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Juhani Pallasmaa (Hameenlinna, 1936) es arqu itecto


y trabaja en Helsinki. Fue profesor de arquitectura en
la Un iversidad de Tecnología de Helsinki, director del
Museo de Arquitectura de Finlandia y profesor invitado
en diversas escu elas de arquitectura de todo el mundo.
Autor de nu merosos artículos sobre filosofía , psicología
y teoría de la arquitectura y del arte, su libro Los ojos IDENTIDAD, INTIMIDAD
de lo piel (2006) se ha convertido en un clásico de la V DOMICILIO
teoría de la arquitectura y es de lectura obligatoria en
NOTAS SOBRE LA FENOMENOLOGÍA
diferentes escuelas de arquitectura de todo el mundo.
DEL HOGAR
Pallasmaa es también autor de Lo mano que piensa
1994
(20 12), Lo imagen corpórea (20 14) y Esencias (2018),
todos ellos publicados por la Editori al Gustavo Gili.

..._
El hamo faber y el vacío existencial
La id entid ad era el tema rec urrente en la obra lite -
raria del escr itor sui zo Ma x Fr isc h, quien , no por ca -
sua lid ad, tenía formación de a rqui tecto . En s u novela
1
Hamo faber, Fri sc h retrata a un expe rto d e la Unesco ,
un ingeni ero - símbo lo del hombre m od erno - , que
viaja co nsta ntem en t e por todo el mund o e n sus mi -
siones. El ingeni ero es un hombre ce rebral y realista
cuya vida parece estar bajo un co ntrol ra c ional per-
fecto. Sin embargo, a m edida qu e avanza e l libro, el in -
geniero va perdiendo el contacto co n s u pu e blo y con
su hogar y, finalmente, co n su propia identid ad. Acaba
enamorándose de su propia hija -a la qu e no reco -
noce - , una trágica consecuencia d e la pérd id a de su
hogar y sus raíces . Su amor indecen t e le lleva al in ces -
to y la historia termina violentamente con la mu erte
de la hija .
El gran error del horno faber re s ide en su convenci -
rriiento de que el hombre puede exi stir s in un d omicilio
fiJo, que la tecnología es capaz de tran sforma r el mun -
do d~ modo que ya no sea necesa rio experim entarlo a
traves de las emociones.
Muchos de nosotros sufrimos la alienac ión del h amo
fober en el mundo consumista actual. En nuestra cul -

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ancia hemos llegado a convertirnos
. en.- mas public ac iones un entretenimiento sen timental y
tura de la a bun d desarraigo tiene su ori kitsch .
. hogar Este nuev O l
personas si n . . .d d de unir el yo con e mun -
gen en nuestr_ a incapac1 s:r sinónimo de exclusión, de Nuestro concepto de arquitectura se basa en la idea
do. El desarraigo pasa a esente de indicativo. Los de objeto arquitectónico perfectamen te articulado,
d n perpetuo pr . un artefacto artístico desprovisto de vida . El famoso
soledad Y e u rd de Chardin se centran en un erng-
escritos de Te1lha " "desde el cual el mundo puede caso judicial que enfrentó a Mie s van der Rohe con
mático "punto Omega · t do" 2 La analogía su clienta, la doctora Edith Farnsworth , a propósito
rse correctamente como un o ."
observa de la casa Farnsworth, es un buen ejemplo de la con-
más cercana en e l mu ndo terrenal de es punto Orne -
tradicción que existe entre la arquitectura y el h ogar.
ga" es, sin duda , el hogar.
Por lo que sabemos, Mies había proyectado una de
El arquitecto y el concepto de hogar .. . las casas más importantes y más atractivas estéti-
A los arqu1·t ec tos nos concierne proyectar ed1f1c1os
. camente del siglo xx, pero su clienta no la encontró
ifestación filosófica del espacio, satisfactoria como hogar y le llevó a juicio por daños
como un a man · dla
estructura y el orden, pero pa_recemos mcapaces_ e y perjuicios. El tribunal falló a favor de Mies. Sin me-
aludir a los aspectos más sutiles, emoc1o~ales e im- nospreciar la arquitectura de Mies en este caso par-
.
precisos del hogar· En las escuelas de arquitectura
- · b se ticular, lo que sí quiero señalar es el distanciamiento
nos enseña a proyectar casas, no hogares. Sin em_ ar- respecto a la vida y la intencionada reducción del
go, aquello que le importa al habit~nte es la capacidad espe_ctro vital que despliega esta obra maestra de la
que tiene la vivienda para proporcionarle un ~om1c1l10. arquitectura. Para poner un ejemplo más reciente
La vivienda tiene su psique y su alma, ademas de sus una de las primeras casas de Peter Eisenman divid~
cualidades formales y cuantificables. .. . la cama conyugal en dos mitades debido a una jun -
Los títulos de los libros de arquitectura ut1l1zan inva- d1cta_d a formalmente en el suelo y coloca un pilar
riablemente la idea de "casa" -como, por poner unos C m~dio de la mesa del comedor en el piso inferior
ejemplos, La casa moderna. Casas c~lifornianas, C_as~! d uand o iomparamos los proyectos de la primera mo.
de arquitectos-, mientras que los titulas d_e los_ l1br P=~~¡'bi~ i~on dl?s de la vanguardia actual podemo¡
y las revistas que tratan de decoración de interiores y me 1atamente una pérd ·d I a
d _
hacia el habitante E l _e empat1a
de los famosos incluyen la idea de "hogar", como El ~o- visión social d l . ugar de estar motivada por la
gar de los famosos o El hogar de los artistas. Hu~ lg~ Pática de la vi~a ~~qu1tecto o por una concepción em -
decir que los arquitectos serios . cons,.d era n estas u t1 ferencial Y autista . arquitectura se ha vuelto autorre -

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. tectos han desarrollado una personali- de una _amistad Y una interacción excepcionales ent re
Muc hos arqu • ·os a
. d"da · como proyectistas y como usuan el arquitecto y su cliente. Este hogar es una "op
dad esc1n 1. , mos diferentes escalas d e va l ores al " 3 ,
0 more , como confeso el propio Aalto Por e
uscon
menudo ap l ica . . _
estro papel de arquitectos aspiramos b · sa razon
entorno. En nu . l esa o ra_ maestra es expresión de una vi sión utópic~
a entornos meticulosamen~e articulados y tempor_a - comp~rt1da de un mundo mejor Y más human o La vi-
mente unidimensionales, mientras que como usuarios lla Ma1rea es a un tiempo arcaica Y moderna , ;ústica
referimos entornos más sedimentados y ambiguos, y Y elegante, regional Y universal Prolíf·1co en . .
~stéticamente menos coherentes. El usuario instintivo · l h · su 1mag1 -
nar10, e , og_ a r ~roporciona un terreno amplio par l
se abre camino entre los valores del papel del profe- apego ps1qu1co individual. ªe
sional. En s_u libro La poética del espacio ,4 Gastan Bachel
reflexiona sobre la esencia de la "casa , . ,, l ard
Arquitectura versus hogar
¿Puede un hogar ser una expresi_ón arquitectónica? Qui-
d - on1nca a cas
e ensuenos de la mente. No acaba de d ·d - ' ª
el número de plantas (tres o cuatro) de :sea, ciarse sobre
zás la idea de hogar no sea en absoluto una noción pro- tal arquetí · - sa men-
pia de la arquitectura, sino de la sociología, la psicología , pica, pero s1 cree imprescindible qu t
un desvan y un sótano. El desv' . e enga
y el psicoanálisis. El hogar es una vivienda individuali- para almacenar los recu d an es el lugar simbólico
zada, y el significado de esa sutil personalización pare- que los desagradables s er o~ agradables , mientras
ce hallarse fuera de nuestro concepto de arquitectura. tipos de recuerdo son nee guar_ an en el sótano ; ambos
La casa es el contenedor, la cáscara, de un hogar. Es el tar mental. cesarios para nuestro bienes -
usuario quien alberga la sustancia del hogar, por decirlo _L~s características de l , .
de algún modo, dentro del marco de la vivienda. El ho- d1c1onadas culturalment a casa on_1rica están con-
gar es una expresión de la personalidad del habitante parece reflejar una e, pero la imagen también
y de sus patrones de vida únicos. En consecuencia, la mente humana La se consta~~es universales de la
esencia del hogar es más cercana a la vida misma que do en el cine, y. quizá~s:l ~~1r1ca ap~rece a menu-
al artefacto de la casa. la mansión neogótica d Jemplo mas famoso sea
En esta época de excesiva especialización y frag- (1960), la película de Al: ~orr:r,an Bates en Psicosis
mentación, la fusión total de la dimensión arquitectó- la arquitectura mod re H1tchcock. Sin embargo
m . erna ha p ,
nica de la casa y de la dimensión privada y personal . en~e evitar o elimin . rocurado encarnizada-
de la vida solo se ha producido en casos especiales. s1gu1ente, nuestro arr ar esa imagen onírica . Por con-
Por ejemplo, la villa Mairea de Alvar Aalto es producto ve acompañado inev~~~te rechazo de la historia se
emente por el rechazo de

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- - - vin culada a esas im áge nes pri - del comportamiento biológi co y d e la s reacc ion es y los
la memori a ps 1qu1 ca l nu evo , lo no tradicional
mordi ales. La obses 1d6n Pl or~agen de la casa onírica valores condicionados por la c ultura .
- -d to ha bam o a i - -
Y lo in e i l s Constru imos vivi end as que qu1za
de nu estras a ma . parte de nuestras necesidades La poética del hogar: refugio y terror
tsfagan la mayor . .
s_ ~a d~scripción del hogar parece pertenecer m ás a lo s
f1as1
_cas.
1 pero qu e n0 pueden albergar
. . nuestra d1dent1 -
dad . Nos hemos co nvertido en v1a1eros en p~ s e un a amb1tos d~ la poesía , la ficción, e l cine y la pintura que
de la arquitectura.
utop -1a 1·nalca nzable , co nd enados al desarraigo meta-
fís ico. "~~s p~et~s y los pintores son fenomenológos na -
tos, senalo el fenomenólogo Jan Hendrik va d
Be E · · -- n en
La esencia del hogar ~g. n m1 opin1on, también lo son los noveli stas los
El hogar no es un simple objeto o un edificio, sino un fotogr~fos y los directores de c ine. Por esa razó~, l a
est ado difuso y complejo que integra recuerdos e im á- esencia del hogar su función como e . -
genes, deseos y miedos , pasado y presente . El hogar d l · ' s p eJo Y sosten
e a psique del habitante a menudo se ve
es t ambi én un escenario de rituales , de ritmos per- t d d f - ' represe n -
ª a e orma ~as reveladora en esas formas d e art
sonales y de rutinas del día a día. El hogar no puede ~te:~- la propia arquitectura. El cineasta holand é:
producirse de una sola vez. Tiene una dimensión tem - d~~a: rlJman es el autor de esta observación provoca-
poral y una continuidad, y es un producto gradual de la
adaptación al mundo de la familia y del individuo.
Por tanto, el hogar no puede convertirse en un pro- ¿Por qué la arquitectura l .
ducto comercializable. Los actuales anuncios de ferencia del cine Y l . Y os arquitectos, a di-
tiendas de muebles que ofrecen la posibilidad de "re- poco interés en la os ~1neastas , muestran tan
decorar tu hogar de un plumazo" son absurdos; equi- proyecto? ¿Por quégen e durante el proceso de
valdría a que un psicólogo anunciara que iba a renovar tantes de la vida e son tan teorético s, tan dis-
n general?6
de una sola vez todos los contenidos de la cabeza de
Al artista que trab .
un paciente. Una reflexión sobre la esencia de la vi- re ªJª en esos t .
vienda nos aleja de las propiedades físicas del hogar . sa_n los principios ni . o r?s medios no le inte-
d1sc1plina arquitecto' . las intenciones formales de l
para introducirnos en el territorio psíquico de lamen- rectam n1ca Y por t t a
te. Nos enfrenta a cuestiones de identidad y memoria, la casa :~:l~ significado ~enta~~i·l:e _ ª P'.oxima di-
de lo consciente y lo inconsciente, a los remanentes con el espac · algar. Así, las obras artíst_s imagenes de
io, a luz, los edif . ~casque tratan
icios Y la v1viend
a PUeden

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. ciones valiosas a los arquitectos so -
proporc1ona; ~=~ncia de la arquitectura. . pectivo y fenomenológico de las imágenes, emociones,
bre la propi .b.ó con perspicacia acerca de experienci_as y memorias vinculadas al hogar parece
Jean - Paul Sartre esc ri 1 . t d
. . d d l casa imaginada y represen a a una aproximación fructífera en el análisis de este con-
la autent1c1da e a cepto.
por el artista :

[El pintor] hace [casas], esto es, crea _una casa El hogar de la memoria
imaginaria, y no un símbolo, sobre el lienzo.Y la La palabra 'hogar' nos traslada inmediatamente a
casa que aparece de este modo preserva toda t?do el calor, la protección y el amor de nuest . f
la ambigüedad de las casas reales .7 c1 · - ra in an-
a, Y q_u1zas nue~tras c~sas de la edad adulta sol
sea~- busquedas inconscientes del h . 0
Además de ser un símbolo de protección y orden, el la n1nez. Sin embargo la m . ogar perdido de
hogar también puede convertirse en la materializa- despierta todos los m'iedos e~~:1a del h<?gar también
ción de la desgracia humana: soledad, rechazo, ex- mos haber experimentado ey l . afngu_st1as que pudi-
plotación y violencia. En el capítulo inicial de Crimen "U
na casa constituye un cu
n a in anc1a
. _·
y castigo de Fiódor Dostoievski, el protagonista, Ras- a la humanidad pruebas . er~o de imagenes que da
kólnikov, visita la casa de una vieja usurera, su futura asevera Bachelard . e ilu_s 1ones de estabilidad" ª
víctima. Dostoievski ofrece una descripción lacónica, , quien sost1en . " L ,
trumento para afrontar el e. a casa es un ins -
pero cautivadora, de la casa que será finalmente el es- habla del hogar, de una cas co~~os".9 Aqu í Bachelard
cenario de un asesinato brutal. El hogar pasa de ser un con _ l a esencia de la vida a v1v1da, de una casa llena
símbolo de seguridad a ser una imagen de amenaza'y lección Personal La
d Y una concreción d l . . - casa es una co-
violencia. Los interiores domésticos de los cuadros de e Protección e intimidad e as imagenes Personales
Balthus (el conde Balthasar Ktossowski de Rola) refle-
jan tensiones sexuales extrañas -el hogar se eroti - n~cne~~ rfncf~rdar su ~ropia ~~=n~~cfae;miten a uno reco-
cidad ,o Ch ~Yente l1 bro de 1963 C .
za-, mientras que Hitchcock carga a las casas más,
corrientes con peligros extraordinarios, como sucede identificab~~to~her Alexander y ~munidad y Privo-
en películas como La soga (1948), La ventana indiscre- didos entre seis mecanismos e er?e Chermayeff
ta (1954) o Marnie la ladrona (1964). En sus estud l~s Polaridades
10s ant de lo sp~abcl_
1ales compren-
del - . u ico y l -
El hogar es una experiencia multidimensional qu ~ espaci 0 ,, , Ed ropolog1cos del . 0 Privado .
cuesta describir con objetividad . Un estudio ,ntro 5 ~ºmPlejidades '.'V~rd T. Hall llegaba uso inconsciente
a memoria Pe s1m1lares. El hoga a mecanismos y
rsonal r es el ·
, un mediador co es~enario de
mpleJo entre la
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intimidad y la vida pública. El espacio propio expresa calentaba las extremidades co ngeladas "L l d l
la personalidad al mundo exterior, pero, no_menos im - ventana d l h · a uz e a
portante, ese espacio personal refuerza_la_ imagen que B h e ogar es una luz que espera",12 o b servab
ac elard. Un hogar auténtico tiene alma un alm a
el habitante ti ene de sí mismo y materializa su orden espera a su habitante. · a que
del mundo. No puedo recordar la formad l .
la casa de mi abuelo pero tod e _a pu erta principal de
La imagen del hogar ños el calor y el olor del a ·1r av1a s iento en mi s s ue -
Antes de empezar la enseñanza secundaria, mi familia . e que me daba l
abrirla. El cuerpo recuerda incl en a cara al
se mudó varias veces debido al trabajo de mi padre. En
llas sensoriales no puede uso cuando otras hue -
consecuencia, durante la infancia viví en siete casas n recuperarse
En un ensayo titulado "Th .
diferentes. Además , pasé los veranos de mi infancia y
gran parte de la 11 Guerra Mundial en la granja de mi t~até las propiedades de los e Geor:r,et~ of Feeling",13
randolas con las nocion espacios vIvIdos campa-
abuelo. Independientemente de haber vivido en ocho l as emociones. escomunesd l .
casas, solo tengo un hogar experiencial de mi infancia. que sed . e a arquitectura
· erivan de la f ·
Mi hogar experiencial parece haber viajado conmigo c10 surgen a partir de f . orma y del espa-
h b con rontac1on d'
y se transforma constantemente en nuevas formas om re y el espacio la es irectas entre el
e - , mente y la m t - .
físicas con cada traslado. El hogar estaba más en mi moc1onal arquitect'onIco . está · a ena. Un impact o
mente y en mi memoria que en un escenario físico par- no a un objeto o eleme . vinculado a una acción
ticular, o, para ser más precisos, mi mente transfor- cuencia, la fenomenal~~~ v~ual o figurativo . En conse~
maba cada uno de los numerosos escenarios en una en verbos más que en sustª te la arqu itectura se basa
se a casa an 1vos -el
imagen única de hogar. el acto d~ no_ la fachada; el acto de ent acto de acercar-
No puedo recordar ni la forma arquitectónica ni la dis~ º el acto d mirar ~or la ventana no l rar, no la puerta;
tribución exactas de ninguna de las ocho casas que he más qu e reunirse a la mesa' . a propia ventana·
mencionado, pero sí recuerdo intensamente la sensa- · e esos m · o Junto a l · ·
nes verbales ismos objetos-, toda a chimenea
ción de hogar que emanaba del sentimiento de volver a Parecen disparar s estas expresio -
l a nostat ¡ nuestras e .
casa después de esquiar en la oscuridad de una fría no- mociones.
che de invierno. Para mí, la experiencia del hogar nunca Recuerdo1aªt~el hogar
ha sido tan fuerte como al ver las ventanas iluminadas cu risteza y l .
ando nos _ e miedo al d ·
de nuestra casa en el paisaje oscuro de invierno, Y sen- ;nás _trágica :r~d;ba~os a otra ciue~:~ ªtás cada casa
tir la cálida invitación de la chimenea encendida que ya anc1a Y enfrentar miedo a Perder los~ a experiencia
me a un futuro inc· m1gos de la in -
Ierto.

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. en e incluye un ab a - El hogar y la identidad
. l hogar co nsiste s desd e l as d e
La experie_n~1ad~edimensiones m ental~ª 'a un a cultura
La interd epe nd en c ia d e id e nt idad y contexto es_ tan
nico incre 1b enacional y de pertenenc miedos inco ns-
fuerte que los p s icólogos h a bla n d e una "persona li dad
la ide~:¡'i :~ast a aquellas de des~~= ~ociólogos h ayan
s ituacional". El c once pto se b asa e n l a observación de
espec 1 No es sorprend ente que - did a del hogar es
cientes. el duelo por la per .. que el comportamiento d e un indi vi du o pa rticular va -
descubierto que rte de un fa miliar. . . ría más bajo di stintas condi c ion es que el de disti ntos
P
muy arecido al de la mue
b ndon ad a o en un bloqu e d e v1v1 en- d individuos en las mi s mas c ondi c io n es.
En una casa
l.d haya aun a extran . - a m el ancolí a que
- .pone e Los estudios psicolingüísti cos d e l p rofesor Frade
das demo
.. I o .
h llas y cicatrice . s d e las vid as intim.as. ex-
manifi estol ue·rada pu_bl.,ca . Los restos de los c1m1en Str0mnes han revelado más dim e n s ion es d e l a inte rde -
d - pendencia entre la identidad y el c ontext o. En su inves -
pu est as a a m, casa en ruinas o quem a a,
t os o la chimenea d~ u~: hierba del bosque, co nm ue- tigación del imaginario como bas e d e l as o p e r ac iones
medio enterrada en rl~ lingüísticas, Str0mnes descubre qu e in c lu so e l lengua -
melanco ,a. L a ternura de la experi encia
ven por su d no nos imaginamos la casa je condiciona nuestra concepción y u s o d e l es p acio .
resulta del· hecho e qlue
el hogar a v, ·da y la fe de sus habitantes..
En consecuencia, nuestro concepto del h ogar se fun16-
ausente '. sino ¡
t 1 0 1983) de Andréi Tarkovsk, es
( da en _e_l lenguaje; nuestro primer hogar s e h a lla en el
La pel,cula NoS a g . del agravi o del ho- dom1c1l10 de la lengua materna. El lenguaje está fuer-
un relato emotivo de_la ausenc1:~ se da desde Fiódor teme_nte vinculado con la existencia c o rpora l ; la geo -
g
ar un sentimiento t1p1co ruso q T k sk·, 14 En Nos-
, . • l '" G ' gol hasta ar ov · m~¡"ª del lengua_ Je articula nuestro s er-en-el -mundo .
Dostoievsk, y N1ko a, - . o kov alpa las llaves de lenguaJe define el · territorio
talgia, el poeta _Andre, Gor~ha n ef bolsillo del abrigo, Pensar y a hablar de "m h b. • - person
,, a l. Em p iezo a
su casa en Rusia, que gu_ ar a e l ñoran za del ho- forzado a v1v1r
. . en un espac1 a · itac1on. Es fr ustrante verse
como un reflejo inconsc,ent~ d~ ada Tarkovski pare- cero marcar como I? que uno n o PU ede recono -
ga r. De hecho, todas las pel1cu as o:icilio ausente.15 gar mínimo
. d e un n1no o de territorio
~-u Propio · • . Pe rso n al. El ho -
cen tratar sobre la nostalgia del d b a menudo o el ídolo Personal d un Prim1t1vo es l a mascota
En el Estado comunista, el hogar pasal ª campo de Y normalidad· m · hq~e a u_na sen s ación d e seguridad
de ser un refugio . a ser un l uga r de -contral ,hogar
un se con- Puede ir a nin' u~ •Ja de cinco años, p o r ejemplo no
concentración en pequeño, de ahi ~ue e •n contables Ción de hotel !nó~i~"::e son su almoh ad a. Una habita -
virtiera en un sueno - mis - t·ico, sueno que 1 ;,~~ toma Posesión de e~1~",:~ona112a inm ed iatamente
a rtistas rusos describen en sus obras . la c:'º colocando ropa, libros marcar sut ilmente el te-
ma. El arquitecto estad y obJetos, o d eshacie n do
oun1den se qu e co l a b ora en
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. . . Finlandi a con cu atro libros (el Uli-
mi estudi o v1 aJaba a l C otro cuartetos de T. S. El1ot íntimas de las vid as vivid as en una casa derri bada, vi -
ses de Jam es J oyce, os -u stadounid ense), mientras das que se ven en las trazas qu e deja la media nera de l
. ' s de poes 1ae . edificio vecino. Esas hu ella s de la vida pe rmite n al pro-
y dos libros ma b. , estadounidense, viaJa con su
qu e otra amiga, t am ien . instrumentos mágicos tagonista recrear su propi o pasado. Rilke descri be co n
. de cuchillos de cocina, pasmosa intensidad cómo la vid a penet ra en la mate-
Juego
qu e recrean pa ra ella la sensación de hogar. ria muerta ; la historia de una vid a t razada en el me nor
fragmento de la casa :
· · ·dad Y el hogar · lh
La mt1m1 l'd des privadas y sociales, y e o-
Pero lo más inolvidable eran los mu ros mis -
Tenemos person~~ l:s primeras, del personaje priva-
mos. La vida tenaz de este cuarto no había po -
gar es el ámbito de escondemos nuestros secretos Y
do. El hogar es don ·vado El hogar es nuestro lu - dido ser completamen t e t ri t urada . Allí estaba
st todavía; se agarraba a los clavos que habían
expresamos nue r~ yoJ:~can¡ar y soñar. De un modo
olvidado quitar; se apoyaba en un estrecho tro -
gar seguro para po e~rdel hogar es el de un delinead or
zo de piso; se había acurru cado en los rincones
más preciso, el pap . de lo público y el de lo pn -
. d
0 un media ore
ntre el reino - donde quedaba aún un poqu ito de int imidad .
encía del hogar vana mu-
to la transpar . · Se la percibía en los co lores, que lentamente,
vado· por tan , l el hogar es el dom1n 10
' l sen as que año por año, había tran sform ado: el azul en
cho Existen cu tura de vida en las qu e es un
· . · ten formas verde mohoso, el verde en gris y el amarillo
de la muJer, y ex1.s . da pública penetra en su s en un blanco fatigado y ran cio. Pero también
escaparate público y la mira
se la encontraba en los sit ios que habían per-
secretos. te la intimidad del hogar manecido más nuevos, detrás de los espejos ,
Sin embargo, g~neralmdenen nuestra cultura . Tenel- los cuadros y los armari os; pues ella había tra -
. sagra o · ora -
es un recinto casi l y de vergüenza s1, P zado sus contornos y había dejado sus telas
mos una sensación descibiiªgados a entrar en ellhho;~~ de araña y el polvo mism o en esos redu ctos ,
- nos vemo
g una razon, . uando e descubiertos ahora . Se la encontraba tam -
·do invitados c ·b·idos
· haber s1 · er rec1 bién en cada desollón, en las ampollas que la
de alguien s_in nte Ver un hogar sin s u máxima
tante no esta preshe bit.ante desnudo o en s humedad había hinchado, en la pa rte baja de
los papeles pintados ; tembl aba en los jirones
es como ver a su a . er Maria
. . • ge Rain flotantes y transpiraba en horribles manc has
intimidad. de Malte Laund~ Br!? de tas huellas que existían desde siempre. Y de estos muros ,
En Los apuntes oderosa descripc1on
Rilke ofrece una P

27

'JR
Nuestra f~ scinación por el m . .
et
antes azules, verd es y amarillos, encuadrados
sonal es inmen sa: en un eund~ de la intimi dad pe r-
por los relieves de los tabiques transversales
no de la década de 1960 9u eno teatro neoyorqui-
derribados, emanaba el hálito de esta vida, un
hálito aferrado, perezoso y espeso, que ningún de un espejo la vida cotidiapu~l1 co obse rvaba a través
17 n1d~~se normal y corriente na e un a fam ili a estadou-
viento había aún disipado.
fam1l1a que no era conscie:t~ ~u piso de alquiler, un a
Esta extensa cita demuestra cómo la vida penetra sig- teatro estaba abierto l . . e estar en esce na El
nificativamente en las imágenes verbales de un gran ~gotó las entradas todi!tt~~~1 cuatro horas del dí~ y
poema , en comparación con la esterilización frecuen- ridades lo clausuraron por . h po hast a qu e las auto -
in umano.
te de las imágenes de la arquitectura contemporánea .
Con su fuerza emotiva, la descripción de Rilke nos re - Los ingredientes del hogar
cuerda al relato poético del mensaje épico de Martín ~na concepción completa del h
Heidegger del cuadro Los zapatos del campesino, de tipos de elementos ment l ?gar con siste en t res
a es o simból icos :
Vincent van Gogh.18 (La observación de Meyer Shaphiro
de que Van Gogh había pintado en realidad sus propios 1. Elementos con c·1m1entos
. au ·
ra l profundo e incons . n nive l biocultu -
zapatos en París no merma la imagen poéti'ca de las chimenea). ciente (entrada, tejado
palabras de Heidegger.) Lo importante, en cualquier 2. El~mentos relacionados . ,
caso, es el denso y extraordinario imaginario del artista la identidad del habitan con la_vid a persona l Y
que refleja una forma de vida auténtica. 3 ~?s, enseres, objetos he~~~codnJu nto de recuer-
En su polaridad íntima, Bachelard señala una expe- . _1mbolos sociales c ª. os de la familia) .
cierta imagen y me uyo obJ et 1vo es ofrece r
riencia corporal importante del hogar: nos de riqueza ed nsaJ~~ a l_os extraños (sig-
etc.). , ucac1on , id entidad soc ial ,
¿No encontramos en nuestras mismas casas
reductos y rincones donde nos gusta agaza- Clarament
. .d e, l a estructurad l
parnos? Agazapar pertenece a ~a feno~eno~: (~v1 a ~ifiere fundamental e hogar como institució n
gía del verbo habitar. Solo habita19 con inten un ar~u1tectura. El arquitec~ente de los prin ci pios de
sistema d . o compone un
dad quien ha sabido agazaparse.
., efugio de nues- ~,:t~~i~i~;~~~d~~~~d;,~~~•.sm~!~:,~=~~:u~~;gi~i~
: ~~
or e unos p ar se es-
La casa parece ser una extens1on y un r ocos centros que con sis-
tra constitución y de nueSt ro cuerpo .

29
. objetos domésticos. Los timentos de estancias y edificios con recuerdos, co n-
ten en diferentes fu~c1?nes y ueden funcionar como
. · de 1magenes P ., f t virti éndolos en territorio s perso nales. Tenemos tanta
sigu ientes tipos . simbolizac1on: el ren e
focos de comportam1entot y la fachada el emplaza- necesidad de guardar secretos como de revela rlo s y
( · d' n delan ero, ' . entenderlos.
de la casa e l Jar I t da la ventana, la ch1me -
miento en la ciudad), l:t:r~ªari~. el baño, la estantería, Una de las razones por las que las casas y las ciu-
nea , la estufa, la mesa, las fotos, los tesoros, y los dades contemporáneas son tan alienantes es porque
el televisor, los mu~bl~~Ja uno de esos ingredientes no contienen secretos ; su estructura y su conten ido se
recuerdos de familia. n fenomenológico y de una perciben de un solo vistazo. Comparemos los sec reto s
b de un exame laberínticos de una antigua ciudad medieval o de una
forma la_ , a~e . . les una serie de tareas que van
casa vieja, que estimulan la imaginación y la llenan de
inspira~1on ind1v1duade ~ste ensayo, pero que se mere-
expectación y estímulos , con la vacuidad transparente
más alla del ?~Jeto1v~nas notas preliminares.
cen, como min1m , del paisaje y de los bloques de apartamentos contem-
poráneos.

La poesía del arm~rit d de la función esencial de los La chimenea y el fuego


El análisis de Bac e ar l armarios en nuestro ima-
La importancia que la chimenea o la estufa tienen en
cajones, las cómodas y ~sejemplo inspirador. Bache-
la sensación de hogar es evidente. La imagen del fuego
ginario mental plant~at~s -que rara vez se considera
en la casa combina la experiencia más arca ica con las
lard otorga a esos obJf nificado arquitectónico-:- un necesidades más contemporáneas. El poder simbó lico
q ue merezcan un s g l ndo de la fantas1a Y la
· nte en e mu d de la chimenea reside en su capacidad de fusionar las
Papel impresiona . . te un centro de or en imágenes arcaicas del fuego que alimentaba la vida
. , "E el armario ex1s .
ensoñac1on: n ntra el desorden incon- del hombre primitivo y las experiencias intemporales
que protege todo el hogar co
de bienestar personal con los símbolos de comunidad
tenido"_ 20 , s los cajones representan Y de estatus social.
Los armarios, las cornada y d. y guardar, archivar Y _El pintor fauvista Maurice Vlaminck escribió : "El
la función de quitar de en me io _o es un lugar íntimo ~ienestar que experimento ante el fuego cuando el mal
recordar. El inter~r de ~~i=~:a;~r cualquiera. _L~s~i¡ tiempo _cunde, es todo anima l. La rata en su agujero,
y secreto, y no de e se~ escondrijo de secretos inu~stra el coneJo en su madriguera, la vaca en el establo de-
jitas y los joyer?s son e ha importancia paran mpar- ben ~er felices como yo".21 La imagen de la chime nea
y como tales, tienen ~uc . ación rellena los co contiene también connotaciones eróticas in mediatas;
i~aginación . Nuestra imagin

31

30
22
en su libro La ciudad en la historia, Lewis Mumford poesía expresa n de un a
ficado de la mesa. manera muy poderosa el signi -
comentaba la influencia de la invención del horno en
el comportamiento sexual. A través de la chimenea y el Un~ vez más , rec uerd o la mes .
de m1 abuelo granj ero El r a pesada Y sin pintar
fuego, el hogar revela huellas de nuestro pasado evolu - fuerte que la de la p . . ecuerdode la mesa es más
tivo y de nuestros impulsos biológicos. .. rop1 a esta ncia C d
su s1t10 en la mesa y m·1 b · a a cua l tenía
La chimenea es un símbolo burgués de la separación - · a uelo ocu b l
mas recogida ; la cabecera O pa _a a cabecera
entre el fuego destinado al placer y el fuego destinad o
entrada, se dejaba vacía p~etª· mas cerca de la
a cocinar, mientras que los fogones tienen connotacio - tas ocasionales. La mes~~~; Zl ª ocupa_ban las visi-
nes de la vida campesina. Al pasar la infancia en un a midas, la costura, los juegos los ~s~enar10 de las co -
granja, todavía recuerdo con intensidad el papel de
los fogones en la estructura de la vida familiar, cómo
la charla con vecinos y extra~os. L:; res del colegio Y
que_ organizaba la vida en el cam ~sa era el centro
marcaban el ritmo del día y definían los papeles mas- la diferencia entre los días de dia~~·y ~ l~e ma rcaba
culinos y femeninos. Los fogones eran el corazón de la laborables ·y los festivos. omingo, los

granja.
En La casa moderna, la chimenea se ha aplanado Las imágenes diluidas del hogar
para convertirse en un objeto de función distante y de- ~n general, la sobrefuncionalización y la estet ización
corativa. La imagen del fuego es tan poderosamente ~l ho~ar lo han despojado de su s más profundas
intensa que Las chimeneas modernasya so~o _s_ e fabri- d1men_s1ones bioculturales. El hogar ha perdido su
mo si se tratara de un manto, sin pos1b1l1dad al- fsen_cia n:ietafísica y se ha convertido en un producto
ean co . f g se ha domesticado uncionalizado Y mercantil izado
guna de fueg_o real. El prop~ u:n~arcado, privado del La i_m_agen de la cama se ha diluido ; de se r una casa
para convertirse en un ~ua r~or y mantenerla vida. La en miniatura, de ser un microclima y un terri torio vi-
papel esencial qu~ era ar artefacto pensado para sual separado, de ser una casa dentro de una casa
chimenea ha pasado de se . ual podríamos hablar con un~ privacidad física y simbólica, ha pasado
convertirse en un simple plano horizontal ne utro un
la piel a un medio de placerdv1s ,, . escenario de 1a privac1
· ·d ad . La observación de Bac' he-
, d l asa rno erna .
del "fuego fno e a e 1ard er
ha de que
. 1a casa Y, P_o r tan.to, nuestra vid
. a colectiva,
.
. rnbólico de ta P dido su d1mens1on vertical y se ha co nve rtid o en
23
un plano horizontal resuena en estos momentos. De
La mesa turadora y el papel si dida en ta ar-
La función estruc d·do en gran rne . tura Yta
también se han per is· embargo, la pin
mesa oránea. in 33
quitectura contemP
. t u ras y dibujos histó-
. - genes de pin
nuevo, muchas ,ma "f to la esencia de la cama como salidad se pierde con la cocina eléctrica o, peor aún,
ricos ponen de mani ,es con el microondas. Inclu so la com ida pierde su cone-
núcleo íntimo del hogar. l l acto de mirar por ella xión con el mundo natural y se co nvi erte en una mate -
en part1cu ar, e
La ventana Y.' rd - l tia constituyen una expe- ria sintética y desmitificada.
de. la . casa
poética °
al Jay esencia
in lpd\ la experiencia del hogar.
. En la casa contemporánea la función de la chime -
nenc,a
El h . d
r se siente e u na forma particularmente in.- nea ha sido sustituida por el televisor. Ambo s parecen
tensa ogacuando se mira · desde esa .privacidad
. B Cconteni l - ser focos de reunión social y de concentración indivi -
da. Los poemas Y a l s novelas .de m1 amigo o arpe
d an dual, pero la diferencia de calidad es decisiva . El fue -
nos of recen eJ·emplos literarios conmovedores
. e esa, go nos retrotrae a nuestra memoria inconsciente, a la
l.d d La tendencia de la arquitectura contempora - arqueología de las imágenes. El fuego es una imagen
rea I a . ·d · l. · l
nea a utilizar fachadas continuas de v1 rio e ,mina a primigenia y nos recuerda la causalidad primigenia del
ventana como instrumento para enfocar y enmarcar, y mundo físico. Al tiempo que las llamas estimulan la
debilita la tensión esencial entre el h~gar Y el_mundo, ensoñación meditativa, refuerzan nuestro sentido de
de igual modo se ha perdido la esencia ontolog1ca de la realidad. La televisión nos aliena del sentido de cau -
la puerta. salidad y nos transporta a un mundo de ensueño que
despierta nuestro sentido de la realidad, nuestra iden-
La falta de concreción . tidad y la esencia ética de lo colectivo. En lugar de fo-
Yo vivo en un ático con cubierta de chapa. La experien- mentar esa unión, la televisión refuerza el aislamiento
cia hogareña más intensa y más agradable se produce /1 la privatización . Las experiencias más chocantes del
cuando la lluvia golpea el tejado d~~ante una torm~~: r:"Pacto ne~a~ivo de la televisión son las guerras tele-
ta fuerte, magnificando la sen~ac1on de calor Y P visadas, em1s1ones en tiempo real para todo el mundo
tección Al mismo tiempo, el batido de la lluvia a poco 8
·
f:; 10
u_n _~ntretenimiento teatralizado. Un análisis de
centímetros de m1. piel
- meco l oca en contacto
. sdirecto
desa- elev1s10~ como mecanismo estructurador del hogar
con los elementos primarios. Estas sensac1one tos ~~~i~~fo~aneo resulta, desde luego, esencial para el
parecen en el caso del habitante de los ~p~rtamen ción ~f~e~· edesbte ~royecto educativo, pero su elabora-
ior e era esperar.
encajonados entre dos forjados de horm1go;~factorio En resumen l d bT
1 Cocinar con fuego es inmensamente sa il.dad pri~
1
salictact ame ' e e . itamiento del sentido de cau-
1 naza la vida m d L
. ntar una causa 1esa cau-

l
porque uno puede expenme representa nu t . o erna. a amenaza que
maria entre .el fuego y sus efectos. De nuevo, en su falta de es ro nu:_vo mundo intimidatorio reside
concrec,on. Hasta el miedo sería acep-

34

35
table si tuviese un a causa comprensible o simbolizase los sueños del habitante P
actitud crea casas apa r~nt~~ableme~te la segunda
a lgo, si no estuviera encubierto por ese aparente orden pero la primera proporciona l ente ma: imponentes,
y arreglo de las cosas. El miedo irracional en nuestras la bienvenida. ª co nd ,c,on esenc ial de
ciudades surge del sinsentido que ofrece el entorno a
la razón y su incapacidad para hacerse comprensible Es más,
h t existe
· una diferencia sign ·t
1 ·,ca t ·,va en co. mo
a los sentidos. En nuestra experiencia sensorial del y as a que punto un proyecto de ar .
permitir y absor_ber una desviación puede
mundo estamos perdiendo la causalidad primigenia .
~n un conflicto indeseable.
.l. . La arquitectura l acda_bar
Y os ,se-
Este sinsentido, esa vacuidad hipnótica, esa au -
rios d e mo b 11ario de Alvar Aalto son eJ·emp los espe-
sencia de lugar y de foco, ese vacío existencial se ha
ranza d ores_del proyectar con gran tolerancia est . f
convertido en un motivo recurrente del arte contem -
Y, a la vez, sin corsés artísticos . e ica
poráneo. El tema favorito de hoy, el más alarmante,
es el aislamiento total del hombre, despojado de todo
La virtud de la idealización
signo de identidad individual y dignidad humana. El hecho de q_ue reconozca la existencia de un conflicto
entre la a_rqu1tectura y las necesidades intrínsecas del
Una arquitectura de la tolerancia hogar quizás podría interpretarse como una señal de
Si, como parece, arquitectura y hogar son _concept_os que el arquitecto debería satisfacer fielmente las de-
en conflicto, ¿qué margen le queda al arquitecto_p_ara mandas y los deseos del cliente. Quiero decir firme -
dar "la bienvenida", una condició~ que tan enfa~ca- ~~nte q_u_e no creo en tal visión populista. La acepta -
mente exigía el arquitecto holandes Aldo van Eyck . c1_on acrit1ca del programa del cliente solo conduce al
En mi opinión, la arquitectura puede tolerar y a~1mar kitsch sentimental ; es responsabi lidad del arquitec -
la personalización, o reprimirla. Podemos d1st1ngu1~ to penetrar en la superficie de lo que muy a menudo

~~::/e: ;~~~;:c:~~~i~ula
· · e acomoda Y una que re es u~ _deseo comercial , social y momentáneamente
cond1c1onado. El artista y el arquitecto auténticos se
comprometen consciente o inconscientemente co n un
que la segunda intenta ,~pone b sa en imágenes ~undo ideal. El arte y la arquitectura est imulantes se
ivisor e intocable. La primera lse ªmoría colectiva; P!~rden en el momento en que esa visión y esa asp ira-
d · · d s en a me • ·
profundamente arraiga a, . ente fenornenolo~1 - cion se dejan de lado.
El escritor sudafricano John M. Coetzee ha dicho que
es decir, en el terreno a_uten~~ª~e la segunda quiz~:
tener en consideración al lector cuando se escribe es un
co de la arquitectura, m1en~r a la moda, pero q i
manipula imágen_es ll~~a;,;:~sonal. los recuerdos n
no incorporan la ,dent1 a
37
error fatal para el escritor.24 Por su parte, Umberto ~co menudo p_ arecen vacíos y no parecen representar un
distingue entre dos tipos de escritores : uno que escnbe modo de vida real ni auténtico.
lo que el lector espera leer y otro que al escri~ir_c_rea un La vanguardi~ arquitectónica contemporánea ha re-
lector ideat. 25 Según Eco, el primero solo escr1b1ra mera c~_azado conscIe~temente el concept o de hogar. Como
literatura vulgar de kiosco, mientras que el segundo ~s- d1Jo en una ocasIon Peter Eisenman :
critor es capaz de escribir literatura que conmueve in -
La arquitectura debe desen cajar (. ..], sin por
temporalmente al alma hum~na. · .
En mi opinión, solo el arquitecto que crea su cliente ello destruir su propio ser. Aunque la ca sa con -
temporánea todavía debe dar cob ijo, no nece-
ideal en sus proyectos puede crear casas hogares
sita simbolizar o hacer romanticismo de esta
den a la humanidad esperanza y sentido en lu-

r:~a:cada
función de cobijo. Al contrario, tales símbolos
que d mera satisfacción superficial. Sin la Casa de
carecen hoy de significado y son pura nost al-
de Frank Uoyd Wright, \ª casa Rietveld- gia .26
Schróder de Gerrit Th . Rietveld, la ~1lla Savoye de Le
· l Maison de Verre de Pierre Chareau y la Más allá de su rechazo a la postura fenomenológi ca del
Cor b usier, a . ·t·d d d l m
. M . de Alvar Aalto las pos1b1 1 a es e a o- habitar, la arquitectura de vanguardia contemporánea
villa a i rea ' ·, d l oderni
h na de nuestra comprens1on e a m - ha acabado abandonando el problema de la vivie nda,
ra d a urna 't mismos serían considerablemente una cuestión central del movimiento moderno. Nues-
dad y de noso ros , tra época posthistórica ha puesto fin a las narrativas
más débiles. históricas, al concepto de progreso y ha eliminado
nuestra visión del futuro. Esa pérdida de hori zo nte y
La necesidad de una bi~n~enii~ trata sobre la vida. La de sentido de finalidad, ese acortamiento de la pers-
Laarquitecturadever?a ;1~~ombre es la asign_atu- pectiva, ha apartado a la arquitectura de las imágenes
de la realidad y la vida hacia un compromiso autista y
experie~cia existenc1~~ l : construcción. Hasta
autorreferencial con sus propias estructuras. Al mi smo
ra principal del arte . re trata de la ~r . -
0 I tiempo, la arquitectura se ha distanciado de otros ám-
punto, la gran arquitec~~~: f~:~~ites de la P~ ~ ::~~- bitos sensitivos y se ha convertido en una forma artís-
arquitectura, de las :teg tura de hoy parece ha .: la pura tica puramente retiniana.
. p o la arqu1 ec huido hac1 La nostalgia sin fundamento puede esperar: sigo
cipl1na. er l vida y haber téntica re-
donado por complet_o .ª
La arquitectura _a u gen de la creyendo en la viabilidad de una arquitectura de la
uitectonIca. d una irna a
invención arq . modo de vi a, rnporáneos
presenta y refleJa un tos edificios conte
vida. En lugar de eso, 39

ln::n
. . . , una arquitectura q ue pueda manomediar en
Todavía NOTAS
reconc1l1ac1on, .d "al hogar del ser hu .ntido de
dar la "b1enveni a refuercen nuestro s_e
necesitamos casas q~! las jerarquías esenciales ~el~
la realidad humana y ·tectura todavía puede pro uc1r
El te de la arqu1 . .d d
vida . ar itan vivir con d1gni a ·
casas que nos perf;'
alabras .
poet1cas d e 80 Carpelan ofrecen una
Las p conc l uy~n te a los arquitectos:
lección

Hayca Sas calladas de techos l bajos


-- , 1 Frisch, Max, Hamo Faber; Ein Bericht , Suhrkamp Verlag, Fráncfort,
alféizares a los que trepan os_ni nos 1958 (versión castellana: Hamo faber: un informe. Círculo de Lectores,
q ue acurruca dos , con la barbilla contra las Barcelona, 2001 ).
d"ll
' ro I as, 2 De Chardin, Teilhard, citado en: Blomstedt, Juhana, Muodon orvo,
ven caer lentamente el aguanieve Painatuskestus, Kuvataideakatemia, Helsinki, 1995.
sobre patios oscuros y estrechos. . 3
rich ,AA VV,A1vor
1962, Aalto (vol. l: 1922-1962), Les Édition s d'Architecture, Zú -
pá& 108.
Hay cuartos callados que hablan de vidas,
de cajones llenos de ropa blanca _hereda?ª· 4 Bachelard, Gaston, Lo Poétique de l'espoce, Presses Universitaires
Hay cocinas calladas donde alguien se sienta de France, París, 1957 (versión castellana : Lo poético del espacio, Fondo
de Cultura Económica, Ciudad de México. 1965).
a leer con el libro apoyado en la barra de ~an.
La luz se vierte allí con la voz de una persiana 5 Van den Be,g, Jan Hendcik, The Phenomeno/og/co/ Appcooch to
Psych,at,y; An lntroduct1on to Recent Phenomeno/oglco/ Psychopotho-
blanca. logy, Thornas,
Gastan, op. cit ..Spcingfield
Pág. 20. (llhnois), 1955, pág. 61 . Citado en Bachelacd ·
Si cierras los ojos podrás ver
que una mañana, por fugaz que sea, ~spera 1
A.V,ij man• Jan, "Fi mmake,s Spacemakecs'. The Bedoge Pope,s · n ú m ·
, rnsterdam, enero de 199 _
y que su calor se mezcla con el calor interior 4
7 Sartre, Jean-Paul Qu• t . - -
y que cada copo_de nie~e q~e cae París · 1948 (vers .Ion es -ce ·que
- castellana·
. lo l1tteroture?, Editions Gallimard ·
Q - 1 -
es un signo de bienvenida. Aires, 2003, Pág. 4). . G ue es o 1iteroturo?, Losada, Buenos
8 Bachelard, Gastan , op. cit.
9 lbíd., Pág. 78 .

1o Alexander, Christoph r C

:re Towo,d o New Acchitec:u;


o ity, 1953 (versión castellan
rqu,tectu h
:eº
";'~mayeff, Se,ge, Commun/ty o nd Pc/va -
uman,sm. Doubleday & Co. Garden
omun,dod y p ·
a. ·d d . '
ra umanisto Nueva V- . - nvoc, o : hoc,a uno nueva
. is1on, Buenos Aires, 1963).

40

41
T Th Hidden Oimension, Ooubled ay, Nueva 24 Entrevi st a a John M . Coetzee, H els ingin Sa n omat H el · k .
11 Véase: Hall, Ed wardll ., . ~o dimensión oc ulta, Siglo XXI Editores, d e 1987. , sin 1, verano
York , 1969 (versión caste ana.
Ciudad de México, 2003). 25 Eco, Umberto, "Postille a l N om e d ella Ro sa" Al~ b t -
12 Bachelard, Gastan, op. cit . 1983 (versión ca st ellana : Apos tillas a El no mbre d ,l a e a , num . 49,
celona , 2000). e a rosa , Lume n , Bar-
13 Pallasmaa ,Juhar;ii. "The Geom etry of _Feeling: A Look at th e Pheno-
rn enology of Architectu re",Arkkitehti, Helsmk1, marzo de 1985, págs. 98 - 26 Ei senman, Peter "En Samta l de
1OO. Recogid o en: MacKeith, Peter (ed.), Juharn Pallamaa. Encounters. núm. 12, Copenha gue·, 1987. me a rsten Juel - Ch ri stian se n", Sim ia,
Architectural Essays , Rakennustieto Oy, Helsmk1 , 2005, págs. 86 -97.
27 Carpelan, Bo Home ·
14 Véase: Pallasmaa, Juhani, "Space and lmage In Andrei Tarkovsky's pág. 111 . , coming, Ca rca n et Press, M a n cheste r, 1 993,
Nostalghia", Focus. Helsinki University of Technology, Hel sinki, 1992,
págs. 13- 14.
15 Véase:Olofsson,Anders, "Nostalgia",en Bergh, Magnus y Munkham-
mar, Birgitta (eds.). Tanken po en Hemkonst, Alfa Beta Bokforlag, Esto-
colm o, 1986. pág. 150; y la entrevista de Paola Volkova por Mikael Fránti
en Helsingin Sanomat. Helsinki. 9 de diciembre de 1992, pág. 1O.
16 Véase, por ejemplo: Str0mnes, Frade, A New Physics of /nner
Worlds. University of Troms0, Troms0, 1976; y "On the Architecture of
Thought", en Abacus. Yearbool< 2, The Museum of Finnish Architectu re,
Helsinki, 1981 , págs. 7-29;y"The Externalized lmage", The Finni sh Brood-
casting Company, núm. 211, Helsinki, 1982.
17 Rilke, Rainer Maria , Die Aufzeichnungen des Molte Lourids Brigge
[191 O] (versión castellana: Los apuntes de Molte Lourids Brigge, Alianza,
Madrid , 1997, págs. 41-42).
18 Véase: Heidegger, Martín, "Der Ursprung des Kunstwerke s" [1 935].
en Holzwege, V. Klosterrnann, Fráncfort, 1950 (versión castellan a: "El
origen de la obra de arte", en Cominos de bosque, Alianza Editorial, Ma-
drid , 1996).
19 Bachelard, Gastan, op. cit., pág. 30.
20 lbíd.
21 Maurice de Vlarninck, citado en Bachelard, Gaston,op. cit., pág.1 25.
22 Mumford , Lewis, The City in History: /ts Origins, lts Tronsformotion,s,
and /ts Prospects, Harcourt, Brace and World, Nueva York, 1961 (version
castellana: La ciudad en la historia: sus orígenes, transformaciones Y
perspectivas, Pepitas de Calabaza, Lo~roño, 2012).
23 Bachelard, Gastan, op. cit.

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