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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

CÁTEDRA: Psicología Clínica


Profesora: Paola Zandivarez

Trabajo Práctico Evaluativo: Orientaciones en Psicoterapia


PSICOANÁLISIS VINCULAR

Año: 2023

Integrantes:
● Godoy Maria Laura 41411932
● Gamboa Maximiliano Rafael 39006104
● Digliodo Agostina 42218662
● Vázquez Lucas Juan 28425822
● Sosa Romina Celeste 34317088
● Fernandez Araoz Camila 40626744
Psicoanálisis Vincular
Según Silvia Gomel y Susana Matus el psicoanálisis vincular es una clínica que
aborda “lo multipersonal con dispositivos de grupo, familia y pareja”, las autoras dicen que
esta clínica complejizó al psicoanálisis al proponer la necesidad de trabajar sobre los
vínculos.
Esta complejización tuvo lugar debido a que surgió un interrogante sobre el
sufrimiento de los sujetos en los vínculos que habitan ¿Por qué los vínculos nos hacen
sufrir?

Antecedentes Teóricos. Referentes destacados

Enrique Pichon-Rivière entre 1939 y 1948 dicta en Buenos Aires el primer curso
sobre psiquiatría psicoanalítica donde surgirán los primeros intentos de un original enfoque
psicoanalítico de la familia. En sus libros Teoría del Vínculo (1985) y El Proceso Grupal
(1985), amplía el concepto de relación de objeto formulando el de vínculo definiéndolo como
una estructura compleja que incluye un sujeto, un objeto y su mutua interrelación
acompañada de procesos de comunicación y de aprendizaje.

Isidoro Berenstein en 1965 coordina el primer coloquio internacional sobre “Familia y


enfermedad mental” y en 1970 lanza el trabajo “Familia y estructura familiar,
consideraciones clínicas, teóricas y técnicas”.

D. Winnicott (1971) aporta (si bien desde la perspectiva de la cura individual) acerca
de la co-construcción del espacio entre la madre y el infans. La noción de espacio y objetos
transicionales y la noción de que en un comienzo de su vida el bebé como tal no existe, lo que
prima es la unión madre/bebé estando al comienzo ambos recíprocamente indiferenciados (la
madre en regresión psíquica). Este desarrollo winnicottiano está en consonancia con los
desarrollos de José Bleger acerca del vínculo simbiótico (sincrético) entre la madre y el
infans.

Piera Aulagnier (1975) con su teorización acerca del encuentro entre la psique del
niño y la de su madre, con su concepto de contrato narcisista, y la noción de lo originario
(con su forma de figuración que es el pictograma de fusión y de rechazo) sienta las bases para
los desarrollos acerca del vínculo y las alianzas inconscientes (contrato narcisista) que se
producen en el mismo.
René Kaës, psicoanalista francés (2005) es quien también busca determinar las
condiciones que hacen del vínculo una cuestión para inscribirla en la teoría psicoanalítica,
como objeto de conocimiento y de la misma práctica en psicoanálisis.

Conceptos centrales:

Desde el punto de vista de Gomel y Matus (Conjeturas Psicopatológicas) nos


adentramos en conceptualizaciones donde se pone en manifiesto los dispositivos centrales,
estos nos representan la forma de comprender el psicoanálisis vincular. Entre sus acepciones
más importantes encontramos:

Vínculo: (según Gomel y Matus, 2011): Las autoras profundizan la noción de vínculo
diciendo que actualmente, el vínculo es “una construcción conjunta generada por el
intercambio efectivo entre los miembros que lo componen, el cual se constituye en un ámbito
de producción de sentido”. Dirán que aparece como un “montaje fundante del psiquismo”.

Según Gaspari, R y Waisbrot, D. (2011), vínculo es condición de humanización.


Freud señalaba “los vínculos con los otros seres humanos” como una forma de sufrimiento
pero también decía que “sobre el prójimo aprende el ser humano a discernir”, el otro aparece
como semejante y diferente a la vez, en un planteo ya que lo que da ocasión de pensamiento
es la diferencia y no la identidad: esta problemática constituye uno de los ejes centrales del
trabajo en una clínica vincular psicoanalítica.

Inconsciente: El trabajo disciplinario permitió dar cuenta de la importancia de


reformular la idea de inconsciente desde la terapia individual hacia una perspectiva
multipersonal. Unos de los conceptos que aparecen en escena legitimando desde el
psicoanálisis hacia lo vincular es la noción de estructura familiar inconsciente. De esta
manera posibilita entender la idea de inconsciente desde el psiquismo de un sujeto a una
estructura relacional.

Citando las palabras de Kaës (1993): “Mi tesis es que el sujeto del inconsciente está,
en una parte decisiva sujetando a los procesos del inconscientes que los preexisten en el
grupo desde los que han precedido y que contribuyen al dividirlo en el eje de su doble
existencia. En tanto es para sí mismo su propio fin, y en tanto es eslabón de esta cadena de la
que procede”. De manera que haciendo énfasis en esta referencia notamos cómo está
estructurado en el vínculo lo intersubjetivo, donde inevitablemente impone al sujeto una
exigencia de trabajo psíquico, un lugar donde se impone fuera del sujeto. Así mismo en lo
vincular se va trazando en un marco donde la cura es un recurso oportuno.

Gomel y Matus (2011) tomarán al autor Kaës y dirán “el vínculo es lugar de una
realidad psíquica específica, siendo las alianzas inconscientes una de las principales
formaciones de la realidad psíquica vincular”. Respecto a esto las autoras añaden: “las
alianzas inconscientes producen a su vez inconsciente y permanecen inconscientes”.

Surge la noción de “estructura familiar inconsciente” como un nivel inconsciente en el


entramado de las relaciones de parentesco; lo cual permitió extender la idea desde el
inconsciente del psiquismo de un sujeto a un inconsciente como estructura relacional.

“Para cada sujeto del inconsciente existe entonces un lugar psíquico fuera del sujeto,
situado en los espacios intersubjetivos; lo vincular delinea otros escenarios del inconsciente,
sólo parcialmente accesibles por los recursos de la cura tipo. Las alianzas producen
inconsciente y retornan en el vínculo y en cada uno de los sujetos del vínculo; alianzas
renovables y pasibles de dar lugar a lo inédito. Preexisten al infans y reanudan o anudan con
los contemporáneos (Kaes, 2005)” - Gomel y Matus (2011).

Gomel y Matus (2011) dirán que el inconsciente es una cualidad y no una instancia
donde las fronteras psíquicas no están cerradas, sino que son permeables; es decir, no se
trataría de una lógica de espacios internos y externos, sino de espacio del sujeto y sus
vínculos (como la banda de moebius). Por ello creen que existen contenidos inconscientes
que se trasladan generación tras generación, más allá de las fronteras psíquicas de los sujetos.

Dinámica vincular (Najmanovich): pensar el vínculo como dinámica nos posibilita el


darnos cuenta que devenimos sujetos entramados en múltiples configuraciones que tienen una
estabilidad relativa y es a partir de ellas que tiene sentido pensar el espacio de posibilidades
de transformación ligado a la historia particular de interacciones.

Gomel y Matus (2011) añaden: “Proponemos pensar lo vincular como entramado


intersubjetivo con aspectos conscientes, preconscientes e inconscientes, en el cual podemos
puntuar tres dimensiones: simbólica, marcada por el lenguaje y las exigencias del sistema de
parentesco propios de cada cultura; narcisista, sostén de la pertenencia, lugar donde se juega
la trama identificatoria y el espejo familiar construyendo imaginarios; pulsional, terreno de
los montos de afecto de las mociones pulsionales condenadas a la insatisfacción (Bianchi y
otros, 1993). En sus anudamientos y desanudamientos transcurrirán las vicisitudes
vinculares”

Narcisismo: Gomel y Matus (2011) dirán que la posición subjetiva surge de la


combinación de los deseos parentales y transgeneracionales, por ello, emerge el concepto de
espejo familiar; como un espacio de enlace entre la dimensión simbólica de las relaciones de
parentesco, los imaginarios sociales y familiares y las fuentes conformadas por los imagos del
ser humano acerca de su corporeidad. Queda configurada así una trama identificatoria
vincular. De allí se desprende la noción de autoestima.

Pulsión: Gomel y Matus (2011) explican que la pulsión en la relación objetal, puede
dar lugar al gradiente de perdurabilidad y fijeza en los vínculos de pareja, tanto en lo erotico
como lo tanático. Añaden: “No se trata de una pulsión vincular, sino de un modo particular de
operar la pulsión en el vínculo, cualificando la posición de los sujetos en el mismo …
Consideramos entonces la pulsión como construcción que se arma y se despliega en la
intersubjetividad.”

Representación: Los lazos familiares proveen un marco posible para la actividad


representacional de un sujeto, es decir, la capacidad de representar está dada a partir del
enlace vincular. Según Gomel y Matus (2011), en el vínculo hay representaciones y
presentaciones, una dualidad que refiere a lo que se repite y a lo novedoso o ajeno
respectivamente. Ambas son inherentes al vínculo.

Repetición: Pensada desde dos vertientes, la repetición propiamente dicha y la


compulsión a la repetición. Según Gomel y Matus (2011), en el primer caso, se trata de una
repetición creativa, garantía de producción significativa y de enlace simbólico-imaginario,
que busca ser articulada al orden significante. Por su lado, la compulsión a la repetición
remite al trauma directamente, sin embargo, como lo explicamos en el punto anterior, la
repetición siempre está en interjuego con lo novedoso cuando hablamos de vínculo.

Diversidad de configuraciones familiares: entender y tratar a cada familia como


diversa, en cuanto a sus integrantes, acuerdos, pactos básicos y modalidades de vinculación
(Rojas, 2011).
Objetivos o fines terapéuticos, rol del terapeuta y elementos del encuadre

Gomel y Matus (2011) dicen que “la dirección de la cura en los dispositivos de
familia y pareja radica en encontrarse con el otro en la diferencia y separarse con el otro en el
encuentro”. Las autoras añaden que nuestra labor es observar al sujeto como una singularidad
diferencial, armada sobre marcas deseantes e identificatorias, y sobre una historia vincular
abierta a nuevos enlaces, trabajando sobre nuevas producciones vinculares y sobre los sujetos
que las crean.

El objetivo sería visibilizar de qué modo el encuentro-desencuentro con el otro genera


transformaciones de la subjetividad, puesto que al vínculo lo caracterizan las alianzas
inconscientes, expresándose como la tensión asociada al requerimiento de renuncia pulsional
en la relación con el otro. La función del terapeuta incluye, a través del encuadre, permitir el
desenvolvimiento de los procesos vinculares, además de caracterizarse por ser abstinente, no
neutral y de atención flotante.

Estrategias terapéuticas (metodología) y principales técnicas

Según Silvia Gomel y Susana Matus, una herramienta teórica clínica específica del
psicoanálisis vincular es un dispositivo vincular, que reemplaza la teoría psicoanalítica con
una mirada interdisciplinaria. Allí se reúnen diferentes lógicas:

1. Lo corporal
2. El mundo psíquico
3. Y la pertenencia a una familia, una sociedad, una época

Según Rojas, M. C. (2011), se utiliza la interpretación, la cual se dirige a los


vínculos, apoyada en la cadena asociativa familiar, que incluye los distintos lenguajes: juego,
dibujo, palabra, gesto, drama, y en las producciones específicas.

Otras herramientas como la teorización flotante y la desmentida tienen lugar en este


espacio teórico, así como también la construcción histórica, esta última, favorece la
configuración familiar .

Instrumentos utilizados

El instrumento principalmente utilizado por el psicoanálisis vincular es la entrevista


vincular e individual, en la entrevista vincular operarían los sujetos involucrados en el
vínculo de tipo familiar, pareja, etc; realizando un trabajo analítico en el marco del
psicoanálisis vincular.

Concepto de Salud

Rojas (2011) dirá que actualmente las familias llegan a consulta presentando
diversidad de integrantes, acuerdos, pactos básicos y modalidades de vinculación, por lo
tanto, habrá que analizarlas e intervenir desde modelos unificados y paradigmas rígidos que
desconozcan la diversidad da lugar al sufrimiento y exclusión.

Es decir, según Rojas (2011) para pensar en salud, hay que pensar en un sistema
complejo de relaciones, sin una mirada lineal, sino con una ética de la diversidad. Por lo
tanto, al revisar las teorias psicoanaliticas, se deja de sostener como norma la
heterosexualidad, y se deja de pensar en la homosexualidad como perversión.

La salud es pensada en relación a los vínculos y no exclusivamente a un aparato


psíquico cerrado, donde el vínculo es, según Gomel y Matus (2011) una construcción con el
intercambio con otros sujetos, produciendo un nuevo sentido.

Idea de persona

Rojas (2011) plantea una concepción de sujeto como “sujeto-con-otros”, siempre


entramado y perteneciente, se aleja del aislamiento y los solipsismos, así como de otras
concepciones hegemónicas del sistema neoliberal.

Gomel y Matus (2011) dirán respecto al sujeto: “Sin duda, estamos hechos de muchos
otros, pero los modos, los artilugios, la alquimia de la combinatoria es misteriosa y singular.
La tentación de dejar caer la subjetividad en aras de lo vincular supone el retorno a un
pensamiento de la simplicidad”. Es decir, se piensa al sujeto en vínculos, producción social
de subjetividad e identidad identificatoria, a la vez. No se trata de un aparato psíquico aislado,
sino de un sujeto inmerso en diferentes relaciones. “Esta idea permeabiliza los límites del
psiquismo, abierto a los vínculos familiares, al entorno social y a la transferencia”.

Fenómenos que se ponen en juego en la relación terapéutica

Respecto a la Transferencia, “desde la perspectiva vincular se planteó la necesidad de


pensar la transferencia como un vínculo, que habilita a considerar cualquier situación clínica
psicoanalítica, incluso la bipersonal, como vincular.” (Gomel y Matus. 2011)
En sesión se da lugar a que acontezca algo nuevo, es decir, se tiene en cuenta la
implicancia del analista, diferenciada del eje transferencia-contransferencia; y también se
presenta la concepción de sujeto co-constructor del mundo en que se desarrolla. Por lo tanto,
Gomel y Matus (2011) dirán que “lo novedoso excede la transferencia-contratransferencia,
va más allá de la resignificación”.

El analista también está presente, y su presencia exige trabajo psíquico para el


paciente, y viceversa. Es decir, el analista excede la función simbólica, y a su vez, ofrece
lugar de encarnación. Por lo tanto, el analista no deja de ser una pantalla proyectiva, pero a su
vez, transfiere y transforma subjetivamente, aunque en un grado diferente al analizado. “Nos
encontramos aquí con situaciones de reciprocidad pero no de equivalencia” añaden Gomel y
Matus (2011).

Tipos de problemas que aborda


El objetivo terapéutico es la comprensión y análisis del vínculo entre sus miembros.
Pudiendo aparecer crisis, como ruptura o desorganización del espacio vincular, con
imposibilidad de construir espacios nuevos.
La propuesta sería pensar juntos aquello que les genera sufrimiento, permitiendo
construir un relato conjunto, a partir de cadenas asociativas para acceder a significados
ocultos, perdidos, encriptados. Por otro lado, el síntoma se va a considerar en su dimensión
intersubjetiva, en el sufrimiento desde lo vincular y no solo individual.
Gaspari y Waisbrot (2011) dirán que actualmente la consulta de pareja y de familia
forman parte de la caja de herramientas de las personas que saben que los vínculos sufren y
hacen sufrir. Son muchos los que se acercan a las consultas motivados a trabajar ese
sufrimiento que padecen entre ellos.
Rojas (2011) comenta que una de las problemáticas actuales que aborda el
psicoanálisis vincular es la relacionada a las intervenciones en la diversidad de vínculos que
acontecen, proponiendo una mirada más heterogénea, repensando el psicoanálisis desde un
enfoque vincular y complejo.

Convergencias y divergencias en relación a otras orientaciones.


Las convergencias desde el psicoanálisis vincular en relación al psicoanálisis clásico,
tienen perspectivas complejas, si se tiene en cuenta el rol desde la postura subjetiva hacia el
inconsciente de un sujeto en función a la estructura relacional. La clínica vincular es diferente
del psicoanálisis clásico, si bien podemos entender que hablamos de dos paradigmas
diferentes, pero notamos que en el aprendizaje y herramientas utilizadas, la clínica vincular
toma de modelo al psicoanálisis. Esto nos hace pensar que si hablamos de la clínica vincular
no estamos dejando de hablar de psicoanálisis, sino que hablamos de estructuras diferentes ya
que la clínica vincular trabaja lo relacional pareja, familia. Por eso podemos destacar que el
abordaje es distinto, por ejemplo las técnicas de enfoque si bien hace referencia al análisis del
inconsciente su dinámica es desde lo vincular, analizando comportamientos en sus relaciones
interpersonales. También podemos destacar que las herramientas a la hora de las primeras
entrevistas desde la mirada clínica, en las dos perspectivas comparten un mismo
denominador, la elaboración de lo problemático.
En cuanto nos referimos a las divergencias podemos hablar de que en la clínica
individual trabajamos con un solo sujeto desde lo intersubjetivo, mientras que en la clínica
vincular trabajamos desde varios sujetos desde las relaciones familiares, parejas, desde lo
relacional. Además en la clínica individual la técnica utilizada es la asociación libre mientras
que en la clínica vincular no podemos hacer uso de la misma dado que el discurso del sujeto
se ve modificado, desmentido, por tal razón se trabaja desde el discurso en conjunto, donde
las respuesta del otro tiene un papel protagónico, donde en ese mismo espacio se propicia
ciertos comportamientos producto de la comunicación dada. Por otra parte cuando nos
referimos a la diferentes formas que se ve la escucha en los dos tipos de clínica podemos
hablar de la atención flotante que se visualiza en clínica individual, donde todo es importante
y nada a la vez, mientras que en la clínica vincular la escucha del analista se complejiza
porque hay muchos discursos que escuchar, por lo que el analista recurrirá a la teorización
flotante por lo que deberá estar prestando atención a las frases, comportamientos y lo que hay
detrás de la dinámica que se vive en sesión. Otro elementos de psicoanálisis individual es la
transferencia que es un instrumento donde en la figura del analista se depositan cuestiones
edípicas, sin embargo en la clínica vincular existen diferentes tipos de transferencias, la
principal no será depositada en la figura del analista sino en algunos de los núcleos de la
familia, en el objeto que se le puede dirigir la demanda ya sea entre las misma parejas o algún
miembro familiar.
En relación con todo lo mencionado anteriormente notaremos que desde la clínica
individual, (psicoanálisis clásico) y desde la clínica relacional (psicoanálisis vincular) si bien
existen diferentes estilos, enfoques, perspectivas podemos decir que es importante reformular
la idea de inconsciente desde la terapia individual hacia una perspectiva multipersonal donde
el malestar o el padecimiento sea el trama a tratar.
Bibliografía:
Gomel, S y Matus, S. (2011). Conjeturas psicopatológicas, Clínica psicoanalítica de la familia

y la pareja. Cap. 2: Revisando conceptos a la luz del psicoanálisis vincular. Bs. As:

Psicolibro Ediciones.

Gaspari, R y Waisbrot, D. (2011). Familias y parejas, psicoanálisis, vínculos, subjetividad.

Nuestra perspectiva. Cap. Introducción, Bs. As: Psicolibro Ediciones.

Nocetti, J. C. (2002). Familias y Psicoanálisis en la Argentina. Apuntes para una historia

conceptual. Bs. As. Editorial Biblos.

Rojas, M. C. (2011). Familias: intervenciones en la diversidad. En: Gaspari, R y Waisbrot, D.

Familias y parejas, psicoanálisis,vínculos,subjetividad. Bs. As: Psicolibro Ediciones.

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