PROGRAMA DE EXAMEN LITERATURA- 6 AÑO

UNIDAD I: Historia y literatura: El Romanticismo, Esteban Echeverría “El

Matadero”. Civilización y Barbarie: Domingo Faustino Sarmiento “El Facundo”.
El texto Expositivo

Historia y Literatura: La figura de Rosas. Una literatura que comienza: Unitarios y

Federales.
El Romanticismo: características.
Esteban Echeverría. Vida y obra. El Matadero. Relato costumbrista. Análisis.
Intertexto: Historieta de Enrique Brecia.

La Argentina del SXIX. Un proyecto de nación.

La Argentina de Sarmiento: diagnóstico y tratamiento “Facundo o Civilización y
Barbarie”. Estructura, análisis de capítulos seleccionados. Domingo Faustino Sarmiento.
Vida y Obra.
Intertexto: “El General Quiroga va en coche a la muerte”. Jorge Luis Borges.

El texto Expositivo. Características, recursos, estructura.

UNIDAD II: Literatura Gauchesca: José Hernández “El Martín Fierro”.

El Realismo. Florencio Sánchez “Mi hijo el dotor”. El teatro y selección de cuentos.
El texto argumentativo.

Literatura gauchesca: panorama histórico – literario.

José Hernández, vida y obra.
“Martín Fierro”. El gaucho entre el protagonismo y la marginación. Estructura. Análisis
de cantos.
Intertexto: Biografía de Tadeo Isidoro Cruz y El fin de Jorge Luis Borges.

Florencio Sánchez. Vida y obra. El teatro, obra “Mi hijo el dotor”. Lectura y análisis.
Cuentos, selección.
El texto argumentativo, características. Estrategias.

UNIDAD III. Florida y Boedo. Roberto Arlt: relatos costumbristas. Jorge Luis
Borges y Julio Cortázar: el cuento. Literatura regional.

Florida y Boedo.

Roberto Arlt, relatos costumbristas “Agua fuerte porteñas”. Selección y análisis.

Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. Vida y obra. Selección de cuentos. Lectura y
análisis-

Literatura regional. Leónidas Escudero: poesía sanjuanina.

El texto instrumental: El curriculum Vitae, estructura. Tipos. La carta de presentación.

 UNA LITERATURA QUE COMIENZA

El siglo XIX estuvo atravesado por la permanente puja entre Buenos

Aires y el resto de las provincias. La posesión del puerto y de los
recursos concentrados en la aduana de Buenos Aires, formó parte del
escenario en el que se enfrentaban dos modelos de país,
representados por los federales y unitarios.

En este contexto, se destacó la figura toda poderosa de Juan Manuel

de Rosas, el líder de los federales, quien gobernó Buenos Aires entre
1829 y 1832. Y entre 1835 y 1852.

A lo largo de este periodo, un grupo de jóvenes intelectuales, muchos

de los cuales estaban exiliados, se propuso pensar un proyecto
político-cultural que definiera la nación. La generación del 37 fu
heredera del Romanticismo Francés y estuvo próxima al liberalismo
político, postura a partir de la cual confrontó con Rosas. Tuvo como
uno de sus máximos exponentes a Esteban Echeverría, autor del
Matadero, un cuento que inaugura la narrativa realista nacional. Este
texto propone una lectura sobre la violencia imperante en la sociedad
del momento y realiza un trabajo sobre la lengua de las clases
populares, lo que lo convierte en un documento ineludible de su
tiempo, que refleja la dicotomía civilización-barbarie que persistirá en
nuestra literatura y en la vida política durante muchas décadas.

El Matadero es considerado el primer cuento argentino, representa la

ideología de una generación y de un sector de la política nacional.

La Argentina del siglo XIX: Un proyecto de Nación

En febrero de 1826 el Congreso sancionó la Ley de Presidencia, que

estableció el poder ejecutivo Nacional, y Rivadavia fue elegido
presidente. Ese mismo año se promulgó una constitución nacional con
un marcado tinte unitario, que fue rechazada por gran parte de las
provincias.

En este período se vivía en este país una situación crítica debido a la

imposibilidad de lograr la organización nacional y por problemas
económicos y de política exterior ( la guerra con Brasil por la Banda
Oriental) .Esto provocó la renuncia de Rivadavia y el gobernador de
buenos Aires , el federal Manuel Dorrego, quedó a cargo de las
relaciones exteriores. Cuando Dorrego logró la paz con Brasil, se
produjo un levantamiento unitario liderado por Juan Lavalle, en el que
asesinaron al gobernador de Buenos Aires.
En este contexto creció la figura de Juan Manuel de Rosas
(1793-1877), estanciero bonaerense, fue nombrado gobernador
de Buenos Aires en 1829. De esta manera en Buenos Aires gobernaba
un poderoso caudillo federal que tenía el apoyo del campo; mientras
que en el interior, la Liga Unitaria dominaba las provincias de
Córdoba, Salta, Tucumán, Catamarca, Mendoza, San Juan, San Luis, y
Santiago del Estero .Esta liga se proponía a disputar a Buenos Aires la
conducción del proceso de Organización Nacional.

La formación de la confederación

En 1831, Buenos Aires y las provincias del litoral firmaron el Pacto

Federal, cuyo primer objetivo fue constituir una alianza ofensiva
contra la Liga Unitaria. Se proponía organizar el país bajo un sistema
federal.

La firma de este tratado puso en evidencia que dos proyectos de

Nación se disputaban la primacía en la Argentina. Finalmente, la liga
Unitaria fue derrotada y las provincias que la integraban se unieron al
pacto Federal formando una Confederación que fue la base de la
organización nacional.

El gobierno de Rosa

Si bien Rosas era gobernador de Buenos Aires, reunía las atribuciones

de un presidente y su mandato tenía alcance nacional. En
consecuencia, aunque se consideraba que el país era una
confederación, la organización del poder era centralista. Entre las
facultades de Rosas estaba el manejo de las relaciones exteriores, el
establecimiento del vínculo entre el estado y la iglesia y la
administración de la economía nacional a partir de la aduana de
Buenos Aires.

Su gobierno se caracterizó por su carácter conservador, en 1835

Rosas determinó que la educación debía ser religiosa y la enseñanza
del secundario estaba a cargo de los colegios religiosos y particulares
.Otra característica fue la intolerancia a la oposición , lo que obligó a
muchos de sus enemigos a exiliarse .

Durante su segundo gobierno (1835-1852) Rosas logró la unificación

nacional pero el abuso de poder generó varias insurrecciones, la
última de ellas encabezada por Justo José de Urquiza, el gobernador
de Entre Ríos, terminó con el gobierno de Rosas al derrotarlo en la
Batalla de Caseros (1852)