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INTRODUCCIÓN

Los soplos cardiovasculares se originan en vibraciones debidas a turbulencias en el


flujo sanguíneo al pasar por el corazón y los grandes vasos, que se trasmiten a la pared
torácica y/o al cuello. Las características de los soplos se deben precisar teniendo en cuenta
su intensidad, frecuencia sonora, área de localización en el tórax y localización en el ciclo
cardíaco (sístole, diástole). La clasificación de los soplos más utilizada corrientemente fue
introducida por Levine en 1933 teniendo en cuenta su intensidad. • Grado 1: Soplo muy
suave, difícil de oír, que requiere auscultar varios ciclos cardíacos para detectarlo. • Grado
2: Soplo suave, fácil de auscultar rápidamente. • Grado 3: Soplo de moderada intensidad,
no acompañado de frémito. • Grado 4: Soplo intenso acompañado de frémito. • Grado 5:
Soplo muy intenso que puede ser auscultado por el solo contacto del borde del estetoscopio
sobre el tórax. • Grado 6: Soplo tan intenso que puede oírse sin apoyar el estetoscopio sobre
la pared torácica. El grado de intensidad del soplo está determinado por el volumen de
sangre responsable de la turbulencia en el flujo sanguíneo y/o del gradiente tensional que
causa dicha turbulencia. El grado del soplo no se relaciona necesariamente con la severidad
de la lesión cardíaca, hecho que debe explicarse claramente a los padres. El uso del
estetoscopio ha sido un notorio avance en el análisis semiológico de los soplos, debiendo
ser un instrumento personal, confortable, con diafragma y campana, con un tubo corto (40 a
45 cm). Es importante insistir en que el médico debe usar su propio estetoscopio para
lograr, a través del acostumbramiento, mejorar la calidad auscultatoria. En el mercado
existen varios estetoscopios pediátricos de calidad óptima.
El pulso arterial depende de las contracciones del ventrículo izquierdo, la cantidad
de sangre que es eyectada en cada sístole, la frecuencia y ritmicidad con que ocurre, y la
onda de presión que se produce a través del sistema arterial que depende también de la
distensibilidad de la aorta y de las principales arterias, y de la resistencia arteriolar
periférica.
El pulso normal se palpa como una onda, con una fase ascendente y otra
descendente. Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente y una
ritmicidad regular.

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DESARROLLO

RUIDOS ANORMALES
Son ruidos anormales sobreañadidos producidos por vibraciones en el interior del corazón o
paredes de las grandes arterias debidas a flujo sanguíneo turbulento que provocan
vibraciones con características acústicas comparables a ruidos de diferentes tonos.
Consideraciones generales
Un médico puede evaluar los ruidos cardíacos auscultando el corazón con un estetoscopio
sobre la superficie del tórax. Un ecocardiograma puede encontrar la causa exacta del soplo.
El corazón tiene cuatro cámaras: dos cámaras superiores (aurículas) y dos cámaras
inferiores (ventrículos). El corazón además tiene válvulas que se cierran con cada latido
cardíaco, haciendo que la sangre fluya en una sola dirección. Las válvulas están localizadas
entre las aurículas y los ventrículos, y entre los ventrículos y los principales vasos del
corazón.
Los ruidos cardíacos normales se denominan R1 y R2 y corresponden a los sonidos "lubb-
dupp" considerados como los latidos cardíacos. Estos ruidos ocurren cuando las válvulas
cardíacas se cierran. Normalmente, no hay ningún ruido cuando la válvula cardíaca se abre.
En una persona con cardiopatía congénita o valvulopatía cardíaca, se puede oir un sonido
de "clic" en un examen físico.
Debido a que el corazón también está dividido en un "lado izquierdo" y un "lado derecho",
algunas veces estos ruidos pueden estar divididos. El más notorio es un "R2 desdoblado",
causado cuando los ventrículos derecho e izquierdo se relajan y las válvulas se cierran en
momentos muy ligeramente diferentes. Esto es normal pero, en ocasiones, la división puede
indicar una anomalía, como el agrandamiento de uno de los ventrículos o estrechamiento de
una válvula.
Los soplos ocurren cuando una válvula no se cierra bien (como sucede en la regurgitación
mitral) y la sangre se devuelve. Igualmente, se puede presentar cuando la sangre fluye a
través de una válvula estrecha o rígida (como sucede en la estenosis aórtica).
El médico a menudo puede identificar la válvula involucrada y si usted tiene regurgitación
o estenosis durante el examen. La localización, la calidad y la sincronización del soplo son
todos importantes. El médico puede solicitarle ponerse en cuclillas, pararse o contener la
respiración mientras usted sostiene o agarra algo con sus manos para escuchar su corazón.
Un soplo no significa necesariamente que usted padezca una enfermedad o trastorno, y no
todos los trastornos cardíacos causan soplos.
SOPLOS CARDIACOS

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Los soplos cardiacos son ondas sonoras turbulentas audibles, producidas en el corazón y en
los grandes vasos. Son muy frecuentes en los pacientes pediátricos y suponen la causa más
frecuente de derivación a las consultas de Cardiología Pediátrica. La mayoría son inocentes
o funcionales, es decir, producidos en corazones sanos. Para definir si son inocentes o
patológicos, hemos de aprender a caracterizarlos adecuadamente. En el estudio de un soplo
cardiaco, hemos de evaluar las siguientes características:
• Localización en el ciclo cardiaco: según su posición relativa en el ciclo cardiaco y su
relación con los ruidos cardiacos, hablaremos de soplos sistólicos, diastólicos y continuos.
• Intensidad sonora o grado: los soplos se gradúan según una escala numérica descrita por
Levine en 1933, que se describe a continuación. Cuando se refiere por escrito, se suele
consignar en forma de fracción (1/6, 2/6, 3/6…). Recordemos que la intensidad del soplo
no se correlaciona con la gravedad de la lesión.
- Grado 1: audible solo con gran concentración y en circunstancias favorables.
- Grado 2: débil, pero audible con facilidad.
– Grado 3: fácil de oír, de intensidad intermedia.
- Grado 4: fácilmente audible y acompañado de un thrill o frémito (vibración palpable en
la pared torácica).
- Grado 5: muy intenso, acompañado de frémito y audible con solo el borde del
estetoscopio sobre la pared torácica.
- Grado 6: audible sin necesidad de apoyar el estetoscopio.
• Localización en el tórax: hemos de determinar, tanto el punto de máxima intensidad del
soplo, referido a los focos clásicos de auscultación , como el área de irradiación del mismo
hacia otras zonas del tórax. Los soplos que tienen su origen en la arteria pulmonar, se
suelen irradiar a la espalda; los aórticos, al cuello.
• Duración y morfología: largos, cortos, al inicio de una fase del ciclo cardiaco o al final
de la misma… Romboidales o eyectivos, rectangulares…
• Timbre: característica determinada por la presencia de armónicos o sobretonos:
musicales, rudos, piantes
TIPOS DE SOPLOS SEGÚN SU LOCALIZACION EN EL SIGLO CARDIACO
Soplos sistólicos: comienzan con o después del R1 y terminan antes del R2:
- Pansistólicos: se inician de forma brusca con el R1 y continúan con la misma intensidad
hasta R2. Se representan gráficamente como rectangulares. Característicos de insuficiencias
de las válvulas auriculoventriculares y de la mayoría de las comunicaciones
interventriculares.

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- Eyectivos: son soplos cuya intensidad aumenta progresivamente para luego disminuir
(crescendo-decrescendo). Se representan gráficamente de forma romboidal. Característicos
de las estenosis de las válvulas semilunares o de los tractos de salida ventriculares.
- Soplos protosistolicos (inicio de la sístole): se inician de forma abrupta con el primer
ruido cardiaco, para disminuir gradualmente de intensidad y desaparecer antes del segundo
ruido. Se detectan, casi exclusivamente, cuando existen comunicaciones interventriculares
pequeñas.
- Soplos mesositólicos (sístole media) o telesistólicos (final de la sístole): se asocian con
chasquidos mesosistólicos producidos por el prolapso e insuficiencia de la válvula mitral.
• Soplos diastólicos: audibles durante la diástole, desde el cierre de las válvulas sigmoideas
(R2) hasta el cierre de las auriculoventriculares (R1). Entre ellos, se pueden distinguir:
- Soplos protodiastólicos: son cortos, de intensidad decreciente. Producidos por
insuficiencia de las válvulas aórtica o pulmonar.
- Soplos mesodiastólicos: de morfología romboidal, se originan por el aumento de flujo a
través de una válvula mitral o tricuspídea normales.
- Soplos telediastólicos: son de intensidad creciente, y se auscultan en las estenosis de las
válvulas auriculoventriculares, coincidiendo con la contracción auricular.
• Soplos continuos: no están confinados a la sístole o a la diástole. Se producen cuando
existen comunicaciones entre vasos arteriales y venosos.
Soplos inocentes
Un soplo inocente es aquel que se produce en ausencia de patología cardiaca, anatómica o
funcional. Por tanto, se producen siempre en pacientes asintomáticos, y las pruebas
complementarias que se les realizan son normales. Son muy frecuentes en la infancia,
considerándose que más de la mitad de los niños en edad escolar, tienen o han tenido un
soplo inocente.
Es importante conocer los distintos tipos de soplos inocentes y sus características
auscultatorias, para identificarlos y distinguirlos de los soplos patológicos.
Como características generales, podemos decir que:
• Pueden ser sistólicos, lo más frecuente, o continuos, pero nunca diastólicos.
• Son de bajo grado de intensidad, de grado 1 a 3, pero nunca superior, es decir, no se
acompañan de thrill o frémito.
¿Cómo se diagnostican los soplos cardíacos?
En la mayoría de los casos, el médico podrá oír el soplo cardíaco utilizando un estetoscopio
para escuchar el corazón (una técnica denominada «auscultación cardíaca»). Los soplos
cardíacos cambian según la posición del cuerpo o la respiración, por lo cual es posible que

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se revise al paciente de pie, en cuclillas y acostado y que se le pida que respire
profundamente o contenga la respiración mientras el médico escucha el corazón.
Para determinar si el soplo es funcional o si se debe a otro problema del corazón, el médico
también podría ordenar los siguientes estudios:
Una radiografía de tórax para determinar si el corazón está agrandado.
Una electrocardiografía (ECG) para determinar si hay alguna irregularidad de los latidos
(arritmia) o si el corazón está agrandado.
Una ecocardiografía para examinar el funcionamiento de la válvula, el movimiento de la
pared del corazón y el tamaño del corazón.
Un estudio con un medicamento especial denominado «nitrato de amilo» que se utiliza para
definir ciertos soplos cardíacos. El médico le pedirá que inhale el medicamento, el cual
altera momentáneamente la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
¿Cómo se tratan los soplos cardíacos?
El tratamiento del soplo cardíaco depende de la causa. Los soplos cardíacos funcionales
generalmente no necesitan tratamiento alguno. Si el soplo cardíaco se debe a una
enfermedad subyacente, tal como una presión arterial alta, se trata esa enfermedad. Si el
soplo cardíaco se debe a una enfermedad de la válvula en sí (enfermedad valvular
intrínseca) u otros defectos del corazón, podría ser necesario administrar medicamentos o
realizar un procedimiento quirúrgico.
Modificación del estilo de vida
Los médicos solían recetar antibióticos antes de una intervención dental o quirúrgica a toda
persona que tuviera un soplo cardíaco para prevenir la infección de las válvulas cardíacas.
(Algunas de estas intervenciones podrían permitir el paso de bacterias al torrente
circulatorio, lo cual puede causar infección). Hoy en día, la mayoría de los médicos no
recomiendan la toma sistemática de antibióticos en estos casos, a menos que el soplo se
deba a enfermedad intrínseca de las válvulas. Consulte con el médico o con el odontólogo
sobre las pautas vigentes al respecto.
Medicamentos
El médico puede recetar ciertos medicamentos, según la causa subyacente del soplo
cardíaco.
Diluyentes de la sangre (anticoagulantes), que pueden impedir que se formen coágulos
sanguíneos que puedan obstruir los vasos sanguíneos.
Betabloqueantes, que ayudan a normalizar los latidos cardíacos rápidos y el aleteo.
Medicamentos que reducen la presión arterial (antihipertensivos), que alivian el esfuerzo
del corazón.

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Antiarrítmicos, que controlan las irregularidades de los latidos (arritmia) y alivian los
síntomas de las palpitaciones cardíacas.
Diuréticos, que reducen la presión arterial eliminando el exceso de líquido y sal del
organismo.
Digoxina, que fortalece los latidos cardíacos.
Procedimientos quirúrgicos
En algunos pacientes, podría ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir un
defecto cardíaco o corregir o sustituir una válvula cardíaca dañada.
PULSO
PULSO ARTERIAL.
El pulso arterial depende de las contracciones del ventrículo izquierdo, la cantidad de
sangre que es eyectada en cada sístole, la frecuencia y ritmicidad con que ocurre, y la onda
de presión que se produce a través del sistema arterial que depende también de la
distensibilidad de la aorta y de las principales arterias, y de la resistencia arteriolar
periférica.
El pulso normal se palpa como una onda, con una fase ascendente y otra descendente.
Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente y una ritmicidad regular.
El pulso arterial se puede palpar en distintas partes del cuerpo. Los más buscados son los
siguientes:
Pulso carotídeo. Se busca en el recorrido de las arterias carótidas, medial al borde anterior
del músculo esternocleidomastoídeo. En las personas mayores no conviene presionar
mucho sobre la arteria, ni masajearla, por el riesgo que pueda desprenderse una placa de
ateroma.
Pulso axilar. Se palpa profundo en la fosa de la axila, por detrás del borde posterior del
músculo pectoral mayor.
pulso braquial. Se palpa sobre la cara anterior del pliegue el codo, hacia medial. Se conoce
también como pulso humeral.
Pulso radial. Se palpa en la cara anterior y lateral de las muñecas, entre el tendón del
músculo flexor radial del carpo y la apófisis estiloide del radio.
Pulso femoral. Se palpa bajo el pliegue inguinal, hacia medial.
Pulso poplíteo. Se palpa en la cara posterior de las rodillas, ya sea estando el paciente en
decúbito dorsal o prono. Puede convenir efectuar una palpación bimanual.
Pulso pedio. Se palpa en el dorso de los pies, lateral al tendón extensor del ortejo mayor.
Una palpación transversal a la dirección de la arteria, con dos o tres dedos, puede facilitar
ubicar el pulso
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Pulso tibial posterior Se palpa detrás de los maléolos internos de cada tobillo.
En la práctica clínica, el pulso radial es el que más se palpa para identificar las
características del pulso. En algunos casos, especialmente si la presión arterial está baja, se
recurre a buscar el latido en otros pulsos, como el carotídeo o el femoral.
Cuando se palpa el pulso arterial, se deben precisar los siguientes aspectos:
 la forma de la onda del pulso, con su fase ascendente y descendente.
Ocasionalmente se puede palpar alguna escotadura en alguna de estas fases (p.ej.,
en el pulso dícroto, en la fiebre tifoidea, de palpa una escotadura en la fase
descendente).
 la amplitud de la onda del pulso, desde su comienzo hasta el máximo. Puede estar:
- normal aumentada (p.ej., el pulso céler de la insuficiencia aórtica)
- disminuida (p.ej., en la estenosis aórtica)
También es conveniente fijarse en la velocidad de ascenso del pulso que puede ser:
- rápida (p.ej., en el pulso céler de la insuficiencia aórtica)
- lenta (p.ej., en la estenosis aórtica, se describe un pulso parvus, por su poca amplitud,
y tardus, por su ascenso lento).
 la frecuencia de los latidos. Puede ser: normal: entre 60 y 85 latidos por minuto
(lpm)
-taquicardia: >90 lpm
- bradicardia: < 60 lpm
 la ritmicidad, se refiere a si la secuencia de los latidos es regular o irregular. Si es
irregular, constituye una arritmia. Lo normal es que el pulso sea regular y cada uno
de los latidos tenga la misma distancia respecto al anterior, con pequeñas
variaciones que se producen con la respiración.
TIPOS DE PULSOS ARTERIALES:
 pulso bigeminado. Se caracteriza porque se palpan secuencias de dos latidos, el
primero normal, y el segundo de menor amplitud (habitualmente el segundo latido
corresponde a un extrasístole).
 pulso céler. Es un pulso amplio, de ascenso y descenso rápido. Se encuentra
principalmente en insuficiencias de la válvula aórtica, de magnitud importante. Una
maniobra que sirve para reconocer esta condición es levantar el antebrazo del
paciente sobre el nivel del corazón, palpando el antebrazo, cerca de la muñeca, con
todos los dedos de la mano: el pulso se hace aún más notorio (pulso en “martillo de
agua”; pulso de Corrigan).
 pulso dícroto. Se caracteriza por una pequeña onda en la fase descendente. Se ha
descrito en cuadros de fiebre tifoidea, pero, en la práctica clínica, es casi imposible
de palpar.

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 pulso filiforme. Es un pulso rápido, débil, de poca amplitud. Se encuentra en
pacientes con hipotensión arterial, deshidratados, o en colapso circulatorio (shock).
 arritmia completa. Es un pulso irregular en todo sentido, tanto en la frecuencia
como en la amplitud. La causa más frecuente es fibrilación auricular.
 arritmia respiratoria. Se caracteriza por un aumento de la frecuencia cardiaca
durante la inspiración. Es más frecuente de encontrar en personas jóvenes y se
considera un fenómeno normal. Arritmia Completa
 pulso paradójico. Corresponde a una disminución del pulso arterial durante la
inspiración junto con una ingurgitación de las venas yugulares. Se puede captar
palpando el pulso radial mientras el paciente efectúa una inspiración profunda (el
pulso se palpa en ese momento más débil) o usando un esfigmomanómetro (es
significativo si ocurre una disminución de la presión sistólica sobre 10 mm de Hg o
sobre el 10% del valor habitual). Esta situación se encuentra en taponamientos
cardíacos por derrames pleurales de gran cantidad o pericarditis constrictiva (ambas
condiciones limitan la capacidad de expandirse del corazón), un enfisema
importante o embolías pulmonares masivas.
 pulso parvus et tardus. Lo de “parvus” se refiere a que es de poca amplitud, y
“tardus”, que el ascenso es lento. Se encuentra en estenosis aórticas muy cerradas
(es una condición bastante difícil de captar)
 pulso alternante: Se caracteriza porque se aprecia una secuencia de un pulso de
amplitud normal, seguido por otro de menor amplitud, en el contexto de un ritmo
regular. Se ve en insuficiencias cardíacas muy avanzadas
Auscultación de los pulsos:
Algunos pulsos conviene auscultar por la posibilidad de encontrar soplos debidos a
turbulencias que se generan en relación a estenosis de la arteria.
En la región del cuello, sobre el recorrido de las arterias carótidas, se pueden auscultar dos
tipos de soplos. En la base del cuello, se auscultan aquellos soplos que se irradian desde la
válvula aórtica del corazón. Por debajo del ángulo de la mandíbula, donde la carótida se
bifurca en su rama interna y externa, se pueden auscultar soplos debidos a estenosis de las
arterias. Si los soplos son intensos, a veces esta distinción no es tan clara.
Otros soplos que se pueden auscultar son: por estenosis de arterias renales: en el epigastrio,
al lado de la línea media. A veces en el epigastrio se ausculta un soplo que viene irradiado
del corazón. -por estenosis de arterias iliacas: en las fosas iliaca -por estenosis de arterias
femorales: en regiones inguinales o bajo el ligamento inguinal

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Bibliografía y referencias

1. Erikson B. “Auscultación cardiaca. Guía de Estudio”. Material suministrado por


Littman. 3M España, S.A.
2. Tamariz-Martel Moreno R. Auscultación cardiaca. Pediatr Integral. 2012; XVI(8):
656.e1-656.e
3. https://medlineplus.gov › Página Principal › Enciclopedia médica
4. https://concepto.de › pulso
5. https://www.elsevier.com › Inicio › Conectar

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