““AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO””

PROGRAMA DE DERECHO

FORO CALIFICADO 2017-II

TEMA : CODIGO PROCESAL CIVIL

CURSO : PRACTICA PROCESAL CIVIL

CICLO : 9no.

AULA : 320

Lima, 27 de Noviembre 2017

 UNIVERSIDAD PERUANA DE LAS AMÉRICAS
Programa de Derecho dirigido a Oficiales Policías

PRÁCTICA PROCESAL CIVIL

FORO CALIFICADO 2017-II

1.- ¿Considera Usted, que a veintitrés años de haberse promulgado el
Código Procesal Civil, ha mejorado la impartición de justicia en el Perú y
se ha acelerado el trámite, permitiendo una solución de los conflictos de
intereses en un plazo razonable?

Conforme a los estudios realizados y versiones de los entendidos, existe un

evidente consenso en el sentido que el Código Procesal Civil no ha sido
efectivo en estos 23 años de haberse promulgado y puesto en aplicación, tal es
así que en una entrevista al candidato a la Presidencia de la Corte de Lima, Dr.
Rolando Martel Chang, preciso que “El Código Procesal Civil está en pleno
proceso de mejora. Y es que para mediados de junio de 2017, el
Ministerio de Justicia espera recibir un proyecto de reforma integral que
se encuentra actualmente en elaboración por parte de un grupo de
abogados y jueces procesalistas. Y que el reto resulta necesario, pues el
Código Procesal Civil vigente no ha cumplido en toda su dimensión con
la celeridad de la justicia en el país.”

Entre las deficiencias que presenta el Código Procesal Civil actual, están las
siguientes situaciones:

 En 1994, cuando se puso en vigencia el CPC, ya se había dispuesto la

oralidad como salida ante los problemas de dilación, pero no se dotó a los
despachos del soporte tecnológico ni material respectivo.

 Se ha notado una gran falta de efectividad del Código en determinados

aspectos. Nos podemos detener en observar los procesos de ejecución o
los de desalojo y notar sus fallas, la causante de que los procesos no
marchen como deberían.

 a la fecha no ha mejorado la impartición de justicia en el Perú, como tal se

esperaba alcanzar, siendo hoy en día una necesidad que la actividad
procesal llevada resuelvan los procesos en un plazo razonable; lo que de
alcanzarse constituiría un paso importante para recobrar la confianza en
nuestra Administración de Justicia en el Perú, no permitiendo de esta
manera la solución de los conflictos de intereses en un plazo razonable.

 En el problema de celeridad de los procesos y la pronta tutela de los

derechos ha sido una constante doctrinaria que a la fecha no se ha podido
resolver, teniendo en cuenta que “justicia que no es rápida, no es
justicia”, perdiendo de esta manera la confianza de los ciudadanos y a la
 seguridad jurídica de nuestro país, al aumentarse la incertidumbre sobre el
resultado de la actividad cognitiva del juez, expectativa que queda relegada
en el tiempo y cuya solución resulta menos oportuna, cuanto más demora
exista en su resolución.

 Podemos señalar que, a la luz de la tendencias actuales respecto del

eficientismo procesal, es preciso señalar que en nuestro país, a pesar de
los veintitrés años de vigencia del Código Procesal Civil, el cual se supone
que estableció plazos más reducidos para la resolución de los procesos, a
comparación de los procesos latos y sumamente procedimentista del
Código derogado de 1913, aún faltan hacer ajustes para lograr una reforma
integral en el proceso mismo, que evidentemente no puede ser llevada a
cabo si no existe la voluntad política de los propios operadores
jurisdiccionales y de los usuarios del servicio judicial.

2.- ¿Qué causa considera Usted que impide la celeridad en los procesos
judiciales de toda naturaleza?

 Los jueces en el desarrollo de su trabajo identifican situaciones

problemáticas en la aplicación de la Ley y también advierten aspectos no
regulados. Precisamente, los jueces de la especialidad comercial han
elaborado un documento de trabajo que contiene varios cambios y mejoras
en el CPC en cuanto al proceso único de ejecución y a la ejecución forzada.

 El CPC necesita también un conjunto de condiciones para que se aplique

correctamente: suficientes órganos jurisdiccionales, suficiente presupuesto,
jueces mejor entrenados, locales adecuados y debidamente equipados, etc

 Se debe implementar una mejora del desarrollo de los procesos de desalojo

por vencimiento de plazo del contrato o falta de pago de la renta. Como se
conoce, hasta hoy no existe una solución rápida para este tipo de procesos,
a pesar de los cambios y de las nuevas reglas en esta materia.

 Se sugiere cambiar la estructura del proceso de desalojo para que este tipo
de casos se resuelvan de manera rápida. Esto se podría conseguir con un
proceso monitoreo documental donde la petición debidamente sustentada y
verificada por el juez dé lugar a una respuesta célere.

 Uso de la tecnología en la gestión de los procesos judiciales y en la

administración de la Corte. Usando la tecnología logramos transparencia,
rapidez y eliminamos espacios de corrupción. Al respecto, existe como
ejemplos de esta idea el embargo electrónico en forma retención en cuenta
bancaria, que se aplica desde marzo de 2016, y el remate virtual que se
iniciará el 08 de noviembre de 2016. Estas dos herramientas funcionan en
la especialidad comercial, y la idea es replicarlas en toda la Corte.

 La idea es seguir desmaterializando los actos procesales para conseguir el

expediente virtual, con lo cual lo usuarios dejarán de ir a los locales
 judiciales a presentar documentos. Hacia allá vamos, y esto sintoniza con
políticas estatales e institucionales.

 Implementación de un plan de acciones para luchar contra la corrupción,

mejorar la organización y funcionamiento de las dependencias
administrativas de la Corte y de los órganos jurisdiccionales.

 Capacitación de jueces y trabajadores, seguir buscando mejoría en los

derechos laborales, previsionales y de salud de todos ellos, y por supuesto
para solucionar dificultades en las áreas críticas jurisdiccionales. Por
ejemplo, en materia previsional o constitucional o en los despachos donde
se aplica la Nueva Ley Procesal de Trabajo, etc.

 La implementación de nuevos proyectos exige mayor presupuesto que el

asignado actualmente. Si bien los recursos son escasos y limitados,
creemos que la gestión debe apuntar al uso eficiente de ellos, y por
supuesto hacer los esfuerzos y gestiones necesarias ante las instancias
respectivas para que se mejoren los recursos de la Corte de Lima, que es la
más grande e importante del país.

 En nuestro sistema judicial no existe la predictibilidad de las resoluciones

judiciales lo que conlleva a que ante la existencia de diferentes decisiones
frente a una misma situación jurídica se evite el cumplimiento de la
sentencia.

 Un proceso de reforma no se puede llevar a cabo con tan solo un cambio de

normas adjetivas, sino también con la progresiva incorporación de
instituciones procesales que adoptadas a la realidad nacional pueden
favorecer la pronta solución de los conflictos judiciales. Las experiencias
observadas en otros países dan cuenta que han existido modelos más
eficaces que el que tenemos en la actualidad, ya que sí ha habido una
verdadera preocupación por parte de la sociedad por superar esas taras.

 El derecho a un debido proceso sin dilaciones injustificadas implica un

equilibrio razonable entre el principio de celeridad y el derecho de
defensa. La ley debe buscar entonces armonizar el principio de celeridad,
que tiende a que el proceso se adelante en el menor lapso posible, y el
derecho de defensa que, implica que la ley debe prever un tiempo mínimo
para que el imputado pueda comparecer al juicio y pueda preparar
adecuadamente su defensa.

 El principio de celeridad procesal debe tener un claro correlato en la

solución de los conflictos a cargo del Poder Judicial, de lo contrario la tutela
jurisdiccional efectiva no encontrará una verdadera concreción en la
práctica judicial, dado que en la medida que el órgano jurisdiccional no
cuente con los elementos indispensables para administrar justicia en forma
oportuna y no logre que la resolución judicial se cumpla, el reconocimiento
de derechos establecidos en ella será vano, convirtiéndose en una mera
declaración de intenciones, con grave lesión a la seguridad jurídica.