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Radiografía.

Es un registro fotográfico visible producido por el paso de los rayos X a través de un objeto o del cuerpo
y registrado en una película

Por definición, los rayos X constituyen una forma de radiación electromagnética similar a la luz visible, aunque de
menor longitud de onda. Por otra parte, los rayos X se comportan de dos maneras: como ondas y como
partículas.

la energía radiante viaja con un movimiento ondulatorio, una de sus características mensurables es la longitud de
onda

La luz, las ondas de radio, los rayos X, los rayos gamma, etc., son ondas de energía electromagnética y viajan a la
tremenda velocidad de 300, 000 km/ segundo

Los rayos X que se usan en medicina, que no tienen más que 1/10,000 de la longitud de onda de la luz, tienen una
longitud de onda de aproximadamente 1 /2,540,000,000 de cm; se miden generalmente en nanometros (abreviado
nm); un nanometro es igual a 1/1,000,000 de mm. En radiografía médica, se emplean longitudes de onda de 0.01 a
0.05 nm (0.1 a 0.5 angstroms)
Un angstrom es igual a 1/10 de nanometro.
La longitud de onda de la luz en el centro del espectro visible es aproximadamente de 550 nm, mientras que los
rayos X usados en radiografía, en el centro del espectro de rayos X, tienen una longitud aproximada de onda de
0.055 nm.

Propiedades fundamentales de los rayos X


Los rayos X obedecen a todas las leyes de la luz; sin embargo, debido a la corta longitud de onda de los mismos, es
difícil demostrar en su caso fenómenos como la reflexión, si se usan aparatos ópticos comunes. Entre sus
propiedades especiales hay algunas que son de interés particular.
1. Su cortísima longitud de onda permite penetrar materiales que absorben o reflejan la luz visible.
2. hacen fluorescer ciertas sustancias; es decir: les hacen emitir radiaciones de longitud de onda más larga, tales
como la radiación visible y la ultravioleta.
3. Afectan las películas fotográficas, produciendo un registro que puede hacerse visible mediante el proceso de
revelado.
4. Producen modificaciones biológicas, lo que permite emplearlos en terapéutica, aunque ello obliga a tomar
ciertas precauciones al usar las radiaciones.
5. Pueden ionizar los gases (liberar electrones de los átomos para formar iones); esta propiedad puede utilizarse
para medir y regular la exposición.

El tubo de rayos X
una corriente de electrones (partículas minúsculas, cargadas con electricidad negativa), que se mueven a gran veloci -
dad, choca con cualquier clase de materia, se producen rayos X. Dentro de un tubo de rayos X, estos se producen
dirigiendo una corriente de electrones a gran velocidad contra un blanco de metal. Al chocar contra los átomos del
blanco, los electrones se detienen bruscamente, transformándose la mayor parte de su energía en calor. En las
condiciones de exposición usadas en radiografía médica, un 1% se transforma en rayos X.

El medio más eficaz para generar rayos X es un tubo de rayos X, cuya forma mas simple consiste en una ampolla de
vidrio al vacío que contiene dos partes principales: el cátodo y el ánodo

El cátodo (—) El cátodo o electrodo negativo contiene un alambre de tungsteno (filamento) enrollado en forma de
espiral, de entre 10 y 15 mm de longitud y 1.5 mm de diámetro. Está colocado en un retenedor en forma de copa
(llamado cúpula enfocadora), situado aproximadamente a 2,5 cm del ánodo.

El filamento del cátodo se calienta y se pone incandescente, lo mismo que el filamento de una bombilla eléctrica
ordinaria. Sin embargo, el filamento no se calienta para producir luz, sino electrones, los cuales son emitidos por el
alambre caliente La temperatura del filamento regula la cantidad de electrones emitidos. A mayor temperatura, se
emite un número mayor de electrones y aumenta la corriente de energía eléctrica a través del tubo de rayos X (mA).
El ánodo (+) El ánodo o electrodo positivo está generalmente formado por una pieza de cobre que se extiende desde
uno de los extremos del tubo hasta el centro. En la cara anterior del ánodo, que queda en el centro del tubo, hay una
placa de tungsteno de 10 a 15 mm de lado y de 3 mm de espesor, aproximadamente, que se denomina blanco.

El blanco es de tungsteno porque: 1. tiene un punto de fusión muy alto (3,400°C), que le permite resistir el calor
extraordinario a que se le somete, y 2. su número atómico (74) muy alto, lo cual hace que produzca rayos X mucho
más eficazmente que las sustancias de menor número atómico. La pequeña zona del blanco donde chocan los
electrones se llama foco o fuente, y es donde se originan los rayos X.
En ciertos usos especializados los blancos pueden ser de otros materiales, tales como el molibdeno.

Existen dos tipos de ánodo: el fijo y el giratorio

Cuanto más alto es el voltaje, mayor es la velocidad de estos electrones. Así se producen rayos X de longitud de onda
más corta y de mayor intensidad y poder de penetración.

El tamaño del foco (fuente) tiene una importante influencia en la formación de la imagen de rayos X. A menor foco,
mayor definición o nitidez de la imagen (los demás factores no sufren cambios).

La cara del blanco generalmente está orientada a un ángulo de 15 a 20° con relación al cátodo

diseñar el tamaño del tubo, la dimensión que emplean los fabricantes es el tamaño efectivo del foco. Es decir, el tubo
de 1 mm proyecta un foco de 1 mm x 1 mm

La utilización de los rayos X que emergen en el ángulo más pequeño mejora la definición radiográfica, al mismo
tiempo que aumenta la capacidad calorífica del ánodo, debido a que la corriente de electrones se extiende sobre una
superficie mayor

ánodo giratorio en forma de disco (hecho de tungsteno, molibdeno o, a veces, de grafito con una aleación de renio y
tungsteno)

La tecnología actual permite que los ánodos operen ininterrumpidamente a temperaturas mayores de 1,200°C

Los circuitos que abarcan el tubo de rayos X, el rectificador y el transformador de alto voltaje, se dis ponen de forma
tal que el voltaje positivo alto se aplica al extremo anódico del tubo, y el voltaje negativo alto, al cátodo. Los
electrones que salen del filamento caliente del cátodo están cargados de electricidad negativa y son atraídos con gran
fuerza por el ánodo cargado positivamente. Este alto voltaje se expresa generalmente en términos de kilovoltaje (1
kilovoltio o kV es igual a 1,000 voltios).
El kilovoltaje regula la velocidad de los electrones que circulan del cátodo al ánodo. A mayor kilovoltaje, mayor
será la velocidad de los electrones, y más intenso y penetrante será el haz de rayos X.

se utilizan los transformadores de corriente alterna. Por otra parte, la dirección de la corriente eléctrica se regula
mediante los instrumentos llamados rectificadores

El promedio de energía de los rayos X producidos por un generador trifásico es mayor que el producido por uno
monofásico con el mismo kilovoltaje, Esto quiere decir que el haz de rayos X producido por un generador trifásico
tiene mayor energía y penetración que el haz de un generador monofásico (los demás factores permanecen
constantes).

La intensidad de los rayos X producidos por un generador trifásico es mayor que la de los rayos producidos por uno
monofásico con los mismos factores de voltaje y miliamperaje,

El calentamiento del ánodo es menor en un generador trifásico que en uno monofásico, si se trata de producir la
misma intensidad de negro en la película

Miliamperaje
El número de electrones está controlado por la temperatura (el grado de incandescencia) del filamento del cátodo.
Este control se obtiene ajustando la corriente del filamento con su propio circuito eléctrico de bajo voltaje. Cuanto
más caliente está el filamento, más electrones se emiten para formar la corriente electrónica; es decir: la corriente del
tubo de rayos X. En el tubo de rayos X, el número de electrones por segundo se mide en miliamperios (mA) (1
miliamperio es igual a 1/1,000 de amperio). La intensidad de los rayos X producida a un kilovoltaje dado depende de
este número.
Factores que afectan la absorción de los rayos x
Espesor del material absorbente. La relación entre este espesor y la absorción de rayos X es
obvia: un objeto grueso absorbe más radiación que un fragmento delgado del mismo material. Por
ejemplo, 6 cm3 de agua absorben más rayos X que un cm 3
Densidad del material absorbente. Cuando los materiales difieren en densidad (masa por unidad
de volumen), el más denso absorbe más radiación que el menos denso. Por ejemplo: un cm3 de
agua absorbe más rayos X que un cm3 de vapor, puesto que un cm3 de vapor pesa menos que uno
de agua.
Número atómico del material absorbente. La composición del objeto también tiene que ver con
la absorción de los rayos X. Esto depende del número atómico del material. Por ejemplo, como el
número atómico del aluminio es menor que el del plomo, una lámina de aquel metal absorbe menos
cantidad de rayos X que una lámina de plomo de la misma área y peso
suspensiones acuosas de sulfato de bario, compuestos orgánicos líquidos que contienen yodo, para
demarcar el sistema gastrointestinal. Los compuestos de yodo tienen numerosas aplicaciones, entre
ellas la radiografía de los sistemas vascular, urinario, linfático y respiratorio
Las sustancias que absorben más radiaciones que las áreas próximas se denominan radiopacas
Kilovoltaje. Los rayos X de longitud de onda larga, es decir, los que se producen a kilovoltajes bajos,
se absorben fácilmente. Los rayos X de longitud de onda más corta, producidos a kilovoltajes altos,
penetran los objetos con más facilidad
Filtración. Se refiere a la eliminación de los quanta (fotones) de baja energía del haz de rayos X
mediante un elemento absorbente (filtro). Se denomina filtración
La filtración adicional se obtiene con un filtro consistente en una lámina metálica (generalmente de
aluminio, en el caso de la radiografía médica) se especifica según el espesor del aluminio que
efectuaría esa misma absorción, y se denomina equivalente alumínico.
Cuando se introduce un filtro en el haz, se eliminan sobre todo los fotones de menor energía
La cantidad de filtración que se requiere depende del kilovoltaje que se emplee. Puede especificarse
en términos del equivalente alumínico, o bien en términos de una capa de semiatenuación (CSA) o
del valor medio (CVM); es decir: el espesor de un material que se requiere para reducir la intensidad
del haz a la mitad de su valor original.
Composición del blanco.
La distribución de la energía en el haz de rayos X, es decir, la cantidad relativa de radiaciones de
alta y baja energía, también se ve afectada por el material de que está compuesto el blanco. En la
mayoría de los equipos médicos, el blanco del tubo de rayos X está compuesto de tungs teno o de
una aleación de renio y tungsteno. Para mamografía el molibdeno
Absorción diferencial en el cuerpo humano
El cuerpo humano es una estructura compleja, no solamente de diferentes espesores sino
compuesta de diferentes sustancias. Estas absorben los rayos X en diversos grados. Es decir, el
hueso absorbe más rayos X que el tejido blando; éste, más que el aire (de los pulmones, por
ejemplo). Además, los tejidos enfermos absorben los rayos X de manera diferente que los huesos y
los tejidos blandos normales. La edad del paciente también influye: los huesos de los ancianos
tienen menos calcio y absorben menos rayos X que los huesos de los jóvenes.
la diferencia entre la absorción del tejido óseo y el tejido blando se altera en función del kilovoltaje
empleado al hacer la radiografía. Si se aumenta el kilovoltaje, la variación de absorción es menor.
Cuando el haz de rayos X emerge del cuerpo, las distintas áreas del haz contienen diferentes
intensidades de radiación; esto se debe a las variaciones de absorción dentro del cuerpo. El patrón o
distribución de diversas intensidades de rayos X en el espacio suele denominarse imagen aérea.

Contraste del sujeto


La relación entre las intensidades de los rayos X en las diferentes partes de la imagen se define
como contraste del sujeto.
El contraste del sujeto depende de la naturaleza de éste (variaciones de espesor y de composición),
de la calidad de la radiación (kilovoltaje, forma de onda de tensión, filtración y composición del
blanco) —en otras palabras, de los factores que afectan la absorción de rayos X—, así como de la
intensidad y distribución de la radiación dispersa. En cambio, el contraste del sujeto es
independiente del tiempo de exposición, del miliamperaje, de las características y proceso de la
película y, para fines prácticos, también de la distancia. (Desde un punto de vista práctico, el
miliamperaje puede afectar al kilovoltaje real producido por el aparato de rayos X e influir en el
contraste del sujeto.)
Factores de exposición que afectan la imagen aérea
Algunos de los factores que afectan la imagen aérea son: miliamperaje, distancia, kilovoltaje y
forma de onda de tensión.
Miliamperaje. En el capítulo primero señalamos que al aumentarse el miliamperaje se aumenta
también la intensidad de los rayos X, y al disminuirlo disminuye también la intensidad
Por tanto, en la medida en que aumenta el miliamperaje o la intensidad de la radiación que emerge
del foco, todas las intensidades correspondientes al patrón que emerge del cuerpo también
aumentan;
ejemplo, consideremos que inicialmente se miden 3 unidades de intensidad de rayos X que emergen
sólo del tejido blando, y una unidad que emerge del hueso
miliamperaje que fluye a través del tubo de rayos X de duplica a 6 unidad entonces:
relación 3:1 emergen del tejido blando, emerge del hueso
Distancia. Las intensidades radiográficas de la imagen aérea también pueden alterarse
uniformemente por un método no eléctrico, es decir, separando el tubo del objeto o acercándolo. En
otras palabras, la distancia entre el tubo y el objeto afecta la intensidad de la imagen
Kilovoltaje y forma de onda de tensión
kilovoltaje ocasiona diversos efectos. En primer lugar, se traduce en un cambio en el poder de
penetración de los rayos X, además de alterarse la intensidad total del haz. Por otra parte, un
cambio en el kilovoltaje altera el contraste del sujeto.

Al incrementarse el kilovoltaje, se incrementa también el poder de penetración del haz, puesto que
se generan rayos X de menor longitud de onda, además de que todas la longitudes de onda que
estaban presentes anteriormente siguen apareciendo, aunque con mayor intensidad. En otras
palabras: se incrementan el poder de penetración y la intensidad total del haz de rayos X.

Efecto de talón
Es la variación de la intensidad en el haz de rayos X, asociada al ángulo en que los rayos se emiten
desde el foco, la intensidad del haz disminuye a partir del rayo central y hacia el extremo del ánodo
en el tubo de rayos X y aumenta ligeramente hacia el extremo del cátodo. Como ya señalamos, el
efecto de talón aumenta en la medida en que disminuye el ángulo del ánodo.
Filtros de espesor variable
método para lograr que las densidades estén equilibradas en una radiografía: el empleo de filtros de
espesor variable. Si se interpone un filtro en cuña en el haz de rayos X, la reducción de la intensidad
que ocasionará será mayor a través del extremo grueso que a través del extremo más delgado. Este
cambio en la distribución de la intensidad puede utilizarse,. para lograr densidades equilibradas en
radiografías de estructuras anatómicas que varían en espesor, tales como el pie o el tórax; esto se
logra orientando adecuadamente el filtro con relación a la estructura

Radiación Dispersa
Algunas de las radiaciones son dispersadas en todas direcciones por los átomos del objeto, como
ocurre cuando la luz es dispersada por la neblina. Estos rayos secundarios producen lo que se
conoce como radiación dispersa.

Efecto en el contraste del sujeto


Debido a estas interacciones, el objeto se convierte en una fuente de radiación que es
fotográficamente eficaz, pero inconveniente porque no contribuye a la formación de la imagen útil
pues produce una exposición general que se sobrepone a la imagen aérea. Esta intensidad
uniformemente esparcida reduce el contraste
Fuentes de radiación dispersa
En general, la principal fuente de radiación dispersa es la parte del paciente que se irradia. La
cantidad de radiación dispersa que se genera es directamente proporcional al volumen de la materia
irradiada.

Reducción de la radiación dispersa


Limitación del haz. Debido a sus efectos adversos sobre la imagen, es deseable reducir al mínimo la
radiación dispersa. Por lo tanto: el haz primario debe ser limitado a un tamaño y forma que
abarquen precisamente la región de interés diagnóstico (limitadores del haz positivo)
Diafragmas de ranura. Consisten en láminas de plomo con aberturas rectangulares, cuadradas o cir-
culares. Se colocan en la trayectoria del haz de rayos X, cerca de la ventana del tubo. Generalmente
se utilizan junto con un cono, o con un dispositivo limitador del haz, de abertura variable.
Conos. Son tubos metálicos de diversos tamaños y formas; proporcionan campos circulares o, según
el caso, rectangulares. Tanto la longitud como el tamaño de la abertura del cono influyen en las
dimensiones del campo de rayos X.

Dispositivos limitadores del haz, de abertura variable. Estos dispositivos contienen placas de plomo
u obturadores que pueden ajustarse para cambiar el tamaño del haz. En algunos casos, los obtura-
dores se regulan manualmente mediante perillas giratorias indicadoras. Actualmente, se fabrican
dispositivos limitadores del haz cuyos obturadores se controlan automáticamente mediante
detectores que ajustan el campo al tamaño del receptor de imagen (incorrectamente colimadores)
Rejillas
Las partes pesadas y gruesas del cuerpo, como el abdomen, dispersan las radiaciones en mayor pro -
porción que las partes delgadas, como la mano. Por consiguiente, cuando se radiografían las partes
más gruesas, es preciso emplear medios adicionales para controlar la dispersión de las radiaciones.
Esto se hace con una rejilla
La rejilla está compuesta de laminillas alternadas de plomo y espaciadores —aluminio o fibra. Las
laminillas de plomo absorben gran cantidad de radiaciones dispersas oblicuas de rayos que no viajan
en la dirección del haz primario. Las bandas transparentes a la radiación permiten el paso de la
mayoría de los rayos primarios hasta la película.
Indice de la rejilla. La relación entre el espesor de las laminillas de plomo y la anchura de los
espaciadores radiotransparentes es el “índice de la rejilla”. Si el espesor de las laminillas de plomo
es 8 veces mayor que la anchura de los espaciadores, la proporción será de 8 a 1 (8:1); si es 16
veces mayor, 16 a 1, etc. Cuanto mayor sea el índice, la rejilla absorberá más eficientemente las
radiaciones dispersas.
La distancia entre la rejilla y este punto de convergencia, o foco de la rejilla, se denomina distancia
focal o radio de la rejilla. Lo ideal sería que la ubicación del foco en el tubo de rayos X coincidiera
con el foco de la rejilla, y que el rayo central del haz cortara el centro de la rejilla
perpendicularmente.
El desenfoque ocasionado por una inclinación de la rejilla es un problema bastante común en la
radiografía de cabecera o portátil. En estos casos, a menudo se utilizan rejillas de bajo índice, que
ofrecen una mayor posibilidad de ajuste.
El Dr. Hollis E. Potter mostro que podía eliminarse la sombra proyectada por una rejilla cruzada fija,
utilizando una con laminillas paralelas, que durante la exposición pudiera moverse en ángulos rectos
respecto de las laminillas. (diafragma Potter-Bucky) cuando se emplea una rejilla móvil. Su
velocidad debe ser tal que el movimiento de las laminillas de plomo no sea sincrónico con los
impulsos del aparato de rayos X: de otro modo, las laminillas aparecerán en la imagen
Especiado de las laminillas A medida que aumenta el número de laminillas por centímentro,
aumenta también la absorción de la radiación dispersa, e incluso de la primaria (entre 20 y 40 o más
líneas por centímetro, dependiendo del uso del aparato y del fabricante)
Efecto en la exposición. La rejilla absorbe gran parte de la radiación dispersa, e incluso algo de la
radiación primaria. Cuando se utiliza en un examen, debe aumentarse la exposición con el fin de
compensar esta pérdida de radiación, dependiendo de la eficacia con que la rejilla absorba la
radiación dispersa. Cuanto más eficaz sea la rejilla, tanto más prolongada deberá ser la exposición.
El incremento en el tiempo de exposición depende también de la proporción entre la radiación
primaria y la dispersa; es decir, depende de la parte del cuerpo que se desea radiografiar.

Ranuras de exploración. Existe un método para reducir la radiación dispersa que tiene cierta seme-
janza con el sistema de rejillas: el empleo de montajes de ranuras de exploración. Este tipo de
aparato es anterior a la introducción del Bucky y consiste de una placa de plomo con ranuras que se
coloca sobre el paciente, y otra placa similar que se coloca entre el paciente y el receptor de
imagen. Durante la exposición, las dos placas se mueven en sentido horizontal y sus ranuras
correspondientes se mantienen alineadas con el foco del tubo de rayos X, Este alineamiento permite
utilizar toda la radiación primaria que emerge del paciente para formar la imagen, con lo cual
aumenta el contraste del sujeto
Espacio de aire. Otro método para reducir la radiación dispersa consiste en dejar un espacio de aire
entre el paciente y el receptor de imagen, durante la exposición. Cuando el paciente se encuentra
cerca del receptor de imagen, llega hasta éste un gran porcentaje de la radiación dispersa. En
cambio, si se aleja al paciente, se reduce la dispersión. A medida que se aumenta el espacio de aire,
aumenta la cantidad de radiación dispersa que viaja lateralmente hacia afuera del haz, sin llegar al
receptor de imagen

Compresión. La compresión de una parte del cuerpo durante la exposición puede ofrecer tres
ventajas:
1. Mayor contraste del sujeto. El volumen de tejido que se irradia disminuye debido a la
compresión y la proporción de radiación dispersa disminuye (mayor contraste del sujeto).
2. Menor borrosidad debida al movimiento. Al estar comprimida, la parte del cuerpo tiende a
moverse menos
3. Menor borrosidad geométrica. Las estructuras de interés pueden oprimirse hacia el receptor
de imagen, con lo que se reduce la borrosidad geométrica.

Dispersión retrógrada. otros materiales bajo el haz de rayos X (la mesa de trabajo), también actúan
como fuentes de radiación dispersa.
La radiación que emerge de estas fuentes que se encuentran detrás del plano de la imagen, puede
dispersarse de nuevo hacia la imagen. A esto se le llama dispersión retrógrada.
Reducir la dispersión retrógrada limitar el tamaño del haz de rayos X, de tal forma que no exeda la
superficie del detector de imagen. (muchos chasis contienen un respaldo de lámina de plomo que
impide que la dispersión retrógrada llegue al receptor de imagen)

Socavación. Debido a la forma de algunas partes del cuerpo, un parte del haz de rayos X puede
extenderse más allá del contorno de la parte que se examina.
Así puede generarse una cantidad considerable de radiación dispersa en la cubierta de la mesa y en
otros materiales que sean irradiados por el haz no atenuado. Este tipo de radiación dispersa,
socavación,
reduce el contraste del sujeto en la periferia de la parte expuesta. Este problema se aminora
colocando algún material protector (caucho al plomo, por ejemplo) a lo largo del contorno de la
parte expuesta, para absorber el haz de rayos X directo.

Radiación extrafocal
La radiación extrafocal es aquella que emite el tubo de rayos X desde cualquiera de sus partes
componentes, que no sea el foco o blanco. No se produce por la interacción del haz primario con la
materia, como ocurre con la dispersión, sino por electrones dispersos e inadecuadamente enfocados
que interactúan con un material fuera del foco

Medidas de seguridad
la protección del personal y de los pacientes contra los riesgos de las radiaciones y de las descargas
eléctricas. se han señalado algunos métodos para evitar que los pacientes sean excesiva mente
expuestos a las radiaciones.

Receptores de imagen
Los receptores de imagen, o detectores de radiación, que pueden utilizarse para convertir esta
imagen aérea en un patrón visible. Estos receptores pueden adoptar distintas formas, tales como:
1. Capas de haluros de plata sobre una base de plástico o papel (películas).
2. Materiales fluorescentes que convierten la energía de los rayos X en luz para exponer las películas
de haluros de plata.
3. Materiales metálicos (plomo u óxido de plomo, por ejemplo) que interactúan con los rayos X para
producir electrones que, a su vez, pueden interactuar con las películas de haluros de plata o con
el luminòforo.
4. Placas de selenio con carga, en las cuales la distribución de la carga se altera debido a la
interacción con los rayos X (xerorradiografía).
5. Hojas de plástico con carga, en las cuales la distribución de ésta se altera por la interacción de los
rayos X con gases muy densos (o con líquidos) que se ubican muy cerca de las hojas (radiografía
electrónica o ionografía).
6. Cámaras de ionización o semiconductores, que absorben los rayos X para producir impulsos de
tensión que pueden visualizarse en tubos de rayos catódicos (tomografia computarizada).

pantallas intensificadoras fluorescentes y de películas de haluros de plata como receptores de


imagen.

De la intensidad de los rayos X del haz primario que emerge de un paciente, sólo el 1% o 2% es
absorbido por una hoja de película para rayos X; el 98% restante, o incluso más, se desperdicia.

Pantallas intensificadoras fluorescentes


Los rayos X tienen la propiedad de hacer que ciertas sustancias (luminóforos) fluorezcan; es decir,
que emitan luz y radiación ultravioleta. Dependiendo del luminòforo que se escoja y de su
tratamiento de fabricación, puede obtenerse luz de cualquier color.

Clases de luminóforos. Antes de la invención del intensificador de imagen, era común que los
radiólogos estudiaran las partes del cuerpo en movimiento mediante la fluoroscopia; es decir,
mediante la observación directa de las imágenes producidas en una pantalla fluorescente por los
rayos X absorbidos.

sulfuro de zinc, el cual emite una luz amarilla verdosa. (pantallas de observación el ojo humano es
muy sensible a la luz de este color)
tungstato de calcio (pantallas intensificadoras fluorescentes para que la película de rayos X formara
una imagen, en menos tiempo y con menor exposición que cuando se utilizan sólo los rayos X, su
emisión corresponde a las regiones ultravioleta y azul del espectro, a las cuales son muy sensibles
las emulsiones de haluros de plata que se utilizan en radiografía.

sulfato de bario, el fluorocloruro de bario, el oxibromuro de lantanio, así como los oxisulfatos de
tierras raras (gadolinio, lantanio e itrio), se han utilizado para reforzar las pantallas

Características del luminòforo.


alta absorción a los rayos X,
alto rendimiento de conversión
adaptabilidad a los procesos de manufactura y capacidad de resistir diversas condiciones
ambientales no debe presentar luminiscencia residual ni demora en su actividad.

las pantallas intensificadoras refuerzan la intensidad del efecto fotográfico de la radiación. Por ser
más gruesas y más absorbentes, extraen más fotones de los rayos X que los que la película sola
podría extraer del haz. Además, la absorción de un quantum de rayos X resulta en la emisión de
cientos de quanta luminosos en la pantalla. Estos fotones se absorben más fácilmente en la película
que los fotones de rayos X, los cuales contienen mayor energía.

Debido a estos dos factores (mayor absorción de rayos X y mejor aprovechamiento en la película de
la luz resultante), la combinación de pantallas intensificadoras fluorescentes y película permite
reducir la exposición 50 a 100 veces con respecto al tiempo que requeriría una exposición directa,
sin pantallas.

Este índice (es decir, el factor de exposición sin pantalla dividido entre el factor de exposición con
pantalla para obtener efectos equivalentes), se denomina intensificación, o factor de intensificación.
El factor de intensificación depende de los tipos de pantalla y de película que se empleen, así como
de factores de exposición como el kilovoltaje y el tipo de examen.

Algunas de las ventajas que ofrece esta reducción de la exposición son las siguientes:
1. Tiempos de exposición más cortos, con lo cual disminuye la borrosidad de la imagen debido al
movimiento del paciente.
2. Dosis de radiación más reducida, tanto para los pacientes como para el personal que la aplica.
3. Mayor duración útil del tubo de rayos X.
4. Mayor flexibilidad en la elección del kilovoltaje, lo cual permite ajustar el contraste del sujeto.
5. Menor tamaño del foco, con lo que se reduce al mínimo la borrosidad geométrica y se posibilitan
las amplificaciones directas por rayos X.
Sin pantallas intensificadoras, la radiografía médica, tal como la conocemos, sería imposible

Estructura de la pantalla..La pantalla consta de una capa de minúsculos cristales de luminòforo aglu-
tinados mediante un agente adhesivo adecuado; esta capa se extiende finamente sobre una base de
plástico, papel o cartón. Se aplica una capa protectora sobre las caras externas, tanto de la capa de
luminòforo como de la base, con lo cual se las resguarda contra las raspaduras, la humedad y las
manchas, además de facilitar su limpieza.

La mayoría de las pantallas que se adquieren comercialmente tienen capas de luminòforo cuyo
espesor es de entre 70 y 250 micras (una micra equivale a una millonésima de metro). Las
dimensiones de los cristales luminòforo varían entre 3 y 15 micras, y el espesor de las capas
protectoras varía entre 8 y 20 micras
Factores que afectan la emisión de la pantalla
1. Absorción de rayos X:
a. tipo de luminòforo;
b. cantidad de luminòforo (espesor);
c. calidad del haz de rayos X;
d. combinación simple o doble.
2. Dimensiones de las partículas de luminòforo.
3. Capas absorbentes o reflectantes de luz.
4. Pigmentos o colorantes absorbentes de luz en la capa de luminòforo.
5. Rendimiento luminoso de la pantalla.
6. Temperatura.

Tipo de luminòforo. La densidad del luminòforo es importante para determinar el grosor de la


pantalla según una cantidad dada de luminòforo. A mayor energía de rayos X absorbida o
depositada en la pantalla, mayor intensidad de la luz emitida.
Espesor del luminòforo. el aumento de la borrosidad de la imagen, que está asociado al aumento del
espesor.
Calidad del haz de rayos X. depende de la estructura atómica y de la densidad de los elementos
químicos que componen el luminòforo

Combinación simple o doble. una a cada lado de una película con doble capa de emulsión. Esta
combinación doble de pantallas y película constituye la modalidad más común en la radiografía
médica, la pantalla anterior es algo más delgada que la posterior. (la más cercana al tubo de rayos
X) absorbe 20% de la radiación incidente, la pantalla posterior absorberá sólo un 16% (20% del
80% restante).

Dimensiones de las partículas luminòforo. el incremento en el tamaño de los cristales de


luminòforo tiende a aumentar la intensidad de la luz emitida por la pantalla.

Capas absorbentes o reflectantes. Si la capa situada entre el luminòforo y la base contiene un


material absorbente de luz, la luz que le llega se perderá sin contribuir a la exposición. Dicha capa
subyacente no sólo afecta la intensidad de la emisión de luz, sino también la borrosidad de la
imagen producida por la pantalla. Algunas pantallas emplean una base reflectante o absorbente, en
vez de una capa adicional.
Pigmentos o colorantes absorbentes en la capa de luminóforo. En algunas pantallas se
incorpora un pigmento o colorante absorbente de luz al adhesivo de la capa de
luminóforo. Esto se hace para reducir la diseminación lateral de la luz de la pantalla, con
lo cual disminuye la borrosidad de la imagen.

Rendimiento de conversión de la pantalla. La relación que existe entre la luz emitida por la
pantalla y la energía de los rayos X que en ella se absorbe. La eficacia con que la energía de rayos X
se convierte en luz varía de un luminòforo a otro.
Temperatura. La diferencia de temperatura ambiente en la mayoría de los centros
radiológicos es demasiado pequeña para afectar notablemente la emisión de la pantalla,
pero mencionaremos que la emisión de la pantalla aumenta en la medida en que
disminuye su temperatura

Clases de pantallas
Es decir, un material rápido (de gran sensibilidad a la luz) requiere una exposición corta.
Un material lento (de reducida sensibilidad a la luz) requiere una exposición larga
Por conveniencia, las pantallas se suelen dividir en tres clases según su rapidez: lentas,
también llamadas de detalle o de alto poder de resolución; medias, denominadas también
universales, de rapidez media, convencionales, y rápidas, o de alta sensibilidad.

Difusión de la luz
-El incremento del espesor de la capa de luminòforo aumenta la rapidez de la pantalla y la
diseminación de la luz -El empleo de una capa subyacente o de una base reflectantes, aumenta la
rapidez de la pantalla y la diseminación de la luz
-La adición de un pigmento absorbente de luz en el adhesivo del luminòforo disminuye la rapidez de
la pantalla y la diseminación de la luz.
-La disminución del tamaño de las partículas de luminòforo disminuye la rapidez de la pantalla y la
diseminación de la luz

Cuidado de la pantalla
Es importante inspeccionar y limpiar regularmente las pantallas. Cualquier suciedad o material
extraño puede entorpecer el diagnóstico, produciendo una sombra que hace confusa la imagen, o
deteriorando el contacto, que debe ser estrecho, entre la pantalla y la película, con lo cual la imagen
se hace borrosa. El polvillo u otro material extraño pueden raspar o dañar las pantallas, que
requerirían un remplazo antes de tiempo

Chasis
La combinación pantalla-película que se utiliza para registrar la imagen radiográfica debe colocarse
en un dispositivo a prueba de luz, para protegerla durante el transporte desde y hacia el lugar donde
se hará la exposición. Este dispositivo puede ser un cargador utilizable a la luz del día o un
cambiador de película automático. Pero a menudo se emplean dispositivos que contienen dos
pantallas, entre las cuales se inserta y se extrae manualmente una película para cada exposición;
éstos suelen denominarse chasis.

Contacto entre la película y la pantalla


La mayoría de los chasis son recipientes de plástico o de metal que constan de dos hojas sujetas por
bisagras. un problema muy frecuente en este tipo de chasis es precisamente el contacto deficiente,
debido a la formación de bolsas de aire cuando se cierra el recipiente; estas bolsas de aire pueden
producirse por las irregularidades tanto de las pantallas como del chasis, sean inherentes o causadas
por el uso y el deterioro

Tipos de película
Películas para pantalla. Todas las películas fotográficas presentan cierto grado de sensibilidad, tanto
a la luz como a los rayos X. Por esta razón, la película para rayos X puede registrar tanto la imagen
aérea (registro directo) como la imagen fluorescente producida por las pantallas intensificadoras.

Algunas películas están expresamente hechas para utilizarse con ese tipo de pantallas. Dependiendo
del tipo de pantalla al que se destinan, estas películas son sensi bles sobre todo a las luces azul y
ultravioleta, o también a la luz verde; presentan más absorción a la luz que a los rayos X.

Cuando una película de este tipo se expone a radiación directa (sin pantallas), se requiere una
exposición 50 a 100 veces mayor que la utilizada para la misma película con pantallas
intensificadoras.

En radiografía médica, prácticamente todas las exposiciones se hacen con pantallas, debido a las
ventajas que esto reporta: menor exposición del paciente a las radiaciones y menor tiempo de
exposición; esto último reduce la borrosidad producida por movimientos involuntarios.

Película para exposición directa. En ciertos tipos de examen, tales como los estudios de
extremidades, en los que existe poco riesgo para el paciente en cuanto a la radiación que recibe, y
en los cuales se desea obtener una imagen nítida, se emplean películas para exposición directa.

La mayoría de las películas para exposición directa deben procesarse manualmente, ya que su
grosor no las hace aptas para un proceso automático. Algunas tienden a ser menos sensibles a la luz
que las películas para pantalla.

Por ser sensibles tanto a la luz como a los rayos X, las películas y papeles para fotografía y
radiografía
deben protegerse de la radiación dispersa, que podría velarlos durante su manejo y
almacenamiento.

La película radiográfica
Una de las características que se requieren de una pantalla intensificadora es que no presente
luminiscencia residual. Esto significa que la imagen fluorescente debe tener poca duración. Debido a
ello, para obtener una imagen durable que permita un estudio tan prolongado como sea necesario,
se transfiere la imagen producida por la pantalla a otro tipo de receptor: la película radiográfica.
La radiografía, que es el registro definitivo y durable de la imagen de rayos X, se hace sobre una
película especial y mediante un proceso fotográfico. La radiografía comprende todos los elementos
de la fotografía: la energía radiante, el sujeto, la película fotosensible y el proceso químico que hace
visible y permanente la imagen latente.

Composición de la película radiográfica


Las películas radiográficas consisten en una base flexible cubierta con una capa, muy delgada, que
adhiere la emulsión a la base. La emulsión (gelatina que contiene un compuesto de plata) casi
siempre se extiende sobre ambas caras de la base, en capas de 5 a 10 micras de espesor. La doble
capa de emulsión reduce el tiempo de exposición que se requiere para obtener una imagen
satisfactoria y, además, reduce la exposición del paciente a la radiación.

Algunos tipos de examen (de extremidades, o la mamografía, por ejemplo) puede ser preferible
utilizar una película con una sola capa de emulsión y una sola pantalla, con lo cual se reduce la
borrosidad de la imagen.
La gelatìna. La gelatina desempeña varias funciones importantes: además de actuar como vehículo
para mantener el compuesto de plata en forma de micro-cristales de haluros de plata
uniformemente distribuidos, también proporciona a la emulsión una durabilidad adecuada antes y
después de efectuar el proceso fotográfico, pues la gelatina es relativamente estable. Permite un
proceso rápido por ser fácilmente penetrada por las soluciones.

La base. La base o soporte de la película está hecha de plástico transparente teñido de azul; este
material cumple con los requisitos de seguridad establecidos por ANSI, referentes a la baja
combustibilidad del plástico. Su espesor es de unas 180 micras y proporciona un grado adecuado de
resistencia, firmeza e igualdad de superficie, además de buena estabilidad dimensional y poca
absorción de agua; estos factores son importantes al manipular y procesar la película.

Los haluros de plata. En la mayoría de las películas radiográficas empleadas en medicina, los
microcristales tienen en promedio un diámetro de 1 micra; en cada cm 3 de emulsión existen miles
de millones de ellos. haluro de plata (compuesto de plata y bromo, cloro o yodo). Los cristales de
bromuro de plata que contienen también pequeñas cantidades de yodo, se utilizan a menudo en las
emulsiones destinadas a las películas radiográficas.

Cuando los microcristales de la emulsión sensible absorben energía de la luz o del haz de rayos X, se
efectúa un cambio físico en ellos. Este cambio (la formación de una imagen latente) no puede detec-
tarse mediante métodos físicos comunes. Sin embargo, cuando la película ya expuesta se procesa
mediante una solución especial (revelador), tiene lugar una reacción química que reduce a pequeños
gránulos de plata metálica oscura los microcristales expuestos, mientras que los cristales no
expuestos permanecen prácticamente inalterados. Esta plata suspendida en la gelatina constituye la
imagen visible de la radiografía.

La imagen latente
Tal como las conocemos, ni la fotografía ni la radiografía serían lo que son si la imagen latente no
ocasionara una amplificación.
Formación de la imagen latente.
Cuando un fotón es absorbido por un grano fotográfico, su energía desplaza un electrón del
átomo de halógeno en el cristal de haluro de plata. Este electrón “libre” queda errante en el cristal.
Tarde o temprano, el electrón cae en una “trampa”. Las trampas pueden ser imperfecciones en la
estructura del cristal, o bien alguna partícula química en el grano, que podría haber sido introducida
durante el proceso de fabricación de la emulsión. Sea como fuere, su efecto es el de retener al
electrón en un sitio, por lo menos durante algún tiempo.
Los electrones tienen carga eléctrica negativa. Por tanto, tienden a atraer los iones de plata libres
en el cristal. Los iones de plata tienen carga eléctrica positiva, y podría considerárselos como átomos
a los que les falta un electrón. Estos iones ya existen en el cristal.
Si el electrón atrae un ion, ambos se unen para formar un átomo de plata metálica en el sitio de
la trampa. Debido a su efecto en la estructura del cristal, este nuevo átomo de plata hace que la
trampa sea aún más eficaz para captar otros fotoelectrones. Estos, a su vez, atraen más iones y
forman más átomos de plata metálica. La creciente partícula de plata metálica constituye la imagen
latente. Cuando la partícula crece hasta formar un grano suficientemente grande, se convierte en un
núcleo de revelado en el cristal.

Debe señalarse que un solo átomo de plata puede de nuevo descomponerse en un electrón y un ion
de plata, a menos que se le una otro átomo de plata en un tiempo relativamente breve. No
obstante, como el número de átomos de plata aumenta en una sola trampa, la estabilidad de la
partícula de plata se incrementa. El hecho de que la estabilidad de la imagen latente dependa de su
tamaño, contribuye a explicar las fallas de la ley de reciprocidad.
Revelado del cristal de haluro de plata.
Comienza en el núcleo de revelado y, mediante la acción catalizadora de la plata, se extiende hasta
que todo el grano se transforma en una masa irregular de plata negra.

Los núcleos de revelado permiten que el agente revelador convierta todos los cristales de haluros de
plata en plata metálica. El efecto final del revelador es ampliar hasta mil millones de veces el efecto
de la luz que incide en la película.

En un revelado normal, la imagen resulta sólo de los granos que han absorbido suficientes fotones
para constituir núcleos de revelado.

Los granos de plata revelada son demasiado pequeños para poderlos observar en condiciones nor -
males. Sólo se puede observar una distribución irregular de la densidad, o un dibujo de aspecto
ligeramente granular, que resulta de la distribución al azar de los granos revelados. La distribución
de la densidad es la granulosidad, bien conocida en fotografía.

Tal como podría esperarse, cuanto más grande sea el cristal de haluro de plata, tanta más luz
interceptará. La posibilidad de aumentar la capacidad para captar la luz es precisamente lo que
permite la existencia de películas rápidas. Cuando se revelan, los cristales de haluros de plata más
grandes forman granos de plata también mayores, que absorben más luz. Así, se necesitan menos
granos para producir una densidad dada, y la distribución espacial de estos granos aparece menos
uniforme, más granulosa.

Hemos tratado acerca de la estructura de las pantallas intensificadoras fluorescentes, acerca de la


película radiográfica, así como de la forma en que la imagen de la pantalla se transfiere a una
película para formar primero una imagen latente y después una imagen visible de plata.

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