“La niebla se estrecha, cada día más, contra la casa. Ya hizo desaparecer
tas araucarias cuyas ramas golpeaban la balaustrada de la terraza, Ande
soñé que, por entre las rendijas de las puertas y ventanas, se infiltraba
lentamente en h casa, en mi cuarto, y esfumaba el color de las paredes, los
contornos de los muebles, y se entrelazaba a mis cabellos, y se me adhería
al cuerpo y lo deshacía todo, todo. . .” María Luisa Bombal
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una vela consumiéndose. Chevalier cita a Bachelard para hablar del simbolismo
de la vela y dice que «En el recuerdo de la buena vela es donde debemos
encontrar nuestros sueños de solitario. La llama está sola, naturalmente sola,
quiere seguir estando sola».
- La vuelta a la realidad después del sueño le resulta desagradable. Esto nos lleva
a considerar, entonces, que Piskariov elije inhibirse de sus sentidos para
contraponer lo que podría vivenciar haciendo uso de ellos. “Los sueños,
finalmente, se convirtieron en su vida, y a partir de entonces, esta tomó un giro
extraño.” (p. 178). Solo pensaba en el ensueño. Su mirada, pese a tener los
ojos abiertos, es inexpresiva.
DROGAS
- En este caso hay un “nuevo nivel” de inhibición de los sentidos. La llamo
duplicada ya que es un acto voluntario que se ejerce sobre la previa
abstracción. Luego de ingerir el opio, Piskariov vuelve a su realidad onírica. Sin
embargo, esta nueva versión de su sueño aparece retratada de forma distinta.
Vuelve a ver a la joven, pero “con un aspecto completamente distinto” (p.179).
- La realidad irrumpe nuevamente. Se despierta. “Más valdría que no existieras,
que no vivieras en el mundo, que fueras tan solo una obra de la imaginación de
un artista. Serías mi vida y mi aliento, mi ensueño más delicioso.” (parafraseo.
p. 179)
- El opio fomenta aún más su imaginación.