Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. ¿Qué es cocción?
Procedimiento que consiste en elevar la temperatura de un alimento, que modifica sus propiedades originales de
modo que lo hace más fácil de digerir, en especial cuando se somete a un líquido en ebullición, generalmente
agua.
- HORNO: la forma de energía calórica producida en un horno se debe mayormente a la radiación y, en menor
proporción, a la conducción. El calor produce evaporación de agua del alimento, que queda en el recinto,
haciendo al aire caliente más húmedo. Es importante tener en cuenta el material del recipiente que se utiliza
en la cocción al horno, ya que existen algunos de superficie brillante que evitan la llegada de los rayos
electromagnéticos y, de esta manera, se prolonga excesivamente la cocción. Los más aconsejados son los
materiales opacos u oscuros, que permiten el paso de la energía radiante, reduciéndose el tiempo de
horneado. El vidrio es también buen material para utilizar con la energía radiante.
El Medio lipídico es cuando la transferencia de calor se realiza por un medio lipídico, debido al calor específico y
a las características físicas de los mismos, se utilizan siempre temperaturas muy elevadas, proporcionando
textura y sabor particulares y favoreciendo la palatabilidad de los alimentos.
- Salteado: es un método de cocción rápida, parcial o total de un alimento, que se caracteriza por la poca
cantidad de lípido a alta temperatura.
- Fritura: es un método de cocción total del alimento, para lo cual debe ser sumergido en un lípido que ha sido
calentado previamente a temperaturas elevadas (alrededor de 180 °C) provocando en el alimento un
calentamiento rápido y uniforme.
Plancha: Cocción a temperatura elevada del alimento, situado sobre una placa caliente de fundición, que
transfiere por conducción el calor recibido desde una fuente calorífica generalmente de gas o electricidad.
Baño maría: Se utiliza cuando los sistemas alimentarios tienen abundante cantidad de huevos, harinas formando
geles, como en el caso de flanes y budines. De esta forma se elimina la necesidad de batir la mezcla
continuamente y, además, impide cocinarlos directamente sobre la fuente calórica, ya que el calor excesivo
produce el rompimiento o cuajado de los productos y la separación de sus fases. La cocción mediante el baño de
agua es lenta, debido a que el calor (temperatura entre 90 °C y 95 °C) le llega al alimento por conducción desde
el agua que está en el recipiente, cuya temperatura no debe alcanzar la ebullición para que no ocurra el
fenómeno anteriormente explicado.
Gratinado: Un alimento gratinado posee color dorado en su superficie gracias a los productos de las reacciones
de Maillard. Generalmente se aplica el gratín a los alimentos que poseen en su capa más externa queso rallado,
pan rallado, migas de pan, puré de papas, entre otros.
Blanqueado o escaldado: Cocción incompleta de un alimento, que recibe los efectos térmicos del agua
hirviendo durante un período de tiempo muy corto (entre 10 y 30 segundos). Puede considerarse una operación
previa con el propósito de inactivar las enzimas, remover pieles o atenuar el sabor, por ejemplo, en el congelado
de verduras y frutas.
Hervido: Implica la cocción de un alimento por inmersión en agua o en un caldo, que puede realizarse a partir de
agua fría, caliente o en ebullición.
10. Que ventajas tiene la utilización de hornos inteligentes y por qué se caracterizan
Los nuevos hornos inteligentes sean de reducido tamaño, se caracteriza por “la agilidad, la eficiencia y la
disponibilidad”, Sin programas pre definidos, mayor control e independencia respecto a la máquina, regeneración
de los platos antes de servir, Eficiencia energética y respeto medioambiental.
23. ¿A que temperatura se deben mantener los alimentos y que se debe tener en cuenta?
La temperatura en los alimentos y en el desarrollo de bacterias patógenas varía en función de los grados que se
aplican: a más de 65 ºC, se destruyen; entre 5-10 ºC y 65 ºC, se evita la multiplicación; y de 8 ºC a -18 ºC, los
patógenos se mantienen en estado latente, no se eliminan. No se entiende la seguridad alimentaria sin la
temperatura (refrigeración, cocción o almacenamiento), ya que el crecimiento microbiano se vincula, en muchos
casos, a los cambios de temperatura. El control de la temperatura de los alimentos, por tanto, es muy importante
para garantizar que estos sean seguros. Debe garantizarse que se cocinan o enfrían de manera adecuada para
minimizar el riesgo alimentario.
Los frescos, como pescado, carne, leche abierta o verdura, deben almacenarse a temperaturas de refrigeración,
entre 4 ºC y 7 ºC, que inhiben el crecimiento de microorganismos patógenos. Debe tenerse en cuenta que, a
medida que la temperatura disminuye, se reduce también la velocidad de crecimiento de muchos de los
microorganismos hasta el punto que se detiene. De ahí que se consiga alargar la vida útil del producto y baje el
riesgo microbiológico.
El tiempo de conservación de los frescos varía en función del alimento. El pescado fresco se mantiene en buenas
condiciones a temperaturas de refrigeración durante unos dos días; la carne cruda, unos tres días; la carne y
pescado cocidos, unos tres días; la leche abierta, los postres caseros y la verdura cocida, cuatro días; las
verduras crudas y las conservas abiertas, cinco días; y los huevos, de dos a tres semanas.
A temperaturas de congelación (-18 ºC), que es la que se fija como la estándar, se inhiben las reacciones
responsables del pardeamiento de los alimentos. Cuanto más baja es la temperatura, más lejos quedan las
condiciones idóneas para que los microorganismos se multipliquen. Al solidificarse el agua del alimento, este se
deseca y, por tanto, se facilita una mejor y más segura conservación. Se considera que a -18 ºC el nivel de
proliferación de bacterias queda prácticamente inutilizado, de ahí que no se altere el alimento y se reduzcan los
riesgos. Como la refrigeración, la congelación produce pocas modificaciones en el producto.
Algunos alimentos, sin embargo, no necesitan que se conserven en frío ni congelados. Con almacenarlos en la
despensa de manera correcta es suficiente, ya que basta con mantenerlos a temperatura ambiente, en lugares
secos y, en algunos casos, alejados de la luz. Son los aceites, productos de bollería, patatas, envases de leche
cerrados o alimentos secos como el arroz, la pasta o los frutos secos.
Alimentos crudos como carne o verduras pueden contener bacterias patógenas como consecuencia de la
contaminación del suelo o debido al proceso de preparación. Una de las medidas más efectivas es cocinar los
alimentos a una temperatura interna de al menos 75 ºC durante unos dos minutos para matar las bacterias,
aunque algunas esporas pueden sobrevivir. En este caso, los requisitos de tiempo y temperatura dependerán del
alimento y de los patógenos implicados.
La cocción de los alimentos, por tanto, ejerce una doble función. Por un lado, mejora las condiciones
organolépticas como el color, el sabor y la textura. Y por otro, desempeña una acción higienizadora. La eficacia
de este tratamiento dependerá del tipo de cocción al que se sometan los alimentos, ya que no es lo mismo hervir
que freír porque no se alcanzan las mismas temperaturas. En el primer caso, el del hervido, se llegan a
temperaturas de unos 100 ºC, mientras que en una fritura se sitúan entre los 180 ºC y los 300 ºC. Además, en el
caso de la fritura, se produce una gradación de la temperatura, es decir, que esta disminuye cuando se introduce
el alimento. Así, es importante asegurar que todo el volumen del alimento llegue a la temperatura mínima, y esto
costará más o menos en función del grosor.
La cocción al baño María es una forma de conservación que consiste en someter a los alimentos a temperaturas
de entre 70 ºC y 90 ºC. La particularidad está en que el proceso se produce por sumersión de botes de cristal
con el alimento dentro y tapado de forma hermética en agua hirviendo durante un mínimo de 20 minutos. Si es
importante garantizar que este proceso se realiza de manera adecuada, no lo es menos el momento de
enfriamiento, ya que algunos microorganismos tienen su punto óptimo de desarrollo entre 40 ºC y 70 ºC.
24. ¿Qué se debe tener en cuenta para llevar un producto a la plancha o a la parrilla?
Carnes que sean tiernas. En ternera, al margen de utilizar las más caras, como lomo, solomillo o entrecot, se
podrá recomendar otras como la babilla, los filetes de contra, el inicio de la tapa o el primer filete de la aguja.
Las chuletas de cordero,la ligera carbonización de las grasas y la caramelización de los azúcares es una de las
características de una buena plancha, es lo que da ese toque tan característico, por lo que jamás hay que quitar
la grasa que rodea las chuletas o cualquier otra pieza de carne.
En cuanto a la sal, hay que ponerla al final. Los cristales de la sal común revientan a la acción del fuego y sueltan
una cantidad de agua, que al no poder evaporarse, estropea el emparrillado.
Tener la plancha o parrilla muy caliente y la pieza de carne a temperatura ambiente de la casa que suele ser
entorno a los 20 grados por lo general. No la saque de la nevera para ponerla directamente sobre la plancha.
Cuanto más caliente esté la carne, menos tiempo tardará en hacerse. Con cuánta frecuencia se le debe dar la
vuelta. Si se quiere que la parrilla deje marcas perfectas, una o dos veces. Antes de introducirla en la plancha,
úntela con aceite y ponga otro poco sobre la plancha. Nada más colocarla no la mueva, el efecto sería como si
se hubiera pegado, muévala sólo para darle la vuelta al cabo de unos minutos.
Los pescados que funcionan bien a la plancha son los de carne dura, como el rape. Las sardinas, mejor que
sean grandes y enteras, es decir con sus tripas, sin eviscerar. Las sepias y calamares medianos son otras piezas
que quedan muy bien a la plancha, pero requieren una temperatura de plancha muy elevada.
Casi todas las verduras se pueden asar a la plancha, aunque debemos tener en cuenta su textura, puesto que
algunas requerirán un escaldado o hervido previo. Es el caso de los esparrágos, hay que escaldarlos o hervirlos
ligeramente para terminar de hacerlos en la plancha. Sea cual sea la verdura escogida, tendremos que buscar
los ejemplares más tiernos para conseguir una cocción homógenea y un resultado agradable. La sal, siempre, al
final.
35. ¿A que método de cocción debe ser sometido las carnes, frutas , verduras, leguminosas, pastas?