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INTRODUCCIÓN

El proceso surge en la historia de la humanidad, para poder dirimir


conflictos en la sociedad, pero esto nos lleva a la búsqueda de la verdad acerca
del procedimiento, pero para determinar esto ¿sabemos que es la verdad? y,
¿Cómo es que se relaciona con el proceso judicial? Pero, la palabra verdad
abarca conceptos tan diversos y además muy variados, como la honestidad, la
buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los
conocimientos; cosas que se afirman como realidades; los hechos o la cosa en
particular; así como la relación de los hechos o las cosas en su totalidad en la
constitución del todo.

Se ha establecido que la verdad de los hechos en un juicio es un


presupuesto indispensable de una sentencia que resuelva el conflicto en forma
justa, y por ello, a lo largo de este trabajo analizaremos la importancia de la verdad
y del funcionamiento en los procesos judiciales y cómo impacta a la solución de
litigios en el trasfondo del tipo de pruebas que conllevan al resultado de dicha
sentencia.

I. CONTEXTO EN EL PROCESO JUDICIAL

1
El proceso según Alvarado, A. (2003) “debe ser definido a partir de lo que
es y no por lo que hace, ni menos quienes lo realizan, de forma tal que el proceso
solo es un medio pacífico de debate dialectico, mediante el cual, los antagonistas
dialogan entre sí, para lograr la resolución por una autoridad imparcial, de los
conflictos intersubjetivos de intereses que mantienen y cuya razón de ser se halla
en la necesidad de erradicar la fuerza ilegítima en una determinada sociedad”. 1

El contexto del proceso judicial puede resultar parecido a otros en los


cuales puede surgir el problema de establecer si son verdaderos o falsos. Pueden
llegar a existir varias posturas acerca de la finalidad de un proceso judicial. Desde
los que consideran que su función es simplemente terminar una controversia, por
lo que se excluye que tenga como finalidad la determinación de la verdad de los
hechos; otra postura es de quienes consideran que la función del proceso es
aplicar la ley, es decir, poner en práctica el derecho y garantizar los derechos
individuales y colectivos, esta se inclina por la determinación de la verdad de los
hechos como finalidad para poder acercarse al objetivo principal del proceso. La
verdad que da fundamento a las resoluciones judiciales no se identifica con la
verdad de los hechos, aunque esté determinada por ellos y vaciada en formas
probatorias.

Taruffo, M. (2012), establece que el problema de la verdad de los hechos


resulta ser jurídica y lógicamente relevante, ya que en la medida que se
comprueba la veracidad de las declaraciones depende la posibilidad de aplicar
válidamente la norma que toma la decisión y la justicia de la misma. Sin embargo,
incluso las declaraciones que describen los hechos lógicamente relevantes deben
estar establecidas como verdad, ya que de lo contrario no podrían ser válidas para
la formulación de un hecho jurídicamente relevante. 2

Por otra parte, Florián, M., establece que existen dos tipos de verdades: la
formal y la material, en donde la primera es la que se presenta por disposición o
atribución de la ley y que generalmente es propia del proceso civil, y la segunda

1
Alvarado, A. (2003). Pag. 190
2
Taruffo, M. (2012). Pág. 36.

2
debe actuar como criterio vivificador en el campo del proceso penal, para que
tenga vía libre para imponerse y no encuentre obstáculos ni tropiezos en la ley. 3

Al respecto de esto, Taruffo, M. establece que existen confusiones al


respecto, y una de ellas es la idea que se tiene que el proceso serio posible con
una verdad procesal o formal, mientras que fuera del proceso se podría llegar a la
verdad verdadera o real. Sin embargo es infundada por otro lado, los que
sostienen esta distinción hablan de una verdad solo formal o procesal fundándose
en la circunstancia de que en el proceso existen normas que regulan la
admisibilidad de las pruebas, su adquisición y valor probatorio, esto se advierte
que todos los procesos son diferentes por lo que no se admite la verdad de los
hechos, hay procesos que son ineficientes en cuanto a la búsqueda de la verdad
porque se excluyen pruebas relevantes y hay otros que favorecen la búsqueda de
la verdad ya que todas las pruebas son admitidas porque los métodos de
actuación son eficaces.4

II. LA VERDAD COMO FIN DE LA PRUEBA

La doctrina procesal clásica considera que el fin de la prueba es la búsqueda


de la verdad. Muchos juristas consideran lo mismo acerca de la finalidad de la
prueba, entre ellos, el jurista Bentham, J. (1959), establece que “la prueba es un
medio que se utiliza para establecer la verdad de un hecho, medio que puede ser
5
bueno o malo, completo o incompleto.” Por su parte, Bonnier, E., sostiene que
“se descubre la verdad cuando hay conformidad entre las ideas y los hechos del
orden físico o del orden moral que se desea conocer. Probar es establecer la
existencia de esta conformidad y las pruebas son los diversos medios por los
6
cuales se llega la inteligencia al descubrimiento de la verdad.”

3
Gómez, C. & Biseño, M. (2016). Pág. 500
4
Taruffo, M. (s.f.) pág. 245.
5
Bentham, J. (1959), pág. 30
6
Bonnier, E. (1869). pág. 5

3
La prueba es el instrumento que utilizan las partes desde hace siglos para
demostrar la veracidad de sus hechos, y del cual se sirve el juez para decidir al
respecto a la verdad o falsedad de los enunciados facticos. En términos generales
se pueden considerar como racionalmente admisibles todas las pruebas típicas o
atípicas que sean relevantes, y se excluyen aquellas pruebas que, aun siendo
relevantes, sean calificadas como inadmisibles por alguna norma jurídica
específica, un ejemplo son las pruebas ilícitas que trasgreden los derechos del
imputado y del proceso. Naturalmente lo que se prueba puede ser también la
falsedad de determinados hechos.

Si en el proceso, como se ha dicho, verdadero significa probado, es decir,


confirmado por las pruebas, queda, aún, el problema de establecer cuándo es
posible decir que una proposición factual se considera probada en base a las
pruebas que la confirman. El problema se plantea en cuanto puede ocurrir: a) que
las pruebas adquiridas en el juicio no permitan extraer ninguna conclusión
significativa sobre la verdad o falsedad de una proposición factual; b) que las
pruebas adquiridas en el juicio en realidad confirmen la falsedad de tal
proposición; o bien: c) que las pruebas confirmen la verdad de la proposición, pero
en un grado limitado, no suficiente para que se pueda concluir que se trata de una
aceptable aproximación a su verdad alética. Es entonces necesario acudir a
criterios o estándares en función de los cuales se pueda decir que el grado de
confirmación probatoria de una proposición es tal como para justificar la
conclusión según la cual puede considerarse probada, y, por tanto, verdadera.

Por lo que existen limitaciones, intrínsecas al contexto en el cual se usa la


prueba judicial, pueden influir sobre el grado de verdad que puede ser atribuido a
los enunciados, pero no excluyen que, a través de las pruebas, se determine la
verdad o falsedad de estos enunciados y que, por lo tanto, se conozcan los
hechos de los cuales se ocupan esos mismos enunciados. Al hablar de prueba
persuasiva se puede decir que no es totalmente verdadera, ya que el abogado es
quien usa las pruebas no con el fin de conocer o de comunicar conocimientos, si

4
no con el fin de convencer al juez sobre la credibilidad de su versión de los
hechos.

Otro punto de vista es el del Juez, y para dar cuenta de él, es mejor la
concepción cognoscitiva de la prueba, el juez debe fundar su decisión
exclusivamente en pruebas admisibles, por tanto, debe someter a control critico
las fuentes de su convencimiento (verificando la autenticidad y la credibilidad o
falsedad de la prueba). Las inferencias que formula de un enunciado a otro y la
fundamentación de las conclusiones que extrae.

Taruffo, concluye que a pesar de todas las dudas que se puedan tener
respecto del concepto general de “verdad como correspondencia”, este concepto
de verdad es el único que resulta sensato en el contexto del proceso. Hay dos
argumentos que valen la pena destacar. El primero es que la norma sustantiva
que usa el Juez como criterio para la decisión, se haya verificado fuera del
proceso y de sus narraciones, es decir en el mundo de los acontecimientos reales.
Si este hecho no se ha producido en la realidad, no se puede aplicar la norma y si
se hace es suficiente para calificar como injusta. La segunda razón, es que en el
proceso se usan pruebas y que estas no sirven para producir narraciones, sino
para proporcionar informaciones sobre acontecimientos que se conjetura que
sucedieron fuera del proceso.

CONCLUSIÓN

Cabe destacar que en cuanto a la verdad en el proceso surgen teorías


epistémicas y contra epistémicas, en donde en la primera se tiene como finalidad
llegar a la verdad por cualquier medio que haga esto posible incluso trasgrediendo
derechos de las partes, por lo que admitiría pruebas ilícitas con tal de descubrir la
verdad de los hechos. Por otra parte, la segunda tiende a vincularse con una
teoría ius positivista en donde van a prevalecer los derechos de las partes, tienen
como finalidad proteger otros valores distintos a la verdad, por lo que no le es de
5
importancia la verdad si no se cumplen con las normas establecidas en un
ordenamiento jurídico. Si bien es cierto vivimos en un Estado garante de derechos
humanos, resulta difícil adoptar una verdad epistémica.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

1.- Alvarado, A. (2003). “El Debido Proceso de la Garantía Constitucional”.


Editorial Zeus.

2.- Taruffo, M. (2012). “Verdad y Proceso”. México: Biblioteca Jurídica Virtual del
Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Disponible en:
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/reforma-
judicial/article/view/8815/10866 [Consultado el 02 de marzo de 2019]

3.- Gómez, C. & Briseño, M. (2016) “Nuevos Paradigmas del Derecho Procesal”.
México: Biblioteca Jurídica Virtual del Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4250/27.pdf
[Consultado el 02 de marzo de 2019]

4.- Bentham, J. (1959). “Tratado de las Pruebas Jurídicas” Buenos Aires.

5.- Bonnier, E. (1869). “Tratado Teórico Practico de las Pruebas en el Derecho


Civil y Penal”. Revista Legislación.

6.- Bilbao, F. (2014) “La Búsqueda de la Verdad en el Proceso: Una Visión Crítica
del Procedimiento Laboral Chileno”. Revista Chilena de Derecho del Trabajo y de
la Seguridad Social.

7.- Zinny, J. (2016). “El Concepto de Debido Proceso”. Biblioteca Jurídica Virtual
del Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Disponible en:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4250/9.pdf [Consultado el 03
de marzo de 2019]

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