Está en la página 1de 1

Emanación Microsoft ® Encarta ® 2009.

© 1993--2008

Emanación (del latín, emanare, ‘manar’), en filosofía y teología, efluvio de lo divino


trascendental, relacionado con el origen del Universo.
La palabra emanación fue utilizada por primera vez para describir la procreación
divina en las obras judeo-helenísticas de los siglos II y I a.C., en particular en los
Libros Apócrifos. El filósofo judío Filón de Alejandría empleó el lenguaje emanacional
de modo no sistemático en su especulación cosmológica, una versión del platonismo
influida por la interpretación pitagórica.
La aplicación sistemática del concepto de emanación para explicar los orígenes
universales fue el producto de la especulación en el gnosticismo y en el neoplatonismo.
El proceso se entiende en las obras gnósticas como la emanación de la grandeza
superabundante de la deidad superior. En la sucesión de emanaciones como Mente,
Palabra y Sabiduría, ocurre que se produce una disminución de la esencia divina. En
la mayoría de las cosmologías gnósticas, la última emanación, la Sabiduría, trata de
llevar a cabo una creación por sí misma. El resultado es una emanación inferior, la
figura de un demiurgo, responsable último de la creación del Universo material, que
atrapa la esencia divina de la humanidad. Este espíritu atrapado (pneuma) debe
entonces ser recordado y redimido ante la orden divina superior.
Bajo la influencia de las obras neoplatónicas, las teorías emanacionistas fueron
elaboradas más tarde por filósofos cristianos, musulmanes y judíos. Las teologías
ortodoxas cristiana y judía, sin embargo, marcaron la distinción clara entre lo divino
y lo mundano en el proceso creativo, en oposición a las interpretaciones
emanacionistas.

También podría gustarte