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Lucía Galván Olvera. Comunicación Visual.

En la actualidad, muchas culturas, si no es que la mayoría de ellas, están integradas


socialmente por sistemas de prejuicios. Dentro de la disciplina del diseño gráfico, muchos
de los sistemas de comunicación visual a nivel internacional hacen referencia a lo que les
rodea, por medio de ultrageneralizaciones, incluyéndose a sí mismos.

Hoy por hoy, los íconos utilizados globalmente para hacer referencia a los sanitarios y la
manera binaria en la que éstos están clasificados (hombre-mujer) están constituidos por 2
figuras resultado de la síntesis de la forma humana; un círculo que representa la cabeza,
brazos y piernas como barras dirigidas hacia el suelo, (las de las piernas más largas que las
de los brazos) y estos unidos a un pseudo torso liso: una buena sintetización . Pero, para
hacer la diferenciación entre sexos, el símbolo referente al de la mujer porta un triángulo
que forma un vestido. ¿Por qué el vestido es el signo visual que hace referencia a la
feminidad, si cada vez menos son las mujeres que usan vestido o falda diariamente? Esto
puede ser explicado por medio del entendimiento de los prejuicios y su origen.

Debido a que la sociedad actual se va transformando y moviendo cada vez más rápido, es
un hecho que los sistemas de prejuicios, tal y como los explica Agnes Heller en su libro
Historia y vida cotidiana, ​empiezan a hacerse más notorios y a generar más tensiones en la
cultura popular, de la misma manera en la que lo han hecho desde hace ya algunas
décadas.

Siendo que la sociedad actual se va transformando y moviendo cada vez más rápido, hoy
por hoy es verdad que la rígida barrera que divide y define los géneros y la sexualidad se va
desvaneciendo cada vez más, por lo que los conceptos de masculinidad y feminidad van
convirtiéndose cada vez más en conceptos mucho más amplios y complejos. A pesar de
esto, y gracias a la velocidad con la que el mundo está cambiando, problemas sociales
como las fobias y la discriminación hacia los grupos de personas con orientaciones
sexuales emergentes (desde ya hace varias décadas,) como la comunidad LGBTTTIQ,
siguen estando presentes en varias partes del mundo; en algunas sociedades se castiga
con violencia tanto físicas como emocional a los de orientación ajena a la heretosexual. El
mayor causante de estos problemas son los sistemas de prejuicios bajo los cuales la vida
cotidiana presente de cada una de las culturas del mundo son regidas.
Heller, en su libro plantea que los grupos que se ven amenazados en su cohesión producen
sistemas de estereotipos y prejuicios para satisfacer sus necesidades de particularidad;
éstos los provocan las integraciones sociales bajo las cuales vive, y entre ellas los grupos
sociales. Según Heller, la estereotipa hacia un grupo es independiente de lo que realmente
hace una población de manera homogénea, ya que la estereotipia tiene una función
normativa en la que se le atribuyen una serie de rasgos a un grupo de personas que buscan
su particularidad por medio de separarse de y clasificar a los que le rodean. Estos sistemas
estereotipados empezaron a existir con los burgueses durante la Edad Media por lo que es
a partir de ahí cuando las movilizaciones de sociedades en contra de otras sociedades
comenzó a esparcirse y a impregnarse dentro de la vida cotidiana. Es por esto que Heller
también establece que sea cual sea el tipo de prejuicio, siempre se desarrolla dentro de la
esfera de la vida cotidiana.

Por otra parte, hoy en día los sistemas de señalización existen en casi todas las ciudades
del mundo. A pesar de la diversidad sociocultural existente, las formas y referencias usadas
en la señalética tienden a tener algunas similitudes, tales como la del sanitario femenino
siendo representado con un vestido, con el fin de que se cree en un lenguaje universal.
Debido a esto, es posible decir que el lenguaje visual universal podría ser considerado
como parte muy importante de la vida cotidiana.

Si el sistema de señalización actual, es parte de la vida cotidiana, y los prejuicios existentes


dentro de la sociedad son causados dentro de la misma, es posible decir que la
comunicación visual tiene dentro de su disciplina el poder de modificar estos prejuicios por
medio de la erradicación de las ultrageneralizaciones dentro de los sistemas de lenguaje
visual universal.

Al final de su texto, Heller propone que no es en absoluto utópica la idea de una sociedad
en donde los seres humanos puedan llegar a ser individuos sin la necesidad de validarse y
sentir identidad por medio de la creación de prejuicios y grupos sociales; que ésta puede
configurar el mismo el régimen de su vida. Si la consciencia del “nosotros”, según Heller,
fuera la humanidad misma y dejara de trabajar independientemente de lo
humano-específico, la libertad de la individualidad podría establecerse más firmemente en
la sociedad actual. Un muy buen lugar por donde empezar podría ser la comunicación
visual.

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