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El Caso Colombiano

El gobierno Colombiano, mediante la Ley 1150 DE 2007, Decreto 066 de 2008, Ley
996 de 2005 y otras, ha reglamentado la contratación estatal en Colombia y las
licitaciones estatales. En particular se han establecido entes tales como el INCO
(Instituto Nacional de Concesiones), entidad encargada del manejo, vigilancia,
control, de las concesiones viales, marítimas, portuarias, y áreas en Colombia.

El INCO se crea mediante el: “decreto 1800 del 26 de junio de 2003 como un
establecimiento cuyo objeto es planear, estructurar, contratar, ejecutar y
administrar los negocios de infraestructura de transporte que se desarrollen con
participación del capital privado y en especial, las concesiones en los modos
carretero, fluvial, marítimo, férreo y portuario. Su sede principal está en las
instalaciones del Ministerio de Transporte en Bogotá. ” Dicha entidad está
encargada de llevar a cabo los procesos de licitaciones, los cuales tienen como
objeto ceder un bien estatal a un particular, con el fin de que desarrolle una obra
en particular (por ejemplo en el caso vial, una nueva carretera o una reparación de
la existente), bajo una normativa de transparencia y de gestión correcta para
garantizar el cuidado del erario público.

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La idea detrás de una concesión es disminuir la carga económica
para el estado; al otorgar a un tercero la cesión por un tiempo de
los derechos de un bien, lo obliga al tercero a realizar la
construcción de la obra, asumiendo ese tercero (“el concesionario”)
el costo de toda la obra, pero cediéndole a cambio, una serie de
ingresos futuros (por peajes, por regalías, por impuestos, etc.),
ingresos que garantizan al concesionario el retorno de su inversión
con una tasa adicional de rentabilidad.

Esto es, para el gobierno es mejor no descapitalizarse (tener que gastar una gran
cantidad de dinero), y ceder ingresos futuros (las concesiones ganan dinero a
través de impuestos, el peaje, los aranceles en los muelles y puertos, los impuestos
de salida en los aeropuertos) a una persona, quien cobrara un valor (rentabilidad)
por prestar dicho dinero.

¿Pero cómo saber cuánto tiempo o cuántos de esos flujos ceder al tercero?

Puede suceder que le cedamos tantos flujos al tercero (concesionario) que en


realidad sea un mal negocio para el gobierno. O puede ser que la oferta de flujos
no alcanza ni siquiera a cubrir el dinero que el tercero está aportando, lo cual
resultaría en un mal negocio y en pérdidas para el concesionario.
Dado estos dilemas mencionados anteriormente, tanto para el concesionario como
para el gobierno, es importante tener una metodología para poder determinar
cuánto tiempo o por cuantos flujos se va a otorgar dicha concesión al tercero.

En particular, en el año 2007, el INCO decidió


ofrecer varias de las carreteras del país a terceros
bajo la modalidad de concesión, con el fin de
realizar obras de ampliación de dichas carreteras,
establecer variantes (rutas que van paralelas a las
ciudades), y hacer el reparcheo (mantenimiento
preventivo y correctivo) de dichas carreteras.
Dentro de tales carreteras podíamos encontrar las concesiones “Pasto – Rumichaca
–Chachagui”, zona metropolitana de Bucaramanga, entre otras.
La constructora Concesiones Colombia , experta en el tema de concesiones, puesto
que lleva 15 años en el tema y ha manejado ya 3 concesiones de gran magnitud en
Colombia, decide ser partícipe de la licitación para la concesión “Pasto –
Rumichaca –Chachagui”. Una vez adquiridos los pliegos de participación, el
presidente de la compañía, Cesar Serrano, ingeniero con gran trayectoria en el
país, revisó los valores ahí establecidos. El estructurador, firma contratada por el
gobierno para realizar un estimado sobre el valor considerado de la obra,
estableció que la construcción requerida tenía un valor de $180.000.000.000 COP
(pesos colombianos). Ese estimado corresponde únicamente a la obra como tal, no
a los valores de mantenimiento y operación de la carretera.

Los pliegos de la licitación entregaron un histórico de


ingresos por peaje en dicha concesión. A la fecha y lo que se
pretende mantener en toda la concesión, son 3 peajes; uno
ubicado en Chachagui cerca del aeropuerto. Uno a la salida
de Pasto y uno llegando al puente Rumichaca (frontera con el
Ecuador). El ingreso promedio por cada peaje es de
aproximadamente $548.000.000 COP mensuales. El tiempo en el cual se va a dar
en concesión dicha carretera es de 20 años aproximadamente.

Junto con el Ingeniero calculista Hernando Larrota,


la firma constructora calculó un promedio por
metro cuadrado de construcción de
$900.000.000, (para un total de 200 Km. de la
concesión). Se calcula que los costos de
mantenimiento mensuales para dicha concesión son
de $750.000.000 (incluyendo reparcheos, pintura
reflectiva, señalización, etc.). De las concesiones pasadas, se sabe que el costo
administrativo mensual esta en $90.000.000. Para esta construcción el
concesionario tiene una línea de crédito con un banco que tiene convenios para el
desarrollo de países emergentes como Colombia, dicha línea de crédito otorgaría
un préstamo al constructor por los $180.000.000.000 requeridos, con unos costos
por el préstamo de $7.500.000, y un abono mensual de capital de $750.000.000.
Teniendo en cuenta los criterios de evaluación financiera de proyectos: VPN, TIR y
RBC, determine si el proyecto es o no viable. Justifique su respuesta.

La tasa requerida por los inversionistas es del 30% E.A.


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