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Instituto Universitario del Centro de México”

 
Campus: Río Grande
 
Maestría en Educación
 
Asignatura:
“La Instituciones Educativas y su Relación con el
Entorno”.
 
Presentación: El Triangulo de Sabato.
 
Docente: Mtro. Hipólito Romero Salas
 
Presenta: Erika Guadalupe López Aguilar
Julio Cesar Mares Torres
 
Río grande, Zac. 15 de febrero de 2020
Vida y obra de Sábato (1924-1983)
 Maestro Normal Nacional, 1942, Profesor de enseñanza
Secundaria en Física, 1946. Lector incansable y autodidacta. No
estudio en la universidad. Se dedicó a la enseñanza desde 1946
como profesor de Física.
 En 1946 comenzó a preparar con Alberto Maiztegui, dos textos
de Fisca: Física I, 1951, y Física II, 1955.
 Denunció la realidad política Argentina durante la última
dictadura militar.
 Se dedicó al periodismo científico, político y humorístico .

Profesor Jorge Alberto Sábato


EL TRINANGULO DE SABATO

Gobierno, Universidad y Empresa


Un marco de relaciones para desarrollar la innovación en la Universidad, las
Empresas, y los Gobiernos. Importancia de la Investigación y Desarrollo (I+D). La
realidad nacional es preciso comprender el contexto organizacional, económico,
social y político del país para diseñar, innovar y aplicar tecnologías.
EL TRIANGULO DE SABATO

El Triángulo de Sábato es un modelo de política científico-tecnológica que postula


que para que realmente exista un sistema científico-tecnológico es necesario que
el Estado (como diseñador y ejecutor de la política), la infraestructura científico-
tecnológica (como sector de oferta de tecnología)
y el sector productivo (como demandante de tecnología), estén relacionados
fuertemente de manera permanente. Estas son las interrelaciones del Triángulo.

Hace ya varias décadas Jorge Sábato (físico argentino) afirmaba que para que
fuera posible el desarrollo de un sistema tecnológico autónomo en un país, se
requería de tres actores principales: las instituciones científicas, el estado y el
mundo de las empresas (esto se conoce como el triángulo de Sábato). 

Si cualquiera de estos actores estaba ausente el desarrollo científico-tecnológico


era inviable y se generarían una dependencia externa con otros países.  En
nuestro país, hemos tenido diferentes vaivenes, los tres actores siempre
estuvieron presentes en mayor o menor medida. Lo que estuvo casi siempre
ausente fue la interacción y la coordinación entre las partes.
Cada vértice debe tener sólidas interrelaciones, que son las que existen entre las
diversas instituciones que lo componen. Por ejemplo, en el sector Estado
(gobierno) debe haber coherencia entre la política implícita y la política explícita,
entre los diversos ministerios y organismos autónomos, etc. Finalmente las extra
relaciones se refieren a las relaciones que tienen los vértices con entidades del
exterior.
El triángulo es el modelo más simple de dependencia tecnológica: mientras más
fuertes sean la extra relaciones, más débiles o inexistentes serán las
interrelaciones y más demorará el país para disminuir su dependencia.
La idea del triángulo fue propuesta por John Kenneth Galbraith y desarrollado
como modelo de política científico-tecnológica por Jorge Alberto Sábato.

Advertencia de Sábato y Natalio Botana; el desarrollo tecnológico no es sólo


desarrollar empresas; es “crear vínculos”. así lo expresaron en 1968:“no basta, sin
embargo, con construir un vigorosa infraestructura científico-tecnológica para
asegurar que un país sea capaz de incorporar la ciencia y la técnica a su proceso
de desarrollo: es menester, además, transferir a la realidad los resultados de la
investigación; acoplar la infraestructura científico-tecnológica a la estructura
productiva de la sociedad”.

Sobre el modelo planteado por Sábato, puede resumirse la necesidad de


interacción entre Estado, empresa y universidad, pero tal como Sábato postula, es
insuficiente la mera existencia de estos tres factores y se requiere interrelación
permanente para el éxito.

¿Qué quiso decir Sábato con que se requiere que estos tres factores estén
fuertemente relacionados y de forma permanente?

Así como el fuego necesita oxígeno, combustible y calor para producirse, donde el
faltante de alguno de estos evita la llama, si no hay oxígeno no se producirá fuego,
si no hay combustible tampoco, y si hay combustible y oxígeno se necesita una
chispa que aporte la energía de activación entregando el calor necesario.
Lo mismo ocurre con el Triángulo de Sábato, que se produzca la llama del
desarrollo requiere del oxígeno que aporta las universidades a través del
conocimiento; el combustible lo pone el gobierno, a través de generar políticas,
regulaciones y leyes de promulgación, pero con las simples condiciones políticas
favorables y buena investigación científica no basta, falta la chispa y el aporte de
calor, son las empresas las aportantes de que se encienda el fuego del desarrollo
viabilizando la transferencia del conocimiento a la aplicación práctica con aporte
de valor agregado.
Pero falta un cuarto componente. Iniciado el fuego es necesario que no se
interrumpa, que continúe mientras haya combustible y oxígeno, es la reacción en
cadena de la combustión la que permite que la llama no se extinga, entonces al
Triángulo de Sábato hay que ponerle reacción en cadena (fuerte relación y
permanencia), para que una vez iniciado no se detenga y crezca, ese cuarto
elemento es el periodismo Mucho se ha escrito sobre el Triángulo de Sábato, por
eso quiero hacer hincapié en este cuarto elemento que es el rol del periodismo
como factor expansivo.
El periodismo potenciando su faceta de comunicador social tiene enorme
importancia lo que le otorga el deber y la responsabilidad de actuar no solo como
divulgador sino también como regulador entre Estado, empresa y universidad.
El periodismo como divulgador tiene la tarea de mantener viva la llama de la
relación de Sábato, atraer a nuevos adeptos, motivando a que se sumen más
actores a este triángulo virtuoso, proponer nuevos desafíos, plantear temas y
necesidades sociales, pero también es quien puede regular la actividad en pos del
bien común para que no haya desviaciones.

Para ello es necesario que el periodismo esté reflexivo de su responsabilidad


social, porque realiza una función mediadora entre la realidad y quienes no tienen
acceso directo a ella. La mesura es importante, porque los periodistas tienen un
compromiso adquirido con la opinión pública y la sociedad en general,
compromiso que también deben asumir el Estado, las empresas y las
universidades involucradas en este Triángulo de Sábato, porque pasan de una
manera u otra a integrar también el rol de la comunicación social.
La existencia real de un sistema científico tecnológico requiere que el gobierno
como diseñador y ejecutor de la política la infraestructura científica tecnológicas
como sector de oferta de tecnologías y el sector productivo como demandante de
la tecnologías estén fuertes y permanentemente relacionados.

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