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EL CONSUMO DE MARIHUANA EN LOS

ADOLESCENTES Y LA VIOLENCIA FAMILIAR


Illa Killa Maitahuari Choquehuanca 1

La marihuana es una droga que se


consume fumando, expande un olor
característico fácil de notar en las calles del
barrio. Lamentablemente se observa en
algunas zonas del distrito que se ha
incrementado su consumo y preferentemente
en los adolescentes que han tenido problemas
familiares en casa, una realidad que puede ser
abordada con prontitud.
Los adolescentes sufren serios
problemas en casa, la más resaltante son los problemas de violencia física que desde
niños han ido experimentando. De acuerdo a las estadísticas recogidas por el
Ministerio de La Mujer y Poblaciones Vulnerables (2012) para la elaboración del
PNAIA 2012-2021, de 148 CEM en el 2011, en todo el Perú, atendieron 11,212 casos
de niñas, niños y adolescentes afectados por violencia familiar y sexual (Pág. 29). Por
otro lado el mismo ministerio y el INICEF reportan que “Más del 70% de la niñez
peruana ha sufrido alguna vez violencia física o psicológica por parte de las personas
con las que vive.” (UNICEF / MIMP, 2016, pág. 6) y si se toma en cuenta las cifras
actuales de Enero a abril del 2019 se atendieron 22,469 casos de violencia física
contra la mujer y sus miembros del hogar (Ministerio de La Mujer y Poblaciones
Vulnerables, 2019), se reafirma que “…la violencia que se desarrolla en el seno de la
familia es la más extendida, grave y frecuente ya que se realiza de manera más
continua, y genera consecuencias físicas, psicológicas y sociales que afectan su
normal desarrollo.” (Ministerio de La Mujer y Poblaciones Vulnerables, 2012, Pg. 28).
Además, esto se relaciona con los testimonios de las mamás y papás quienes en las
reuniones del colegio expresan que sus hijos cuentan que algunos de sus compañeros
siguen siendo golpeados y hasta tienen miedo de volver a sus cas después de los
exámenes, por eso se van a caminar con otros adolescentes que paran en las
esquinas. Esto evidencia el agudo problema de violencia por la que atraviesan los
adolescentes en su convivencia familiar.
Estos grupos de adolescentes con problemas familiares evaden sus
dificultades consumiendo marihuana. Las estadísticas refieren que “…uno de cuatro
usuarios se encuentra en el continente americano.” (Organización de los Estados
Americanos, 2013, pág. 5), además la misma organización asegura que “más del 10%
de los escolares menores de 14 años habían consumido marihuana al menos una vez;
en once países, el consumo entre adolescentes de 17 años superó el 30%.”(pág. 19).
Estas cifras se ven reflejado en el aumento del número de denuncias de la comisaría
de la zona de 5 a 15 denuncias por la presencia de grupos de adolescentes que fuman
deambulando en los parques con sus mochilas de colegio. Similar información brinda
el serenazgo del sector, aumento de 8 hasta 20 intervenciones a la semana de grupos
de adolescentes que los fines de semana son captados fumando. Las cifras confirman
el incremento del uso de esta droga.

1
Licenciada en trabajo social, Magister en Género y Desarrollo, Coordinadora del
Departamento de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.
Abordar la prevención del problema del consumo a temprana edad y la
promoción de mejores estilos de crianza es una de las salidas con mayor beneficio.
Estudios han demostrado “…que las alteraciones cognitivas producidas por el
consumo de marihuana podrían ser reversibles una vez que la persona deja de
consumirla…” (Organización de los Estados Americanos, 2013, pág. 11). Asimismo la
promoción de una sana convivencia y la crianza positiva de niñas, niños y
adolescentes facilitara la participación dialogante de los miembros del hogar incluso
“…el desarrollo de competencias sociales y de habilidades de autocontrol… útiles para
reducir el uso de alcohol y de cannabis en menores de edad” (Organización de los
Estados Americanos, 2013, pág. 38); no cabe duda de que sí, es posible revertir este
camino de violencia y consumo.
En conclusión, si bien es cierto el consumo de marihuana por parte de los
adolescentes se ha recrudecido, esta realidad se puede abordar trabajando con sus
familias nuevos estilos de crianza lo mismo que con las demás familias, promoviendo
una relación de escucha y participación que promueva evitar el consumo de drogas y
la mejora de la convivencia.

Bibliografía
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. (2012). Plan Nacional de Acción por
la Infancia y la Adolescencia 2012-2021. Lima: J&O EDITORES IMPRESORES
S.A.
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. (6 de mayo de 2019).
https://www.mimp.gob.pe/contigo/. Obtenido de
https://portalestadistico.pe/formas-de-la-violencia-2019/
Organización de los Estados Americanos. (2013). EL Problemade las Drogas en las
Américas:Estudios Droga y Salud Pública. Bogota, Colombia: OAS Cataloging-
in-Publication.
UNICEF / MIMP. (Julio de 2016). https://www.unicef.org/peru/informes/entender-para-
prevenir. Obtenido de https://www.unicef.org/peru/media/1896/file/Entender
%20para%20prevenir.pdf

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