conjunto. descritas habrfa otros tantos tipos de em-
El concepto de moralidad empresarial que se desprende del mo- presarios: heroicos, asignadores y mejora-
delo de Baumol es muy útil para analizar el fenómeno de los llama- dores. Binks y Vale ( 1990), pp. 40-44.
61 La descripción del empresario como
dos <e mercados politizados», donde los empresarios emplean recur- depredador quedaria en Baumol como un
sos en obtener ventajas o buscar rentas (rent-seeking) en la órbita empresario que se mueve entre tareas im-
del Estado (concesión de un servicio, monopolio, subvención, esta- productivas y destructivas. Por el contra-
rio, para Kirzner es incuestionable que el
blecimiento de un arancel y exención de impuestos) (columna de empresario siempre aumenta el tamaño
implicaciones del cuadro 1.2). Los costes de los recursos empleados de la tarta a repartir, razón por la cual no
y de las decisiones distorsionadas son <<costes de influencia» que admite que un empresario pueda ser des-
tructivo, esto siempre quedará como un
suelen tener consecuencias improductivas (aunque en algunos ca- problema de indefinición de los derechos
sos sean destructivas y en otros, menos, incluso productivas). 01- de propiedad en el mercado. Según este
son ha destacado que, en las sociedades contemporáneas, los indi- autor, la justicia o moralidad no está en el
sistema capitalista o en el empresario,
viduos y las empresas tienden a agruparse, formando grupos de sino en la forma e instauración preceden-
presión con la finalidad de obtener del Estado ventajas particulares te de los derechos de propiedad cuando se
inició históricamente el capitalismo.
32 LA NATURALEZA ECONÓMICA DE LA EMPRESA Y EL EMPRESARIO
62 Véase Olson (1986) para una aplica- a costa del resto de los ciudadanos. 62 Para Olson, no habrá países
ción concreta a Europa Occidental des- que logren una organización simétrica de todos los grupos con un
pués de la Segunda Guerra Mundial.
interés en común y que, por lo tanto, obtengan resultados óptimos
a través de una negociación global. En líneas generales, las organi-
zaciones y las coaliciones de intereses específicos reducen la efi-
ciencia y la renta global de las sociedades en que actúan, y consti-
tuyen un factor de división en la vida política. Dismiriuye el
incentivo para producir y aumenta el incentivo para pelear por una
mayor participación en el producto social. Olson defiende como
mejor solución para el desarrollo económico la no intervención del
Estado, dejando que las reglas del mercado libre actúen como re-
guladores. Sin embargo, Baumol ha demostrado cómo la acción
única del mercado puede conducir a resultados perversos y cómo la
mano visible del Gobierno puede mejorar el producto social. Sin in-
tervención del Estado, la industria (las empresas) nunca va a preo-
63 Baumol (1993), capítulo 3. cuparse por el interés general, sino por el particular. 63 Lo relevante
del modelo de Baumol es su énfasis en las reglas del juego, que son
las que determinan el nivel y la oferta de capacidades empresaria-
64 Milgrom y Roberts han señalado les en un país, y no explicaciones psicológicas o culturales. 64
que las conductas buscadoras de rentas y
los costes de influencia también existen
dentro de las empresas, Milgrom y Ro- Recuadro 1.1. Reglas del juego, conducta empresarial y ccmercados
berts (1993), pp. 316-333. politizados». España en el primer tercio del siglo xx: los casos de
Ramón de la Sota y Horado Echevarrieta
Cuentan que Ford bajaba con regularidad a la línea de montaje y los talle-
res de su empresa y vigilaba si la tuerca más pequeña se colocaba, si lo ha-
cían correctamente, si se caían involuntariamente y si la perdían. Además,
visitaba los desguaces de coches donde preguntaba qué piezas de sus co-
ches se revendían. La sola existencia de un cigüeñal o una ballesta de se-
gunda mano le enfurecía. ¿Acaso le iba la vida en ello? ¿No tenía Ford la
empresa más moderna, productiva y eficaz del mundo? ¿Por qué un multi-
millonario empresario hacía aquellas cosas?¿No debería de dedicar todo
s~ tiempo a concebir nuevos mercados, modelos de fábricas y productos?
¿No incurría en un tremendo coste de oportunidad malgastando su tiempo
y capacidad en algo tan nimio? Y sin embargo, en aquellas excentricidades
ciertamente le iba la vida, porque Ford sólo estaba siguiendo el principio
fundamental de todo empresario, el de la exclusión del despilfarro.
Ford sabía cuál era la pieza de su modelo T que menos duraba. Esa pie-
za no se podía mejorar, dependía de factores como la fatiga del material in-
herente al tipo de aleación y la forma que debía tener. Cuando esa pieza se
rompía el coche estaba, en lo que se refería a Ford, consumido. Así que la
vida útil de todas las demás piezas no debía ser muy superior a la de la más
débil, de lo contrario estarían trabajando para otro negocio (el del vende-
dor de segunda mano o el del desguace). ¿Qué mayor despilfarro podía
darse en el negocio diario que regalar el esfuerzo de uno para que otros lo
vendieran?
En estas condiciones, ¿por dónde empezar a atajar el problema del
despilfarro del día a día? Se trataba de encontrar las piezas esenciales y
con mayor valor añadido que más durasen. A continuación, debían redi-
señarse para que su vida y resistencia se acercaran a la de la pieza menos
robusta. Para encontrar y modificar las piezas más tenaces había que gas-
tar tiempo y dinero; por lo tanto, no quedaba más remedio que, una vez
detectadas y reformadas, producirlas cada vez en mayor cantidad reba-
jando su coste de producción (desde esta perspectiva la producción por
medio de la cadena de montaje no sólo era una consecuencia de la bús-
queda de economías de escala, sino también un efecto de la exclusión del
EL «NEGOCIO ES EL NEGOCIO»: LA NATURALEZA Y LAS FUNCIONES DEL EMPRESARIO 39