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¿TIENE SENTIDO LA METAFÍSICA?

Siendo América Latina una inmensa olla en la que se cuecen tantos problemas a altas temperaturas y pre
siones
violentas, ¿tiene sentido ocuparse de cuestiones metafísicas? ¿No estamos, más bien, en la hora del eco
nomista, del
sociólogo, del político, del ideólogo, del re
voluc
ionario? Hacer metafísica hoy en América Latina, ¿no es una manera
de perder el tiempo o de evadir pro
blemas que como hombres y como pueblos tenemos planteados? En respuesta al
anterior discurso, lo prime
ro que se nos ocurre es el hecho de que confundimo
s lo urgente con lo importante. Sin duda,
es urgentísimo ba
jar la temperatura de la fiebre, pero lo realmente impor
tante del caso es buscar la causa de la fiebre y
ponerle remedio en sus raíces.
Germán Marquínez Argote
CONCEPTUALIZACIÓN
ORIGEN DE LA ONTOLOGÍA
I.E. COLEGIO ANDRÉS BELLO
GESTIÓN ACADÉMICA
GUÍA DIDÁCTICA
¡HACIA LA EXCELENCIA...
COMPROMISO DE TODOS...!
CÓDIGO:

Antes de conocer el origen de la ontología es necesario comprender su significado. Corrientemente se ha definido


la
ontología como el tratado del ser, es decir, el tratado que estudia el fundamento de todo lo que tiene existencia y
llamamos realidad.
El interés por conocer el ser nace dentro de la filosofía griega cuando ésta busca explicar los fenómenos desde la
raz
ón. El filósofo griego busca una explicación de la naturaleza que sea válida para todos los fenómenos, es decir,
universal y que supere las explicaciones míticas.

La pregunta por el cosmos
Esto significaba preguntarse cómo es el cosmos. Para los griegos er
a encontrar o
comprender un principio llamado
arjé,
gracias al cual explicar el origen y el orden
del cosmos: si conocemos aquello a par
tir de lo cual se generan las cosas

pensaban ellos

, podemos saber por qué éstas son del modo que son y qué
función cu
mplen en la tota
lidad.
¿Pero qué es aquello que denominaron totalidad? Es lo que los grie
gos llamaron
physis,
es decir, el mundo que está en torno a la vida del hombre. Todo aquello
susceptible de surgir y desarrollarse, o sea la naturaleza, las plantas, los animales,
el suelo, el mar, el cielo y las estrellas; junto con la sociedad y todo lo que tiene
qué ver co
n lo humano.

La búsqueda del
arjé
Arjé era el principio generador de la
physis,
de donde surgen y se desarrollan las
cosas y merced al cual se renuevan constantemente en su desarrollo. Es decir, a él
se reducían todas las cosas y a su vez, él no se reducía
a ninguna de ellas.
Múltiples fueron las propuestas dadas, y cada filósofo consideró un principio
propio a partir del cual dar razón del cosmos. Dentro de éstas podemos distinguir
dos clases:
Principios
físicos:
cuando el
arjé
era un elemento de la natura
leza.
Principios
lógicos:
cuando el
arjé
no era ni natural ni material, sino indeterminado.
Era un producto del pensamiento.
Los llamados filósofos de la naturaleza fueron los primeros en dar razón del
arjé.
Pensadores como Tales o Anaxímenes consideraron
este arjé como algo material.
Para
Tales
este era
lo húmedo,
enten
diendo que podía organizar las cosas
existentes y su realidad, al con
siderar la participación o ausencia de agua en la
constitución de las cosas.
Anaxímenes,
por su parte, realizó una seri
e de
experimentos y observaciones, que le indicaron un principio anterior al de Tales y
más fundamental, que lo asoció con el aire. Según Anaxímenes, el principio de la
naturaleza era algo subyacente a ésta e indefinido, pero no inconcreto, sino
material.
La observación de fenómenos como la lluvia, la evaporación, la
formación de las nubes e inclusive su propia respiración, lo llevaron a pensar en
una respiración del cos
mos que vive y da vida, y sus diversas formas más o menos
densas eran las causas de la
configuración de las cosas.
EL SER COMO PRINCIPIO Y FUNDAMENTO

El Apeiron: el principio inmaterial
Un tiempo después
Anaximandro
planteó su
apeiron.
Este filósofo milesio, contemporáneo de Anaxímenes y
discípulo de Tales, fue el primero en considerar el
arjé no como un principio material, sino como principio lógico, es
decir, un principio indeterminado. Este recibió el nombre de
apeiron.
Para Anaximandro, todo lo material estaba sujeto a nacer y a pere
cer. Por lo tanto, un principio de la naturaleza no
p
odía ser el mismo material, porque podría degenerarse y corromperse. Por lo tanto, era necesario que este principio
fuera inmaterial, o sea lógico, pues no podíamos constatar su existencia sino sólo pensarlo. El
apeiron
con
tenía toda
causa del nacimiento
y destrucción del mundo, pero él mismo era inmutable y eterno.

Ser y pensar
Después de Anaximandro,
Parménides de Elea
perfeccionó la idea de un principio lógico y con ello sentó
las bases
del discurso ontoló
gico. A diferencia de sus antecesores, pero en
la línea del
apeiron,
Parménides postuló el
Ser.
Este
constituía todas las cosas y les daba su existencia, pero no era perceptible por los sentidos sino sólo por la razón.
Para Parménides, la verdadera realidad era el Ser, lo permanente e inmóvil. Esto era
lo que podía ser captado por
nuestro pensamien
to, lo que no cambia nunca. En cambio, la realidad que percibimos por los sentidos era lo que se
llamaba el devenir, y se oponía al ser en la medida en que era la apariencia mudable y cambiante del ser, de lo
comprendido por la razón.

El mundo sensible y el mundo inteligible
El ser de Parménides abrió dos caminos, que serían determinados por
Platón,
para comprender la realidad y llegar al
conocimiento. El primero era el
mundo sensible,
o sea el devenir, la rea
lidad que per
cibimos por los sentidos, el
...
de
13
mundo material que conocemos por expe
riencia.
El otro era el
mundo inteligible,
uno aparte y más allá del sensible, que Platón postuló como el mundo de las Ideas.
Este era el mundo de lo que se percibe por la raz
ón, en donde estaba la verdadera rea
lidad, aquello que era universal y
necesario en las cosas.
Para Platón, esto consistía en aquello que permanece más allá de cualquier circunstancia. Por lo tanto, no se encuentra
en el devenir, en el mundo sensible, sin
o que se halla afuera, en un mundo que no está sujeto a los cambios, ni a la
corrupción, ni a la cadena de gene
ración y muerte.
Tomando la idea parmediana de la apariencia del devenir, Platón pos
tuló el mundo de las ideas como el lugar donde se
encontrab
an las cosas reales, de las cuales el devenir era su imagen o apariencia. Por lo tanto, la realidad no era
aquello que vemos o sentimos, sino que era la Idea, aquello que mostraba todo lo que era necesario a las cosas siempre
y en todo momento, es decir, q
ue era universal.
EL SER COMO IDEA Y COMO SUSTANCIA

La auténtica realidad
Platón postuló los dos mundos y la teoría de las Ideas en sus prime
ros diálogos, en donde
afirmaba que el mundo inteligible era el fun
damento del mundo sensible. Sin embargo, emp
ezó a
encontrarle problemas a esa postulación de la realidad, pues aparecieron pro
blemas que no
podían resolverse en la adecuación entre la teoría de las Ideas y los dos mundos. En su diálogo
Parménides,
Platón se pre
guntó cómo podían ser las ideas causa
de las cosas, si no se podían
hallar en el mundo sensible. Además, la teoría afirmaba que las ideas eran la esencia de las cosas,
pero, ¿cómo podían estar separadas las ideas y las cosas, si había una relación de necesidad entre
ellas? Si la ciencia era u
n conocimiento de lo universal, y no se encontraba lo universal en este
mundo, ¿entonces para qué servía la ciencia?
Platón intentó resolver estos problemas con la postulación del
Demiurgo,
un ser creador que vinculaba los dos
mundos. Pero esta cuestión no
resolvía satisfactoriamente la separación de lo sensible y lo inteligible y por lo tanto,
para superarla era necesario postular de nuevo el ser.

 El Ser como sustancia Este trabajo lo hizo su discípulo Aristóteles.


En vez de determinar lo real en lo eterno e inmutable, Aristóteles emprendió la tarea de determinar lo real en lo concreto, es decir, en las
cosas del mundo cambiante del devenir, para lo cual buscó una estructura universal y necesaria. Para esto, debía empezar por admitir
que había una unión íntima e indisoluble entre las cosas materiales y la idea de esas cosas. La idea que contiene la forma, y la materia que
realiza esta forma eran un todo orgánico, que Aristóteles denominó sustancia, y esto era el ser de las cosas reales concretas. Por lo tanto,
lo real era lo individual, concreto, en donde se podía identificar una forma y una materia. La forma universal que permitía conocer la cosa
— la misma idea platónica, pero aterrizada en el mundo sensible —, y una materia pasiva, ininteligible, indeterminada en su esencia,
pero modelada, formada por la idea.
El ser de todas las cosas era, por lo tanto, este compuesto de materia y forma. Lo que distinguía a una cosa de otra era la colección de
Accidentes que caracterizaban su forma. Estos accidentes eran aquello de las sustancias que perciben los sentidos, pero no eran estos
mismos sustancias, sino cosas circunstanciales que permitían diferenciar una cosa de otra.
Por ejemplo, del pupitre donde estás sentado, la idea te dirá que sirve para escribir, que tiene una superficie plana para la escritura, otra
para que te sientes, cuatro patas que sostienen todo el conjunto, etc. Además está la materia de que está hecho: madera, aglomerado,
metal, etc. Esto te permite conocer el pupitre, pero habla acerca de pupitres posibles y no necesariamente del tuyo. Por lo tanto, para
que podamos distinguirlo de todos los demás, tenemos que referir sus accidentes, o sea: el color, el tamaño, el lugar que ocupa en tu
salón, sus raspones y manchas, etc.

ONTOLOGÍA MEDIEVAL

EL SER COMO CREACIÓN DE DIOS


 El cristianismo
La Edad Media heredó la tradición grecolatina, pero le dio un tratamiento original al problema del ser. La presencia del cristianismo
matizó la reflexión filosófica frente a las elaboraciones filosóficas antiguas. Durante los últimos años del Imperio romano, el cristianismo
se impuso como la religión oficial. Su dogma se fue constituyendo poco a poco, a partir de reflexiones filosóficas neoplatónicas, que
buscaban justificar los principios capitales de la fe cristiana. Finalmente la doctrina quedó constituida por dos dogmas principales:
•-El dogma trinitario: según el cual en Dios hay una sola sustancia en tres personas distintas.
•El dogma cristológico: según el cual en una sola persona, Cristo, hombre y Dios perfecto, se han unido las dos naturalezas: la divina y la
humana. Para los filósofos cristianos medievales estos dogmas fueron verdades indudables. Y su labor filosófica fue tratar de adecuar y
conciliar estos principios incuestionables con los logros de la filosofía pagana anterior a Cristo.
Inicialmente, esta adecuación se intentó con el platonismo, en el cual se apoyaron los padres de la Iglesia. Su labor se caracterizó por
interpretar teológicamente la imagen del mundo hecha por los platónicos desde las escrituras. Durante toda la Edad Media, la filosofía
estuvo subordinada a la teología.

 Agustín de Hipona
En Agustín de Hipona (354- 430), se materializaron las luchas y los propósitos del pensamiento cristiano. Formado en la tradición pagana,
después de llevar una vida apasionada y disoluta, se convirtió al cristianismo y realizó una inmensa obra filosófica.
En ella logró conciliar el pensamiento platónico con el dogma cristianismo. La sentencia cree para entender sintetiza el pensamiento
agustino y de la Alta Edad Media, pues para él, la verdad buscada por la filosofía era Dios, y concretamente, su verbo intelectual
encarnado en Cristo.
En ontología, Agustín identificó a Dios con el Ser, pues Él es el único a quien corresponde la entidad, es decir, la esencia. Sólo Él es.
Agustín consideraba el Demiurgo platónico como una primera formulación del Dios cristiano, pero a diferencia del concepto platónico,
el santo consideraba a Dios como la inteligencia que contiene en sí las ideas de las cosas del mundo sensible. Por lo tanto, Dios creó el
mundo de la nada y tanto las ideas como las cosas sensibles son creación libre, espontánea y voluntaria de Dios.
Esta postura trajo grandes consecuencias. Desde entonces, toda idea filosófica que no coincidiera con el cristianismo sería rechazada. El
único propósito de la filosofía era ayudar a entender la fe y las escrituras. La razón humana dejaba de ser todopoderosa y debía estar al
servicio de la fe. Era más importante, entonces, la fe que la razón, para comprender los misterios de la realidad.

EL PROBLEMA DE LA REALIDAD EN LA ALTA EDAD MEDIA


Durante la Alta Edad Media, la reflexión ontológica entendería a Dios como el principio de la realidad. Cabe resaltar la obra de Anselmo
de Canterbury (1033 -1149), quien concilio el conflicto agustiniano entre razón y fe, al construir una demostración racional que justificaba
la verdad de la fe. Estableció un argumento que supuestamente demostraba la existencia de Dios de un modo que ni siquiera un no
creyente pudiera rechazar. Este argumento consideraba a Dios como el ser mayor que el cual nada podía pensarse.

El problema de los universales


A la hora de determinar cómo era esa realidad fundada en Dios, los filósofos medievales tuvieron que afrontar un difícil problema lógico-
ontológico: el famoso problema de los universales.
Esta discusión, heredada de la disputa entre idealistas y realistas griegos, trataba sobre la forma en que se designa la realidad. La cuestión
ontológica de los universales era sobre el tipo y el conjunto de aquello que se asume como existente. Es decir, la pregunta por el Ser,
que para los medievales era la pregunta acerca de Dios. De otro lado, la cuestión lógica era resolver cómo conocemos, es decir, cómo se
forma o se da en nosotros el universal, o sea, el conocimiento. Y puesto que éste consiste y versa sobre lo general y universal, entonces
estaba en juego la objetividad del conocimiento.

El universal
Un universal es el nombre que se le da a un conjun
to de cosas del mundo que comparten entre sí alguna característica
que las define. Por ejemplo, con el universal
hombre
nos referimos no a un induvi
-
duo concreto, sino al conjunto de
todos los hombres.» Pero a su vez, este universal es una propiedad de la
s cosas. Por eso decimos que al
guien es
hombre. El problema surge cuando consideramos la existen
cia de estos términos.
1
¿A qué nos referimos cuando decimos hombre, caballo, triángulo, etc.? ¿Nos referimos a cosas que existen aparte de lo que nombran (es
decir, los hombres particulares, los caballos, etc.)?, o más bien, ¿se trata de conceptos y palabras en la mente que designan grupos de
cosas?
De un lado nos estamos preguntando si el concepto hombre tiene una existencia real, pero no en el intelecto de Dios, como diría Agustín,
si
no en el mundo sensible. De otro lado, se trata de ver si con el univer
sal sólo nos referimos a
ideas de la razón, que no tienen existencia real, sino que son simples palabras vacías,
flatus vocis,
que no hacen refe
-
LA PREGUNTA POR EL PRINCIPIO DE VERDAD

Cambio de fundamento
Para los filósofos medievales la realidad era el mundo de las cosas y el sujeto entre ellas, todos criaturas de Dios. En
cambio, los filóso
fos modernos, impresionados por los avances de la
ciencia experi
mental y la matemática, intentaron
determinar un principio de la realidad que fuera acorde con estas ciencias. Esto significó la postu
lación del sujeto que
piensa, el
sujeto cognoscente,
como el funda
mento de la realidad. El ser de las co
sas no se buscó en las cosas mismas,
sino en el sujeto que las percibe.
La investigación ontológica se fundió con la investigación epistemo
lógica. Esta situación fue evidente en
René
Descartes,
quien a tra
vés de sus conceptos generó la nueva orientación
racionalista de la filosofía, pues consideraba
que para postular una realidad era nece
sario postular antes un principio de verdad. Tomando distancia de la tradición
medieval, el pensamiento de Descartes parte del intento por resolver primero las siguiente
s preguntas: ¿es posible la
verdad? ¿Cómo obtener una verdad indudable?
En su
Discurso del método,
mostró la necesidad de olvidar todos los conocimientos adquiridos y buscar un
conocimiento que fuera claro y distinto, es decir, que no necesitara comprobaci
ón, tal como suce
día con los principios
de las matemáticas. En su búsqueda, Descartes se encontró una evidencia que le permitiría conocer lo real: el hecho de
que al dudar de todo, era él quien dudaba a través de su pensa
miento. A partir de esta reflexió
n afirmó:
Cogito, ergo
sum,
es decir,
pienso, luego existo.
El cartesianismo comprende la sustancia como aquello que se puede entender por
sí mismo y que no necesita de otros elementos para ser entendida. Concibe dos tipos de sustan
cias que son
irreconcil
iables entre sí: la
sustancia pensante,
que es el hombre; y la
sustancia extensa,
que es el mundo.

Racionalismo y empirismo
El pensamiento moderno tomó dos vías diferentes a partir de la pos
tulación del sujeto cognoscente de Descartes:

El racionalismo, que afirmaba que la realidad es de carácter racional y, por lo tanto, el criterio para llegar a la verdad se encuentra en los
datos de la conciencia. Es decir, las ideas de la razón son innatas y la realidad es lo que se puede justificar con estas ideas, según las leyes
de la lógica. Los racionalistas fueron los más entusiastas seguidores del modelo matemático, y por ello, algunos de sus representantes,
como Blaise Pascal, Gottfried Leibniz y Descartes, fueron destacados matemáticos.

El empirismo, que consideraba los sentidos como el criterio más adecuado para llegar a la verdad. Las ideas se componen de sensaciones
y son adquiridas por la experiencia, por lo tanto, la realidad era lo que se percibe por los sentidos. Para los empiristas, toda especulación
que no partiera de la experiencia era un sinsentido y, por lo tanto, la metafísica tradicional no aportaba ningún contenido de verdad. Sus
exponentes más importantes fueron: David Hume, John Locke y George Berkeley.

LA METAFÍSICA SEGÚN KANT


La filosofía de Immanuel Kant (1724 - 1804) tomó como punto de partida la discusión entre racionalistas y empiristas, intentando resolver
sus puntos de vista divergentes. Su propósito principal fue lo que denominó la crítica: definir los límites del conocimiento humano, es
decir, encontrarlas condiciones de posibilidad del conocimiento en general.

Las condiciones de posibilidad del conocimiento En cuanto a los límites del conocimiento metafísico, Kant estableció que de las cosas
no podemos conocer más que las impresiones que de ellas tenemos, que es lo que llamó el fenómeno.
Esto es lo que nuestra sensibilidad, nuestra imaginación y nuestra razón crean a partir de la experiencia de las cosas, pero no son más que
datos o intuiciones en el sujeto que conoce. En cambio, lo que son las cosas en sí, aquello que está fuera del sujeto y que compone al
mundo, eso es incognoscible como tal, y es lo que Kant denominó el noúmeno.
Según esta distinción, la ciencia se encarga de conocer los fenómenos, mientras que la filosofía se encarga de conocer la forma en la que
podemos obtener este conocimiento, es decir, la forma en que creamos los datos o intuiciones en el entendimiento. Por lo tanto la
metafísica, es decir, el conocimiento de la realidad que está fuera del sujeto, es un imposible, al menos en los términos críticos.

 La crítica a la metafísica Para el criticismo no era posible la metafísica en el sentido tradicional, y por lo tanto, era necesario volver a
fundarla. La nueva metafísica debía ser la comprensión de la relación que hay entre el noúmeno y el fenómeno. Kant llevó a cabo una
crítica desde la lógica, en la cual analizó las cuestiones metafísicas, tales como la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y la
naturaleza del mundo. Mostró los errores lógicos que éstas encerraban por no tener en cuenta la experiencia, que como lo habían
establecido los empiristas, era la fuente primaria de todo conocimiento.
Luego estas cuestiones, que eran imprescindibles y tradicionales de la metafísica, no podían probarse teóricamente, ni resolverse
racionalmente, pues daban lugar a errores, contradicciones y paralogismos (racionamientos falsos en los que se cae involuntariamente
por ilusiones de la naturaleza humana), al intentar solucionarlas. Esto sucedía porque la razón se ve obligada a imaginar lo que sucede
con el noúmeno, puesto que no puede conocerlo directamente.
El error estaba en considerar que las ideas de la razón fueran constitutivas de las cosas, cuando no eran más que ideas regulativas.
Esto quería decir que las cuestiones metafísicas no debían ser fundamentos o principios de la realidad. En lugar de ello, debían tener un
"uso", es decir, debían servir para la vida práctica, para la moral; las ideas de la metafísica no debían dar razón de la existencia, debían ser
ideas que regularan el comportamiento humano.
A partir de Kant, la filosofía empezó a entenderse a sí misma como epistemología — es decir, como una ciencia que estudia el modo en
que se adquiere el conocimiento —, puesto que el criticismo mostró que esa era su única posibilidad.
EL CULMEN DE LA METAFÍSICA MODERNA

 Nuevas posiciones frente al problema del ser


En el siglo XIX los críticos del kantismo tomaron dos posiciones filosóficas radicalmente opuestas respecto a la metafísica, que revivieron
el problema del ser: el idealismo de W. F. Hegel, que intentó explicar el ser a partir de la sola razón; y el positivismo de Auguste Comte,
que intentó explicar la realidad a partir de la sola experiencia de los sentidos.

El ser para Hegel


El ser fue comprendido por Hegel como devenir, como movimiento continuo, y la tarea de la razón no era otra que explicar conceptual -
mente las estructuras lógicas de ese movimiento. La realidad estaba constituida por relaciones de negación.
Aclaremos este planteamiento con un ejemplo: en el proceso de cualquier planta lo primero es ser semilla. Pero para ser retoño,
necesariamente se tiene que dejar de ser semilla, es decir, que el ser retoño niega las características del ser semilla, aun cuando
provenga de ella. En conclusión, la realidad está constituida por este tipo de relaciones, en la cual, el cambio de una cosa requiere de su
negación para poder ser otra. La realidad, para el idealismo hegeliano, es el cambio de las cosas en la negación de unas con otras.
El pensamiento, para Hegel, es el único capaz de sintetizar el problema, haciendo
conciencia sobre la relación entre contrarios, por lo cual supera el devenir de la realidad y se convierte en el ser mismo
de la realidad. La realidad para Hegel comienza a se
r sólo en el pen
samiento. Hegel pretende construir una filosofía
capaz de explicar la naturaleza y el hombre, el pasado y el presente, toda la realidad, sin dejar fuera de ella
absolutamente nada.

La negación de la metafísica
La filosofía positivista de
Comte difiere radicalmente del idealismo de Hegel. Para los positivistas, lo único
real
y
existente era aquello que puede ser
experimentado,
medido y catalogado a través del mé
todo científico. Todo lo
demás era falso e ilusorio. Por lo tanto, las proposic
iones de la metafísica no pueden considerarse como verda
deras,
pues sus contenidos no provienen de la experiencia.
Para Comte, la metafísica era un modo de conocer propio de una épo
ca de la humanidad, que estaba condenada a ser
superada por la épo
ca pos
itivista, en donde las ilusiones de la razón, aquellas ideas que no tenían base en la realidad
positiva, serían desechadas y olvidadas. El destino de la reflexión ontológica después de la modernidad ha to
mado
todas las formas posibles. Desde la declaració
n de su muerte por parte de Nietzsche, hasta su resurrección en el
existencialismo y en Heidegger; de ser condenada como pseudo
-
ciencia por parte de los marxistas, hasta ser tachada
como abuso del lenguaje por los positi
vistas lógicos. Si algo queda en pi
e después de todas estas distintas posiciones,
es que la metafísica es uno de los temas más importan
tes de la filosofía, bien porque se entienda como el más
importante, o bien porque se comprenda necesario negarla y superarla.
ONTOLOGÍA CONTEMPORANEA
LA
MUERTE DE LA METAFÍSICA

Nietzsche y la oposición al platonismo
Para Friederich Nietzsche era necesario desenmascarar y derrumbar una serie de supuestos que habían caracterizado la cultura de
occidente. El principal supuesto era lo que denominaba la fábula del otro mundo, con la cual caracterizaba toda la metafísica occidental.
Según Nietzsche, esta fábula daba lugar a lo que él llamaba la historia de un largo error, es decir, la historia de la tradición metafísica, que
era la historia de una valoración equivocada de lo que era el ente o el ser: desde el platonismo, donde se postula un mundo inventado
por la razón humana que era ideal y verdadero — distinto, extraño y mejor que el devenir —, hasta el hegelianismo, donde ese devenir
adquiría una formulación estrictamente racional.
18.
A partir de lo que has aprendido en esta guía y lo que has est
ablecido según el punto anterior, determina tu
posición en esta controversia.
19.
Responde a la pregunta por la relación entre fe y razón a partir de tus propias opiniones.
20.
Completa el siguiente cuadro con lo que cada uno de estos autores considera que es el u
niversal.
21.
Explica a qué provecho se refiere San Agustín a propósito de las doctrinas de los filósofos.
22.
¿Qué quiere decir San Agustín cuando llama a los filósofos platónicos "injustos poseedores"?
23.
¿
Cuál
es la utilidad de la filosofía para San Agustín? Explica.
Retrato de un hombre.
Con Descartes se inicia la mo
dernidad y con ésta se inaugu
ra un nuevo horizonte: el de la subjetividad, el de la
importan
cia del sujeto pensante. Dentro del nuevo
horizonte las cosas no son lo que son, sino lo que yo pienso que
son. La metafísi
ca será una teoría crítica del conocimiento. La ontología entonces, no trata del ser, sino de la idea del
ser. La metafísica no podía seguir siendo una lógi
ca del mundo de l
as abstraccio
nes, de ahí que fuera repudiada por
todos los grandes espíritus de la segunda mitad del siglo XIX.
José Ferrater Mora
, El ser y el sentido
24.
¿Qué implica qu
e la metafísica moderna se centre en el subjetivismo?
25.
Explica la afirmación "La metafísica será una teoría crítica del conocimiento".
26.
¿Qué quiere decir que la ontología ya no se ocupará del ser, sino de la idea del ser?
M
e parece pero
¿
es
?
En este momento me parece que estoy sentado sobre una silla, frente a una mesa de forma determinada, sobre la cual veo
hojas de papel manuscritas o impresas. Si vuelvo la cabeza, observo por la ventana, edificios, nubes y el Sol.
Creo que el Sol está a unos ciento cincu
enta millones de kilóme
tros de la Tierra, que, a consecuencia de la rotación de
nuestro pla
neta, sale cada mañana y continuará haciendo lo mismo en el futuro, durante un tiempo indefinido.
Creo que si cualquier otra persona normal entra en mi habitación
verá las mismas sillas, mesas, libros y papeles que
yo veo, y que la mesa que mis ojos ven es la misma cuya presión siento contra mi brazo.
Todo esto parece tan evidente que apenas necesita ser enunciado, salvo para responder a alguien que dudara de que
pu
edo conocer en general algo. Sin embargo, todo esto puede ser puesto en duda de un modo razonable, y requiere en
su totalidad un cuidadoso análisis antes de que podamos estar seguros de haberlo expresado en una forma totalmente
cierta.
Bertrand Russell, Los
problemas de la filosofía
27.
¿Cómo es la relación que se establece en el texto entre realidad y certeza?
28.
¿Cuál es el papel de una metafísica para una posición como la de Russell?
29.
¿Qué papel juega la duda
dentro de este texto? Explícalo con tus propias palabras.
la sustancia es necesaria
La sustancia es un ser capaz de acción. Es o simple o compuesta. La sustancia simple es aquella que no tiene partes.
La compues
ta es la reunión de la
s
sustancias simples o mónadas. Monas es una palabra griega que significa unidad o
lo que es uno.
Los compuestos o cuerpos son pluralidades, y las substancias simples, las vidas, las almas, los espíritus
son unidades. Es nece
sario que haya sustancias simp
les porque de otro modo no habría compuestas. Por consiguiente
toda la naturaleza está llena de vida.
G. W. Leibniz
, Principios de la naturaleza y de la gracia fundados en la razón
30.
¿Qué son las sustancias para Leibniz? ¿Cómo pueden ser?
31.
¿Crees que el alma
del hombre es una sustancia para
Leibniz
? ¿Tu propia alma, por ejemplo? Justifica tu
I.E. COLEGIO ANDRÉS BELLO
13
respuesta.
32.
¿Qué es la sustancia para Hume?
33.
¿Crees que estas posiciones son opuestas? ¿Por qué?
34.
¿Cuál es tu idea de sustancia? ¿Qué posición defenderías?
A partir del
racionalismo de Descartes, se mantuvo una controversia sobre la fuente que brindaría un criterio para
evidenciar la verdad. Completa el siguiente cuadro señalando las diferencias.
Lee atentamente el siguiente texto y responde las preguntas correspondiente
s.
Que espacio y tiempo son sólo formas de la intuición sensible y, por tanto, sólo condiciones de la existencia de las
cosas como fenómenos, que nosotros además no tenemos conceptos del entendimiento y, por ello, tampoco elementos
para el conocimiento de
las cosas, sino en cuanto a estos conceptos puede serles dada una intuición correspondiente,
que consiguientemente nosotros no podemos tener conocimiento de un objeto como cosa en sí misma, sino sólo en
cuanto la cosa es objeto de intuición sensible, es de
donde se sigue desde luego la limitación de todo posible
conocimiento especulativo de la razón a los meros objetos de la experiencia. Sin embargo, y esto debe notarse bien,
queda siempre la reserva de que esos mismos objetos, como cosa en sí, aunque no po
demos conocerlos, podemos al
menos pensarlos. IMMANUEL KANT, Crítica de la razón pura
35.
¿Qué significa cosa en sí? ¿Pueden ser conocidas las cosas en sí? Justifica tu respuesta.
36.
Según el texto, ¿qué papel se le asigna a la experiencia?
37.
Investiga, r
ecurriendo a lo visto en la unidad, y explica con tus propias palabras el papel que cumplen el
espacio y el tiempo en la metafísica kantiana.
38.
¿Por qué dice Heidegger que el hombre es un ser
-
para
-
la
-
muerte?
39.
¿Por qué para Heidegger los conceptos no pueden s
er fundamentos de la existencia?
40.
Explica en tus propias palabras el ser según Heidegger.
41.
¿Qué es la realidad para Zubiri? ¿Por qué habla de una metafísica de la realidad?
42.
¿Cuáles son los elementos básicos en la metafísica de Zubiri?
43.
¿Qué ideas compartes de
esta metafísica? ¿Por qué?
LA CUESTIÓN MÁS URGENTE
Existe un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar si la vida merece ser vivida. Lo demás, por ejemplo,
si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son c
uestiones secundarias. Son un
juego. Antes hay que responder... yo nunca he visto morir a un hombre por defender el
argumento ontológico. Galileo,
a pesar de que había descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy fácilmente
apenas vio en peligro s
u vida.
En cierto sentido, hizo bien. La verdad es que esta verdad no merecía que aceptase la
hoguera. Es completamente
indiferente cuál de estos dos, la Tierra o el Sol, es el que gira alrededor de otro. Se
trata de una cuestión realmente
fútil. Pero veo,
por el contrario, que muchas personas mueren porque juzgan que la vida no es ya
digna de ser vivida.
Y, paradójicamente, veo a otros que se hacen matar por ciertas ideas o ilusiones que
constituyen, al mismo tiempo, una
óptima razón para morir. Por tanto,
pienso que el sentido de la vida es la cuestión más urgente.
ALBERT CAMUS, El mito de Sísifo
44.
Para Camus el único problema verdaderamente serio en filosofía
es "juzgar si la vida merece ser vivida",
¿cuáles son los argumentos que ofrece a favor de esta tesis?
45.
¿Para ti este es un problema genuinamente filosófico? ¿Por qué?
46.
Tanto Nietzsche como Heidegger hacen una revisión de la historia de la metafísica, y
de
allí sacan las bases de
sus propias posturas al respecto. Haz una comparación donde se indiquen las
diferencias entre estas dos
revisiones.
47.
La metafísica contemporánea sacó de los ámbitos tradicionales la discusión por la
realidad y el ser. En vez de
busca
r un fundamento de la realidad en Dios, o en el sujeto, buscó en el entorno del hombre
las respuestas
ontológicas. Describe en tus propias palabras el significado y la importancia del
entorno en Nietzsche,
Heidegger y Zubiri.
48.
¿Qué semejanza hay entre el co
ncepto "la voluntad de poder" de Nietzsche y "el ser
-
en
-
el
-
mundo" de
Heidegger?
49.
¿Qué es lo que nos permite llamar a una cosa real? ¿Cuándo sabemos que estamos
ante un objeto
real?
¿Cuáles
son los criterios que nos permiten decir que algo es real o no? Ent
abla un diálogo en el que intentes dar
respuesta argumentada a esta cuestión. Apóyate en los
argumentos
expuestos
en la lectura.
50.
¿Por
qué razón para que algo sea real debe
ser
"estable", o sea, debe permanecer en el tiempo? ¿En qué se
distingue la noción d
e sustancia de la de esencia.
I.E. COLEGIO ANDRÉS BELLO
GESTIÓN ACADÉMICA
GUÍA DIDÁCTICA
¡HACIA LA EXCELENCIA...
COMPROMISO DE TODOS...!
CÓDIGO:
PA
-
01
-
01
VERSIÓN:
2
.0
FECHA:
19
-
06
-
2013
PÁGINA:
13
de
13
SOCIALIZACIÓN
Mediante mesa redonda se socializará la guía para revisar las actividades, y aclarar las
dudas que se hayan encontrado
en el desarrollo de los temas.
COMPROMISO
1.
Investigar
cuál fue la respuesta de
Platón al problema de la realidad del movimiento.
2.
Investiga cuáles fueron los argumentos que expuso Zenón de Elea para negar
la posibilidad del movimiento.
3.
Evalúa con razones lógicas esos argumentos.
ELABORÓ
REVISÓ
APROBÓ
NOMBRES
Severo Ortiz
Rivera
Severo Ortiz Rivera
CARGO
Docentes de Área
Jefe de Área
Coordinador Académico
16
06
201
4
18
06
201
4
DD
MM
AAAA

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