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Virginia Satir y la familia.

El contexto es uno de los principales elementos que aporta significado al ser


humano y su conducta. Los comportamientos, y lo que cada persona es, sólo se
puede entender a través de su contexto. Una conducta, un pensamiento e incluso
una emoción cobran sentido a partir de su contexto, es decir, la misma conducta
tiene diferente significado en distinto contexto. No es posible estudiar los
comportamientos por separado de los campos en que tienen lugar; por el
contrario, son los campos los que deben integrarse lo suficiente para hacer posible
su estudio.
El ser humano se define como un ser biopsicosocial. En gran medida, la familia de
origen del individuo es la que aporta los elementos biopsicosociales.

Dada la importancia que tiene la familia para la salud y bienestar de sus


integrantes, los científicos de diversas ciencias se han dado la tarea de investigar
en profundidad las interacciones familiares, es posible asegurar que el
conocimiento de la familia es un elemento ineludible para el entendimiento y
comprensión del individuo, su conducta y actuación; es por ello inimaginable
realizar trabajos de prevención, intervención e investigación en y para el ser
humano, sin entenderlo desde una óptica integral, en su conjunto, como una
totalidad de su esencia humana y no como algo parcial o separado de su contexto.
En psicología se han realizado diversos avances y hoy en día se cuenta con
estrategias y técnicas de intervención con la visión de que los integrantes de la
familia adopten una forma de convivencia e interacción sana. Un ejemplo de estas
intervenciones la ofrece Virginia Satir, una terapeuta de familia que luego de
diferentes estudios creo formas de intervenir en familia; aspectos como la
autoestima, la comunicación, las interacciones y el juego, son ejemplo de distintos
temas que abordó. El presente ensayo tiene el objetivo de describir la terapia
creada por Virginia Satir en el sistema familiar.

La terapia familiar tiene como objetivo el crecimiento y la expansión de la


persona. En el tratamiento se pone énfasis en la experiencia y en el presente,
entre el terapeuta y los miembros de la familia, como un instrumento de cambio
para ambos. Dentro de este grupo, una de las figuras más conocida es Virginia
Satir, quien formó parte del grupo de Palo Alto y fue influida por conceptos de
sistema y comunicación, y sobre esa base ella incorporó conceptos gestaltistas y
técnicas de grupos de encuentro.
Este modelo fue quizás el precursor de los demás enfoques de terapia
familiar. Comienza a desarrollarse desde los años de 1950, asociado al interés por
el estudio de la comunicación que se presentaba entre los pacientes
esquizofrénicos y sus familias. En este modelo se parte de una serie de ideas
básicas acerca del funcionamiento familiar, dentro de las cuales pueden
mencionarse por su importancia las siguientes: 1. El comportamiento de una
persona dentro de la familia sólo puede ser entendido dentro de un contexto
comunicativo relacional. 2. La familia es un sistema homeostático, es decir,
siempre tiende a buscar el mantener el equilibrio (cibernética de primer orden). 3.
Dentro de la familia se desarrollan una serie de patrones comunicativos que
determinan las interacciones que se establecen dentro de la misma. 4. La
sustitución de la noción de causalidad lineal (un evento causa a otro) por la de
causalidad circular (los distintos eventos se influyen mutuamente entre sí para
mantener cierto patrón de comunicación). 5. Sostienen la idea de que la
comunicación tiene dos aspectos íntimamente relacionados: el semántico que
específica el significado de la comunicación (¿Qué quiere decir que su esposo sea
agresivo?); y un aspecto político que atiende a las consecuencias
organizacionales de la comunicación (¿Qué hace usted cuando su esposo se
torna agresivo?).

La teoría de Virginia Satir se basa en los principios fundamentales


humanistas de que el hombre es bueno por naturaleza; la tendencia innata del ser
humano hacia el crecimiento; el punto de vista holístico que enfatiza la interacción
del cuerpo, la mente y los sentimientos; la importancia de la autoestima y auto
valía y el sentido de congruencia. Todos estos elementos son pilares de su
enfoque terapéutico de familia.

De hecho la esencia de la terapia familiar de Satir es el fortalecimiento de la


autoestima en cada miembro de la familia, lo que influirá en el proceso de relación
interpersonal, estableciendo que existe una correlación entre la autoestima y la
comunicación. Otro concepto que fundamenta su terapia es el de la conciencia de
la experiencia individual y familiar en el aquí y el ahora, así como su relación con
el crecimiento personal. También incluye en su modelo terapéutico el enfoque
sistémico y la relación diádica del factor individual con el social, la importancia de
las reglas y las normas en la familia. Además de las respuestas al estrés. Sin
embargo, el concepto central que desarrolla en su enfoque terapéutico es el de la
comunicación interpersonal y los procesos de comunicación en la familia que
incluyen, entre otros aspectos, quién se comunica con quién, cómo, cuándo y el
estilo que adopta la comunicación.
De acuerdo con el modelo de Satir existen cinco estilos de comunicación en la
familia: 1. El culpar o criticar al otro. Cada integrante de la familia deposita en los
otros la responsabilidad y los posibles defectos que causan las dificultades
familiares. Como es de suponerse, esto conduce a discusiones interminables y
una ruptura de la comunicación. 2. Racionalizar o intelectualizar. Los sujetos tratan
de encontrar una explicación lógica para justificar su manera de pensar y de
actuar, lo que impide Intervenciones en terapia familiar el análisis de los factores
emotivos involucrados en la comunicación de los sujetos. 3. Distraer o desviar la
atención a otro tema. Aquí uno o varios integrantes de la familia evitan
constantemente enfocar los problemas que se originan en la comunicación con el
resto de los integrantes de la familia. 4. Abdicar o complacer al otro. Aunque en
apariencia este estilo parece muy benéfico, en realidad también constituye un
obstáculo para la comunicación, ya que impide la discusión directa de los
conflictos entre los integrantes de la familia.
5. Congruencia o asertividad. Es el estilo de comunicación más efectivo ya que
permite al individuo comunicar sus deseos o aspiraciones y a la vez ubicarse en el
lugar del otro.

Los problemas en la familia se presentan cuando no se permite el sentido de


individualidad y valía personal entre sus miembros, cuando los padres no son
buenos modelos de comunicación, cuando la comunicación es incongruente con
mensajes ambiguos o poco claros y cuando la comunicación es incompleta o se
hacen supuestos, sin confirmar las dudas. En los patrones disfuncionales de
comunicación se encuentran también los mensajes dobles o incompatibles,
incongruentes o ambiguos, los juicios de valor y la crítica a los otros.

La terapia basada en la teoría de Virginia Satir pretende ayudar a transformar


a la familia disfuncional a través de los procesos de comunicación entre sus
miembros; a partir del estudio de cómo la familia como unidad afronta los
problemas, el dolor, la pérdida, el sufrimiento y la manera como mantiene la
homeostasis familiar y su estabilidad.

Para Satir, la familia debe ser el lugar para que las personas puedan hablar
libremente acerca de sus necesidades, en un ambiente de intimidad, calidez y
amor.
La meta terapéutica es ayudar a la familia a reconocer las diferencias individuales
entre sus miembros en la manera de comunicarse entre ellos, aceptar los
desacuerdos y percepciones individuales ante una misma situación, y aprender a
comunicarle a los otros lo que se percibe de cierta situación, de cómo se ve el
problema, lo que se siente y piensa acerca del mismo y la manera de manifestar
abiertamente los desacuerdos. El propósito de esta terapia es sobre todo
incrementar la autoestima en cada miembro de la familia y enfatizar que cada
persona es única; que debería expresar sus pensamientos y sentimientos o ideas
de manera abierta y sin cuestionamientos a los demás miembros familiares.
Al inicio de la terapia, se enseña a la familia un nuevo lenguaje para
comunicarse y entender los problemas de comunicación que existen entre ellos,
que concibe como la causa principal de su disfuncionalidad. En el transcurso de la
terapia, el terapeuta intenta clarificar qué ideas y expectativas tiene cada miembro
de la familia acerca del terapeuta y de la terapia, así como del porqué están en
dicho proceso. El terapeuta debe modelar y enseñar a la familia a cambiar sus
patrones de comunicación, a cómo ponerse en contacto con sus propios
sentimientos, cómo escuchar a los otros, cómo solicitar la clarificación de los
mensajes recibidos, etc. La primera sesión con la familia es de un estilo directivo
en donde el terapeuta actúa más como un profesor que enseña las formas
efectivas de comunicación; conforme la terapia avanza, se le va dando un papel
más protagónico a la familia. En ocasiones, el terapeuta inicia también el trabajo
con la familia a partir del estudio del ciclo familiar y la elaboración de un mapa
familiar de tres generaciones, una escultura de la familia que presenta a la familia
a través de una dramatización, a fin de que cada uno de sus miembros
comprendan en qué fase de este ciclo se encuentra su propia familia. También se
pide a cada uno de ellos que defina el tipo de familia que le gustaría tener o cómo
le gustaría que fuera su familia y qué recursos tienen para lograrlo.

El papel del terapeuta se convierte entonces en el de facilitador, en un


modelo de comunicación a seguir. Además prepara a la familia para crecer juntos
aprendiendo una nueva forma de interactuar entre ellos, de manera más sana y
funcional. En el proceso del trabajo del terapeuta con la familia, se crea un
ambiente de confianza y esperanza de que las cosas en la familia mejorarán. Se
desarrolla también la conciencia del funcionamiento familiar y el compromiso de
sus integrantes de llevar este nuevo sistema de comunicación fuera del ámbito
terapéutico.

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