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FASE I
DEFINICIÓN
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FASE I

DEFINICIÓN

1. TEORIZACIÓN DE LA CATEGORÍA

1.1. BASES DOCTRINALES, LEGALES Y JURISPRUDENCIALES

Las bases normativas y doctrinales se encuentran integradas por las

diferentes teorías, enfoques teóricos, estudios y antecedentes en general

que se refieren al problema de la investigación. El desarrollo de éstas

orientan el rumbo del proceso de investigación, ayudando a precisar y a

organizar los elementos obtenidos en la descripción del problema, de tal

forma que pueda n ser manejados y convertidos en acciones concretas.

1.1.1. DOCTRINA PROBATORIA VENEZOLANA

Carnelutti, (1997, p. 24) indica que la prueba es considerada como

“aquella que no solo sirve para el conocimiento del hecho, sino también como

la certeza o convicción que aquella proporciona, siendo en sentido amplio, un

equivalente sensible del hecho que habrá de valorarse”. la prueba constituye

la actividad que se propone demostrar la existencia o inexistencia de un

hecho y la verdad o falsedad de una afirmación.

En este sentido se puede decir que existe dos orientaciones para trazar

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el concepto de prueba; una primera orientación, de carácter sustantivo o

material, que es la que define la prueba como aquella actividad que se

propone demostrar la existencia o inexistencia de un hecho, la verdad o la

falsedad de una afirmación; orientación que arranca desde un punto de vista

sólido, pero que ofrece el inconveniente de su imposibilidad práctica, puesto

que la real obtención en el proceso de una demostración de este tipo de

teórica y prácticamente imposible.

Ambas concepciones material y formal pueden superarse, si se ve en la

prueba, no una actividad sustancialmente demostrativa ni de mera fijación

formal de los datos, sino un intento de conseguir el convencimiento

psicológico del Juez con respecto a la existencia o inexistencia, la veracidad

o la falsedad de los datos mismos.

En este orden de ideas, Bello, (2000, p. 19) comenta que el concepto de

prueba comprende en un sentido jurídico:

a. La acción de probar, o sea de aportar los elementos


suficientes capaces de llevar al ánimo del juez la convicción
necesaria que le permite plasmar en su sentencia la exacta
realidad de los hechos.
b. Como el producto de la acción de probar; y
c. Como el logro obtenido por el examen concienzudo de
esos medios de pruebas traídos al proceso, que serán los
vehículos esclarecedores de los hechos alegados y
controvertidos, lo cual nos lleva a establecer la noción de la
prueba.

Al referirse a la noción de prueba, Bello, (2000, p. 20) considera que

siempre es fácil llegar a una exacta definición de lo que en el proceso se

entiende por pruebas, ello debido a las dificultades para perfilar sus límites y
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precisar su verdadero contenido, lo cual se debe señaladamente en que en el

ámbito procesal, en ocasiones se relaciona con el tráfico jurídico en general,

pero también se relaciona con el dominio de la lógica, con la investigación en

las diferentes ciencias y con su gran relieve e importancia en las relaciones

sociales y humanas.

A cuyo efecto Carnelutti, (1997, p. 23) comenta, que “el probar es una

actividad del espíritu dirigida a la verificación de los hechos que se intentan

conocer o dar por conocidos”. De esta manera, en el proceso el Juez debe

valorar jurídicamente el hecho, circunscribiéndose úni camente a los alegados

y probados por las partes contendoras, ya que en ellos deberá asentar el

fundamento de su decisión, por lo que cuando el hecho no se haya presente,

es decir, cuando no puede apreciarse por los sentidos, sino que debe

evidenciarse por operaciones del intelecto para darle su debida valoración, el

sentenciador ha de servirse de procedimientos o recursos que le permitan su

cabal conocimiento, lo que se logrará a través del uso de las pruebas.

Hecho un esbozo de los distintos conceptos que de prueba han dado los

doctrinarios, los investigadores, definen la prueba como la razón o argumento

tendiente a demostrar en un proceso, la existencia o inexistencia de los

hechos controvertidos sobre los cuales recaerá la jurisdicción, en otros

términos , la razón o argumento tendiente a demostrar la verdad o falsedad

de los hechos sobre los cuales se litiga en el proceso.


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1.1.1.1. EL CONCEPTO DE PRUEBA JUDICIAL

Según Echandia (1973, p. 15) indica que se entiende por prueba judicial

el conjunto de reglas que regulan la admisión, producción, asunción y

valoración de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al Juez

la convicción sobre los hechos que interesan al proceso.

Asimismo, Carnelutti (1955) define la prueba judicial como el conjunto de

las normas jurídicas que regulan el proceso de fijación de los hechos

controvertidos. Pero las palabras fijación de los hechos fijación de los hechos

pueden hacer pensar que se trata del sistema de la tarifa legal, por lo cual se

prefiere hablar de demostración o comprobación y, mejor aún, de convicción

del Juez sobre tales hecho, para incluir así los dos sistemas de valoración

que más adelante se estudiará.

En un sentido amplio la institución de la prueba es el conjunto de normas

jurídicas procesales que regulan la prueba y los medios de prueba.

1.1.1.2. EL OBJETO DE LA PRUEBA JUDICIAL

Para Pierre (1983) siendo la prueba la razón o argumento tendiente a

demostrar en el proceso la verdad o falsedad de los hechos que se

controvierten, su importancia precisamente radica en que el operador de

justicia, el decisor, conozca la verdad de los hechos gracias a ellas, es decir,

que conozca la existencia o no de los hechos sometidos a su jurisdicción

gracias a la existencias en el proceso de esas razones o argumentos.


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En este sentido, Bello (1986) indica, que el Juez es un sujeto ajeno a los

hechos extraprocesales que originan la controversia que se somete al

conocimiento judicial, circunstancia ésta que trae como consecuencia, que

dentro de la secuela de la litis, las partes tengan que reconstruir y demostrar

los hechos que sirven de sustento del derecho pretendido, teniendo al efecto

que utilizar los medios de pruebas que sean permitidos en la ley, para elevar

al conocimiento del decisor los elementos que influenciarán en su fuero

interior, que lo guiarán a inclina la balanza a favor de uno de los contendores,

y es precisamente a través de las pruebas, que el Juez podrá establecer la

veracidad de los hechos traídos al proceso para emitir su fallo dirimidor,

siendo ésta la importancia que reviste la prueba dentro del proceso.

De esta misma circunstancia emerge la finalidad de las pruebas, la cual

no será otra que llevar al proceso el conocimiento de la verdad o falsedad de

los hechos que se controvierten en la litios, en otras palabras, llevar a la

convicción, la certeza o la existencia de un hecho que el Juez ignora, vale

decir, lo que se persigue a través de la actividad probatoria, es provocar la

convicción del Juez en torno a la existencia de un hecho.

1.1.1.3. LA DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA

Según Pérez (2004, p. 108), la noción de carga de la prueba es una de

las fundamentales en la terminología de la prueba y de las que mayor

importancia práctica comporta. El significado de la noción de carga de la

prueba reside en el hecho de que las regulaciones sobre quien debe probar y
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sobre qué, cómo y cuándo debe probar en el proceso, implicarán siempre,

ineludiblemente, un conjunto de reglas para resolver las distintas cuestiones

de hecho (quastio facti) sobre las cuales deba resolver el tribunal en un juicio

dado.

La noción de la carga de la prueba no ha sido estático o inmutable a lo

largo de la historia, y aunque los romanos, en la época de mayor esplendor

de sus concepciones jurídicas, abrazaron el principio de la distribución

positiva de la carga (a cada uno corresponde probar lo que alega). El

problema fundamental de la carga de la prueba en el proceso es, pues, el de

su distribución entre las partes y a eso debe atenerse el juez a la hora de

decidir, cuando haya escasez, insuficiencia e incluso ausencia de actividad

probatoria y de resultados probatorios aportados por las partes.

Indica Pérez (2004, p. 108) que los sistemas fundamentales de

distribución de la carga de la prueba son:

a. El sistema igualitario positivo, que es el imperante en los procesos no

penales contemporáneos y que consiste, en que todas las partes tienen por

igual el deber de probar los hechos que aleguen cuando necesiten ser

probados.

b. El sistema igualitario positivo – negativo, según el cual todas las partes por

igual tienen el deber de probar lo que alegan y de refutar lo que alega su

contraparte, y que hoy está en completo desuso por su tendencia a la

exigencia de prueba del hecho negativo.

c. El sistema unilateral negativo, absolutamente contrario a la razón humana


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y hoy casi completamente desterrado de los ordenamientos jurídicos actuales

(aun cuando vive cómo rémora cultural cavernaria en la conciencia de los

pueblos) y según el cual, el imputado o el demandado deben probar la falta

de fundamentación de las imputaciones que se le hacen, sin que el acusador

o demandante deben producir mayores probanzas.

d. El sistema unilateral positivo, prevaleciente hoy en los ordenamientos

procesales penales de tipo acusatorio y conforme al cual, las partes

acusadoras tienen que probar los hechos que imputan, sin que el imputado

tenga el deber de probar cosa alguna.

Obviamente la distribución de la carga de la prueba la realiza el

legislador mediante normas jurídicas que están contenidas o forman parte del

ordenamiento procesal. Es el caso particular de Venezuela, el artículo 506

del Código de Procedimiento Civil (1986), contiene una clara norma de

distribución de la carga de la prueba en el proceso civil. Dicha norma reza

así:

Las partes tienen la carga de probar sus respectivas


afirmaciones de hecho. Quien pida la ejecución de una
obligación debe probarla, y quien pretenda que ha sido
libertado de ella, debe por su parte probar el pago o el hecho
extintivo de la obligación.
Los hechos notorios no son objeto de prueba.

Como puede apreciarse, hoy día y después de múltiples avatares, la

carga de la prueba en los procesos no penales, es entendida, en principio, en

sentido positivo, o sea, como el deber de quien es parte en un proceso

jurisdiccional, de probar aquellos hechos alegados por dicha parte que


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efectivamente necesiten ser probados, es decir, que no sean notorios,

admitidos por la contraparte expresa o tácitamente o resulten

manifiestamente inatinentes al caso, sin que el no hacerlo le acarree

sanciones o reprimendas o una pérdida patrimonial per se, ni siquiera la

pérdida automática del juicio.

Por tanto, afirma Pérez (2004, p. 109), la carga de la prueba es una

opción de conducta a seguir por cada parte en un proceso; pero cuando una

parte opta por no probar los hechos que alega, los deja en entredicho y, a

menos de que se trate, como se ha dicho, de hechos notorios o que la

contraparte los acepte, se tendrán por no justificados.

Por esto, cuando en un proceso no penal, una parte opta por no probar,

y la otra ha probado defectuosamente, o cuando todas las partes en un

proceso de ese tipo no han articulado prueba alguna, el juez, quien tiene la

obligación de decidir el proceso, y no puede decretar un empate (non liquen),

debe establecer un balance entre los hechos alegados por una parte y su

negación, falta de contradicción o aceptación expresa por la contraparte,

para determinar cuáles pueden considerarse probados y cuáles no, a los

efectos de la decisión de fondo. Es por esto que las normas sobre la carga

de la prueba se convierten en reglas para decidir el proceso, en reglas de

juicio.

Para los investigadores, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo adopta

como sistema de distribución de carga de la prueba el sistema igualitario

positivo, pero pone en cabeza del empleador, sea actor o demandado, la


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carga de probar las causas del despido o del pago de las prestaciones

debidas, lo cual no supone mayor problema tratándose de hechos positivos.

El trabajador, en cambio, goza de la presunción de existencia de la

relación de trabajo, lo que pone en cabeza del patrono la carga de probar su

inexistencia, lo que supone la dificultad de la prueba del hecho negativo. Sin

embargo, se entiende que sin esa presunción a favor del trabajador todo

juzgamiento en materia laboral sería cuesta arriba para éste. Es evidente que

es mucho más fácil para el patrono probar que una persona nunca trabajó a

de verdad, que para el trabajador acreditar una relación de empleo. En este

sentido, la presunción de existencia de la relación de trabajo a favor de

trabajador debe conducir a la inversión de la carga de la prueba en aquellos

casos donde el patrono desconozca los documentos que aquel le opone. De

tal forma, la experticia debe correr por cuenta del patrono.

1.1.1.4. ADECUACIÓN Y ADMISIBILIDAD DE LAS PRUEBAS

JUDICIALES

En cuanto a la adecuación y admisión de las pruebas judiciales del

proceso laboral venezolano, el Artículo 75 de la Ley Orgánica Procesal del

Trabajo establece que las mismas se deben admitir dentro de los cinco (5)

días hábiles siguientes al recibo del expediente, el Juez de Juicio

providenciará las pruebas, admitiendo las que sean legales y procedentes y

desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales o impertinentes. En

el mismo auto, el Juez ordenará que se omita toda declaración o prueba


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sobre aquellos hechos en que aparezcan claramente convenidas las partes.

Las pruebas promovidas en estado de audiencia preliminar, serán

admitidas por el Juez de Juicio al recibo del expediente, el cual debe

remitírselo el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución al día

siguiente de transcurrido el lapso para contestar la demanda, a los fines

principales de la decisión de la causa. La contestación a la demanda tiene

lugar dentro de los cinco días hábiles siguientes al cierre de la audiencia

preliminar.

Como lo expone Pérez (2004, p. 112) en cuanto a las bases sobre las

que el Juez de juicio debe decidir la utilidad pertinente, necesidad y legalidad

de las pruebas, es preciso decir que dicha cuestión tiene una indudable base

constitucional que atañe al debido proceso y que hace susceptible la materia,

incluso, del recurso de amparo.

La admisión de la prueba es la autorización o conformidad del sujeto

director del proceso o la investigación para que un medio probatorio sea

incorporado al proceso, bien por incorporación directa de la fuente de prueba

o bien mediante la orden de realizar la actividad tendiente a buscar dicha

fuente (ordenación de prueba).

Vista esa dicotomía en lo que puede considerarse como admisión de

pruebas, según Pérez (2004, p. 113) la doctrina ha distinguido entre admisión

de prueba propiamente dicha, es decir, la incorporación directa de un medio

de prueba ya elaborado, como puede ser la agregación de un documento a

las actuaciones; y la ordenación de la prueba, o sea la orden de realizar una


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actividad encaminada a buscar y fijar la prueba, como podría ser la citación

de un testigo para ser interrogado, o la orden de practicar una inspección

ocular.

En realidad, si bien esta distinción doctrinal es acertada desde el punto

de vista lógico, lo cierto es que en la práctica ambas situaciones son tratadas

bajo el rubro de admisión de prueba, pues cuando el órgano actuante

dispone que se haga lo uno o lo otro, está dando entrada a los elementos de

valoración que pretende el promoverte, oferente o proponente de la prueba.

De tal manera, la admisión de la prueba es la respuesta positiva a la

proposición, promoción u ofrecimiento de la prueba.

1.1.1.5. CLASIFICACIÓN DE LAS PRUEBAS

Para los doctrinarios las pruebas se clasifican, según:

a. Sistema de prueba libre o de libre apreciación

Bello (1986, p. 85) indica que

en este sistema se otorga al Juez una libertad absoluta en la


apreciación de las pruebas producidas, que este sistema no
solo le concede al poder de considerarla, sin requisitos legales
de especie alguna, sino que llega hasta el poder de
seleccionar las máximas de experiencias que han de servir
para su valoración. La convicción es el efecto de la
apreciación de las pruebas, en la cual hay una plena libertad.

Echandia (1986, p. 100) establece unos requisitos al sistema de libre

apreciación por el Juez, a saber:

- Que la libre apreciación debe ser razonada, critica, basada en


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las reglas de la lógica, la experiencia, al psicología, la sana


crítica, y no arbitraria.
- Que ese proceso de convicción debe explicarse en la
motivación del fallo, para cumplir los requisitos de publicidad y
contradicción, que forman parte del principio constitucional del
debido proceso y del dere cho de defensa.
- Que dado las modalidades del sistema, como es el caso de
los jurados de conciencia, debe facultarse al Juez de la causa
para tener cierto control en caso de decisiones contrarias a la
evidencia.

b. Sistema de la Prueba Legal en sentido estricto

Existe sistema de pruebas legales cuando la ley señala previamente al

Juez el grado de eficacia que debe atribuir a determinado medio probatorio.

Al decir de Carnelutti (1952, p. 371) “se llama prueba legal cuando su

valoración está regulada por la ley”.

Según el autor, la valoración de las pruebas tiene lugar mediante el

empleo de reglas de experiencia, las cuales se transforman en virtud del

mandato de la ley en regla legal. Está obligación de aplicarla se impone al

Juez, no sólo para aplicar la regla de experiencia, sino, también, en cuanto a

las reglas de interpretación.

Siguiendo con el autor, la valoración este destinada a reconocer la

eficacia o ineficacia para establecer la verdad. Por tanto, cuando la ley

establece reglas para su valoración de las pruebas, esto se resuelve

necesariamente en atribuir a las pruebas una eficacia legal o, mejor, en

establecer su eficacia total o parcial, o bien su ineficacia.

Como expresa Carnelutti (1952) el sistema de tarifa legal, se ha


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caracterizado por la exageración de preverlo todo y regularlo todo, es decir,

un sistema rígido, que da a los medios probatorio respecto a determinados

hechos un valor inalterable y constante, independiente del criterio del Juez,

que se limitaría a aplicar la ley a los casos particulares.

Para los investigadores, el sistema de tarifa legal surgió con la intención

de limitar la arbitrariedad del juzgador, un poco como defensa del acusado

frente al Juez y como ayuda para éste, para suministrarle la experiencia

uniforme y codificada del juzgamiento. Entre las ventajas que se le

consideran al sistema de prueba tasada se dice que facilita una mayor

confianza en la justicia, puesto que las sentencias se someten a la ley.

c. Sistema de la Sana Crítica o persuasión racional

Según Couture (1958) este sistema proviene del modelo de la ley

española de 1855, el cual fue tomado por diversos países en sus

codificaciones. Este concepto configura una categoría intermedia entre la

tarifa legal y la libre apreciación. Se han pretendido superar la excesiva

rigidez de la primera y la excesiva incertidumbre de la segunda.

Por tanto, las reglas de la sana crítica son, ante todo, las reglas del

correcto entendimiento humano. Las pruebas se apreciaran por el Tribunal

según la sana critica observando las reglas de la lógica, los conocimientos

científicos y las máximas de experiencias.


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1.1.1.6. VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS

Los autores respecto a los sistemas de valoración y apreciación de las

pruebas han tratado de clasificar los que se aplican en diversas etapas

históricas y legislaciones. No hay un criterio único, Rocha (1990, p. 97)

reducidos a su más simple expresión, no son sino tres: el de tarifa legal; el

del íntimo convencimiento que por ciertos respectos podría llamarse “de

conciencia”, y el de persuasión racional.

La valoración de las pruebas se podrá realizar básicamente por alguno

de los tres siguientes sistemas: 1) el de la prueba legal, en el que el

legislador establece el valor que se debe dar a cada uno de los medios de

prueba practicados; 2)el de li bre apreciación razonada o sana critica, que

faculta al juzgador para determinar en forma concreta la fuerza probatoria de

cada uno de los medios practicados, y 3) un sistema mixto, que combina los

dos anteriores.

A pesar de su denominación, los tres sistemas están sujetos a los

principios y disposiciones jurídicas que regulan la prueba y el proceso. En

este sentido Carrara citado por Ovalle (1996) en cuanto al juicio sobre el

hecho, el juez no tiene verdadero arbitrio ni aun donde se acepta la libre

apreciación; porque debe siempre convencerse según el proceso y según la

razón.

En cualquiera de los tres sistemas, la valoración del juzgador estará

sujeta al principio de la legalidad en su sentido más amplio. Aun en el


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sistema de libre apreciación razonada, el juzgador no podrá concederle

fuerza probatoria a aquellos medios de prueba que se hubieren obtenido con

infracción de una disposición constitucional o legal; no podrá convalidar las

pruebas ilícitas o ilegítimas. No podrá desconocer las reglas legales sobre la

carga de la prueba para resolver el litigio cuando la parte sobre la que recaía

tal carga, no haya aportado las pruebas correspondientes (non liquen), entre

otras.

Y fuera del caso excepcional del jurado, cuyo veredicto es inmotivado, el

juzgador deberá expresar, en la motivación de su sentencia, los argumentos

y las razones que tuvo en cuenta para concederles o negarles valor

probatorio a cada uno de los medios de prueba practicados en el proceso. En

este sentido, la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia ha señalado

que pesa en el juzgador el deber de examinar absolutamente todas las

pruebas de autos, a fin de determinar con el resultado de ese análisis si se

probaron o no y en qué medida los hechos fundatorios del derecho exigido o

de las excepciones o defensas opuestas.

Esta motivación permite a las partes conocer la valoración de las

pruebas hecha por el juzgador y, en su caso, impugnarla y expresar los

motivos de la impugnación ante el tribunal de segundo grado. El análisis de

la motivación del juzgador de primera instancia y de los motivos de

inconformidad (agravios) del recurrente, permitirá al Tribunal de apelación

determinar si el juicio sobre los hechos del primero se encuentra o no

apegado a derecho y a los principios lógico jurídicos que rigen la prueba.


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1.1.1.7. MEDIOS DE PRUEBA JUDICIAL

Según Rengel (1995) los medios de prueba se dividen en pruebas

preconstituidas, esto es que existen al momento del proceso, caso de la

prueba escrita; y en pruebas que se establecen en el proceso como el

testimonio y el juramento y por otra parte en pruebas directas, que se

relacionan al mismo hecho que debe ser probado, como la que resulta de los

documentos y del testimonio y en pruebas indirectas, que se obtienen por

medio de un razonamiento como la que resulta de las presunciones.

Asimismo, Rengel (1995), indica que los medios probatorios existentes

son los siguientes:

Prueba escrita: Es aquella que resulta de los escritos redactados en

vista de servir de prueba, se denominan actas o títulos y se producen

comúnmente en la justicia; los actos pueden ser actos auténticos o bajo firma

privada. El acto auténtico es el que ha sido otorgado ante oficiales públicos

que tienen derecho de actuar en el lugar donde se otorgo el acto y con las

solemnidades requeridas p or la ley.

La primera cuestión que se presenta en cuanto a la fuerza probatoria del

acto autentico es la sinceridad de su contenido, de la firma de las partes y del

propio oficial público que lo ha instrumentado, en principio tiene una fe

absoluta y esta solo puede destruirse mediante la inscripción en falsedad. La

fe absoluta es debida en cuanto a su origen, por su fecha, y por su contenido

en cuanto a las declaraciones que emanan del oficial público.


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El autor indica, que el acto bajo firma privada esta hecho por las mismas

partes o por sus mandatarios. No es un acto que esta sometido a

formalidades en razón del principio legal del consensualismo. La condición

básica para su validez es la firma de las partes y sobre todo aquella que

asume la obligación. Si la parte no sabe firmar estará obligada a recurrir a la

firma notarial.

Para Rengel (1995), las distintas clases de actos bajo firma privada son:

1. Los actos originales. Que se hacen en el momento en que se efectúa el

acto jurídico. 2. Los actos de reconocimiento, que reemplazan un acto

original perdido. 3. Los actos de confirmación o ratificación de una obligación

viciada, que el código civil incluye dentro de la prueba aunque realmente

desbordan estas fronteras.

En cuanto, a la fuerza probatoria de los actos bajo firma privada, el autor

antes mencionado afirma que es necesario establecer la fe del acto, el

contenido del acto y la fecha del acto. Los actos privados no firmados

pertenecen a una categoría muy especial porque hacen fe aun cuando no

estén firmados por la persona a que se oponen como prueba. Son cuatro los

casos de esta categoría especial: los libros de comercio, los registros y

papeles domésticos, las menciones del acreedor sobre el título

comprobatorio de la deuda que reposa en su poder y las tarjas. El acto

legalizado es un acto mixto, en su origen es privado, y en la legalización de

las firmas es publico con la participación del notario público.

En cuanto a la administración de la prueba, el autor establece que al s


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pruebas escrita y por presunciones son administradas sin necesidad de

procedimiento especial: la primera con el depósito de los documentos en

secretaría; la segunda por el examen que hace el jue z de las circunstancias

alegadas como constitutivas de la presunción. Incidentes Relativos a la

Prueba Escrita o Documental Cuando hay controversia con la prueba escrita,

se procede mediante uno de los medios destinados a resolver esa

controversia.

Asimismo, el autor considera que los incidentes de la prueba escrita son

la verificación de escritura y la inscripción en falsedad. La verificación de

escritura es el examen que se hace en justicia de un acto bajo firma privada,

con el fin de comprobar si ha sido escrito o firmado por la persona a quien se

le atribuye u opone la inscripción en falsedad.

En términos generales, la falsedad consiste en la alteración de la verdad

en un escrito. Puede ser material o intelectual. Hay falsedad material cuando

un escrito es confeccionado mediante adiciones o supresiones; hay falsedad

intelectual cuando, al redactarse un acto, se escriben cláusulas que no son

las convenidas. Pueden ser falsos los actos auténticos.

Por otro lado, Rengel (1995) hace referencia de Las pruebas del

tribunal: El código civil no se refiere a este medio de prueba, es más bien

materia del Código de Procedimiento Civil y Penal. La prueba del tribunal en

materia civil consiste en la inspección de lugares, el peritaje y el

interrogatorio. El Art. 295 del Código de Procedimiento Civil dispone sin

limitación “cuando ocurra un caso en que el tribunal lo crea necesario, podrá


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ordenar que uno de los jueces se transporte a los lugares”.

Por tanto, si el Tribunal realiza una inspección de lugares el mismo tiene

por finalidad ofrecer un estado de los casos existentes para cerciorarse a

cabalidad de la verdad.

En cuanto al peritaje Rengel (1995) indica que el peritaje esta

establecido por el Art. 302 Código de Procedimiento Civil “cuando procediere

un informe de peritos se ordenara por una sentencia, en la cual se enunciara

claramente los objetos de la diligencia pericial”, la fé o fuerza del juicio

pericial esta indicada por el Art. 323 del Código de Procedimiento Civil “ los

jueces no están obligados a, no liga su dictamen al juez este lo admite o lo

rechaza ya que los peritos son auxiliares del tribunal para darle luz sobre un

aspecto del juicio que requiere de conocimientos especializados.

El peritaje es un medio entre el juzgador y los hechos que éste debe

conocer, y tanto más indirecta es esta prueba, si se tiene en cuenta que el

experto no conoce directamente los hechos sobre los que debe dictaminar,

sino que debe obtener información acerca de ellos a través del examen de

objetos o situaciones relacionados con tales hechos. La prueba pericial es

una prueba personal, porque su esencia es el dicho o la opinión de una

persona determinada, a quien se escoge por sus características y

conocimientos.

Con respecto a El interrogatorio Rengel (1995) indica que el

interrogatorio de las partes se obtiene a través de la comparecencia personal

ordenada por el juez. El juez inicia el interrogatorio en presencia de los


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defensores o debidamente citados en cámara de consejo, las partes pueden

negarse a responder.

Se trata de una norma universal y no tiene mayores contraindicaciones,

pero el hecho de que el interrogador única sea el Juez de Juicio, puede

comprometer, por su forma de preguntar, su imparcialidad, haciéndole caer,

incluso, en adelantamiento de opinión de fondo.

Asimismo, Rengel (1995) indica que La prueba documental y el

documento electrónico o informático: Desde el punto de vista de las

nuevas tecnologías, es particularmente importante el sistema de la prueba

libre, en tanto que se sustenta en la libre apreciación de las pruebas por el

juez. En cuanto a los medios probatorios las partes tienen a


l libertad de

probar los hechos que alegan por todos los medios de prueba a su

disposición. No todos los medios probatorios tradicionales tienen relación

directa con las nuevas tecnologías.

Desde este punto de vista, el autor mencionado, considera que solo la

Prueba Documental puede estar directamente vinculada a los avances de la

automatización tanto por la vía informática como Telemática. El documento

en sentido estricto es considerado como el “escrito o sea como un objeto o

instrumento en el que queda plasmado un hecho que se exterioriza mediante

signos materiales y permanentes del lenguaje...” y susceptible de contribuir a

la prueba de los hechos en el proceso. En su significación amplia, el

documento puede ser la representación de un hecho u objeto perceptible que

puede servir de prueba en un proceso.


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Para Bello (1986) en la tradición jurídica ha prevalecido la Teoría del

Documento como escrito impreso en papel, refrendado mediante una firma.

Desde este punto de vista se ha considerado al documento como prueba

privilegiada, única e insustituible. Se sostiene que el documento escrito,

refrendado mediante una firma o signatura no se puede modificar fácilmente.

En tanto prueba preconstituida se dice que el documento acredita, demuestra

derechos y obligaciones dentro y fuera del proceso. Así, a todo acto que sea

formalizado en documento escrito se le reconoce fuerza probatoria.

El mismo autor, indica que esta dependencia del documento escrito, a la

que rinde tanta pleitesía los abogados y jueces; hoy, es co nsiderado como un

medio de probanza bastante limitado. En razón, de que en la realidad se

vienen realizando importantes operaciones bancarias, comerciales utilizando

la vía informática o telemática en las cuales desaparece el documento como

escrito, impreso en papel para ser reemplazado por el documento

electrónico.

Para sustentar que el documento electrónico o informático es realmente

un medio probatorio Bello (1986) considera hacer referencia a la Teoría

Representativa, según esta corriente prueba es todo objeto representativo

que pueda informar sobre un hecho o sobre otro objeto. Bajo esta óptica, el

documento no está restringido a la forma escrita, ni a la naturaleza del

soporte en este caso al papel o impreso.

El documento electrónico, como lo ha señalado Rengel (1995), posee una

naturaleza (sui géneris). Por lo cual, existe una fuerte oposición a admitir que
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éste constituye un documento como cualquier otro. Se sostiene que el

lenguaje electrónico es de naturaleza magnética y un medio para hacer

funcionar a la máquina, no perceptible para el sentido humano.

Sobre este punto, Bello (1986) afirma que el documento electrónico como

cualquier otro documento posee lenguaje y escritura convencional. En tanto

que, el legislador no especifica el tipo de escritura que debe tener el

documento, éste puede tener una escritura natural o convencional.

Asimismo, la legislación admite como documentos, por ejemplo, los

microfilms, microfichas, entre otros, que requieren de la ayuda de aparatos

específicos (lectores ópticos, pantallas, entre otros) para ser visualizados y

leídos. El carácter de irreversibilidad del documento escrito, impreso en

papel, acompañado de una rúbrica es bastante relativo. El documento escrito

como el documento electrónico corren los mismos riesgos de adulteración,

pérdidas, destrucción, pueden ser protegidos por la ley penal.

Para los investigadores, a pesar de la mayor o menor libertad que

establezcan las leyes para determinar los medios de pruebas, éstos

normalmente son los siguientes la confesión, los documentos, los

dictámenes, los testimonios, la inspección judicial. Las leyes también

incluyen a las presunciones, aunque la doctrina cuestiona su carácter de

medio de prueba.
24

1.1.2. PRINCIPIOS GENERALES DE LA PRUEBA EN VENEZUELA

Según Echandia (1993, p. 57) se considera que en una teoría general de

la prueba no es posible desconocer los siguientes principios:

1) Principio de la unidad de la prueba, se encuentra básicamente

relacionado con los medios de prueba aportados por las partes; es decir;

estas al instante de ser examinadas por el juez conforman una misma unidad

probatoria que al momento de la sentencia se reflejara los medios de

valoración y apreciación que utiliza el juez para basar su decisión.

2) Principio de comunidad de la prueba, se encuentra basado al

momento en que las partes presentan en el proceso los medios probatorios

sobre los hechos controvertidos, estos no pertenecen a la parte que la

beneficia, sino que forma parte integrante del expediente y van ha demostrar

la existencia o inexistencia del hecho controvertido. Por tanto es importante

recalcar que la comunidad de la prueba persigue el desenvolvimiento y la

sentencia de la causa, ya que la valoración de las pruebas será realizada a

las mismas de manera imparcial sin que estas beneficien o no en más alto

grado a una de las partes

3) Principio del interés publico de la función de la prueba, es

esencial resaltar que aquí el juez se encuentra obligado a basar su sentencia

conforme a los parámetros establecidos en la norma juríd ica, y como

representante del estado es el primer garante de que al administrar justicia

no solo valora y aprecia los elementos presentados conforme a los intereses


25

de la partes, sino buscando la satisfacción coactiva del derecho (debido

proceso).

4) Principio de lealtad de la prueba, se utiliza de manera que al

momento de ser parte integrante del proceso no oculte o deforme la realidad

del hecho controvertido, es decir, llevando a que el juez al momento de

sentenciar lo realice de forma inequívoca. Siendo preponderante ya que para

el interés general y el buen desenvolvimiento de la prueba, estas deben ser

lo más fidedignas posibles, para que el juzgador al sentenciar no pierda la

naturaleza misma del acto procesal.

5) Principio de contradicción de la prueba, las partes activan el

aparato jurisdiccional porque objetan o disipan sobre un hecho, es decir, es

el derecho que tienen las partes a la defensa, consagrando así que todo

medio o elemento licito que pueda ser utilizado para comprobar un hecho;

teniendo las partes la libertad de hacer uso de ellos; tener conocimiento y

contradecir sobre las mismas.

6) Principio de igualdad, se refleja en la norma cuando esta establece

que las partes tienen la misma oportunidad procesal, y que estas tienen el

derecho de conocerlas e intervenir en su práctica y hacer objeción de ellas,

ya que las normas y tratados internacionales así lo establecen. Echandia

(1993)

7) Principio de publicidad de la prueba, las partes intervinientes en el

proceso deben tener acceso a las pruebas aportadas al juicio, de manera

igualitaria y equitativa ya que son derechos procesales, constitucionales con


26

que cuentan las partes.

8) Principio de preclusión de la prueba, en materia penal no se debe

aplicar y no se debe señalar términos o limites absolutos para su recepción

salvo lo inevitable para ponerle fin al proceso; donde el juez penal debe tener

la facultad para ordenar una ampliación de la instrucción así sea suspendido

la sentencia de fondo, para facilitarle la investigación de la verdad real.

9) Principio de inmediación de la prueba, en el proceso debe estar

regente este principio ya que con ello el juez tiene la autenticidad del debate

y la contradicción de la prueba, igualmente es importante que el juez sea

quien de manera mediata la dirija, además que los sujetos vinculados al caso

estén íntimamente ligados al proceso, respetando los principios generales de

la prueba.

10) Principio de concentración de la prueba, no es mas que la

practica de la prueba en la primera instancia restringiéndola en la segunda o

cuando a sido posible en aquellas o se trate de hechos ocurridos con

posterioridad o fue denegada por el juez injustificadamente o cuando el juez

o tribunal la considere útil para la verificación de los hechos.

11) Principio de libertad de la prueba, es considerado como una de los

principios fundamentales en materia del derecho probatorio, y dice que la

averiguación de la verdad debe desarrollarse sin obstáculos preestablecidos

y artificiales y que es un principio animador del proceso que domina en el

campo penal.

12) Principio de naturalidad y licitud de la prueba y del respeto a la


27

persona humana, el mismo tiene su origen vinculado a todos los convenios

y tratados internacionales que han sido suscrito por Venezuela en materia de

Derechos Humanos, podríamos así mismo señalar la Declaración Universal

de los Derechos Humanos de fecha de 1948 entre muchas otras, que han

ayudado a mejorar sustancialmente el respeto a la dignidad de la persona

humana.

13) Principio de la oralidad en la practica de la prueba, aquí se

encuentra englobado los principio de inmediación, concentración y eficacia

de la prueba; en materia penal los elementos probatorios se realizan de

forma oral y en materia civil la escrita, es decir, aunque las partes presenten

de forma oral sus pruebas esto no quiere decir que deben remplazar

documentos escritos de prueba necesarios para la comprobación de los

hechos objeto de la controversia.

Como se expreso en lo expuesto, el proceso tiene como fin la búsqueda

de la verdad, mediante la exposición de la tesis, de la antítesis y de la

síntesis, en la presentación de la acción, en la oponibilidad de la defensa y el

resultado del cuestionamiento, traducido en sentencia. Por tales motivos, el

debate procesal para su debida sustanciación, debe estar comprendido

dentro de un conjunto de principios que regulen la secuencia del proceso,

principios estos que también regulan la actividad probatoria.


28

1.1.2.1. PRINCIPIOS GENERALES DE LA PRUEBA JUDICIAL EN

VENEZUELA

Echandia (1993, p. 91) considera que en una teoría general de la prueba

judicial no es posible desconocer los siguientes principios.

1.1.2.1.1. PRINCIPIO DE LA NECESIDAD DE LA PRUEBA Y DE LA

PROHIBICIÓN DE APLICAR EL CONOCIMIENTO PRIVADO DEL JUEZ

SOBRE LOS HECHOS

Este principio se refiere a la necesidad de que los hechos sobre los

cuales debe fundarse la decisión judicial, estén demostrados con pruebas

aportadas al proceso por cualquiera de los interesados o por el Juez, si éste

tiene facultades, sin que dicho funcionario pueda suplirlas con el

conocimiento personal o privado que tenga sobre ellos, porque sería

desconocer la publicidad y la contradicción indispensable para la validez de

todo medio probatorio.

Este principio es consecuencia del sistema de la tarifa legal o de la

prueba lega, por otra parte, al sistema de la libre apreciación por el juez le

formulan la objeción de que permitiría utilizar sus conocimientos privados

sobre los hechos, violando los principios que se acaba de mencionar.

Puede hablarse, por lo tanto, del principio general de la necesidad de la

prueba, en todos los procesos, cualesquiera que sea la naturaleza de ellos, y

afirmarse que dicho principio está comprendido en la regla que le ordena al


29

juez resolver conforme a lo alegado y probado.

1.1.2.1.2 . PRINCIPIO DE EFICACIA JURÍDICA Y LEGAL DE LA PRUEBA

Este principio complementa el anterior. Si la prueba es necesaria para el

proceso, debe tener eficacia jurídica para llevarle al Juez el convencimiento o

la certeza sobre los hechos que sirven de presupuesto a las normas

aplicables al litigio, o a la pretensión voluntaria, o a la culpabilidad penal

investigada.

Por tanto, no se concibe la institución de la prueba judicial son esa

eficacia jurídica reconocida por la ley, cualquiera que sea el sistema de

valoración y de aportación de los medios al proceso, pues este principio no

significa que se regule su grado de persuasión, sino que el juez, libre o

vinculado por la norma, debe considerar la prueba como el medio aceptado

por el legislador, para llegar a una conclusión sobre la existencia o

inexistencia y las modalidades de los hechos afirmados o investigados.

1.1.2.1.3. PRINCIPIO DE LA UNIDAD DE LA PRUEBA

Generalmente la prueba que se aporta a los procesos es múltiple: a

veces los medios son diversos (testimonios, indicios y documentos); a veces

hay varias pruebas de una misma clase (varios testimonios o documentos,

entre otros). Significa este principios que el conjunto probatorio del juicio

forma una unidad, y que, como tal, debe ser examinado y apreciado por el

Juez, para confrontar las diversas pruebas, puntualizar su concordancia o


30

discordancia y concluir sobre el convencimiento que de ellas globalmente se

forme.

La importancia de este principio se pondrá de presente al tratar de la

apreciación de las pruebas. Esa unidad se refleja también en el fin propio de

la prueba judicial y en la función que desempeña; es decir, que no obstante

el interés de cada parte en sacar adelante sus propias pretensiones o

excepciones con las pruebas que aporta, en oposición a lo perseguido por la

otra con las que por su lado aduzca, existe una unidad de fin y de función en

esa prueba: obtener la convicción o certeza del Juez y suministrarle los

medios de fallar conforme a la justicia.

1.1.2.1.4. PRINCIPIO DE LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA

El principio de la comunidad de la prueba, también llamado de la

adquisición. Consecuencia de la unidad de la prueba es su comunidad, esto

es, que ella no pertenece a quien la aporta y que es improcedente pretender

que sólo a éste beneficie, puesto que, una vez introducida legalmente al

proceso, debe tenérsela en cuenta para determinar la existencia o

inexistencia del hecho a que se refiere, sea que resulte en beneficio de quien

la adujo o de la parte contraria, que bien puede invocarla.

Como el fin del proceso es la realización del derecho mediante la

aplicación de la ley al caso concreto y como las pruebas constituyen los

elementos utilizados por el Juez para llegar a ese resultado, nada importa

quien las haya pedido o aportado; desde el momento que ellas producen la
31

convicción o certeza necesaria, la función del juez se limita a aplicar la norma

reguladora de esa situación de hecho. Este principio determina la

inadmisibilidad de la renuncia o desistimiento a la prueba ya practicada, pues

sólo si se considera patrimonio procesal del aportante o peticionario o para

su solo beneficio, podría aceptarse que la retirara o dejara sin efectos.

Es decir, como consecuencia de la comunidad de la prueba, es que

cuando se acumulan o reúnen varios procesos, la practicada en cualquiera

de ellos vale para todos, porque si el juez adquiere convicción sobre un

hecho común a las diversas causas, sería absurdo que los efectos de esa

convicción dejaran de aplicarse a ellas, a pesar de que se resuelven por una

sola sentencia.

1.1.2.1.5. PRINCIPIO DEL INTERESE PÚBLICO DE LA FUNCIÓN DE LA

PRUEBA

Siendo el fin de la prueba llevar la certeza a la mente del Juez para que

pueda fallar conforme a justicia, hay un interés público indudable y manifiesto

en la función que desempeña en el proceso, como lo han en éste, en la

acción y en la jurisdicción, a pesar de que cada parte persiga con ella su

propio beneficio y la defensa de su pretensión o excepción.

Es decir, con la prueba sucede lo mismo que con la acción

primordialmente ambas protegen el interés público y general (interés del

Estado) en la declaración o realización de los derechos o su satisfacción

coactiva por la vía jurisdiccional del proceso, y cuando existe litigio, en la


32

debida y legal composición del mismo; sólo secundariamente o en forma

mediata persiguen la protección del interés privado de la parte en obtener la

declaración, la realización o la satisfacción coactiva de su derecho, es decir,

el éxito de su pretensión o se excepción.

Para los investigadores, sostener que la prueba es de exclusivo interés

privado de quien la pide o aporta, y que, asimismo, en esa circunstancia

reside el interés primordial y el fin principal de ella, equivale en el fondo a

decir que el interés y el fin primordial del proceso son privados, puesto que

aquella es el instrumento que permite a éste cumplir su función, y en

consecuencia, se caería en el mismo doble error respecto del interés que

protege y el fin que persigue la jurisdicción.

1.1.3. BASES DOCTRINALES LABORALES QUE RIGEN LA PRUEBA

JUDICIAL EN VENEZUELA

Las innovaciones de los medios de pruebas del procedimiento laboral

venezolano, tienen como objeto: acreditar los hechos expuestos por cada

una de las partes en defensa de sus derechos e intereses; producir la certeza

y la convicción en el Juez respecto a los puntos controvertidos o al cuasi

contrato de la litis; y sobre todo fundamentar las decisiones del Juez en base

a lo alegado y probado en autos.

Según Pérez (2004, p. 105) el concepto de medio probatorio o de medio

de prueba tiene dos connotaciones valida, pues, por una parte, se les define

como la actividad del juez o investigador a fin de obtener convencimiento


33

sobre determinados hechos y, por otra parte, se consideran medios de

pruebas a los instrumentos u órganos que sirven de vehículo para llevar ese

convencimiento al proceso.

Asimismo, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en su Artículo 69, indica

que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos expuesto

por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los puntos

controvertidos y fundamentar sus decisiones.

La conceptuación del medio probatorio como actividad del juzgador o de

sus auxiliares en busca de convencimiento, es acertada porque para arribar a

ese convencimiento el juez tiene que leer los documentos del proceso, hacer

la inferencia del indicio, escuchar a los testigos, o el escribiente recoger el

testimonio y el juez leerlo, entre otros. Todo esto implica actividad, pues de

nada sirve que las partes traigan documentos al proceso si el juez no los lee.

En lo que respecta a los medios de pruebas admisibles en el

Procedimiento laboral, el Artículo 70 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo

establece que “son medios de prueba admisibles en juicio aquellos que

determina la Ley, el Código de Procedimiento Civil, el Código Civil y otras

leyes de la República; quedan excluidas las pruebas de posiciones juradas y

de juramento decisorio.

Pérez (2004, p. 106) considera que las partes pueden también valerse

de cualquier medio de prueba no prohibido expresamente por la ley y que

consideren conducente a la demostración de sus pretensiones. Estos medios

se promoverán y evacuarán de la forma preceptuada en la Ley Orgánica


34

Procesal del Trabajo, y en lo no previsto en ésta se aplicarán, por analogía,

las disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes

contemplados en el Código de Procedimiento Civil, Código Civil o en su

defecto, en la forma que señale el Juez de Trabajo, cuidando siempre de no

colidir con los principios de inmediación y oralidad que rigen la Ley.

En esta norma el legislador consagra un sistema de prueba mixto, que

admite medios tasados procedentes de otras legislaciones, con la salvedad

de las posiciones juradas y el juramento decisorio, ampliamente colidentes

con el juzgamiento oral y en sana critica. Sin embargo, al admitir aquí medios

importados de la legislación civil, se estaría trasvolando a este esquema de

juzgamiento, la forma de valoración del mérito de la prueba que aquellos

ordenamientos suponen, vistos a la luz de la sana critica, aun cuando

comporten, como efectivamente comporta, tarifas legales.

1.1.3.1. LAS PRUEBAS POR ESCRITOS

Según Sainz (2004, p. 138), las pruebas por escritos son “las que

constituyen un medio de prueba de singular importancia y preeminencia en el

debate probatorio oral”.

Asimismo, García (2004, p. 164), “se refiere a documentos públicos y

privados, documentos emanados de terceros, publicaciones e informes

solicitados a terceros.

Los documentos, sean públicos o privados, reflejan la voluntad de sus

otorgantes de expresar en ellos lo que quisieron expresar. Puede decirse que


35

constituyen una confesión por parte de sus firmantes de los hechos

contenidos en dichos instrumentos. Tanto los documentos públicos, como los

privados, pueden ser producidos en juicio, en originales, o en copias, siempre

que éstas hayan sido expedidas conforme a las disposiciones legales

pertinentes.

Por eso dice el Artículo 77 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo que:

Los instrumentos públicos y los privados, reconocidos o


tenidos legalmente por reconocidos, podrán producirse en el
proceso en originales. La copia certificada del documento
público o del privado, reconocido o tenido legalmente por
reconocido, tendrá el mismo valor que el original, si ha sido
expedida en forma legal.

Esta disposición concuerda con la contenida en el encabezamiento del

artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, según el cual: “Los

instrumentos públicos y los privados reconocidos o tenidos legalmente por

reconocidos, podrán producirse en juicio originales o en copia certificada

expedida por funcionarios competentes con arreglo a las leyes”.

Pero debe entenderse que dichas copias deben serlo de los

instrumentos públicos, o de los privados reconocidos o tenidos legalmente

por reconocidos, y no copias simples o mecanografiadas de dichos

instrumentos.

Se tienen por reconocidos, considera el Artículo 1366 del Código Civil,

los instrumentos autenticados ante un Juez con las formalidades

establecidas en el Código de Procedimiento Civil, y el Código de

Procedimiento Civil, establece una normativa en relación a la autenticación


36

de instrumentos contemplados en sus artículos 927 y 928.

De modo que pueden producirse en juicio, para que surtan sus efectos

legales: 1) los instrumentos originales, tanto públicos como privados

reconocidos o tenidos legalmente por reconocidos; 2) las copias de éstos,

siempre que las mismas sean certificadas legalmente; o en defecto de éstas;

3) las copias simples de dichos instrumentos reproducidos por medios

fotográficos, fotostáticos y otro s medios claramente inteligibles, si no fueren

impugnadas por la contraparte y producidas en tiempo útil.

Al respecto escribió La Roche (2004, p. 218) , interpretando el Artículo

429 del Código de Procedimiento Civil, correspondiente al 78 de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo, la agregación en juicio de la prueba por

escrito puede hacerse mediante la consignación del instrumento original o

copia certificada expedida con arreglo a las leyes o en copia simple

reproducida por medios foto – mecánicos u otras técnicas; no así las copias

simples ológrafas o mecanográficas que por el riesgo de (lapsus calami),

inadvertidos por el amanuense, son excluidas.

Asimismo, Pérez (2004, p. 116) expone que los documentos constituyen

medios indirectos de prueba, ya que por su carácter histórico sólo informan al

Juez y a terceros sobre hechos pasados que éstos no han podido contemplar

directamente. La fuente de prueba en los documentos está constituida por las

manifestaciones o representaciones que ellos contienen.

Por lo ta nto, cuando se habla de documentos falsificados, bien sea que

se trate de falsificaciones ideológicas o relativas al contenido, o sea que se


37

trate de falsificaciones materiales o referidas a la sustancia del documento, el

documento cuestionado no constituirá prueba documental, sino prueba

material, ya que el contenido del documento falso no puede hacer prueba de

los hechos que constituyen su contenido, en tanto que el documento alterado

es traído al proceso generalmente para ser objeto de tacha.

Igualmente, Pérez (2004, p. 117) indica que los documentos que pueden

jugar el rol de prueba en el proceso laboral son, fundamentalmente, de

naturaleza extra – procesal y muy raramente intra – procesal. Los

documentos extra – procesal son aquellos que no son formados en el seno

del proceso ni con motivo de éste y que son incorporados al proceso por las

partes, por terceros o por el tribunal.

Los documentos extra – procesales son, por lo general, preexistente al

proceso y pueden consistir en escrituras públicas otorgadas ante

registradores o notarios, certificaciones de actas procesales o decisiones

judiciales provenientes de otros procesos, o simples cartas personales,

facturas mercantiles, pequeñas notas personales, publicaciones periódicas,

libros, impresiones de fax o telex y cualquier clase de impresos que

contengan textos en los que pueden apreciarse manifestaciones de voluntad

o reseña de hechos, así como también fotografías, grabaciones

magnetofónicas, filmaciones, u objetos que contengan textos de contenido

ideológico, entre otros.

Del mismo modo, Pérez (2004, p. 117) infiere que los documentos

intraprocesales son aquellos que se forman en el curso mismo del proceso y


38

sólo son prueba en los procesos dispositivos cuando se trate de probar

respecto a algún hecho ocurrido dentro del proceso que pueda tener

incidencia en la decisión de la causa, en los recursos o en el trámite de

ejecución.

En términos generales, se entiende por documentos todo medio material

donde se recojan manifestaciones de voluntad, se muestren imágenes

representativas de un estado de cosas pasadas o se deje constancia de la

ocurrencia de ciertos actos o hechos. La variedad en esto es infinita y tiene

que ver muchas veces con el tipo de hecho que constituya el proceso, es

decir, se usan los documentos tanto por los demandantes como por los

demandados, para probar o refutar los hechos y circunstancias de su interés.

1.1.3.2. PRUEBA DE EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS

Como lo refiere Sainz (2004, p. 157) se regula esta prueba de singular

preeminencia en el debate probatorio oral; fundamentalmente referido a el

derecho que tiene de carácter probatorio cualquiera de las partes que

integran la relación procesal laboral, pueda servirse de un documento que

según su conocimiento o manifestación se haya en poder de la contraparte y

puede solicitar a esta como medio probatorio, que lo exhiba. Todos saben y

recuerda que esta exhibición deberá desarrollarse en la audiencia de juicio.

La prueba de exhibición de documento está contenida en el Capítulo III

del Título VI de las pruebas, y está desarrollada en un único artículo el 82.

Como quiera el mencionado Artículo de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo


39

se corresponde con los Artículos 436 y 437 del Código de Procedimiento Civil

es prudente advertir que estas dos últimas disposiciones tienen su

antecedente legislativo en la contenida en el artículo 288 del Código de

Procedimiento Civil, ahora abrogado, según el cual las partes podía pedir la

exhibición de la cosa o del instrumento del cual se derivaran directamente la

acción, es decir, que fueran objeto de ella.

Según Torres (2002, p. 205) es necesario, según lo dispuesto en el

mencionado artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para que el

adversario tenga la obligación de exhibir el documento cuya exhibición se le

solicita, el cumplimiento de las siguientes condiciones:

1. Que, como dice el enunciado de dicho artículo:

a. El promoverte acompañe una copia del documento, cuya exhibición pide.

b. Que, a falta de dicha copia, el promoverte suministre los datos que

conozca acerca del contenido del mismo y,

c. Que, en ambos casos, en la respectiva solicitud acompañe un medio de

prueba que constituya por lo menos presunción grave de que el instrumento

se halla o se ha hallado en poder de su adversario.

2. Que no haya reserva legal para la admisión de dicha prueba.

La razón que fundamenta y le da fuerza al mencionado artículo 82 de la

Ley Orgánica Procesal del Trabajo es muy sencilla: en primer lugar, si el

solicitante está afirmando que el documento que requiere sea atribuido por

su contrario, es porque tiene conocimiento cierto de que el instrumento se

encuentra en poder de éste, o que alguna vez lo tuvo en su poder lo que


40

implica para el solicitante su deber de probar tal afirmación.

En segundo lugar, porque si la sanción que le impone la norma al

requerido es tal de que si no lo exhibe, se tendrá como exacto el texto del

documento, tal como aparece de la copia presentada por el solicitante y en

defecto de ésta se mejoran como ciertos los datos afirmados por el solicitante

acerca de contenido del documento, lo menos que puede hacer el solicitante

es acompañar la copia de ese documento cuya exhibición solicita; pues de

no ser cierto que exista tal instrumento, la parte requerida quedaría obligada

a admitir como cierto el documento tal como fue producido por el requirente,

aún cuando tal documento no exista ni haya existido en ocasión anterior.

Por tanto, la prueba de exhibición de documentos, esta prevista por el

legislador en el artículo 84 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. La

exhibición no es propiamente una prueba, sino una forma, un mecanismo, un

sistema, un método probatorio.

Esta prueba de exhibición, a diferencia de la prueba de informes, está

estructurada para ser utilizada de una parte hacia la otra; no esta

considerada la promoción de esta prueba para ser aplicada a los terceros

ajenos al pleito, de ahí que se exija en la norma que la regula, que la parte

que se quiera servir de dicha prueba debe manifestar que el documento a

exhibirse se encuentra en poder de la contraparte.

1.1.3.3. DECLARACIÓN DE PARTE

García (2004, p. 178) considera que esta es una prueba novedosa


41

dentro del ordenamiento procesal venezolano, no está contemplada en

ningún otro procedimiento. Esta prueba viene a llenar el vacío que surgió

cuando se excluyeron de los medios de prueba en el procedimiento del

trabajo, las posiciones juradas y el juramento decisorio, pruebas estas que

eran del exclusivo empleo de las partes y que fueron suprimidas por las

razones que expone el legislador en la exposición de motivos de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo.

Es una prueba en la que las partes, actor y demandado, son los que

tienen que someterse al interrogatorio que les haga el Juez, entendiéndose

que se encuentran juramentadas para ello y que la falsedad está calificada

en la Ley como un irrespeto a la administración de justicia, aparte que

declarando bajo juramento se pueda entender como un perjurio hacia el

sentenciador, que amerita la aplicación de la norma penal correspondiente,

debiendo el Juez oficiar lo conducente al organismo competente,

acompañando las copias que considere necesarias para que se formen una

opinión sobre la actuación del declarante que ha incurrido, estando

juramentado, en falsedad frente a un funcionario investido para juzgar.

Asimismo, García (2004, p. 179) considera que la norma señala que las

respuestas dadas por las partes se consideran confesiones en relación con el

contenido de la pregunta; pero si el interrogatorio se niega a contestar o

emplea evasivas como respuesta, e l Juez de Juicio debe tener como cierto el

contenido de la pregunta formulada.

Esto obliga a considerar que las preguntas que haga el Juez deben estar
42

concebidas en sentido asertivo, porque si se interroga para que dé la

información, porque se ignora un punto o tema y el interrogado no contesta o

lo hace de modo evasivo.

García (2004, p. 180) indica que este medio de prueba ha sido atacado

por algunos alegando que con la declaración de parte se violentan un

precepto constitucional que impone la prohibición de obtener de una persona,

bajo juramento, una declaración contra sí misma; pero se entiende que la

disposición constitucional se refiere a cualquier confesión que signifique

admitir un delito o hecho delictuoso que pueda acarrearle al declarante la

privación de la libertad. Si el interrogatorio manifiesta algo en relación con la

relación de trabajo, bien como actor o como demandado, no está arriesgando

nunca su integridad o su autonomía, no será sometido a un juicio penal con

privacidad de la libertad, porque este es un juicio con el que se persigue el

pago de los derechos laborales o el resarcimiento del daños causados con

ocasión del trabajo.

No obstante, como en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y

Medio Ambiente de Trabajo, sí se contempla el enjuiciamiento penal del

patrono por accidentes ocurridos en la empresa, cuya consecuencia pudiera

acarrear la privación de la libertad, se excluyó de manera concreta la

declaración de parte con intenciones de lograr una confesión para

posteriormente aplicar las sanciones contempladas en la referida Ley

Orgánica.
43

1.1.3.4. PRUEBAS DE EXPERTICIAS

Para García (2004, p. 191), la experticia es otras de las pruebas

consideradas por el legislador para su utilización en los juicios laborales; la

misma únicamente podrá efectuarse sobre puntos de hecho no de derecho y

represente la orden para la realización nuevamente de la audiencia de juicio.

Por otra parte, Sainz (2004, p. 159) considera que la prueba de

experticia es otro de los medios probatorios permitidos y regulados por la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo; y que formarán parte del debate probatorio

oral, y se refiere a la normativa de la prueba de experticia que sólo podrá

efectuarse o realizarse, por aquellas personas que por los conocimientos

especiales que tiene de una materia determinada en razón de su profesión,

industria o arte tengan unos conocimientos prácticos en la materia a que se

refiere la experticia.

Se regulará el valor de esta prueba de experticia en la cual se vera que

los jueces pueden seguir o no el dictamen de los expertos; si la convicción

propia del Juez se opone a ello, debiendo a todo evento el Juzgador en su

sentencia (oral) razonar los motivos en su convicción.

1.1.3.5. PRUEBAS DE INSPECCIÓN JUDICIAL

Para Sainz (2004, p. 170) constituye una prueba que cualquiera de las

partes que integran la relación procesal laboral pueden solicitar al Juez pero

esta inspección sólo puede versar sobre cosas, lugares o documentos y


44

tienen como objeto el de verificar o esclarecer aquellos hechos que sea

importante probar para la sentencia de la nueva causa laboral. Las partes

podrán promover en sus escritos de pruebas, presentados al inicio de la

audiencia preliminar, una inspección judicial para que el Juez de Juicio deje

constancia de cosas, lugares o documentos. También el Juez podrá acordar

la realización de una inspección judicial con el mismo propósito.

Según Torres (2002, p. 287), la inspección judicial es uno de los medios

probatorios más fiables para llegarse a la consecuencia de la verdad; pues

en su virtud el Juez que la practica observa directamente, sin mediación, el

lugar, las cosas o los documentos objeto de la inspección.

El reconocimiento judicial, más de una vez se ha advertido que no es

propiamente una prueba, porque no tiene el carácter lógico que tienen las

mismas; no se prueba aquello que se ve y se observa directamente; y la

esencia de la institución de la que ocupa consiste precisamente en la

observación directa, ocular, de los lugares o de las cosas controvertidas,

hecha por la autoridad judicial.

1.1.3.6. INDICIOS Y PRESUNCIONES

Para Torres (2002, p. 293), los indicios y presunciones son aquellos

recursos auxiliares de los medios probatorios que sirven para

complementarlos sustituirlos o corroborarlos, tales como los indicios y las

presunciones instituciones esta que si bien es cierto están comprendidas en

disposiciones legales dispersas, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo las


45

recogió y estableció en su capítulo XII del título VI relativos a los medios

probatorios, promoción, evacuació n y apreciación de los mismos, como

medios sucedáneos en los medios probatorios.

Al respecto se lee en la exposición de motivos del proyecto de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo .

En el capítulo XII se regulan las sucedáneos de los medios probatorios

que según el derecho procesal contemporáneo son dispositivos a los que

puede incurrir el juez para ser aplicados a los casos en que falta la prueba de

un hecho que interese al proceso con el fin de resolver en el fondo de la

cuestión debatida, sobre este particular vale la pena resaltar lo que se

entiende por sucedáneo de prueba. Art. 116, porque los sucedáneos si bien

es cierto están consagrados en la legislación venezolana desde hace ya

varios años, no se habían empleado antes esta denominación y eso justifica

sobradamente la existencia de la definición.

Y eso es tan cierto que el Código Civil contempla la figura de la

presunción en sus artículos 1.394 y 1.399 mientras que el código de

procedimiento civil establece la prueba indiciaria o de indicios en su artículo

510.

El artículo 116 de la ley orgánica procesal del trabajo define así los

indicados dispositivos legales:

Los indicios y presunciones son auxilios probatorios establecidos por la

ley y o asumidos por el juez para lograra la finalidad de los medios

probatorios, corroborando o complementando el valor o alcance de estos.


46

Los indicios son señales o signos aparentes, pero probables, y el juez

debe apreciarlos razonablemente a los efectos de tomarlos en cuenta como

prueba idónea cuando ellos concuerdan entre sí, cuando sean

concominantes y directos, y que tengan relación con el hecho que se

averigua.

En el diccionario de ciencias jurídicas y políticas y sociales, de Osorio

(1986, p. 312) se lee que el indicio puede surtir por si solo plena prueba,

siempre que sean varios reuniendo, cuando menos, el carácter de anteriores

al hecho y concomitantes con el mismo que se relacionen con el hecho

primordial que debe servir de punto de partida para la conclusión que se

busca, que sean directos, de modo que conduzcan lógica y naturalmente al

hecho de que se rata, que sean concordantes los unos con los otros de

manera que tengan íntima conexión entre sí, y se relacionen sin esfuerzos

desde el punto de partida el fin buscado, y que se funden en hechos reales y

probados.

Como se dijo anteriormente el código de procedimiento civil en su

artículo 510 establece: “Los jueces apreciarán los indicios que resulten de

autos en su conjunto teniendo en consideración su gravedad, concordancia y

convergencia entre si, y en relación con las demás pruebas de autos”.

En el artículo 117 de dicha ley define el indicio del siguiente modo: “El

indicio es todo hecho, circunstancia o signo suficientemente acreditado a

través de los medios probatorios, que adquiere significación en su conjunto

cuando conduce al juez a la certeza en torno a un hecho desconocido


47

relacionado con la controversia”.

En un todo conforme con los dispuesto en el artículo 1394 del Código

Civil la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en su artículo 118 considera la

presunción como el razonamiento lógico hecho por el juez o por la ley que

partiendo de un hecho cierto y determinado concluye en uno desconocido o

indeterminado.

Dice en efecto el mencionado artículo lógico que a partir de uno o mas

hechos probados lleva, al juez, a la certeza del hecho investigado la

presunción es legal o judicial. Las presunciones pueden ser legales o

presunciones hóminis.

Las legales se encuentran previstas en la Ley Orgánica Procesal del

Trabajo, como por ejemplo en materia civil, la presunción de que el marido se

tiene como padre del hijo nacido durante el matrimonio (art. 201) la igualdad

de los comuneros en la parte de la comunidad (art 760) la comunidad en los

casos de unión no matrimonial (art. 767) en materia labora, la presunción de

laboralidad entre el que presta un servicio personal subordinado y quien lo

recibe (art. 65 LOT).

La presunción legal dice el artículo 1395 del Código Civil es al que una

disposición especial de la ley atribuye a ciertos actos o a ciertos hechos. Una

de estas presunciones es la que da la ley a la cosa juzgada por citar un solo

ejemplo. Según el mismo código, las presunciones que no estén establecidas

en ley quedarán a la prudencia del juez, quien no debe admitir sino las que

sean graves, precisas y concordantes y solamente en los casos en que la ley


48

admite la prueba testimonial. (art. 1399).

Respecto de las presunciones no establecidas en la ley, la extinta corte

suprema de justicia dictaminó: La presunción hominis es el resultado de una

operación intelectual por la cual el juez con base a un hecho conocido,

induce la existencia de otro desconocido, y es doctrina consolidada y pacifica

de esta sala, que el establecimiento de una presunción queda libre

discreción y conciencia de los jueces de instanc ia, como una apreciación de

hecho.

El legislador procesal del trabajo, después de definir la presunción como:

el razonamiento lógico que a partir de uno o más hechos probados, lleva al

juez, a la certeza del hecho investigado, las divide en legal y judicial, y en

sus artículos 119 y 120 en absolutas y relativas.

Reza en efecto el mencionado artículo 119 que: “Cuando la ley califica

una presunción con carácter absoluto no cabe prueba en contrario. El

beneficiario de tal presunción solo ha de acreditar la realidad del hecho que a

ella le sirve de base”.

Por su parte, el citado artículo 120 de la misma ley ordena que: “Cuando

la ley presuma una conclusión con carácter relativo, la carga de la prueba

corresponderá a quien pretenda desvirtuar la presunción”. Y es natural que

así sea, por cuando tales presunciones admiten prueba en contrario como

por ejemplo, la contemplada en el art. 65 de la Ley Orgánica del Trabajo

según el cual: Se presumirá la existencia de una relación de trabajo ente

quien preste un servicio personal y quien lo reciba.


49

1.1.3.7. PARTICULARIDADES EN LA FORMA DE EVACUAR LA PRUEBA

TESTIMONIAL

García (2004, p. 201) indica que el procedimiento a seguir para la

declaración de un testigo es la misma que aparece en el Código de

Procedimiento Civil, adaptándola a este procedimiento y siempre que su

aplicación no desvirtué los principios que orientan los juicios en materia

laboral.

En tal sentido, el promovente señalará en su escrito de pruebas –

presentado al comienzo de la audiencia preliminar – los nombre de los

testigos que propone, para que el Juez de Juicio, al pronunciarse sobre la

admisión de las pruebas, provea sobre las testimóniales; los testigos

admitidos deberían ser llevados a la audiencia de juicio, a costa del

promovente, sin previa notificación y se mantendrán por el Tribunal de Juicio

aislados de la audiencia de juicio, de manera que no puedan enterarse de la

forma como se va desenvolviendo el juicio, para evitar la intención de

cambiar los hechos para adecuarse a alguna prueba cuya sustanciación

presenció el testigo.

Tampoco el promovente, la contraparte ni terceros tendrán comunicación

con los testigos cuando hayan pasado al recinto (ad hoc), en espera, a ser

llamado para declarar en la audiencia. Llamado el testigo para iniciar el

interrogatorio, procede el Tribunal del Juicio a la identificación del mismo y a

tomarle el juramento de ley, luego procede el promovente con sus preguntas,


50

continua el adversario si lo considera conveniente con las repreguntas y

finaliza el Juez interrogando, si este lo estima necesario, para obtener el

testigo alguna información sobre lo planteado por las partes.

También el Juez tiene la facultad de intervenir para evitar exceso de las

partes o para dar por terminado el acto al considerar que el testigo se

encuentra suficientemente interrogado. Si el Juez advierte que se está

ejerciendo una coacción en contra de un testigo promovido en el juicio,

deberá aplicar sanciones, conforme a la ley.

Finalizado el acto del testigo, debe éste abandonar el recinto donde se

lleva a cabo la audiencia de juicio, no debe permanecer en ella, a objeto de

evitar que trate de influir con su presencia en las declaraciones de los otros

testigos; ni puede regresar al sitio donde estaba en espera a ser llamado,

para que no comunique a los otros declarantes las preguntas que le

formularon y las respuestas dadas.

Sainz (2002, p. 99) considera que la evacuación de las pruebas es un

acto importante y trascendente que forma parte de la audiencia de juicio y

significa que después que el Juez ha oído los alegatos que cada una de las

partes ha hecho en defensa, de sus derechos e intereses en la relación

procesal que se forma mediante la pretensión del actor y la defensa que

ejerza el demandado, se procederá a la evacuación de las pruebas.

Sobre las facultades del Juez de juicio para dirigir el debate y para

establecer el orden de práctica de las pruebas el Juez laboral podrá valerse

de la aplicación analógica de las normas atinentes del Código Orgánico


51

Procesal Penal, en tanto cuerpo normativo de mayor solera en materia de

juicio oral en el ordenamiento jurídico venezolano.

En cuanto a la formas de evacuación, Sainz (2002, p. 100) considera

que como ya se sabe las partes deben haber promovido las pruebas en la

audiencia preliminar, corresponde a la fase de sustanciación de proceso

laboral y la cual es desarrollada y está a cargo del Juez de Primera Instancia

de Sustanciación, Mediación y Ejecución; en consecuencia las pruebas

oportunamente promovidas en la forma ya mencionada, deberán ser

evacuadas en el siguiente orden de prelación: se empezará con las pruebas

promovidas por el actor demandante pero en la forma y oportunidad que

determine el Tribunal.

Es de suponer que después de los alegatos iniciales de las partes

(discursos de apertura) y antes de la prueba promovida por las partes, se

deberá proceder al interrogatorio de partes, cuando dicha prueba hubiere

sido propuesta o cuando el Juez, según el esquema inquisitivo de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo, lo considere conveniente.

En cuanto a la evacuación de los testigos, Sainz (2002, p. 100) indica

que en la audiencia de juicio las partes deben traer a la misma los testigos

que hubieren promovido en la audiencia preliminar; estos testigos deben ser

identificados y comparecen sin necesidad de notificación alguna o lo que es

lo mismo cada parte tiene la obligación procesal de llevar a la audiencia de

juicio; los testigos oportunamente promovidos en la audiencia preliminar.

Los testigos declararán en forma oral ante el Tribunal en relación a los


52

hechos debatidos en el proceso. Cada parte tendrá el derecho de

repreguntar a los testigos de la otra e igualmente esa facultad de repregunta

la tiene el Juez de juicio en razón de la rectoría del proceso. Se prohíbe toda

forma de coacción en contra de los testigos promovidos y cualquier parte que

incurra en ello será sancionada de acuerdo a las previsiones legales.

Pérez (2004, p. 181) comenta que la práctica procesal ha desarrollado

dos sistemas de llevar a los testigos al proceso. Uno, el sistema voluntario,

propio de los procedimientos dispositivos de derecho privado, según el cual

cada parte tiene como carga el traer al proceso a los testigos que haya

promovido; y el otro, el sistema involuntario, propio de los procedimientos de

estricto derecho público (más que todo del procedimiento penal), de acuerdo

con el cual los testigos admitidos son citados por el Tribunal bajo

apercibimientos de conducción forzada en caso de incomparecencia y

conminaciones de pena por contumacia.

Sin embargo, en el proceso oral la evacuación de la prueba de testigos

queda concentrada en la audiencia de juicio y por ende no resulta tan

necesario anunciar en la promoción el objeto de la prueba, pues no existirá la

posibilidad de diseminarlas en distintos tribunales comisionados de diferentes

lugares para evadir el control de la prueba.

1.1.4. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES QUE ORIENTAN LA PRUEBA

JUDICIAL EN EL PROCESO LABORAL VENEZOLANO

Así como se estableció, la necesidad de enmarcar este trabajo


53

investigativo, dentro del modelo de estado escogido por la nación venezolana

para cumplir los fines de la misma; de igual manera se orientó la

investigación dentro de los principios generales de la prueba judicial; pues

toca ahora, dentro de este análisis de lo general a lo especifico, definir los

principios que orientan a la Ley Orgánica Procesal del Trabajo de Venezuela,

para de esta forma establecer los límites y fundamentos de la prueba

anticipada en materia laboral en Venezuela, objeto último de esta

investigación.

1.1.4.1. Autonomía

Este principio aparece como un requerimiento constitucional, ya que en

la Disposición Transitoria Cuarta, numero 4º de la Constitución de la

República Bolivariana de Venezuela, establece que la Asamblea Nacional

aprobará: “… una Ley Orgánica Procesal del Trabajo que garantice el

funcionamiento de una jurisdicción laboral autónoma y especializadas…”.

El desarrollo de este principio es de una importancia capital, por cuanto

determina en definitiva si la jurisdicción laboral sigue atada a la aplicación

supletoria de las normas establecidas en el Código de Procedimiento Civil, o

si por el contrario se desliga de ellas convirtiéndose en una verdadera

jurisdicción especial y autónoma.

En el anteproyecto de Ley Orgánica Procesal del Trabajo, presentado a

la consideración del país, por los magistrados de la Sala de Casación Social,

del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 16 de mayo de 2000; en la


54

exposición de motivos y con respecto al principio analizado establecen que:

“En el proceso que desarrolla el anteproyecto de Ley Orgánica Procesal del

Trabajo no tiene cabida la aplicación supletoria de las normas

procedimentales establecidas en el Código de Procedimiento Civil”.

De lo anterior se infiere que estaba en el ánimo de los proyectistas de la

ley procesal del trabajo venezolana, cumplir a cabalidad con el precepto

constitucional de autonomía y especialidad plena de la jurisdicción laboral.

Pero esta tendencia varió; observándose entonces en el proyecto de la

ley en discusión, de fecha 15 de marzo de 2001, presentado por los mismos

proyectistas del anterior anteproyecto, que la referencia a la no aplicación

supletoria de las normas del Código de Procedimiento Civil fue silenciada en

la exposición de motivos.

En definitiva en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo de Venezuela, se

establece la aplicación supletoria, no solo de las normas del Código de

Procedimiento Civil, sino también en forma supletoria, cualquier norma del

ordenamiento jurídico venezolano.

Esto trae como consecuencia práctica, que la prueba adelantada en el

proceso laboral, pudiera ser implementada con la ayuda de procedimientos

ajenos a la materia laboral, siempre y cuando no contradiga los principios

que informan ese proceso.

1.1.4.2. Oralidad

Por disposición constitucional la estructura del nuevo proceso laboral


55

venezolano, tiene su base en el principio de la oralidad.

La oralidad se concreta a través de la audiencia, lo cual permite que casi

todos los actos realizados en el proceso se materialicen en forma oral.

Esto determina que el procedimiento por medio del cual, se practique la

prueba anticipada en un juicio laboral, debe estar presente la oralidad como

principio básico.

1.1.4.3. Inmediación

Este principio tiene su máxima aplicación en la evaluación de la prueba,

pues el Juez debe participar activamente y en forma personal en la misma,

para formarse un juicio valorativo de los argumentos y alegatos de las partes,

como de las pruebas emanadas en la audiencia.

Por este motivo la prueba adelantada, debe comprender dentro de su

formación la inmediación, como otro principio rector del proceso laboral.

1.1.4.4. Concentración

Según la exposición de motivos del proyecto de Ley Orgánica Procesal

del Trabajo (2001), mencionado anteriormente; este principio consiste en que

debe concentrarse en una misma audiencia, tanto la persona del Juez que va

a dirigir el debate, como las partes y la evaluación de todas las pruebas; con

la finalidad de evitar retardos innecesarios y garantizar que el juzgador tenga

un conocimiento personal, directo y actual del debate procesal, y obtener de

esta forma una sentencia inmediata.


56

1.1.4.5. Publicidad

La publicidad permite la transparencia del proceso y la participación de

todas las personas que tengan interés en presenciar las audiencias y demás

actos, por lo cual constituye una forma de control por parte de la sociedad

civil en la administración de justicia.

El mismo se encuentra estipulado en el Artículo 4 de la Ley Orgánica

Procesal del Trabajo cuando establece que los “actos del proceso serán

públicos, salvo que expresamente la Ley disponga lo contrario o el Tribunal

así lo decida, por razones de seguridad, de moral o de protección de la

personalidad de algunas de las partes”.

La prueba judicial debe realizarse dentro del marco del principio de

publicidad.

1.1.4.6. Rectoría del juez

El artículo 6 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, establece que el

Juez es el rector del proceso y debe impulsarlo personalmente, a petición de

parte o de oficio. Señala igualmente que los jueces que han de pronunciar la

sentencia deben presenciar el debate y la evacuación de las pruebas.

En la aplicación de este principio, la prueba adelantada en materia

laboral, debe ser presenciada y dirigida por el Juez, que luego va a conocer

de la causa en la audiencia de juicio.


57

1.1.4.7. Prioridad de la realidad de los hechos

Este principio se encuentra estipulado en el Artículo 2 de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo, cuando establece en que los hechos sobre

los cuales debe descansar la decisión judicial, deben demostrarse con

pruebas aportadas por las partes o por el Juez, cuando éste tenga esa

facultades, como es el caso del Juez laboral.

Le está prohibido al juez, aun al laboral, sacar sus propias conclusiones

en base al conocimiento personal o privado que tenga sobre los hechos, sin

mediar una prueba en el proceso.

Esta aparente contradicción con la facultad del juez de la libre

apreciación de la prueba, o de la sana crítica establecida en el nuevo

proceso laboral venezolano, no lo es tal, pues estas se refieren a la libertad

del Juez de apreciar una prueba aportada al proceso, pero nunca a decidir

sin pruebas, salvo las presunciones legales de la carga de la prueba en

materia laboral.

Este principio constituye un fundamento para resaltar la importancia de

la prueba anticipada; habida consideración de que pueda resultar que la

única prueba idónea, útil o concluyente de los hechos que una de las partes

en el juicio laboral, quiere demostrar, sea una prueba con las características

de prueba adelantada, que al no ser practicadas, no se tendría ninguna otra

opción para demostrar los hechos.


58

1.2. SISTEMA DE CATEGORÍA

Para Cerda (1991, p. 82) es un conjunto de características y aspectos de

un fenómeno y en general enunciados teóricos de un grupo de elementos del

problema. La misma es detectada desde el inicio de la investigación, y deben

su nombre al hecho de ser susceptibles de adquirir diferentes valores o por

expresarse en varias categorías.

A continuación se presenta la variable objeto de estudio para esta

investigación.

1.2.1. DEFINICIÓN NOMINAL

Las innovaciones de los medios probatorios del procedimiento laboral

venezolano.

1.2.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL

Los medio de prueba establecidos en la Ley Orgánica Procesal del

Trabajo son el vehiculo, instrumento u órgano que sirve para corroborar el

estado de los hechos en el proceso. En este sentido son medios de pruebas

el testimonio, la confesión, la experticia, los documentos, entre otros, y así es

común y pacíficamente aceptado en el lenguaje forense. (Pérez 2004, p. 105)

1.2.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL

Para los investigadores, la conceptuación del medio probatorio como


59

actividad del juzgador o de sus auxiliares en busca de convencimiento, es

acertada porque los mismos tienen como finalidad acreditar los hechos

expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los puntos

controvertidos y fundamentar sus decisiones, ya que para arribar a ese

convencimiento el juez tiene que leer los documentos del proceso, hacer la

inferencia del indicio, escuchar a los testigos, o el escribiente recoger el

testimonio y el juez leerlo, entre otros.


60
CUADRO 1

OPERACIONALIZACIÓN DE LA CATEGORÍA

Objetivo General: Analizar comparativamente las innovaciones de los medios probatorios del procedimiento laboral venezolano con otros medios
probatorios existentes
Objetivos Específicos Categoría Sub-Categoria Unidad de Análisis
Analizar la naturaleza jurídica de Las innovaciones de los medios Naturaleza jurídica de la • Doctrina probatoria venezolana
la prueba judicial en la probatorios del procedimiento prueba judicial en la • El concepto de prueba judicial
legislación venezolana, laboral venezolano legislación venezolana • El objeto de la prueba judicial
precisando su alcance • La distribución de la carga de la prueba
• Adecuación y admisibilidad de las pruebas
judiciales
• Clasificación de las pruebas
• Valoración de las pruebas
• Medios de prueba judicial
Describir los principios Principios generales de la • Necesidad de la prueba y de la prohibición de
generales de la prueba judicial prueba judicial en aplicar el conocimiento privado del Juez sobre
en Venezuela Venezuela los hechos
• Eficacia jurídica y legal de la prueba
• Unidad de la Prueba
• Comunidad de la prueba o de adquisición
• Interés público de la función de la prueba
Describir las bases doctrinales Bases doctrinales • Prueba por escrito
laborales que rigen la prueba laborales que rigen la • Exhibición de Documentos
judicial en Venezuela prueba judicial en • Declaración de Partes
Venezuela • Pruebas de Experticias
• Pruebas de Inspección Judicial
• Indicios y Presunciones
• Particularidades en la forma de evacuar la
prueba testimonial
Analizar los principios Principios fundamentales • Autonomía
fundamentales que orientan la que orientan la prueba • Oralidad
prueba judicial en el proceso judicial en el proceso • Inmediación
laboral venezolano laboral venezolano • Concentración
determinando sus avances • Publicidad
• Rectoría del juez
• Prioridad de la realidad de los hechos

Fuente: Oviol, Padrón; Pineda (2005)

62
61

2. DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

El concepto de prueba se encuentra presente en todas las

manifestaciones del quehacer humano, prácticamente se puede decir que

ninguna persona escapa a la necesidad de probar algo en un momento

determinado. A este concepto ordinario de prueba se le suma la noción

técnica de la misma, la cual varía según la actividad o ciencia que se aplique.

Dentro de la noción técnica de prueba se encuentra la prueba en derecho.

Teóricamente existen dos clases de pruebas en derecho, una material o

extraprocesal que produce sus efectos en el campo de las relaciones

jurídicas materiales en general, y otra procesal que produce sus efectos solo

en el proceso, dentro de este último concepto de prueba se enmarca el

presente trabajo de investigación.

Asimismo, el proceso laboral venezolano, siempre ha estado atado en

mayor o menor medida, a los esquemas y principios del proceso civil, el cual

tiene un carácter eminentemente privatista y formalista. La novísima Ley

Orgánica Procesal del Trabajo de Venezuela (2002), informa sobre nuevos

paradigmas de aplicación, en materia procesal laboral, nuevos principios

tales como: la autonomía y especialidad de la jurisdicción laboral, la

gratuidad, la oralidad, la inmediación, la concentración, la publicidad, la

rectoría del juez, la prioridad de la realidad de los hechos, la sana crítica y la

uniformidad procesal, representan un verdadero cambio en el campo

procesal laboral y una nueva visión sobre el tratamiento de la prueba.


62

El principio de la sana critica, conforme al sistema procesal laboral le da

al Juez, la libertad para apreciar el valor o grado de eficacia de las pruebas

producidas, pero no de manera arbitraria, sino que por el contrario, le exige

que determine el valor de las pruebas, haciendo un análisis razonado de

ellas, siguiendo las reglas de la lógica, de lo que le dicta su experiencia, el

buen sentido y el entendimiento humano.

Dicho principio se encuentra estipulado en el Artículo 10 de la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo, estableciendo que el sistema de la sana

critica es un método de valoración de la prueba en el procedimiento laboral

venezolano, por ello, los jueces del trabajo están obligados a motivar sus

decisiones respecto a la prueba, de conformidad con las reglas del criterio

racional, que se basa en la lógica, las máximas de experiencias y lo s

conocimientos científicos, a los efectos de que las partes y el público en

general conozcan las razones del juzgador para decidir de tal o cual manera.

Uno de estos procedimientos o formalidades que se encuentran en la Ley

Orgánica Procesal del Trabajo de Venezuela, es el referido a la prueba

judicial, que consiste en un conjunto de normas jurídicas que regulan el

proceso de fijación de los hechos controvertidos existentes en una litis, ya

que la prueba es una parte integrante de un sistema que tiene por objeto la

reconstrucción de los hechos o actos que propiciaron la litis a fin de

determinar de una manera clara y precisa hasta que punto el actor tiene

razón al ejercitar las acciones materia del juicio.

Hasta que punto tiene el demandado razón al oponer sus excepciones, ya


63

que para lograr efectivamente la defensa judicial de un derecho, no basta

provocar con la demanda la actividad del órgano juzgador, sino que es

necesario rendir la prueba de la existencia del derecho cuya protección sea

ilícita.

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo (2002), es determinante en cuanto

a la oportunidad para promover pruebas, fijando que deben ofrecerse en la

audiencia preliminar, para ambas partes, pudiendo promoverse pruebas en

otra oportunidad posterior. La evacuación de las pruebas solo puede

realizarse dentro del procedimiento de juicio.

Asimismo, la utilidad de la prueba se refiere a su necesidad o pertinencia

en general respecto a hechos ya probados por otros medios o hechos que

como los notorios, no necesitan ser demostrados. No debe confundirse

idoneidad y utilidad, pues un medio probatorio útil en general, puede resultar

inidóneo respecto a determinados hechos, y otro medio absolutamente

idóneo para probar lo que puede resultar inútil porque ese algo esté ya

suficientemente probado, incluso expresamente admitido por aquel a quien le

afecta.

Por otra parte, el medio probatorio o medio de prueba, se define como la

actividad del juez o investigador a fin de obtener convencimiento sobre

determinados hechos y, por otra parte, se consideran medios de prueba a los

instrumentos u órganos que sirven de vehículo para llevar ese

convencimiento al proceso.

La conceptuación del medio probatorio como actividad del juzgador o de


64

sus auxiliares en busca del convencimiento, es acertada porque para arribar

a ese convencimiento el Juez tiene que leer los documentos del proceso,

hacer la inferencia del indicio, escuchar a los testigos, o el escribiente

recoger el testimonio y el juez leerlo, entre otros.

Por tanto, el medio de prueba es fundamental a los efectos del derecho

probatorio de la actividad probatoria, pues las regulaciones concretas sobre

admisión, valoración de la prueba se desarrollan sobre la base de esa

acepción, y que se vincula estrechamente con el concepto de fuente de

prueba.

De lo anteriormente expuesto se desprende la necesidad de analizar

comparativamente los nuevos medios probatorio del procedimiento laboral

venezolano, pues estos medios probatorios tiene por finalidad acreditar los

hechos expuestos por las partes, para que el juez fundamente su decisión,

porque el nuevo proceso laboral estrena en la jurisdicción civil lato sensu el

proceso oral, por audiencias, con ciertas singularidades que apuntan a la

mediación intrajudicial como medio alterno de solución de conflictos; con el

propósito de facilitar una justicia rápida y eficaz y un procedimiento adecuado

a las particularidades propias de la relación jurídica laboral.

El carácter específico de la jurisdicción del trabajo se pone de manifiesto

en las reglas tutelares, sustantivas y adjetivas, que aparecen consignadas en

el cuerpo legal, principalmente en los primeros artículos. A lo largo de estos

comentarios y siguiendo la sistemática de la misma Ley; se ha desarrollado

la doctrina procesal, formulando el punto de vista de critica constructiva, a


65

algunas disposiciones y situaciones judiciales que cuestionan, a nuestro

modo de ver, las garantías constitucionales del debido proceso.

3. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

3.1. OBJETIVO GENERAL

Analizar comparativamente las innovaciones de los medios probatorios

del procedimiento laboral venezolano con otros medios probatorios

existentes.

3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Analizar la naturaleza jurídica de la prueba judicial en la legislación

venezolana, precisando su alcance.

Describir los principios generales de la prueba judicial en Venezuela

Describir las bases doctrinales laborales que rigen la prueba judicial en

Venezuela

Analizar los principios fundamentales que orientan la prueba judicial en

el proceso laboral venezolano determinando sus avances

4. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

La presente investigación tiene como propósito analizar

comparativamente los nuevos medios probatorios del procedimiento laboral

venezolano, para analizar su naturaleza jurídica, sus principios generales, las


66

bases doctrinales laborales que la rigen, al igual que los principios

fundamentales que orientan la prueba judicial en el proceso laboral

venezolano.

Desde el punto jurídico, esta investigación es de gran importancia, por

cuanto persigue dar una adecuada información que permitirá un mejor

entendimiento y utilización de los medios probatorios, como recurso en el

proceso laboral venezolano.

Dicho esto, cabe señalar que el aporte teórico de los aspectos

planteados en el presente estudio se apoyan en aportes que se van a

generar en torno al tema, punto de partida para futuras discusiones, así como

para conocer ampliamente las implicaciones de dicha regulación tan

importante para la legislación venezolana, así como en la búsqueda del

análisis de los nuevos medios probatorios del procedimiento laboral

venezolano, como herramienta fundamental para el debido cumplimiento de

las normativas legales.

La creciente convicción en muchos justiciables es que el demandante

obtendrá ventajas que le facilita el nuevo proceso laboral, ha creado y

contextualizado en poco tiempo una ingente actividad tribunalicia en esta

jurisdicción especial, la cual manifiesta su carácter específico a través de

reglas tutelares, sustantivas y adjetivas.

Así mismo, su aporte social es que el demandante, abogados y en

general, obtendrá información de las ventajas que le facilita el nuevo proceso

laboral, creando y contextualizado en poco tiempo una ingente actividad


67

tribunalicia en esta jurisdicción especial, la cual manifiesta su carácter

específico a través de reglas tutelares, sustantivas y adjetivas.

En relación con la relevancia metodológica seleccionada para la

realización de presente estudio, esta se vincula directamente con la forma de

sintetizar el proceso de la investigación además de controlar su análisis,

presentación y conclusión en una crítica del objeto de la investigación, y dar

a conocer los avances o innovaciones en los medios probatorios en el

procedimiento laboral vigente como lo son la exhibición de documentos, la

declaración de partes, los indicios y presunciones.

5. DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

El estudio de la presente investigación, se llevara a cabo considerando

los conocimientos constitucionales, procesales civiles, laborales entre otros

aplicados a los nuevos medios probatorios en el proceso laboral venezolano .

De acuerdo con este propósito esta investigación se llevara a cabo en el

período de Septiembre 2005 a Julio de 2006. En cuanto al contenido la

investigación se ubica en el marco procesal laboral, bajo la doctrina de la

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), Código de

Procedimiento Civil (1987), Ley Orgánica Procesal del Trabajo (2002),

Salgado (2003), Rengel – Romberg (1995), entre otros.

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