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Módulo 2

Organismos de proteccion de la Familia y de los Infantes y Adolescentes

A. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar

Es el órgano rector del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Sus funciones


generales se encuentran consagradas en las Leyes 75 de 1968 y 7ª de 1979. Su
existencia fue ratificada por el parágrafo del artículo 11 de la Ley 1098 de 2006.
En efecto, esta disposición señalo que el mencionado Instituto mantendría las
funciones que hoy tiene y además le corresponde definir los lineamientos técnicos
que las entidades deben cumplir para garantizar los derechos de los niños, las
niñas y los adolescentes, y para asegurar su restablecimiento. Así mismo
coadyuvará a los entes nacionales, departamentales, distritales y municipales en
la ejecución de sus políticas públicas, sin perjuicio de las competencias y
funciones constitucionales y legales propias de cada una de ellas.

La Ley 1098 de 2006, contentiva del Código de la Infancia y la Adolescencia,


hace referencia a esta institución en varias normas, a saber:

a) El artículo 16, al señalar el deber de vigilancia del Estado sobre las


entidades o personas que alberguen o cuiden infantes o adolescentes,
manda que a este Instituto le corresponde reconocer, otorgar, suspender y
cancelar personerías jurídicas y licencias de funcionamiento a las
Instituciones del Sistema que prestan servicios de protección a los
menores de edad o la familia y a las que desarrollen el programa de
adopción.
b) El artículo 62 indica que la autoridad central en materia de adopción es el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. En consecuencia, sólo podrán
desarrollar programas de adopción, el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar y las instituciones debidamente autorizadas por éste.
c) El último inciso del artículo 66 fija como una función del Instituto brindar
apoyo psicosocial a los adolescentes en eventos de adopción.
En materia misma de adopciones del Instituto interviene para los fines de
los artículo 71, 72 y 73.
d) El artículo 77 creó el sistema de información sobre restablecimiento de
derechos, el cual estará a cargo del Instituto, el cual tiene como finalidad
llevar el registro de los niños, las niñas y los adolescentes cuyos derechos
se denuncian amenazados o vulnerados. Dicho registro incluirá la medida
de restablecimiento adoptada, el funcionario que adelantó la actuación y el
término de duración del proceso.
Este sistema tendrá un registro especial para el desarrollo del programa de
adopción.
e) Según el inciso segundo del artículo 90, el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar en coordinación con la Direccion Nacional de Escuelas
de la Policía Nacional, organizarán los cursos necesarios para capacitar los
miembros de la Policía Nacional y Adolescencia.
f) Al Instituto, dice el artículo 96, segundo inciso, le corresponde efectuar el
seguimiento de las medidas de protección o de restablecimiento adaptadas
por los defensores y comisarios de familia.
g) El Instituto actúa como autoridad central para efectos de la restitución
internacional de infantes y adolescentes (art. 112 inc. 2°).
h) Corresponde al Instituto diseñar los lineamientos de programas
especializados en los eventos de cumplimiento de medidas de
restablecimiento de derechos en el sistema de responsabilidad penal para
adolescentes (art. 148, paragr.).
i) Compete al Instituto supervisar el diseño y ejecución de programas de
atención especializada para infantes y adolescentes víctimas de delitos
(art. 198).
j) Asesorar técnicamente en el diseño de lineamientos mínimos que en
materia de infancia y adolescencia deben contener los planes de desarrollo
en los niveles que se requieran (art. 204).
k) Según el artículo 205, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar como
rector del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, tiene a su cargo la
articulación de las entidades responsables de la garantía de los derechos,
la prevención de su vulneración, la protección y el restablecimiento de los
mismos, en los ámbitos nacional, departamental, distrital, municipal y
resguardos o territorios indígenas.
l) Hacerse parte en los procesos que por violación a las obligaciones de los
medios de comunicación se adelanten en contra de estos (art. 47, parág.).
m) Prestar asesoría técnica a las entidades territoriales para la organización
de hogares de paso (art. 58 inc. 2°).

B. La Defensoría de Familia
1. Organización y naturaleza

La defensoría de familia constituye una dependencia del Instituto Colombiano


de Bienestar Familiar de naturaleza multidisciplinaria, encargada de prevenir,
garantizar y restablecer los derechos de infantes y adolescentes. Conforme con el
artículo 79 de la Ley 1098 de 2006, las Defensorías de Familia contarán con
equipos técnicos interdisciplinarios integrados, por lo menos, por un psicólogo,
un trabajador social y un nutricionista, y los conceptos emitidos por cualquiera
de los integrantes del equipo técnico tendrán el carácter de dictamen pericial.

2. Requisitos del defensor de familia

Para ser defensor de familia se requieren las siguientes calidades:

1. Ser abogado en ejercicio y con tarjeta profesional vigente


2. No tener antecedentes penales ni disciplinarios
3. Acreditar título de posgrado en Derecho de Familia, Derecho Civil,
Derecho Administrativo, Derecho Constitucional, Derecho Procesal,
Derechos Humanos, o en Ciencias Sociales siempre y cuando en este
último caso el estudio de la familia sea un componente curricular del
programa.

3. Deberes del defensor de familia


Son deberes del Defensor de Familia:

1. Dirigir el proceso, velar por su rápida solución, adoptar las medidas


conducentes para impedir la paralización y procurar la mayor
económica procesal, so pena de incurrir en responsabilidad por las
demoras que ocurran.
2. Hacer efectiva la igualdad de las partes en el proceso, usando los
poderes que la ley le otorga.
3. Prevenir, remediar y sancionar por los medios que señala la ley, los
actos contrarios a la dignidad de la justicia, lealtad, probidad y buena
fe que deben observarse en el proceso, lo mismo que toda tentativa de
fraude procesal.
4. Emplear las facultades que esta ley le otorga en materia de pruebas,
siempre que estime conducente y pertinente para verificar los hechos
alegados por las partes y evitar nulidades y providencias inhibitorias.
5. Guardar reserva sobre las decisiones que deben dictarse en los
procesos, so pena de incurrir en mala conducta. El mismo deber rige
para los servidores públicos de la Defensoría de Familia.
6. Dictar las providencias dentro de los términos legales: resolver los
procesos en el orden en que hayan ingresado a su despacho, salvo
prelación legal; fijar las audiencias y diligencias en la oportunidad legal,
y asistir a ellas.

4. Funciones del Defensor de Familia


Corresponde al Defensor de Familia:

1. Adelantar de oficio, las actuaciones necesarias para prevenir, proteger,


garantizar y restablecer los derechos de los niños, las niñas, los
adolescentes y las adolescentes cuando tenga información sobre su
vulneración o amenaza.
2. Adoptar las medidas de restablecimiento de derechos para detener la
violación o amenaza de los derechos de los niños, las niñas o los
adolescentes.
3. Emitir los conceptos ordenados por la ley, en las actuaciones judiciales
o administrativas.
4. Ejercer las funciones de policía señaladas en la ley.
5. Dictar las medidas de restablecimiento de los derechos para los niños y
las niñas menores de catorce (14) años que comentan delitos.
6. Asumir la asistencia y protección del adolescente responsable de haber
infringido la ley penal ante el juez penal para adolescentes.
7. Conceder permiso para salir del país a los niños, las niñas y los
adolescentes, cuando no sea necesaria la intervención del juez.
8. Promover la conciliación extrajudicial en los asuntos relacionados con
derechos y obligaciones entre cónyuges, compañeros permanentes,
padres e hijos, miembros de la familia o personas responsables del
cuidado del niño, niña o adolescente.
9. Aprobar las conciliaciones en relación con la asignación de la custodia
y cuidado personal del niño, el establecimiento de las relaciones
materno o paterno filiales, la determinación de la cuota alimentaria, la
fijación provisional de residencia separada, la suspensión de la vida en
común de los cónyuges o compañeros permanentes, la separación de
cuerpos y bienes del matrimonio civil o religioso, las cauciones de
comportamiento conyugal, la disolución y liquidación de sociedad
conyugal por causa distinta de la muerte del cónyuge y los demás
aspectos relacionados con el régimen económico del matrimonio y los
derechos sucesorales, sin perjuicio de la competencia atribuida por la
ley a los notarios.
10.Citar al presunto padre con miras al reconocimiento voluntario del hijo
extramatrimonial nacido o que esté por nacer y, en caso de producirse,
extender el acta respectiva y ordenar la inscripción o corrección del
nombre en el registro del estado civil.
11.Promover los procesos o trámites judiciales a que haya lugar en defensa
de los derechos de los niños, las niñas o los adolescentes, e intervenir
en los procesos en que se discutan derechos de estos, sin perjuicio de la
actuación del Ministerio Público y de la representación judicial a que
haya lugar.
12.Representar a los niños, las niñas o los adolescentes en las actuaciones
judiciales o administrativas, cuando carezcan de representante, o éste
se halle ausente o incapacitado, o sea el agente de la amenaza o
vulneración de derechos.
13.Fijar cuota provisional de alimentos, siempre que no se logre
conciliación.
14.Declarar la situación de adoptabilidad en que se encuentre el niño, niña
o adolescente.
15.Autorizar la adopción en los casos previstos en la ley.
16.Formular denuncia penal cuando advierta que el niño, niña o
adolescente ha sido víctima de un delito.
17.Ejercer las funciones atribuidas por el artículo 71 de la Ley 906 de
2004.
18.Asesorar y orientar al público en materia de derechos de la infancia,
adolescencia y la familia.
19.Solicitar la inscripción del nacimiento de un niño, la corrección,
modificación o cancelación de su registro civil, ante la Direccion
Nacional de Registro Civil de las personas, siempre y cuando dentro del
proceso administrativo de restablecimiento de sus derechos, se pruebe
que el nombre y sus apellidos no corresponden a la realidad de su
estado civil y a su origen biológico, sin necesidad de acudir a la
jurisdicción de familia.

C´+

. Las Comisarias de Familia

1. Naturaleza y misión

Las comisarías de familia son entidades distritales o municipales o


intermunicipales de carácter administrativo e interdisciplinario, que forman parte
del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, cuya misión es prevenir, garantizar,
restablecer y reparar los derechos de los miembros de la familia conculcados por
situaciones de violencia intrafamiliar y las demás establecidas por la ley. El
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar como entidad coordinadora del
Sistema Nacional de Bienestar Familiar es el encargado de dictar la línea técnica
a las Comisarías de Familia en todo el país.

2. Creación y composición

Todos los municipios deben contar al menos con una Comisaría de Familia
según la densidad de la población y las necesidades del servicio. Su creación,
composición y organización corresponde a los Concejos Municipales.

Las Comisarías de Familia estarán conformadas como mínimo por un abogado,


quien asumirá la función del Comisario, un psicólogo, un trabajador social, u
médico, un secretario, en los municipios de mediana y mayor densidad de
población.

En los municipios en donde no fuere posible garantizar el equipo mencionado,


la Comisaría estará apoyada por los profesionales que trabajen directa o
indirectamente con la infancia y la familia, como los profesores psicopedagógicos
de los colegios, los médicos y enfermeras del hospital y los funcionarios del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

3. Requisitos del Comisario de Familia

Para ser Comisario de Familia se requieren las siguientes calidades:

1. Ser abogado en ejercicio y con tarjeta profesional vigente


2. No tener antecedentes penales ni disciplinarios
3. Acreditar título de posgrado en Derecho de Familia, Derecho Civil,
Derecho Administrativo, Derecho Constitucional, Derecho Procesal,
Derechos Humanos, o en Ciencias Sociales siempre y cuando en este
último caso el estudio de la familia sea un componente curricular del
programa.

4. Funciones del Comisario de Familia

Corresponde al Comisario de Familia:

1. Garantizar, proteger, restablecer y reparar los derechos de los


miembros de la familia conculcados por situaciones de violencia
intrafamiliar.
2. Atender y orientar a los niños, las niñas y los adolescentes y demás
miembros del grupo familiar en el ejercicio y restablecimiento de sus
derechos.
3. Recibir denuncias y adoptar las medidas de emergencia y de protección
necesarias en casos de delitos contra los niños, las niñas y los
adolescentes.
4. Recibir denuncias y tomas las medidas de protección en casos de
violencia intrafamiliar.
5. Definir provisionalmente sobre la custodia y cuidado personal, la cuota
de alimentos y la reglamentación de visitas, la suspensión de la vida en
común de los cónyuges o compañeros permanentes y fijar las cauciones
de comportamiento conyugal, en las situaciones de violencia
intrafamiliar.
6. Practicar rescates para conjurar las situaciones de peligro en que pueda
encontrarse un niño, niña o adolescente, cuando la urgencia del caso
lo demande.
7. Desarrollar programas de prevención en materia de violencia
intrafamiliar y delitos sexuales.
8. Adoptar las medidas de restablecimiento de derechos en los casos de
maltrato infantil y denunciar el delito.
9. Aplicar las medidas policivas que correspondan en casos de conflictos
familiares, conforme a las atribuciones que les confieran los Concejos
Municipales.
D. Policía de Infancia y Adolescencia
La Policía Nacional es una entidad que integra el Sistema Nacional de
Bienestar Familiar. Su misión como miembro del Sistema, es garantizar la
protección integral de los niños, las niñas y los adolescentes en el marco
de las competencias y funciones que le asigna la ley. Tiene como cuerpo
especializado a la Policía Nacional de Infancia y Adolescencia.

1. Funciones
Sin perjuicio de las funciones atribuidas en otras leyes en relación con
los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, la Policía de
Infancia y Adolescencia, tiene las siguientes funciones:
1. Cumplir y hacer cumplir las normas y decisiones que para la
protección de los niños, las niñas y los adolescentes impartan los
organismos del Estado.
2. Diseñar y ejecutar programas y campañas de educación,
prevención, garantías y restablecimiento de los derechos de los
niños, las niñas y los adolescentes en todo el territorio nacional.
3. Adelantar labores de vigilancia y control en los lugares de recreación
y deporte y demás espacios públicos en donde habitualmente
concurran niños, niñas y adolescentes y a la entrada de los
establecimientos educativos de su jurisdicción.
4. Adelantar labores de vigilancia a fin de controlar e impedir el ingreso
de los niños, las niñas y los adolescentes a los lugares de diversión
destinados al consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos y hacer
cumplir la prohibición de venta de estos productos.
5. Adelantar labores de vigilancia a fin de controlar e impedir el ingreso
de niños, niñas y adolescentes a los lugares en donde se ejerza la
explotación sexual, se realicen espectáculos no aptos para niños,
niñas o adolescentes, a salas de juego de azar y lugares públicos o
privados de alto riesgo que ofrezcan peligro para su integridad física
y/o moral y tomar las medidas a que haya lugar.
6. Adelantar labores de vigilancia a fin de prevenir, controlar e impedir
la entrada de menores de catorce (14) años a las salas de juegos
electrónicos.
7. Controlar e impedir el ingreso de niños, niñas y adolescentes a salas
de cine, teatros o similares donde se presenten espectáculos con
clasificación para mayores y el alquiler de películas de video
clasificadas para adultos.
8. Adelantar labores de vigilancia a fin de controlar el porte de armas
de fuego o corto-punzantes, bebidas embriagantes, pólvora,
estupefacientes y material pornográfico, por parte de niños, niñas o
adolescentes, así como de elementos que puedan atentar contra su
integridad, y proceder a su incautación.
9. Diseñar programas de prevención para los adultos sobre el porte y
uso responsable de armas de fuego, de bebidas embriagantes, de
pólvora, de juguetes bélicos y de cigarrillos cuando conviven o están
acompañados de niños, niñas o adolescentes.
10.Brindar apoyo a las autoridades judiciales, los Defensores y
Comisarios de Familia, Personeros Municipales e Inspectores de
Policía en las acciones de policía y protección de los niños, las niñas
y los adolescentes y de su familia, y trasladarlos cuando sea
procedente, a los hogares de paso o a los lugares en donde se
desarrollen los programas de atención especializada de acuerdo con
la orden emitida por estas autoridades. Es obligación de los centros
de atención especializada recibir a los niños, las niñas o los
adolescentes que sean conducidos por la policía.
11.Apoyar al Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, y
demás autoridades competentes, en la vigilancia permanente del
tránsito de niños, niñas y adolescentes en terminales de transporte
terrestre, aéreo y marítimo.
12.Adelantar acciones para la detección de niños, niñas y adolescentes
que realicen trabajos prohibidos, cualesquiera de las peores formas
de trabajo infantil. O que estén en situación de explotación y riesgo,
y denunciar el hecho ante la autoridad competente.
13.Recibir las quejas y denuncias de la ciudadanía sobre amenazas o
vulneraciones de los derechos del niño, niña o adolescentes, actuar
de manera inmediata para garantizar los derechos amenazados y
para prevenir su vulneración cuando sea del caso, o correr traslado
a las autoridades competentes.
14.Garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes en todos
los procedimientos policiales.
15.Adelantar labores de vigilancia y control de las instituciones
encargadas de ejecutar las sanciones, a fin de garantizar la
seguridad de los niños, niñas y adolescentes y evitar su evasión.
16.Prestar la logística necesaria para el traslado de niños, niñas y
adolescentes a juzgados, centros hospitalarios, previniendo y
controlando todo tipo de alteración que desarrollen los menores,
garantizando el normal desarrollo de los niños, niñas, adolescentes
y la institución.
2. Calidades
Además de los requisitos establecidos en la Ley y en los reglamentos, el
personal de la Policía de Infancia y Adolescencia debe tener estudios
profesionales en áreas relacionadas con las ciencias humanas y
sociales, tener formación y capacitación en Derechos Humanos y
Legislación de la Infancia y la Adolescencia, en procedimientos de
atención y en otras materias que le permitan la protección integral de
los niños, las niñas y los adolescentes.
3. Prohibiciones
Se encuentra prohibida la conducción de niños, niñas y adolescentes
mediante la utilización de esposas o cualquier otro medio que atente
contra su dignidad. Igualmente está prohibido el uso de armas para
impedir o conjurar la evasión del niño, niña o adolescentes que es
conducido ante autoridad competente, salvo que sea necesario para
proteger la integridad física de encarado de su conducción ante la
amenaza de un peligro grave e inminente.
E. El Ministerio Público

El Ministerio Público está integrado por la Procuraduría General de la


Nación, la Defensoría del Pueblo, y las personerías distritales y municipales, y
tiene a su cargo, además de las señaladas en la Constitución Política y en la ley,
las siguientes funciones:

1. Promover, divulgar, proteger y defender los Derechos Humanos de la


infancia en las instituciones públicas y privadas con énfasis en el
carácter prevalente de sus derechos, de su interés superior y sus
mecanismos de protección frente a amenazas y vulneraciones.
2. Promover el conocimiento y la formación de los niños, las niñas y los
adolescentes para el ejercicio responsable de sus derechos.
3. Tramitar de oficio o por solicitud de cualquier persona, las peticiones
y quejas relacionadas con amenazas o vulneraciones de derechos de
los niños, las niñas y los adolescentes y su contexto familiar, y
abogar en forma oportuna, inmediata e informal, porque la solución
sea eficaz y tenga en cuenta su interés superior y la prevalencia de
los derechos.
4. Hacer las observaciones y recomendaciones a las autoridades y a los
particulares en caso de amenaza o violación de los Derechos
Humanos de los niños, las niñas y los adolescentes.

Las personerías distritales y municipales deben vigilar y actuar en todos


los procesos judiciales y administrativo de restablecimiento de los
derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, en aquellos
municipios en los que no haya procuradores judiciales de familia. Así
mismo deberán inspeccionar, vigilar y controlar a los alcaldes para que
dispongan en sus planes de desarrollo, el presupuesto que garantice los
derechos y los programas de atención especializada para su
restablecimiento.

Los procuradores judiciales de familia obrarán en todos los procesos


judiciales y administrativos, en defensa de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes, y podrán impugnar las decisiones que se adopten.

LA JURISDICCION DE FAMILIA

A. La Jurisdicción en general y la de Familia en particular


Giuseppe Chiovenda considera que la jurisdicción es “la función del
Estado que tiene por fin la actuación de la voluntad concreta de la ley
mediante la sustitución por la actividad de los órganos públicos, de la
actividad de los particulares o de otros órganos públicos, sea al afirmar
la existencia de la voluntad de la ley, sea al hacerla prácticamente
efectiva”
En el criterio del procesalista UGO ROCCO la jurisdicción es “la
actividad con que el Estado, a través de los órganos jurisdiccionales,
interviniendo a petición de los particulares, sujetos de intereses
jurídicamente protegidos, se sustituye a los mismos en la actuación de
la norma que tales intereses ampara, declarando, en vez de dichos
sujetos qué tutela concede la norma a un interés determinado,
imponiendo al obligado, en lugar del titular del derecho, la observancia
de la norma y realizando, mediante el uso de la fuerza coactiva, en vez
del titular del derecho,. Directamente aquellos intereses cuya
protección está legalmente declarada”.

Los procesalista JOSÉ CASTILLO LARRAÑAGA y RAFAEL DE PINA


expresan que: “La jurisdicción puede definirse como la actividad del Estado
encaminada a la actuación del derecho objetivo mediante la aplicación de la
norma general al caso concreto. De la aplicación de la norma general al caso
concreto puede deducirse, a veces, la necesidad de ejecutar el contenido de la
declaración formulada por el juez, y entonces, la actividad jurisdiccional es no
solo declaratoria sino ejecutiva también”.

JOSE BECERRA BAUTISTA indica que: “Jurisdicción es la facultad de


decidir, con fuerza vinculativa para las partes, una determinada situación
jurídica controvertida.

RAFAEL DE PINA da un concepto breve de jurisdicción al apuntar que es


la “potestad para administrar justicia atribuida a los jueces, quienes la ejercen
aplicando las normas jurídicas generales y abstractas a los casos concretos que
deben decidir”.

CIPRIANO GÓMEZ LARA sobre la jurisdicción manifiesta: “Entendemos a


la jurisdicción como una función soberana del Estado, realizada a través de una
serie de actos que están proyectados, o encaminados a la solución de un litigio o
controversia, mediante la aplicación de una ley general a ese caso concreto
controvertido para solucionarlo o dirimirlo.

Ahora bien, no obstante que la jurisdicción del Estado, entendida como el


ejercicio de su soberanía para administrar justicia entre los asociados en todo el
territorio nacional, es una sola, el legislador por razones de orden funcional, de
una parte, la ha dividido teniendo en cuenta para el efecto las diversas materias
de orden jurídico a que ella se aplica, creando funcionalmente una pluralidad
jurisdiccional; y, de la otra, también la ha fraccionado para su conocimiento
específico, mediante la atribución de competencia entre la pluralidad de órganos.
Sobre este particular, digamos que la jurisdicción de familia se enmarca en
la concepción de creación legal. En efecto: El Origen de las jurisdicciones en
nuestro medio admita dos fuentes, una de naturaleza constitucional y, otra, de
carácter legal. Es que el constituyente al regular, de manera general y por
aspecto orgánico lo atinente a la rama judicial, instituyó como jurisdicciones la
ordinara, la contencioso administrativa y la constitucional, e igualmente consagró
el aspecto funcional de la jurisdicción en las especiales de los pueblos indígenas,
la penal militar y en ciertas labores asignadas a funcionarios o entidades de otras
ramas, órganos de control y particulares. Además, el legislador, dentro de la
jurisdicción ordinaria, en virtud de la especialidad de las diversas materia a que
ella se aplica la mejor y más eficiente prestación de este servicio público, es decir,
en atención a su aspecto funcional, tiene establecida de vieja data las
jurisdicciones civil, laboral, penal, agraria y de familia –y podrá crear otras en el
futuro si lo estima necesario -, sin que la diversidad de las mismas efectos de la
racionalización de la distribución del trabajo, rompa la unidad de la jurisdicción
del Estado, ni desnaturalice la jurisdicción ordinaria en manera alguna.

La Corte Constitucional, a cuyo cargo se encuentra la guarda de la


integridad de la Constitución y la interpretación de la misma con especial
autoridad en esta materia dentro del Estado, ha aceptado claramente que
conforme a la Constitución de 1991 la jurisdicción no es exclusivamente de rango
constitucional, sino que también es de origen legal. A este respecto, mediante
sentencia número C-543 de su Sala Plena, fechada el 1° de octubre de 1992, en
la cual reiteró el fallo No. T-520 de 16 de septiembre de 1992, proferido por la
Sala Tercera de Revisión, expresó que: “la Constitución de 1991 no contiene una
cláusula por medio de la cual haya sido derogada en bloque la legislación que
estaba vigente al momento de su expedición. El artículo 380 se limitó a derogar
la Carta de 1886 con todas sus reformas. Es decir, los cambios se produjeron en
el nivel constitucional; las demás escalas de la jerarquía normativa siguen
vigentes mientras no sean incompatibles con la nueva Constitución (art. 4° C.N).

Por lo demás, recordemos que la jurisdicción de familia fue creada


mediante el Decreto 2272 de 1989, norma que desde su artículo 4° dispuso que
los antiguos jueces civiles y promiscuos de menores en adelante se denominarían
jueces de familia y promiscuos de familia. En efecto, si se rememora un poco
tenemos que en ejercicio de facultades extraordinarias que le fueron otorgadas
por la Ley 30 de 1987 y constituyendo para muchos la culminación normativa de
un largo proceso emprendido para imprimiré plena autonomía en el país al
Derecho de Familia, el Gobierno Nacional puso en vigencia el Decreto Ley 2272 de
1989, por cuya virtud se creó y organizó la magistratura especializada en asuntos
de familia, concibiéndola dicho estatuto, en términos generales, como una
verdadera jurisdicción con perfiles orgánicos propios y materia exclusiva a ella
reservada, materia esta que por lo tanto quedó sustraída del conocimiento de los
jueces ordinarios en todos los ámbitos y desde el punto de vista objetivo aparece
definida fundamentalmente en los arts. 5° y 7° del citado decreto.

Así pues, dentro de este marco legal de referencia son los juzgados de
Familia, comunes y promiscuos, junto con las Salas que llevan la misma
denominación de los Tribunales Superiores del Distrito Judicial, autoridades
judiciales cuyo círculo de atribuciones está restringido al conocimiento de causas
de determinada especie donde, a juicio del legislador, adquieren preponderancia
aquellas normas de marcado interés público que regulan la constitución, el
desenvolvimiento y la extinción de los vínculos que de la existencia misma de la
familia se derivan para las personas, bien sea imputándoles deberes de
inevitable observancia o ya otorgándoles derechos en no pocas veces inclusive de
alcance patrimonial, luego ciertamente y dada la singularidad funcional que a
dichos organismos les es característica, no pueden ellos intervenir en asuntos
distintos de los que, por aparecer incluidos con absoluta claridad en el elenco de
materias contenido en los preceptos atrás mencionados, pueda afirmarse de
modo inequívoco que su conocimientos les ha sido encomendado por el
ordenamiento positivo; en otras palabras, se trata de disposiciones de excepción
que a gusto de los intérpretes no pueden ser ampliadas aduciendo argumentos de
analogía o por mayoría de razón que por sus resultados y en ausencia del
necesario apoyo legal, redundan en injustificado detrimento del radio de
competencia general asignado a la jurisdicción civil ordinaria, la cual, se repite,
es la llamada a entender de la generalidad de los asuntos de derecho privado,
téngaseles o no como de interés público, y por mandato del art. 13 del Código de
Procedimiento Civil en ese campo goza de la “vis atractiva”.

B. La Competencia y la distribución de asuntos en materia de familia

1. Concepto de competencia

Giuseppe Chiovenda considera que la competencia es “el conjunto de las


causas en que puede ejercer, según la ley, o jurisdicción, y en otro, se entiende
por competencia esta facultad del tribunal considerada en los límites en que le es
atribuida”.

W.Kisch sobre la competencia nos dice: “… es preciso que existan reglas


fijas, según las cuales todos los procesos que se originen queden repartidos entre
ellos. Esto nos lleva al estudio de la competencia. De dos maneras se puede ésta
concebir: en sentido objetivo es el sector de negocios del tribunal; en sentido
subjetivo es la facultad y el deber del mismo de resolver determinados negocios”.

Ugo Rocco expresa que es “aquella parte de jurisdicción que compete en


concreto a cada órgano jurisdiccional según algunos criterios, a través de los
cuales las normas procesales distribuyen la jurisdicción entre los varios órganos
ordinarios de la misma”.
Leonardo Prieto Castro índice: “Si la jurisdicción, desde un punto de vista
subjetivo, es el deber y el derecho de impartir justicia, en general, la competencia,
también en sentido subjetivo, para el juez es ese mismo deber y derecho de
otorgar justicia en un caso concreto, con exclusión de otro órgano jurisdiccional;
y para las partes el deber y el derecho de recibir justicia precisamente del órgano
especial determinado y no de otro alguno”.

José Castillo Larrañaga y Rafael de Pina emiten diversas ideas sobre la


competencia: “Jurisdicción y competencia no son conceptos sinónimos. No
obstante, suelen a veces, ser confundidos. Esta confusión, como puede verse
por la lectura de este capítulo y la del anterior, es realmente incomprensible,
sobre todo en aquellas personas que hayan prestado alguna atención a los temas
de derecho procesal.

“Para distinguir ambos conceptos basta y sobra una consideración


sumaria de la materia.

“Considerada la jurisdicción como el poder del juez, la competencia ha sido


definida por Boncenne como la medida de ese poder. Ha sido también definida
como “la aptitud del juez para ejercer su jurisdicción en un caso determinado”, y
como “la facultad y el deber de un juzgado o tribunal para conocer de
determinado asunto”.

La competencia es, en realidad, la medida del poder o facultad otorgado a


un órgano jurisdiccional para entender de un determinado asunto “en otros
términos se puede decir que la competencia es aquella parte de la potestad
jurisdiccional que está legalmente atribuida a un órgano judicial determinado
frente a una cuestión también determinada.

“Para que un juez o tribunal tenga competencia para conocer de un


determinado asunto se precisa que, hallándose éste dentro de la órbita de su
jurisdicción, la ley se reserva su conocimiento, con preferencia a los demás jueces
y tribunales de su mismo grado. Un juez o tribunal pueden tener jurisdicción y
carecer de competencia. La competencia por el contrario, no puede existir sin la
jurisdicción.

Eduardo Pallares define la competencia como “la porción de jurisdicción


que la ley atribuye a los órganos jurisdiccionales, para conocer de determinados
juicios”.

2. Distribución de la competencia por factores

La competencia en materia de familia se distribuye por factores, al igual


que en la jurisdicción civil. Recordemos que de manera general la competencia se
determina por varios factores: objetivo, subjetivo, territorial, funcional, de
conexión.
El factor objetivo presenta dos aspectos: competencia por materia y
competencia por cuantía. La competencia por materia hace relación a la
naturaleza del asunto. La competencia por cuantía refiérese al valor económico
de la relación jurídica objeto de la demanda.

El factor subjetivo determina la competencia con base en la calidad de la


persona.

El factor territorial hace referencia al lugar en que debe adelantarse la


correspondiente actuación, por ejemplo, cuando son dos o más los demandados,
será competente el juez del domicilio de cualquiera de ellos, a elección del
demandante.

El factor funcional hace relación a la distribución vertical de la


competencia.

El factor de conexión hace referencia al conocimiento por acumulación de


pretensiones o de procesos, vr.gr., pueden formularse en una demanda
pretensiones de varios demandantes o contra varios demandados, siempre que
deban servirse específicamente de unas mismas pruebas, aunque sea diferente el
interés de unos y otros.

a. Competencia por razón de la materia o naturaleza del asunto


1) Competencia de los jueces de familia

Los jueces de familia conocen, de conformidad con el procedimiento señalado en


la ley, de los siguientes asuntos:

1- En única instancia:
a) De la protección del nombre
b) Del divorcio de matrimonio civil, la cesación de los efectos civiles de
matrimonio religioso y la separación de cuerpos o de bienes, por
consentimiento de ambos cónyuges, sin perjuicio de la competencia
atribuida por la ley a los notarios.
c) De la suspensión y restablecimiento de la vida en común de los
cónyuges.
d) De la custodia y cuidado personal, visita y protección legal de los
infantes y adolescentes.
e) De la aprobación del desconocimiento de hijo de mujer casada, en
los casos previstos en la ley.
f) De la designación de curador ad hoc para la cancelación del
patrimonio de familia inembargable.
g) De la citación judicial para el reconocimiento de hijo
extramatrimonial
h) De los permisos a menores de edad para salir de país, cuando haya
desacuerdo al respeto entre sus representantes legales o entre estos
y quienes detenten la custodia y cuidado personal.
i) De los procesos de alimentos, de la ejecución de los mismos y de su
oferta.
j) De los demás asuntos de familia que por disposición legal deba
resolver el juez con conocimiento de causa, o breve y sumariamente,
o con prudente juicio o a manera de árbitro.
k) De la homologación de la resolución que declara la adoptabilidad de
infantes y adolescentes.
l) De la Revisión de las decisiones administrativas proferidas por el
Defensor de Familia o el Comisario de Familia.
m) De la restitución internacional de infantes y adolescentes.
n) De las resoluciones sobre el restablecimiento de derechos cuando el
Defensor o el Comisario de Familia haya perdido competencia.
o) Los asuntos que sean materia de tratados y convenios
internacionales vigentes en Colombia en los que se reconozca
principios, derechos, garantías y libertades de los niños y de las
familias.
p) Las acciones tendientes a constituir, modificar o levantar
judicialmente la afectación a vivienda familiar.
q) De los demás casos contemplados en el numeral 5 del artículo 435
del Código de Procedimiento Civil.

2. En primera instancia:

a. De la nulidad y divorcio de matrimonio civil y la cesación de los


efectos civiles de los matrimonios religiosos, en eventos contenciosos.

b. De la investigación e impugnación de la paternidad y maternidad y


de los demás asuntos referentes al estado civil de las personas.

c. De la separación de cuerpos del matrimonio civil o religioso, cuando


haya contención.

d. De la separación de bienes y de la liquidación de sociedades


conyugales por causa distinta de la muerte de los cónyuges, cuando
exista contención.

e. De la pérdida, suspensión y rehabilitación de la patria potestad y de


la administración de los bienes de los hijos

f. De los procesos de designación y remoción de curadores consejeros o


administradores.
g. De la aprobación de las cuentas rendidas por guardadores,
consejeros o administradores.

h. De la interdicción de la persona con discapacidad mental absoluta,


de las inhabilidades de personas con discapacidad mental relativa y de
las correspondientes rehabilitaciones, así como de las autorizaciones de
internación o libertad de la persona con discapacidad mental relativa.

i. De la rendición de cuentas sobre la administración de los bienes del


pupilo por parte del curador y de los consejeros o administradores.

j. De las diligencias de apertura y publicación de testamento cerrado y


de la reducción a escrito de testamento verbal.

k. De los procesos de sucesión de mayor cuantía, sin perjuicio de la


competencia atribuida por la ley a los notarios.

i. De la licencia para enajenar o gravar bienes;

m. De la declaración de ausencia;

n. De la declaración de muerte por desaparecimiento;

ñ. De la adopción;

o. De la insinuación de donaciones entre vivos en cantidades superiores


a cincuenta veces el salario mínimo mensual, sin perjuicio de la
competencia atribuida por la ley a los notarios;

p. De la corrección, sustitución o adición de partidas del estado civil,


cuando se requiera intervención judicial.

q. De la declaración de existencia de la unión marital de hecho (art. 4°,


Ley 54 de 1990).

r. De la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial entre


compañeros permanentes (art. 7°, inc. 2°, Ley 54 de 1990).

s. De los procesos contenciosos sobre el régimen económico del


matrimonio y derechos sucesorales. Ahora se entiende que la
competencia de los jueces de familia en esta materia solamente
comprende:

1. Los tipos de procesos declarativos sobre derechos sucesorales,


cuando versen exclusivamente sobre los siguientes aspectos:

1ª) Nulidad y validez del testamento

1b) Reforma del testamento


1c) Desheredamiento

1d) Indignidad o incapacidad para suceder.

1e) Petición de herencia.

1f) Reivindicación por el heredero sobre cosas hereditarias

1g) Controversias sobre derechos a la sucesión por


testamento o abintestato o por incapacidad de los asignatarios.

2. Los tipos de procesos declarativos sobre el régimen económico del


matrimonio, cuando versen exclusivamente sobre los siguientes
aspectos:

2ª) Rescisión de la partición por lesión y nulidad de la misma

2b) Acciones relativas que resulten de la caducidad,


inexistencia o nulidad de las capitulaciones matrimoniales.

2c) Revocación de la donación por causa del matrimonio.

2d) El litigio sobre la propiedad de bienes, cuando se discuta


si estos son propios de uno de los cónyuges o si pertenecen a la
sociedad conyugal.

2e) Controversia sobre la subrogación de bienes o las


compensaciones respecto de los cónyuges y a cargo de la sociedad
conyugal o a favor de ésta o a cargo de aquello en caso de disolución y
liquidación de la sociedad conyugal.

3 .En segunda instancia:


Los jueces de familia conocen en segunda instancia:
a. De los recursos de apelación que se interpongan en los procesos
de familia atribuidos en primera instancia a los jueces civiles
municipales:
b. De los recursos de queja.
2). Competencia de los jueces promiscuos de familia
En donde no existan jueces de familia, los jueces promiscuos de familia
conocen de los asuntos de que son competentes los primeros.
3).Competencia de los jueces civiles municipales en asuntos
de familia.
Los jueces civiles municipales conocen, en materia de familia, de los
siguientes asuntos:
1. En única instancia
a. De los procesos de sucesión de mínima cuantía
b. De la celebración del matrimonio civil, sin perjuicio de la
competencia atribuida a los notarios.

Téngase presente que los jueces municipales conocen de los


procesos anteriores siempre y cuando en el municipio no exista juez
municipal de pequeñas causas y competencia múltiple.

c. De los procesos atribuidos a los jueces de familia en única


instancia, cuando en el municipio no existe juez de familia o
promiscuo de familia.
2. En primera instancia

De los procesos de sucesión de menor cuantía.

4). Competencia de los jueces civiles municipales de


pequeñas causas y competencia múltiple en asuntos de
familia.

Estos juzgados, creados por la Ley 1395 de 2010 (art. 2°), conocen
en asuntos de familia, de los siguientes procesos:

a) De los procesos de sucesión de mínima cuantía


b) De la celebración del matrimonio civil, sin perjuicio de la
competencia notarial.
5). Competencia de los jueces civiles del circuito en
asuntos de familia.

Conforme con el artículo 16 del C. de P.C., modificado por el artículo


6° de la Ley 794 de 2003, sin perjuicio de la competencia que se asigne a los
jueces de familia, los jueces de circuito conocen en primera instancia de los
siguientes procesos:

1. De los procesos atribuidos a los jueces de familia en primera instancia,


cuando en el circuito no exista juez de familia o promiscuo de familia.
2. De las diligencias de apertura, publicación y reducción a escrito de
testamentos que no correspondan a los jueces de familia.
b .Competencia por razón del territorio en materia de
familia

La competencia territorial se determina por las siguientes reglas:

1. En los procesos contenciosos, salvo en disposición legal en contrario,


es competente el juez del domicilio del demandado, si tiene varios, el de
cualquiera de ellos a elección del demandante, a menos que se trate de
asuntos vinculados exclusivamente a uno de dichos domicilios, caso en
el cual es competente el juez de éste.
2. El demandado carece de domicilio, es competente el juez de su
residencia, y si tampoco tiene residencia en el país, el del domicilio del
demandante.
3. Siendo dos o más los demandados, es competente el juez del domicilio
de cualquiera de ellos, a elección del demandante.
4. En los procesos de alimentos (salvo de menores de edad), nulidad y
divorcio de matrimonio civil, separación de bienes, liquidación de
sociedad conyugal, y en las medidas cautelares sobre personas o bienes
vinculados a tales procesos o a los de nulidad, cesación de los efectos
civiles y separación de cuerpos de matrimonio religioso, es también
competente el juez que corresponda al domicilio común anterior,
mientras el demandante lo conserve.
5. En los procesos de sucesión es competente el juez del último domicilio
del difunto en el territorio nacional, y en el caso de que a su muerte
haya tenido varios, el que corresponda al asiento principal de sus
negocios.
6. En los procesos que se promuevan contra los asignatarios, el cónyuge o
los administradores de herencia, por causa o razón de ésta, es
competente el juez que conozca del proceso de sucesión mientras dure
éste, siempre que lo sea por razón de la cuantía, y si no lo fuere, el
correspondiente juez de dicha jurisdicción territorial.
7. De la sucesión testada o intestada de un extranjero sin domicilio en el
país, que deba tramitarse en éste, conoce el juez que corresponda al
asiento principal de sus negocios, sin perjuicio de lo dispuesto en los
tratados internacionales.
8. En los procesos de jurisdicción voluntaria la competencia se determina
de la siguiente manera:
a. En los de designación y remoción de guardadores, consejeros o
administradores, interdicción de persona con discapacidad
mental absoluta y su rehabilitación, es competente el juez de la
residencia del incapaz.
b. En los de declaración de ausencia o de muerte por
desaparecimiento de una persona, conoce el juez del último
domicilio que el ausente o desaparecido haya tenido en el
territorio nacional.
c. En los demás casos, es competente el juez del domicilio de quien
promueva el proceso.
9. Respecto de la práctica de pruebas anticipadas, de requerimiento y
diligencias varias, son competentes, a prevención, el juez del domicilio y
el de la residencia de la persona con quien deba cumplirse el acto.

c. Competencia por razón de la cuantía


1). Cuantía

Conforme con el artículo 1° de la Ley 572 del año 2000, cuando la


competencia o el trámite se determinen por la cuantía de la pretensión los
procesos son de mayor, de menor y de mínima cuantía. Son de mínima cuantía
los que versen sobre pretensiones patrimoniales inferiores al equivalente a quince
(15) salarios mínimos legales mensuales; son de menor cuantía los que versen
sobre pretensiones patrimoniales comprendidas desde los quince (15) salarios
mínimos legales mensuales, inclusive, hasta el equivalente a noventa (90) salarios
mínimos legales mensuales; son de mayor cuantía los que versen sobre
pretensiones patrimoniales superiores a noventa (90) salarios mínimos legales
mensuales. Debe entenderse que el valor del salario mínimo mensual es el que
rija al momento de la presentación de la demanda.

2) Determinación

La cuantía se determina de la siguiente forma:

1. Por el valor de las pretensiones al tiempo de la demanda, sin tomar en


cuenta los frutos, intereses, multas o perjuicios reclamados como
accesorios, que se causen con posterioridad a la presentación de
aquélla.
2. Por el valor de la suma de todas las pretensiones acumuladas al
momento de la presentación de la demanda.
3. En los procesos de sucesión, la cuantía se determina por el valor de
los bienes relictos. En este evento, la cuantía señalada inicialmente
puede modificarse por causa del avalúo en firme de los bienes
inventariados. En tal caso lo actuado hasta entonces conserva su
validez y el juez, si no es competente por razón de la modificación,
debe remitir el proceso a quien resulte competente.
C. Las Salas de Familia de los tribunales superiores
1. Creación e integración
El Decreto 2272 de 1989 al organizar la jurisdicción de familia creó la
Sala de Familia de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial.
Estas Salas ejercen sus funciones en Salas de decisión, integradas en
cada asunto por el magistrado ponente y los dos que le sigan en orden
alfabético de apellidos. Cuando el número de magistrados de la sala
de familia sea inferior a tres, las decisiones se adoptan en Sala dual.
2 .Competencia
Las Salas de Familia de los Tribunales Superiores conocen de los
siguientes asuntos:
1. De la apelación de las sentencias dictadas en primera instancia por
los jueces de familia, y de los recursos de queja, cuando se deniegue el
de apelación.
2. De las apelaciones que se formulen contra autos interlocutorios
dictados por los jueces de familia, en los casos señalados por la ley.
3. De las consultas de las sentencias dictadas en primera instancia por
los jueces de familia, en los casos señalados por la ley.
4. Del recurso extraordinario de revisión contra las sentencias
ejecutoriadas dictadas por los jueces de familia.
D-El proceso ante la Jurisdicción de Familia
1. Explicación preliminar

Con los cambios introducidos al Código de Procedimiento Civil, por el


Decreto 2282 de 1989, la Ley 446 de 1998 y la Ley 1395 de 2010, se produjo una
variación procedimental respecto de los asuntos de familia. Estos procesos
pasaron de ordinarios y abreviados a ser tramitados a través del proceso verbal
(de mayor o menor cuantía y sumario); otros por el proceso de jurisdicción
voluntaria y el resto continuó en la forma de procesos especiales. Lo anterior
porque la finalidad del legislador ha sido la de acelerar la tramitología en este
campo.

2. Procesos de familia que se ventilas por el procedimiento


verbal
a- En primer lugar, se ventilan por el proceso verbal los asuntos que
antes de la expedición de la Ley 1395 de 2010 se tramitaban por el
procedimiento ordinario y abreviado. Así quedó establecido por el
artículo 21 de la mencionada Ley al señalar: “se ventilará y decidirá en
proceso verbal todo asunto contencioso que no esté sometido a un
trámite especial”. Complementando esta norma, que modificó el
artículo 396 del Código de Procedimiento Civil, el artículo 22 de la
misma Ley (modificatoria del artículo 397 del Estatuto Procesal Civil)
dispuso que los asuntos de mayor y menor cuantía y los que no
versen sobre derechos patrimoniales, se sujetaran al procedimiento
del proceso verbal de mayor y menor cuantía, y los de mínima
cuantía se decidirán por el trámite del proceso verbal sumario, el cual
se surte en forma oral y en una sola audiencia.
b- En segundo lugar continuarán tramitándose por el proceso verbal, y
específicamente por el procedimiento de mayor y menor cuantía, los
asuntos y controversias que tradicionalmente se venían ventilando por
este procedimiento a saber:
1) La nulidad y divorcio del matrimonio civil y la cesación de los
efectos civiles de los matrimonios religiosos, cuando exista
contención, es decir, cuando no haya mutuo consentimiento.
2) La separación de cuerpos o de bienes cuando igualmente no sea
por mutuo consentimiento.
3) La privación, suspensión y restablecimiento de la patria potestad o
de la administración de los bienes del hijo.
4) La inhabilitación de personas con discapacidad mental relativa y
su rehabilitación.
c- En tercer lugar, igualmente continuarán tramitándose por el proceso
verbal, y específicamente por el procedimiento verbal sumario, los
siguientes asuntos.
1) La fijación, aumento, disminución y exoneración de alimentos
(distinta de alimentos para menores de edad) y la restitución de
pensiones alimenticias.
2) Las acciones tendientes a constituir, modificar o levantar
judicialmente la afectación a vivienda familiar (art. 10 Ley 258 de
1996).
3) Las controversias que se susciten entre padres o cónyuges, o entre
aquellos y sus hijos menores, respecto al ejercicio de la patria
potestad, y los litigios de igual naturaleza, en los que el defensor de
familia actúa en representación de los hijos.
4) Las diferencias que surjan entre los cónyuges sobre la fijación y
dirección del hogar, el derecho a ser recibido en éste y la obligación
de vivir juntos y la salida de los hijos menores al exterior.
5) Los asuntos que sean materia de tratados y convenios
internacionales vigentes en Colombia, en lo que se reconozcan
principios, derechos, garantías y libertades de los niños y de las
familias (art. 1° Ley 1008 de 2006).
6) Los asuntos en que sea necesario la intervención del juez previstos
en la Ley 24 de 19745, los Decretos 2820 de 1974 y 772 de 1975,
sin perjuicio de las atribuciones que correspondan al Instituto de
Bienestar Familiar.
7) Los asuntos que conforme a disposición especial deba resolver el
juez con conocimiento de causa, o breve y sumariamente, o a su
prudente juicio, o a manera de árbitro.
3. Procesos de familia que se tramitan por el
procedimiento de jurisdicción voluntaria.

Por el procedimiento de jurisdicción voluntaria se tramitan los siguientes


asuntos de familia.

1- Los procesos de divorcio, cesación de efectos civiles de matrimonio


religioso, separación de cuerpos o de bienes por mutuo
consentimiento, sin perjuicio de la competencia notarial
2- La licencia que soliciten el padre o la madre de familia o los
guardadores para enajenar o gravar bienes de sus representados, o
para realizar otros actos que interesen a estos, en los casos en que las
leyes lo exijan.
3- La aprobación de las cuentas del guardador.
4- La licencia para la emancipación voluntaria
5- La designación y remoción de guardadores, consejeros o
administradores
6- La declaración de ausencia
7- La declaración de muerte presuntiva por desaparecimiento
8- La interdicción de persona con discapacidad mental absoluta y su
rehabilitación
9- La autorización requerida en caso de adopción
10- La insinuación para donaciones entre vivos.
11- La corrección, sustitución o adición de partidas de estado civil
o del nombre, o anotación del seudónimo en actas o folios del registro
de aquél.
12- Cualquier otro asunto de jurisdicción voluntaria que no tenga
señalado trámite diferente.
E. Recursos Procesales ante la Jurisdicción de Familia
1- En la jurisdicción de familia son procedentes los recursos de
reposición, apelación, súplica y queja.
2- Respeto de la consulta, el artículo 6° del Decreto 2272 de 1989
advierte que son consultables las sentencias que decreten la
interdicción y las que sean adversas a quien estuvo representado
por curador ad-litem.
3- En lo relativo a los recursos extraordinarios de revisión y casación,
el artículo 9° del decreto citado dispone que además de los casos en
que conforme al Código de Procedimiento Civil procedan los
mencionados recursos, estos también son predicables en sentencia
proferidas en los procesos a que se refieren los artículos 13 a 16 de
la Ley 75 de 19*68, es decir, en procesos de filiación.
F. La conciliación en materia de Familia
1. Definición, materia conciliable, efectos y modalidades.

La conciliación es un mecanismos de resolución de conflictos a través del


cual, dos o más personas gestionan por sí mismas la solución de sus diferencias,
con la ayuda de un tercero neutral y calificado, denominado conciliador.

Son conciliables todos los asuntos susceptibles de transacción,


desistimiento y aquellos expresamente determinados en la ley.

El acuerdo conciliatorio hace tránsito a cosa juzgada y el acta de


conciliación presta mérito ejecutivo.

La conciliación puede ser judicial si se realiza dentro de un proceso


judicial, o extrajudicial, si se realiza antes o por fuera de un proceso judicial.

La conciliación extrajudicial se denomina en derecho cuando se realiza a


través de los conciliadores de centros de conciliación o ante autoridad en
cumplimiento de funciones conciliatorias; y en equidad cuando se realiza ante
conciliadores en equidad.

2. La conciliación prejudicial en asuntos de familia.


a) Según el artículo 47 de la Ley 23 de 1991podrá intentarse
previamente a la iniciación del proceso judicial, o durante el
trámite de éste, la conciliación ante el Defensor de Familia
competente, en los siguientes asuntos, sin perjuicio de las
atribuciones concedidas por la ley a los notarios:
1) La suspensión de la vida en común de los cónyuges
2) La custodia y cuidado personal, visita y protección legal de
los menores.
3) La fijación de la cuota alimentaria.
4) La separación de cuerpos del matrimonio civil o canónico
5) La separación de bienes y la liquidación de sociedades
conyugales por causa distinta de la muerte de los cónyuges.
6) Los procesos contenciosos sobre el régimen económico del
matrimonio y derechos sucesorales.
b) El artículo 40 de la Ley 640 de 2001 dispuso que, la conciliación
extrajudicial en derecho en materia de familia deberá intentarse
previamente a la iniciación del proceso judicial en los siguientes
asuntos:
1) Controversias sobre la custodia y el régimen de visitas sobre
menores e incapaces
2) Asuntos relacionados con las obligaciones alimentarias
3) Declaración de la unión marital de hecho, su disolución y la
liquidación de la sociedad patrimonial
4) Rescisión de la partición en las sucesiones y en las
liquidaciones de sociedad conyugal o de sociedad
patrimonial entre compañeros permanentes.
5) Conflictos sobre capitulaciones matrimoniales.
6) Controversias entre cónyuges sobre la dirección conjunta
del hogar y entre padres sobre el ejercicio de la autoridad
paterna o la patria potestad.
7) Separación de bienes y de cuerpos.
c) Los numerales 8 y 9 del artículo 82 de la Ley 1098 de 2006,
contentivo del Código de la Infancia y la Adolescencia, dispuso
en esta materia que corresponde al Defensor de Familia:
- Promover la conciliación extrajudicial en los asuntos
relacionados con derechos y obligaciones entre cónyuges,
compañeros permanentes, padres e hijos, miembros de la
familia o personas responsables del cuidado del niño, niña o
adolescente.
- Aprobar las conciliaciones en relación con la asignación de la
custodia y cuidado personal del niño, el establecimiento de
las relaciones materno o paterno filiales, la determinación de
la cuota alimentaria, la fijación provisional de residencia
separada, la suspensión de la vida en común de los cónyuges
o compañeros permanentes, la separación de cuerpos y de
bienes del matrimonio civil o religioso, las cauciones de
comportamiento conyugal, la disolución y liquidación de
sociedad conyugal por causa distinta de la muerte del
cónyuge, y los demás aspectos relacionados con el régimen
económico del matrimonio y los derechos sucesorales, sin
perjuicio de la competencia atribuida por la ley a los notarios.
d) El mismo Estatuto de la Infancia y la Adolescencia, haciendo
referencia a la conciliación en eventos de protección y
restablecimiento de derechos de infantes y adolescentes, dispuso
en los incisos 1° y 2° del artículo 100:

“Cuando se trate de asuntos que puedan conciliarse, el defensor o el


Comisario de Familia o, en su caso, el Inspector de Policía citará a
las partes, por el medio más expedito, a ausencia de conciliación
que deberá efectuarse dentro de los diez días siguientes al
conocimiento de los hechos. Si las partes concilian se levantará
acta y en ella se dejará constancia de lo conciliado y de su
aprobación.

Fracasado el intento de conciliación, o transcurrido el plazo


previsto en el inciso anterior sin haberse realizado la audiencia, y
cuando se trate de asuntos que no la admitan, el funcionario citado
procederá a establecer mediante resolución motivada las
obligaciones de protección al menor, incluyendo la obligación
provisional de alimentos, visitas y custodia.

e) Señala el artículo 49 de la Ley 23 de 1991 que de lograrse la


conciliación se levantará constancia de ella en acta. En cuanto
corresponda a las obligaciones alimentarias entre los cónyuges,
los descendientes y los ascendientes, prestará mérito ejecutivo, y
serán exigibles por el proceso ejecutivo de mínima cuantía en
caso de incumplimiento.
f) Y el artículo 50 de la Ley 23 de 1991 señala que si la conciliación
comprende el cumplimiento de la obligación alimentaria respecto
de menores, el Defensor podrá adoptar las medidas cautelares
que le permite la ley para asegurar la oportuna satisfacción de la
obligaciones alimentaria, dará aviso a las autoridades de
emigración competentes para que el obligado no se ausente del
país sin prestar garantía suficiente de cumplir dicha
obligaciones, y de ser necesario, cuando no sea posible el
embargo de salarios y prestaciones, pero se demuestre la
existencia de bienes muebles o inmuebles o de otra naturaleza,
en cabeza del obligado, podrá acudir al Juez de Familia
competente para la práctica de las medidas cautelares sobre los
bienes del alimentante.
Si la conciliación fracasa, dice el artículo 51 de la Ley 23 de
1991, las medidas cautelares así adoptadas se mantendrán
hasta la iniciación del proceso, y durante el curso del mismo si
no son modificadas por el juez, siempre que el proceso
correspondiente se promueva dentro de los 3 meses siguientes a
la fecha de la audiencia. De lo contrario cesarán sus efectos.
g) Ahora bien, en caso de que la conciliación fracase y se inicie el
respectivo proceso, de la audiencia establecida en el artículo 101
del Código de Procedimiento Civil y en las demás normas
concordantes de este mismo estatuto, se excluirá la actuación
concerniente a aquélla y el juez se ocupará únicamente de los
demás aspectos a que se refiere, a menos que las partes de
consumo manifiesten su voluntad de conciliar (art. 52, Ley 23
de1991).
h) Por su parte, al tenor del artículo 53 de la Ley 23 de 1991, la
solicitud de conciliación suspende la caducidad e interrumpe la
prescripción, según el caso, si el solicitante concurre a la
audiencia dispuesta por el Defensor de Familia; y tendrá el
mismo efecto si el proceso judicial se promueve dentro de los tres
meses siguientes a la fecha del fracaso de la conciliación por
cualquier causa.
i) Finalmente, los numerales 2, 3 y 4 del artículo 111 Ley 1098 de
2006 (Código de la Infancia y la Adolescencia), expresan que
para la fijación de cuota alimentaria se observarán las siguientes
reglas:
Siempre que se conozca la dirección donde puede recibir
notificaciones el obligado a suministrar alimentos, el defensor o
Comisario de Familia lo citará a audiencia de conciliación. En
caso contrario, elaborará informe que suplirá la demanda y lo
remitirá al juez de familia para que inicie el respectivo proceso.
Cuando habiendo sido debidamente citado a la audiencia el
obligado no haya concurrido, o habiendo concurrido no se haya
logrado la conciliación fijará cuota provisional de alimentos,
pero sólo se remitirá el informe al juez si alguna de las partes lo
solicita dentro de los cinco días hábiles siguientes.
Cuando se logre conciliación se levantará acta en la que se
indicará: el monto de la cuota alimentaria y la fórmula para su
reajuste periódico; el lugar y la forma de su cumplimiento; la
persona a quien debe hacerse el pago, los descuentos salariales,
las garantías que ofrece el obligado y demás aspectos que se
estimen necesarios para asegurar el cabal cumplimiento de la
obligación alimentaria. De ser el caso, la autoridad promoverá la
conciliación sobre custodia, régimen de visitas y demás aspectos
conexos.
Lo anterior se aplica también al ofrecimiento de alimentos a
niños, las niñas o los adolescentes.
3. La conciliación extrajudicial en derecho

Los artículo 31 y 32 de la Ley 640 de 2001 se refieren a esta temática. En


efecto:

a) Según la primera disposición la conciliación extrajudicial en derecho


en materia de familia podrá ser adelantada ante los conciliadores de
los centros de conciliación, ante los defensores y los comisarios de
familia, los delegados regionales y seccionales de la defensoría del
pueblo, los agentes del Ministerio Público ante las autoridades
judiciales y administrativas en asuntos de familia y ante los notarios.
A falta de todos los anteriores en el respectivo municipio, esta
conciliación podrá ser adelantada por los personeros y por los jueces
civiles o promiscuos municipales.

Estos podrán:

- Promover la conciliación extrajudicial en los asuntos


relacionados con derechos y obligaciones entre cónyuges,
compañeros permanentes, padres e hijos, miembros de la
familia o personas responsables de cuidado del niño, niña o
adolescente.
- Aprobar las conciliaciones en relación con la asignación de la
custodia y cuidado personal del niño, el establecimiento de
las relaciones materno o paterno filiales, la determinación de
la cuota alimentaria, la fijación provisional de residencia
separada, la suspensión de la vida en común de los cónyuges
o compañeros permanentes, la separación de cuerpos o
bienes del matrimonio civil o religioso, las cauciones de
comportamiento conyugal, la disolución y liquidación de
sociedad conyugal por causa distinta de la muerte del
cónyuge y los demás aspectos relacionados con el régimen
económico del matrimonio y los derechos sucesorales, sin
perjuicio de la competencia atribuida por la Ley a los
notarios.
b) Por su parte, según el artículo 32 de la Ley 640 de 2001, si fuere
urgente los defensores y los comisarios de familia, los agentes del
Ministerio Público ante las autoridades judiciales y administrativas en
asuntos de familia y los jueces civiles o promiscuos municipales
podrán adoptar hasta por treinta (30) días, en caso de riesgo o
violencia familiar, o de amenaza o violación de los derechos
fundamentales constitucionales de la familia o de sus integrantes, las
medidas provisionales previstas en la ley y que consideren necesarias,
las cuales para su mantenimiento deberán ser refrendadas por el juez
de familia.
Los conciliadores de centros de conciliación, los delegados
regionales y seccionales de la defensoría del pueblo, los personeros
municipales y los notarios podrán solicitar al juez competente la toma
de las medidas señaladas.
Valga señalar que según se desprende de la última parte de la
norma, el incumplimiento de estas medidas acarreará multa hasta de
diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes a cargo del
sujeto pasivo de la medida a favor del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar.
4. Conciliación judicial. Procedencia y audiencia.
Según lo prescribe el artículo 43 de la Ley 640 de 2001, las partes,
de común acuerdo, podrán solicitar que se realice audiencia de
conciliación en cualquier etapa de los procesos. Con todo, el juez de
oficio, podrá citar a audiencia.
En la audiencia el juez instará a las partes para que concilien sus
diferencias; si no lo hicieren, deberá proponer la fórmula que
estime justa sin que ello signifique prejuzgamiento. El
incumplimiento de este deber constituirá falta sancionable de
conformidad con el régimen disciplinario. Si las partes llegan a un
acuerdo el juez lo aprobará, si lo encuentra conforme a la ley,
mediante su suscripción en el acta de conciliación.
Si la conciliación recae sobre la totalidad del litigio, el juez
dictará un auto declarando terminado el proceso, en caso contrario,
el proceso continuará respecto de lo no conciliado.
La audiencia de conciliación judicial, sólo podrá suspenderse
cuando las partes por mutuo acuerdo lo soliciten y siempre que a
juicio del juez haya ánimo conciliatorio.
En estos casos el juez no podrá suspender de plano la
audiencia sin que se haya realizado discusión sobre el conflicto con
el fin de determinar el ánimo conciliatorio.
En la misma audiencia se fijará una nueva fecha y hora para
su continuación, dentro de un plazo que no podrá exceder de cinco
(5) días.
Si la audiencia, solicitada de común acuerdo, no se celebrare
por alguna de las causales previstas en el parágrafo del artículo 103
de la Ley 446 de 1998, el juez fijara una nueva fecha para la
celebración de la audiencia de conciliación. La nueva fecha deberá
fijarse dentro de un plazo que no exceda de diez (10) días hábiles.
Si la audiencia no se celebrare por la inasistencia injustificada
de alguna de las partes, no se podrá fijar nueva fecha para su
realización, salvo que las partes nuevamente lo soliciten de común
acuerdo.
G. Competencias y procedimientos para la aplicación de convenios
internacionales en materia de Niñez y Familia.

La Ley 1008 del 23 de enero de 2006 entró a señalar algunas


competencias y fijar el procedimiento para la aplicación de Convenios
internacionales en materia de niñez y de familia.

En efecto, conforme con su artículo 1°, el conocimiento y


trámite de los asuntos que sean materia de Tratados y Convenios
Internacionales vigentes en Colombia en los que se reconozcan
principios, derechos, garantías y libertades de los niños y de las
familias, será de competencia de los Defensores de Familia en su fase
administrativa y de los Jueces de Familia y Jueces Promiscuos de
Familia en su fase judicial. En los municipios donde no haya Juez de
Familia o Promiscuo de Familia, el trámite será de competencia de los
Jueces Civiles y Promiscuos Municipales.

Establece la ley que el principio de celeridad es de rigurosa


aplicación en la ejecución de estos Tratados y Convenios
Internacionales y las disposiciones contenidas en ellos tienen
prevalencia sobre las contenidas en otras leyes.

Así mismo expresa tal norma que los asuntos ya señalados se


tramitaran mediante las reglas del proceso verbal sumario, salvo en lo
referente a la única instancia.

Por su parte, en las controversias judiciales aquí involucradas


se resuelven en el marco de Tratados y Convenios Internacionales, debe
garantizarse el principio de la doble instancia, la cual se tramitará de
acuerdo con las disposiciones que la regulan para el proceso verbal de
mayor y menor cuantía.

Finalmente, advierte la norma que cuando la legislación


interna haya establecido competencias expresas o procedimientos específicos que
permitan resolver los asuntos ya enunciados, y que se ajusten a los Tratados y
Convenios Internacionales vigentes, el conocimiento y trámite de tales asuntos se
ajustará a lo previsto en la legislación específica de cada materia.

H. Intervención notarial en asuntos de familia


El sistema notarial interviene en gran medida en materia de familia. En
unas ocasiones lo hace para ejecutar el estatuto notarial y en otras para
desarrollar procesos que la ley le ha conferido.

1) Respecto de la primera función, los notarios intervienen en las


siguientes materias:
a- Guarda, apertura y publicación de testamentos cerrados
b- Registro de nacimientos
c- Registro de matrimonios
d- Registro de defunciones
e- Expedición de copias y certificaciones de los anteriores registros.
f- Registro de testamentos
g- Protocolizaciones (de sucesiones, matrimonios extranjeros, etc.,).
2) En lo que hace a la intervención notarial en procesos de familia,
interviene en:
a- Liquidación de herencias y sociedades conyugales vinculadas a
ella.
b- Liquidación de sociedad conyugal (separación de bienes) por
mutuo acuerdo.
c- Matrimonio civil
d- Registro extemporáneo de nacimiento, alteración de las
inscripciones del estado civil y rectificación o corrección de
registros.
e- Cambio de nombre
f- Supresión o adición de la partícula “de” y el apellido del marido en
mujer casada.
g- Insinuación de donaciones
h- Declaraciones extraprocesales
i- Divorcio del matrimonio civil y cesación de efectos civiles de
matrimonio religioso por mutuo acuerdo de los cónyuges
j- Constitución de patrimonio de familia inembargables
k- Capitulaciones
l- Constitución, disolución y liquidación de la sociedad patrimonial
de compañeros permanentes.
m- Inventario de bienes de menores que se encuentren bajo patria
potestad cuando los padres estén administrándolos y quieran
contraer matrimonio.
n- Reposición de copia de Escritura Pública en los casos previstos en
la Ley.

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