Está en la página 1de 2

Apnea obstructiva del sueño

El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) constituye un importante


problema de salud, mucho más común de lo que se cree en general. Descrito por
primera vez en 1965, este trastorno se caracteriza por la presencia de pausas
frecuentes en la respiración (apneas) inducidas por el sueño.
El síndrome predomina en varones y los síntomas se inician entre las décadas
cuarta y sexta, precedidos en muchos casos por un aumento de peso. Es habitual
un retraso en el diagnóstico de varios años. Algunos pacientes parecen ignorar el
problema y son los familiares quienes plantean la visita al médico.
El síndrome predomina en varones y los síntomas se inician entre las décadas
cuarta y sexta, precedidos en muchos casos por un aumento de peso. Algunos
pacientes parecen ignorar el problema y son los familiares quienes plantean la
visita al médico.

Manifestaciones clinicas
Síntomas
Los síntomas nocturnos son básicamente expuestos por la persona que comparte
la cama o la habitación, o bien por un miembro de la familia que ha observado los
frecuentes y sonoros ronquidos.
El roncar de estas personas es típico, pues los ronquidos suelen estar
interrumpidos por períodos de silencio (apneas) cuya duración oscila entre 10
segundos y un minuto y que finalizan con un ruido fuerte, ahogo, gemido o
balbuceo, y unos movimientos corporales bruscos de dificultad respiratoria
acompañados de despertares.
La somnolencia y/o la fatiga excesiva durante el día es el síntoma diurno más
característico, es decir, estas personas tienen tendencia a dormirse, aunque traten
de evitarlo, en cualquier momento o lugar como sitios públicos, cines, teatros o el
autobús. En casos graves, la persona afectada por el SAOS puede llegar a
dormirse en medio de una conversación, de una reunión o incluso conduciendo.
Otra manifestación típica es el despertar con sensación de no haber dormido junto
con aturdimiento, torpeza, cefalea matutina o sequedad de boca.
Las personas que sufren el SAOS suelen presentar un sobrepeso superior al 20%.
El examen del cuello, con observación de su circunferencia externa y del área
faríngea (especialmente el paladar y la úvula) demuestra en muchos casos una
vía aérea muy limitada. La faringe puede estar obstruida en su parte superior por
unas adenoides grandes, el agrandamiento del paladar blando, la úvula o las
amígdalas; o en su parte inferior por una lengua de gran tamaño o situada muy
atrás, una mandíbula corta o un cuello corto o ancho que estrecha las vías
respiratorias. La obstrucción también puede localizarse en la nariz debido a una
desviación del tabique nasal o a la inflamación de las fosas nasales por alergia.

Diagnostico
Historia clínica
La historia clínica constituye el mejor método para poder sospechar de un
trastorno de la respiración durante el sueño. Así, el médico preguntará acerca de
las características del ronquido y de la presencia de apneas durante la noche.
Otros datos importantes son el cálculo del índice de masa corporal (IMC) y de la
circunferencia del cuello. Concretamente, un IMC superior a 30 y una
circunferencia de cuello por encima de 44 cm son datos a favor de esta patología.

Tratamiento
Las medidas generales para prevenir o frenar el SAOS incluyen la pérdida de peso
y la reeducación de la posición corporal.
El tratamiento quirúrgico del SAOS tiene como objetivo evitar la zona de
obstrucción que puede localizarse en cualquier punto de la vía aérea superior.
Cabe recordar que el paciente con apnea obstructiva suele presentar gran des
depósitos de grasa en el área bucofaríngea, una lengua y una úvula grandes, un
paladar agrandado y colgante y un aumento de los pliegues faríngeos. Por este
motivo, antes de plantearse una alternativa terapéutica de este tipo debe
procederse a una exhaustiva exploración otorrinolaringológica con el fin de
determinar dónde se halla la obstrucción y qué la provoca.

También podría gustarte