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FILIAL – SICUANI
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
En términos particulares estudia los movimientos sociales, la opinión publica, partidos políticos y el
régimen político y para ello se necesita una metodología, una metodología rigurosa y ¿cuales son los
retos de la ciencia política hoy en día? Es la metodología.
Autor: Omar Vándala Fonseca
El estudio de la política siempre ha ido de la mano con el ejercicio del poder en las
organizaciones sociales, como una necesidad o una formar de dirigir las acciones de
mando. Desde las hordas, los clanes, las tribus o cualquiera que sea la forma social del
hombre, siempre actúa de manera política y ha logrado estructurar una organización del
poder.
RETOS DE LA CIENCIA POLÍTICA
Hay politólogos trabajando en los temas mas diversos, no solamente con la democracia sino regímenes
autoritarios con cuestiones de identidad, temas incluso mas sociológicos, cuestiones económicas de
economías políticas en todos los ámbito de la vida social . Y de las instituciones del estado y del poder es el
tema clásico de la ciencia política ay politólogos trabajando en ellos.
El reto seria hacer preguntas que sean relevantes, preguntas de los grandes temas y al mismo tiempo
responderlas de manera precisa, seria, sistemático y cuidadoso ya que este seria un reto principal, ejemplo: el
estado de derecho ¿Qué es, tenemos o no tenemos? Populismo ¿ estamos inmersos en un fenómeno de estos o
no? Cuestiones sobre la desigualdad socioeconómica y su impacto en la representación política y el problema
de la representación política en general que estos tipos de preguntas que son muy grandes y son muy
importantes que nos afectan a todos hoy en día; contestarlas de modo científico es decir con observación
sistemática medición de conceptos, etc. Es muy difícil pero este seria un reto muy importante.
ARTICULO DE BOR ROBSTEN
En Europa hubo una discusión provocada por Bort Rosten con un articulo que
publico, “de hacia donde va la ciencia política” y lo de Bort Rosten “de si
estábamos produciendo politólogos”.
son tecnicamentente competentes, pero unos barbaros en términos de reflexión
sobre las consecuencias de lo que se hace en la vida publica y si este es un tema
muy relevante por que podríamos pensar que hoy en día un politólogo puede ser
un buen calculo de como desaparecer la suprema corte de justicia o de como
desaparecer el congreso y reformar la constitución para que el sistema electoral ya
nada mas nos permita refrendar en ciertos años.
Sin embargo el politólogo tiene la responsabilidad de advertir cuales son las
consecuencias de esas posibles decisiones cuales son las consecuencias para la
libertad de los individuos a la viabilidad del régimen.
CIENCIA, POLÍTICA, FUTURO
Por Juan Pablo Paz (Físico. Profesor de Exactas UBA, Investigador del CONICET).
Cualquier comparación del presente con el pasado se asocia, tendenciosamente, con una
“campaña del miedo”. Esto es absurdo, sobre todo en una época en la que se debe
reflexionar sobre los logros de los últimos años, y sobre la posibilidad de convertirlos en
políticas de Estado. Y, naturalmente, al reflexionar, es inevitable comparar con otras
épocas. Ingresé como becario del CONICET en 1984 y fui testigo de la tendencia a la
decadencia de esa institución desde ese mismo momento. Las autoridades de la época eran
simpáticas, democráticas y amables, pero eran funcionarios resignados a la inevitabilidad
de la decadencia. Estaban resignados a ser parte de gobiernos para los cuales la ciencia no
era prioritaria. Eso sucedió, con matices, en la Argentina de la post dictadura y se agudizó
en la época del desguace sistemático del sector científico que tuvo lugar en los años 90. El
principal logro de estos últimos doce años es haber revertido drásticamente esa visión. La
ciencia es una prioridad, quién lo duda.
Me impresiona notar la naturalidad con la que los más jóvenes toman ciertos hechos que deberían ser
reivindicados como enormes logros. Parece natural que cada año ingresen al CONICET 700 nuevos
investigadores y 1500 becarios. ¿Natural? ¡Ningún gobierno que tenga como prioridad la reducción del gasto
público mantendría semejante ritmo de crecimiento! Ni qué hablar de los edificios, los subsidios o las
políticas de promoción del desarrollo de áreas claves como la satelital o la de los radares. ¡Esas cosas no son
naturales en un país como el nuestro! Tampoco es “natural” la situación actual, en la que no existe la
desocupación entre los científicos y tecnólogos. En otra época, eso era inimaginable. Haber conseguido que
los jóvenes naturalicen estas cosas es, paradojalmente, un logro de la gestión kirchnerista en ciencia y
tecnología, que fue, sin dudas, la mejor, lejos, de los últimos cincuenta años en la Argentina. Decir esto no es
hacer “campaña del miedo” sino reivindicar logros y advertir sobre un hecho que me resulta casi obvio: Lo
logrado no está consolidado y para no retroceder es necesario un gobierno que sostenga la inversión en el
sector.
Estos últimos doce años lograron que se instale en mí, y en muchos otros científicos, la capacidad de soñar y
planificar actividades que rendirán frutos sólo en el mediano y en el largo plazo. Yo sueño con crear un nuevo
laboratorio en el que pueda atrapar y manipular átomos de a uno a la vez, cosa que hace una década
consideraba una utopía. Sueño con ser capaz de incorporar nuevas tecnologías e incentivo a los jóvenes a que
se formen en áreas de vacancia en los mejores centros del mundo para recién después regresar e integrarse a
nuestro sistema. Aspiro a que esos sueños se hagan realidad y me resistiré a que se transformen en pesadillas.
Para consolidar lo logrado no hace falta magia. Para eso, hay que pelearla.
EL FUTURO DE LA CIENCIA
POLITICA
Una buena política científica genera riqueza y bienestar, pero parece que en este país no lo entendamos.
¿quién debería apoyar a la ciencia? Pues una buena política científica.
Vivimos en unas latitudes donde la desidia, y la mala gestión, han hecho que un buen elenco de las
mejores jóvenes mentes hayan migrado al extranjero. Nuestros sénior de renombre también son
arrinconados por decreto administrativo.
La ciencia aporta desarrollo social, económico y cultural universales.
EL FUTURO DE LA CIENCIA
POLITICA
La naturaleza del hombre no puede ser explicada fuera de la sociedad, el hombre ha construido un
mundo cultural y su pensamiento e ideas surgen y mueren con él.
También con el hombre han construido las instituciones políticas para su servicio y la consecución de
sus fines. Por ello, el Estado debe servir al hombre, fortalecer sus valores y dignidad. “El Estado no
puede colocarse sobre una sociedad más que para servirla”.
El hombre moderno busca darle mayor certidumbre a su futuro, y para ello, deberá poner mayor
atención a las formas políticas y económicas. El futuro de la Ciencia Política encierra una solución a
estos problemas.
La Ciencia Política más que un esquema político formal del Estado o de la sociedad, ahonda en la
naturaleza social del hombre explicando sus conductas y encauzando su naturaleza. La Ciencia
Política es la ciencia del deber histórico.
Los acontecimientos actuales de la humanidad han arrastrado a la Ciencia Política a un proceso
contradictorio de sistemas o doctrinas que tratan de destruirla, al aniquilar al Estado y a sus formas
democráticas. El sistema democrático sea visto en el último siglo inmersos en algunas crisis que han
intentado desaparecerlo, más la historia no ha escrito la última palabra y las instituciones democráticas han
subsistido y sean fortalecido con el tiempo.
Curiosamente la Ciencia Política se ha visto envuelta en las grandes crisis de la historia. Un ejemplo de ellos
es: los aportes de Platón y Aristóteles con las crisis helénicas; las crisis de Roma y Cristiandad con San
Agustín; y la filosofía del derecho y la historia de Hegel que coinciden con las crisis políticas de occidente.
Por lo que podemos decir, que la restauración de la Ciencia Política es tomar conciencia de los principios y
no volver a repetir los procesos teóricos del pasado.
La Ciencia Política debe ser capaz de generar nuevos principios a través de una labor teórica que surja de
situaciones concretas de la historia teniendo en consideración el conocimiento y las experiencias empíricas.
LA POLITICA DEL FUTURO. JULIA
POMARES, TEX RIO DE LA PLATA.
Esto nos abre muchas preguntas porque el futuro de la política no está escrito aun es un acto de
responsabilidad porque lo que vaya a ocurrir allá en el 2030 va ser mucho que ver con lo que ágamos hoy con
los cambios que emprendamos hoy o como formemos a los próximos dirigentes y como anticipemos los
dilemas del futuro.