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El conocimiento del entomo en que nos ROBERT CRESSWELL Y MAURICE GODELER
hallamos es necesario para crear una respuesta
coherente a las provocaciones del medio.
UTILES DE ENCUESTA Y
DE ANAWSIS ANTROPOLOGICOS

EDITORIAL FUNDAMENTOS
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I

I Prólogo, d e Maurice Godelier .................... 9


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1- PUESTA EN MARCHA
(
1. Pro blematica en antropología, Robert Cresswell . .
2. Fichas bibliográficas, Robert Cresswell . . . . . . . . . l9
27 (

3. Archivos históricos. Interés de las fuentes de ar- (


chivos locales en etnología europea, Lucienne A. i
Roubin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 1

4. Mapas y fotografías aéreas verticales, Camille


i
Lacoste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
5. Fotografías aéreas oblicuas, Robert Cresswell .... 53 (

Título original: Oulils d'etzquite et d'analyse anthr-opologiques


Traducción: Pilar Calvo
I 11- CAMPO

O Li brairie Franqois Maspero El campo antropológico, Robert Cresswell . . . . . . 39


O en lengua española para todos los países Museografía y práctica de campo en etnología, (

Editorial Fundamentos, 1981


Caracas 15. Madrid 4. España Jean-Pierre Digard ......................... 65 (
El registro y el índice de la información, Robert I
Cresswell. . . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . . . .
77 (
ISBN: 84245-0306-6 La etno biología, Jacques Barrau .............. 81
Depósito Legal: M-3923-1981 Recopilación de textos en lengua uernácula no es- (

Impreso en España. Printed in Spain crita, Alban Bensa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 (


Impreso por Gráficas Julián Benita. Ulises 95. Madrid 33 Tradición oral, Camille Lacoste. .............. 103 (
Biografías, Camille Lacoste . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 15
Fotografía y diseño cubierta: Pepe Jiménez Avello El film etnográfico, Jean-Dominique Lajoux. . . . . 1 1 9 (
1. Problemas de encuesta, Robert Cressweli ........
2. Territorios, Maurice Godelier ................
3. Estudio de los territorios rurales e n Francia, Fran-
coise Zonabend ........................... PROLOGO
4. Técnicas agrícolas, Robert Cresswell ...........
5. Técnicas de ganadería, Robert Cresswel ........ Maurice Godelier
6. La encuesta etnográfica sobre la ganadería en me-
dio nómada, Jean Pierre Digard. ..............
7. Modelo de encuesta sobre las técnicas de pesca, En 1972 nos reunimos un grupo con el proyecto de repar-
'Aliette Geistdoerfer. ....................... tirnos la tarea de escribir un breve manual de encuesta antro-
8. Técnicas de transformación, Robert Cresswel .... pológica. Mediante este trabajo, queríamos modificar fórmulas
9. El establecimiento humano, Robert Cresswell. ... de enseñanza de la antropología que con demasiada frecuencia
10. La casa rural francesa, Claude Royer. .......... se contentaban con debatirproblemas teoncos olvidando elotro
aspecto, igualmente yencial, del oficio antropológico que es el
trabajo de campo. Por supuesto existían ya manuales que se di-
IV- UNIDADES SOCIALES rigían en este sentido, la mayor parte en lengua inglesa, y en
francés el redactado a partir de las notas de Mauss (1). Su o bje-
tivo es en conjunto m u y diferente. Consiste en listas depregun-
1. Problemas de encuesta, Robert Cresswell ....... 237 tas a las que se @ pide al investigador sobre el terreno que res:
2. La encuesta genealógica y el proceso de datos, ponda sistemáticamente para cubrir todos los aspectos del fun-
Francoise Héritier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239 cionamiento de una sociedad. Pero estos aspectos están escogi-
3. La encuesta de parentesco en la sociedad campesi- dos a su vez de acuerdo con categorías propias de nuestra so-
na francesa, Francoise Zonabend. ............. 285 ciedad, economía, tecnología, parentesco, política, religión,
4. Demografía y censo, Robert Cresswell ......... 297 arte. Salta a la vista que esta elección, si bien ofreck ciertas ven-
5. Unidades manifiestas y unidades latentes, Robert tajas para u n repertorio de las relaciones sociales,'contiene en
Cresswell ................................ 301 sí misma nuestros propios presupuestos sobre la natumleza de
lo económico, de lo político y de lo religioso, y constituye por
esto mismo u n obstáculo epistemológico que superar.
Para dar un ejemplo, tarde o temprano esa elección incita
inconscientemente al antropólogo sobre el terreno a buscar "lo
económico" en instituciones separadas, distintas de lo político
(1)M. ~ a i s sManuel
, d'ethrwgmphie, Payot, París, 1947.
e lo religioso, como ocurre en la sociedad capitalista, a la 1
antes incluso de apoyarse e n ideas, e n teorías. De hecho, el tra-
pertenece con harta frecuencia. Ahom bien, en esta socie- bajo del antropólogo exige que los prejuicios implícitos que di-
, al menos dentro de los límites en que estádominada por rige contra su sociedad y contra las otras sean explicitados y
o d o de producción capitalista y la economía de mercado, criticados en su práctica teórica y de campo.
elaciones sociales de producción existen separadamente de Nuestro manual n o aborda todos estos problemas y repro-
elaciones de parentesco, de las relaciones políticas y de las duce parcialmente el desglose abstracto de los hechos sociales
ciones religiosas ya que existen bajo la forma de institucio- estudiados por distintas disciplinas. Además su originalidad n o
específicas, la propiedad privada de los medios de produc- reside ciertamente en las cuestiones que plantea, sino e n el he-
y del capital y las relaciones del capital y del trabajo den-
cho de que se esfuerza e n enseñar a responder a estas cuestio-
del marco de las empresas. Claro está que hay una relación nes. Por ejemplo, el antropólogo puede encontrarse ante dos si-
e la naturaleza de la familia burguesa o de la familia obrera tuaciones respecto a la apropiación del suelo. O bien se encuen-
s relaciones de producción, pero el hecho que interesa aquí tra en Africa, e n Oceanía o en la Amazonia, en una sociedad
ue en esta sociedad, la nuestra, a funciones distintas le co-
donde existen derechos colectivos e individuales sobre el suelo
ponden instituciones distintas. De ahí el prejuicio etnocen- explotado como territorio de caza o como terreno agrícola, pe-
a que hace difícil descubrir en otra sociedad lo que funcio-
ro donde no existe ningún catastro que le provea de una infor-
omo economía, o al menos como relaciones deproducción. mación escrita sobre tales derechos y sobre la extensión de las
e n u n grupo de cazadores-recolectores de Australia o en-
superficies apropiadas. Entonces tendrá que constituir él mis-
os bushmen del desierto de Kalahari, al cabo de u n cierto
m o ese catastro y , por u n momento, se convierte en geómetra,
po nos daremos cuenta de que son las relaciones de paren-
en geógrafo, incluso en pedólogo (*). Es lo que se enseña rápi-
o las que aseguran el control de los recursos y de los medios
damente en la obra. O bien, por el contrario, trabaja e n el Mor-
roducción, las que sirven de marco para la división del tra-
van o en los Tatras y dispone de u n catastro que se remonta a
y organizan la repartición de los productos de la recolec-
varios sig.los, de registros de esfado civil, de archivos señoriales
y de la caza.
o regionales. Entonces tiene que aprender a utilizar esos docu-
s í pues, lo que el investigador debe criticar y abolir en él mentos para hacer aparecer las relaciones de propiedad y su
da noción a priori respecto al lugar, la forma y los efectos evolución histórica.
economía, o al menos a las relaciones sociales que funcio- Proponeinos estos métodos para que los investigadores, al
como relaciones de producción en tal o cual sociedad. Hu- utilizarlos, hagun sus informaciones comparables. Demasiadas
n tiempo, que n o ha desaparecido, en -elque los profesores monografías de campo n o lo permiten y añaden a este defecto
ntropología pedían a los investigadores que "no tuviesen lagunas irremediables que bloquean rápidamente el análisis teó-
na idea" antes de abordar el estudio de una sociedad, co- rico o incluso impiden que se desarrolle. En su trabajo, u n in-
el espíritu pudiese convertirse en la tabla rasa que nunca vestigador privilegiará exclusivamente el parentesco, otro las
do. Era además el mejor medio de enquistar y enterrar prácticas rituales, n o proporcionando más que informaciones es-
rofundamente, de hacer más subterráneamente activas las queléticas, obscuras a fuerza de ser alusivas sobre las relaciones
preconcebidas, las ignorancias o los falsos conocimientos
ueblan la conciencia y el inconsciente de todo investiga- -

(*) Pedologia: rama de la geología aplicada que estudia las caracterís-


que proceden de lo que tiene sus raíces en su sociedad ticas físicoquímicas del suelo (N. del T.).

11
piedad, las formas del poder, el contexto ecológico, las ideal" De esta forma, en cierta medida, la ideología no apare-
ntaciones de la naturaleza a partir de la cual extrae una ce como un nivel distinto, puesto que es un componente inter-
d sus medios materiales de existencia. Un primer conse- no de todas relaciones sociales y existe, pues, e n todos los nive-
se puede dar es utilizar el mismo método, pero otro con- les. Pero la realidad social no se reduce a su parte ideal, a su
ia esforzarse en dar cuenta de todos.los aspectos mayo- contenido de pensamientos, y constantemente hay que con-
funcionamiento de una sociedad. Por supuesto que un frontar las ideas con todo aquello que, dentro de la realidad so-
ador n o puede reunir todas las competencias, pero de be cial, las supera, difiere de ellas. No soiamente para descubrir
ar sus elecciones y tener conciencia de sus consecuen- el acuerdo o el desacuerdo entre estas partes, sino para deter-
r ejemplo, jse puede realmente querer estudiar "la eco- minar sus pesos respectivos en la jerarquía de las causas y las
d e una sociedad"sin que se tmnsfonne ese trabajo en el razones que dan cuenta de la lógica del funcionamiento y de la
de esa sociedad a partir de su economíaSE1 objeto de evolución de los diversos tipos de sociedad (que dan cuenta de
opología es dar cuenta de las sociedades y de su movi- ello en el campo de la práctica científica y n o e n el de la prác-
N o es solamente un inventario de instituciones rams, tica social y política de los individuos y de los grupos que com-
egio de representaciones insólitas, una sala de curiosi- ponen esas sociedades y que actúan en ellas y sobre ellas). Pero
ociales. Una elección e n el análisis es, pues, siempre ne- semejante tipo de análisis lleva todavía más lejos, ya que critica
pero no hay que perder nunca de vista que esta elección incluso la legitimidad de la noción de nivel o de instancia que
medio de explorar una sociedad como tal, como totali- conduce siempre con mayor o menor mpidez a representarse
az o no de reproducirse en un tiempo y e n circunstan- la sociedad como un "plato montado" en cuya cima se mantie-
óricas determinadas. nen las ideologías como un adorno pastelero, la crema o la es-
fin, como últimos problemas, se ha insistido mucho puma de las cosas.
la importanck de conocer las lenguas, de recoger infor- Un manual de encuesta no es por tanto más avanzado que
s y textos en la lengua vernácula, aunque, al mismo el contexto científico y social en el seno del cual ve la luz. Es
n o se haga mención del estudio de las representaciones un instrumelito provisional que habrá que revisar o abandonar.
prácticas religiosas o simbólicas. Han sido e n parte ra- Pero significaría ya mucho si permitiese avanzar.
rcunstanciales las que le han impedido a Marc Augé es-
n texto adaptado a nuestro manual mientras, por su Ia-
sforzabaen abordar estos problemas redactando con
a Construction du monde (aparecida en Maspero), al París, 2 de diciembre de 1975
itimos. Pero hubo también razones más profundas. El
de las ideologías es hoy un objeto de debates difíciles,
ionamientos y de divergencias profundas. Porque n o se
studiar ninguna relación social sin estudiar al mismo
as representaciones que de ella tienen los que la viven
ubordinados a ella. Y estas representaciones n o son so-
una expresión, ni siquiera un "ref2ejo"de las relaciones
sino una parte interior de su contenido, su "armadura
Unas palabras sobre la disposición del texto. Agrupar los
diversos formularios y métodos de encuesta según sus afinida-
des responde simplemente a u n deseo de comodidad, a la vez
para encontrarlas en la guía y para tratar de ciertos problemas
específicos de cada capítulo temático. Disponer estos capítu-
los en u n cierto orden responde a u n deseo de ajustarse a la rnis-
rna 1óg.ica del desarrollo de una investigación antropológica,
que comprende la preparación de la encuesta y el trabajo de
campo, que va de lo concreto a lo abstracto, de lo tangible a lo
intangible. Asipues, se perfilan cuatro partes: la puesta en mar-
cha, en donde se elaboran las pro.blemáticas, donde se consul-
tan los archivos y los mapas; el contacto con el campo, donde
se ponen e n marcha los ficheros, donde se estudian las relacio-
nes del hombre con su medio natural, donde se recopilan los
textos; el estudio de las técnicas y d e la producción, donde se
acumulan los docun~entosque permiten el análisis ulterior de
[OS procesos econónzicos; por iilfimo, el estudio de las unidades
sociales, donde se aborda el análisis de las relaciones entre in-
fraeslructuras y superestructuras.
El principio adoptado para la exposición es situar la des-
cripción del instrumento de investigación allí donde se vuelve
importante para la prosecución de la encuesta. Así, los méto-
dos de estudio de la habitación se sitúan entre los instrumentos
íctiles para una investigación sobre las unidades de producción,
lo que simplemente significa que la habitación es un índice
m u y importante para delimitar una unidad de producción, pe-
ro no niega en absoluto la gran pertinencia de la habitación en
una investigación sobre el parentesco. Por tanto, al situarse el
estudio de las unidades de producción cronológicamente antes
del estudio del parentesco en el desarrollo habitual de una en-
cuesta, los métodos de análisis del establecimiento humano es-
tán expuestos entre los instrumentos empleados para estudiar
la producción sin prejuzgar el recurso privilegiado a esos méto- . PUESTA EN MARCHA
.
dos en el momento del estudio del sistema de parentesco. Pero,
al ser lo propio de esta ciencia, bien comprendida, constituir
una dialéctica entre terreno y elaboración teórica, deberán ser
utilizados ciertos instrumentos durante toda la duración del tra-
bajo. Por ejemplo, habrá que echar mano de los mapas, desde
el principio hasta el final del estudio, igual que de las fotogra-
fías aéreas. 0, también, la puesta en funcionamiento de un fi-
chero analítico puede situarse en el comienzo.
El conjunto de estos métodos n o constituye u n plan de es-
tudio. Además, ninguna investigación sena en antropología
puede ser realmente monográfica, debe estar centrada sobre un
problema. Las guías, los métodos, los principios prácticos de
'encuesta -incluso los formularios-, que son tratados aquí, re-
cubren los princkales dominios de una investi2ación antropo-
iógica, pero no todos deben ser utilizados necesariamente en
todos sus detalles en cada investigación.
- e n interpretar científicamente los hechos observados y
los datos recopilados con el f i i de permitir, por medio de po-
sibles comparaciones y de eventuales síntesis, incrementar el
conocimiento de la historia natural de las civilizaciones y sacie-
dades humanas.

RECOPILACION DE TEXTOS EN
LENGUA VERNACULA NO ESCRITA

Alban Bensa

El etnólogo toma notas. Escribe en sus agendas, en general


en su propia lengua, todas las informaciones que juzga intere-
1 santes para su estudio. Sin embargo, una gran parte de su docu-
/ mentación de campo proviene de otra fuente: "palabras" reco-
gidas directa e íntegramente de los informadores en su lengua.
Estos datos brutos se presentan bajo la forma de textos. El
encuestador no podrá utilizarlos, es decir, expresar toda su ri-
queza etnográfica, más que si observa algunos principios meto-
dológicos, para asegurar por una parte una buena transcripción
1 de la lengua (en general no escrita), por otra parte una traduc-
' ción y una explicación adecuadas de los textos recopilados. A
partir de ahí, esos documentos en lengua vemácula podrán ser
insertados fructuosamente en el conjunto de los materiales
(notas diversas, inventarios genealógicos y de bienes raíces, etc.).
La naturaleza de las informaciones así obtenidas es muy
variada. Ya se trate de un texto provocado por el encuestador,
de un texto espontáneo (no tradicional), de un texto tradicio-
nal en lengua usual o en una lengua de uso especial, sólo difie-
ren los grados de formalización del discurso: desde la descrip-
ción de una técnica al texto de tradición oral propiamente dicho
(mito, cuento, etc.), el etnógrafo sigue enfrentado a expresio-
nes dispuestas en lengua vernácula. Por tanto debe procurarse mentación básica al aprehender las palabras en el momentoque
los medios d e abordar su estudio c o n toda la eficacia deseada. brotan por primera vez. Conviene pues reproducirlas con rigor.
La lingüística contemporánea ha puesto a punto principios
d e notación de las lenguas no escritas que el etnógrafo deberá
1. El efn.ólogoy el estudio de las lenguas vernáculas no escrilas '1 conocer antes d e salir sobre el terreno (1).En efecto, cuando
el grupo estudiado pertenece a la categoría de las sociedades
Nadie ignora hoy la necesidad q u e tiene el etnólogo d e tra- sin escritura (2), los primeros momentos d e la encuesta se dedi-
bajar "en la lengua" d e la sociedad estudiada. E n efecto, desde carán al aprendizaje d e una lengua'totalmente extraña (desde
el momento e n que las ciencias humanas intentan mejorar su un p u n t o d e vistifonético, fonológico y gramatical) a los idio-
nivel d e cientificidad, es indispensable que la etnología afine mas occidentales. Los dictados fonéticos d e lenguas "exóticas"
sus métodos d e observación, eliminando, en la medida d e lo constituyen ejercicios importantes. Pueden realizarse bien con
posible, los factores exteriores a la encuesta q u e llegan a inter- informadores extranjeros residentes en Francia, bien con la
ponerse entre el investigador y su objeto. ayuda d e cintas magnéticas.disponibles (materiales de lingüis-
Todo etnólogo sobre el terreno es portador d e una forma- tas o d e etnólogos). Este trabajo preparatorio reducirá el tiem-
ción específica para la investigación (que depende d e las diver- po d e "adaptación lingüística", lo que n o es desdeñable si se
sas corrientes del pensamiento antropológico d e una época), d e considera por una parte las otras dificultades inherentes a toda
hipótesis d e trabajo, d e gustos personales q u e van a determinar, encuesta y, por otra, la brevedad d e las estancias etnográficas.
sea cual sea el rigor d e sus métodos d e encuesta, una cierta se- Además, el etnólogo puede familiarizarse, cuando lo permi-
lección e n las informaciones encontradas y, e n consecuencia, ta la bibliografía lingüística local, con los principios gramatica-
una clasificación de los datos con frecuencia apriorl'stica. Si, les propios de las lenguas del área estudiada y, por supuesto,
por añadidura, el trabajo d e campo se efectúa por intermedio trabajar los textos d e tradición oral que puedan existir sobre la
d e intérpretes, cada información recogida va a sufrir una dis- región.
torsión semántica por el mismo hecho d e su traducción (con El conocimiento de la lengua n o conduce necesariamente a
frecuencia aproximativa). Y hay que añadir que la obligación una práctica corriente de ésta. Es suficiente (cuando una len-
d e utilizar intérpretes limita d e entrada las posibilidades d e con- gua vehicular, bichlamar, inglés, permite establecer una relación
tacto con el conjunto d e la población, ya q u e el número d e in- lingüística elemental con los informadores) con que el etnógrafo
formadores q u e hablan la lengua del investigador será siempre pueda comprender l o que se dice, anotar bajo dictado informa-
necesariamente restringido. (1)C/:A. Haudricourt y J. Thomas, IA Nolalion des langues: phone-
El uso d e la lengua vernácula acorta esta separación entre lique el phonolugie, Travaux et Mémoires de I'Institut d'ethnologie, t.
LXXVI, París, 1968; J. Thomas, Enquéle el Ilcso.ip(ion des langues a
el observador y la sociedad q u e estudia. Además, permite a los 1t.aclilion oinle, S.E.L.A.F., 1971.
informadores proponer con detenimiento una visión d e su pro- ( 2 ) La etnología,por supuesto no podría limitarse al estudio de tal
pia sociedad sin que intervenga la mediación siempre selectiva tipo de sociedad. Por otra parte, las sociedades que conocen la escritura
no son totalmente homogéneas desde este punto de vista. y en numerosos
del etnólogo. También las expresiones recogidas en su versión medios europeos (campesinos. por ejemplo), en los que la tradición oral
original pueden ser utilizadas d e nuevo en cualquier momento todavía mantiene sus derechos, el etnólogo tendrá que realizar transcrip-
por otros, investigadores o indígenas; constituyen una docu- ciones fonéticas,
prefieren, sobre todo cuando se trata de textos relativos al es-
enes e n lengua vemácula, y así hacer sus preguntas en el mo- tatuto social (directamente o no), intervenir con discreción.
ento oportuno, captando las informaciones en el nivel en que Sea como sea, se utilizará el magnetofón en todos los casos con
dan. Se e v i t e asi.las deformaciones semánticas debidas a las el acuerdo de las personas concernidas. Aunque algunos infor-
aducciones torpes, a las aproximaciones dudosas, a las asimi- madores reciten fácilmente algunos versos de una poesía tradi-
ciones fáciles, que muchos intérpretes proporcionan, cansa- cional sin hacerse de rogar, lo frecuente es topar con una reti-
os de efectuar ese ejercicio delicado que es el paso d e una len- cencia educada. La aproximación de los textos en la lengua
ua a otra. vernácula transcrita ante los ojos de todos permite con frecuen-
Sin embargo, el saber Imgüístico del etnólogo sigue siendo cia desbloquear la situación; es sorprendente comprobs a veces
n instrumento de trabajo que abre el acceso al campo propio cómo se puede pasar del mutismo hostil a la participación apa-
e su investigación.: las realidades sociales. No se trata de sus- sionada, desde el momento en que la recopilación de los textos
uir al lingüista, sino en primer lugar de poder rápidamente no es percibida como un trabajo de apropiación en sentido úni-
abajar en la lengua vernácula y después anotar con suficiente co por el etnólogo del patrimonio cultural, sino como una ta-
xactitud los textos de tradición oral con el fin de que el lin- rea colectiva en la que los interesados restituyen por s í mismos
üista pueda, eventualmente, sacar provecho de los materiales su propio universo.
cogidos por el etnólogo. La colaboración en una misma áiea
ngiiística de representantes de los dos disciplinas se revela
1 No obstante, el registro del texto en cinta magnética no es
uctuosa. 1 suficiente; incluso puede ser muy embarazoso si no es transcri-
1
1
to y traducido in situ, si es posible con el recitante en persona.
La acumulación de cintas no podrá sustituir la transcripción, es
decir, en concreto, la recopilación del texto bajo dictado.
. La recopilación de los textos Se puede llevar a cabo la transcripción fonética, palabra
por palabra, (en folios con calcos, para tener una copia del tex-
A. REGISTRO Y TRANSCR IPCION to), bien con la ayuda del alfabeto fonético internacional, bien
utilizando otro sistema de transcripción que permita el empleo
Es aconsejable la utilización del magnetofón. Conviene uti-
de máquinas de escribir corrientes y sea accesible a los miem-
zar un aparato de buena calidad. No será suficiente el magne- bros de. la sociedad estudiada.
ofón de cassettes. Para obtener un sonido distinto. (entender y
En efecto, me parece esencial transmitir a los informadores
anscribir fonemas que no existen en nuestra propia lengua es. nuestros conocimientos lingüísticos para que puedan escribir
na tarea difícil), hay que utilizar un micrófono direccional, su lengua. Así podrán por una parte participar directamente en
olocado muy cerca de la boca del locutor, y poner el magne-
el trabajo del etnógrafo (3), por otra, a partir de una prensa es-
ofón a una velocidad de registro rápida (9,5).Se realizará una
crita en lengua vernácula especialmente, dotarse de los medios
opia de las cintas y se pondrá en lugar seguro. de mantener un dinamismo cultural y político con frecuencia
La inserción del etnólogo en el grupo local estudiado es su-
vital.
icientemente buena cuando el aparato no es percibido como
n pernicioso utensilio de espionaje: la posibilidad de hacer (3) En varias regiones del mundo, los indígenas redactan desde hace
eescuchar los registros provoca retinencias en muchos infor- varias generaciones cuadernos de notas con frecuencia muy preciosos pa-
ra el investigador.
madores que temen los celos de otros miembros del grupo y
El texto transcrito sobre el terreno posee casi siempre im-
perfecciones. Estará bien corregirlo, a la vuelta, con el registro por temas constituye un instrumento d e trabajo indispensable.
y, si es posible, la colaboración de un lingüista, sobre todo si la Es necesario pedirle al informador que sitúe un mismo término
lengua posee dificultades particulares: tonos (4), sistemas gra- en contextos diferentes. La palabra así delimitada será objeto
maticales complejos, etc. de una mejor traducción.
El ejercicio de la traducción en s í mismo no se acaba nun-
ca. Podrá ser retomado con diferentes informadores, en perío-
B. LA TRADUCCION dos diferentes (con ocasión de una segunda estancia, por ejem-
plo), y servirá a s í de base para nuevas entrevistas con respecto
La traducción palabra por palabra yuxtalineal se realizará a un rito, una institución, una actitud de parentesco, etc.
preferentemente junto con el recitante. Si no, habrá que bus- La traducción yuxtalineal debe ir acompañada d e una bue-
car un informador competente, que podrá trabajar e n presen- na traducción fácilmente inteligible en la lengua del investigador.
cia del orador principal y comunicar una traducción bien en
francés bien en otra lengua vehicular local. La elección d e este C. L A S INTERPRETACIONES
informador es a veces particularmente difícil, y sólo mediante
aproximaciones sucesivas, estudiando el texto con diferentes En torno a cada texto registrado y transcrito se acumula
personas, llega el etnólogo a un resultado satisfactorio. Con con gran rapidez una información variada, en fichas o en cua-
frecuencia los textos de tradición oral (poesías, cantos, mitos) dernos. El etnólogo añadirá a esto, por 'supuesto, sus propias
utilizan un vocabulario específico más variado que el del len- reflexiones que extraerá de los problemas planteados por el tex-
guaje corriente. En tal caso, el informador rqquerido para la tra- to: por ejemplo, ,la moral que se desprende de él, las informa-
ducción debe ser lo suficiente mayor, culto o iniciado para ac- ciones que aporta para la comprensión de las estructuras socia-
ceder a una comprensión exacta del texto. Podrá simultánea- les, la conformidad del discurso con la práctica real observada. ..
mente dar una explicación matizada d e los símbolos utilizados. También es conveniente sistematizar (con ayuda d e un fichero)
Los comentarios de textos, bien por los oradores, bien por los ciertos registros claves:
"eruditos", son preciosas fuentes de información ya que sitúan -la toponimia presentada en el texto (con cartografías si
al indígena en una posición de análisis de su propia sociedad. es posible);
El encuestador tendrá buen cuidado d e anotar en un cuaderno -la totalidad de los nombres propios (clanes, personas, hé-
separado las reflexiones suscitadas por cada frase o verso nu- roes míticos, etc.);
merado. Se obtendrá así el contrapunto d e un texto que, si no, -la pertenencia clánica, las posiciones sociales del recitante
quedaría casi hermético para nosotros. y del auditorio.
Cada palabra nueva hallada a lo largo de la traducción se No nos cansaremos de recalcar la importancia de estos ele-
escribirá (a lapiz) en una ficha. Un léxico alfabético o clasificado mentos, que, para el orador así como para los auditores, cons-
tituyen a veces el armazón esencial del texto, es decir, el con-
(4) En las lenguas tonales, las variaciones d e entonación sobre una texto sociológico en que se inscriben : conflictos sociales, com-
misma sílaba son pertinentes desde el punto de vista fonológico. Existen petencias por el poder, estrategias de apropiaciones territoriales.
lenguas en las que la posición de los tonos no varía nunca y otras en las etc.
que los tonos tienen una función gramatical.
Ningún relato es neutro. Si bien el texto vehiculiza sin duda
alguna elementos simbólicos permanentes, recurrentes, en di- intenciones conscientes o inconscientes que construyen el dis-
versos niveles o momentos'de la vida social, simultáneamente curso. Los múltiples componentes de lo que Malinowski llama
se inserta e n la historia del grupo que lo produce, en el instante "el punto d e vista indígena" pueden ser aprehendidos por su-
mismo e n que es registrado. La inscripción del texto y del acon- perposición d e las lecturas. La confrontación d e los diferentes
tecimiento espectacular o discreto que constituye su relato en textos -primero entre sí, después con todas las expresiones
la vida social del momento proporcionará al etnólogo un cam- "no organizadas" que jalonan la vida cotidiana, por último con
p o d e observación esencial. La comprensión de un mito, por las prácticas observadas- plantea acuciantemente la cuestión
ejemplo, depende tanto del análisis textual (traducción, comen- de la "ideología". La yuxtaposición crítica del "decir" y del
tarios explicativos) como de la encuesta sociológica. "hacer" que anima todas las tentativas teóricas d e la antropo-
La recitación de un texto viene a reforzar o cuestionar una logía contemporánea no es científicamente realizable más que
posición social establecida. Este juego social se apoya en los ta- si el "decir" es objeto d e una notación y un análisis tan riguro-
lentos oratorios del recitador y en las "transformaciones" que sos como sistemáticos.
él aporta al texto, especialmente en el nivel de las toponimias y
d e los nombres propios. La tradición oral no es estereotipada.
Participa del conjunto d e las prácticas sociales: todo texto reci-
tado pone en escena las principales instancias constitutivas de
la realidad sociológica.
La exacta notación de las circunstancias de emisióndel texto
pone d e relieve esas informaciones sociológicas indispensables.
El trabajo de interpretación de un texto apela al conjunto
de la realidad social. Fenómeno social total privilegiado porque,
claramente circunscrito, el texto en lengua vernácula interroga
con exactitud las informaciones recogidas además según otros
métodos d e encuesta. Desde ese momento, dentro del conjun-
t o de los materiales etnográficos, se convierte en un documen-
t o de referencia que se dedica a seguir detalladamente la expre-
sión oral indígena, donde el investigador, de vuelta del terreno,
podrá sacar constantemente nuevas informaciones. Al-profun-
dizar su conocimiento de la sociedad y de la lengua, podrá re-
tomar esos textos bajo distintos ángulos de interpretación. La
tradición oral ofrece varios niveles de lectura.
El análisis de un texto permite extraer informes "objeti-
VOS" (la manera en que las cosas ocurren en realidad) (5) y las

(5) Los relatos técnicos, históricos o incluso los mitos contienen in-
formaciones que pertenecen con frecuencia a estados antiguos de la sacie-
dad estudiada.
TRADICION ORAL

Camille Lacoste

Incluso en las sociedades donde el empleo de la escritura


data desde antiguo, la parte correspondiente a la tradición'oral
es muy importante. El ejemplo del Aubrac (1)muestra la per-
sistencia en un país europeo d e formas de tradiciones orales,
d e una cultura oral todavía viva. Bien mirado, todos los grupos,
incluso los d e ciudad, tienen una parte de cultura oral, mani-
festada entre otras cosas por la transmisión de los sistemas d e
valor, la educación d e los jóvenes, por ejemplo. También la tra-
dición oral tiene, con mayor motivo, una gran importancia e n
sociedades sin escritura habitual, donde la palabra es el vehícu-
lo casi exclusivo d e cualquier intercambio, de cualquier trans-
misión cultural.
La cultura d e esta forma transmitida puede revestir diferen-
tes formas. Así, los relatos literarios ofrecen un carácter sagra-
d o más o menos evidente, son los mitos, cuentos fantásticos o
maravillosos, leyendas hagiográficas, poesías o proverbios. A
través de estos diferentes tipos d e relatos, la diacronía se mani-
fiesta según concepciones muy variables desde'los tiempos mí-
ticos con frecuencia estereotipados en un pasado estático, a
una distancia temporal indeterminada, hasta la época contem-

( 1 ) Aubmc. Eiudc e[hnologiquc. linguistique. agronomique el éco-


nomique d'un 4lahliss~menlhumain, C.N.R.S., París, 1970-1975.
poránea con una candente actualidad de las poesías y cancio-
nes militantes que nacieron durante las guerras d e descoloniza- dado con que se lleve a cabo esta búsqueda de los materiales,
ción, pasando por los diferentes relatos en prosa (cuentos polí- con frecuencia aparecen dificultades d e ajuste e n cuestión d e
cronología; los "agujeros" en la documentación son efectiva-
ticos, leyendas) de la época precolonial, en ciertas sociedades,
e n el Maghreb por ejemplo. ! mente algo corriente. Es por lo que resultan útiles las numerosas
Más directamente históricos y más cerca de la realidad son y largas comparaciones, la multiplicidad de las encuestas sobre
los relatos épicos, crónicas de reinado o cadenas genealógicas, ! temas próximos o vecinos, las comprobaciones subsiguientes.
gracias a los cuales es posible reconstruir y comprender la his- r
toria d e las sociedades y civilizaciones consideradas.
En este dominio de la tradición oral, los métodos d e en- l. Encuesta en magnetofón
cuesta son más o menos los mismos que los de la encuesta et-
nológica propiamente dicha. También las condiciones requeri- En este dominio de las tradiciones orales, es importante
das parecen ser semejantes. Parece imposible no comenzar una proceder lo más pronto posible al examen detallado del mate-
encuesta sobre el terreno sin un cierto número de conocimien- rial recogido. A s í como el uso d e las agendas o diarios redacta-
tos previos necesarios para el establecimiento d e una problemá- dos cotidianamente permiten, además d e la anotación d e infor-
tica. A falta de lo cual, el encuestador corre el riesgo de verse maciones d e todo orden indispensable para tal encuesta, una
disperso por múltiples vías; en tal caso los materiales recogidos fructuosa reflexión crítica sobre el trabajo efectuado, el mismo
se presentan en forma de un mosaico d e informaciones confu- deseo conduce a imponer ciertas constricciones a la encuesta,
sas sin ninguna coherencia entre sí. Además d e esta limitación sobre todo si se realiza con la ayuda del magnetofón. El empleo
voluntaria de la encuesta en torno a algunas líneas directrices de este instrumento es de l o más provechoso: puede liberar al
juiciosamente elegidas (que no excluyen una disponibilidad encuestador del deseo inmediato de memorización y dejarle
permanente para la recopilación de informes interesantes cuan- así la mente más libre para seguir e impulsar el diálogo. La cin-
d o se presenta la ocasión), hay otra exigencia: no parece posi- ta magnética permite reconstruir exactamente el hilo de discur-
ble que un etnólogo pueda llevar a cabo una investigación seria so y reconocer d e este modo asociaciones de ideas en las que a
en materia de tradiciones orales sin poseer un conocimiento su- menudo resulta útil profundizar. Es frecuente encontrar en el
ficiente de la lengua de sus interlocutores. Dicho conocimiento momento d e la audición d e la cinta, informaciones que se le es-
es particularmente indispensable a la hora de la fase de trata- caparon totalmente a la memoria en el momento d e la audición
miento d e los materiales: semejante noción, valor moral por directa.
ejemplo, no puede ser bien comprendida más que dentro del Sin embargo, el uso del magnetofón, para aportar resulta-
texto y por relación al contexto lingüístico; la capital impor- dos satisfactorios, debe ir acompañado de ciertas servidumbres
tancia estratégica y económica de tal llanura cerealista, eterna indispensables. En primer lugar, no se puede registrar cualquier
discordia entre propietarios tradicionales y sucesivos invasores, cosa sin el consentimiento del o los participantes. Se consigue
n o puede ser señalada y comprendida si al investigador se le es- fácilmente este consentimiento en los medios ciudadanos don-
capa la frecuencia de su mención en los relatos, así como las de existe muy poca aprensión ante esta técnica, dado la familiar
cualidades y funciones que se la atribuyen, repeticiones que un que se ha vuelto el uso d e los micros en la televisión. Incluso se
intérprete cree con frecuencia que debe evitar. A pesar del cui- puede comprobar un verdadero entusiasmo por esta nueva má-
quina, manifestado a veces d e forma excesiva por los niños que
grupos sociales. Sus diferentes estructuras económicas, políti-
juegan a la "estrella". En los medios rurales, lejos todavía. del cas, d e parentesco, incluso ideológicas, hasta entonces más o
alcance d e los mass media, el empleo del magnetofón es fre- menos cerradas sobre s í mismas en una evolución relativamen-
cuentemente más delicado. Pero ocurre en este caso como con te lenta, se encuentran forzadas a la apertura y al cambio; no
el uso d e la máquina fotográfica o de la cámara: la utilización sólo desequilibradas, pronto se ven verdaderamente dislocadas
de este medio d e captación directa depende d e las leyes eviden- y amenazadas d e desaparición en un plazo más o menos breve.
tes d e la simple corrección entre los hombres y debe ser some- Sin embargo, esta evolución de la economía y d e las institucio-
tido al entendimiento recíproco entre las partes, tras una infor- nes, que debería ir acompañada de la integración del grupo e n
mación respecto a la naturaleza y uso d e los resultados. cuestión en un conjunto más vasto, es sentida por los hombres
Por último, cada registro debe ser estudiado rápidamente, que la sufren como más o menos inevitable, si no deseada.
por la noche misma si es posole: trabajo tan indispensable co- Por el contrario, los ataques dirigidos a la cultura son mu-
mo la redacción de la agenda y tan necesario igualmente para cho más difícilmente aceptados, si no rechazados, sobre todo
la crítica de las entrevistas efectuadas, por tanto útil para el si, teniendo algún motivo para considerarse perjudicados por
buen desarrollo d e la encuesta al día siguiente, que es así capaz las difíciles condiciones de esa integración, desfavorecidos en
de llenar las lagunas o de proseguir vías complementarias. Este relación con otros miembros o grupos del conjunto nacional,
estudio comprende, por supuesto, la eventual traducción. Un al menos una parte de los miembros del grupo adquiere una
método que ha demostrado su eficacia consiste en registrar por conciencia cada vez más aguda de su agravada condición d e
primera vez un texto en recitación espontánea, después hacerlo minorías frente a un poder central d e nacionalismo unificador.
repetir más lentamente escribiéndolo entonces al dictado; la A poco que estos ataques amenacen la expresión más evidente
comparación de las dos versiones permite esclarecer ciertos de la cultura: una lengua o un dialecto específico, es la identi-
puntos un poco oscuros y ofrece además la ventaja de poder dad propia del grupo, su misma personalidad, lo que se consi-
localizar los elementos bien fijados de las eventuales variacio- dera e n peligro. También, en contrapartida, puede asistirse en
nes o libertades que se puedan recoger. muchos cacos a una verdadera reactivación de manifestaciones
culturales propias, sostenida por los miembros más conscientes
y cultos del grupo.
2. Evolución interna y contactos exteriores Semejante proceso permite evidenciar la importancia de
la literatura oral, que aparece entonces como el Último recurso
La mayor o menor penetración, pero siempre presente en indispensable para la afirmación de una personalidad étnica,
todas partes, del mundo moderno y d e las diversas manifesta- afirmación que a veces adquiere la forma d e una cultura militan-
ciones que lo acompañan tienen considerables efectos en el se- te en el seno de un particularismo gustosamente contestatario.
no de las sociedades que se han visto implicadas más tarde en Esta actualidad puede sin duda contribuir a esclarecer la
la industrialización. Las modificaciones que afectan a estos creciente atención que un cierto número d e investigadorespres-
grupos son numerosas: el crecimiento demográfico, con fre- t a con razón al estudio de las literaturas orales. Pero esto solo
cuencia considerable, al multiplicar los datos de los problemas no podría dar cuenta de ese renacimiento del interés. La con-
(en función del creciente número de los individuos considera- ciencia del peligro que amenaza a estas culturas que se pueden
dos); los agudiza de tal forma que sus consecuencias afectan a calificar de ..particulares" (y no forzamente particularizadoras)
la naturaleza misma de los caracteres más esenciales de esos
o es tan sólo percibida por los intelectuales, es compartida la marca de sus autores. Pero esta marca, lejos d e ser única, re-
r los etnólogos d e profesión, conscientes de la urgencia de la viste muchos aspectos. En efecto, tales hombres y mujeres vi-
eación de planes de salvaguarda de tales culturas. ven según reglas diferentes, unas comunes a toda la humanidad,
E n esta época en que las manifestaciones culturales se ven otras propias de los conjuntos humanos a los que pertenece el
menazadas con la fusión más o menos rápida en el crisol pla- grupo considerado: regional, nacional, pero también religioso,
tario, principalmente a través de los mass media, el trabajo etc. De aquí se sigue que las obras literarias n o pueden dejar de
l etnólogo corre el riesgo d e encontrarse muy comprometi- contener elementos que, dependiendo d e todos estos niveles de
: por una parte, su propio "acceso al terreno" puede verse significación, pueden suscitar diferentes tipos d e análisis. Así,
mitado, si no prohibido, por dificultades de distintos tipos el investigador, preocupado por los problemas fundamentales
ateriales: créditos reducidos; políticos: problemas con las inherentes a la condición social del hombre, tales como la pro-
ministraciones d e los nuevos Estados); por otra parte, si no hibición del incesto, encuentra materia de reflexión entre los
decide a estudiar los problemas d e actualidad más importan- múltiples relatos emparentados con el mito d e Edipo. Dentro
, incluso los de las modificaciones que conmueven en esta de la misma perspectiva, se encuentran privilegiados temas, ele-
ra a estas sociedades, se expone, si se obstina en buscar ex- mentos y estructuras de tipo universal comunes a la humani-
usivamente lo "tradicional", a constatar tan sólo la desapari- dad entera en cuanto que son propios d e la condición humana.
ón d e sus clásicos objetos de estudio, excepto como ahora en Pero también la literatura oral está considerada como do-
caso d e la literatura oral. En efecto, los etnólogos puede11 cumento privilegiado referida al contexto en que existe.
contrar en este tipo de investigación la posibilidad de satisfii - En efecto, si se admite que tal tipo de textos: mitos, cuen-
r, al conciliarlos felizmente, diferentes intereses que puede11 tos, leyendas, poesía, constituyen dentro del grupo social que
otivarlos. Si intentan salvar del olvido hechos culturales eii los ha elaborado la manifestación d e una expresión colectiva,
s d e desaparición, en materia d e literatura oral, es urgente 1;i ésta debe, en una medida que habría que examinar, reflejar de
opilación, facilitada por los medios d e grabación modernos, alguna manera qué es el contexto social, económico, político,
estos a punto. Si, además, desean servir por poco que sea a histórico en el que se ha producido. Pero si, consiguientemen-
hombres cuyos problemas estudian, encuentran en el estu- te, es legítimo pensar que tales textos constituyen verdaderas
o d e sus expresiones culturales la ocasión de contribuir a la fuentes documentales capaces de enriquecer el conocimiento
rmación de la personalidad de una cultura con frecuencia etnológico, es con la condición expresa d e que se los examine
enazada. atenta y críticamente. No hay que perder de vista que se trata
Además, los estudios de literatura oral pueden ofrecer dife- de producciones internas a la sociedad en cuestión y destinadas
ntes intereses propiamente científicos que afectan a la natu- a su propio uso. Si puede admitirse que en el contenido de es-
eza misma de los documentos considerados: recientes análisis tos textos se halla expresado un sistema d e representación pro-
contenido de las textos de literatura oral, llevados a cabo . .
o la sociedad en cuestión, dicha expresión está .en .realidad
~ i de
gún diversos métodos más o menos inspirados en el estructu- estrechamente determinada por las necesidades particulares del
ismo, han hecho aparecer el gran provecho que la etnología grupo en un contexto dado -expresión que mantiene relacio-
día obtener de este tipo de trabajos. Pues los textos de lite- nes más o menos estrechas con la realidad d e la que además
-- .- . - - -
ura oral son manifestaciones culturales producidas por un
~

con frecuencia es un reflejo no conforme. Al etnólogo le corres-


rto grupo de hombres; por tanto no pueden dejar de llevar ponde estudiar la naturaleza de dicha relación. Para hacerlo,
ay que comparar sus dos términos; uno se descubre en los tex-
os, el otro debe ser previamente conocido: es el grupo social A través del análisis d e los cuentos orales en prosa d e la litera-
n torno a estas expresiones. Así, a través de las múltiples in- tura oral de la kabila, el desarrollo de los cuentos políticos,
(
erferencia~entre la sociedad y su literatura oral, el análisis que ponen en escena tentativas d e apropiación individual del
uede explorar diferentes dominios: afirmación d e un sistema poder, encuentra sus raíces en la coyuntura política particular
e valores, de conjuntos conceptuales en vanos niveles más o que caracterizaba la sociedad kabila en el período precolonial. \
enos imbricados tales como la visión del mundo y'del espa- De esta forma, debe admitirse que, cuando se tiene en cuen-
o, los respectivos lugares de los individuos y de los grupos, ta la coyuntura histórica en que se expresa la literatura oral, i

c. pueden considerarse varias formas literarias, adaptadas a los di-


Además, l a perspectiva de investigación no podría ser ex- ferentes contextos en que se encuentra situada. En esta pers-
usivamente sincrónica: pues si las estructuras sociales, eco- pectiva, los mitos representarían una forma d e literatura oral
ómicas y políticas de una sociedad han dejado huellas en las propia de las sociedades poco evolutivas, mientras que los cuen- \
eraturas orales, las modificaciones que han podido afectar a tos se desarrollarían más bien en sociedades cuya historia polí-
tas estructuras tampoco podrían pasar desapercibidas a tra- tica puede ser captada más fácilmente. Lo que no excluye la (
s del análisis. En las sociedades donde la literatura oral sigiie eventualidad, dada efectivamente, d e la coexistencia d e los dos
endo la expresión cultural más importante, si no exclusiva, géneros, ya que ciertos temas que aparecen en el género mítico i
o puede tener un rol real, estar "en función" de la sociedad, se refieren a problemas d e una permanente actualidad y que ade-
ás que con la condición de presentar siempre, tanto para los más esas producciones culturales tienen todas una vida más du- (
utores como para los auditores, un cierto interés, una cierta radera que las coyunturas en las que se encuentran expresadas.
J
tualidad. Ahora bien, dicho interés puede tener fundamen- Actualmente, en todas partes se comprueba el declive d e
s varios: ciertos problemas son siempre evidentes, en la me- esas dos formas d e literatura oral. Sólo reviven y se desarrollan
da en que continúan planteándose de forma más o menos incluso, a veces, a través d e las formas más modernas y con fre- (
rmanente. Por ejemplo, se trata de temas de valor universal, cuencia escritas, expresiones como la poesía o la novela. Estos
evocados más arriba, inherentes a la condición social del dos tipos literarios parecen proceder efectivamente de elabora- !
ombre; se trata también de temas que se ocupan de las rela- ciones más individuales, en consonancia con las actuales condi- (
ones entre naturaleza y cultura. ciones en que asistimos a la destrucción de las antiguas cohe-
Algo distinto es lo que ocurre con textos que ponen en es- siones sociales y en que los hombres tienen que afrontar cada
na o afectan a estructuras cuyos elementos pueden evolucio- \
vez más individualmente su destino.
r a lo largo de la historia -como, por ejemplo, los sistemas De esta apreciación resulta que la etnología tiene todavía
organización política y social-, ya sean realmente modifica- mucho que investigar en materia de literatura oral. Una de las (
s o simplemente estén amenazados. Entonces, la percepción
un conflicto eventual entre tendencias contradictorias pue- vías de esta investigación puede ser confrontar las diferentes ,
ser registrada en el nivel de la literatura oral e incluso, en formas de expresión y su contenido con los contextos en los {
ertos casos, engendrar nuevas formas de expresión. Así, e n Cuales son emitidas. Estudios que pueden llegar a buen fin con
ertas sociedades, se puede estudiar la relación entre la evolu- la reserva de obedecer a dos exigencias principales: disponer d e
ón de las estructuras sociales y la de los géneros literarios. un Corpus suficientemente importante y poseer un conocimien- (
t o elevado de la sociedad autora. Condiciones que, por supuesto, ;
valen sobre todo para los estudios dirigidos en el sentido C)El recitador
que acaba de ser propuesto. -identidad, apodo eventual;
Por otra parte, es lícito que el investigador privilegie otros -estado civil: nacimiento (fecha y lugar); situación d e fa-
intereses o siga otras hipótesis. Más simplemente, en vista d e la milia (casado, soltero, etc., hijos), padres, identidad, residen-
rápida desaparición actual de las formas de literatura oral, no cia ...;genealogía eventual;
queda sino recomendar al investigador que efectúe una estan- -historia personal: desplazamientos, estancias en el exte-
cia entre hombres y mujeres que tengan todavía memoria de rior del grupo (lugares, duración, circunstancias...), frecuenta-
los relatos orales que los recoja preciosamente. Sin embargo, ciones presentes y pasadas;
cualesquiera que sean los objetivos que se propone el etnólogo -nivel d e instrucción, tradicional y moderna; lenguas ha-
que recoge un texto, hay que observar un mínimo de reglas, so bladas, leídas, escritas;
pena d e que el trabajo corra el riesgo d e ser inutilizable. -nivel de vida: recursos, actividad profesional, relaciones
Efectivamente, es imperativo anotar inmediatamente y con actuales, rol social y político, eventualmente opiniones.
toda la precisión posible todas las informaciones útiles para la c) La cadena tradicional
identificación y autentificación del documento. - d e quién ha recibido el texto el recitador;
De esta forma se señalarán con cuidado: -quién más lo conoce;
a) El lugar y la fecha de la recopilación -circunstancias d e la transmisión.
-para el lugar: marco administrativo: país político, provin-
cia o región, municipio; marco tradicional eventual: familia,
clan, tribu, confederación; localización precisa: pueblo, casa,
habitación;
-para la fecha: día, mes, año, hora, momento; se darán es-
tas precisiones según el calendario europeo al que se añadirá, si
es posible, las dataciones locales (por ejemplo, e n relación con
el calendario lunar), así como en relación con el calendario
agrícola, o el d e las fiestas.
b ) Las circunstancias
-recitación, espontánea o no, sin dejar d e mencionar todas
las informaciones susceptibles d e aportar complementos útiles
referentes a los preparativos, por ejemplo, o las conversaciones
previas a la sesión;
-la asistencia: número, identidad d e cada uno d e los parti-
cipantes; las fotografías podrán ser útiles y ayudarán a la iden-
tificación d e las personas así como a la indicación d e su rol
eventual;
-notas acerca del desarrollo de la recitación, duración, par-
ticipación eventual de la asistencia, intervenciones, etc.
BIOGRAFIAS

La recopilación de biografías presenta, como todas las de-


más técnicas, sus ventajas y sus inconvenientes, que deben ser
considerados claramente.
El interés más directamente perceptible d e esta técnica re-
side en el calor de iestiinonio d e la información así recopilada.
E1 relato d e hechos personalmente vividos por el autor se halia
enriquecido por una carga emocional apta para hacer tal dis-
curso más sensible, y por tanto más accesible, más comprensi-
ble también para un mayor número; es decir, en primer lugar,
para el etnólogo, pero también para los lectores en caso d e pu-
blicación. En efecto, a través d e una relación vivida, la encuesta
accede con igual derecho al nivel del consciente individual. Lo
que puede ser muy útil desde el principio d e la encuesta, pues,
al permitir tal acceso directo al modo d e pensamiento de sus
interlocutores, a su sistema d e valores propio, el investigador
está en condiciones de asimilar sus rudimentos, lo q u e consi-
guientemente puede evitarle muchas torpezas.
De la misma forma, el encuestador accede directamente a
los sistemas de relaciones de la persona. La aportación de la
biografía se acerca en este punto a la del "informador privile-
giado": el material recogido es organizado según el conocimien-
to individual de su autor, como en el caso de las entrevistas no
dirigidas. La consecuencia d e este estado d e cosas puede ser d e
gran interés, pues permite no solamente registrar informacio- informaciones y corrigen con suma frecuencia la visión con ten-
nes sencillas, sino además estudiar las estructuras d e una red dencia simplificadora d e la observación individual del investi-
particular (la del informador) d e relaciones en las técnicas, las gador.
conductas, las personas o los grupos con los q u e la persona en Por otra parte, el interés del testimonio biográfico no es
cuestión entra e n relación, y ello e n el transcurso d e cada una desdeííable e n materia d e historia. Estos documentos particula-
d e las etapas sucesivas d e su vida. res pueden con frecuencia completar útilmente una cronología
Semejante ventaja tiene como consecuencia la necesidad d e apoyándola en sólidos puntos de referencia individual. De la
multiplicar esos puntos d e vista particulares. En efecto, d e la misma forma, tales relatos pueden aportar informaciones m u y
misma forma q u e esas redes singulares varían completamente a particulares sobre hechos locales que han podido tener conse-
lo largo d e la vida d e u n mismo individuo, son diferentes ade- cuencias o una importancia más general, y sirven a s í para escla-
más según las personas consideradas. Así, por ejemplo, la bio- recer acontecimientos que, sin eso, hubiesen podido permane-
grafía d e una mujer adulta en una sociedad exogámica es rica cer incomprendidos. Por ejemplo, tal "movilización" de gue-
en informaciones útiles tanto respecto a su grupo d e origen co- rreros, extendida a varios grupos tribales, que da cuenta de la
mo al d e su marido. Por poco q u e ella encuentre que pertenece particular resistencia opuesta, en tal lugar, en tal fecha, a los
a una familia importante, a la red d e relaciones familiares ex- ejércitos colonizadores, ha podido ser conocida a lo largo d e
tendida y cuyas mujeres han salido d e diversos pueblos, su pro- un relato biográfico: el autor, d e niño, viajab; en compañía d e
pia red d e relaciones será tanto más interesante d e señalar. un viejo q u e le hizo detenerse en el lugar d e i batalla y, allí,
El interés d e las biografías depende pues, respecto a la elec- le contó pormenorizadamente el acontecimie ito histórico en
el que éi mismo había tomado parte.
ción d e sus autores, no solamente d e su aptitud para una rela-
ción fiel y detallada d e su vida (es decir, su memoria), sino tam- Otra ventaja del método se nos present.a actualmente con
bién d e las mismas características d e esa vida: las personalidades ocasión d e encuestas etnográficas realizadas e n países que co-
mienzan a disponer de estadísticas demográficas. En ese caso,
LLencrucijada~77, aquellas a las que su posición social, las circuns-
tancias d e su vida les han proporcionado numerosas y diversas los relatos biográficos permiten controlar los datos de u n censo
relaciones en los diferentes sectores d e la sociedad, son cierta- por ejemplo, pero tambien pueden hacer aparecer hechos que
mente las más interesantes. Esto es particularmente cierto cuan- pasan desapercibidos en los resultados de las encuestas oficia-
d o , como es hoy cada vez más frecuente, la movilidad social se les, tales como la movilidad conyugal, por ejemplo, o tambien
incrementa, por la emigración por ejemplo. las recientes modificaciones aportadas a las reglas del matrimo-
Evidentemente, tal método d e encuesta n o podrá limitarse nio: tal relato biográfico hecho por una joven kabila narra los
ni a su empleo exclusivo ni a su aplicación a algunos raros in- sucesivos rechazos de pretendientes salidos d e pueblos "tradi-
dividuos. Muy al contrario, los diferentes esclarecimientos he- cionales", en favor de un hombre de una familia "donde las
chos sobre un mismo grupo por los relatos d e personas situadas mujeres ya no trabajan la tierra". De suerte que la desigualdad
en posiciones variadas y elegidas a través de todaslas categorías de la evolución sociooconómica d e las agrupaciones aldeanas
del panorama social, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, prós- puede dar cuenta d e la aparición d e una especie d e endogamia
peros o miserables, residentes o emigrados, entre otros ejem-
forzosa en los pueblos donde las mujeres del exterior no quie-
plos, ofrecen, a través d e los puntos de vista a veces contradic-
torios y con frecuencia complementarios, una gran riqueza d e ren casarse -esto a contracorriente de la evolución general de
s matrimoniales que van en el sentido d e una endogamia 1
te. I
í, las biografías constituyen a buen seguro fuentes d e in-
ión d e primer orden para el etnólogo, a condición de
ales documentos de forma crítica y no perder de vista el
o individual y singular d e la perspectiva ofrecida.
i,
l

8.

EL FILM ETNOGRAFICO
Jean Dominique Lajoux

>S datos etnográficos recopilados, después publicados,


sur1 accesibles y disponibles en las bibliotecas (libros, manuscri-
tos, láminas), las fonotecas (discos, cintas magnéticas sonoras),
las fototecas (fotografías) y los museos (objetos). En relación
con tales fuentes tradicionales, el film sigue siendo un pariente
costoso sin domicilio fijo. Todavía n o existe en Francia un cen-
tro de consulta individual de films. Sin embargo, en el dominio
de los medios audio-visuales, el cine mantiene un lugar prepon-
deranl:e. ¿Acaso no permite registrar 'y restituir la imagen d e
una r~!alidad en la que el movimiento, el color y el sonido in-
.... :
..
Lervienen
L
y se combinan? Semejantes posibilidades debían ten-
tar a los etnólogos, y, efectivamente, algunos de eUos se han
interesado por este nuevo medio de encuesta, con tanto más
entusiasmo cuanto que la evolución de las técnicas eliminaba
poco a poco las ÚItimas dificultades de utilización práctica. No
por ello deja de ser menos cierto que las obras de estos etnólo-
gos son inconsultables y desconocidas.
Desde Louis Lumiere, a quien se debe la invención en 1895
del cinematógrafo y al que se debe igualmente la realización de
los primeros documentos filmados d e etnografía, los especialis-
tas de las ciencias del hombre han abandonado poco a poco ese
medio prodigioso de análisis del movimiento y de registro del
"tiempo". Hoy descubrimos. maravillados, las cronofotogra-

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