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Lic. Gustavo Adolfo Miranda Cú.

Maestría en Derecho Procesal Penal.


Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Centro Universitario de Zacapa.
Universidad de San Carlos de Guatemala
Escuela de Estudios de Postgrado
gustavo9218@postgradocunzac.edu.gt

ANALISIS DE LA LEY DE ACEPTACIÓN DE CARGOS

Antecedentes e incidencias como ejercicio reflexivo:


De acuerdo a la investigación realizada, destaca que el primer intento para decretar dicha Ley data de la
iniciativa de ley que promovió el diputado al Congreso de la República, Oliverio García Rodas, misma
que quedó registrada con la iniciativa número 5132 presentada al organismo legislativo el 9 de agosto
de 2016, la misma era apoyada por la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala -CICIG- y el Ministerio Público a través de la Fiscal General de ese entonces Thelma
Aldana, dicha iniciativa llevaba como objetivo principal descongestionar el sistema de justicia,
adoptando la tendencia global de la aceptación de cargos que ha demostrado su utilidad y eficiencia en
Estados Unidos, Colombia, Perú, Venezuela, Bolivia, etc, esto con el objeto de resolver de la mejor
manera los conflictos jurídicos penales, dicho proyecto era respetuoso de las garantías judiciales de los
procesados, las victimas y la sociedad en general y la misma contenía 19 artículos que iban desde
aceptar el cargo imputado por el Ministerio Público por una única vez y a cambio aplicar rebajas de
penas, asimismo, ilustraba el tramite que se debía realizar para la aceptación del cargo imputado,
iniciativa de ley que murió en el primer debate con los congresistas, dispensando de dictamen a la
comisión; la segunda opción, siempre con las casi mismas ideas, solo que el 05 de julio de 2017 la
Corte Suprema de Justicia presento ante la dirección legislativa del Congreso de la República una
nueva iniciativa a la cual le asignaron el número 5311 y que al ser propuesta por el pleno de la Corte en
mención, se pretendía aprobar un procedimiento especial de aceptación de cargos, reformando el
decreto 51-92 del Congreso de la República, Código Procesal Civil y Mercantil, misma que perseguía
entre otras cosas, evitar el desgaste del sistema de justicia penal, en aquellos casos donde pueda darse
una salida anticipada al conflicto, asegurar una reparación integral para la víctima del delito y la
devolución inmediata de los bienes fruto del delito y también descongestionar al sistema penitenciario
de la superpoblación que ostenta, pretendía incorporar las reformas al libro cuarto del Código Procesal
Penal vigente, que contempla los procedimientos específicos, mediante la creación de un título VI
denominado Procedimiento Especial de Aceptación de Cargos, iniciativa que supero todas las etapas
para la creación de leyes en el Congreso de la República, y a su vez en el Organismo Ejecutivo la
misma fue sancionada por el presidente de la República Jimmy Morales, sin embargo, previo a su
entrada en vigencia, diversos sectores sociales estuvieron en desacuerdo por la aprobación de dicha ley,
en ese sentido, incidieron a través de una garantía constitucional denominada la inconstitucionalidad de
leyes de carácter general con la cual buscaron ante la Honorable Corte de Constitucionalidad que la
misma sea declarada inconstitucional, situación que aconteció en enero de 2020.
QUIEN LA PROPUSO:
La iniciativa de Ley 5311 que luego se convirtió en el decreto 10-2019 del Congreso de la República de
Guatemala, la propuso el pleno de la Corte Suprema de Justicia.

MOTIVOS:
Según dicha iniciativa, buscaba perseguir los siguientes:
a. Evitar el desgaste del sistema de justicia penal en aquellos casos en que puede darse una salida
anticipada al conflicto, asegurando el respeto a los derechos de las personas sindicadas y los
derechos de las victimas;
b. Asegurar una reparación integral para la víctima del delito y la devolución inmediata de los
bienes fruto del delito;
c. Contribuir a descongestionar los órganos jurisdiccionales del ramo penal;
d. Reducir los índices de impunidad respecto a la resolución de casos penales;
e. Contribuir a descongestionar el sistema penitenciario de la superpoblación que presenta.

OPINION RESPECTO AL DECRETO 10-2019 DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA:


Desde mi punto de vista el Decreto 10-2019 del Congreso de la República de Guatemala, Reformas al
Decreto número 51-92 del Congreso de la República, Código Procesal Penal, como producto de la
iniciativa de ley 5311 presentada en el año 2017 por el pleno de la Corte Suprema de Justicia, agregaba
el titulo VI a dicho cuerpo normativo, el cual se iba a denominar “Procedimiento Especial de
Aceptación de Cargos”, para el efecto citando la definición que la Real Academia de la Lengua
española le otorga a la palabra “cargo”: “Falta que se imputa a alguien en su comportamiento.”, se
puede deducir que dicho procedimiento iba a darle la oportunidad al sindicado de aceptar ese cargo o
esa falta que se le imputa en su comportamiento o en el ejercicio del cargo que ostenta, es aceptar esos
hechos que según el Ministerio Público el sindicado cometió según la plataforma fáctica de la
investigación, teniendo como consecuencia la rebaja en la pena que se le debería imponer por la
comisión de dicho delito, sin embargo, los legisladores blindaron determinados delitos de la ley
adjetiva penal como lo son el genocidio, desaparición forzada, ejecución extrajudicial, tortura, delitos
contra los deberes de la humanidad, homicidio, parricidio, asesinato, violación, agresión sexual, entre
otros delitos que atentan contra la vida e integridad de la persona, así como delitos contra el honor y
delitos contra la libertad y seguridad de la persona, de igual manera con los delitos contemplados en la
Ley contra la Narcoactividad, entre otras clasificaciones, por ende, a mi consideración era una ley muy
complaciente con los delitos que se conocen como de cuello blanco, delitos que definió Edwin H.
Sutherland como “aquellos ilícitos penales cometidos por sujetos de una elevada condición social o en
relación con su actividad profesional.” Refiriéndose a altos jefes de gobierno, ministros o empleados
públicos, por lo tanto, atentaría contra el patrimonio del Estado como tal, puesto que, no castigaba
como realmente lo establecía el Código Procesal Penal sino daba una salida para cometer determinado
delito, aceptar el cargo de la imputación del Ministerio Público y salir librándose de la pena de prisión.
ANALISIS SEGÚN LOS PASOS PROPUESTOS POR MANUEL ATIENZA CON RELACIÓN
A LA LEY DE ACEPTACIÓN DE CARGOS DECRETO 10-2019 DEL CONGRESO DE LA
REPÚBLICA DE GUATEMALA:

a. Racionalidad lingüística: A mi consideración el decreto de marras cumplía con la lingüística


adecuada, puesto que no dejaba pasajes ambiguos u oscuros para dar un claro entendimiento del
objeto de la ley, el trámite del procedimiento, la consecuencia y hacia quienes iba dirigido.

b. Racionalidad jurídico formal: el decreto objeto de análisis para mi pensar no era coherente
jurídicamente con el sistema penal que impera en Guatemala, si bien es cierto, buscaba
descongestionar el sistema jurídico penal y el sistema penitenciario, no lo hacía de manera
objetiva sino buscaba beneficiar únicamente a determinados sindicados para que aceptaran los
cargos imputados y librar la pena de prisión, sin embargo, la ley no era clara en como debía
haber una reparación digna para la victima de la comisión de estos delitos.

c. Racionalidad pragmática: El decreto 10-2019 cumplía con la racionalidad pragmática o


práctica, puesto que otorgaba en su artículo 3 que reformaba al artículo 491 Ter del Código
Procesal Penal el trámite que se debía de llevar para otorgar una rebaja de la pena, dado el
aceptamiento del cargo o de la imputación del Ministerio Público.

d. Racionalidad teológica: Si bien es cierto, los fines del decreto 10-2019 buscaban
descongestionar el sistema jurídico penal guatemalteco, no era lógico que quedaran descartados
los delitos que más se cometen en Guatemala, sino era únicamente para delitos que son
cometidos por pocas personas y que en la actualidad tampoco llenan los presidios, en tal
sentido, no existía esa conexión.

e. Racionalidad ética: A la luz de la realidad del país, dicho cuerpo normativo no fue bien visto
por la población, en tal sentido, dicho decreto fue objeto de criticas y no solo a la letra muerta
sino a los autores de tal legislación como lo son los diputados y los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia por ser los ponentes de la iniciativa de ley, lo anterior, en virtud que
diversos sectores de la población vieron evidente como una falta de ética por parte de estos
funcionarios públicos que se recetaban una autoamnistía de dichos delitos.

f. Razonabilidad: Desde mi punto de vista, la ley no cumple con los valores de justicia, porque
era únicamente para determinado grupo dentro de la esfera del Estado y moralmente, no podría
ser posible que un funcionario público simplemente acepte el cargo que se le imputa y luego
salir libre sin que haya sido sancionado por su accionar contrario al ordenamiento jurídico
guatemalteco.

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