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Rang y Dale
Síntesis y liberación
Los glucocorticoides no se almacenan en las glándulas suprarrenales. Son
sintetizados bajo la influencia de la ACTH circulante secretada por la hipófisis
anterior y liberados según un patrón pulsátil a la sangre. Aunque siempre están
presentes en ella, existe un ritmo circadiano bien definido en su secreción en
humanos sanos, siendo la concentración sanguínea neta más elevada a primera
hora de la mañana, con una disminución gradual a lo largo del día y alcanzándose
un mínimo al anochecer o durante la noche. La propia secreción de ACTH,
también de naturaleza pulsátil, es regulada por el CRF liberado por el hipotálamo y
por la vasopresina procedente de la hipófisis posterior. Por otra parte, la liberación
de ACTH y CRF es inhibida de forma refleja por el consiguiente incremento de las
concentraciones de glucocorticoides en sangre. Esta unidad funcional
hipotalámico-hipofisario-suprarrenal se conoce como eje HPA. Los péptidos
opioides también ejercen un control inhibidor tónico sobre la secreción de CRF, al
igual que factores psicológicos y estímulos como el calor o el frío excesivos, los
traumatismos o las infecciones. Este es el mecanismo principal a través del cual
se produce la activación del eje HPA como respuesta a un ambiente hostil. El
colesterol es la molécula precursora de los glucocorticoides (fig. 32.5). El primer
paso, la conversión del colesterol en pregnenolona, es el que limita la velocidad de
la síntesis y es regulado por la ACTH. Algunas de las reacciones de la vía de
síntesis pueden ser inhibidas por fármacos. La metirapona impide la b-
hidroxilación del C11 y, por tanto, la formación de hidrocortisona y corticosterona.
La síntesis se detiene en la fase de 11-desoxicorticoesteroides y, dado que estas
sustancias no tienen efectos sobre el hipotálamo y la hipófisis, se produce un gran
aumento de la concentración sanguínea de ACTH. La metirapona puede
emplearse, por tanto, para estudiar la secreción de ACTH y también en algunos
pacientes con síndrome de Cushing. El trilostano (empleado en el síndrome de
Cushing y el hiperaldosteronismo primario) bloquea un paso más temprano de la
vía, la 3b-deshidrogenasa. La aminoglutetimida inhibe un paso más temprano de
la vía sintética y posee los mismos efectos que la metirapona. El ketoconazol, un
antimicótico inhiben dosis más altas la síntesis de esteroides y puede ser útil en el
síndrome de Cushing.
Mecanismo de acción
Glucocorticoides que pertenecen a la superfamilia de receptores nucleares que
controlan la transcripción génica (aunque podrían existir otras proteínas o sitios de
unión; v. Norman et al., 2004). Esta superfamilia engloba, además, a los
receptores de: mineralocorticoides, esteroides sexuales, hormonas tiroideas,
vitamina D3 y ácido retinoico. El mecanismo preciso del control de la transcripción
es complejo, con al menos cuatro mecanismos moleculares operando en el núcleo
y que están resumidos en forma de diagrama en la figura 32.6. Además de
controlar la expresión génica, el propio receptor unido al ligando, en forma
monomérica o dimérica, puede desencadenar importantes episodios de
transducción de señales cuando aún se halla en el compartimento citosólico. Uno
de dichos efectos citosólicos, relacionado con la acción antiinflamatoria de estos
fármacos, es la liberación subsiguiente a la fosforilación de la proteína anexina-1,
que ejerce potentes efectos inhibidores sobre los movimientos de leucocitos y
sobre otros procesos biológicos. La relevancia de estas acciones «no genómicas,
mediadas por receptores» se centra en el hecho de que suceden muy
rápidamente (en segundos), porque no implican cambios en la síntesis de
proteínas que requerirían un marco temporal más amplio.
Acciones
Efectos metabólicos generales y sistémicos
Los principales efectos metabólicos inciden en el metabolismo de los hidratos de
carbono y las proteínas. Los glucocorticoides pueden producir una disminución de
la captación y utilización de glucosa y un aumento de la gluconeogénesis, con la
consiguiente tendencia a la hiperglucemia. Se observa un incremento simultáneo
del almacenamiento de glucógeno que puede deberse a la secreción de insulina
en respuesta al aumento de la glucemia. En términos generales, se produce una
elevación de la síntesis y la degradación de proteínas, sobretodo en el músculo, lo
que puede provocar caquexia. Los glucocorticoides poseen también un efecto
«permisivo» sobre la respuesta lipolítica a catecolaminas y otras hormonas. Estas
hormonas activan la lipasa a través de una cinasa dependiente del AMPc, para
cuya síntesis es necesaria la presencia de glucocorticoides .La administración de
dosis altas de glucocorticoides durante mucho tiempo provoca la redistribución del
tejido adiposo típica del síndrome de Cushing . Los glucocorticoides tienden a
originar un balance negativo de calcio al disminuir su absorción en el tubo
digestivo y aumentar su excreción renal. Esto puede dar lugar a osteoporosis. En
concentraciones más altas, no fisiológicas, los glucocorticoides presentan una
cierta acción mineralocorticoide y provocan retención de Na+ y pérdida de K+:
probablemente al desbordar el papel protector de la 11b-hidroxiesteroide
deshidrogenasa y ocupar los receptores de mineralocorticoides.
Efectos adversos
Es probable que aparezcan efectos adversos cuando se administran dosis altas o
prolongadas de glucocorticoides que no constituyan un tratamiento sustitutivo.
Los principales efectos son los siguientes:
Supresión de la respuesta a la infección o la lesión: La infección oportunista
puede llegar a ser muy grave, a no ser que se trate rápidamente con fármacos
antimicrobianos y con un incremento de la dosis de glucocorticoides. La
cicatrización de las heridas se ve deteriorada y es posible, asimismo, el desarrollo
de úlcera péptica. La candidiasis (una infección fúngica) se da con frecuencia
cuando se toman glucocorticoides por inhalación, como consecuencia de la
supresión de los mecanismos antiinfecciosos locales.
Síndrome de Cushing.
La osteoporosis, y el consiguiente riesgo de fracturas, constituyen una de las
principales limitaciones del uso de glucocorticoides a largo plazo. Estos fármacos
influyen en la densidad ósea, tanto en lo que respecta al metabolismo del calcio y
el fosfato como en lo que hace referencia a los efectos sobre el recambio del
colágeno. Disminuyen la función de los osteoblastos (que aumentan el depósito de
matriz ósea) e incrementan la actividad de los osteoclastos (que digieren la matriz
ósea).
Los efectos sobre la irrigación del hueso pueden originar necrosis avascular de la
cabeza del fémur.
La hiperglucemia inducida por los glucocorticoides exógenos puede evolucionar
produciendo una diabetes verdadera.
Atrofia muscular y debilidad de los músculos proximales.
En niños, inhibición del crecimiento cuando el tratamiento se prolonga más de 6
meses.
Efectos sobre el sistema nervioso central: euforia, depresión y psicosis.
Otros efectos: glaucoma (en personas con predisposición genética), elevación de
la presión intracraneal y aumento de la incidencia de cataratas. La retirada brusca
de estos fármacos tras un tratamiento prolongado puede desencadenar una
insuficiencia suprarrenal aguda debido a la supresión de la capacidad de síntesis
de corticoesteroides por el paciente. La retirada debe ser progresiva. La
recuperación completa de la función suprarrenal suele producirse en unos 2
meses, aunque puede llegar a tardar 18 meses o más.
Aspectos farmacocinéticos
Los glucocorticoides de aplicación terapéutica son numerosos. Aunque el cortisol,
la hormona endógena, se utiliza con frecuencia, es más habitual el empleo de
derivados sintéticos. Tales derivados presentan diferentes propiedades
fisicoquímicas así como niveles de potencia variables y se han desarrollado
fármacos adaptados para su administración por distintas vías.
Pueden administrarse por vía oral, sistémica o intraarticular; se administran en
aerosol para las vías respiratorias, en gotas para los ojos o la nariz, o en cremas o
pomadas para la piel. Los efectos tóxicos sistémicos son mucho menos probables
cuando se administran tópicamente, salvo que se empleen cantidades muy
elevadas. Cuando sea necesario el uso prolongado de glucocorticoides
sistémicos, la posología a días alternos puede reducir la supresión del eje HPA y
otros efectos adversos.
Como moléculas de pequeño tamaño y naturaleza lipófila es probable que los
glucocorticoides accedan a sus células diana mediante difusión simple. La
hidrocortisona presenta una semivida plasmática de 90 min, aunque sus
principales efectos biológicos no aparecen hasta después de 2-8 h. Su
inactivación biológica, la cual tiene lugar en los hepatocitos y otros tipos celulares,
comienza con la reducción del doble enlace entre C4 y C5. La cortisona y la
prednisona son inactivas antes de ser convertidas in vivo en hidrocortisona y
prednisolona, respectivamente. Los glucocorticoides endógenos son transportados
en el plasma unidos a la globulina transportadora de corticoesteroides (CBG) y la
albúmina. La CBG transporta el 77% de la hidrocortisona, pero muchos
glucocorticoides sintéticos no se unen a ella. La albúmina presenta una menor
afinidad por la hidrocortisona, pero transporta tanto los esteroides sistémicos como
los sintéticos. Los esteroides fijados a la CBG y a la albúmina son biológicamente
inactivos. La aplicación clínica de los glucocorticoides se expone en el recuadro
clínico. La dexametasona tiene una aplicación especial: puede emplearse para
estudiar la función del eje HPA mediante la prueba de supresión con
dexametasona. Una dosis relativamente pequeña, generalmente administrada por
la noche, debería suprimir la secreción hipotalámica e hipofisaria, reduciendo
globalmente la secreción de ACTH y la síntesis de hidrocortisona; la concentración
plasmática de hidrocortisona se determina 9h después. La ausencia de supresión
indica una hipersecreción de ACTH o de glucocorticoides (síndrome de Cushing).
GLUCOCORTICOIDES
Malgor y Valsecia
ESTRUCTURA QUIMICA Y NOMENCLATURA DE LOS GLUCOCORTICOIDES:
Los corticoides suprarrenales derivan del ciclopentanoperhidrofenantreno, por lo
que son llamados esteroides. La hidrocortisona posee 21 Ætomos de carbono. En
su estructura se distinguen 4 anillos denominados A, B, C, y D que no estÆn en
un solo plano en el espacio, de tal manera que la orientacin de los grupos unidos a
los anillos es de gran importancia en su actividad biolgica.
MECANISMO DE ACCIÓN:
Los glucocorticoides ingresan a la célula por difusión pasiva, y se enlazan al
receptor intracelular, formando el complejo esteroide-receptor. El receptor de
GCC es un polipéptido de cadena simple de 777 aminoácidos y de
aproximadamente 90.000 daltons de P.M. Este receptor estÆ presente en la
mayora de las células de mamíferos. El DNA. complementario del gen del
receptor estÆ localizado en el cromosoma 5. El receptor de GCC estÆ dividido en
3 dominios funcionales:
1) un dominio enlazador de esteroides carboxi-terminal;
2) un dominio enlazador de DNA en el centro de la molécula, el cual es homólogo
al dominio enlazador de DNA del receptor de todas las hormonas esteroideas y
tiroideas así como del oncogene erbA y
3) un dominio amino-terminal, llamado dominio inmunogenico, cuya función es
desconocida. Este dominio representa el 45-50 por ciento de los aminoácidos de
la molécula del receptor y podrá contribuir a la especificidad del receptor de
esteroides en la transcripción de genes. Una vez que se une el GCC al receptor se
produce un cambio conformacional que se lama transformación o activación. En
este cambio hay una pérdida de una proteína del receptor llamada proteína 90 de
shock térmico (HSP 90, o heat shock protein 90, que es sintetizada por bacterias y
mamíferos en condiciones de shock térmico o de otro tipo) y se pierden también
otras proteínas intracelulares, se produce la dimerización del complejo y la
traslocación al núcleo.
Se considera que la liberación de esta proteína de función desconocida es
importante para la transformación del receptor y que el complejo esteroide-
receptor llegue al núcleo y reaccione en forma efectiva con la cromatina nuclear.
El complejo dímero interactúa con la cromatina nuclear con genes específicos y
modula su transcripción. La secuencia de DNA en la región regulatoria de genes
que responden a los GCC donde actúa el complejo esteroide-receptor se llama
elementos que responden a GCC. Los efectos específicos de los GCC sobre las
funciones celulares son ejercidos por un incremento o disminución en la síntesis
proteica final. Así la transcripción y síntesis de proteínas específicas resulta
estimulada por los corticoides. El efecto de tipo anabólico
ocurre en numerosos órganos y tejidos (hígado por ejemplo), sin embargo en
otros tejidos, como por ejemplo el linfoide, el efecto final es catabólico, inhibitorio,
sugiriendo la síntesis de proteínas inhibitorias responsables de los efectos
catabólicos.
Las hormonas o drogas de naturaleza química esteroide poseen receptores
específicos intracelulares. Por lo tanto los GCC para interactuar con dichos
receptores deben atravesar las membranas, lo que pueden hacer fácilmente por
su liposolubilidad.
El receptor citoplasmático para los grupos GCC es de naturaleza proteica y la
unión origina la formación de un complejo esteroide-receptor. Esta unión origina
un cambio conformacional en la proteína receptora que permite que el complejo
esteroide-receptor ingrese al núcleo donde se une a la cromatina nuclear.