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Consejos Para Preparar Buen Asado

Argentino

Es sabido que “El asado”, esa técnica de cocción que consiste en cocinar carne y
otros productos a temperatura fuerte sobre brasas, es el plato más típico y clásico
de Argentina. Toda persona que visita por primera vez la Argentina, no puede irse
sin probar el Asado. Se trata de colocar sobre la parrilla distintas carnes y asarlas
junto con las achuras y embutidos; en general esta comida es acompañada de
algunas ensaladas o guarniciones no muy pesadas, ya que tanto el corte de asado
de por sí, como la comida en total, resulta de un tenor graso muy elevado. Pero
claro, es justamente todo esto lo que le da ese sabor especial, delicioso e
irresistible a éste tentempié.

Paso a paso a continuación se enumeran algunos consejos y secretos de cómo


hacer un buen asado y que todo buen asador debe tener en cuenta.

En primer lugar debemos de procurar disponer de los elementos necesarios para


preparar el asado. Estos son:

 Pinza para dar vuelta la carne


 Tenedor y cuchillo de mango largo
 Tabla de madera para apoyar los cortes de carne asada
 Cuchillo y tenedor de mango largo para trabajar la carne sobre la parrilla
 Cuchillo de buen filo para poder cortar y fraccionar las carnes
 Chaira para el afilado de cuchillos
 Pala, pinza y atizador para manipular las brasas
 Cepillo para limpiar la parrilla
 Pantalla para hacer viento con el fin de avivar el fuego

Para que nuestro asado sea un éxito hay que tener en cuenta los cortes de carne a
comprar y la calidad de la misma; lo mismo es aplicable para las achuras y
embutidos. Por lo que es importante tener un proveedor confiable.

Para el cálculo de las porciones por persona, se puede aproximar a lo siguiente:

 Carne con hueso: 500 gramos


 Carne sin hueso: 350 gramos
 Morcilla: 1 de cada uno
 Chorizo: 1 de cada uno
 Achuras: 250 gramos
 Provoleta: Media

En lo que respecta al fuego, no existe una sola fórmula para su encendido,


depende de muchas cosas. Son varias las técnicas, pero la más práctica y simple
de hacer es practicando un círculo con un hueco en el centro, colocar unas coronas
de papel de diario retorcido (al menos tres) para que no se consuma pronto y a
continuación ir poniendo los carbones más grandes abajo haciendo en “volcán” con
los más pequeños arriba; encender un fuego pequeño en el centro de la pila de
carbón con papel de diario. Con este sistema el fuego se encenderá fácilmente y se
irá colocando progresivamente más carbón en pequeñas cantidades para que no
se sofoque la llama. Las brasas estarán listas en media hora, cosa que nos damos
cuenta cuando aparece bien encendida y roja. Una vez que los carbones están
bien encendidos, se separan los más grandes a un costado que, de seguro, no lo
están por completo, para usarlos más adelante. A medida que las brasas se van
haciendo hay que juntarlas y colocarlas bajo la parrilla. Si la brasa se ve roja, hay
que esperar. Cuando las piezas de carbón hayan tomado un color blanco ceniza,
estarán listas para el asado. Luego nos resta de ir renovando a medida que se van
extinguiendo. Ya formada una cama fina de brasas debajo de la parrilla, calientes
los hierros, limpiarla con cepillo embebido en vinagre blanco. La distancia de la
parrilla a las brasas es de 12 a 15 centímetros y el calor se lo puede regular
aumentando o disminuyendo la cantidad de brasas. Es aconsejable inclinar
levemente la parrilla, creando un desnivel de 4 centímetros, de manera que la
parte más alta es la de atrás. De esta manera se tendrán zonas con distintas
temperaturas. Muchas parrillas, además, vienen hechas con hierros en V para que
la grasa pueda correr y sea acumulada en una bandeja delantera.

Considerar que el carbón vegetal preferentemente debe ser de quebracho, o bien


de otra madera, pero siempre de buena calidad, con los trozos grandes y enteros.
y grandes. Es importante considerar bien el carbón a utilizar porque no es bueno
quedarse sin fuego en la mitad del asado (una bolsa chica trae 4 kg). Si optamos
por leña, la misma puede ser de quebracho o algarrobo, que son las más usadas.
Algunas personas utilizan leña de árboles frutales, que también son buenas.
Respecto de esto último, hay que tener en cuenta que el perfume de la madera lo
absorbe la carne, con lo que hay que evitar la de coníferas resinosas. Si se trata de
leña de eucaliptus, ésta enciende rápido pero así también se consume.

Tip de limpieza: La limpieza de la parrilla se


debe hacer con los hierros calientes. Para ello se
la refriega con un cepillo de acero y la raspa,
que es una especie de cuchara, para así
desprender la grasa; después frotar con un
cepillo de cerda empapado en salmuera, o bien
vinagre blanco de alcohol.

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