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Esta norma fue consultada a través de InfoLEG, base de datos del Centro de Documentación e Información,

Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

PROTECCION CONTRA LA VIOLENCIA FAMILIAR

Ley Nº 24.417

Sancionada: diciembre 7 de 1994

Promulgada: diciembre 28 de 1994

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.,


sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1º — Toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de
alguno de los integrantes del grupo familiar podrá denunciar estos hechos en forma verbal o
escrita ante el juez con competencia en asuntos de familia y solicitar medidas cautelares
conexas. A los efectos de esta ley se entiende por grupo familiar el originado en el matrimonio o
en las uniones de hecho.

ARTICULO 2º — Cuando los damnifica dos fuesen menores o incapaces, ancianos o


discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus representantes legales y/o el
ministerio público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios asistenciales
sociales o educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud y todo funcionario
público en razón de su labor. El menor o incapaz puede directamente poner en conocimiento de
los hechos al ministerio público.

ARTICULO 3º — El juez requerirá un diagnóstico de interacción familiar efectuado por peritos


de diversas disciplinas para determinar los daños físicos y psíquicos sufridos por la víctima, la
situación de peligro y el medio social y ambiental de la familia. Las partes podrán solicitar otros
informes técnicos.

ARTICULO 4º — El juez podrá adoptar, al tomar conocimiento de los hechos motivo de la


denuncia, las siguientes medidas cautelares:

a) Ordenar la exclusión del autor, de la vivienda donde habita el grupo familiar;

b) Prohibir el acceso del autor, al domicilio del damnificado como a los lugares de trabajo o
estudio;

c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir del mismo por razones de
seguridad personal, excluyendo al autor;

d) Decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los hijos.

El juez establecerá la duración de las medidas dispuestas de acuerdo a los antecedentes de la


causa.

ARTICULO 5º — El juez, dentro de las 48 horas de adoptadas las medidas precautorias,


convocará a las partes y al ministerio público a una audiencia de mediación instando a las
mismas y su grupo familiar a asistir a programas educativos o terapéuticos, teniendo en cuenta
el informe del artículo 3.
ARTICULO 6º — La reglamentación de esta ley preverá las medidas conducentes a fin de
brindar al imputado y su grupo familiar asistencia médica psicológica gratuita.

ARTICULO 7º — De las denuncias que se presente se dará participación al Consejo Nacional


del Menor y la Familia a fin de atender la coordinación de los servicios públicos y privados que
eviten y, en su caso, superen las causas del maltrato, abusos y todo tipo de violencia dentro de
la familia.

Para el mismo efecto podrán ser convocados por el juez los organismos públicos y entidades no
gubernamentales dedicadas a la prevención de la violencia y asistencia de las víctimas.

ARTICULO 8º — Incorpórase como segundo párrafo al artículo 310 del Código Procesal Penal
de la Nación (Ley 23.984) el siguiente:

En los procesos por alguno de los delitos previstos en el libro segundo, títulos I, II, III, V y VI, y
título V capítulo I del Código Penal cometidos dentro de un grupo familiar conviviente, aunque
estuviese constituido por uniones de hecho, y las circunstancias del caso hicieren presumir
fundadamente que puede repetirse, el juez podrá disponer como medida cautelar la exclusión
del hogar del procesado. Si el procesado tuviese deberes de asistencia familiar y la exclusión
hiciere peligrar la subsistencia de los alimentados, se dará intervención al asesor de menores
para que se promuevan las acciones que correspondan.

ARTICULO 9º — Invítase a las provincias a dictar normas de igual naturaleza a las previstas en
la presente.

ARTICULO 10. — Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional. — ALBERTO R. PIERRI. —


EDUARDO MENEM. — Esther H. Pereyra Arandía de Pérez Pardo. — Edgardo Piuzzi.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A


LOS SIETE DIAS DEL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA
rotección de Niños, Niñas y Adolescentes

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El Programa de Protección de Derechos de UNICEF Argentina tiene como objetivo


promover la protección integral de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes en
el país, en especial en aquellos casos de violencia, abuso, explotación sexual y trabajo
infantil. Para alcanzar estos objetivos UNICEF focaliza sus acciones en el desarrollo de
políticas públicas respetuosas de esta población, la implementación de sistemas de
protección de los derechos de la infancia en los ámbitos provinciales y el acceso a la
justicia de mujeres, niños, niñas y adolescentes, la promoción de servicios especializados
en justicia juvenil, a la vez que propiciar el diálogo entre los distintos actores de la sociedad
civil y los distintos niveles del Estado (nacional, provincial y municipal).

Desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, con
jerarquía constitucional desde 1994, Argentina ha logrado importantes avances en la
materia. Así, desde 2005, el país cuenta con una Ley Nacional de Protección Integral de
los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, (Ley 26.061). A su vez, el país
confirmó su compromiso con otros instrumentos normativos entre los que se destacan: Ley
de Protección Contra La Violencia Familiar (24.417), la Ley de Creación del Programa
Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley 25.673), la Ley de Migraciones
(Ley 25.871), Ley del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (Ley 26.150),
la Ley de Educación Nacional (Ley 26.206), la Ley de Prevención y Sanción de la Trata de
Personas y Asistencia a sus Víctimas (Ley 26.364) y la Ley de Prohibición del Trabajo
Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (Ley 26.390).

¿Qué es el Sistema de Protección Integral de derechos?

El sistema de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes se consagra


con la Convención sobre los Derechos del Niño, uno de los tratados de Naciones Unidas
con mayor cantidad de Estados miembros, que obliga a los países del mundo a adecuar sus
marcos normativos para la plena protección y satisfacción de todos los derechos de los
niños. Es decir, se elimina la concepción de los niños, niñas y adolescentes como objetos o
personas definidos de manera negativa (por lo que no son, no tienen o no son capaces) para
ser considerados sujetos de derechos que gozan, por su condición de niños y personas en
crecimiento, de un plus de protección.

Esa adecuación normativa se da, en nuestro país, por la Ley Nacional de Protección Integral
de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Ley Nacional 26.061). Según ésta, el
sistema de protección está conformado por todos aquellos organismos, entidades y servicios
que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las políticas públicas, de
gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y municipal, destinados a la
promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y restablecimiento de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes. Este conjunto de actores y acciones deberá
garantizar y establecer los medios a través de los cuales se asegure el efectivo goce de los
derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional, la Convención sobre los
Derechos del Niño y demás instrumentos de derechos humanos ratificados por el Estado
argentino y el ordenamiento jurídico nacional. Para ser efectivo, un sistema de protección
debe estar descentralizado, es decir, cada provincia debe tener su propia ley de protección y
a su vez contar a nivel municipal con servicios que garanticen los derechos de niños, niñas
y adolescentes.

Por último, debemos tener en cuenta que, en cualquier caso, el sistema de protección nos
obliga y compromete a que toda acción, política pública o tratamiento público o privado
que involucre niños, niñas y adolescentes debe estar inspirado y guiado por los principios
que rigen a la Convención, es decir: el interés superior del niño (entendido como derecho
en sí mismo y como pauta interpretativa de los demás derechos), el derecho a la no-
discriminación, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y el derecho a ser oído
y que sus opiniones sean tenidas en cuenta.

El Programa de Protección de Derechos promueve la articulación entre las familias, los servicios de protección local y los
sistemas judiciales para que los niños, niñas, adolescentes y mujeres del país estén protegidos contra la violencia, el abuso
y la explotación.

Actualmente, en el marco de la cooperación con el gobierno (2010-2015), el Programa de


Protección de Derechos trabaja en tres líneas de acción:

Promover el acceso de niños, niñas y


adolescentes víctimas de violencia,
abuso o explotación a los servicios
locales de protección integral y a
procedimientos administrativos y
judiciales respetuosos de la perspectiva de
género, con especial foco en los grupos
más vulnerables, como los niños de
comunidades indígenas, niños migrantes,
con discapacidad y adolescentes en
situación de pobreza que viven en las
grandes ciudades.
Promover servicios locales
especializados de justicia juvenilcon
un adecuado marco normativo y con
interpretación jurisprudencial y servicios
policiales adaptados a las normas
internacionales, en el marco de los nuevos
servicios locales de protección integral.

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