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Ultrafiltracion 1 PDF
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C apítulo 10
U LTR AFILTR AC IÓ N
C. Anselme
CIRSEE
Francia
E. P. Jacobs
Universidad de Stellenbosch
Stellenbosch,Sudáfrica
10.1. INTRODUCCIÓN
Hacia los años treinta ya se habían desarrollado las membranas de UF de polímero, con
poros de varios tamaños; William Elford hizo un importante trabajo fundiendo
membranas de AC y de nitrato de celulosa y definiendo la mayoría de los principios de
la UF (Gregor y Gregor, 1978). Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes
utilizaron membranas para analizar bacterias en el agua potable; después de la guerra,
esta tecnología fue llevada a Estados Unidos. En los años siguientes, el gobierno de
Estados Unidos comenzó a preocuparse por la posible falta de agua hacia finales de
siglo y el Departamento del Interior estableció la Oficina de Agua Salina (OSW) y más
tarde la Oficina de Investigación y Tecnología de Agua Salina (OSWRT), que proveyó
de soporte financiero a la investigación para la desalación del agua; un porcentaje
considerable de estos fondos fue utilizado para desarrollar procesos de separación por
membranas para desalación.
Los principales riesgos asociados con el consumo de agua potable son de origen
biológico. Hay cerca de dos docenas de enfermedades infecciosos cuya incidencia
depende de la calidad del agua. Estas enfermedades pueden estar causadas por bacterias,
virus, protozoos o gusanos. Otros microorganismos presentes en el agua incluyen
hongos, algas, rotíferos o crustáceos.
Las bacterias son organismos unicelulares que viven sobre alimentos solubles en el
agua. Son las unidades básicas de vida vegetal y su tamaño varía de 0,5 a 5 µm.
Algunas forman esporas resistentes cuando las condiciones ambientales son
inadecuadas; cuando dichas condiciones cambian, abandonan su estado de letargo y
comienzan nuevamente su ciclo vital. De acuerdo a su morfología pueden clasificarse
en cuatro categorías: esferoidales, bastonadas, bastonadas en forma curvada y en espiral.
Afortunadamente, estos organismos pueden ser eliminados con facilidad empleando dos
procesos de metodología simple: filtración seguida de desinfección. La Tabla 10.1 da un
resumen de los tamaños relativos de algunos de los microorganismos más pequeños.
Un criterio general de calidad del agua potable es que no haya correlación entre la
cantidad de agua ingerida y sus efectos adversos sobre la salud. Como primer
requerimiento, esto exige que el agua esté libre de organismos patógenos y de cualquier
otra especie biológica peligrosa u objetable. Otro requerimiento es que el agua no debe
contener contaminantes o productos químicos que puedan ser fisiológicamente
peligrosos o cuestionables para el usuario. Un requerimiento ulterior es que debe tener
un aspecto estéticamente aceptable en lo relativo a color, claridad, sabor y olor.
Una discusión más profunda sobre las regulaciones del agua potable, en relación con el
desarrollo de las tecnologías de filtración por membrana de baja presión en la industria
del agua, se presenta en el Capítulo 11 sobre microfiltración (MF).
La Figura 10.2 ilustra los efectos de la tasa de filtrado (velocidad) y de las secuencias de
retrolavado, sobre el número de particulas en el rango de tamaño de 0,5 a 5 um, en la
salida de la primera etapa de un filtro de CGA.
* Exigible.
** No exigible
*** Nivel guía para compuestos clorados excepto tetracloruro de carbono (3µg/L), 1,2-
dicloroetano y teracloroetileno (10 µg/L), ticloroetileno y cloroformo (30 µg/L).
**** Resto esperado, exigible de tratamiento superficial del agua: 6 log de eliminación.
FIGURA 10.1. Evolución de coliformes durante un filtrado utilizando una etapa dual
de filtro: efecto de una interrupción en a alimentación química.
FIGURA 10.2. Tratamiento superficial de agua: efecto del caudal de filtrado sobre el
conteo de partículas a la salida de la primera etapa del filtro CGA (precloración +
coagulación asentamiento + filtrado).
Para desinfectar agua filtrada y para asegurar cloro libre residual en la red de
distribución, es necesaria la poscloración. Sin embargo, surgen algunas preguntas
relacionadas con la eficacia de la desinfección y la formación de trihalometanos (Van
Steenderen et al., 1989). Por ejemplo, la concentración de cloro libre requerido para
inactivar Giardia lamblia es mucho mayor que los niveles recomendados para la
inactivación del virus de la polio y bacterias coliformes (Wickramanayake et al., 1988;
Wierenga, 1985). La cloración lleva a la formación de trihalometanos carcinogénicos,
aunque hay indicios de que la remoción de materia orgánica química por absorción,
coagulación por aluminio y ablandamiento por caliza, generalmente dan como resultado
una reducción en la formación de los trihalometanos en la cloración subsiguiente. Esta
reducción no es proporcional al rango completo de eliminación de COT (Jodellah y
Weber,1985).
TABLA 10.4. CT de desinfección para inactivación del 99 por 100 de los agentes
patógenos
pH CT viral CT protozoano
0-5°C 10°C 5°C 15°C 25°C
6 - - 80 25 15
7 12 8 100 35 15
7-7,5 20 15 100 - -
7,5-8 30 20 - - -
8 35 22 150 50 15
*CT = producto de la concentración de cloro (mg/L) y el tiempo de contacto (min).
Las principales ventajas de los procesos de UF por membranas a baja presión cuando en
comparación con los procesos de clarificación y filtración convencional (filtración
directa, asentamiento/filtrado rápido en arena o coagulación/sedimentación/filtración) y
de desinfección (poscloración), son (véase la Tabla 10.5):
La UF es un proceso conducido por presión, por el cual los coloides, las partículas y las
especies solubles de elevada masa molecular son retenidas por un mecanismo de
exclusión por tamaño, y como tal, suministra medios para concentrar, fraccionar o filtrar
especies disueltas o en suspensión (Amy et al., 1987). La UF generalmente permite
pasar a la mayoría de especies iónicas inorgánicas y retiene partículas discretas de
materia y especies orgánicas iónicas y no iónicas, dependiendo del peso molecular de
corte (PMC) de la membrana.
El PMC es una especificación utilizada por los suministradores de membranas, para
describir su capacidad de retención, y se refiere a la masa molecular de un macrosoluto
(normalmente, polietilenglicol, dextrano o proteína) para el que la membrana tiene una
capacidad de retención mayor del 90 por 100. El PMC puede verse, además, como una
medida de la dimensión del poro de la membrana. La curva de retención, comparada
con el peso molecular, no muestra un pico o límite de corte absoluto; en lugar de ello, la
forma de la curva depende no solamente de la distribución de tamaño del poro de la
membrana, sino también de la conformación del macrosoluto que está siendo probado
(globular, ramificado o lineal flexible) y de las condiciones operativas durante la
evaluación (Cheryan, 1986; Gelman y Williams, 1983). No hay un conjunto de normas
internacionales para la determinación del PMC, lo que significa que las membranas de
diferentes suministradores no se pueden comparar por las especificaciones del PMC del
fabricante exclusivamente.
Giardia
lamblia
Virus G-E G-E E E E
G-E G-E E E E
Legionella
Turbidez E G E E P
Materia Orgánica
COV P P-F F-G P* P-G
COS P-G P-F F-E P* P-G
Pesticidas P-G P-F F-E P* P-G
THM P P F-G P* P
Precursores F-G F-G G-E P-F* P
de THM
Color F-G F-G G-E F F-E
Hierro F-E E G-E G G-E
Nianganeso F-E E G-E G F-E
Sabor y color P-F P-F - - F-E
P pobre (0 a 20 por 100 de eliminación); F = bien (20 a 60 por 100 de eliminación); G = bueno
(60 a 90 por 100 de eliminación); E = excelente (90 a 100 por 100 de eliminación); - = datos
insuficientes
Remoción de COV. La desinfección por cloro es simple y muy eficiente, pero conduce a
la formación de THM carcinogénicos (Van Steenderen et al., 1989). Se están estudiando
actualmente métodos alternativos, que reduzcan la incidencia de COV en el agua por
eliminación de los THM o por eliminación de los precursores de elevado peso
molecular antes de la cloración. Para este segundo caso, la UF es obviamente capaz de
eliminar del 20 al 50 por 100 de precursores de THM (Lainé et al., 1989, 1990;
Jacangelo et al., 1989; Anselme et al., 1991).
+ Pojisulfona (PSI).
Los THM son compuestos orgánicos de bajo peso molecular con tamaños menores que
los de los poros de membrana de UF. Sin embargo, se ha demostrado que las
membranas de UF eliminan tales compuestos del agua por una operación de stripping (o
arrastre) más que de filtración. En el arrastre de los COV del agua, la fase acuosa se
pone en contacto con una corriente de gas en contracorriente a través de la interfaz de
una membrana microporosa o ultraporosa (Semmens et al., 1989; Bessarabov el al.,
1994). La misma técnica se ha usado también con efectividad en la oxigenación sin
burbujas del agua. En este caso, la membrana de UF se cubrió primero con una capa
límite de goma de silicona para transportar aire en el agua por difusión más que por
convección (Bessarabov et al., 1994).
FIGURA 10.6. Procesos de separación seleccionados y utilizados en el tratamiento de
agua y rangos de tamaño de varios materiales hallados en agua bruta. (De Jacangelo et
al., 1989.)
Los módulos de UF de diseño menos complicado y que permiten las más altas tasas de
recuperación de agua tendrían un impacto sobre la aceptabilidad económica del
pretratamiento de UF (Ericsson y Hallmans, 1991). Ejemplos de tales dispositivos son
las unidades tubulares SWUF de bajo costo, que han sido probadas con éxito en las
aguas de mar ricas en nutrientes a lo largo de la costa oeste de Namibia. Estas unidades
tubulares de 13 mm son operadas bajo condiciones de intermitencia inversa del flujo
axial con descarga simultánea de burbujas de espuma de impureza. Las membranas de
PES con PMC de 40 kdalton dan permeados que muestra valores de IDS de 0.5 a 0.7 y
niveles de turbidez de 0.09 a 0.2 NTU. Esto se alcanzó rutinariamente con agua de mar
de entrada. que a menudo tenía niveles de turbidez más altos que 150 NTU. Los
permeadores Du Pont B-10 que fueron operados con este agua no mostraron reducción
del caudal (Strohwald. 1992; Strohwald y Jacobs, 1992).
Otros ejemplos de aplicaciones semejantes de la UF son las pruebas piloto realizadas en
Francia con módulos de fibra hueca Aquasource, usados como pretratamiento de
membranas Film-Tec de PFC enrolladas en espiral para OI y módulos de NF, tratando
ambos agua clarificada del río Sena y un agua residual municipal tratada
secundariamente. En este último ejemplo, el objetivo es el de la membrana prometedora
para un mercado de reutilización de agua.
El índice de ensuciamiento (Degremont. 1988) del agua del Sena clarificada estaba
entre 6 y 10, y después de la UF se obtuvieron valores por debajo de 0,2.
Índices de ensuciamiento no medibles (mayores que 25) fueron determinados para el
agua residual efluente secundaria tratada; este valor decreció por debajo del 0.5 después
de la UF, permitiendo una operación de tres a cuatro meses de duración antes que el
módulo de nanofiltración Filmtec NF70 requiriese limpieza química. En tal caso, la MF
con tamaño de poro de 2 µm permitió una consistente reducción del índice de
ensuciamiento a menos de 2, en lo que fue un trabajo de uno a dos meses para el
módulo de nanofiltración NF70.