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Reflexiones sobre el campo psicopedagógico

La psicopedagogía escolar

Elisa Azar 1

A lo largo de este artículo se esboza una posible conceptualización del campo


psicopedagógico, a partir de la delimitación del concepto desde la teoría de P. Bourdieu.
Caracterizado el campo disciplinar, desde su objeto de estudio y su bi-
dimensionalidad -en tanto teoría y práctica-, se plantea su composición (subcampos).
Finalmente, se aborda el sub-campo denominado psicopedagogía escolar.

Disciplina - Psicología de la educación - Psicopedagogía

This paper outlines a possible conceptualization of the psychopedagogic field based


on the concept definition formulated by P. Bourdieu in his theory.
Once the discipline field has been defined from its theoretical and practical
perspectives, its subfields are considered.
Finally, the psychopedagogic field is discussed.

Discipline - Educational psychology - Psichopedagogy

1 Magíster en Planificación y Gestión Educacional. Licenciada y profesora en Psicopedagogía. Docente


de la Universidad Católica de Córdoba y del Instituto Católico Superior. Córdoba, Argentina.
E-mail: eazar2002@ yahoo.com .ar

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ARTÍCULOS

Introducción A lo largo de este artículo intenta­


remos esbozar una posible conceptua-
La psicopedagogía como disciplina
lización de la noción de campo psico-
registra una corta historia de forma­
pedagógico. Para ello, en primer lugar,
ción, la misma cuenta aproximadamen­
proponemos una explicitación de la po­
te con unos sesenta años; iniciada
sición teórica que sostiene las reflexio­
como una práctica profesional que con­
nes que nos permiten avanzar en dicha
jugaba saberes en especial de la psi­
propuesta. A partir de allí, en segundo
cología y la pedagogía para intervenir
lugar, intentaremos delimitar lo que en­
ante problemas en los aprendizajes de
tendem os como el campo psicope-
los alumnos en la escuela, fue exten­
dagógico. Finalmente se realizará una
diendo sus ámbitos de intervención. La
breve referencia a lo que concebimos un
práctica generó interrogantes, sobre
sub-campo en el campo de la interven­
todo a partir del paradigma de la com­
ción psicopedagógica: la psicopeda-
plejidad, en este siglo XXI, que cues­
gogía escolar.
tionaron las teorías que eran funda­
mento de dichas prácticas, y es así que Entendemos el campo psicope-
comienza a delimitarse un objeto de dagógico como parcela del campo cien­
estudio propio y a construirse un cuer­ tífico dedicado a la construcción de co­
po de conocimientos que no respon­ nocimientos sobre el sujeto en situación
diendo a ninguna teoría de fundamento de aprendizajes así como al diseño y la
es producto de interrogantes a y des­ intervención desde acciones al servicio
de la práctica, pudiendo denominarse de posibilitar y optimizar el aprendizaje
psicopedagógico. de las personas; es decir, reconocemos
la bi-dimensionalidad del campo cons­
Superada la mera práctica profesio­ truido históricamente, como campo de
nal, se comienza a construir una nueva construcción de conocimiento sobre su
disciplina que, en tanto humana y so­ objeto y como campo de intervención
cial, posee límites difusos. Reconoce­ profesional.
mos la existencia de tres momentos his­
tóricos: el reeducativo, el clínico y el clí-
nico-relacional. En el actual momento, El campo psicopedagógico: una po­
el clínico-relacional, prima un modelo en sible delimitación/definición
el que desde un posicionamiento clíni­
co frente al sujeto aprendiente reco­ a. La noción de campo según la
noce su complejidad y desde allí la ne­ teoría de P. Bourdieu
cesaria relación y la mutua implicancia Utilizaremos el concepto de campo
con otras disciplinas. desde el soporte teórico brindado por
la teoría de Pierre Bourdieu; teoría que
Por ello, creemos es ineludible que
piensa lo real en términos de relacio­
la psicopedagogía defina su identidad a
nes. Sostiene el autor,
partir de la definición de su propio campo
para poder entablar el necesario diálo­ un campo puede definirse como
go con otras disciplinas, que le deman­ una red o configuración de relacio­
da la complejidad de su objeto. nes objetivas entre posiciones.

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Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

Estas posiciones se definen obje­ El campo es un campo de lucha en


tivamente en su existencia y en las la medida en que se compite por la po­
determinaciones que imponen a sesión de un capital. Así, en el campo
sus ocupantes, ya sean agentes científico, tal como expresa el sociólogo
o instituciones, por su situación francés
(situs) actual y potencial en la es­
Contra la teoría de la autonomía
tructura de la distribución de las
del mundo de las ideas o del "co­
diferentes especies de poder (o de
nocimiento objetivo sin sujeto co­
capital) -cuya posesión implica ac­
nocedor" y "de los procesos sin
ceso a las ganancias específicas
sujetos" [...] es preciso recordar
que están en juego dentro del
que el capital cultural objetivado no
campo- y, de paso, por sus rela­
existe y no subsiste como capital
ciones objetivas con las demás
cultural material y simbólicamente
posiciones (dominación, subordi­
actuante más que en y por las lu­
nación, homología, etc.). (Bourdieu
chas que se desarrollan en el te­
& Wacquant, 1995, p. 64)
rreno de los campos de producción
Así, la sociedad puede pensarse cultural (campo artístico, campo
como un campo conformado por micro científico, etc.) y, más allá, en el
campos relativamente independientes campo de las clases sociales, y en
unos de otros. las que los agentes comprometen
unas fuerzas y obtienen unos be­
Desde su concepción del mundo so­
neficios proporcionados al dominio
cial, Bourdieu compara el campo social a
que ellos tienen de ese capital
un campo de juego que obedece a re­
objetivado, y por tanto a la medi­
gularidades no explícitas; la estructura
da de su capital incorporado.
de los campos se conforma por "el esta­
(Bourdieu, 1988, p. 225)
do de las relaciones de fuerzas entre los
jugadores" (Bourdieu & Wacquant, 1995, Podemos inferir en esta afirmación
p. 65), relaciones que corresponden al cierta coincidencia con la postura
volumen y especie de capital que posee epistemológica constructivista de Piaget
cada uno de ellos, ya que dicho capital (1979a, pp. 315-320), para la cual el
define tanto la posición como la fuerza objeto de conocimiento no existe inde­
relativa y las estrategias que pone cada pendientemente del sujeto que cono­
agente (jugador) en el juego. Esta refe­ ce, en tanto su existencia es producto
rencia al campo como juego se completa de la construcción mental que realiza
con la de campo de batalla, es decir es­ dicho sujeto. Esto no implica la nega­
pacio de conflicto y competición, que pro­ ción de la existencia independiente de
puesta por Bourdieu permite mostrar el lo real, sino que en tanto conocido es
carácter dinámico del mismo y dar cuen­ producto del proceso cognoscitivo. Aún
ta de que en tanto movimiento, "luchas", más, diremos que Piaget no sólo postu­
que realizan los agentes sociales según la la existencia del objeto independien­
las regularidades y las reglas propias del te de un sujeto y/o un proceso
juego (del campo), comporta una dimen­ cognoscitivo, sino que dicha existencia
sión histórica. independiente la considera necesaria

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para el avance del conocimiento (Piaget, tervención específica). De este modo,


1979b, p. 106). el juego es posible y se sostiene en
transformar el conocimiento, la planifi­
Hasta allí la coincidencia entre es­
cación y la práctica en capital simbóli­
tos dos autores, sin embargo, Bourdieu
co incorporado.
(1988) avanza un paso más al señalar
que el sentido, el valor de la existencia Definido el juego, restaría precisar
y la existencia misma del conocimiento cuáles son los capitales específicos, en
objetivado dependen de que éste sea este caso saberes, conocimientos, infor­
un elemento por el cual los agentes, maciones, procedimientos, estrategias,
los sujetos, luchan en el campo cul­ etc. que otorgan las competencias ne­
tural. cesarias para jugarlo, cuestión que de­
sarrollaremos más adelante.

b. Una posible construcción de la Como puede observarse, aquí se


noción de campo psicopedagógico hace explícita la bi-dimensionalidad del
campo psicopedagógico, como campo
Las anteriores referencias al con­ disciplinar en tanto campo cultural-cien-
cepto de campo bourdiano nos ofre­ tífico de construcción de conocimientos
cen un sustento desde el cual reflexio­ con sus características específicas, así
nar sobre la constitución y las carac­ como campo de prácticas profesionales.
terísticas del campo psicopedagógico. Ello implica reconocimiento de la delimi­
Así, entendemos que el mismo se de­ tación y construcción de un objeto de
fine por la especificidad de su juego y conocimiento propio, que entendemos
de los capitales específicos que son como el sujeto aprendiente.
necesarios para jugarlo. Más allá de
las particularidades de cada agente, Desde aquí, nos proponemos a con­
sujeto profesional, el juego en el cam­ tinuación caracterizar el campo psicope-
po psicopedagógico en tanto campo dagógico2 desde su consideración en
científico o disciplinar puede definirse tanto:
como el esfuerzo por construir conoci­
- Especificado por la delimitación de un
mientos que brinden un sustento teó­
objeto de estudio propio.
rico desde el cual planear e intervenir
realizando acciones al servicio de po­ - Constituido bidimensional e históri­
sibilitar y optimizar el aprendizaje de camente, como campo de construc­
las personas. A su vez, el juego en este ción de conocimiento sobre su obje­
campo se conforma por la proyección to y como campo de intervención pro­
hacia la práctica y la práctica misma (in­ fesional.

2 La caracterización propuesta en estas reflexiones no desconoce la posible delimitación del campo


psicopedagógico desde las competencias necesaria de sus agentes para jugar el juego propio de la
disciplina.

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Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

b.1 Una posible lectura del campo mente de construir las situaciones
psicopedagógico a partir de la delimita­ enseñantes que hagan posible el
ción conceptual de su objeto de estudio aprendizaje, implementando los
medios, las técnicas y las consig­
En relación a la delimitación del ob­
nas adecuadas para favorecer la
jeto de estudio de la psicopedagogía,
corrección de la dificultad que pre­
es posible realizar un recorrido por las
senta el educando. El psicólogo,
definiciones que diferentes autoras
(dedicado al aprendizaje) en cam­
ofrecen, como resultado de sus búsque­
bio, se interesa por los factores que
das teóricas y en relación con las
determinan el no aprender en el
especificidades de sus cuerpos teóricos.
sujeto y la significación que la acti­
Consideramos oportuno recuperar el
vidad cognitiva tiene para él; de
valor de algunas de las múltiples refe­
esta manera la actividad psicope-
rencias que sobre este objeto se reali­
dagógica se vuelca a descubrir la ar­
zan en tanto que permiten configura­
ticulación que justifica el síntoma y
ciones que, lejos de oponerse, habili­
a construir las condiciones de ubica­
tan una mirada más aguda, dan cuenta
ción del sujeto en el lugar desde el
de su complejidad y simultáneamente
cual el comportamiento patológico
evidencian los movimientos (dimensión
sea prescindible [cursivas agrega­
histórica), en el campo disciplinar
das]. (Paín, 1975, p. 12)
psicopedagógico. En primer lugar, nos
referiremos a las posturas de las doc­ Años después, la autora, en el tex­
toras Paín (1975, 1977, 1985, 2003) y to La psicopedagogía en la actualidad, en
Müller (1989, 1997, 2008), pioneras, el capítulo homónimo al libro compilado
junto a otros, en la delimitación del cam­ por Laino (Paín, 2003, pp. 23-32) reali­
po psicopedagógico en nuestro país. za un recorrido por la corta historia de
la disciplina y nos recuerda que ésta
Sara Paín3 al publicar sus primeros
aparece en los años 60 como una psi­
textos en este campo ofrece sustentos
coterapia de los problemas de aprendi­
teóricos a una práctica profesional aún
zaje de los sujetos, abordados desde
no constituida en disciplina, de allí que
una mirada clínica-individual. Luego, en
no identificamos en sus trabajos la in­
la década del 70 el reconocimiento de
tención de delimitar un campo discipli­
la incidencia de los padres, la escuela,
nar, con la explicitación de un objeto de
los medios de comunicación lleva a los
estudio, sí un campo de prácticas:
psicopedagogos a incorporarse en las
El especialista en Ciencia de la Edu­ instituciones educativas con un rol pre­
cación [...] se preocupa principal­ ventivo, esclarecedor y orientador.

3 Sara Paín es argentina, nacida en 1931, Doctora en Filosofía (UBA) y en Psicología (Instituto de
Ep istem olog ía G enética de G in ebra). Pionera en dar origen a p u b lica cio n es propias al campo
psicopedagógico, comienza su labor como psicopedagoga alrededor del año 1960, en la ciudad de
Buenos Aires, desde 1977 vive en París, lugar donde se exilió por causas políticas. Desde allí continúa
con sus producciones teóricas y labor profesional.

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Desde sus primeros trabajos, Paín ron en el ámbito de la Universidad del


efectúa una diferenciación diagnóstica Salvador, pionera en la formación uni­
entre fracaso escolar y problema de versitaria del psicopedagogo, designan
aprendizaje que la lleva a señalar la in­ de igual modo al objeto de estudio de
cidencia de factores sociales, políticos e la psicopedagogía. Al respecto puede
institucionales en el devenir de los consultarse la revista de actualidad
aprendizajes de los sujetos, en espe­ psicopedagógica Aprendizaje hoy.
cial los pertenecientes a clases sociales A su vez, en relación al tema de
más desfavorecidas. En la actualidad, nuestro interés, la delimitación del obje­
sostiene la autora, el reconocimiento de to de estudio psicopedagógico, cabe re­
las desventajas socioculturales de es­ conocer los aportes de dos autoras que
tos grupos sociales, profundizadas por se sitúan en la misma línea de estudio
la mundialización de la economía y la de las anteriores; me refiero aquí a Ali­
política, junto a las actuales problemá­ cia Fernández (1987, 1994, 2000a,
ticas ligadas a los cambios en los me­ 2000b, entre otros) y Dora Laino (2000a,
dios de comunicación, la pobreza, la 2000b, 2003, entre otros), ambas discí-
degradación del lenguaje, la violencia, pulas de Paín y que retoman sus traba­
etc., demanda al psicopedagogo traba­ jos y les imprimen un sello propio.
jar para "dar sentido a la transmisión
de la cultura" (Paín, 2003, p. 29). Fernández considera objeto de es­
tudio de la psicopedagogía al sujeto
Por su parte, Marina Müller4 sostie­ aprendiente o sujeto autor de pensamien­
ne que una particularidad de la to, el que se constituye en la articula­
psicopedagogía es que su "objeto es ción del sujeto enseñante y el sujeto
subjetivo" y está tratado por otro "su­ aprendiente que habita potencialmen­
jeto subjetivo". Define al objeto de es­ te en cada ser humano, y que requiere
tudio psicopedagógico como sujeto de un vínculo con otro sujeto para su
aprendiente (1984, p. 8) y sostiene que despliegue. Al respecto, reconoce que
sus posibilidades de aprendizaje se si­ el "sujeto Aprendiente [...] articula al
túan a nivel inconsciente en la articula­ sujeto deseante, con el sujeto
ción del sujeto de deseo y el sujeto de cognoscente, haciéndose cuerpo, en un
conocimiento; a la vez que reconoce que organismo individual y haciéndose cuer-
en el aprendizaje interjuegan el deseo po-instituyente en un organismo-siste­
de conocer y el de ignorar. Cabe seña­ ma social instituido. [Así] la psico-
lar que otros autores, en especial aque­ pedagogía se dirige al sujeto apren­
llos cuya primera formación la realiza­ diente" (Fernández, 1994, p. 14).

4 Marina Müller es Doctora en Psicología, Licenciada en Psicología y Licenciada en Psicopedagogía,


docente universitaria de grado, posgrado y perfeccionam iento docente en diversas universidades
públicas y privadas del país. Supervisora, asesora y disertante en distintos eventos y servicios de
salud y educación. Miembro fundador y directora de la revista Aprendizaje Hoy. Hasta el momento ha
publicado 18 libros en el campo de la psicopedagogía.

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La autora identifica al sujeto su propuesta, la prevención primaria,


aprendiente con el sujeto autor; sos­ secundaria y terciaria relacionada con
tiene que "la autoría de pensamiento, el proceso de aprendizaje, a partir de
posible y necesaria para que un ser la consideración de la relación educati­
humano se contacte con su condición va. Y al pedagogo la preparación de los
humana más parecida a la libertad, mecanismos pedagógico-didácticos
constituye el objeto de nuestra para los procesos de enseñanza-apren­
psicopedagogía clínica" (Fernández, dizaje (Laino, 2000b, pp. 21-28).
2000b, p. 121).
Con la intención de diferenciar cam­
Fernández en coincidencia con Paín pos de acción e investigación entre la
señala que el aprendizaje ocurre en una pedagogía, la psicopedagogía y el psi­
escena en la que se distinguen dos per­ coanálisis, señala Laino que en referen­
sonajes en relación vincular y lúdica. cia a los procesos psicológicos, "el
Sostiene que: psicopedagogo está atento al proceso
Para aprender se necesitan dos secundario y, también, a las manifesta­
personajes (enseñante y apren­ ciones del proceso primario que pueden
diente) y un vínculo que se esta­ vincularse con el aprendizaje" (2000b,
blece entre ambos [...] nos halla­ p. 28).
mos ante una escena en la que hay En relación al recorrido trazado por
dos lugares: uno donde está el los trabajos de estas cuatro autoras y
sujeto que aprende, y otro donde desde la perspectiva desde la que es­
ubicamos al personaje que ense­ cribimos, es posible concluir que la ela­
ña. Un polo donde está el porta­ boración teórica de Laino nos habilita
dor de conocimiento, y otro polo vincular y conciliar la nominación del
que es el lugar donde alguien va a objeto de estudio de la psicopedagogía
devenir un sujeto. (Fernández, en tanto "sujeto en situación de apren­
1987, pp. 53-57)
dizaje" y la dada por Paín en trabajos
Por su parte, Dora Laino5 (2000a, más recientes (1985, 2005), en los que
2000b, 2003) elabora un constructo teó­ se refiere a la "trasmisión de conoci­
rico, la sociopsicogénesis del entendi­ miento" como objeto de la psicope-
miento escolar, y propone como objeto dagogía, cuando define al aprendizaje
de estudio tanto de la pedagogía como como "el proceso de trasmisión de co­
de la psicopedagogía a la comunicación nocimiento" (1985, p. 108). Paín enun­
educativa, diferenciando perspectivas en cia esta concepción del objeto y sostie­
los enfoques, y campos de acción. Le ne que "no hay propiamente hablando,
corresponde al psicopedagogo, según autoaprendizaje, pues las estructuras

5 La doctora Dora Laino, psicóloga argentina que comenzó su tarea profesional siendo discípula y
colaboradora directa de Sara Paín, entre sus variados desempeños profesionales tanto en el ámbito
privado como público, ha trabajado e investigado en el campo psicopedagógico realizando numerosos
aportes teóricos.

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mentales no actúan en el vacío [...] se ción a otro significado como enseñante.


entiende aquí esa ausencia del otro, [...] Implica una realidad compleja, donde se
puede haber en cambio, autodidac- entraman de manera diversa y singular
tismo" (1985, p. 108). aspectos sociales, culturales, orgánicos,
corporales, afectivos, cognitivos, econó­
Ahora bien, estos dos modos de
micos, políticos, institucionales, etc.
construir al objeto, ya sea como sujeto
en situación de aprendizaje o la trasmi­ La complejidad constituyente de
sión de conocimiento, si bien responden este objeto demanda al psicopedagogo
a dos focos desde los cuales se mira y el desafío de no perder su especificidad,
escucha al objeto, lejos de oponerse se a través del continuo diálogo con otras
superponen, en el sentido de ser su­ disciplinas, necesario para comprender­
plementarios uno de otro y no comple­ lo. La teoría psicopedagógica clínica ha
mentarios. Queremos decir que si el haz tomado el concepto de sujeto de la teo­
de luz de Paín es amplio al incluir la to­ ría psicoanalítica, la que ha elaborado
talidad de la escena, el de quienes lo el concepto de sujeto psicoanalítico,
nombran como sujeto aprendiente es entendiendo por este, a un sujeto sin­
intenso al recaer sobre uno de sus com­ gular que se manifiesta por medio de
ponentes para mirarlo en su especifici­ una subjetividad variable.
dad sin negar que él es en la medida de La subjetividad es comprendida
la presencia de los otros ocupando como la calidad de lo subjetivo, lo rela­
otros lugares de la escena. Es en este tivo al yo, aquello que dependiendo de
sentido que entendemos que Laino con­ la vicisitudes de la trayectoria de cada
cilia ambas posturas al denominar al sujeto, funda un modo de ser particular
objeto como "la comunicación educati­ y da significación propia e incluso desti­
va" y especificar las diferentes miradas nos psicopatológicos particulares
que sobre la misma realizan el pedago­ (Rotemberg, 2006, pp. 9-12). Esta sub­
go y el psicopedagogo. jetividad no es a priori sino que se cons­
tituye desde un organismo heredado y
Así, la especificidad de la disciplina
en relaciones vinculares con otros suje­
psicopedagógica, sostenemos, está
tos, a partir de las cuales el cachorro
dada por su objeto formal de estudio,
humano se sujeta al inconsciente, al len­
el que ha sido construido en un conti­
guaje y a la cultura, proceso que simul­
nuo proceso de interacción con la reali­
táneamente conforma su estructuración
dad social e histórica como también de
cognoscitiva (inteligibilidad), su cor­
múltiples diálogos y relaciones con otros poralidad y su sociabilidad. Hablar de
campos del saber. com unicación educativa desde la
De este modo, se presenta como psicopedagogía (Laino, 2000a, 2000b),
objeto de conocimiento, núcleo central, es hacerlo sobre un proceso humano
fundamental y diferenciador del campo que tiene rasgos estructurales especí­
psicopedagógico el sujeto en situación ficos y supone la vinculación e
de aprendizaje. Este objeto-sujeto lo es interacción entre sujetos que con sus
(aprendiente) en tanto partícipe de una posibilidades de entendimiento ocupan
escena que lo significa como tal en rela­ posiciones de enseñantes y/o apren­

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Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

dientes. La comunicación educativa su­ Esta comunicación encaminada prin­


pone la presencia de "dos personajes, cipalmente a la reproducción simbólica
un enseñante y un aprendiente" del mundo de la vida de los sujetos
(Fernández, 1987), que realizan un pro­ intervinientes se realiza en la trayecto­
ceso de comunicación con el fin de en­ ria de procesos, que ponen en juego
tendimiento a través de la trasmisión de cuatro dim ensiones de los sujetos
un capital cultural desde uno, el ense­ intervinientes: la subjetividad, la
ñante, poseedor del conocimiento y re­ corporalidad, la inteligibilidad y la socia­
conocimiento, a otro, el aprendiente con bilidad (Laino, 2000a, 2000b).
posibilidades de acción y deseos de co­
Laino nombra el objeto de estudio
nocer.
como la comunicación educativa y es­
Quien ocupa la posición de ense­ pecifica el campo de intervención psico-
ñante lo hace por poseer ciertos capi­ pedagógico refiriendo a este, tal como
tales simbólicos y culturales, tiene inten­ ya lo señalamos, como el de la preven­
ciones y competencias para trasmitirlos, ción primaria, secundaria y terciaria re­
(conocimiento, autoridad, derecho a lacionada con el proceso de aprendi­
enseñar, etc.) y ha depositado cierta zaje de los sujetos. En esta definición
fiducia6 en el otro personaje, el apren­ se observa claramente cómo funciona
diente, (entendida como credibilidad, el principio fundamental expresado por
confianza), en tanto lo cree capaz de el lingüista Ferdinand De Saussure
construir conocimiento a partir de los (1980) de que "el punto de vista crea
dispositivos pedagógico-didácticos que al objeto" y retomado por Bourdieu
él ha construido para trasmitir las se­ cuando analiza que es este el mismo
ñales de su conocimiento. principio epistemológico que lleva a Max
Weber a romper con el realismo inge­
El otro personaje es quien ocupa la nuo, y sostener que "no son las rela­
posición de aprendiente, quien recono­ ciones reales entre las cosas lo que
ciendo su falta desea construir conoci­ constituye el principio de delimitación
mientos, en tanto significantes con sig­ de los diferentes campos científicos
nificación social, así a partir de las seña­ sino las relaciones conceptuales entre
les ofrecidas por el enseñante activa pro­ los problemas" (Weber, s/f, citado por
cesos cognoscitivos. Para que se produz­ Bourdieu, Chamboredon & Passeron
ca la comunicación educativa, es decir 1975, p. 51). Así, un objeto de investi­
una comunicación cuya finalidad es la gación debe construirse en función de
transmisión de conocimiento, se requie­ una problemática teórica, que permita
re que el aprendiente reconozca en el el análisis sistemático de los aspectos
enseñante un saber y a la vez lo consi­ de la realidad asociados a los proble­
dere merecedor del derecho a enseñar. mas planteados.

6 Concepto de Spinosa citado por Algirdas Julien Greimas, lingüista y semiólogo franco-lituano (ver
Greimas & Fontaille, 1994, p. 27).

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De este modo, el punto de vista borar y organizar interrogantes, y, des­


psicopedagógico, es decir, la mirada so­ de su práctica, construir significantes, es
bre la comunicación educativa, la que se decir, un objeto de conocimiento propio
construye como objeto de estudio según y significaciones para dicho objeto.
la postura de Laino (2000b), hará foco
Si bien en la actualidad hay acuer­
en el proceso de aprendizaje del sujeto
do de que no hay observación que no
aprendiente, para intervenir procurando
implique una hipótesis, es necesario
la promoción de los aspectos más sanos,
recordar que lo real sólo tiene la capa­
la prevención de los factores de riesgo y
cidad de dar respuestas a interrogantes,
la asistencia ante los problemas de
nunca tiene la iniciativa. Son los proble­
aprendizajes o fracasos escolares pro­
mas planteados, la racionalidad cues­
ductos de disonancias educativas. El
tionada, la búsqueda de entendimiento
punto de vista crea el objeto.
lo que nos lleva a reconocer indicios que
De lo dicho confirmamos una pos­ nos permiten construir respuestas, res­
tura constructivista interaccionista, que tablecer equilibrios momentáneos.
supera el dualismo entre sujeto y obje­
Con respecto a la relación entre
to o realidad a conocer. Así es que el
sujeto y objeto de conocimiento, seña­
sujeto de conocimiento, en nuestro
la J. A. Castorina que
caso, el psicopedagogo, es quien cons­
truye al objeto de conocimiento discipli­ el objeto de conocimiento se cons­
nar, y se construye asimismo como agen­ tituye en virtud del compromiso del
te del campo. Desde la perspectiva de sujeto, al ser objeto de una activi­
un realismo crítico en el que nos situa­ dad significativa. Pero también se
mos, reconocemos que si bien el objeto constituye el sujeto, al modificarse
de conocimiento es una construcción, sus sistemas de asimilación, su pro­
ésta no agota al objeto, quien tiene una pia organización cognoscitiva, en la
existencia, una realidad independiente medida de su interacción con el
de la intervención del sujeto. En esta objeto. En tal sentido se puede
misma línea de pensamiento, sostene­ postular una interacción constitu­
mos, se dará un cierto acercamiento tiva, de un movimiento dialéctico
paulatino entre el objeto de conocimien­ entre el sujeto y el objeto, ningu­
to y lo real, a pesar de que de ningún no de los cuales es algo ya dado
modo pueda lo real ser agotado (al res­ (1989, p. 40).
pecto, véase Castorina, 1989).
El psicopedagogo ha actuado sobre
La psicopedagogía, si bien nació lo real, y en un doble movimiento, lo ha
como un campo de prácticas que procu­ transformado y se ha transformado en
raba producir efectos en los procesos tanto ha reorganizado sus propios sis­
de aprendizajes de los sujetos temas conceptuales según los efectos
aprendientes en la escuela, en tanto de su práctica, así ha construido un ob­
práctica fue dejando sus huellas, jeto de conocimiento y se ha construido
metaforizando lo real, lo que le permite sujeto de conocimiento de dicho obje­
al psicopedagogo no quedar reducido a to, dicho de otro modo, ha creado un
la inmediatez de éstas, pudiendo ela­ campo disciplinar.

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Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

b.2. El campo psicopedagógico en su cer, así como una temática teórica. Re­
doble dimensión cordemos que nos referimos a un cam­
po disciplinar y rol profesional que re­
Nos referim os aquí, al campo
gistra su inicio en poco más de cincuen­
psicopedagógico como campo cultural-
ta años atrás, que reconoce como una
disciplinar, delimitado por la construcción
de las principales pioneras del campo a
de un objeto formal de estudio. En este
la docente y psicoanalista Blanca
campo reconocemos dos dimensiones
Tarnopolsky, como también, que es en
construidas históricamente, la teórica
el año 1956 que se crea en nuestro país
explicativa y la proyectiva y práctica.
(y en el mundo, entendemos), la prime­
ra carrera de Psicopedagogía en la
Universidad del Salvador, en la que era
b.2.1. La dimensión teórica-explicativa
un requisito de ingreso la formación do-
La referencia a esta dimensión obli­ cente.7
ga a realizar algunas aclaraciones que
Con esto queremos dar cuenta de
sirvan de acuerdos de partida. Los pri­
que la dimensión teórica del campo en
meros trazos de la construcción del cam­
sus orígenes no es más que la confluen­
po psicopedagógico se dan en las prác­
cia singular de conocimientos provenien­
ticas, es decir, surgen como un efecto
tes de otros campos disciplinares. Tal
de, por un lado, la intervención de pro­
como ya referimos, en el devenir tem­
fesionales de distintas disciplinas en
poral signado por las cambiantes carac­
sujetos con perturbaciones en los apren­ terísticas sociales, culturales, tecnológi­
dizajes y, por otro, como respuesta a pre­ cas y económicas, la práctica dio lugar
guntas que se inician en el campo esco­ al surgimiento de interrogantes propios
lar frente a la realidad de niños que que interpelando lo dado comienza a
no aprenden. Así, se van configurando cimentar un cuerpo teórico propio so­
unas prácticas, que en un inicio, sin iden­ bre el que hoy se sigue construyendo.
tidad definida se nutren de cuerpos teó­
ricos y técnicas provenientes de distin­ Dicho de otro modo, la dimensión
tas disciplinas; y en cuya organización teórica se configura ligada a la práctica
prevalecen los ejes médico, psicológico que desde una determinada posición
y pedagógico. De este modo, reconoce­ metaboliza singularmente, con la com­
mos un inicio del campo en prácticas y plejidad propia de esta acción, los apor­
propuestas conceptuales de psicólogos, tes de campos disciplinares junto a /con
psiquiatras, psicoanalistas y pedagogos desarrollos propios.
referidas a los trastornos en el apren­ Las prácticas en esta dimensión del
dizaje escolar, dando cuenta de diferen­ campo, en tanto trabajo de construcción
tes perspectivas y enfoques que se te­ de conocimiento, demandan una actitud
jen y diversifican construyendo un ha­ dialógica con el objeto, así como la con-

7 Puede consultarse al respecto Laborde & Cassini (2000).

84 D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98


ARTÍCULOS

creción de operaciones lógicas y de es­ loración, prejuicios y pre concepciones


trategias procedimentales. Es necesa­ son el punto de partida que debemos
rio advertir que así como las técnicas controlar, por medio, entre otras cosas,
utilizadas no son neutras, tampoco lo de su explicitación, a la vez de utilizar­
es el registro de datos. En este senti­ los como punto de fuga que se modifi­
do, al interior de la psicopedagogía clí­ cará en la medida en que alcancemos el
nica, es importante rescatar al psico­ conocimiento y podamos comprender y
pedagogo en tanto sujeto investigador, captar las cualidades singulares de
como constructor de realidades, en el nuestro objeto. Una estrategia que nos
que se dan los fenómenos de implican­ permite alcanzar la necesaria rigurosi­
cia y transferencia. dad metodológica, "cierta objetividad"
se basa en la intersubjetividad y la ac­
Reconocemos que nuestros propios
ción comunicativa.
sistemas simbólicos son instrumentos de
conocimiento y de construcción de lo Las mismas se sustentan en el pro­
real, en tanto desde ellos percibimos, ceso de abstracción reflexiva y la activi­
comprendemos y construimos el mun­ dad dialógica. En la medida en que, por
do, acordando que un estímulo no que­ una parte, dicha comunicación requiere
da definido como tal hasta tanto no se procesos de simbolización y estableci­
aplique un esquema asim ilativo- miento de operaciones lógicas que per­
interpretativo que dé cuenta de él. En mitan encontrar las relaciones y las re­
este sentido, el "indicio" es una cons­ laciones entre las relaciones; y, por otra,
trucción, el "dato"8 nunca es ni será en tanto la acción dialógica implica la
"realidad pura", en tanto constituye un constante descentración del pensamien­
material simbólico, es una estructuración to que permite atender al punto de vis­
de lo real producto de un proceso de ta del otro, en un esfuerzo comprensi­
síntesis, de atribución de sentido, de vo, para ofrecerle una respuesta, es
interpretación. De esta manera, implica decir, dialogar, hacer posible el diálogo.
la aprensión cognitiva-afectiva por par­ Este esfuerzo com prensivo supone
te del sujeto cognoscente, en este caso, abandonar momentáneamente mi pro­
nosotros en posición de psicopedagogos pia estructuración comprensiva, atender
constructores de conocimientos, inves­ a la del otro para comprenderlo, lo que
tigadores de los aprendizajes de los produce, al mismo tiempo, un enrique­
sujetos o de los sujetos aprendiendo. cimiento de mis propias cogniciones.
En tanto sujetos sociales no somos Ahora bien, esta construcción teóri­
neutrales; contrariamente, nuestra va­ ca se hace conforme a una historia, en

8 Sobre el dato, señala Guber (2004, p. 85) "el mundo social es un mundo preinterpretado por los actores,
el investigador necesita desentrañar los sentidos y relaciones que construyen la objetividad social, el
acceso a ello no es neutro ni contemplativo, pues el campo no provee datos sino información [...] lo que
se releva es información sobre hechos que recién en el proceso de recolección se transforman en
datos. Esto quiere decir que los datos son ya una elaboración del investigador sobre lo real".

D iá lo g o s Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 85
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

una doble dimensión, en tanto historia de a lo contextual y se sustenta en las prác­


la disciplina, que da cuenta de una tra­ ticas de los sujetos sociales. Por ello, los
yectoria particular y en tanto ésta trans­ procesos de investigación se caracteri­
curre en una historia socio-cultural que zan por realizarse en situaciones natu­
se filtra y se internaliza en dicha discipli­ rales, focalizarse en los procesos y el
na. Es así que los hombres desarrollan contexto, procurar interpretar los proce­
su actividad científica en un contexto que sos y las prácticas sociales, poner inte­
lleva la impronta de la realidad social e rés en el significado y la interpretación
histórica en la cual aquella se realiza. La así como por el uso de estrategias
disciplina se constituye en tanto un cam­ inductivas y hermenéuticas.
po que reconoce una filiación con su pro­
Finalmente, y sin intención de agotar
pia historia, con su origen y su devenir,
el recorrido por las muchas aportaciones
en tanto implica continuidad, construcción
realizadas por diferentes autoras, quisié­
y cambio, posibles por la existencia de
ramos referirnos brevemente, como re­
sujetos profesionales en tanto agentes
conocimiento a la labor que vienen reali­
sociales que tienen cierta illusio, invier­
zando desde la docencia y la investiga­
ten en el juego y construyen capital.
ción y por la riqueza de sus aportaciones
Dicho de otra forma, reconocemos al campo psicopedagógico, a la doctora
una historia disciplinar, una trayectoria en Psicología Silvia Schlemenson (1996,
de prácticas y de construcciones teóri­ 2QQ3, 2QQ4; Schlemenson & Percia, 1997)
cas que a pesar de sus transformacio­ y a la licenciada en Educación Norma
nes tienen continuidad. Continuidad Filidoro (2QQ2).
dada por la existencia de problemas
Estas autoras, realizan hoy, valio­
comunes en las sucesivas generaciones,
sos aportes al campo teórico de nues­
y que es la que permite sea posible rea­
tra disciplina, ambas desde distintas
lizar encadenamientos de teorías.
formaciones, desarrollan su actividad
En la actualidad a partir de traba­ profesional en el campo de la psico-
jos investigativos que responden a di­ pedagogía, produciendo excelentes ela­
ferentes líneas teóricas dentro del cam­ boraciones teóricas en especial para lo
po psicopedagógico se da cuenta de que desde las categorías que presen­
distintos elementos que acreditan la tamos se referiría a la realización de ac­
construcción de cuerpos teóricos. tividades asistenciales en distintos sub-
campos.
Desde la postura clínica en psico-
pedagogía se viene elaborando una tra­ Ahora bien, ambas autoras propo­
ma teórica que da cuenta de la inter- nen una definición de campo psico-
relación y/o articulación de la situación pedagógico que entendemos es más
intra-subjetiva (los niveles orgánico, cor­ acotado en referencia al aquí desarro­
poral, intelectual y deseante) implicados llado. No es intención de este trabajo
en los procesos de aprendizaje y de la realizar una comparación, por lo que nos
situación inter-subjetiva (contexto social- limitaremos a presentar lo expresado
cultural) necesaria para que estos ocu­ por estas autoras, en torno al campo
rran. Concepción relacional, que atiende psicopedagógico.

se D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 2O, octu bre 2 O l2 . Pág. 74-98


ARTÍCULOS

Sostiene Schlemenson en relación b.2.2. La dimensión proyectiva y prác­


al campo psicopedagógico: tica: el campo como espacio de inter­
vención
La relación entre las marcas, los sig­
nos y los sentidos, aplicada a la com­ La dimensión proyectiva y práctica
prensión de las fracturas e inhibi­ se refiere a la planificación y ejecución
ciones representativas que presen­ de intervenciones profesionales cuyo
tan niños con problemas en la cons­ propósito general puede enunciarse
trucción de sus conocimientos es­ como la realización de acciones al servi­
colares, define un campo de inter­ cio de posibilitar y optimizar el aprendi­
vención específica: el de la clínica zaje de las personas. Comprendemos
psicopedagógica. a la intervención psicopedagógica como
La clínica psicopedagógica no traba­ intervención clínica, pues da importan­
ja con la totalidad de las produccio­ cia a la original convergencia de factores
nes psíquicas del niño, sino exclusi­ implicados y considera al profesional
vamente con aquellas que están psicopedagogo como participante com­
comprometidas en la construcción de prometido, cualquiera sea el ám bi­
los conocimientos. (Schlemenson & to de trabajo (consultorio, escuela, etc.),
Percia, 1997, p. 19) reconociendo los fenómenos de trans­
ferencia e implicancia.
Al respecto, nos permitimos soste­
ner que la autora, entendemos, define Es claro el aspecto relacional entre
el campo de la clínica psicopedagógica las dimensiones teórico-explicativa y la
como una extensión del campo de la clí­ proyectiva-práctica, en tanto la teoría es
nica psicoanalítica. sustento de las prácticas y es en éstas
Por su parte, Filidoro expresa: donde surgen los interrogantes que
pondrán en marcha la producción de
¿Cuáles son los problemas que nuevos conocimientos teóricos. Dicho de
ocupan a los psicopedagogos? In­ otro modo, las teorías posibilitan la ela­
tentaré delimitar uno: se trata de boración de hipótesis para el acerca­
la intervención clínica con niños y miento al objeto así como la interpreta­
adolescentes con problemas en el ción de los indicios, pero al mismo tiem­
aprendizaje escolar [...] un proble­ po éstas pueden ser ampliadas y corre­
ma y no el problema. Por ello nos gidas a partir del trabajo de campo.
referimos a niños y adolescentes
(excluyendo la temática de los adul­ Nuestro objeto, en tanto realidad
tos) en edad escolar exclusivamen­ social y humana, es complejo, está en
te. (Filidoro, 2004, pp. 13-14) movimiento y transformación y sólo pue­
de ser comprendido a través de sus re­
La autora aclara que escribe desde
laciones y en su evolución.
el campo de sus prácticas, limitándose
a sólo uno de los problemas a los que Reflexionar sobre la delimitación del
la psicopedagogía debe procurar dar campo psicopedagógico desde la espe­
respuesta, dando cuenta de que este cificidad de las intervenciones en el cam­
no agota el campo problemático (teóri- po social nos permite reconocer: en pri­
co-práctico) de la psicopedagogía. mer lugar, la existencia de agentes

D iá lo g o s Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 87
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

(psicopedagogos) actuando, intervi­ mental" (Anexo de Resolución antes ci­


niendo con actitudes, competencias, in­ tada). De aquí se desprende que el
tereses, fidusia, y diferentes tipos de ámbito en el que se desenvuelve el
conocimientos, de acciones y estrate­ psicopedagogo está establecido por las
gias en distintos contextos sociales; y parcelas del campo social definido por
en segundo lugar, poder identificar las las instituciones educativas y de la sa­
parcelas que en dicho campo conforman lud mental.
las diferentes acciones de promoción,
Desde allí identificamos primera­
prevención o asistencia al sujeto apren­
mente dos ámbitos9 de intervención, el
diente, realizadas por dichos agentes
educativo y el de la salud de los agen­
psicopedagogos. Ello nos lleva a com­
tes sociales en tanto aprendientes. Den­
prender al campo de intervención
tro de dichos ámbitos, reconocemos di­
psicopedagógica conformando por sub-
ferentes campos, como espacios posi­
campos.
bles de intervención psicopedagógica,
Ahora bien, una primera parcelación como lugares definidos en cuanto, "to­
del campo de intervención la realiza el talidad dinámica de hechos y fenóme­
Estado, en tanto agente de poder, pres­ nos biológicos, culturales, sociales, psi-
cribe y legitima las prácticas profesio­ cológicos"10 donde el psicopedagogo
nales del psicopedagogo en la Resolu­ configura su comportamiento. Ellos son:
ción 2473/89 del Ministerio de Educa­
- Institucional:11 se refiere al análisis,
ción y Justicia de la Nación, cuando es­
planeamiento y asesoramiento en es­
tablece sus incumbencias y resuelve en
feras educativas y sanitarias sobre el
primer lugar que es incumbencia del
aprendizaje de los individuos, grupos,
psicopedagogo: "Asesorar con respec­
organizaciones, y la comunidad, en
to a la caracterización del proceso de
los ámbitos de las instituciones oficia­
aprendizaje, sus perturbaciones y/o
les o privadas de salud y educación
anomalías para favorecer las condicio­
(nivel macro).
nes óptimas del mismo en el ser huma­
no, a lo largo de todas sus etapas evo­ - Organizacional: se refiere a la colabo­
lutivas en forma individual y grupal, en ración del profesional psicopedagogo
el ámbito de la educación y de la salud en la elaboración de análisis: planes,

9 Se hace uso de este término cuyo significado en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia
Española (2001), refiere, entre otras acepciones, a espacio ideal configurado por las cuestiones y los
problemas de una o varias actividades o disciplinas relacionadas entre sí. Recordemos que el espacio
social no es un campo entero sino recortado, las instituciones son resultantes de dicho parcelamiento.
10 Según Kart Kart Lewin citado por Enciclopedia Salvat (1972).
11 Marina Müller, reconocida psicopedagoga argentina, denomina a este campo sistemático. Para evitar
confusiones hemos optado por darle el nombre de institucional haciendo referencia al ámbito de las
instituciones sociales entendidas como "aquellos cuerpos normativos jurídico-culturales com pues­
tos de ideas, valores, creencias, leyes que determinan las formas de intercambio social" (Schvarstein,
1999, p. 26). Objetivados en los ámbitos socio-políticos por los ministerios públicos.

ss D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98


ARTÍCULOS

proyectos, programas educativos y - Promoción: referidas a promover la


sanitarios en el ámbito de las organiza­ salud en el aprendizaje de las perso­
ciones, ofíciales o privadas (escuelas, nas posibilitando el pleno desarrollo
hospitales, empresas, organizaciones de sus potencialidades.
comunitarias, etc.). - Prevención: referidas a actividades de
- Privado: realizando actividades de detección de factores de riesgo e
diagnóstico, orientación (educativa, implementación de aquellas que los
vocacional, ocupacional, etc.), deriva­ contrarresten evitando la enfermedad
ción o tratamiento del sujeto apren­ en el aprender.
diente. - Asistencia: realización de diagnósti­
- Interdisciplinario: se refiere a la parti­ cos y tratamientos de dificultades en
cipación del psicopedagogo en equi­ el proceso de aprendizaje de los su­
pos interdisciplinarios con el propósi­ jetos.
to de promover, prevenir y asistir al Propuesta esta estructura del
sujeto de aprendizaje de manera in­ campo psicopedagógico, que nos per­
dividual, grupal, organizacional o mite reconocer distintos ámbitos y la
institucional, pudiendo insertarse en conformación de sub-campos dentro
instituciones u organizaciones públi­ del campo psicopedagógico, el deve­
cas o privadas (organismos ministe­ nir disciplinar nos obliga a identificar a
riales o inter-ministeriales, inter- estos sub-campos como genéricos, en
organizacionales, ONGs, equipos edu­ tanto desde ellos se originan otros
cacionales o sanitarios, etc.). sub-campos de especialización a partir
Entendemos que decir interdisciplina de la relación entre los prim eros y
es decir relación entre disciplinas, tra­ cuerpos teóricos específicos, así como
bajo grupal, colectivo de diversos pro­ de la interrelación entre ellos (ver
fesionales conocedores y estudiosos Cuadro 1).
del campo en el que se han formado
En síntesis, el psicopedagogo es un
de manera sistemática. No existen
profesional capacitado para desarrollar
interdisciplinas a priori, lo que existe
su tarea en el ámbito de la salud y la
son planteos de problemas complejos
educación en esferas privadas u oficia­
que reclaman para su comprensión in­
les en las instituciones, organizaciones,
tervenciones de diferentes disciplinas
lugares de trabajos privados, en equi­
reunidas con el propósito de dar solu­ pos disciplinares o interdisciplinares, don­
ción a dichos problemas concretos. de se haga necesaria su intervención
- Investigación: de manera individual o para analizar, promover, prevenir, recu­
conformando equipos disciplinarios o perar, orientar, asistir, favorecer las con­
interdisciplinarios en relación a temá­ diciones óptimas del aprendizaje en el
ticas de su interés en los ámbitos de ser humano, a lo largo de todas sus eta­
las ciencias humanas y sociales. pas evolutivas en forma individual y
grupal.
Ahora bien, en dichos campos pro­
fesionales el psicopedagogo realizará En relación al ejercicio profesional
acciones de: del psicopedagogo, la Ley 7619/84 de

D iá lo g o s Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 89
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

Cuadro 1: El campo psicopedagógico: ámbitos, subcampos y actividades de


intervención

la provincia de Córdoba en su Capítu­ Intervención psicopedagógica en la


lo V artículo 14 prevé el ejercicio acor­ escuela
de a las incumbencias establecidas a
La actividad profesional y la docen­
nivel nacional sin perjuicio de que pos­
teriores alcances científicos aconsejen cia en la formación de psicopedagogos
revisión de las incumbencias a nivel na­ nos han llevado a reflexionar sobre la
cional. intervención del psicopedagogo en la

9G D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98


ARTÍCULOS

escuela. Así, diferenciamos dos sub-cam­ a un "modelo teórico-práctico que per­


pos posibles de especialización de in­ mite una indagación, un diagnóstico y
tervenciones psicopedagógicas en la una elaboración de recursos para la
escuela. Ellos son, por un lado, el cam­ solución de problemas en situaciones de
po de la psicopedagogía institucional, carencia, conflicto, crisis en instituciones
como una especialización del análisis educativas" (p. 13).
institucional en el ámbito de lo educati­
Siendo la escuela producto del
vo en la que reconocemos los valiosos
interjuego de tres instancias: lo social,
trabajos de autoras como Ida Butelman
lo institucional y el sujeto, es una reali­
(1996, 1998) y Lucía Garay (1996,
dad compleja que nos reclama una mi­
2000); y por otro, el campo de la inter­
rada compleja que devele las contradic­
vención que hemos denominado la
ciones, los quiebres de los procesos
psicopedagogía escolar.12 Entendemos
regulatorios, y permita el despliegue e
que las demandas actuales y la reali­ integración de instituyentes.
dad de la práctica profesional de mu­
chos colegas nos habilitan a pensar en Asimismo, las escuelas en tanto
la existencia de una tercera modalidad instituciones sociales constituyen una
de intervención en la escuela: la inte­ trama que articula dos niveles de signi­
gración escolar, de la que, en esta opor­ ficados: el psico-emocional, vinculado a
tunidad, no nos ocuparemos dada la significaciones que provienen del mun­
necesidad de un planteo profundo y do interno del agente social (sujeto
particular sobre la cuestión en relación aprendiente), que se activan en la
a sus múltiples aspectos y a las aspira­ interacción; y el relacionado con signifi­
ciones de una educación inclusiva; plan­ caciones políticas que derivan de la ubi­
teo que escapa a los objetivos de este cación del agente (sujeto aprendiente)
artículo. en la trama relacional del poder dentro
del campo social y de las particularida­
En el primer caso, la psicopeda- des del mismo.
gogía institucional, el psicopedagogo
trabaja como profesional externo que in­ Evitando caracterizaciones a priori se
terviene según demandas específicas, procura levantar indicios a partir de cap­
cuya estrategia prioritaria es el análi­ tar las cualidades de la realidad fáctica
sis institucional, realizando análisis analizada, desde una actitud de inte­
psicopedagógico de la institución edu­ rrogación frente al objeto y el recorte
cativa. teórico. La tarea es pues construir el
entendim iento sobre las acciones
Sostiene Butelman (1996) que la intersubjetivas que sostienen la acción
psicopedagogía institucional responde comunicativa de los sujetos sociales en

12 Este concepto se propuso en una presentación hecha en el Colegio de Psicopedagogos en el año 2002,
en el marco de una jornada de debates. La presentación se tituló, "Espacio y tiempo psicopedagógico
en la escuela hoy. Psicopedagogía Escolar". Colegio de Psicopedagogos de la Provincia de Córdoba-
Mesas Debates: Á m bitos Psicopedagógicos.

D iá lo g o s Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 91
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

la escuela, acciones que les posibilitan La psicopedagogía escolar como


construir el entendimiento al que llegan. sub-campo de especialización
psicopedagógica
Nuestro objeto, la institución educa­
tiva, en la materialización de una orga­ Consideramos que para realizar la
nización particular, es expresión concre­ tarea psicopedagógica en el ámbito es­
ta de una particular realidad humana y colar se requiere del estudio de los múl­
social, a la que comprendemos como un tiples factores que intervienen en los
todo relacional. Dicho de otro modo, en­ aprendizajes cognitivos-subjetivos en el
tendemos cada escuela como una cons­ aula, en el entramado de relaciones
trucción de los sujetos sociales vincula­ entre el docente, el alumno, los compa­
dos con la intención de prácticas educa­ ñeros, el contenido a apropiar y los par­
tivas (intencionales que procuran la for­ ticulares contextos socio-culturales. Asi­
mación del ser humano); por lo tanto, mismo, siendo el psicopedagogo espe­
no es algo dado, natural. A esta escue­ cialista en el aprendizaje de los suje­
la, el psicopedagogo a su vez la recons­ tos, y refiriéndose este (el aprendiza­
truye como objeto de estudio e interven­ je), al proceso de construcción de cono­
ción, realidad pensada desde el piso cim iento, es im perativo para el
epistémico de cada profesional. psicopedagogo conocer la legalidad que
posibilita el proceso de aprendizaje ge­
La tarea consiste en intervenir en
neral así como la correspondiente a cada
la institución educativa entendida esta
sector o área del conocimiento.
como sujeto aprendiente. Se procura
comprender el contexto particular de El psicopedagogo requiere para su
cada escuela, y la influencia de este desempeño el estudio de temáticas ta­
sobre las acciones y conductas de sus les como:
distintos colectivos. Intervención que - didáctica de la matemática,
busca entender los procesos por los cua­
les los conflictos, las crisis, tienen lugar, - didáctica de la lengua escrita y oral,
descubrir su significación. En este sen­ - didácticas de las ciencias sociales,
tido, es una intervención de esclareci­ - estrategias para el cambio cognitivo y
miento, que procura promover procesos la resolución de problemas,
simbólicos, representacionales, en la
institución y con los diferentes partici­ - estrategias para el desarrollo de la
creatividad,
pantes de ella (alumnos, docentes, di­
rectivos, padres, etc.). - competencias para trabajar en talle­
res y otras dinámicas de grupo,
El segundo sub-campo diferenciado
en las intervenciones psicopedagógicas - conocimientos específicos referidos a
en la escuela lo constituye lo que deno­ educación sexual, trastornos alimen­
minamos psicopedagogia escolar, en tarios,
este caso el psicopedagogo interviene - conocimientos sobre sobre las proble­
como personal de la escuela conforman­ máticas acuciantes del desamparo, la
do el servicio psicopedagógico (los an­ violencia familiar y escolar, el suicidio,
tes llamados gabinetes). las adicciones, etc.

92 D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98


ARTÍCULOS

En relación a la multiplicidad de te­ colar es de apoyar y favorecer las accio­


máticas que demandan la intervención nes de la comunidad educativa en la que
psicopedagógica sostiene Müller que se encuentra, el rol ha sido resignificado,
se procura prevenir-orientando, así lo es­
en psicopedagogía, los marcos de
tablece el Anexo de la Resolución 537
referencia teórica proponen varias
del Gobierno de Córdoba.
líneas de sistematización. Cada
una de ellas trata sobre algunos En la escuela, el psicopedagogo
aspectos del sujeto y del aprendi­ realiza tareas de orientación (sostiene
zaje, en tanto que se desinteresa orientando) a los "principales agentes-
sobre otras facetas del objeto de actores" del proceso de enseñanza-
investigación. Ninguna de las posi­ aprendizaje: alumnos, familia y docen­
ciones teóricas es autosuficiente tes (directivos, profesores, preceptores).
para explorar e intentar explicar
La orientación incluye funciones ta­
este objeto de estudio, su comple­
les como:
ja estructura, y los procesos que
lo transforman (1984, p. 9). - Colaborar para la articulación de ni­
veles.
La generalidad de la designación
"gabinete psicopedagógico en la escue­ - Diagnosticar y realizar seguimiento de
la" ha creado la idea de que el trabajo situaciones escolares.
psicopedagógico está espacializado, - Elaborar en forma conjunta (con do­
asociado a la idea de "encierro", de centes, padres, preceptores, etc.) es­
"oculto", o lugar donde se escucha la trategias de enseñanza-aprendizaje.
voz de quien (alumno, familia, profesor)
- Intervenir directamente o a través de
porta un problema, sin considerar las
reunir los recursos inter o extra es­
variables contextuales, en este caso, las
colares para prevenir situaciones que
de la institución en un determinado
pueden transformarse en problemas
momento histórico-social. Creado este
o conflictos.
imaginario social sobre nuestra tarea en
la escuela, es comprensible que se nos - Abordar problemáticas individuales y
convoque, sólo, para ayudar a los alum­ grupales.
nos con problemas. - Construir espacios de trabajo en equi­
Hoy se trata de escuchar todas las pos para proponer alternativas y es­
voces, las demandas de todos los pro­ trategias de crecimiento.
tagonistas, tratar de escuchar y ver - Promover canales de comunicación en
como los otros lo hacen, para desde allí la institución y con otras instituciones.
a través del diálogo construir significa­
- Crear "espacios" que favorezcan la
ciones compartidas que recreen lazos
inserción del psicopedagogo en los
entre unos y otros, rescatando, la rela­
grupos para que desde la observa­
ción educativa, en su aspecto de rela­
ción directa y participante pueda in­
ción humana.
tervenir y pensar estrategias que per­
Sostenemos que, la finalidad del ser­ mitan abordar la vida social de los gru­
vicio psicopedagógico en la institución es­ pos, su integración, sus conflictos, sus

D iá lo g o s Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 93
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

proyectos, como son las problemáti­ su aprender (entendiendo por asisten­


cas sociales actuales (bulimia, ano­ cia en la institución escolar el procurar
rexia, sida, violencia). detectar factores que interfieran en las
Entendemos que la intervención posibilidades de aprender, para lo que
psicopedagógica en el ámbito de la ins­ se realizarán intervenciones a través de
titución escolar hoy es: espacio y tiempo entrevistas a padres, alumnos, docen­
de diálogo y quehacer compartido, lo que tes y, en caso necesario, derivaciones y
implica escuchar, entender y compren­ comunicaciones con especialistas).
der, las voces que están en la institu­ Para concretar la promoción y pre­
ción, que como institución de existen­ vención, el psicopedagogo, requiere
cia, de crecimiento, convive con el con­ desempeñar el rol de recurso dina-
flicto, el que requiere ser identificado y mizador en la escuela, posibilitando des­
caracterizado en cada momento y en la de su tarea de orientación que el do­
particularidad de cada institución, y ello cente se reconozca como enseñante y
se realiza desde una perspectiva aprendiente, así como que cuente con
institucional-organizacional, que privilegia espacios de trabajo compartidos don­
el abordaje preventivo y grupal, sobre el de crear estrategias para favorecer los
asistencial-individual. Esto no significa procesos de enseñanza y aprendizajes
dejar desamparados a quienes presen­ en el aula. Las investigaciones psico-
tan problemáticas individuales. Frente pedagógicas y de la psicología cognitiva
a los conflictos individuales correspon­ requieren del psicopedagogo la traduc­
de contener, escuchar la demanda y ción de sus resultados al aula.
derivar a asistencia extra-escolar si fue­
Se hace imperativo no continuar con
ra necesario. Prevenir tiene que ver con
un modelo explicativo del fracaso, la
procurar salud más que con detectar
deserción y la repitencia que pone el
enfermedad.
acento en los factores extraescolares,
Reiteramos, el núcleo integrador de justificando que las diferencias de sali­
todo desempeño psicopedagógico debe da corresponden a diferencias de ori­
ser la realización de acciones al servicio gen. Los factores de desventajas según
de posibilitar y optimizar el aprendizaje de la realidad social vivida existen pero ellos
las personas, desde la consideración de no justifican la falencia de la escuela
que el aprendizaje en su sentido am­ para trabajar con las diferencias; es
plio se vincula con la concreción del pro­ necesario generar estrategias acordes
yecto de vida y proyecto vocacional de a los diferentes contextos escolares, de
cada uno. allí que no existan recetas, prescripcio­
nes, se requiere escuchar, comprender
Por ello, creem os, el trabajo
y desde allí elaborar propuestas en for­
psicopedagógico en la institución edu­
ma conjunta con el docente, quien al
cativa debe ser principalmente de pro­
igual que el psicopedagogo y el alum­
moción y prevención de la salud en el
no, "enseña-aprende".
aprendizaje de las personas; sin por ello
descuidar la asistencia a quienes pre­ Los estudios sobre las interacciones
senten fracaso escolar o problemas en entre iguales y entre el adulto y el niño

94 D iá lo g o s Pedagógicos. A ño X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98


ARTÍCULOS

han demostrado el rol decisivo de es­ Profesionales) y por la Ley N° 7619/87


tas para la constitución subjetiva en los de la provincia de Córdoba (Reglamen­
aspectos afectivos, cognitivos y socia­ tación del Ejercicio de la Profesión).
les, y de la escuela como espacio social
A partir del encuadre de esta nor­
que posibilita la resignificación.
mativa, al psicopedagogo en la institu­
Refiriéndose a la escuela como cam­ ción escolar, creemos, le corresponde
po social, como lugar de la terceridad, reconstruir de manera constante y creativa
dice Silvia Schlemenson, su rol, ejerciendo el mismo desde:
la instauración definitiva del campo a- Un marco legal.
social parecería vincularse a la po­ b-Un marco teórico-práctico referencial
sibilidad por parte del niño de es­
desde donde posicionarse, enten­
tructurar un espacio independiente diendo por ello una concepción de
y de imaginar para sí una realidad
hombre, de educación, de aprendiza­
distinta de la de sus progenitores,
je, de salud y de enfermedad, una for­
[...] Con la presencia de "los otros"
mación académica, como también un
en el aula, se instituye la diversi­
cúmulo de experiencias profesionales
dad, la duda, la ruptura de las cer­
y de sujeto aprendiente.
tezas iníciales, la posibilidad de con­
frontación y puesta a prueba de c- Una realidadsocial-educativa particula­
múltiple pareceres (1996, p. 31). rizada por la institución escolar en la
que se desempeña, que le exige la
La niñez y adolescencia son etapas constante elaboración de dicho mar­
de estructuración y desarrollo de la co teórico-práctico.
identidad, el psicopedagogo en la es­
cuela debe promover construcción de La psicopedagogía, creemos, es un
espacios de confianza, para el estable­ campo disciplinable. Como hemos plan­
cimiento del triángulo intersubjetivo, teado, se encuentra con la dificultad de
espacios y tiempos simultáneamente que el objeto de estudio al decir de Müller
subjetivantes y objetivantes, donde (1984) es un objeto subjetivo "indaga­
cada uno, niño o adolescente, con otros do por otro sujeto en proceso de conoci­
y por otros pueda construir su yo, rela­ miento que deberá reconocer su propia
cionándose y reconociéndose miembro subjetividad en la investigación y en la
del grupo, en el que se expresa y es clínica" (p. 7). Entendemos que la inter­
escuchado, para que sea posible, al vención psicopedagógica es siempre una
decir de Alicia Fernández (1994, 2000b) intervención clínica, en el sentido de re­
el desarrollo de la autoría de pensa­ conocer su particularidad. El accionar del
miento y palabra. psicopedagogo debe permitir y posibili­
tar al sujeto aprendiente construir su
El ejercicio profesional del psico­ autonomía moral e intelectual.
pedagogo se realiza desde la propia for­
mación profesional y el encuadre legal Reconocemos y valoramos el serio
dado por la Resolución N° 2473/84 del trabajo de los autores mencionados que
Ministerio de Cultura y Educación de la han permitido iniciar la construcción de
Nación con sus anexos (Incumbencias estructuras conceptuales organizadas a

D¿á¿ogos Ped agóg icos. Año X, N ° 20, octu bre 2012. Pág. 74-98 95
Reflexiones sobre el campo psicopedagógico..

partir del recorte de una problemática objeto y reconociendo su doble dimen­


teórica, y han posibilitado el análisis sis­ sión explicativa y práctica, así como tam­
temático de los aspectos de la realidad bién dar cuenta de la necesidad de es-
asociados a los problemas planteados. pecialización para la conformación teó­
Lo real sólo tiene la capacidad de dar rica y práctica del subcampo al que de­
respuestas a interrogatorios, nunca tie­ nomino psicopedagogía escolar. Espe­
ne la iniciativa. ramos sirvan para nuevas reflexiones.
Hasta aquí hemos procurado comu­
nicar algunas de nuestras reflexiones
sobre la constitución del campo discipli­ Original recibido: 18-07-2011
nar en psicopedagógia a partir de su Original aceptado: 19-03-2012

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