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PSICOLOGÍA ANORMAL

La ciencia de la conducta desadaptada

ARTE DE PORTADA:
ROSANNA JÁQUEZ:
PRIMERA
EDICIÓN

PSICOLOGÍA ANORMAL
Universidad Dominicana O&M

Sección 682
Integrantes
Estefany Acosta (17-EPSS-6-146)
Jendry De Los Santos (17-EPSS-6-159)
Rosanna Jáquez (17- EPSS-6-160)
Grisell Polanco (17- EPSS-6-122)
Liz Vanessa Carrasco (17- EPSS-6-036)
Lucia Pla Rosario (13-EPSS-6-115)
Marinelby De La Cruz (17-EPSS-6-147)
Arianny Reyes (14-MPSS-6-125)
CAPITULO I. PERSPECTIVAS SOBRE LOS
TRASTORNOS PSICOLOGICOS

Visiones históricas de los trastornos psicológicos

En la antigüedad, se relacionaba los trastornos mentales con


causas sobrenaturales. Las culturas más primitivas los atribuían a
posesiones demoníacas o fuerzas naturales y las culturas más
complejas a los dioses. Estos pensamientos primitivos dieron
lugar a la práctica de trepanaciones craneanas con el objetivo de
"dejar salir a los demonios que provocaban las enfermedades
mentales" y sobre las que existen evidencias que datan desde
hace más de 5.000 años, a torturas o al confinamiento de los
enfermos.

En el siglo XIX, los manicomios eran como cárceles, pues solo se


disfrazaba la tortura como una curación, uno de los tantos casos
fue en el hospital psiquiátrico Charenton en París, donde
aplicaban como tratamiento, mantenerlos atados, sumergirlos en
agua fría, golpes y sumergirles la cabeza en una bañera. Todo
esto para apartar las ideas e ilusiones que ellos pudieran
albergar.
Manicomio Nueva Belén, España. Siglo XIX.

En 1949, Antonio Egas Moniz recibió el premio Nobel en Medicina


por "por su descubrimiento del valor terapéutico de la lobotomía
en determinadas psicosis",19 técnica que consiste en retirar total
o parcialmente un fragmento del cerebro en la parte frontal.
Walter Freeman, médico estadounidense, fue el pionero de las
lobotomías transorbitales, técnica que realizó profusamente y se
vio envuelta en una gran polémica, hasta su última intervención
en 1967.

Paralelamente, en 1964 se llevó a cabo el proyecto MK-ULTRA,


que buscaba controlar la mente y así borrar la memoria existente
y reconstruir el pensamiento, algunos de los experimentos
realizados eran la radiación, uso de psicotrópicos, inyección
simultánea de barbitúricos y anfetaminas, y descargas eléctricas
al cerebro. El único resultado de este experimento fue dejar a las
personas involucradas con daño cerebral.

Clasificación de los trastornos psicológicos

Los cinco ejes de la clasificación multiaxial del DSM-IV-TR son los


siguientes:

EJE I Trastornos clínicos.


EJE II Trastornos de la personalidad. Retraso mental.
EJE III Enfermedades médicas.
EJE IV Problemas psicosociales y ambientales.
EJE V Evaluación de la actividad global.
Algunos trastornos del eje I son:

 Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia


(se excluye el retraso mental, que se diagnostica en el Eje II)

 Delirium, demencia, trastornos amnésicos y otros trastornos


cognoscitivos

 Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos

 Trastornos del estado de ánimo

 Trastornos de ansiedad

 Trastornos somatomorfos

 Trastornos disociativos

Algunos trastornos del eje III son:

 Algunas enfermedades infecciosas y parasitarias

 Neoplasias

 Enfermedades de la sangre y de los órganos


hematopoyéticos y algunas enfermedades inmunitarias

 Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas

 Enfermedades del sistema nervioso

Se contiene en el eje IV:

 Problemas relativos al grupo primario de apoyo

 Problemas relativos al ambiente social

 Problemas relativos a la enseñanza


 Problemas laborales

 Problemas de vivienda

 Problemas económicos

Contenidos en el eje V están:

 La actividad satisfactoria en una amplia gama de


actividades, nunca parece superado/a por los problemas de
la vida, es valorado/a por los demás a causa de sus
abundantes cualidades positivas.

CAPITULO II. METODOS DE INVESTIGACIÓN DE


CONDUCTA ANORMAL

Mitos y realidades de la conducta desadaptada

Existen múltiples mitos sobre la salud mental y la conducta


desadaptada. Diferenciar estos de la realidad es cuestión de
comparar dichas afirmaciones con los datos científicos y
estadísticos.
Algunos mitos comunes en diferentes sociedades del mundo son:

Mito: “Los problemas de salud mental no me afectan.”

Realidad: De hecho, los problemas de salud mental son muy


comunes:

• Uno de cada cinco adultos estadounidenses experimentó un


problema de salud mental.

• Uno de cada 10 jóvenes pasó por un período de gran


depresión.

Mito: “Los niños no tienen problemas de salud mental.”

Realidad: Incluso los niños pequeños pueden exhibir señales de


advertencia tempranas que representen una inquietud para su
salud mental.

Estos problemas de salud mental a menudo se pueden


diagnosticar clínicamente y pueden ser un producto de la
interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.

La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas


antes de que una persona cumpla 14 años; tres cuartos de los
trastornos de salud mental empiezan antes de los 24 años.

Desafortunadamente, menos del 20% de los niños y adolescentes


con problemas de salud mental que se pueden diagnosticar
reciben el tratamiento que necesitan. La asistencia temprana en
salud mental puede ayudar a los niños antes de que los
problemas interfieran con otras necesidades de desarrollo.

Mito: “Las personas que padecen problemas de salud mental son


violentas e impredecibles.”
Realidad: La gran mayoría de las personas con problemas de
salud mental no tienen más probabilidades de ser violentas que
otras personas.

La mayoría de las personas con enfermedades mentales no son


violentas y solo el 3 %–5% de los actos violentos pueden
atribuirse a personas que padecen de una enfermedad mental
grave. De hecho, las personas que padecen de enfermedades
mentales graves son 10 veces más propensas a ser víctimas de
delitos violentos en comparación con la población general.

Mito: “Las personas con necesidades de salud mental, incluso


quienes controlan su enfermedad mental, no pueden tolerar el
estrés de mantener un trabajo.”

Realidad: Las personas con problemas de salud mental son tan


productivas como los demás empleados.

Los empleadores que contratan a personas con problemas de


salud mental informan que estas personas tienen una buena
asistencia y son puntuales, además de estar motivados, realizar
bien su trabajo y mantener el puesto durante períodos similares o
superiores a los de otros empleados.

Cuando los empleados con problemas de salud mental reciben un


tratamiento efectivo, esto puede resultar en:

• Disminución de los costos médicos totales

• Mayor productividad

• Disminución en el ausentismo

• Disminución en los costos por discapacidad

Mito: “Las debilidades en la personalidad o las fallas en el


carácter causan problemas de salud mental. Las personas con
problemas de salud mental pueden deshacerse de ellos si lo
intentan.”

Realidad: Los problemas de salud mental no tienen nada que ver


con ser perezoso o débil y muchas personas necesitan ayuda para
estar mejor.

Muchos factores contribuyen a tener problemas de salud mental,


entre ellos:

• Factores biológicos, como genes, enfermedades físicas,


lesiones o la química del cerebro

• Experiencias de vida, como traumas o antecedentes de


abuso

• Historia familiar de problemas de salud mental

Las personas con problemas de salud mental pueden mejorar y


muchos se recuperan por completo.

Formas de investigar la conducta desadaptada

Podemos distinguir entre tres formas o métodos de investigación


psicológica en función de la unidad de análisis que consideremos.

Cuando ésta es la conducta en sí misma, tendremos los métodos


psicológicos, cuando es la relación entre variables orgánicas y la
conducta tendremos los métodos orgánicos y cuando se trata de
la relación entre variables sociales y la conducta tendremos los
métodos sociales.

Los métodos de investigación psicológica estudian la conducta en


sí misma. Está puede ser normal y anormal o patológica. En sus

estudios utilizan tanto sujetos humanos como animales. En lo que


respecta al estudio de la conducta anormal, ésta no suele surgir
de repente, sino que se desarrolla de forma progresiva y suele
aparecer en la edad adulta.

Por ello es importante considerar la relación entre la conducta


normal y los diferentes procesos de desarrollo humano.

• Estudios transversales: Consisten en seleccionar muestras


de sujetos que han nacido en años diferentes y por tanto
pertenecen y se encuentran en distintas etapas del desarrollo.
Todas las muestras se observan en el mismo periodo de tiempo.

• Estudios longitudinales: Observamos a un individuo, o grupo


de individuos, a lo largo de diferentes etapas de desarrollo (a lo
largo del tiempo). Con estos estudios podemos observar la
aparición y/o evolución de una determinada conducta.

Tipos de técnicas de investigación

Los métodos de investigación orgánicos tienen como objetivo


central el estudio de la relación existente entre variables
organísmicas, fisiologicas y neurológicas, y la conducta. Se
dividen a su vez en métodos genéticos, biológicos y
farmacológicos.
• Métodos genéticos: Surgen como consecuencia de la
identificación del origen genético de algunos trastornos de
conducta. Los métodos genéticos de investigación pueden ser:

o Manipulativos: Donde se encuentran los estudios de


crianza. En éstos se plantea la reproducción selectiva
de animales en base a determinar los orígenes
genéticos de un rasgo comportamental a través de
muchas generaciones.

o No manipulativos: Donde se encuentran los estudios


con gemelos y los estudios de familia. En el primero de
ellos existen dos posibilidades, estudiar gemelos
monozigóticos o dizigóticos.

Los métodos biológicos tienen dos objetivos fundamentales de


investigación (a) la búsqueda de correlatos orgánicos patológicos
subyacentes a la conducta anormal, investigando la posible
existencia de algún agente físico etiológico y la búsqueda de
terapias biológicas, en su mayoría de tipo farmacológico.

Dentro de los métodos biológicos se encuentran los métodos


psicofisiológicos. Dentro de estos se utilizan diversas técnicas,
entre las que destacamos las siguientes:

• Supresión de actividad: Se suprime la actividad de un


determinado órgano o sistema de forma temporal o permanente,
y se observan los efectos sobre la conducta.

• Estimulación directa: Consiste en la aplicación de un


estímulo de forma directa a los tejidos por medios químicos,
eléctricos o mecánicos, y en la observación de cómo dicha
estimulación incide sobre la conducta.
• Estimulación relativa al medio ambiente: Trata de descubrir
cambios en las funciones orgánicas, o en la estructura de los
tejidos, como resultado de la exposición del sujeto a la
estimulación ambiental.

La farmacología del comportamiento pretende investigar


científicamente las relaciones entre sustancias químicas y
comportamiento.

Por último, tenemos los métodos de investigación sociales. Dentro


de éstos distinguimos entre:

• Estudios epidemiológicos: Buscan la presencia de un


trastorno en una determinada población en base a dos índices:
incidencia, o número de casos nuevos de un determinado
trastorno que se desarrollan en un periodo determinado de
tiempo por unidad de población, y preponderancia, que se refiere
a la proporción en que un trastorno existe, es decir, la proporción
de población que tiene dicho trastorno en un momento
determinado.

• Estudios de población: Tratan de descubrir la distribución de


los trastornos de conducta en función de variables sociales y no
sociales, como clase social, grupo étnico, religioso, edad, sexo,
situación geográfica, etcétera.
CAPÍTULO III: ENFOQUE SOCIOLÓGICO DE LA
CONDUCTA ANORMAL

Punto de vista sociológico


La interacción entre el campo de salud mental y las ciencias
sociales puede ser muy enriquecedora si se quiere lograr un
abordaje más integral de los conceptos de salud y de enfermedad
mental.

Existe una importante relación entre algunas ciencias


socioculturales como la antropología, la sociología, sub-ramas de
la última —como la socio-biología y la socio-fisiología— y la salud
mental, especialmente en el área de investigación y en la
conceptualización de la enfermedad mental.

Talcott Parsons, el máximo


representante del estructuralismo-
funcionalismo, propuso esta interacción
con el concepto de marco de referencia
de la acción social, que estaría
determinado por estos tres contextos: el
psicológico, que estudia la personalidad
a través de la psicología y la psiquiatría;
el social, determinado por los nexos
entre los actores y sus grupos, evaluado
por la sociología, y el cultural, dado por las normas y valores, y
campo de trabajo de la antropología.

El vínculo con la sociología se inició a partir de 1920, gracias a la


influencia teórica de Harry Stack Sullivan y Adolf Meyer, y se hizo
más fuerte luego de la Segunda Guerra Mundial; luego fue
estimulado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados
Unidos y por la teoría psicoanalítica. Se observó hasta 1980 un
cambio en la carga académica de las universidades con este
enfoque y en la estructuración de un modelo biopsicosocial que
después se modificó hacia uno bio-farmacológico.

En la actualidad se observa un refuerzo latente de su unión, a


través de la investigación epidemiológica en psiquiatría, con el
consecuente aporte a la salud pública, y más directo con el
desarrollo de la sociología médica y la psiquiatría social en Gran
Bretaña, que ha impulsado la evolución a otros esquemas de
tratamiento como la salud mental comunitaria.

La sociología, como ciencia que estudia los principios


organizadores de la vida en sociedad, el impacto de las fuerzas
sociales e históricas sobre esas pautas y la forma en que estas
afectan la conducta individual y general, tiene como propósito
enfatizar esos elementos para comprender los motivos de la
conducta humana.

Su objeto de estudio es bastante amplio, como también ocurre


con la psiquiatría, e incluye desde la interacción en la
cotidianidad hasta los procesos sociales globales; de ahí que su
corpus teórico sea altamente heterogéneo y motivo de tensiones
internas.

Han habido varios sociólogos con enfoque psicológico que han


aportado al estudio de las conductas desadaptadas.
Émile Durkheim, Francés, ha tenido gran influencia en la
sociología moderna. Afirmó que se debía estudiar la vida social
con la misma objetividad usada por los científicos para acceder a
la naturaleza.

Propuso que los procesos de cambio del mundo contemporáneo


pueden ser tan rápidos e intensos que generan perturbaciones
sobre las formas de vida, la moral, las creencias religiosas y las
pautas cotidianas tradicionales, sin proporcionar unos valores
sustituyentes claros o consistentes.

A esta situación la denominó anomia, caracterizada por una


sensación de falta de sentido o de desesperación provocada por
la modernidad. En uno de sus famosos estudios analizó el suicidio
(obra publicada con el mismo nombre, en 1897), donde señaló
por primera vez que los factores sociales tienen un impacto
decisivo en la conducta suicida y que generan pautas o
tendencias; la anomia sería uno de estos factores.

El individuo en sociedad y factores de la conducta desadaptada

La sociedad y el individuo son factores indisolubles que en cada


momento de la vida cotidiana se entrelazan y se complementan.
Así a su vez la sociedad es la extensión del individuo.

El proceso de socialización nace desde el comienzo de los días del


hombre en la tierra, desde la niñez a la adultez formará parte
importante de nuestro desarrollo en la sociedad. Avanza
mediante el proceso evolutivo natural de cada individuo . Es el
método en el cual un individuo es adaptado a las normas ya
establecidas socialmente.

El proceso de socialización nace con la concepción hasta


posteriormente con el nacimiento de cada ser humano. Las
normas y valores ya adquiridos por sus progenitores son
marcados y transferidos para aquel nuevo individuo.
La socialización es el proceso más importante que realizaremos
en nuestras vidas. Ya que muchas veces tendrá estrecha relación
con el éxito de un individuo en la sociedad y en los roles que este
realizará a lo largo de su vida.

Los agentes sociales son los que permiten la absorción de


conocimientos y la adaptación al entorno social en el cual nos
encontremos, estos a su vez se conocen como instituciones que
formarán parte importante de nuestras vidas.

El individuo se encuentra en una búsqueda constante de su


propia identidad. En su rasgo personal y de una insignia propia
que logre diferenciarlo de sus pares, en esta ocasión nos
encontramos con el concepto de identidad social. Identidad social
se puede diferenciar el estatus y el rol.

Parte del estudio de la desadaptación en la sociedad consiste en


analizar el problema para reducir los factores de riesgo.

El dolor que puede causar un trastorno es literalmente indecible


debido al sufrimiento y que para la mayoria de la humanidad es
desconocido.

Hay mucho que la sociedad puede hacer para prevenir la


enfermedad mental y ayudar a los enfermos mentales para poder
llevar una vida lo mas satisfactoria posible.

La prevención es la posibilidad de reducir la frecuencia real de la


conducta desadaptada dentro de la poblacion.

La sociología aplicada
La sociología aplicada y práctica sociológica ha llegado a ser
utilizada para referir a la intervención empleando el conocimiento
sociológico en un escenario aplicado.

Los sociólogos aplicados trabajan en una amplia variedad de


escenarios incluyendo en las universidades, el gobierno y la
medicina privada, utilizando métodos sociológicos para ayudar
que comunidades resuelvan problemas cotidianos, como mejorar
la colaboración ciudadana y la prevención del crimen, evaluar y
mejorar las cortes de la droga, la evaluación de las necesidades
de los barrios urbanos, el desarrollo de la capacidad de un
sistema educativo o la promoción del desarrollo de la vivienda y
recursos relacionados para poblaciones envejecidas.

La antropología y la conducta desadaptada

Adoptar una mirada socio-antropológica puede proporcionarnos


las bases para comprender la diversidad humana y el análisis y la
interpretación de las diferencias y similitudes socioculturales.

Al contrario de lo que muchos puedan creer, si hay algo que


caracteriza a los humanos no es su uniformidad, sino su
diversidad, y esa diversidad se la debemos, no a nuestra
condición biológica, sino a la cultura y la creatividad que esta nos
permite desarrollar. Por otro lado, de esta comprensión del
concepto de cultura se pretende abrir vías de reflexión para
superar los prejuicios y estereotipos acerca de los otros que se
integran en nuestro mundo imaginario.

En el ámbito de la Salud Mental, la alteración en uno de estos


factores genera un desequilibro que promueve un estado de
mayor enfermedad.

El abordaje interdisciplinario en Salud Mental da cuenta sobre la


complejidad y el carácter multifactorial de la enfermedad mental.
MAPA CONCEPTUAL DEL ENFOQUE SOCIOLÓGICO DE LA
CONDUCTA ANORMAL

ENFOQUE SOCIOLÓGICO DE LA CONDU

Sociologia

Punto de vista
sociologico

Sociologia
aplicada

Antropologia y
conducta
desadaptada

Conducta
desadaptada
CAPÍTULO IV: ENFOQUE BIOLÓGICO DE LA CONDUCTA
ANORMAL

La perspectiva biofísica y los sistemas biofísicos

La biofisica, en términos generales, es la ciencia encargada de


estudiar la biología con los métodos y principios de la física. Sin
embargo, la biofísica tiene conceptos diversos dependiendo del
punto de vista.

Del lado de la biología, se dice que es una rama biológica que


brinda evidencias para la física, comprendiendo así, que los
enfoques y competencias de la física pura pueden aplicarse para
estudios más profundos a sistemas biológicos.

La física estudia la estructura y las propiedades de las formas


concretas de la materia, mientras que la biología es la ciencia
encargada de indagar los misterios de la naturaleza viviente. Por
ende, desde su concepción, la biofísica se ha propuesto la meta
de resolver los grandes problemas biológicos (prácticos y
teóricos) que resultaron imposibles de resolver para los biólogos
clásicos del siglo pasado.

Ejemplo de esto es la relevancia que tuvo la perspectiva biofísica


en el estudio de la producción de calor y de potenciales eléctricos
en el organismo, así como en la mejor comprensión del trabajo
muscular y la fuerza y de la óptica geométrica del ojo.

El sistema biofisico lo conforman los recursos naturales y el


ambiente. Estudia integralmente la naturaleza y los elementos
que en sintesis dan origen al paisaje o unidad de analisis,
resultado de la interaccion de factores y procesos como el clima,
el agua, las rocas, el relieve, los suelos, la vegetacion, la fauna,
los cultivos, la temperatura, la infraestructura, la poblacion y las
amenazas naturales.
Estos estudios son importantes para la psicología humana porque
le permite entender cuáles son los fenómenos físicos y biológicos
que determinan la conducta humana.

Las glándulas endocrinas, el sistema nervioso y el cerebro

El sistema nervioso consta de dos partes principales: el sistema


nervioso central y el sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso central fibras nerviosas que se


está formado por el cerebro y ramifican de la médula
la médula espinal. espinal y se extienden a todas
las partes del cuerpo,
incluidos el cuello, los brazos,
el torso, las piernas, los
músculos esqueléticos y los
órganos internos.
El sistema nervioso
periférico está formado por
El cerebro envía mensajes a través de la médula espinal y los
nervios del sistema nervioso periférico para controlar el
movimiento de los músculos y la función de los órganos internos.

La unidad de trabajo básica del sistema nervioso es una célula


llamada neurona. El cerebro humano contiene aproximadamente
100 mil millones de neuronas.

El sistema endocrino

 Glándula pineal: Situada en la parte inferior del encéfalo, la


glándula pineal o epífisis actúa de puente entre el sistema
nervioso y el endocrino. Entre las hormonas que segrega
destaca la melatonina, involucrada en la regulación del ritmo
sueño-vigilia.

 Glándula pituitaria: Esta parte del organismo, que también


es llamada hipófisis, también está ubicada en la parte
inferior del encéfalo. Es muy importante, ya que segrega
muchos tipos de hormonas y afecta indirectamente en la
segregación de otras, dado que estimula otras glándulas
localizadas en diferentes partes del cuerpo, entre ellas la
tiroides.

 Glándula suprarrenal: Estas glándulas están situadas sobre


cada uno de los dos riñones con los que cuenta el cuerpo
humano, y su papel en el sistema endocrino está vinculado a
la regulación de los estados de estrés, fundamentalmente
aquellos que tienen que ver con las conductas de lucha o de
huida.

 Hipotálamo: Es una de las partes más importantes del


encéfalo, e inicia varios mecanismos de liberación de
muchos tipos de hormonas diferentes desde varias
glándulas, a partir de la captación de señales nerviosas.
 Tiroides: Es una gran glándula situada en el cuello. Segrega
calcitonina, triyodotironina y tiroxina, hormonas que
intervienen en la egulación tel matabolismo y del consumo
de oxígeno, así como en la generación y regeneración de los
huesos.

TEMA V: TÉCNICAS DE EVALUACIÓN, ENTREVISTA Y


METODOS TERAPEUTICOS

Técnicas de evaluación

La Evaluación Psicológica es un proceso mediante el cual el


psicólogo extrae conclusiones respecto a los problemas de una
persona, su inteligencia, su rendimiento, su capacidad de
concentración y trabajo, sus rasgos de personalidad, etc.
Normalmente, se realiza por medio de la aplicación de una serie
de tests objetivos y de una entrevista clínica; y culmina con la
redacción de un informe.

La utilización de unas pruebas válidas y previamente baremadas


(los tests psicométricos) supone una garantía para el cliente en el
proceso de evaluación y diagnóstico, pues permite complementar
la impresión o el “buen ojo clínico” que el profesional pueda tener
con herramientas que han demostrado su fiabilidad en muchos
pacientes anteriormente.

La Evaluación Psicológica permite mejorar el conocimiento de uno


mismo y favorece una toma de decisiones realista respecto al
trabajo, la vida familiar y de pareja o las relaciones sociales.
La entrevista

La entrevista en psicología una conversación y/o relación


interpersonal entre dos o más personas, con unos objetivos
determinados, en la que alguien solicita ayuda y otro la ofrece, lo
que configura una diferencia explícita de roles en los
intervinientes. Estos roles marcan una relación asimétrica, puesto
que uno es el experto, el profesional, y otro es el que necesita de
su ayuda.
La entrevista se caracteriza por ser una técnica previa al
diagnóstico e incluso previa a cualquier modalidad de
intervención, imprescindible en el proceso de evaluación por la
cantidad de información y conocimiento personal que aporta del
sujeto en un breve espacio de tiempo. Se desarrolla a través de
una conversación con una finalidad, ya que se centra en la
demanda del sujeto, en la explicación de su problema

Es una técnica que recoge abiertamente la petición de ayuda del


entrevistado. No se buscan sólo datos precisos y contrastados de
los problemas, sino información acerca de cómo percibe el propio
sujeto el malestar por el que consulta. Esta información es por un
lado amplia y general y por otro específica y concreta, lo que
convierte a esta técnica en un instrumento insustituible de la
evaluación. La finalidad del psicólogo entrevistador es identificar
y clarificar la demanda, comprender los problemas y sentimientos
del demandante, elaborar las hipótesis pertinentes sobre la
consulta, confirmarlas en sucesivas sesiones o con otras técnicas
a fin de proponer estrategias de resolución del conflicto o de
promoción de salud. En un prefijado espacio de tiempo y lugar se
intenta comprender y dar respuesta a las necesidades de la
persona que demanda.
CAPÍTULO VI: TRASTORNOS DEL ESTADO DE ANIMO

Los trastornos del estado de ánimo (trastornos del humor) se


conocen también como trastornos afectivos. Afecto significa
estado emocional, que se expresa a través de gestos y
expresiones faciales.

La tristeza y la alegría son parte de la experiencia habitual de la


vida diaria, y difieren de la depresión y la manía que caracterizan
a los trastornos del estado de ánimo. La tristeza es una respuesta
natural a la pérdida, la derrota, el desengaño, el trauma o la
catástrofe.

La aflicción o el duelo es la reacción normal más habitual ante


una separación o una pérdida, como la muerte de un ser querido,
el divorcio o el desengaño amoroso. Generalmente, el duelo y la
pérdida no causan depresión persistente e incapacitante, excepto
en personas predispuestas a padecer trastornos del estado de
ánimo o del humor.

El diagnóstico del trastorno del estado de ánimo se realiza en los


casos en que la tristeza o la euforia son demasiado intensas,
aparece acompañado de otros síntomas característicos y de la
limitación de la capacidad de llevar una vida normal a nivel físico,
social y laboral.

Si únicamente se sufre depresión, se denomina trastorno


unipolar. Otros trastornos del ánimo, llamados trastornos
bipolares, incluyen episodios de depresión que alternan con
episodios de manía. La manía sin depresión (llamada manía
unipolar) es muy poco frecuente.

Alrededor del 30% de las personas refieren depresión como uno


de sus síntomas cuando acuden al médico. Pero menos del 10%
sufren realmente depresión grave. Casi el 4% de la población
estadounidense sufre trastorno bipolar.

El hecho de sufrir un trastorno del estado de ánimo, en particular


uno que implique depresión, aumenta el riesgo de desarrollar
otros problemas, como incapacidad para realizar las actividades
diarias y mantener relaciones, pérdida de apetito, ansiedad
extrema y alcoholismo. El 15% de las personas con depresión que
no reciben tratamiento acaba su vida suicidándose.
Depresión

La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento


de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar
diferentes actividades. También denominada «trastorno depresivo
mayor» o «depresión clínica», afecta los sentimientos, los
pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede
causar una variedad de problemas físicos y emocionales

Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una


debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de
manera sencilla. La depresión puede requerir tratamiento a largo
plazo. Pero no te desanimes. La mayoría de las personas con
depresión se sienten mejor con medicamentos, con psicoterapia o
con ambos.

Conceptos y características

Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la


vida; por lo general, las personas tienen varios episodios de
depresión. Durante estos episodios, los síntomas se producen
durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir
en:

 Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o


desesperanza

 Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por


asuntos de poca importancia

 Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades


habituales o todas, como las relaciones sexuales, los
pasatiempos o los deportes

 Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado


 Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas
pequeñas requieren un esfuerzo mayor

 Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida


y aumento de peso

 Ansiedad, agitación o inquietud

 Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos


corporales

 Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del


pasado o autorreprochesPara muchas personas con
depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves
para causar problemas evidentes en las actividades
cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades
sociales o las relaciones con otras personas. Algunas
personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin
saber realmente porqué.

Clasificación de la depresión

Episodio depresivo
El tipo más común y típico de depresión es el episodio depresivo.
Un episodio depresivo puede empezar rápidamente en algunos
días o más lentamente durante unas semanas, y suele tener una
duración de varias semanas o meses. Algunos de los síntomas
depresivos deben de estar presentes de manera continua al
menos durante 2 semanas para poder hablar de un episodio
depresivo. La mayoría de las personas que experimentan un
episodio depresivo, tendrán más episodios a lo largo de su vida
(trastorno depresivo recurrente). Este riesgo de recurrencia
puede reducirse con el tratamiento apropiado.

Trastorno depresivo recurrente


Cuando hay una recurrencia de un episodio depresivo, hablamos
de trastorno depresivo recurrente.

Distimia

La distimia se caracteriza por sintomatología depresiva menos


severa en comparación con la de un episodio depresivo o del
trastorno depresivo recurrente. A pesar de esto, el trastorno se
inicia normalmente en la adolescencia y es persistente, ya que los
síntomas suelen durar desde al menos 2 años hasta décadas.
Algunas personas con este trastorno, a veces sufren
adicionalmente episodios depresivos. En estos casos donde
aparece distimia + episodios depresivos, se diagnostica doble
depresión.

Depresión Bipolar

El trastorno afectivo bipolar (trastorno maniaco-depresivo) es un


trastorno severo. Es menos frecuente que los trastornos
unipolares.

Existen también la depresión atípica, el trastorno Afectivo


Estacional, Manía.

Trastorno bipolar
La mania se caracteriza por una euforia exagerada, la presencia
obsesiva de una idea fija y un estado anormal de agitación y
delirio, el cual esta presente en los episodios bipolares.

Por lo menos unos 2 millones de estadounidenses sufren de


trastorno bipolar.

Para los que están afligidos con la enfermedad, es


extremadamente preocupante y molestoso. Como otras
enfermedades serias, el trastorno bipolar también es difícil para
los esposos (-as), miembros de la familia, amistades y
empresarios. Todos que se relacionan con la persona que tiene el
trastorno bipolar posiblemente tendrán que enfrentarse con
problemas serios de comportamiento (tal como salidas para
gastar dinero sin control) y las consecuencias permanentes de
estos comportamientos.

El trastorno bipolar típicamente comienza en la adolescencia o


durante la temprana adultez y continua a través de toda la vida.
Frecuentemente no es reconocida como una enfermedad y las
personas que tienen la enfermedad pueden sufrir
innecesariamente por años o por décadas.

La enfermedad bipolar ha sido diagnosticada en niños(as) de


menos de 12 años de edad, aunque no es común durante esta
etapa de la niñez. Puede ser confundida con el trastorno del
déficit de la atención y del comportamiento perturbador, por lo
tanto un diagnóstico cuidadoso es necesario.

Concepto y características
El trastorno bipolar es frecuentemente difícil de reconocer y de
diagnosticar. Una de las razones es debido a la hipomanía, la cual
es una temprana señal del trastorno. La hipomanía puede causar
que la persona tenga un alto nivel de energía, pensamientos
grandiosos no reales o ideas e impulsividad o comportamiento
perturbador y alarmante.

Éstos síntomas pueden sentirse como algo bueno para la persona,


lo cual puede llevarle a que uno niega que existe un problema.
Otra razón para la falta de reconocimiento es que el trastorno
bipolar puede aparecer como síntomas de otras enfermedades o
puede ocurrir con otros problemas como los del abuso de
sustancias, comportamiento irregular en la escuela o problemas
en su lugar de empleo.

Los síntomas de la manía, los cuales pueden durar hasta tres


meses si no son tratados, incluyen:

 Aumento de energía, actividad, inquietud, pensamientos


rápidos y el hablar rápido.

 Negación de que existe algún problema

 Sentimientos excesivamente “altos” o eufóricos—la persona


se siente “encima del mundo” y nada, incluyendo malas
noticias o eventos trágicos, puede cambiar dicha “felicidad.”

 Irritabilidad extrema y fácil distracción.

 Reducción de la necesidad para dormir—la persona puede


durar por días sin dormir, o sin sentirse cansado(a).

 Creencias pocas realistas en tener ciertas habilidades y


poderes—la persona puede experimentar sentimientos de
confianza exagerada y de optimismo sin fundación.
 Falta de juicio que está fuera de carácter—la persona puede
hacer decisiones malas las cuales pueden llevarle a unos
falsos envolvimientos en actividades, reuniones y metas,
manejar un

Los síntomas de la depresión, los cuales pueden durar hasta tres


meses si no son tratados, incluyen:

 Animo persistente de tristeza, ansiedad o de soledad.

 Sentimientos de desesperanza o pesimismo.

 Sentimientos de culpabilidad, desvalorización, o impotencia.

 Pérdida de interés o placer en actividades ordinarias,


incluyendo el sexo.

 Decaída de energía, un sentimiento de fatiga o de siendo


más “lento”.

 Dificultad en la concentración, acordándose, o de hacer


decisiones.

 Inquietud e irritabilidad.

 Trastornos del dormir.

 Pérdida de apetito o de peso, o aumento de peso.

 Dolor crónico u otros síntomas del cuerpo persistentes los


cuales no son causados por enfermedades físicas.

 Pensamientos sobre la muerte o el suicidio; incluyendo


atentados al suicidio Tratamiento.

Cualquiera que sufra del trastorno bipolar debería de estar en


cuido psiquiátrico. Aliento y apoyo de los amigos y la familia en
reconocer el problema y en buscar ayuda son las claves
principales para el recobro.

Si la persona está en el medio de un episodio, él o ella pueden


rehusar el recibir ayuda. En esta situación, pueda que sea
necesario tener a la persona hospitalizada para su propia
protección para que pueda recibir el tratamiento que tanto
necesita, particularmente si la persona está considerando el
suicidio.

Causas de los trastornos del estado de ánimo

Se desconoce la causa exacta de los trastornos del estado de


ánimo. Al igual que sucede con muchos trastornos mentales,
puede comprender diversos factores, como:

 Diferencias biológicas. Las personas con depresión tienen


cambios físicos en el cerebro. La importancia de estos
cambios aún es incierta, pero con el tiempo pueden ayudar a
identificar las causas.

 Química del cerebro. Los neurotransmisores son sustancias


químicas que se encuentran naturalmente en el cerebro y
que probablemente desempeñan un rol en la depresión. Las
investigaciones recientes indican que los cambios en la
función y el efecto de estos neurotransmisores, y cómo
interactúan con los neurocircuitos involucrados en mantener
la estabilidad del estado de ánimo pueden tener un rol
importante en la depresión y su tratamiento.

 Hormonas. Es posible que los cambios en el equilibrio


hormonal del cuerpo tengan un rol al causar o desencadenar
la depresión. Los cambios hormonales pueden presentarse
en el embarazo y durante las semanas o meses después del
parto (posparto), y por problemas de tiroides, menopausia u
otros trastornos.

 Rasgos hereditarios. La depresión es más frecuente en las


personas cuyos parientes consanguíneos también tienen
este trastorno. Los investigadores están buscando genes que
puedan intervenir en el origen de la depresión.

CAPÍTULO VII. TRASTORNOS DE ANSIEDAD


Todo el mundo experimenta sentimientos de ansiedad de vez en
cuando. La ansiedad puede describirse como un sentimiento de
inquietud, nerviosismo, preocupación, temor o pánico por lo que
está a punto de ocurrir o puede ocurrir. Mientras que el miedo es
la emoción que sentimos en presencia de una amenaza, la
ansiedad es una sensación de un peligro, problema o amenaza
que está por suceder.

Para ser considerado un trastorno debe ponerse en medio de la


persona y el curso regular de su vida. Los trastornos de ansiedad
son problemas de salud mental que se relacionan con
experimentar en exceso ansiedad, miedo, nerviosismo,
preocupación o terror. La ansiedad demasiado constante o
demasiado intensa puede hacer que una persona se sienta
preocupada, distraída, tensa y siempre alerta.

Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de


salud mental más comunes. Afectan a personas de todas las
edades, incluidos los adultos, niños y adolescentes. Hay muchos
diferentes tipos de trastornos de ansiedad, con síntomas
diferentes. Sin embargo, todos tienen una cosa en común: la
ansiedad se presenta con demasiada frecuencia, es demasiado
intensa, es desproporcionada respecto a la situación del momento
e interfiere en la vida diaria de la persona y en su felicidad.

Los síntomas del trastorno de ansiedad pueden presentarse de


repente o aumentar poco a poco y persistir hasta que la persona
empieza a darse cuenta de que no está bien. A veces la ansiedad
crea una sensación de fatalidad y aprensión que parece
producirse sin ninguna razón. Es habitual en los que sufren de
trastorno de ansiedad no saber qué está causando las emociones,
preocupaciones y sensaciones que tienen.
Fobias especificas

El miedo ante peligros es una emoción normal que tiene una


función de supervivencia, ya que nos permite activar nuestro
organismo y que podamos movilizarnos en forma defensiva o de
huida, de modo que nos pongamos a salvo. Las fobias, sin
embargo, son miedos irracionales e intensos ante situaciones y/o
estímulos que no son realmente peligrosas para nuestra
supervivencia o, en caso de serlo, no tienen una alta probabilidad
de hacernos daño. Lo mismo ocurre cuando tenemos ansiedad
ante situaciones que objetivamente pueden suponer una
"amenaza", no física, sino psicológica o social. Por ejemplo, un
estudiante puede tener miedo a suspender o a quedar en ridículo
si no sabe responder de forma acertada a una pregunta que del
profesor en clase.

En las fobias, se produce un miedo intenso, irracional y


desproporcionado a la peligrosidad real de la situación,
manifestado en reacciones fisiológicas de ansiedad, por lo que en
esas situaciones la persona trata de "escapar" o bien, trata de
evitarla por todos los medios. Cuando hablamos de fobia
específica, quiere decir que el objeto de temor es un estímulo
concreto, una situación, un objeto, o un animal, por ejemplo, o
una categoría de estímulos relacionados.

Las fobias específicas más comunes son:


Trastorno de pánico

El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad. Causa


ataques de pánico, que son sensaciones repentinas de terror sin
un peligro aparente. La persona puede sentir como si estuviera
perdiendo el control.

También pueden presentarse síntomas físicos, tales como:

 Latidos rápidos del corazón (taquicardia)

 Dolor en el pecho o en el estómago

 Dificultad para respirar

 Debilidad o mareos
 Transpiración

 Calor o escalofríos

 Hormigueo o entumecimiento de las manos

Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, en


cualquier lugar y sin previo aviso. La persona puede tener miedo
de otra crisis y evitar los lugares en los que sufrió una crisis
anteriormente. En algunos casos, el miedo domina su vida y no
pueden salir de sus casas.

El trastorno de pánico es más común entre las mujeres que entre


los hombres. Suele comenzar entre los adultos jóvenes. Algunas
veces comienza cuando una persona se encuentra sometida a
mucho estrés. La mayoría de las personas mejora con el
tratamiento. La terapia puede demostrarle cómo identificar y
cambiar los patrones de pensamiento antes de que lo conduzcan
al pánico. Las medicinas también pueden serle de ayuda.

Otros trastornos de ansiedad

Los diferentes trastornos de ansiedad se denominan con nombres


que reflejan sus síntomas específicos.

 Ansiedad generalizada. Este común trastorno de ansiedad


hace que una persona se preocupe excesivamente sobre
muchas cosas. Alguien con ansiedad generalizada se
preocupa excesivamente sobre la escuela, la salud, la
seguridad de sus familiares y el futuro. Puede que siempre
piense en lo peor que puede ocurrir.

 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Para una persona con


TOC, la ansiedad toma la forma de obsesiones
(pensamientos negativos) y compulsiones (acciones para
intentar aliviar la ansiedad).
 Fobias. Son temores intensos a situaciones específicas o a
cosas que no son realmente peligrosas, como las alturas, los
perros o caerse en un avión. Las fobias normalmente hacen
que las personas eviten las cosas que le provocan miedo.

 Fobia social (ansiedad social). Esta intensa ansiedad se


desencadena por situaciones sociales o por hablar delante
de otros. Una forma extrema llamada mutismo selectivo
provoca que los niños y los adolescentes tengan demasiado
miedo como para hablar en ciertas situaciones.

 Crisis de angustia. Estos episodios de ansiedad pueden


ocurrir sin una razón aparente. Una persona que sufre una
crisis de angustia tiene síntomas físicos repentinos e
intensos que pueden incluir palpitaciones, sensación de
ahogo o falta de aliento, mareo, entumecimiento o sensación
de hormigueo causados por una hiperactividad de las
respuestas normales del organismo ante el miedo. La
agorafobia es un intenso miedo a los ataques de pánico que
hace que la persona evite ir a cualquier lugar donde sea
posible que sufra un ataque de pánico.

 Trastorno de estrés postraumático (PTSD). Este tipo de


trastorno de ansiedad es consecuencia de una experiencia
del pasado traumática o aterradora. Los síntomas incluyen
recurrencia de recuerdos de la experiencia, pesadillas y
temor constante después del acontecimiento.

Causas de los trastornos de ansiedad


CAPÍTULO VIII. TRASTORNOS PSICOSOMATICOS Y
SOMATOFORMES

Trastornos Psicomáticos

Los factores psicológicos pueden desempeñar un papel principal


en la historia de algunas enfermedades. Cualquier trastorno físico
suele implicar, a distintos niveles, alteraciones psicológicas, y
viceversa. Tradicionalmente se ha hablado de "Trastornos
psicosomáticos" (DSM-II). El DSM habla de "Factores psicológicos
que afectan al estado físico o a la condición médica".

La psicosomática tradicional, se ajustaba bastante a los 7 tipos de


trastornos psicosomáticos establecidos por Alexander.

No resultaba apropiado diagnosticar un trastorno siguiendo un


criterio de causación lineal (las causas son múltiples e
interrelacionadas).

Resultaba difícil diferenciar un trastorno psicofisiológico de una


histeria de conversión. El DSM-III: Introduce la categoría
denominada "Factores psicológicos que afectan a la condición
física".

El DSM-IV: Sigue con la misma denominación: "Factores


psicológicos que afectan a la condición médica general": En
primer término, debe existir una condición médica general (se
codifica en el Eje III). La separación entre trastornos mental (eje I)
y condición médica general (eje III), no significa que exista una
distinción fundamental entre ambos.

Los factores psicológicos pueden afectar a una condición médica,


a través de las siguientes vías (DSM-IV):

 Alterando el curso de la enfermedad.


 Interfiriendo con el tratamiento.

 Constituyendo un factor de riesgo adicional.

 Precipitando o excerbando los síntomas, a través de


respuestas fisiológicas asociadas al estrés (broncoespasmo
en el asma).

Trastornos somatoformes

La característica común de los trastornos somatomorfos es la


presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad
médica y que no pueden explicarse completamente por la
presencia de una enfermedad, por los efectos directos de una
sustancia o por otro trastorno mental (p. ej., trastorno de
angustia).

Los síntomas deben producir malestar clínicamente significativo o


deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo. A diferencia de lo que ocurre en los
trastornos facticios y en la simulación, los síntomas físicos no son
intencionados (p. ej., bajo control voluntario).

Los trastornos somatomorfos se diferencian de los factores


psicológicos que afectan el estado físico por la ausencia de una
enfermedad médica diagnosticable que pueda explicar por
completo todos los síntomas físicos. La agrupación de estos
trastornos en un único grupo está basada más en la utilidad (p.
ej., la necesidad de excluir enfermedades médicas ocultas o
etiologías inducidas por sustancias) que en las hipótesis sobre
etiologías o mecanismos compartidos.
Estos trastornos se observan con bastante frecuencia en los
centros hospitalarios. Los distintos trastornos somatoformes son
los siguientes:

 El trastorno de somatización (anteriormente histeria o


síndrome de Briquet) es un trastorno polisintomático que se
inicia antes de los 30 años, persiste durante varios años y se
caracteriza por una combinación de síntomas
gastrointestinales, sexuales, pseudoneurológicos y dolor.

 El trastorno somatomorfo indiferenciado se caracteriza por


síntomas físicos no explicados, que persisten al menos 6
meses y que son insuficientes para establecer el diagnóstico
de trastorno de somatización.

 El trastorno de conversión consiste en síntomas o


disfunciones no explicadas de las funciones motoras
voluntarias o sensoriales, que sugieren un trastorno
neurológico o médico. Se considera que los factores
psicológicos están asociados a los síntomas o a las
disfunciones.

 El trastorno por dolor consiste en la presencia de dolor como


objeto predominante de atención clínica. Además, se
considera que los factores psicológicos desempeñan un
papel importante en su inicio, gravedad, exacerbación o
persistencia.

 La hipocondría es la preocupación y el miedo de tener, o la


idea de padecer, una enfermedad grave a partir de la mala
interpretación de los síntomas o funciones corporales.

 El trastorno dismórfico corporal es la preocupación por algún


defecto imaginario o exagerado en el aspecto físico.

 En el trastorno somatomorfo no especificado se incluyen los


trastornos con síntomas somatomorfos que no cumplen los
criterios de cualquiera de los trastornos somatomorfos
específicos.
CAPÍTULO IX. TRASTORNOS DISOCIATIVOS

Amnesia disociativa

La amnesia disociativa es la amnesia originada por un


acontecimiento traumático o estresante, que produce una
incapacidad para recordar información personal importante.

Las personas tienen lagunas en su memoria, que pueden


abarcar desde minutos hasta décadas de su vida. Una vez
realizadas las pruebas convenientes para descartar otras posibles
causas, los médicos diagnostican el trastorno en función de los
síntomas.

Para rellenar las lagunas de memoria, se emplean técnicas de


recuperación de memoria que incluyen la hipnosis y las
entrevistas facilitadas con fármacos.

La psicoterapia ayuda a la persona afectada a lidiar con las


experiencias que desencadenaron el trastorno.

La amnesia es la incapacidad total o parcial para recordar


experiencias recientes o lejanas del pasado. Cuando se debe a
una alteración psicológica más que a una alteración orgánica,
recibe el nombre de amnesia disociativa.
En la amnesia disociativa, la pérdida de memoria suele afectar a
la información que forma parte del conocimiento consciente
rutinario o de la memoria autobiográfica:

 ¿Quién soy?

 ¿A dónde voy?

 ¿Con quién he hablado?

 ¿Qué he hecho, dicho, pensado o sentido?

Frecuentemente, se trata de información sobre acontecimientos


traumáticos o estresantes, como haber sufrido abusos durante la
infancia. A veces la información, pese a estar olvidada, continúa
influyendo en el comportamiento. Por ejemplo, aunque una mujer
que fue violada en un ascensor no pueda recordar ningún detalle
del asalto, evita los ascensores y no está dispuesta a entrar en
ellos.

El trastorno es más frecuente entre las mujeres que entre los


hombres y por lo general lo sufren personas que han
experimentado o presenciado acontecimientos traumáticos, como
maltratos físicos o abusos sexuales, violaciones, guerras,
genocidios, accidentes, desastres naturales o la muerte de un ser
querido.

La amnesia disociativa puede persistir durante algún tiempo


después del acontecimiento traumático. En ocasiones, las
personas parecen recuperar la memoria de manera espontánea.
A menos que sean confirmados por otra persona u otras pruebas,
es difícil definir la certidumbre y la exactitud con la que tales
recuerdos reflejan acontecimientos reales del pasado.

La pérdida de memoria puede estar relacionada con cualquiera de


los aspectos siguientes:
 Un acontecimiento o acontecimientos concretos o un período
de tiempo concreto, como los meses o años en los que se
han sufrido abusos sexuales durante la infancia o los días
pasados en combate (amnesia localizada).

 Sólo ciertos aspectos de un acontecimiento o sólo ciertos


acontecimientos, durante un período de tiempo (amnesia
selectiva)

 La identidad personal y toda la historia de vida, incluyendo


en ocasiones habilidades e información sobre el mundo bien
asentadas (amnesia generalizada).

 La información sobre una categoría específica, como toda la


información sobre una persona en particular o sobre su
familia (amnesia sistematizada)

 Cada nuevo acontecimiento a medida que se produce


(amnesia continua).

Trastornos de despersonalización

El trastorno de despersonalización/desrealización se caracteriza


por una sensación persistente o repetitiva de separación del
propio cuerpo o de los propios procesos mentales, como un
observador externo de su propia vida (despersonalización) y/o
como sentirse totalmente desconectado del entorno que le rodea
a uno (desrealización).

El trastorno generalmente se desencadena por un acontecimiento


estresante grave, en particular el maltrato emocional o la
negligencia durante la infancia u otros acontecimientos
estresantes importantes (como experimentar o presenciar
maltrato físico).

Las sensaciones de desconexión de uno mismo o del entorno


pueden aparecer de forma periódica o continua.
Una vez realizadas las pruebas convenientes para descartar otras
posibles causas, los médicos diagnostican el trastorno en función
de los síntomas.

La psicoterapia, en especial la terapia cognitivo-conductual, suele


resultar útil.

Son frecuentes lo sentimientos temporales de despersonalización


y/o desrealización. Alrededor de una cuarta parte de las personas
afectadas se sienten en uno u otro momento desconectadas de sí
mismas (despersonalización) o de su entorno (desrealización).

Este sentimiento suele ocurrir después de que la persona en


cuestión:

 Se exponga a un peligro potencialmente letal.

 Consuma ciertas drogas recreativas (como marihuana,


alucinógenos, ketamina o éxtasis).

 Se canse mucho.

 Se vea privada de sueño o de estimulación sensorial.

Causas de los trastornos disociativos

Los trastornos disociativos suelen manifestarse como una manera


de afrontar los traumas. La mayoría de las veces, los trastornos
se presentan en niños sometidos a maltrato emocional, abuso
sexual o maltrato físico durante un largo tiempo, o bien, con
menor frecuencia, a un entorno doméstico aterrador o muy
impredecible. El estrés de una guerra o una catástrofe natural
pueden generar trastornos disociativos.
La identidad personal aún está en formación durante la infancia.
Por eso, un niño tiene una capacidad mayor que un adulto de
despegarse de sí mismo y observar el trauma como si le estuviera
pasando a otra persona. Un niño que aprende a disociar para
superar una experiencia traumática puede usar ese mecanismo
de superación como respuesta a situaciones estresantes en su
vida.

CAPÍTULO X. TRASTORNOS SEXUALES


Disfunción sexual

Se llama disfunción sexual a la dificultad durante cualquier etapa


del acto sexual (que incluye deseo, excitación, orgasmo y
resolución) que evita al individuo o pareja el disfrute de la
actividad sexual.

Las disfunciones sexuales pueden manifestarse al comienzo de la


vida sexual de la persona o pueden desarrollarse más adelante.
Algunas de ellas pueden desarrollarse paulatinamente con el
tiempo, y otras pueden aparecer súbitamente como incapacidad
total o parcial para participar de una o más etapas del acto
sexual.

La disfunciones sexuales se caracterizan por la alteración del


deseo sexual, por cambios psicofisiológicos en el ciclo de la
respuesta sexual y por la provocación de malestar y problemas
interpersonales.
Las disfunciones sexuales aparecen en cada una de las fases del
ciclo de respuesta sexual.

Estas fases son 4:

• Fase de deseo: Con fantasías sexuales y el deseo de llevarlas a


cabo. Los trastornos propios de esta fase son: el deseo sexual
hipo activo, cuya característica esencial es la ausencia de
fantasías y deseos sexuales, el sujeto no tiene necesidad ni toma
la iniciativa para realizar actividad sexual, y el trastorno por
aversión al sexo, cuya característica principal es la aversión y
evitación sexual genital con la pareja.

• Fase de excitación: Con sensación de placer y cambios


fisiológicos (en el varón la erección y en la mujer, la lubricación y
expansión de la vagina, entre otros). Los trastornos propios de
esta fase son: El trastorno de la excitación sexual en la mujer, con
la incapacidad persistente o recurrente para obtener o mantener
la respuesta de lubricación propia de la excitación sexual y el
trastorno de erección en el varón con la incapacidad persistente o
recurrente para mantener una erección apropiada hasta el final
de la actividad sexual.

• Fase de orgasmo: Culminación del placer sexual con la


contracción rítmica de los músculos del perineo y de los órganos
reproductores. En el varón se produce la eyaculación del semen y
en la mujer se producen contracciones en el tercio externo de la
vagina. ). Los trastornos propios de esta fase son: el trastorno
orgásmico femenino que se caracteriza por la ausencia o el
retraso persistente o recurrente del orgasmo después de una fase
de excitación sexual normal, el trastorno orgásmico masculino
que se caracteriza por la ausencia o el retraso persistente o
recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual
normal, y la eyaculación precoz del varón que consiste en la
aparición del orgasmo y la eyaculación en respuesta a una
estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo
después de la penetración y antes de que la persona lo desee.
• Fase de resolución: Con relajación muscular y bienestar
general.

A los trastornos sexuales propios de cada fase del ciclo de


respuesta sexual hay que añadir los trastornos sexuales por dolor,
que son: la dispareunia; que consiste en dolor genital durante el
coito (aunque también puede aparecer antes o después), afecta
tanto a hombres como a mujeres, y el vaginismo, que consiste en
la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente,
de los músculos perineales del tercio externo de la vagina, frente
a la introducción del pene.

Los factores emocionales que afectan a la vida sexual incluyen


tanto problemas interpersonales (como problemas de pareja o
falta de confianza y comunicación) como psicológicos del
individuo (depresión, miedos y culpa, traumas, entre otras).

Los factores físicos incluyen drogas (alcohol, nicotina, narcóticos,


estimulantes, antihipertensivos, antihistamínicos y algunos
medicamentos psicoterapéuticos), lesiones de espalda,
hiperplasia prostática benigna, problemas de riego sanguíneo,
daños nerviosos (como heridas en la médula espinal), diversas
enfermedades (neuropatía diabética, esclerosis múltiple, tumores
y, raramente, sífilis terciaria), fallos en varios sistemas orgánicos
(como el corazón y los pulmones), desórdenes y algunas
enfermedades congénitas.
Clasificación

Las disfunciones sexuales suelen clasificarse en cuatro


categorías:

• Trastornos del deseo sexual o anafrodisia: Puede deberse a


una bajada del nivel normal de producción del estrógeno (en las
mujeres) o la testosterona (en los varones). Otras causas pueden
ser la edad, la fatiga, el embarazo, la medicación (como los ISRS)
o enfermedades psiquiátricas, como depresión o ansiedad.

• Trastornos de la excitación sexual, previamente llamados


«impotencia» en los hombres y «frigidez» en las mujeres, aunque
ahora se usan términos menos críticos: para los hombres, se
emplea el de «disfunción eréctil» y para las mujeres se utilizan
diferentes alusivos a los diversos problemas. Estos desórdenes se
manifiestan como aversión o elusión del contacto sexual con la
pareja. Puede haber causas médicas para estos problemas, como
insuficiente riego sanguíneo o falta de lubricación vaginal. Las
enfermedades crónicas también contribuyen, así como la
naturaleza de la relación entre las partes.

• Trastornos del orgasmo, como el retraso persistente o la


ausencia de orgasmo tras una fase normal de excitación sexual.
Estos trastornos ocurren tanto en hombre como en mujeres. De
nuevo, los antidepresivos ISRS son con frecuencia culpables.

• Trastornos de dolor sexual, que afectan casi exclusivamente


a las mujeres y se conocen como dispareunia (intercambio sexual
doloroso) y vaginismo (espamos involuntarios de los músculos de
la pared vaginal que dificultan o impiden el coito). La dispareunia
puede ser provocada en las mujeres por una lubricación
insuficiente (sequedad vaginal).
La cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de
Psiquiatría (DSM-IV) enumera los siguientes desórdenes sexuales
psicológicos:

• Deseo sexual hipoactivo (asexualidad)

• Trastorno de aversión sexual (elusión o falta de deseo de


intercambio sexual)

• Trastorno de excitación sexual femenina (fallo de la normal


respuesta de excitación sexual: lubricación, etcétera)

• Disfunción eréctil masculina

• Trastorno del orgasmo femenino (véase anorgasmia)

• Trastorno del orgasmo masculino (véase anorgasmia)

• Eyaculación precoz

• Parafilias

• Trastorno de identidad de género

• Trastorno de estrés postraumático debido a mutilación


genital o abusos infantiles

• Trastorno de identidad de genero


Trastornos de la identidad de genero

La disforia de género, también llamado trastorno de identidad de


género, es un diagnóstico psiquiátrico designado a las personas
que sienten una disforia o distrés significativos debido a la
discordancia entre su identidad de género y su género/sexo físico
o asignado al nacer, con los que no se identifican ni sienten como
propios.

La OMS lo ha descartado como un trastorno psiquiátrico, puesto


que mientras que el trastorno de identidad de género fue
clasificado como un desorden, ya no es clasificado de esta forma.
A su vez, en el DSM-5 (publicado por la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría) fue reclasificado, moviéndose de
la categoría de trastornos sexuales hacia una propia, y
renombrado como disforia de género con el objetivo de evitar la
estigmatización hacia los individuos transgénero.
En esta reclasificación se aclara que la disconformidad de género
no constituye enfermedad mental en sí misma, sino que su
elemento crítico es la presencia de malestar clínicamente
significativo asociado a la condición de género.

De esta manera, la disforia de género no debe confundirse con la


disconformidad de género —las conductas que no coinciden con
el comportamiento socialmente asociado a un género—, ni con
orientación sexual, ni la identidad de género, ya que estas no son
trastornos mentales.

Disforia, como término opuesto a «euforia», designa disgusto,


desajuste o malestar; la disforia de género es por tanto el
disgusto, desajuste o malestar con el sexo biológico que le ha
correspondido al sujeto.

Este concepto fue introducido por el psicólogo neozelandés John


Money.

Los niños con disforia de género pueden presentar las siguientes


conductas o actitudes:

 Prefieren vestirse como el otro sexo.

 Insisten en que pertenecen al otro sexo

 Desearían despertarse siendo del otro sexo


 Prefieren participar en juegos y actividades asociadas al otro
sexo

 Tienen sentimientos negativos sobre sus genitales

Por ejemplo, una niña puede insistir en que se dejará crecer un


pene y en que se convertirá en un niño; o también querrá orinar
de pie. Un niño puede fantasear acerca de ser mujer y evitar los
juegos bruscos y competitivos. Se sentará para orinar y deseará
librarse del pene y de los testículos.

Aunque la mayoría de los transexuales comienzan a presentar


síntomas de disforia de género o comienzan a sentirse diferentes
durante la primera infancia, algunos no reconocen estos
sentimientos hasta la edad adulta.

Los adultos que sienten que su sexo anatómico no coincide con


su identidad de género pueden no requerir tratamiento si no
presentan malestar psicológico o problemas en su funcionamiento
social.

Las personas transexuales pueden buscar ayuda psicológica para


conseguir:

 Apoyo psicológico para poder sobrellevar las dificultades de


vivir en un cuerpo con el que no se sienten cómodos.

 Ayuda para someterse a una transición de sexo.

 Terapia hormonal.

Otros transexuales, además de adoptar la conducta, la forma de


vestir y la gestualidad del sexo opuesto, se someten a
tratamiento hormonal para modificar sus características sexuales
secundarias:
En personas cuyo sexo biológico es masculino, el uso de
estrógenos (hormonas femeninas) produce crecimiento mamario
y otros cambios corporales, como atrofia de los genitales e
incapacidad para mantener una erección.

En las personas con sexo biológico femenino, el empleo de


testosterona (la hormona masculina) provoca cambios como
crecimiento del vello facial, agravamiento de la voz y otros
cambios que afectan al olor corporal y a la distribución de la
grasa corporal.

CAPÍTULO XI. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e


inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se
aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto,
tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es
estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios
para el sujeto.
Los trastornos de la personalidad están reunidos en tres grupos
que se basan en las similitudes de sus características.

El grupo A incluye los trastornos paranoide, esquizoide y


esquizotípico de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos
suelen parecer raros o excéntricos.

El grupo B incluye los trastornos antisocial, límite, histriónico y


narcisista de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos
suelen parecer dramáticos, emotivos o inestables.

El grupo C incluye los trastornos por evitación, por dependencia y


obsesivo-compulsivo de la personalidad. Los sujetos con estos
trastornos suelen parecer ansiosos o temerosos. Es frecuente que
los individuos presenten al mismo tiempo varios trastornos de la
personalidad pertenecientes a grupos distintos.

Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas


de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno
mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de
contextos sociales y personales.

Los rasgos de personalidad sólo constituyen trastornos de la


personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y cuando
causan un deterioro funcional significativo o un malestar
subjetivo.

La característica principal de un trastorno de la personalidad es


un patrón permanente de experiencia interna y de
comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas
de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos de
las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva, de la actividad
interpersonal o del control de los impulsos. Este patrón
persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de
situaciones personales y sociales y provoca malestar clínicamente
significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo.
El patrón es estable y de larga duración y se puede descubrir que
su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de
la edad adulta.

El patrón no es atribuible a una manifestación o una


consecuencia de otro trastorno mental y no es debido a los
efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo: una
droga, una medicación o la exposición a un tóxico) ni a una
enfermedad médica (por ejemplo, traumatismo craneal). Los
ítems en cada grupo de criterios para cada uno de los trastornos
de la personalidad específicos son enumerados en orden de
importancia diagnóstica decreciente según los datos relevantes
sobre eficiencia diagnóstica (cuando existen).

Tipos de trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidade se dividen en grupos, según el


DSM IV e el grupo A se encuentran:

 Trastorno paranoide de la personalidad:

Características diagnósticas. La característica esencial


del trastorno paranoide de la personalidad es un patrón
de desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de
forma que las intenciones de éstos son interpretadas
como maliciosas. Este patrón empieza al principio de la
edad adulta y aparece en diversos contextos.
Los individuos con este trastorno dan por hecho que los
demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer
daño o les van a engañar, aunque no tengan prueba
alguna que apoye estas previsiones.

Con pocas o ninguna prueba, tienen base suficiente


para sospechar que los demás están urdiendo algún
complot en su contra y que pueden ser atacados en
cualquier momento, de repente y sin ninguna razón.

 Trastorno esquizoide de la personalidad

La característica esencial del trastorno esquizoide de la


personalidad es un patrón general de distanciamiento
de las relaciones sociales y de restricción de la
expresión emocional en el plano interpersonal.

Este patrón comienza al principio de la edad adulta y se


da en diversos contextos. Los sujetos con trastorno
esquizoide de la personalidad no demuestran tener
deseos de intimidad, parecen indiferentes a las
oportunidades de establecer relaciones personales y no
parece que les satisfaga demasiado formar parte de
una familia o de un grupo social.

Prefieren emplear el tiempo en sí mismos, más que


estar con otras personas. Suelen estar socialmente
aislados o ser «solitarios» y casi siempre escogen
actividades solitarias o aficiones que no requieran
interacciones con otras personas. Prefieren las tareas
mecánicas o abstractas como los juegos de ordenador o
matemáticos. Pueden mostrar un interés muy escaso
en tener experiencias sexuales con otra persona. Suele
haber una reducción de la sensación de placer a partir
de experiencias sensoriales, corporales o
interpersonales, como pasear por una playa tomando el
sol o hacer el amor.
 Trastorno esquizotípico de la personalidad:

La característica esencial del trastorno esquizotípico de


la personalidad es un patrón general de déficit sociales
e interpersonales caracterizados por un malestar agudo
y una capacidad reducida para las relaciones
personales, así como por distorsiones cognoscitivas o
perceptivas y excentricidades del comportamiento.

Este patrón comienza al inicio de la edad adulta y se


observa en diversos contextos.

Los individuos con trastorno esquizotípico de la


personalidad suelen tener ideas de referencia (por
ejemplo, interpretaciones incorrectas de incidentes
casuales y acontecimientos externos como poseedores
de un significado especial e inhabitual específico para
esa persona).

Esto debe diferenciarse de las ideas delirantes de


referencia en las que las creencias son mantenidas con
una convicción delirante.

Los trastornos contenidos dentro del grupo B son:

 Trastorno antisocial de la personalidad:

La característica esencial del trastorno antisocial de la


personalidad es un patrón general de desprecio y
violación de los derechos de los demás, que comienza
en la infancia o el principio de la adolescencia y
continúa en la edad adulta.

Este patrón también ha sido denominado psicopatía,


sociopatía o trastorno disocial de la personalidad.
Puesto que el engaño y la manipulación son
características centrales del trastorno antisocial de la
personalidad, puede ser especialmente útil integrar la
información obtenida en la evaluación clínica
sistemática con la información recogida de fuentes
colaterales.

Para que se pueda establecer este diagnóstico el sujeto


debe tener al menos 18 años y tener historia de
algunos síntomas de un trastorno disocial antes de los
15 años.

El trastorno disocial implica un patrón repetitivo y


persistente de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de los demás o las principales reglas
o normas sociales apropiadas para la edad. Los
comportamientos característicos específicos del
trastorno disocial forman parte de una de estas cuatro
categorías: agresión a la gente o los animales,
destrucción de la propiedad, fraudes o hurtos, o
violación grave de las normas.

 Trastorno límite de la personalidad:

La característica esencial del trastorno límite de la


personalidad es un patrón general de inestabilidad en
las relaciones interpersonales, la autoimagen y la
afectividad, y una notable impulsividad que comienza al
principio de la edad adulta y se da en diversos
contextos.

Los sujetos con un trastorno límite de la personalidad


realizan frenéticos esfuerzos para evitar un abandono
real o imaginado. La percepción de una inminente
separación o rechazo, o la pérdida de la estructura
externa, pueden ocasionar cambios profundos en la
autoimagen, afectividad, cognición y comportamiento.

Estos sujetos son muy sensibles a las circunstancias


ambientales.

Experimentan intensos temores a ser abandonados y


una ira inapropiada incluso ante una separación que en
realidad es por un tiempo limitado o cuando se
producen cambios inevitables en los planes (por
ejemplo: reacción de desesperación brusca cuando el
clínico les anuncia el final de su tiempo de visita,
angustia o enfurecimiento cuando alguien importante
para ellos se retrasa aunque sea sólo unos minutos o
cuando tiene que cancelar su cita). Pueden creer que
este «abandono» implica el ser «malos».

 Trastorno histriónico de la personalidad:

La característica esencial del trastorno histriónico de la


personalidad es la emotividad generalizada y excesiva
y el comportamiento de búsqueda de atención.

Este patrón empieza al principio de la edad adulta y se


da en diversos contextos.

Los sujetos con trastorno histriónico de la personalidad


no están cómodos o se sienten despreciados cuando no
son el centro de atención.
En general son vivaces y dramáticos y tienden a llamar
la atención, pudiendo, al principio, seducir a sus nuevos
conocidos por su entusiasmo, por ser aparentemente
muy abiertos o por ser seductores.
Sin embargo, estas cualidades van atenuándose con el
tiempo a medida que estos sujetos demandan
continuamente ser el centro de atención. Hacen el
papel de ser «el alma de la fiesta». Cuando no son el
centro de atención pueden hacer algo dramático (por
ejemplo: inventar historias, hacer un drama) para
atraer la atención sobre sí mismos. Esta necesidad
suele ser evidente en su comportamiento con el clínico
(por ejemplo: adular, hacer regalos, hacer
descripciones dramáticas de los síntomas físicos y
psicológicos que son reemplazados por síntomas
nuevos a cada visita).
 Trastorno narcisista de la personalidad:

La característica esencial del trastorno narcisista de la


personalidad es un patrón general de grandiosidad,
necesidad de admiración y falta de empatía que
empieza al comienzo de la edad adulta y que se da en
diversos contextos.

Los sujetos con este trastorno tienen un sentido


grandioso de autoimportancia.
Es habitual en ellos el sobrevalorar sus capacidades y
exagerar sus conocimientos y cualidades, con lo que
frecuentemente dan la impresión de ser jactanciosos y
presuntuosos.

Pueden asumir alegremente el que otros otorguen un


valor exagerado a sus actos y sorprenderse cuando no
reciben las alabanzas que esperan y que creen
merecer. Es frecuente que de forma implícita en la
exageración de sus logros se dé una infravaloración
(devaluación) de la contribución de los demás.

Los trastornos contenidos en el grupo C son:

 Trastorno de la personalidad por evitación:

La característica esencial del trastorno de la


personalidad por evitación es un patrón general de
inhibición social, unos sentimientos de inadecuación y
una hipersensibilidad a la evaluación negativa que
comienzan al principio de la edad adulta y que se dan
en diversos contextos.

 Trastorno de la personalidad por dependencia:


La característica esencial del trastorno de la
personalidad por dependencia es una necesidad
general y excesiva de que se ocupen de uno, que
ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y
temores de separación.

Este patrón empieza al principio de la edad adulta y se


da en diversos contextos. Los comportamientos
dependientes y sumisos están destinados a provocar
atenciones y surgen de una percepción de uno mismo
como incapaz de funcionar adecuadamente sin la
ayuda de los demás.

 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad:

La característica esencial del trastorno obsesivo-


compulsivo de la personalidad es una preocupación por
el orden, el perfeccionismo y el control mental e
interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la
espontaneidad y la eficiencia.

Este patrón empieza al principio de la edad adulta y se


da en diversos contextos.

Causas del trastorno de la personalidad antisocial

La personalidad es la combinación de los pensamientos, las


emociones y las conductas que hacen a cada persona única.

Es el modo en el que las personas ven el mundo exterior, lo


entienden y se relacionan con él, así como la manera en que se
ven a ellos mismos. La personalidad se forma durante la infancia
y se ve moldeada por una interacción de tendencias heredadas
con factores del entorno.
Se desconoce la causa exacta del trastorno de personalidad
antisocial; sin embargo, lo que se detalla a continuación podría
estar involucrado:

 Los genes puede hacerte vulnerable a presentar el trastorno


de personalidad antisocial, y las situaciones de vida pueden
desencadenar su desarrollo.

 Durante el desarrollo del cerebro, se pueden haber


presentado cambios en el modo en el que el cerebro
funciona

CAPÍTULO XII. TRASTORNOS ESQUIZOFRÉNICOS


La esquizofrenia es una enfermedad que afecta a millones de
personas en el mundo. Se calcula que, de cada 100 personas, una
padece esquizofrenia. Generalmente aparece en adultos jóvenes.

No puede decirse que sea una enfermedad de un determinado


perfil de persona, sino que se presenta con una frecuencia similar
en los diferentes niveles socioeconómicos, en las diferentes
culturas mundiales y en ambos sexos (generalmente con un inicio
más precoz en los varones).

Con objeto de explicar en qué consiste esta enfermedad,


expondremos brevemente algunos datos sobre el funcionamiento
del sistema nervioso:

El sistema nervioso está constituido principalmente por redes de


un tipo de células especializadas, las neuronas. Las neuronas
cumplen la función de recibir e integrar información y de enviar
señales a otras células.

Esto sucede por medio de unos circuitos de información


complejos, que permiten que las neuronas se comuniquen entre
sí mediante impulsos eléctricos, a través de unas sustancias
llamadas neurotransmisores.

En el interior del cráneo es donde se encuentra el encéfalo, que


forma parte del sistema nervioso, y donde se localizan las pautas
de organización de nuestro pensamiento y comportamiento
diarios.

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral compleja en la que


existe un funcionamiento defectuoso de los circuitos cerebrales
con un desequilibrio entre los neurotransmisores. Como resultado
de ello, se verán afectadas algunas de las funciones que rigen el
pensamiento, las emociones y la conducta.

Tipos de trastornos esquizofrénicos

 Esquizofrenia paranoide:

Es la más frecuente de todos los tipos de esquizofrenia,


se caracteriza por la presencia de alucinaciones
auditivas y delirios.
Los delirios más comunes son los de la persecución.
Con frecuencia hacen interpretaciones erróneas sobre
lo que sucede a su alrededor, así, por ejemplo, si un
grupo de personas están hablando, pueden pensar que
están hablando sobre ellos o si están riendo que están
riéndose de ellos.

 Esquizofrenia hebefrenia o desorganizada:

Se caracteriza por un habla desorganizada, es decir su


forma de hablar es incoherente. Presentan respuestas
emocionales fuera de lugar y suelen tener reacciones
inapropiadas ante determinadas circunstancias o
cuando se les comunica determinadas noticias.
 Esquizofrenia catatónica:

Se caracteriza por la perturbación en la actividad


motora, puede presentar una actividad motora excesiva
o bien inmovilidad (catalepsia).

Los catatónicos con una actividad motora excesiva


están excitados, duermen poco y están en continua
actividad hasta que caen agotados.

 Esquizofrenia indiferenciada:

Los síntomas de esta esquizofrenia son mixtos o


indiferenciados, no predomina ningún síntoma concreto
para su diagnóstico o sus síntomas no pueden ser
encuadrados en ningún tipo mencionado
anteriormente.

Es decir, pueden incluir delirios, alucinaciones,


pensamiento desorganizado, incoherencia. En algunas
ocasiones, suele ser una etapa previa a otro subtipo.

 Esquizofrenia residual:

Se refiere a personas que han sufrido al menos un


episodio de esquizofrenia en el pasado, pero que en la
actualidad no presentan indicios de ningún tipo de
esquizofrenia o síntomas psicóticos relevantes.

Este tipo de referencia también incluye la situación final


en la que se encuentran personas con diversos tipos de
esquizofrenia como consecuencia del paso del tiempo y
de una degeneración de la enfermedad.

Se caracteriza por la presencia de síntomas negativos y


por un considerable deterioro de la inteligencia y del
pensamiento, así como de un menoscabo en las
capacidades de autocuidados o en el desarrollo de su
vida cotidiana.
 Esquizofrenia simple:

No presenta ni alucinaciones ni delirios, pero quien lo


sufre pierde sus capacidades. Es menos psicótica y
predominan los síntomas negativos.

Causas de la esquizofrenia

La esquizofrenia es el resultado de la interacción de numerosos


factores. La teoría en la que se basan actualmente los científicos
es que existiría una alteración en el desarrollo del sistema
nervioso central, ya desde la vida prenatal, que podría explicar el
funcionamiento anómalo posterior.

Los factores de riesgo que pueden predisponer a la enfermedad


son:

 Predisposición genética.

 Estresantes ambientales.

 Acontecimientos vitales entorno a una persona predispuesta


pueden condicionar el inicio de la enfermedad o posteriores
recaídas.

 Incumplimiento de la medicación.

Muchas de las recaídas se deben a que existe un abandono de la


medicación. Algunos de los factores que favorecen este
incumplimiento son: el cansancio ante la necesidad de un
tratamiento prolongado, la aparición de efectos secundarios, el
estigma de estos medicamentos o la no aceptación de la
enfermedad.

Consumo de sustancias tóxicas: el alcohol, el cannabis, los


derivados anfetamínicos (por ejemplo, el éxtasis) y la cocaína,
entre otros, favorecen una peor evolución, con un mayor número
de recaídas.

CAPÍTULO XIII. TRASTORNOS DE LA NIÑEZ

Los Trastornos del espectro emocional, tradicionalmente, siempre


se han asociado más a población adulta que a población infanto-
juvenil. Hoy en día asistimos a un aumento de estas patologías en
población infantil. La importancia de detectarlas y tratarlas a
tiempo es de vital importancia.

Las emociones (positivas y negativas) y la forma en que el niño


las procesa va a ser uno de los pilares de su personalidad en el
futuro.
Tipos de trastornos de la niñez

Existe un grupo de categorías diagnósticas que suelen iniciarse


durante la infancia, aunque algunos estén también presentes en
la etapa adulta, y que se describen a continuación:

 Trastornos emocionales:

Alteraciones que pueden estar causadas por factores


internos que modifican el “tono” afectivo del niño, o
pueden responder a causas externas tales como la
separación de los padres, el nacimiento de un hermano
u otros posibles estresores, que ponen a prueba el
equilibrio adaptativo del niño.

 Trastornos afectivos:

Con alteraciones del estado de ánimo tanto en sentido


depresivo como eufórico o de irritabilidad, incluso la
coexistencia o alternancia de ambos en el tiempo. Son
los trastornos depresivos, trastorno bipolar y ciclotimia.

No siempre es fácil un diagnóstico en estas edades,


dado que las manifestaciones de estos trastornos
cambian en función de la etapa de desarrollo de la
persona, por la dificultad para establecer el diagnóstico
en niños que no pueden comunicarse verbalmente, así
por la variabilidad de los síntomas, diferentes no solo
por la edad sino también por el sexo.

 Trastornos de ansiedad:
Se caracterizan por un tipo de pensamiento particular
que es exagerado, irracional, que les causa excesivo
miedo, vergüenza o preocupación. Unas veces se
asocian a un estímulo desencadenante claro, como las
fobias, y otras ese vínculo estímulorespuesta es más
difícil de esclarecer.

TRASTORNOS DE LA ELIMINACIÓN

Estos trastornos son frecuentes y suponen una desviación del


patrón habitual de control progresivo sobre la retención de orina y
heces que se produce en el desarrollo infantil.

Enuresis: Emisiones de orina en sitios inapropiados (cama,


ropas), de carácter persistente y causante de malestar clínico.
Para establecer el diagnóstico de trastorno psicológico hay que
descartar previamente causas orgánicas y el niño debe tener al
menos 5 años.

Encopresis: presencia reiterada de deposiciones de heces en


lugares no adecuados. El niño debe tener al menos 4 años.

TRASTORNOS POR CONDUCTAS PERTURBADORAS

Estos trastornos son un motivo muy frecuente de consulta,


resultan muy visibles en el entorno familiar y escolar y se
caracterizan por un comportamiento desajustado repetitivo y
persistente.

Trastorno Negativista Desafiante: Patrón de comportamiento


negativista, hostil y desafiante que suele manifestarse en el
ambiente familiar y debuta antes de los 8 años, de forma gradual.
Trastorno Disocial: es más grave e implica un patrón de
conducta con violación de los derechos básicos de los demás o de
las normas o reglas sociales propias para su edad.

Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad: se


caracteriza por un patrón estable de conducta con
manifestaciones de inatención y/o hiperactividad-impulsividad.
Sus manifestaciones son variables, en relación también con el
entorno del niño.

TRASTORNOS DE LA INGESTA EN LA INFANCIA Y NIÑEZ

Pica: Ingestión de sustancias no nutritivas (como pintura, yeso,


cabellos o tierra), durante al menos un mes, en mayores de 2
años.

Rumiación-mericismo: Regurgitación a la boca de comida


ingerida previamente, para masticarla de nuevo y que se hace
con sentido gratificante.

TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE

Se caracterizan por rendimiento académico por debajo del


esperado para su edad, coeficiente intelectual y enseñanza
recibida. Incluyen el trastorno de la lectura (Dislexia), del cálculo
(Discalculia) y de la expresión escrita.

TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN

Se refieren a deficiencias en el lenguaje y el habla, e incluyen


trastornos del lenguaje expresivo, fonológico, tartamudeo, etc.

TRASTORNOS POR TICS


Se incluyen tics vocales y/o motores, transitorios o crónicos y
también el Trastorno de Gilles de la Tourette, en el que se asocia
impulsividad y expresiones orales bruscas (a veces con carácter
obsceno).

TRASTONOS DE HÁBITOS MOTORES

Son trastornos del desarrollo de la coordinación y presencia de


movimientos estereotipados (movimientos “raros”, complicados e
inapropiados que no parecen ser controlados por el niño).

TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO

Se presentan deficiencias generalizadas en múltiples áreas del


desarrollo con alteraciones en la interacción social, en la
comunicación, así como la presencia de comportamientos,
intereses o actividades estereotipadas.

RETRASO MENTAL

Se caracteriza por una capacidad intelectual significativamente


por debajo del promedio (coeficiente intelectual inferior a 70), con
inicio previo a los 18 años y deficiencias en el funcionamiento
adaptativo.

TRASTORNOS DEL SUEÑO

Disomnias: desde el insomnio, a trastornos menos frentes como


la narcolepsia y Parasomnias: pesadillas recurrentes, terrores
nocturnos y sonambulismo.

Después de tan largo recorrido de posibles trastornos psicológicos


de niños y adolescentes, uno puede llevarse la falsa impresión de
que lo normal es que muchos de ellos se vean afectados por
algún problema. Evidentemente esto no es así.
Algunas de estas alteraciones cuando aparecen de forma puntual
o leve, se encuentran dentro del repertorio normal de la conducta
de los niños y jóvenes: ansiedad frente a situaciones estresantes,
irritación y frustración cuando se les ponen límites.

Sólo cuando estos rasgos caen fuera de un patrón normal por su


frecuencia e intensidad, es cuando los padres y educadores
deberían solicitar ayuda experta para realizar una evaluación y, si
procede, llevar a cabo el tratamiento de las alteraciones
psicológicas que presente el niño o adolescente.

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