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Jorge
García Badaracco
Florencia A. Macchioli
Introducción.
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como uno de los orígenes del tratamiento familiar, a pesar de que ella
era una analista que se basaba en los relatos de los pacientes y que
sólo establecía breves encuentros con los familiares para conocerlos
(Bertrando & Toffanetti, 2004: 51).
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preventivas, donde la familia cobró un rol protagónico como punto de
anclaje en Europa, Estados Unidos y, poco después, en la Argentina.
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de la familia en el individuo).
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que éstos se entrelazan en las otras múltiples perspectivas
mencionadas.
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“Comunidad Terapéutica Psicoanalítica de Estructura Multifamiliar”.
Esto plantea cierta concepción sobre la familia normal y patológica
donde, a diferencia de la bibliografía sobre el tema partió de una
“familia enferma como totalidad”, el psicoanalista argentino planteará
a la familia “como contexto real del crecimiento psicológico de los
individuos” para abordar la dinámica normal y patológica familiar
(García Badaracco, 1978a: 541).
Ahora bien, ¿cuáles son los interrogantes que intenta responder García
Badaracco? Entre algunos de ellos, cómo trabajar psicoanalíticamente
con la psicosis, que plantea la necesidad de incorporar a la familia del
paciente, que a su vez le exige articular la terapia individual con la
terapia familiar. Este movimiento conlleva, entre otras cuestiones, la
necesidad de reformular conceptos aplicados a la neurosis y al análisis
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individual.
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red compleja en la que emergen todos. Para el objetivo del presente
trabajo no se profundizará en las acepciones de cada concepto, sino
más bien se trabajará en las diversas tramas en los que ellos se
entretejen para poner de manifiesto lo pensable, los valores y el
problema que la operación intelectual de este autor permite trazar.
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estructuración de los procesos internos del paciente al manifestarse el
funcionamiento de los objetos internos “encarnados” afuera, en la
familia. La curación o mejoría de los pacientes psicóticos se torna muy
difícil sin la participación de sus familiares directos en el proceso
terapéutico.
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psicosis fue generado por la escuela kleiniana) y lo ensambla
finalmente con los aportes argentinos, fundamentalmente de Pichon-
Rivière, para tratar ya no a la familia intrapsíquica, sino al grupo
familiar (la “familia real” como sostiene García Badaracco), desde la
terapia individual, familiar y multifamiliar.
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para García Badaracco supone una resolución verdadera del complejo
de Edipo), se reactivarán en ella estos aspectos no resueltos,
estableciendo sin darse cuenta una “relación narcisística patológica”
con su hijo a partir de una relación libidinal de tipo pregenital, que
llevará a la detención del crecimiento del hijo, momento en el que se
estructurará la patología psicótica. Llevando esta situación al contexto
de la terapia familiar, cuando el paciente encuentre modos de
individuación frente al vínculo simbiótico que lo atrapa, comenzarán a
presentarse en el tratamiento fenómenos patológicos de los padres,
donde al no ocupar el paciente el rol de enfermo, “aparecerá con toda
intensidad la patología familiar”, patología que estaba concentrada en
el paciente y que se distribuirá a en el conjunto de la familia,
visibilizándose fundamentalmente la patología de la pareja, que remite
a los primeros momentos de su constitución y la elección de pareja por
motivaciones patológicas. Allí se observará
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Casi todos los miembros de la familia participan de esta dinámica que
presenta una tendencia a idealizar ciertos aspectos familiares (como el
culto al apellido, a tradiciones familiares rígidas o a convicciones
religiosas), donde se depositan los aspectos más enfermos del grupo
familiar. Los miembros de estas familias, como en toda relación
narcisista, se niegan a aceptar la separación entre self y objeto y no
suelen tolerar la individuación manteniendo la aglutinación y simbiosis
como el ideal de estructura familiar (aquí el autor se refiere
explícitamente a Bleger). Cuando las expectativas idealizadas puestas
en el hijo fracasan, éste se convierte en un objeto frustrante y odiado
que se carga de peligrosidad por los aspectos vengativos retaliativos
proyectados en él. El “loco” se transformó en el perseguidor de la
familia porque es el representante del fracaso de todo el grupo. Si el
paciente está en análisis individual, aquí se ubicaría la “reacción
terapéutica negativa” tal como se desarrolló.
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“interdependencia patológica y patógena”, de gran protagonismo
desde 1978 en sus escritos. Incluye ideas de larga data rotuladas de
distinto modo según las tradiciones psicoterapéuticas en las que se
inscriben: aglutinación, dependencia patológica, ligadura simbiótica,
pseudomutualidad, patología vincular, relación simbiótica, simbiosis o
vínculo simbiótico. Vale de ejemplo sus palabras:
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(1966, 1967) el sincretismo pasa a ser una posición más del desarrollo
psíquico normal (ubicándola previamente a la posición
esquizoparanoide y depresiva kleiniana) y se constituye a su vez en
una etapa que atraviesa la familia y el bebé. Si esta etapa se
estereotipa surge la patología tanto individual como familiar.11
Asimismo, retoma de Liberman (1971) cierta concepción de los
vínculos simbióticos, donde se genera una coalición defensiva entre los
miembros de la pareja para potenciar el sistema que evita enfrentarse
a ciertos conflictos a costa de restricciones más o menos rigurosas, que
a su vez refuerza los sistemas narcisistas de cada uno de ellos.12
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simbiótico, donde la situación triangular madre-padre-hijo plantea casi
desde el inicio un vínculo de simbiosis patológica madre-hijo, a la par
de un padre ausente por estar excluido e imposibilitado para
desarticular dicho vínculo.
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renunciamiento al incesto.
Consideraciones finales.
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invisibilizado hasta el siglo XX, cuando comenzaron algunos tibios
acercamientos desde la higiene mental y se constituyó en relevante
con la salud mental. Darle entidad y recortarlo como objeto de análisis
e intervención, llevó a toda una reconceptualización que atendiera a
sus propiedades y la hiciera compatible con la clínica, primer ámbito en
el que se visibilizó el valor del problema.
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dinámica familiar normal. De tal modo que:
18
desde un discurso científico.
Bibliografía.
19
Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, 13, 187-205.
Talak, A.; Scholten, H.; Macchioli, F.; Del Cueto, J.; Chayo, Y. (2005).
Novedad y relevancia en la historia del conocimiento psicológico. XII
Anuario de Investigaciones, Facultad de Psicología, UBA, 305-313.
Vezzetti, H. (2007). Historias de la psicología: problemas, funciones,
objetivos.
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1 Comunicación libre presentada en las “I Jornadas de Historia, Psicoanálisis y Filosofía”, Buenos
Aires, 22 y 23 de octubre de 2009.
2 Para profundizar en la configuración de la familia como objeto de intervención terapéutica, puede
consultarse el análisis que parte de los aportes de Lorraine Daston sobre la construcción de los
objetos científicos: Talak et al (2005).
3 Tanto la esquizofrenia como la psicosis maníaco-depresiva fueron señaladas como incurables
hasta mediados del siglo XX, donde sólo el electroshock (creado en 1938 con fines terapéuticos) o
las primeras incursiones en los psicofarmacología ofrecerían alguna respuesta (Ristich de Groote,
1970: 278).
4 Carlos Sluzki traza un estado general de la investigación sobre esquizofrenia hacia 1967, donde la
explicación sobre la etiología de la esquizofrenia se ubicaba básicamente en dos vertientes:
genética e interaccional (Sluzki, 1967: 187).
5 Frieda Fromm-Reichmann (1889-1957) se formó en medicina, neurología, psiquiatría y
psicoanálisis, formada por Kraepelin, Goldstein y Sullivan, entre otros. Elaboró una técnica con
fundamentos psicoanalíticos para el tratamiento de los enfermos mentales que denominó
psicoterapia intensiva. En 1935 emigró a Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en el sanatorio
Chesnut Lodge (Delahanty, 2006).
6 Tesis de Doctorado de Florencia A. Macchioli: “Los inicios de la Terapia Familiar en la Argentina.
Implantación, configuración y desarrollo de un nuevo campo disciplinar (1960-1979)”. Facultad de
Medicina UBA – CONICET.
7 Esta obra se compone de dos partes. La primera escrita en 1943, en forma de ensayo, donde pone
de manifiesto dos regímenes de vida, el normal y el patológico, en oposición al positivismo que
intenta disolver lo patológico en lo normal. La segunda, escrita entre 1963 y 1966 en forma de
reflexiones, intenta desentrañar el sentido social y vital de la norma (Le Blanc, 2004).
8 Allí trabajó con Ey, Ajuriaguerra, y Levobici, entre otros.
9 No se trabajará aquí la recepción y modelo de comunidad terapéutica de García Badaracco,
inspirado fundamentalmente en los aportes de Maxwell Jones.
10 Recién en “Neurosis y psicosis” (1924) Freud distingue las neurosis narcisístas referidas a
afecciones de tipo melancólico, las neurosis de transferencia y la psicosis (Freud, 1993: 158).
11 Para Bleger el individuo nace inmerso en una “organización sincrética”, donde tanto a nivel
grupal o individual operan las estructuras familiares evolucionando de un modo normal o patológico.
Los objetivos terapéuticos para el grupo familiar básicamente plantean transformar la participación
en interacción, que equivale a introducir la división esquizoide en lugar de la ambigüedad, y
trasformar las confusiones en conflictos. Estoas aportes pueden encontrarse en: Bleger (1959,
1966).
12 No toma en cuenta aquí los desarrollos anteriores de Liberman de 1956 y 1958 acerca del
conflicto matrimonial inferido en un análisis individual desde la identificación proyectiva.