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Historia y alcance

de la toxicología
La toxicología moderna va más allá del estudio de los efectos adversos de agentes
exógenos, al estudio de la biología molecular, con el uso de los tóxicos como recursos.
Históricamente, la toxicología formó la base de la terapéutica y de la medicina
experimental, pero sigue su desarrollo y expansión al asimilar su conocimiento y las
técnicas de casi todas las ramas de la biología, química, matemáticas y física. Una
adición reciente al campo de la toxicología es la aplicación de la disciplina a la
evaluación de seguridad y la valoración de riesgo.

En todas las ramas de la toxicología, los científicos exploran los mecanismos por los
cuales las sustancias químicas producen efectos adversos en sistemas biológicos.

 Mecanismos de acción y exposición a agentes químicos como una causa de


enfermedad aguda y crónica.
 Fenómenos fisiológicos.
 Exposición ocupacional a sustancias químicas.
 Aspectos de salud pública de sustancias químicas que se encuentran en el
ambiente, y los fármacos.
 Descubrimiento y creación de nuevos fármacos y plaguicidas.
 Creación de estándares y reglamentos.
 Efectos de sustancias químicas en la flora y la fauna.
 Mecanismos por los cuales los tóxicos regulan el crecimiento de las células y la
diferenciación de las mismas, y las células muestran respuesta a los tóxicos al
nivel de gen.
 Creación de antídotos y regímenes de tratamiento para aliviar intoxicaciones y
lesiones de origen xenobiótico.

A partir de un examen de la evolución histórica de la disciplina, puede obtenerse


información acerca de la toxicología moderna y las funciones, puntos de vista y
actividades de los toxicólogos.
ANTIGÜEDAD

La toxicología se remonta a los primeros seres humanos, quienes utilizaron venenos de


animales y extractos de plantas para cazar, para la guerra y para asesinar. Es seguro
suponer que los seres humanos prehistóricos clasificaron algunas plantas y animales
como peligrosos, y otros como seguros. El papiro Ebers (hacia 1500 a.C.) contiene
información referente a muchos venenos reconocidos, entre ellos cicuta (el veneno
estatal de los griegos), acónito (un veneno chino que se colocaba en las flechas), opio
(usado como veneno y como antídoto), y metales como plomo, cobre y antimonio.
También hay una indicación de que se conocían las plantas que contienen sustancias
similares a digitálicos y alcaloides de la belladona. Hipócrates (alrededor de 400 a.C.)
agregó varios venenos y principios de toxicología clínica respecto a la biodisponibilidad
en el tratamiento y la dosificación excesiva. Discórides, médico griego en la corte del
emperador romano Nerón, intentó clasificar los venenos vegetales, animales y
minerales. Su clasificación no sólo persistió como un estándar durante 16 siglos, sino
que todavía es una clasificación conveniente. Discórides también tuvo escarceos en el
tratamiento, al reconocer el uso de eméticos en el envenenamiento, y el uso de agentes
cáusticos y ventosas en mordeduras de serpiente. El envenenamiento con toxinas
animales y vegetales era bastante frecuente. También se hizo uso del conocimiento
sobre toxicología en el suicidio expeditivo.

Los romanos hicieron un considerable uso de los venenos en política. El rey Mitrídates
VI de Ponto temía tanto ser envenenado, que regularmente ingería una mezcla de 36
ingredientes (Galeno informa 54) como protección contra asesinato. En ocasión de su
inminente captura por los enemigos, sus intentos por suicidarse con veneno fracasaron
debido a su exitoso brebaje antídoto. De este relato proviene el término "mitridático"
que se refiere a una mezcla antídoto o protectora.

Los envenenamientos en Roma alcanzaron proporciones epidémicas durante el siglo IV


a.C, y continuaron hasta que Sulla emitió la Lex Cornelia (hacia 82 a.C), la primera ley
contra el envenenamiento. Más tarde se convirtió en un estatuto regulador dirigido a
farmacéuticos descuidados que surtían medicamentos.

EDAD MEDIA

Antes del renacimiento, los escritos de Maimónides (Moisés ben Maimón, 1135-1204
d.C) incluyeron un tratado acerca de envenenamientos por insectos, serpientes y perros
rabiosos (venenos y sus antídotos, 1198). Maimónides, al igual que su predecesor
Hipócrates, escribió el tema acerca de la biodisponibilidad. Se rumora que los
alquimistas de este periodo (alrededor de 1200 d.C), al buscar el antídoto universal
aprendieron a destilar productos fermentados, y elaboraron una bebida con 60% de
etanol que tenía muchos poderes interesantes

Al principio del renacimiento, los italianos, con su pragmatismo característico, llevaron


el arte del envenenamiento hacia su época de mayor importancia. El envenenador se
convirtió en una parte integral de la escena política. Una figura infame de la época fue
una mujer llamada Toffana quien vendía cosméticos que contenían arsénico preparados
de manera especial (el Agua Toffana). Los cosméticos que contenían arsénico causaron
muertes hasta bien entrado el siglo xx.

Entre las familias prominentes que efectuaban envenenamientos, los Borgia fueron los
más notorios. La aplicación diestra de venenos a hombres de talla en la Iglesia Católica
hizo crecer las posesiones del papado, que fue su herencia primordial.

Catalina de Médicis exportó sus habilidades desde Italia hacia Francia, donde los
objetivos primarios de las mujeres eran sus maridos. So pretexto de repartir alimentos a
los enfermos y los pobres, Catalina probó brebajes tóxicos, y notó con sumo cuidado la
rapidez de la respuesta tóxica (el inicio de acción), la eficacia del compuesto
(potencia),el grado de respuesta de las partes del cuerpo (especificidad, sitio de acción)
y las quejas de la víctima (signos y síntomas clínicos).

SIGLO DE LAS LUCES

Toda sustancia, sin excepción, es un veneno. La dosis correcta diferencia entre un


veneno y un remedio. Paracelso

Una figura importante en la historia de la ciencia y la medicina al final de la Edad


Media fue el hombre del renacimiento Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von
Hohenheim: Paracelso (1493-1541). Médico-alquimista, e hijo de un médico, Paracelso
promovió un enfoque en el "toxicon", el agente tóxico primario, como una entidad
química, en contraposición con el concepto griego de la mezcla o combinación.
Paracelso sostuvo que la experimentación es esencial en el examen de las respuestas a
sustancias químicas, que hay una distinción entre las propiedades terapéuticas y tóxicas
de las mismas, que estas propiedades a veces son indistinguibles salvo por la dosis, y
que es posible averiguar cierto grado de especificidad de las sustancias químicas y de
sus efectos terapéuticos o tóxicos. Esta fue la primera expresión razonable de la relación
entre dosis y respuesta, un baluarte de la toxicología.

Los peligros ocupacionales relacionados con la metalistería se reconocieron durante el


siglo XV. El principal trabajo sobre el tema, Acerca de la enfermedad de los mineros y
otras enfermedades de los mineros (1567), publicado por Paracelso, abordó la causa de
la enfermedad de los mineros, junto con estrategias de tratamiento y prevención.

La toxicología ocupacional avanzó más por el trabajo de Bernardino Ramazzini. Su


clásico, Discurso acerca de las enfermedades de trabajadores (1700), estableció el
estándar para la medicina ocupacional bien entrado el siglo xix. El trabajo de Ramazzini
amplió el campo al discutir ocupaciones que variaron desde minería hasta obstetricia, e
incluyó impresión, tejido y alfarería. Además, el reconocimiento de Percival Pott (1775)
de la participación del hollín en el cáncer escrotal entre deshollinadores fue el primer
ejemplo informado de carcinogenicidad por hidrocarburos poliaromáticos.

El siglo xix alboreó en un clima de revolución industrial y política. La química orgánica


estaba en sus inicios en 1800, pero hacia 1880 se habían sintetizado más de 10 000
compuestos orgánicos. La determinación del potencial toxicológico de estas sustancias
químicas recién creadas se convirtió en el sostén de la ciencia de la toxicología como se
practica hoy. Sin embargo, el impacto de los descubrimientos de toxicología industrial
no se apreció sino hasta la promulgación de leyes de seguro de trabajadores, primero en
Alemania (1883), después en Inglaterra (1897) y más tarde en Estados Unidos (1910).

Orfila, médico español en la corte francesa, fue el primer toxicólogo que utilizó material
de necropsia y análisis químico de manera sistemática como una prueba legal de
envenenamiento, el fundamento de la toxicología forense. Magendie, médico y fisiólogo
experimental, estudió la absorción y la distribución de los compuestos en el organismo.
El tratado de Claude Bernard, Introducción al estudio de la medicina experimental
(1865), es un clásico en el desarrollo de la toxicología.

Muchos científicos alemanes contribuyen enormemente al crecimiento de la toxicología


a finales del siglo XIX y principios del xX. Oswald Schmiedeberg hizo muchas
contribuciones a la ciencia de la toxicología, de las cuales no fue la menor la
capacitación de alrededor de 120 estudiantes. Su investigación se enfocó en la síntesis
del ácido hipúrico en el hígado y los mecanismos de destoxicación del hígado en varias
especies de animales. Las contribuciones de Louis Levvin sobre la toxicidad crónica de
los narcóticos y otros alcaloides aún son clásicas.

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