Para mi participación en el foro tomaré como base el segundo Plan de Acción
contenido en el documento 3527 del Conpes, Salto en la Productividad y el Empleo, el cual se centra en que todas las empresas incluyendo Pymes y Start Up sean productivas y generen mejores empleos. Dentro de este Plan, elegí el eje estratégico del Emprendimiento para trabajar desde el conocimiento y la innovación.
Para trabajar en el fortalecimiento del emprendimiento se debe partir de la realidad
de nuestro país, en el cual, de acuerdo al estudio del GEM 2012, en Colombia el emprendimiento por necesidad es superior al emprendimiento de oportunidad, siendo este último el que logra impactar en el largo plazo la economía y el entorno social en el que se desarrolla.
Desde el conocimiento y la innovación los emprendimientos deben ser concebidos
como un proceso metódico en el que se genera un plan de empresa el cual es la “ruta de navegación” que guiará una idea o proyecto a convertirse en negocio y/o empresa. Para esto considero que es necesaria una metodología en la que se involucren a todos los actores del econsistema del emprendimiento en Colombia, en la cual se propenda por: Organizar las ideas de los emprendedores en proyectos. Recibir apoyo y retroalimentación de asesores, mentores, expertos y de otros emprendedores. Acceder a evaluaciones por parte de expertos que faciliten el acceso a financiación. Encontrar herramientas de difusión para generar tracción y reconocimiento por parte de usuarios, clientes y aliados. Conectarse con otros emprendedores, mentores, inversionistas y con las diferentes organizaciones en el ecosistema emprendedor. Tener acceso a contenidos de su interés
Junto a esta metodología para el apoyo al emprendimiento por oportunidad, el cual
parte de la formación y capacitación del emprendedor se debe incentivar en las empresas la innovación, ya que de acuerdo a la segunda encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica, realizada en el año 2004, en la que se tomó una una muestra de 6.172 empresas manufactureras en el país, solamente el 8,3% se pueden considerar como innovadoras radicales, que es haber introducido un producto nuevo o invertir en patentes o licencias (aunque el criterio tomado está por debajo del estándar internacional). La innovación es el pilar del emprendimiento, ya que las nuevas empresas se enfrentan al mercado con nuevas tecnologías, métodos y procesos que les permiten ser competitivas y sostenibles.
Para apoyar la innovación se debe trabajar desde la academia, el estado y la
empresa privada en: La formación de los equipos emprendedores Identificar los vacíos y necesidades existentes en el mercado y apoyar los proyectos que los satisfacen. Invertir en I+D Introducir como parte de la formación básica técnicas de innovación y creatividad.
Con el trabajo y desarrollo de estos puntos se apoya el crecimiento sostenido del
emprendimiento empresarial, que genere cambios en la estructura económica y social del país, al mejorar la calidad de vida en el entorno.