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Staff
Moderador de Traducción
Yolit
Traductores
Alessandra Kass sarahatway
Ana Lilo Withney Morgan
belbarra Mireia Yolit
EsteVas purycordine Zoe
Correctores
Angie Salgado Missaki silbari
Estevas Withney Morgan Yolit
Recopilación
Estevas
Revisión
Yolit
Diseño
Yolit
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Índice
Créditos ................................................................................................................. 3
Índice ..................................................................................................................... 4
Sinopsis ................................................................................................................. 6
Capítulo 1 .............................................................................................................. 7
Capítulo 2 ............................................................................................................ 16
Capítulo 3 ............................................................................................................ 24
Capítulo 4 ............................................................................................................ 34
Capítulo 5 ............................................................................................................ 43
Capítulo 6 ............................................................................................................ 52
Capítulo 7 ............................................................................................................ 58
Capítulo 8 ............................................................................................................ 70
Capítulo 9 ............................................................................................................ 75
Capítulo 10 .......................................................................................................... 86
Capítulo 11 .......................................................................................................... 95
Capítulo 12 ........................................................................................................ 105
Capítulo 13 ........................................................................................................ 110
Capítulo 14 ........................................................................................................ 117
Capítulo 15 ........................................................................................................ 123
Capítulo 16 ........................................................................................................ 134
Capítulo 17 ........................................................................................................ 147
Capítulo 18 ........................................................................................................ 150
Capítulo 19 ........................................................................................................ 160
~4~
Capítulo 20 ........................................................................................................ 168
Capítulo 21 ........................................................................................................ 178
Capítulo 22 ........................................................................................................ 187
Capítulo 23 ........................................................................................................ 199
Capítulo 24 ........................................................................................................ 204
Capítulo 25 ........................................................................................................ 212
Capítulo 26 ........................................................................................................ 217
Capítulo 27 ........................................................................................................ 225
Capítulo 28 ........................................................................................................ 232
Capítulo 29 ........................................................................................................ 241
Capítulo 30 ........................................................................................................ 250
Capítulo 31 ........................................................................................................ 255
Capítulo 32 ........................................................................................................ 265
Capítulo 33 ........................................................................................................ 276
Capítulo 34 ........................................................................................................ 292
Capítulo 35 ........................................................................................................ 296
Capítulo 36 ........................................................................................................ 303
Capítulo 37 ........................................................................................................ 309
Capítulo 38 ........................................................................................................ 314
Epilogo .............................................................................................................. 318
Próximo Libro .................................................................................................. 321
Sobre la Autora ................................................................................................ 322
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Sinopsis
E L ETERNO COMPROMISO NO ESTABA EN SU
AGENDA…
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Capítulo 1
— J esús T. ¿Qué es este lugar?
Y al parecer, a las 3:00am, la noche aún era joven para los chicos
de la parte de Orlando.
~7~
Ya se estaba calentando, Thad se subió la manga de su chaqueta
de cuero y tocó la cicatriz en su antebrazo, trazando lentamente las dos
líneas cruzadas, que se unían como una « Y » en cada extremo, como
una cruz Armenia. El pequeño parche de piel era aún más caliente que
el resto de su cuerpo y latía al compás de la música electrónica, que le
estaba perforando un agujero en el cráneo. Casi podría decir; que la
cicatriz era brillante, pero la neblina de luces laser y el humo de
cigarrillos le hacía difícil ver para estar seguro.
Junto a él, Lee Goram también examinaba los rincones del club,
sin molestarse en ocultar su disgusto ante la casi orgia que tenía en
frente de él. No parecía tener sentido: Thad había estado seguro de que
esta misión podría llevarlos a buscar una aguja en un pajar, pero nunca
había esperado un lugar como esté.
—No lo sé, tío —se quejó Lee—. Esto no se siente bien. Huelo a
por lo menos, cuatro tipos de drogas. Veo a los seres humanos todos
sudorosos, pero follando en la pista de baile. No parece exactamente el
tipo de lugar en donde vas a encontrar tu destino.
—Lo sé, pero ya te lo dije, Lee, esta cosa en mi brazo esta como un
carbón caliente. Eso tiene que significar algo.
—Tal vez esos Oráculos están un poco locos. Quiero decir: Quién
sabe lo que les pasa con ese incienso que se fuman, ¿verdad? He oído
que es una especie de alucinógeno.
~8~
Thad dirigió una mirada hacia él.
***
Isabel Anthony se relajaba en un sillón de terciopelo rojo, en un
rincón oscuro de la sección VIP del Club Insomniac. Su mirada se
encontró con los ojos grises de Milano, la mujer rubia que se sentaba a
horcajadas sobre su regazo, mirando cada pedacito encantador como
descripción de la Venus de Bottecelli.
Isabel era terrible con los nombres. Genial con los humanos, sin
embargo. El aire frio de una respiración sobre su piel, dejó un rastro de
hormigueo en su estela. Estaba muy bien acompañado de la sensación
de los dedos hábiles de la mujer, ya que amasaba los músculos
sobreexcitados en los hombros de Isabel. Muy relajante, de hecho, el
vaso medio lleno de vino rojo que colgaba de los dedos de Isabel, casi
cayó al suelo.
~9~
Los chicos humanos tenían sus drogas de club a favor: sus
malezas y sus metanfetaminas y sus pastillas moradas pequeñas. Para
los vampiros, la esencia dulce de vino tinto producía ese amor
empalagoso, un gran zumbido. El vino le hacía desear una conexión con
los demás.
Pero estaba inquieta esta noche, a pesar del efecto del vino tinto.
La distracción era su segundo nombre, y un extraño dolor en la parte
baja de su espalda se intensificaba con cada minuto que pasaba, a pesar
de la frotación del masaje en el hombro de la Venus. Isabel disipo la
incomodidad y volvió su atención a la humana en su regazo.
Ciertamente, el dolor disminuiría pronto, sea por lo que fuera. Ella
sanaba rápido, como todos los de su especie, incluso lo hacía si se
alimentaba exclusivamente de los humanos.
~ 10 ~
pasó la lengua por los labios y hundió la cara en el hueco del cuello
delicado de la mujer. Al mismo tiempo, sus manos dieron un vuelco.
***
~ 11 ~
parte derecha encima de la barandilla, las manos de Lee quedaron
suspendidas en caso de que necesitara un arma. Los de seguridad en la
puerta habían sido fácilmente de manipulados, como para dejarlos pasar
sin que los buscaran.
Psicópatas.
~ 12 ~
Lee apenas lo escucho. De espaldas a Thad, se quedó en silencio
aturdido, incapaz de moverse. Su mandíbula se abrió mientras trataba
de determinar si sus ojos le estaban jugando una mala broma. O si tal
vez, el lugar estaba distribuyendo drogas psicodélicas a través de las
rejillas de ventilación. Santo cielos….
—No creo que vayas a querer salir todavía, Thad— hizo un gesto
hacia una silla llena de chicas contra chicas en un rincón oscuro de la
habitación. Sin duda, la mujer de cabello oscuro en el asiento principal
estaba en el cuello de la rubia como si fuera hora de comer y se muriera
de hambre. Mierda, eso finalmente se llevaría el oro. Lee soltó una
carcajada. Sin poder evitarlo.
Thad arrasó con la mirada sobre la escena que Lee había señalado.
A pesar de haber conseguido una instantánea de un suave hombre en el
bar que llevaba una tanga de cuero nada más y un collar de perro, con
su polla excitada, se dio cuenta cuando su mirada se fijo en un par de
largas piernas de color melocotón y crema que desaparecían bajo una
falda a cuadros deteniéndose a penas por debajo de emitir su marca
preferida de ropa interior. Las manos recorrían, los dedos de los pies
descalzos pintados de rojo de la hembra curvándose con fuerza.
Mientras la rubia con cara de ángel arqueaba su espalda abriendo los
labios ante el éxtasis, la morena lamia su cuello. Y… ah, estaría
condenado si ella no se estaba alimentado.
~ 13 ~
asustaban con una piel blanca haciendo de la suya una especia de
anomalía. Thad estaba arraigado—hipnotizado, mientras las uñas de la
rubia se clavaban con fuerza en la piel de la colegiala traviesa.
Empujando hacia arriba la parte superior de su falda, y de repente el
ambiente pareció quedarse sin oxigeno.
—¿No te gusta?
~ 14 ~
fuera de lugar. Ninguna de las formas de acercamiento que Thad pensó
podría encajar con el escenario que le habían entregado. Sólo podía
esperar un balance en ambos sentidos. ¿Y cómo demonios trataría con
esto?
~ 15 ~
Capítulo 2
L a oscuridad rodeó a Anton mientras esperaba su sentencia.
Nunca lo seria.
~ 16 ~
No para salvarse el mismo, por supuesto. No podía hacer eso. La
mujer que había llegado a amar estaría muerta, de todos modos, si el
fallaba en convencer al Maestro de que ella no lo estaba usando.
***
~ 17 ~
Thad bajo la cabeza para seguir a la voz que había penetrado sus
pensamientos contradictorios. Parada directamente en frente de él
estaba una diminuta mujer humana, de un metro cincuenta, más o
menos. Vistiendo una camiseta con alas de ángel y pantalones de cintura
baja, ella era como todas las otras chicas que revoloteaban sobre el club,
salvo por la mirada de sospecha que se asomaba por debajo de sus
pestañas cubiertas de brillo.
—¿Nuestra especie?
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La chica le dio a Lee un apreciativo vistazo. —Además ustedes
están todos marcados, y los únicos chicos humanos que he visto que
lucen como ustedes no estarían en un lugar como este porque ellos
viven 24/7 en el gimnasio. Ahora, estoy tratando de ser de ayuda
porque ustedes parecen estar un poco fuera de lugar. Quieren ir por ahí
libres, y estoy segura como el infierno que no los puedo detener. Puede
ser que quieran trabajar en sus modales, sin embargo.
Thad exhalo fuerte. Bueno Dios, es simple. Estoy aquí para decirle a
ella que por el resto de su vida fue prometida a mí, un completo desconocido,
hace cientos de años por algún viejo murciélago chiflado. Y oh, por cierto, el
futuro de nuestra raza puede estar bien asegurado o no dependiendo de si ella
escoge venir conmigo. Así que no hay presión ni nada.
Si, perfecto.
—Yo, uh, solo necesito hablar con ella. Es personal. Tal vez
podrías decirle de mi parte que estoy aquí…
~ 19 ~
apestaba a Cabernet barato, un signo revelador de que había estado
bebiendo vino. El hombre ebrio murmuró un gracias, metió una
manzana agria entre sus dientes, y esbozó un saludo burlón a Thad y a
Lee. Camino lejos sacudiendo su cabeza como si necesitara despegar
algo que estaba alojado en su interior. A través de toda la transacción, la
única reacción de la humana fue sonreír dulcemente al hombre y mirar
cómo se iba.
~ 20 ~
primeras horas de la mañana e hizo una vuelta de ciento ochenta grados
para irse.
—Tal vez debería haber pasado una nota en la jodida clase del
gimnasio.
—Púdrete.
Thad dejo salir una risa baja. Lee se calló y continuo mirando a
través del salón. Los dos observaron mientras Alexia se inclinaba
ligeramente sobre su cintura y hablaba al oído de Isabel. Inclusive para
una humana la chica era diminuta. Más pequeña vista a través del
camino.
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Ella se levantó lentamente, aunque, pasando suavemente la
lengua por todo el cuello de la rubia y murmurando algunas clases de
dulces palabras de amor a la oreja de la humana mientras dejaba su
regazo. Probablemente limpiando la memoria de la mujer de toda la
experiencia erótica. La rubia se levantó de la silla sin una palabra y se
encamino hacia las escaleras.
—¡Mierda!
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—Hazlo, y tendríamos que limpiar las memorias de todos en este
piso —Lee giró su cabeza a través del pasillo—. Además, la tenemos.
Dejo a su amiga.
~ 23 ~
Capítulo 3
A pesar del mejor esfuerzo de Antón, su cuerpo se volvió
~ 24 ~
su pecho y caminaba dentro del grupo. Si no fuera por ese destello de
maldad, él y Antón tendrían un gran parecido.
—Maestro…
Aquí va.
Hijo de puta.
~ 25 ~
—Lo siento, mi señor —Antón no podía entender qué más podía
decir en respuesta. Nunca hubo amor entre ellos, pero ¿su padre lo
hubiera matado antes de nacer si hubiese tenido la oportunidad? ¿O
qué? ¿Habría matado a su madre mientras estaba embarazada? Se le
revolvió el estomago.
La mano, como se decía, era más rápida que el ojo. Cuando Antón
registró la rareza de los labios del Maestro y la flexión simultánea de los
dedos, un abrasador dolor incandescente cruzó su lado y haciéndolo
caer de rodillas. Miró hacia abajo para encontrar un corte profundo
cruzando su torso y costillas. La sangre brotó de la herida por su piel.
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Otro movimiento de la mano de su padre. Otro corte en su piel,
esta desde su muslo superior. Algunos gritos. Suyos, al parecer.
~ 27 ~
muslos—. Además, ni siquiera sabemos con certeza que ella tenga
múltiples poderes. No presencié ninguno cuando la estaba siguiendo.
Su padre dio un paso más cerca, y Antón fue golpeado por cuán
más pequeño era aquel hombre. Tal vez era por la forma en que ejercía
sus poderes, pero Antón siempre había visto a su padre más grande.
¿Pero ahora? El Maestro estaba unos buenos centímetros más abajo del
metro ochenta de Antón, y estaba mucho más delgado. Casi esquelético.
¿Este hombre alguna vez comía?
Pero si…
—Yo…
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parte de nuestra información sobre Tyra Morgan son rumores sin
confirmar.
¿Dudas?
~ 29 ~
—Entenderás si dudo de tu sinceridad.
Paz llenó a Antón desde adentro hacia afuera. No era mucho pero
tenía la esperanza de haber plantado una semilla de incertidumbre en la
mente de su padre. Tal vez con eso ganara un poco de tiempo para Tyra,
el suficiente para darse cuenta de que estaba siendo cazada. Para
ponerse a salvo. Un nuevo conjunto de pasos se acercaron… y luego la
oscuridad cayó sobre él.
***
¿Estás bien?
~ 30 ~
Isabel contempló el móvil. ¿Por qué Lexi no respondía? No podía
creer que haya sido tan estúpida. Al principio había sonado como que
Lexi le estaba jugando una extraña broma. La vista de Isabel no había
sido buena desde el accidente y era difícil ver en el club con todas esas
luces parpadeantes.
Estoy bien pero estos chicos están sobre mí como los pumas sobre Adam
Lambert. ¡Necesitas hablar con ellos! Sal o los enviaré detrás de ti.
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¿Está bien si me cambio?
Otro sonido:
Trae mi sudadera. A fuera está más frío que la teta de una bruja.
Muy bien. Lexi estaba bien. Esa era una parte importante. Isabel
respiro profundamente. La adrenalina de antes la había dejado débil
sobre sus rodillas. Otra respiración profunda. Muy bien. Bien. Le hizo
una mueca a la desaliñada chica fiestera del espejo.
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aparecer un vampiro diciendo ser el rey y pedir hablar con ella? ¿Habían
hecho algo sus padres en sus días? Pero si así fuera, no solo la hubieran
localizado.
Voy en camino.
~ 33 ~
Capítulo 4
D espués de dos crujientes tacos de carne, Thad se sentó en el
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Cada músculo se encontraba en tensión y apenas podía respirar a
través de la bola que obstruía su garganta. Este sería su primer trabajo
importante como rey, y había realizado en su cabeza la conversación con
una mujer sin rostro decenas de veces, si no cientos. Ahora que estaba
allí en carne y hueso, no estaba muy seguro de cómo empezar.
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detuvo justo por encima de su ombligo y deslizó su mirada alrededor
con cuidado antes de tirar de la camisa a un lado. El brillo del oro bajo la
luz de la luna provocó un jadeo de Isabel y Alexia.
—¿Eso es el medallón del rey? —Isabel abrió mucho mas sus ojos,
dándole un rostro casi infantil. Las luces decorativas de Navidad que
adornaban el perímetro del espacio para comer al aire libre, añadía un
brillo agradable a sus ojos verde esmeralda. Había algo extraño en el
izquierdo. Estaba oscuro, y... un poco nublado, ¿tal vez? Añadiendo a su
mirada un toque sexy como si fuera de otro mundo.
~ 36 ~
Isabel apretó los labios, mordiéndolos nerviosamente mientras lo
miraba con los ojos entornados en aparente concentración.
~ 37 ~
realeza no te hace inmune la escoger la pajita corta —las risitas de Alexia
continuaron culminando el alegato de Isabel.
—No creo que Lee nunca haya sido arrastrado por una mujer así.
Isabel sonrió.
~ 38 ~
latía en sus oídos con la urgencia de lo que aún quedaba por decir. Así
que siguió adelante.
***
~ 39 ~
Tyra dio su sonrisa más tranquilizadora a la pequeña mujer
hispana que había hablado. La mujer que ahora estaba ante Tyra, con la
mano sobre el corazón y con el cabello desordenado por el sueño que
estaba disparado en todas direcciones como un científico loco, en la
puerta de la pequeña habitación que era su residencia temporal en Ash
Falls Interfaith Shelter.
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—Pero yo tengo poderes mágicos para protegerme de las cosas
malas que asustan en la noche, Selena. —Ella le guiñó un ojo a la chica.
La niña sonrió.
—Tal vez algún día. ¿Quién sabe? —La madre de la niña sonrió y
condujo a su hija vestida con un camisón a su habitación.
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situación era una "inminente tormenta de mierda" escrito por todas
partes.
~ 42 ~
Capítulo 5
T had paseó por la habitación de Isabel. Los escasos muebles
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pantalones negros de yoga y una sencilla playera blanca, ajustada. La
piel de ella era más pálida que la de él, color durazno, y recientemente
limpiada de su abundante maquillaje para el club. Una pequeña serie de
cicatrices, qué antes no eran visibles, atravesaban su cuello y mejilla.
Mientras él sufría por saber más acerca de ella, su instinto le dijo: No
preguntar. No todavía. Los vampiros no cicatrizan fácilmente, así qué lo
que haya causado las de ella… bueno, él e Isabel probablemente no
estaban «ahí» todavía.
— No para nada.
~ 44 ~
sonar desde las bocinas de la computadora, pero era algo diferente de lo
que estuvo sonando en el club. Él se aclaró la garganta e hizo lo mejor
para actuar casual mientras ella se enderezaba y se sentaba en una silla
cerca de la mesilla con una pierna doblada debajo de ella.
—No, no. Suena bien. Es solo que nunca había escuchado algo
como esto. Soy más como un hombre de jazz.
—Tú sabes, siento qué te debo una disculpa —Isabel dejó escapar.
~ 45 ~
—El asunto es qué no veo como yo, se supone, que yo sea. Yo…
Yo no puedo ni siquiera imaginarme eso. —Ella se movió
incómodamente en su asiento—. Me refiero a qué ya te habrás dado
cuenta, tú mismo, de qué no soy precisamente un material de la realeza.
Ni por asomo.
»Lo que sí sé, es qué, más y más vampiros han sido atacados por
los hechiceros. Mis amigos se están poniendo nerviosos. Yo me estoy
poniendo nervioso. Yo he ascendido como el sucesor de mi padre, pero
si sale a la luz que no tengo poder, me verán como débil. Así que siento,
que tengo que intentar cualquier cosa que pueda, incluso si parece
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completamente una locura. Y lo es. Lo sé. Con el riesgo de sonar
dramático: por el bien de toda nuestra raza entera, necesito que
mantengas tu mente abierta.
Ella parpadeó.
—Pero eres el rey, ya sea si tienes poder o no. Ser capaz de hacer
rayos y truenos o lo que sea, no te hace un dirigente más listo.
—¿Oh?
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escalofrío pasó por su cuerpo con el simple pensamiento sobre eso. Él
era apuesto, sí. Pero… bueno, había un montón de horribles peros.
Iba a ser muy difícil qué no lo quisiera si seguía diciendo cosas así.
En contra de toda lógica, ella se encontró queriendo tocarlo. O lamerlo
por todas partes. Pero ya había tenido su diversión en el club, y estaba
mucho más sobria ahora, así que en realidad no sabía qué hacer. Él era
el rey. El rey. La enormidad de eso prácticamente hizo que su cerebro se
apagara.
Él se aclaró la garganta.
¿Qué?
Isabel resistió esa intensa urgencia de soltar algo más. Era una
larga historia, y una qué no quería contar.
~ 48 ~
—He estado en muchas cosas malas, las he ido resolviendo a
través de los años. Lenguaje corporal, cosas por el estilo. A veces
simplemente lo sabes. Me imagino qué si voy a beber su sangre, yo
debería proporcionar una pequeña comodidad antes, ¿no es cierto?
Prestar un oído, frotar sus hombros… esa clase de cosas.
—Hace muchas cosas, pero eso es algo de las grandes. Eso, uh, se
siente realmente sorprendente, en realidad. Me refiero a qué, la eficacia
de cada quien varía pero en general te sientes un poco eufórico y
atontado; tus sentidos se amplían. Realza la intimidad física y
emocional. Incluso si estás hablando con un completo extraño, es como
si estuvieras conectado con él. Es por eso qué se me hace tan fácil
sentirme cómoda con un humano extraño y beber de él. Siempre se
siente realmente natural en el momento. No es sólo tu variedad del
jardín, inducida por el suave alcohol, sino una experiencia muy sensual.
—Estrechó sus ojos hacia Thad, quien había dibujado sus cejas hacia
abajo, pensando profundamente.
~ 49 ~
—Me estoy haciendo parecer rara, ¿No es así? — Su cara se relajó
y soltó una risita ahogada
Thad se encogió.
~ 50 ~
—Hay algo que me hace sentir frío y húmedo. ¿Qué tan raro es el,
uh, problema del desempeño?
—No creo qué pase muy a menudo. Esta área no está repleta de
vampiros, y en realidad no he tomado una encuesta.
—Huh
La mirada lejana de Thad hizo qué ella hiciera una pausa. Arrugó
su nariz y lo estudió arduamente.
Él tosió nerviosamente.
~ 51 ~
Capitulo 6
I sabel miro a Thad como si acabara de sugerir que corrieran
Thad apretó sus manos juntas y descansó sus codos en sus muslos
entre abiertos, de la misma manera en que lo hizo durante su
conversación afuera del local de tacos.
~ 52 ~
Ella asintió sin hacer ningún comentario, todavía mirándolo hacia
abajo como si perteneciera a un zoológico.
—Me sorprende que tengas sentido del humor con respecto a esto.
Ella sonrió. Sus colmillos no tenían la misma forma que los de él,
pero su sonrisa seguía siendo increíble. Sexy. Su rostro se iluminó,
incluso cuando ella entrecerró sus ojos en él.
~ 53 ~
Thad cruzó los brazos sobre el pecho y barrió con la mirada
intencionadamente alrededor del pequeño espacio.
Demonios, no.
—Absolutamente.
~ 54 ~
Sacudió la cabeza.
~ 55 ~
—Muy bien. No hay problema. Totalmente normal. Todo está
bien. Respira profundo por mí.
—Gracias.
~ 56 ~
—Ahora, esperamos.
~ 57 ~
Capítulo 7
L as jodidas seis de la mañana. Después de más o menos una
—No me digas que has estado merodeando por aquí desde que
aparecí. —Dio un pequeño chasquido con su lengua—. Eso parece muy
poco convincente.
~ 58 ~
Él arqueó una ceja y lanzó una sonrisa maliciosa en su dirección
mientras se acariciaba la barbilla. Dios, que sonrisa tan sexy. No
importaba cómo él la había cabreado, esa sonrisa siempre había llegado
a ella. Fue probablemente por eso que toda la cosa entre ellos había
durado tanto tiempo después de su fecha de vencimiento. Las puntas de
sus perlados colmillos blancos se asomaron coquetamente detrás de su
labio superior lleno.
—Tal vez solo quería ver cuánto peso podías levantar en cuclillas.
—Miró la barra que había acumulado—. Quinientos, no está mal.
~ 59 ~
soportarse el uno al otro. Más como ¿combatientes antagónicos con
derechos?
—Siddoh, detente.
—¿Hablas en serio?
Ella necesito tomar una respiración lenta y dar marcha atrás antes
de poder encontrar su voz y responder.
Oh.
~ 60 ~
—Necesitas alimentarte, sin embargo, ¿No es así?
¿Dolor?
Ella hizo una mueca y se frotó la frente con la mano. Apenas tenía
sentido que él pagara a alguien de servicios de sangre cuando ella ya
estaba allí, pero por otra parte tal vez sería mejor para ellos hacer una
limpieza.
***
~ 61 ~
acentuada sensibilidad, sus dedos le dolían con el deseo de tocar y
explorar. Algo. Lo que sea. Incluso los peludos cojines de Isabel parecían
hacerle señas, tentando a Thad a pasar los dedos por el cabello sedoso.
Isabel tenía razón. Esto estaba más allá de lo increíble. Ella había
tratado de aliviar su ansiedad frotando la parte posterior de su cuello, y
de repente había pasado de preguntarse cuando el vino lo iba a golpear
a preguntarse si sería de mala educación enroscarse en su regazo y
ronronear.
Con o sin vino, su instinto le decía que estaba a salvo con Isabel, y
el siempre había tenido unos malditamente buenos instintos. Y madre
santa, Isabel tenía buenas manos. Suspiró profundamente mientras su
cuerpo se deshacía bajo su toque.
—Tomaré eso como un sí. —Se echó a reír, una tranquila risa
entrecortada que lo hizo volar incluso más alto que antes.
—Sí.
~ 62 ~
una cagada para los libros de récords. Gracias a Dios que estaban solos.
Lee nunca le dejaría escuchar el final de algo así. Su malestar con el
hallazgo era evidente. Ella manejaba el arma como si fuera un oloroso
calcetín de gimnasio.
—Yo sólo voy a poner esto aquí. —Lo tranquilizó desde atrás y
puso la pistola con cuidado sobre la mesilla—. ¿Alguna otra de la que yo
deba saber?
~ 63 ~
acariciando… explorando. Él gimió y apretó su cuerpo contra el suyo,
haciendo el beso más duro y más profundo.
Su boca era tan dulce que era como besar un pedazo de caramelo.
Más de ese exquisito hormigueo apareció en toda su piel,
concentrándose donde sus cuerpos se encontraban. Cada respiración
frenética parecía traer más de la misma deliciosa sensación,
intensificándose exponencialmente con cada jadeo, hasta que Thad
estaba envuelto en alucinantes—vibraciones—por—todo—el—cuerpo.
—Isabel.
~ 64 ~
—Probablemente es sólo el vino. Puede elevar tu temperatura
corporal. Aquí, déjame ayudarte. —Después de alcanzarle el vaso, Isabel
se inclinó hacia adelante y comenzó a desabrochar su camisa. Dedos
ágiles acariciaban su piel mientras ella empujaba la tela fuera. Con
firmeza, pero sensualmente, pasó la mano por su estómago, sus
pectorales... se estremeció cuando sus dedos rozaron una vez, luego dos
veces por encima de sus pezones. Pellizcando suavemente, y luego no
tan suavemente. Oh, Dios. Su toque luego flotó hacia el medallón que se
fundía en el esternón y vaciló, insegura.
—¿Te dolió?
~ 65 ~
la punta, luego cepillando a lo largo hacia abajo, golpes demasiado
suaves.
—Isabel… joder…
Pero, de repente, fue alcanzado por un frío casi doloroso. Sus ojos
se abrieron.
—Isabel, qué...
~ 66 ~
Calor húmedo se apoderó de su eje. Isabel fluía a su alrededor
como el agua. Cada una de sus piernas enganchadas con cada una de las
de él, y cada uno de sus brazos se deslizaron entre la espalda de él y el
colchón mientras sus caderas ondulaban y el sudor alisaba sus cuerpos.
Una gota de sudor se abría paso por la cara de ella desde la sien...
Carreras a trompicones por el pecho y el cuello. Las manos de Thad le
rozaron el estomago y las costillas, y atrapó la gota errante con el pulgar
justo cuando entraba en el valle entre sus dos deliciosos pechos. Esto
facilitó el camino del pulgar para extenderse por el capullo apretado de
~ 67 ~
un pezón, provocando un grito de asombro y un estremecimiento
celestial.
Anudando las manos en las sábanas, agarró con todas sus fuerzas
para evitar lanzarse del colchón mientras explotaba dentro de ella. Una
ola incandescente del placer y el dolor se extendió por él,
concentrándose en la cicatriz en su antebrazo. No había control en su
cuerpo, ya que tembló y se sacudió con cada temblor culminante.
~ 68 ~
Ella se acomodó sobre su espalda y se quedó mirando el techo,
entrelazando sus dedos con los de él.
~ 69 ~
Capitulo 8
P oco después del mediodía, Lee se encontró mirando
~ 70 ~
gimnasio, y después de eso, voy a comprar algo para comer. ¿Quieres
algo en especial?
~ 71 ~
información. Y era un bastardo cabrón, pero dedujo cierta sensación de
satisfacción en la sutil broma hacia Alexia. Se recostó contra el
desmoronado, verdoso sofá y la miro pensativamente. —Además, la
sangre humana no tiene las mismas propiedades, por lo que la
alimentación puede ser un problema.
—Nunca me respondiste.
—¿Sobre qué?
Enarcó las cejas. Aunque sólo sea para sí mismo, admitió que no
quería pensar demasiado en la respuesta.
Sí.
~ 72 ~
columna cuando se dio la vuelta lentamente para mirarlo. Se volvió con
una gracia elegante—. En realidad, no lo es tanto. Simplemente no tengo
ganas de decírtelo.
Perra.
No podía negar que era tentador, ella no parecía ser del tipo
empalagosa, y tal vez podría practicar un experimento sin compromiso
para ver si follar a un ser humano era lo que todos los chicos del
vestuario habían dicho que podría ser antes de que él y Thad llegaran a
la ciudad.
La furiosa erección entre sus piernas estaba a favor de ese plan tan
imprudente. Todavía estaba de nuevo en la parte donde veía a Alexia en
la cama. Desnuda. Esa ropa de gimnasia diminuta estaba olvidada en el
piso. Cristo. Gruño de nuevo y deslizo una mano sobre la dura longitud
~ 73 ~
que se apretaba contra su uniforme, y luego se apartó la mano con un
gruñido.
~ 74 ~
Capítulo 9
É l se enojaría con ella.
Rara vez se deprimía cuando estaba bebiendo. Eso era una gran
parte por la atracción. Pasaba las noches revoloteando en vino tinto, no
siempre necesito estar sola con todos sus detestables pensamientos. De
repente, sin embargo, una fuente de emoción oculta surgió en el centro
de este incómodo silencio que compartían. Maldijo el escozor de las
lágrimas en sus ojos y parpadeo rápidamente para evitar derramarlas.
Lo que la molesto, se hizo un nudo en el estomago y el pecho se le puso
tenso, y ella no entendía por qué.
~ 75 ~
Al diablo con él si no podía manejar la situación. ¿Cierto?
~ 76 ~
imposible pero los pinceles de plumas de su piel contra la de ella no
eran molestos. Eran…. agradables. Placenteros.
Ella continúo.
~ 77 ~
—Lo siento mucho, Isabel.
~ 78 ~
Isabel no estaba segura de si había reído alguna vez de la forma
en que se echo a reír en ese momento. No porque fuera la más grande o
más fuerte carcajada, en realidad, era apenas una sonrisa. Pero era pura,
algo que ella había hecho porque se sentía cómoda y segura como jamás
se había sentido antes.
—Así es.
—Tú hermana.
—Sí. Así que… mi hermana nació unos veinte años antes que yo.
En algún lugar en ese momento, supongo que mi padre y mi madre
tuvieron relaciones, y entonces nací yo —por un momento, no hablo de
ellos. Su pecho subía y bajaba por su respiración—. Y luego mi padre se
fue a una finca de la familia solo una noche y fue asesinado. Mi madre
sintió que su fuerza vital moría para ella, se cortó las venas ella misma.
~ 79 ~
Isabel se quedó sin aliento.
—¿Thad?
—¿Hmm?
—¿Técnicamente?
—Técnicamente.
—¿Pero se necesita una compañera para ser rey? —Thad abrió los
ojos para mirarla de nuevo. Él era realmente bastante encantador. Lexi
tenía un cartel en su habitación de una puesta de sol en la costa de Fiji.
Era el mismo tipo de azul de sus ojos. Rico y profundo, con un brillo que
parecía venir del mismísimo cielo.
~ 80 ~
asegurarse de que ella lo tomaba en serio. O tal vez pensó que ella era
indecisa, pero ella preferiría pensar lo primero.
—Por supuesto.
—¿Aún..?
~ 81 ~
interrupción. El peso de la conversación la estaba poniendo nerviosa
ahora que estaba sobria.
Bien. Tendría que dejar todo esto a un lado, tenía que introducir a
este hombre en los placeres de un agradable donut caliente.
***
~ 82 ~
entumecía los huesos y le envolvía su cuerpo. Los sonidos que le
rodearon indicaron que estaba en el bosque. ¿No estaba donde el
Maestro le había dicho que lo dejara? Se preguntó por qué le había sido
permitido vivir, o si tal vez había asumido que él no lo haría. ¿Por qué
no lo habían desangrado para asegurarse que su cuerpo se convertía en
polvo? Tal vez quería que sufriera antes de patearlo.
~ 83 ~
lado. El de la izquierda ya estaba levantado. Excelente. Las cosas se
veían mejor ya.
~ 84 ~
los insoportables golpes en la cabeza parecían estarse marcando a un
latido agonizante simplemente. Una especie de pulso comenzó a fluir
entre sus manos, pero después de unos segundos, la energía se
desvaneció otra vez. ¡Dios, joder, maldición!
~ 85 ~
Capítulo 10
U n movimiento detuvo a Thad justo cuando estaba
~ 86 ~
Ella se volvió y paso la mirada por encima de Thad y se lamio un
poco los labios. Una o dos veces volvió la mirada al medallón antes de
hablar.
Dado que Alexia había interrumpido primero con los donuts, las
cosas habían tomado un giro decididamente incómodo. El inicio, la
energía apasionada, la conexión que había fluido entre ellos unas horas
antes en esta misma habitación parecía haberse evaporado con la última
chispa del efecto del vino que habían tomado juntos.
Maldita Sea.
~ 87 ~
Suavemente, Thad se adelantó y entrelazó sus dedos con los de
ella. Al igual que ella había hecho con él, antes mientras yacían juntos en
la cama. Hubo un ruido sordo en su voz.
Fue desgarrador saber que ella había estado sola desde tan
temprana edad. Él no era un experto cuando se trataba de las emociones
de las mujeres, pero apostaría que al principio debería de haberse
sentido muy vulnerable.
~ 88 ~
podía convencerla? Bueno, él era el rey, por el amor de Dios. Haría que
esto ocurriera de una manera u otra. Después de todo, él sabía ahora
donde vivía. Incluso si se iba a otro lugar para esconderse, él podría
encontrarla como lo había hecho antes. Ella no tenía que saber eso.
—Vamos.
***
—Sí.
—Es mejor estar listos —dijo Tyra—. Thad, quédate con Isabel. —
dijo por encima del hombro. Tyra negó con la cabeza, pero sacó su arma
~ 89 ~
de todos modos, manteniéndola inclinada y resguardada—. No lo
entiendo. ¿Cómo iban a encontrarnos aquí?
Sólo había uno, pero era más grande que la mayoría. Los soldados
como Lee eran criados por su fuerza y tamaño, pero los hechiceros
~ 90 ~
utilizaban generalmente su robo de los poderes de vampiros para
compensar su falta de destreza física.
—Vas a estar bien, Isabel. Sólo cierra los ojos —no cabía duda de
que esta mujer había recibido mucho más de lo que esperaba para esta
noche.
~ 91 ~
por lo menos no le hicieron mucho daño. El brillo superior en los ojos
del hechicero desapareció.
Las acciones del mago fueron las mismas de siempre: sus manos a
tientas desesperadamente para detener la hemorragia, pero continuo
fluyendo constantemente a través de las grietas de sus dedos. Su
esfuerzo no fue muy efectivo para detener las grandes inundaciones con
una servilleta de papel. Pero siempre lo intentaban. Todos los seres
vivos lo intentaban.
—Por Dios, Lee. Lo mataste —Lee se volvió para ver a Tyra de pie
en la puerta.
El gruñó.
~ 92 ~
Ochocientos kilómetros más cerca, pero era lo suficientemente
inteligente como para no corregir su hipérbole.
Tyra asintió.
—Agárrala.
~ 93 ~
—Está bien —gruñó Lee—. Vamos a llevarla a casa —quería sacar
a Alexia de ahí tan pronto como fuera posible. Esa sangre asquerosa,
fétida del mago se filtraba en la manta.
Entonces se fueron.
~ 94 ~
Capítulo 11
T had se sentó junto a Isabel en una inmaculada banca
~ 95 ~
—Escucha, sé que probablemente estás perturbada ahora mismo.
Solo quiero que sepas que voy a hacer todo lo posible por ti, ¿Está bien?
—Ella asintió ligeramente. —Está bien —tomó una gran respiración—.
Ahora, tal vez debas descansar un poco, puedo tener una habitación
preparada.
Thad miró hacia arriba, y cómo si fuera una señal, los tres se
materializaron el vestíbulo.
—Ivy, quiero que vayas por Brayden, pronto. Después quiero que
prepares un par de habitaciones de invitados para Isabel aquí…—Su
cabeza se movió de lado a lado.— Y su amiga, para cuando ella se sienta
mejor —Él puso un poco de tensión sobre la palabra "cuando".
~ 96 ~
Isabel se quedó quieta, aún presionando la mano de Thad. Él
odiaba las circunstancias pero amaba que ella se aferrara a él para tener
apoyo. Parándose un paso alejada de la pequeña forma de Alexia, Isabel
se inclinó hacia adelante.
~ 97 ~
—¿Qué causó la herida? —Lee espetó.
~ 98 ~
Thad se dio cuenta de Brayden estaba alcanzando su maletín
médico que estaba entre sus pies. Eso era demasiado sobre la teoría de él
durmiendo con una lámpara de bolsillo.
Thad miró hacia Tyra, quien había sido hasta ahora una silenciosa
observadora.
~ 99 ~
—Ondeó su mano—. No importa, tal vez aparezca más tarde cuando
tengas tu reunión con Lee. Podemos hablar sobre eso entonces. —Sonrió
gentilmente hacia Isabel—. Siento mucho habernos conocido en tan
difíciles términos, cariño. Estoy segura que hablaremos después.
—Está bien, doc, déjame ayudarte para llevarla por el pasillo antes
de que me vaya.
¿Quién podría pensar que las cosas se iban a poner peor después
que le dijeron que estaba destinada a ser la reina de una raza que no
conocía?
~ 100 ~
bronceada, ella lucia como el tipo de las que podían ser reinas. No
Isabel, con su máscara de halloween por cara.
—Ahí toallas limpias y una bata, si dejas tu ropa ahí afuera cerca
de la puerta, alguien vendrá para lavarlas por ti. —La mujer se estiró y
tocó gentilmente el brazo de Isabel—. Brayden sigue con ella, y ahora
tiene un poco de color ya luce mejor.
—Gracias.
—¿Qué más puedo hacer por usted señor? —Señor. Era tan
surreal. Thad no era un "señor". Él era un tipo que Isabel había conocido
en una fiesta.
—Ve y haz lo que sea que tengas que hacer, Ivy. Yo me encargaré
a partir de aquí.
—Genial. Gracias.
Thad abrió la puerta un poco para tener una vista más amplia de
la habitación. Era más grande que la de Isabel, pero de alguna manera
no austera ni fría. Hermosas pequeñas mesas flanqueaban la cama de
tamaño grande, y las paredes eran de un color beige, acentuadas por un
atractivo borde café y cerceta que combinaban con el edredón. Una
cómoda silla para sentarse a leer estaba en la esquina a su izquierda, y
uno de esos elegantes pero toscos grandes vestidores dominaba la
esquina de su derecha. Suaves luces brillaban, y la cama ya estaba
hecha. Isabel tenía que admitir que era muy apetecible.
~ 101 ~
Isabel mordió su labio. Mirando hacia atrás y hacia adelante entre
las dos habitaciones, la indecisión la invadía. Dejar a Alexia sola era algo
no se sentía bien, pero maldición si la adrenalina no la había golpeado y
dejado cansada. No sabía con certeza cuanto más podría permanecer de
pie.
—¿Thad?
~ 102 ~
estaba entumecida y asustada lo suficiente como para admitir la
realidad de que ella necesitaba consuelo. De que ella no podía estar
sola0
~ 103 ~
Ella tenía mucho en lo que pensar, pero últimamente las únicas
cosas que podía hacer era regresar al principio y esperar hasta que Lexi
estuviera mejor. Lo demás podía esperar. Permitiéndose adentrarse un
poco más en la paz que el toque de Thad le daba, cerró sus dedos
alrededor de los de él y dejó que el cansancio la llevara hacia el sueño.
~ 104 ~
Capítulo 12
S e suponía que una larga ducha con agua caliente sería
—¿Lee? —Tyra.
~ 105 ~
—¿Cómo te va, Tyra? ¿Te gustaría pasar? Por favor, toma asiento.
—dijo categóricamente, ignorando su rodar de ojos; gesto que repartía
como golosinas en Halloween. Después de cerrar la puerta se sentó en el
borde de la cama matrimonial, frente a ella—. ¿Qué hay de nuevo?
Ella sonrió.
—Es una de las pocas especies animales que tienen sexo por
razones distintas a la procreación. Cómo la resolución de conflictos, por
ejemplo. Y estoy segura de que ellos practican el sexo incluso más que
los conejos.
~ 106 ~
—Deja de leerme, Tyra. Sabes que eso me saca de mis casillas.
—Dios.
Ella se carcajeó.
¿De nuevo?
—Lo sé, lo sé. Me lo digo todo el tiempo que debería ser más
inteligente que esto. Piensa, tú sabes que a mí no me van mucho las
relaciones. Comenzó para molestar a papá, Entonces se volvió una
conveniencia, y eventualmente era solo un mal hábito que me costaba
romper. Finalmente he acabado hartándome de esto.
—Sí, bueno, ahora estoy atando cabos. Hazte cargo de tus asuntos
y déjame a mí encargarme de los míos.
~ 107 ~
—Bien, pero si Siddoh hace alguna estupidez, me reservo el
derecho de manejarlo.
—Ugh, sí. —Golpeó sus manos contra los brazos del sillón y se
levanto de un salto—. Bien, lo haré. Después de esta noche.
~ 108 ~
—Pasa más seguido de lo que piensas. El local de sala de
emergencia no puede rechazar a un paciente sin seguro, pero una vez
que vuelve a estar estable lo quieren afuera cuanto antes. Entiendo que
administrativamente su día termina a la media noche, así que tratan de
sacar al paciente antes de eso —ella suspiró.— No es el mejor sistema.
Los humanos no cuidan mucho de los suyos cuando hay dinero en
medio.
Con las manos en las caderas, Lee levantó su rostro hacia el techo
y dejo escapar una bocanada de aire. Mirando el lado positivo, él no
podía ver cómo la noche podría volverse mucho peor. Agarro sus cosas
de la cama y se dirigió a la puerta.
~ 109 ~
Capítulo 13
U na sensación extraña sacó a Thad de su sueño. Un temblor.
~ 110 ~
—No lo sé —dijo, con voz ronca. La respiración de ella se hizo
más pesada, y sopló suavemente contra su cuello.
Bueno, ¿Cómo podía decir que no, cuando ella lo decía de esa
manera? Pero algo estaba muy mal. Él estaba hirviendo. ¿Cómo podía
estar fría y temblando? Sacudió su cabeza, preguntándose si debería ir
por más mantas, tomar una ducha caliente. Tal vez debería buscar un
doctor. Sí. Debería buscar a Bray.
Oh, esta era una idea tan mala. Había sido una noche terrorífica y
emocional para Isabel. Estaba preocupada por su amiga. Ella estaba…
¡Piensa Thad, piensa! Tal vez necesitaba atención médica. Eso era
importante. La verdadera razón es que esto ya era más que una profecía
para Thad. Si él quería que esto fuera lo mismo para Isabel, necesitaban
tiempo para llegar a conocerse más antes de que hicieran el amor de
nuevo. Tiempo para que esto llegara a ser algo real.
Él necesitaba ser más que sólo uno de sus enchufes del club.
Pero cuando se resistió, ella tiró más fuerte de él, abriendo sus
labios para deslizar su lengua dentro de su boca y enterrando sus dedos
en su espalda. Su pierna se enganchó alrededor de la espalda de él, y su
pelvis se alzo hacia arriba para presionarse un poco más contra su
erección.
~ 111 ~
—Isabel —murmuró contra su boca—, realmente no
deberíamos… no así. —Pero incluso mientras decía esto, sus labios se
presionaron más fuerte contra los de ella, su pene palpitando y
estirándose como si estuviera insistiendo a gritos que cerrara la boca y
siguiera con el programa. Demonios, el tenía alrededor de diez
segundos para controlarse antes de que perdiera toda su concentración.
Pero había más fricción, y Thad se movió de modo que quedó más
o menos recostado sobre Isabel. Él no tenía la intención de hacer eso, ¿o
sí? Infiernos, ya había perdido su concentración, después de todo.
~ 112 ~
frenético de su pulso debajo de ella. Jesús… él juraría que su sangre era
tan dulce. Sus colmillos se empujaron largos dentro de su boca.
***
~ 113 ~
jugaba con la escasa luz y lanzaba calientes manchas de oro en sus ojos
azules.
Dios, ella sufría por él. Necesitaba más del calor, la química que
fluía entre ellos con tanta fuerza que su cuerpo y el aire a su alrededor
parecía latir con él.
~ 114 ~
pellizco dio paso al placer mientras su saliva cerraba el corte, dejando
una chispa de deseo detrás.
Isabel puede haber respondido, puede que no. Era difícil de decir,
porque el movimiento circular del pulgar de Thad en su clítoris
mientras sus dedos se movían dentro y fuera de ella iluminó sus nervios
y venas, como un árbol del navidad. Mil problemas y preguntas
golpearon a la puerta de su cerebro, pero se perdieron en el blanco ruido
mientras Thad aceleraba el ritmo con los dedos y le murmuraba cosas
sucias al oído. Al mismo tiempo, su cuerpo se precipitó a lo que parecía
ser la más perfecta de las caídas libres.
~ 115 ~
Antes de darse cuenta de lo que había hecho, Isabel ya lo había
mordido.
Bonito, Isabel.
~ 116 ~
Capítulo 14
B ien, Thad, revisemos el plan. El plan era darle un poco de espacio y
—Isabel, no deberíamos…
~ 117 ~
Isabel lo apunto con un dedo acusador en su rostro, sosteniéndole
la mirada, estrecha e inflexible. El brillo esmeralda que había notado
hasta ahora tuvo un cariz más oscuro, sobre todo en el ojo lleno de
cicatrices. Sus fosas nasales se dilataron, y su pecho subía y bajaba
visiblemente con cada respiración profunda y dura que daba. Seguro
que ella no se veía como si estuviera a punto de disculparse.
Era esa misma mirada de fuego que había visto en ella desde el
otro lado de la sala VIP, justo antes de que se conocieran. Amaba esa
disposición de no tomar una mierda para enfrentarse a él, incluso frente
a todo lo que estaban tratando. Su reina tendría esto.
—Bien.
~ 118 ~
hacia abajo hasta que sus labios estaban separados por sólo unas pocas
moléculas de aire—. Estabas muy frio, pero te siento mucho mejor
ahora. —capturó su labio inferior entre los suyos, succionando
suavemente en el corte ya casi curado—. Mucho…—lamió el interior de
su boca, yendo más y más profundo—, mejor.
Isabel se movió debajo de él, con lo que sus piernas estaban en sus
hombros y en su cama. Thad se deslizó hacia sus labios, pero antes de
que terminara el viaje, se había colocado encima de él. Besando su
pecho, presionando hasta mantenerlo quieto en la cama. Giro su lengua
alrededor de su pezón. Hizo un sendero de mordiscos traviesos hasta su
ingle. Rozo suavemente la mata de pelo en la base de su pene todavía
~ 119 ~
estaba más duro que sus pezones y —oh, sí— su boca envolvió un
testículo a la vez, seguido por más pequeños mordiscos en la parte
interna del muslo.
—Mi turno.
¡Hija de puta!
—Demonios —suspiró.
~ 120 ~
Segundos más tarde, ella lo llevó hasta el fondo de su garganta y
tragó saliva. Su grito ronco rebotó alrededor de la habitación, su polla
explotó y parte de su cuerpo se levanto de la cama casi por su propia
cuenta. Sus colmillos llenaron su boca y vio de su brazo al otro lado de
su exquisita cadera, no podía detenerse. Antes de que su polla dejara de
dar espasmos, Thad tenía su mano entre las suyas, y sus colmillos
profundamente clavados en su muñeca. Algo caliente y agudo lo quemo
en el antebrazo al igual que la última vez que habían estado juntos, pero
el primer sabor de su sangre arraso con cualquier pregunta que pudiera
tener al respecto.
***
~ 121 ~
recuperación de Alexia que estaba bien. Se preocuparía por el resto más
tarde.
—Isabel.
—¿Hmm?
—Creo —dijo con una lenta sonrisa—, que tengo un poder. Una
especie de fuego. Al igual que mi padre —el orgullo brillaba en todo su
rostro.
Isabel se sentó sobre sus talones, mirando ese brillo con una
pequeña profunda concentración.
—Wow… eso es… —ella forzó una sonrisa. Porque santa, santa,
maldita mierda. Esto marcaba un sólido diez en su forma de
mantenerse—malditamente—alejada.
~ 122 ~
Capítulo 15
L a noche era extremadamente fría, Lee dejó escapar un
~ 123 ~
total desperdicio y no le importaba compartir su opinión. Nunca hubo
un filtro entre el cerebro del hombre más joven y su boca.
—Va a tomar mucho más que los lentes para eso, hermano —se
quejó Lee.
~ 124 ~
—Estamos manteniendo a Tyra fuera de esto. Yo ya le dije que
después de esta noche la quiero fuera de la rotación por un tiempo.
Tuvimos un problema cuando no recogió en Orlando. No es seguro para
ella estar fuera del estado hasta que no sepamos cómo es que el
hechicero la encontró.
—Lo que estoy diciendo es que ella conoce los riesgos y quiere
acabar con estos hijos de puta tanto como el resto de nosotros, así que
¿Por qué no usarla? Ésta es una buena idea y lo sabes.
~ 125 ~
como si fuera un puntero—. Sabemos que tienden a reproducirse
atrapando drogadictos, fugitivos, prostitutas y similares, y a la
descendencia resultante por lo general terminan entrando en el sistema
de crianza temporal y desaparecen con el tiempo. Así que en el pasado
hemos deducido que: Bueno, a nadie le importa un comino acerca de
ellos, y es por eso que son difíciles de rastrear; pero si… —movió la
pluma en el aire, en dirección a Lee—, si tienen a alguien en el sistema
de bienestar infantil, o peor, muchos infiltrados o tal vez incluso en la
policía o lo que sea… quizá es así como se están deslizando por debajo
del radar.
~ 126 ~
—Así que aquí es donde la gente obtiene sus drogas y dónde
hemos visto un montón de mujeres humanas desaparecer en el pasado,
y por este lado —dijo él señalando un tercer lugar —, es un barrio de
bajos ingresos; en donde hemos visto un montón de adolescentes
desaparecer, posiblemente de las familias que adquieren a los niños de
hogares especiales. Algunas de las familias pueden hacerlo con el único
propósito de obtener más ingresos, o incluso podrían estar en acuerdo
con los hechiceros de alguna manera. —Se echó hacia atrás y permitió a
Lee a estudiar el mapa—. Así que, ¿ves lo que tenemos en el centro de
ese triángulo?
Bueno, mierda.
—El refugio de Tyra —Siddoh asintió con la cabeza, esta vez más
sombrío—. Así que ya está perfectamente posicionada. Quiero ver si ella
puede hacer algún reconocimiento de día, tal vez incluso mirar en uno
de los hogares especiales.
Durante el día.
~ 127 ~
—Esta cosa de los hechiceros. El ataque que tuvimos antes de esta
noche no era nada como lo que estás describiendo. Fue una de mis más
fáciles muertes. Algo no encaja.
—Por supuesto.
~ 128 ~
—Maldita sea, amigo. Tú obtienes toda la diversión.
Si.
***
Tyra hizo una mueca. Sus botas resonaron por el pasillo del ala
masculina del refugio; un recordatorio de que con las prisas que había
dejado la habitación de Lee no se tomo la molestia de ir y ponerse algo
casual. Menos mal que iba a ser una noche corta. Registrar al nuevo
residente y luego regresar enseguida.
~ 129 ~
con solo una pulgada de vida. El hombre recordó su primer nombre
pero no su apellido. "Smith" había sido añadido por el hospital para
fines administrativos.
~ 130 ~
La simple habitación de ocho por doce contenía una cama, una
silla y una mesa pequeña, todo de metal y difícil de romper. Había una
lámpara, pero algo que no estuviera atornillado desaparecía con el
tiempo. Un reloj en la pared estaba cubierto por tela metálica para que la
cubierta no pudiera ser dañada, y hacía clic y zumbaba incesantemente
de una manera que la habría conducido a la locura, si alguna vez
hubiera tenido que dormir en la misma habitación. Siempre dejaba al
último esta habitación por esa situación.
—Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero trate de no dejar
que le afecte —dijo ella efusivamente—. De acuerdo con su archivo, hay
una muy buena posibilidad de que sea sólo a corto plazo. Una vez que
sus heridas cicatricen más, todo volverá a usted. La habitación es suya
por las próximas seis semanas, por lo que tiene un poco de tiempo para
averiguar las cosas. Si ayuda, he leído que la pérdida de memoria a
menudo es psicosomática. Probablemente recuerdes cuando usted sea
más capaz de hacerlo. —Ella encontró su mirada, que reflejaba parte
confusión y parte fascinación. Del mismo modo en que un gato miraba
un tanque de peces.
~ 131 ~
reveló ansiedad, confusión, tristeza, y ¡whoooo-hoa-hoa…! ¡¿Lujuria?!
Tyra se estremeció.
~ 132 ~
—Voy a estar bien, pero muchas gracias por su preocupación.
Bríndese la oportunidad de descansar, ¿está bien? —Con un rápido paso
hacia atrás logró su salida hacia el pasillo, y cerró la puerta detrás de
ella.
Oh, Dios.
~ 133 ~
Capítulo 16
M ierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda,
~ 134 ~
esto estaba segura. Y estaba segura como el infierno de que el sexo con
Thad no sería la rueda que hiciera girar la profecía. Pero tenía que serlo,
¿no? De alguna forma, el sexo había desbloqueado el poder de Thad. O
la alimentación. ¿O ambas?
~ 135 ~
cama, se dejó caer entre las sábanas y se dio la vuelta, encogiéndose
como una bola. Ahora no podía lidiar con esto.
***
~ 136 ~
Thad jadeó, sacudiendo el polvo de su mano y antebrazo. Huh. La
cicatriz de su brazo ya no le dolía. Más bien, ahora casi ya no sentía
nada. Quizá es lo que le convenía.
—¿Estás seguro que eres la persona idónea para esto, Lee? No eres
conocido por ser una persona tierna y cariñosa.
—Jódete.
~ 137 ~
No se molestó en disculparse. Ahora era el rey. Necesitaba crear
un equipo y acostumbrarse a dar órdenes.
—¿Qué?
—No empieces.
~ 138 ~
Reclinándose en la silla, Lee cruzó el tobillo izquierdo sobre la
rodilla derecha.
—¿Sobre qué? —Bueno, esa era la pregunta más estúpida del año,
¿no?
—Vamos —se burló Lee—. ¿Crees que quiero saber lo que sientes?
¿Lo que hay entre tú y tu mujer que te tiene muy cabreado?
—¿Seguro?
—Segurísimo.
~ 139 ~
hechiceros han hecho nuevos movimientos, y cree que se están
reorganizando a lo mejor utilizando tácticas encubiertas. Quiere enviar a
Tyra a olfatear un poco durante el día.
~ 140 ~
Lee echó la cabeza atrás y se rió de verdad.
Thad sonrió.
—Este no es el problema.
~ 141 ~
compañero para beber, pero muchos lo utilizan como una pequeña
prostitución. En lo que a Thad respecta, lo ayudaba a mantener su
población, y eso estuvo bien.
~ 142 ~
***
~ 143 ~
—No recuerdo mucho. Él era intimidante. Alto, probablemente
tan alto como Thad o Lee, pero no soy muy buena con la altura. Tenía la
cabeza rapada, como, totalmente calvo…
Ivy asintió con tanta energía que hizo que Alexia pareciera
catatónica incluso ahora.
—Así es. He oído decir que son tan malos porque tienen como
una aura repugnante a su alrededor. Puedes sentirlo a una milla de
distancia.
~ 144 ~
Uau. ¿Alguien tiene problemas de autoestima?
—No hay problema, por supuesto que no. Por cierto, enviaré un
mensaje a Lee para hacerle saber que ya te has despertado. Él te traerá
más sangre. Te hará sentir mucho mejor.
Ivy se paralizó.
~ 145 ~
Ivy dio unas palmaditas a la rodilla de Alexia a través de la
manta.
—Ivy, ¿nos disculpas, por favor? —la voz de Lee era baja y
tranquila, pero el trasfondo de mando hizo temblar a Alexia. Tanto de
buena como mala manera.
~ 146 ~
Capítulo 17
— T yra, Tyra, Tyra... Morgan... Tyra Morgan... Tyra Morgan...
¡mierda!
~ 147 ~
unidas contra su barbilla. Tyra Tyra... si es que no la conocía, entonces
¿cuál fue el problema? Ella desde luego no había mostrado ninguna
chispa de reconocimiento. De hecho, ella había sido firme en que nunca
lo había conocido.
Era una mujer hermosa, bien parecida con rizos oscuros, ojos
cálidos y firmes, pero un cuerpo sensual. ¿Tal vez él estaba
confundiendo deseo con algo más? O tal vez esta fue una de las señales
de Dios de las que el capellán del hospital había hablado.
~ 148 ~
profundas que le habían enseñado en el hospital. Se supone que las
emociones fuertes, como el estrés y la ansiedad pueden afectar a sus
recuerdos, por lo que le habían enseñado la meditación. Pero, ¿cómo
alguien podía esperar que él se relajara con ninguna pista sobre donde
debía estar en el universo? Recibir la noticia de que todo iba a volver "a
la larga" no estaba ayudando a su perspectiva.
~ 149 ~
Capítulo 18
—¿ Q ué estás haciendo aquí? —
—Yo… vivo aquí. Puedo hacer lo que quiera. —Él levantó las
cejas—. O al menos voy a estar viviendo aquí pronto.
~ 150 ~
—Es mi casa ahora que mis padres se han ido. Mudarme está en mi
lista de tareas pendientes. Es importante volver al trabajo ¿no te parece?
—¿Era eso algún tipo de insinuación? Thad dio un paso hacia ella
mientras hablaba. La caída de su bota parecía resonar con fuerza en el
azulejo suelo blanco bajo sus pies. Algo que no podía reconocer brilló en
sus ojos. Él era diferente, de alguna manera.
Más difícil.
Ouch
~ 151 ~
No había forma de negarlo. Escalofríos continuaron atravesando a
su cuerpo a pesar de las capas de ropa. Ivy había traído una bolsa de
ropa, e Isabel se había puesto cada maldito pedazo. ¿Y se suponía que
debía ser capaz de controlar esto de alguna manera?
—Un poco.
Isabel cerró los ojos. No tuvo un gesto rápido. Sin duda, él podía
sentir su deseo, también. Toda esta situación era un desastre. Estar cerca
de Thad era como estar a dieta y luego tropezar en uno de esos lugares de
buffet donde todo—lo—puedas—comer. Había algo en él, sobre todo
cuando él estaba tan caliente y ella estaba tan fría. Su cuerpo, su libido,
todo su ser lo buscaba. Dios, quería acurrucarse justo en el hueco de su
brazo por alrededor de un siglo, y ¿cómo estaba eso para una mujer
independiente?
¡Mierda!
~ 152 ~
Por un largo interminable de tiempo él alcanzo, palpito, y rozó
contra ella hasta que había evocado un emparedado con la leche y la guío
a una silla cerca de una pequeña mesa de cristal con tapa de bistró. Él se
inclinó para susurrarle al oído.
~ 153 ~
hacia ella un poco más—, tienes frío. Yo estoy aquí para mantenerte el
calor. —Sus brazos envolvieron la parte superior de sus hombros.
—¿Bien? —Sabía que iba a venir el beso pero era incapaz, o tal vez
simplemente no estaba dispuesta a detenerlo. Su voz era ronca mientras
su boca reclamaba la de ella.
— Bien.
***
~ 154 ~
—Así que, ¿Estás aquí para darme sangre?
—Sí.
— Ya veo.
~ 155 ~
—¿Estas tratando de decirme que de alguna manera te ofende todo
este asunto?
Ella parecía buscar su rostro, pero para qué, Lee no estaba seguro.
Resultó que sus ojos eran marrones. Y comparando su cabello rubio
dorado con la oscuridad de sus cejas le dijo que las cortinas
definitivamente no coincidían con la alfombra. Razón de más para
alejarse de ella. No iba por las mujeres con alto mantenimiento de belleza,
ya no.
—Nah.
~ 156 ~
Su pequeño discurso había salido con una mayor porción de
impaciencia y molestia de lo que había previsto, pero no podía evitarlo.
Mucho estaba pasando en él como para consentirla y sostener sus manos
a través de todo el asunto.
No hay nada más caliente que ser mordido por una hembra.
~ 157 ~
Alexia comenzó a retorcerse un poco también. Las yemas de sus
dedos se volvieron blancas mientras se clavaban con más urgencia en la
carne de su brazo. Un diminuto gemido sonó desde el fondo de su
garganta mientras continuaba succionando de su brazo con más fuerza.
El pálido oliva de su piel se sonrojó a través de su pecho, y las manchas se
extendieron desde el cuello hasta las mejillas. No era difícil imaginarla
recostada en todas esas almohadas, sin ropa.
~ 158 ~
—Santa madre de… no tenía idea de que sería así.
Que hijo de puta que era, Lee no podía negar un perverso placer en
darle esa primera experiencia. Y luego se enfureció al pensar en ella
teniendo una segunda.
— Espera.
~ 159 ~
Capítulo 19
— T engo algunas preguntas —dijo Alexia suavemente. Vaya,
—Vamos a empezar con, ¿en qué lugar estoy? Ivy dijo que estoy en
la finca del rey, lo que no me dice mucho. Hasta el momento tengo a un
tío raro… con túnicas, por el amor de Dios… que viene detrás de mí en
~ 160 ~
mi propio dormitorio, despierto en un lugar extraño, me alimentan de
sangre, y la Sra. Peacock en la biblioteca con un candelabro. —Ella puso
los ojos en blanco a su mirada interrogante y continuó. Ella tenía que
haber adivinado que no sabía sobre la cultura pop—. De todos modos,
todo esto se suma a un montón de "mierda santa" en mi libro.
—¿Intentaste atacarlo?
¿Cómo él…?
Lo que tuvo que haber adivinado Alexia fue un gesto muy raro, Lee
puso su mano sobre la de ella. Fue lindo. Grande, cálida y reconfortante.
~ 161 ~
—Así que, ¿cuál es el problema con estos tipos, ellos roban los
poderes de ti? —Él parecía asombrado.
Es suficiente, Lex.
—Así que, ¿Por qué lo hacen? —Ella no podía creer lo extraño que
este tema era. ¿Por qué Isabel nunca le había contado nada acerca de
esto?
Oh. Asqueroso.
Oh, pero lo estaba. Ella no sabía mucho sobre Lee, pero estaba tan
segura como que vivía y respiraba, que él no mentiría sobre ese tipo de
cosas. Aún así, ella buscó en su cara desesperadamente por un signo de
que estaba bromeando con ella.
~ 162 ~
De acuerdo con su estado de embriaguez, su intestino se revolvió
con la urgencia de vomitar. Ella lo suprimió, no dispuesta a arruinar todo
el momento del agarre de manos con Lee con ponerse enferma en su
regazo.
—Sip
—No puedo creer que haya un país del caballo a las afueras de
Washington. Siempre creí que era, tú sabes, como una gran ciudad. —
Quería golpearse por el número de veces que se había escuchado decir
"como" en el trascurso de la conversación. Debía sonar como una maldita
idiota.
~ 163 ~
—Bueno —de todas formas, ellas probablemente no estarían aquí
mucho tiempo, ¿cierto? Eso la impulso a preguntar lo que realmente
quería—. Así que, ¿cuándo podré ir a casa?
—Tú lo mataste. Cierto. —La callada voz que ella manejó para que
saliera por sus labios era un poco más alta que un susurro. Su cabeza
comenzó a nadar de nuevo. Lo mató. Lee… mató al hombre que la atacó.
Duh. Eso tenía sentido. Por supuesto que sí. Enorme vampiro,
construido como una pared de ladrillo y cargando cualquier clase de
armas en contra de un adicto a la magia negra que salió para eliminar a
toda la raza de los vampiros. Por supuesto que él… lo… mató. Ella había
asumido que ese fue el resultado, pero la realidad no la había golpeado
hasta que lo dijo.
Santa mierda.
~ 164 ~
Lee se encogió de hombros.
—De todas formas —él continuó, y esta vez su voz tenía un rasgo
más suave en ella—, aun si supiéramos que estas a salvo de futuros
ataques de hechiceros, y eso es un gran "aun si" dado que has sido vista
asociándote con nosotros por nuestro enemigo, volver a ese lugar podría
traerte un gran número de problemas. Es un riesgo de seguridad para ti y
para nosotros. Así que no intento ser un imbécil, pero no hay manera de
que te dejemos ir a casa en este momento.
Alexia parpadeó.
—¿No habías dicho antes que era una mala idea que yo estuviera
aquí?
—Lo dije.
—¿Qué cambió?
—Nada cambió en realidad. Es aún una mala idea el que estés aquí.
Como sea, es igualmente una mala idea, o posiblemente una peor idea,
dejarte ir. Es un arma de doble filo tomar una decisión, y no la haremos
hasta discutir las opciones primero con Thad.
~ 165 ~
Su aliento salía y entraba duramente. Estaba segura que sus
orificios nasales estaban dilatados. Lee no hizo nada, no dijo nada, pero
siguió observándola con la misma fresca, e impasible actitud. En ese
momento ella quería solo mostrarle su arrogante trasero, bien formado
fuera de la cama.
—¿Cómo…?
~ 166 ~
asesino gigante. Ah, y que había sido llevada a una mansión enorme en
Virginia por medio de una maldita teletransportación.
Invitada.
—Eso es reconfortante.
~ 167 ~
Capítulo 20
— T had —. El movimiento de los labios de Isabel contra los
—¡Thad!
Thad gruñó mientras daba un paso atrás, pero sólo unos pocos
centímetros. Todavía podía oler el aroma limpio y húmedo del cabello de
Isabel, cuando él bajó la cabeza hasta su oreja.
~ 168 ~
La necesidad de tocarla era compulsiva. Casi dolorosa. Él apoyó su
peso contra la mesa y cruzó los brazos sobre su pecho, juntándolos con
firmeza para protegerse contra la tentación de coger un mechón de su
cabello sedoso o rozar su mejilla. ¿Cómo podía ella negar la conexión
entre ellos? Ellos habían compartido algo especial cuando habían hecho el
amor. Algo significativo. Ira mezclada con agonía mezclada con
confusión, y el rostro de ella lastimado por el esfuerzo de mantener de
manera retorcida las emociones que eran evidentes.
Isabel se llevó las manos delante de su pecho, con las palmas hacia
adelante. Era difícil saber si se trataba de un gesto de rendición o si ella
estaba en guardia por un ataque.
¿Qué?...
~ 169 ~
Ella asintió con la cabeza, envolviendo sus brazos alrededor de ella.
—Lucas.
~ 170 ~
—Nuestro amigo de Orlando. Obtuvo su poder hace mucho
tiempo, y parece que lo maneja bastante bien…
~ 171 ~
No por un largo jodido tiempo.
Ella parpadeó.
~ 172 ~
—Yo sé todo lo que necesito, Isabel. Ya tenemos una química
increíble, y tú me ayudas a ganar mi poder. Eso significa que está
destinada a ser mi compañera. El resto... —La besó en la mandíbula,
luego su cuello. Quería ir más lejos, pero la sudadera estaba en el camino.
Se conformó con pasar una mano entre sus hombros y presionarla hacia
adelante para que sus pechos chocaran contra él mientras ella respiraba.
Levantó la barbilla para besarla en los labios de nuevo—. El resto lo
averiguaremos a medida que avanzamos —murmuró.
El dio otro paso atrás. ¿Ella quería alejarse? Dos podían jugar este
juego.
***
~ 173 ~
Tomó una respiración profunda. La cosa era... sólo podía admitir
para sí misma que cuando Thad estaba cerca, no era más que el simple
hecho de que él ahuyentaba el frío. Él tenía razón. Ellos estaban
conectados. Eso parecía una cosa positiva, pero las ramificaciones y el
equipaje que vienen junto con la admisión de eso, eran demasiado
difíciles de controlar.
Por un momento lo comparó con Thad, quien era mucho más joven
y ciertamente menos maduro... más duro, incluso. Eran similares en
muchos aspectos, sin embargo. Thad tenía el mismo ángulo recto en sus
hombros y mantenía la cabeza tan alta. Ambos emitían poder. Ambos
eran enormes, musculosos, y calientes por completo.
Thad tenía una inocencia brillante, sin embargo. Lee tenía un lado
duro, impasible de un tipo que había visto demasiado y probablemente
mantuvo a todos en condiciones de mercado. Era triste, la verdad, y sin
embargo, otra buena razón para preocuparse. El corazón de Isabel se
rompió cuando pensaba en lo que a esa pobre chica le había pasado en su
~ 174 ~
corta vida. El que ella fuera detrás de Lee sólo haría que el corazón de
Alexia fuese pisoteado. Con suerte, ella no lo intentaría.
—¿Esperando que?
—Por Thad. Cuando su padre estaba vivo, era quien recibía las
visitas. Ahora que Thad regreso, están esperando para verlo. Sólo estaba
trayendo algunos bocadillos para todos. Por favor. —Ella hizo un gesto
~ 175 ~
con la bandeja de la fruta en el que parecía ser el único asiento disponible.
Era un sillón un poco esculpido, tapizado con terciopelo burdeos y visible
ya que no coincidía con los otros muebles de la habitación—. Toma
asiento. ¿Puedo conseguirte un poco de café?
Tan pronto como Isabel se sentó en la silla, una mujer que había
estado parada junto a la puerta se acerco. Ella era... bueno, su piel era
extrañamente pálida. No como la de Isabel, que era de oro y menos
pálida que la de muchos de su especie, pero pálida. Dado el cabello
platino de la mujer y su ropa totalmente blanca, Isabel podría haberla
confundido con una especie de aparición fantasmal, a excepción de la
gargantilla de diamantes y sus tacones de aguja rojos de Louboutin.
Isabel no estaba segura de si los fantasmas existían, pero si lo hicieran,
probablemente no usaban zapatos que cuestan mil por par.
Umm.
Agnessa sonrió. Ella, al parecer, tiene colmillos. Así que tiene que
ser un vampiro. Tal vez había más variedad en la especies de lo que
Isabel se había dado cuenta.
Oh. Mierda. Tan pronto como Agnessa soltó la palabra con R, una
oleada de murmullos y movimientos sonaron entre los otros visitantes.
En un abrir y cerrar de ojos, se había formado una fila detrás de Agnessa,
como si Isabel fuera un parque de atracciones recién inaugurado y todos
estuvieran esperando para entrar en él.
~ 176 ~
Esto fue, no tan bueno...
~ 177 ~
Capítulo 21
— T e estás convirtiendo en algo horrible, hermano.
~ 178 ~
En la siguiente repetición, Thad haló de la barra con la suficiente
fuerza para que ésta se deslizara y se estrellara dolorosamente contra su
clavícula.
La risa que Tyra dio por respuesta era divertida. Maldita ella.
~ 179 ~
Él le subió un poco a la velocidad, de alguna manera hipnotizado
por el movimiento del cinturón bajo sus pies.
—¿Por qué rayos no? Ella no puede irse a ninguna parte, después
de todo. Eventualmente tendrá que admitir que somos buenos juntos.
—Fui a verla hace poco, tú sabes. Ella está confundida de todas las
formas posibles. Y no estoy segura de que encerrarla en una armería sea
la mejor forma de continuar con esto.
—Sabes, Thad, este no eres tú. Estoy pensando que quizá estés
haciendo un sobreesfuerzo aquí. Tal vez deberías, eh, ¿Tomar un
descanso?
—Estoy bien —él debería ser capaz de entrenar con más fuerza sin
sentirse tan exhausto, pero descartó ese pensamiento. Claro, se sentía un
poco como si fuera a derretirse y su corazón estaba latiendo como su
alguien lo hubiera programado en "automático" pero no era para tanto,
¿Cierto?
El punto era que Isabel no era la única que estaba abrumada por
todo esto. Thad estaba entrando en pánico de diez maneras diferentes
hasta el martes. Pero él iba a dejar de ser un cobarde y simplemente hacer
que pasara, tan pronto como se librara del exceso de energía. Mantuvo su
cabeza baja, y los pasos de Tyra se volvieron más fuertes mientras se
acercaba a él.
~ 180 ~
—¿Estás seguro de que estás bien, Thad? Hablo en serio. No te ves
bien. Estás todo colorado, y… uh.. ¿Cariño? ¿Thad?
***
Cuando Thad volvió en sí, Brayden estaba de pie sobre él. Y Tyra. Y
Lee. Por el amor de Dios, ¿Tenía a toda la casa sobre él porque se había
caído de la corredora? Brayden se inclinó a su lado y apuntó una linterna
hacia sus ojos.
~ 181 ~
Lee apareció en el campo de visión de Thad, asintiendo.
Mientras Thad se negaba a que le dijeran que hacer, tan solo podía
quejarse mientras la oportunidad de hacer una indignante salida aún lo
eludiera.
—¿Hipertermia?
~ 182 ~
Bueno, de todas formas, no soy humano, así que no me importa. Eso
parecía ser demasiado infantil para decirlo en voz alta, pero le permitió a
su labio inferior abrirse un poco.
~ 183 ~
—Probablemente tu poder se disparó antes de que te desmayaras.
Relájate un rato, hasta que te recargues, así estarás fresco durante un
momento. —Lee también le ofreció una mano.
~ 184 ~
armadura pesada, debía alejarse un poco. Darle algo de espacio. Tratar
las cosas con un poco más de… finura.
~ 185 ~
muy solitaria, exceptuando su amistad con Alexia, y él quería cuidar de
ella.
Una parte de él aún se sentía como el chico de diez años que había
estado rebotando por las paredes de la casa, nadando en las botas de su
padre. Ahora era el tiempo de colocarse los pantalones de hombrecito y
que le crecieran un par. Si no lo hacía, Isabel nunca confiaría en que podía
cuidar de ella. Tampoco lo haría el resto de su especie. Entonces sería
cuestión de tiempo antes de que toda la raza cayera en manos de sus
enemigos.
~ 186 ~
Capítulo 22
I sabel sonrió con su mejor sonrisa a los dos machos agitados
—Su Majestad.
~ 187 ~
—¿Malentendido? —El hombre con cara de perro dio un paso
adelante, proyectando una sombra pesada sobre Isabel—. ¡Es su culpa
que mi Lucy haya quedado embarazada!
Pero en realidad, ¿esto era para lo que querían ver a su rey? Ella
frunció el ceño.
—Mis cachorros se venden por 400 dólares cada uno. Tendré suerte
si consigo 100 por cada una de estas cosas. ¡Todo porque no puede
mantener a su perro en el interior durante el día!
~ 188 ~
Isabel no pudo evitar fruncir el ceño de su cara. Esto parecía tan
trivial en el gran esquema de las cosas. Casi habría sido divertido si no
hubiera sido por los dos hombres que parecían que podrían bloquear los
cuernos proverbiales en cualquier momento.
—¿Podrías?
~ 189 ~
Dios santo. Isabel suspiró. Visiones de los ojos azules de Thad,
amplios con preocupación de la primera vez que hablaron, bailaron en su
cabeza. Estamos cayendo en picada, Isabel.
—Sin ánimo de ofender, chicos, pero creo que la energía del rey
sería mejor gastada manteniendo viva a nuestra raza, no preocupándose
con cosas como esta. Todo lo que tenías que hacer… —, señaló al hombre
con cara de perro a al muñeco Ken—. Era pedirle el dinero.
—No estoy segura... — En serio, ¿qué podía decir con algo así?
~ 190 ~
demasiado cansado para intentarlo, incluso en su noche libre. Sólo
duerme. Sé que la batalla en curso está deprimiéndolo, pero él no lo
quiere admitir. Yo esperaba que tal vez Thad pudiera hablar con él,
soldado a soldado. Macho a macho. Tal vez sería capaz de ayudarlo a
pasar esta situación.
Bien. Isabel puso su labio inferior entre los dientes. Ella ni siquiera
sabía dónde estaba Thad en este momento. Por no hablar de que las cosas
estaban todavía un poco extrañas, y buscarlo fuera no parecía una buena
idea.
—Aquí está su café, Isabel. Voy a ponerlo aquí en el bar hasta que
esté lista para beberlo.
—¿Esto sirve?
~ 191 ~
Isabel sonrió. Ella no podía estar segura de mucho, pero tenía
experiencia con eso.
—Así parece.
Ivy asintió
***
~ 192 ~
—¿Quieres que apague las luces, Lex?
Alexia miró a Isabel entre sus dedos antes de mover las manos a los
lados. La pobre chica estaba aturdida, con los ojos vidriosos y una mirada
de confusión exhausta que tan a menudo adornaba las caras de los niños
del club de fiesta en la madrugada temprana cuando las cosas estaban
llegando a su fin.
—Izzy, hey. Gracias a Dios que eres tú. Esta habitación ha sido
como el Central Grand. Con todo el mundo ¡Hey, ven echa un vistazo a la
humana! —Dicho esto Alexia agitó las manos cómicamente.
~ 193 ~
Oh, pobre Lex.
Alexia se burló.
—Sí —se quejó Alexia—. Ya lo pensé mucho. Lo puso casi tan claro
como pudo que sólo me dejó beber de él porque tú eres muy importante
para Thad. —Ella agitó su mano con desdén hacia el rostro de
~ 194 ~
preocupación de Isabel—. Lo que sea, no te preocupes por mí. Háblame
de ti y la sexy realeza.
—No tengo idea. Fue por dormir con él o por alimentarme de él, o
tal vez ambas cosas. Al parecer puedo congelar cosas. Estoy muy fría
todo el tiempo. —La sola mención de ello le envió un intenso escalofrío.
~ 195 ~
—Por favor —se burló Isabel—. Eso no pasaría... probablemente —
todavía no tenía ni idea de cómo controlar o ejercer su poder, por lo que
no exactamente podría hacer esa promesa, ¿podría hacerlo?
—¿Y qué pasa con esto? Quiero decir, tienes un poder... ¿y ahora
qué?
»Quiero decir, tienes a Lee, que utiliza lo que él puede hacer para
proteger a Thad, pero me pregunto si el resto de la población en general
en realidad siquiera utilizan los suyos. Pero el mero hecho de que
tenemos estos poderes nos convierte en un objetivo para esos hechiceros,
supongo.
~ 196 ~
—De todos modos, ¿cuál es el plan aquí? ¿Han tomado una
decisión sobre cómo 'manejarme' a mí? Porque por mucho que disfruto
de esta jaula dorada, no me puedo quedar atrapada en una habitación de
lujo para siempre.
~ 197 ~
—No tengo ni idea, para ser honesta. Sólo sé lo que realmente es, y
yo no lo soy. Quiero decir, ¿has visto esa reina que siempre sale en
televisión? Todo lo de vestirse formal, y la pompa y las circunstancias. Ni
remotamente loca.
~ 198 ~
Capítulo 23
T had golpeaba la puerta de la habitación de huéspedes de la
—No me vengas con esa mierda. Ustedes dos son tan unidas como
dos malditos ladrones. Ella no se hubiese ido sin decirte a donde.
~ 199 ~
Alexia le devolvió la misma dura y sospechosa mirada, como la
noche que él conoció a Isabel, evaluándolo durante un minuto antes de
ceder. Su pequeño cuerpo se desinflo como un globo y se dejo caer al
borde de la cama con su cabeza entre sus manos.
Alexia deslizó sus manos por su pelo corto y lo miró. Él se dejo caer
en la butaca verde que había en un costado, así ella no tendría que
acercarse para mirarlo a los ojos, pero no pudo detener el nervioso rebote
de sus piernas. Cada minuto que no tenía a Isabel, sus chances de
sobrevivir allá afuera disminuían. No estaba acostumbrada a las medidas
de protección que un vampiro debe tomar en ese lugar del mundo.
~ 200 ~
Alexia presionó sus labios en una fina línea. Su rostro expresaba
una mezcla de disculpas y preocupación, y había un indicio de
protección que claramente tenia por su amiga. Bien por ella, pero estaban
del mismo lado en esto.
—Tú aún estas ocupada sanándote. Nadie espera que estés fuerte
aun. —Thad se levantó, apoyándose sobre sus piernas—. Plan A, vamos a
estar observando fuera por si aparece en la propiedad y patrullar los
alrededores esperando algún indicio de ella.
—¿Cuál es el plan B?
~ 201 ~
—En verdad, espero que la encuentres. No tenía idea que fuera tan
peligroso para ella irse o le hubiese pedido que se quede.
—Se que estas furioso y todo eso, pero trata de no darle toda la
pelota cuando la encuentres, ¿está bien? A veces ella se equivoca pero
tiene un gran corazón. La muerte de sus padres realmente la ha afectado.
—Ella, um, mató a alguien aquella noche, ¿lo sabías? —Los ojos de
Thad parecieron ampliarse antes ese comentario—. Si, ella entró al
hospital cuando algún camillero o algo así sacaba un vidrio de su cabello
en la morgue. Ella, uh, tomó mucho. De su sangre. Tuvo que dejarlo y
escaparse del hospital entre los arbustos. No creo que tuviese la intención
de contarme. En cierto modo, se le escapó una noche en la que había
tomado mucho vino.
—Perdona, ¿Qué?
~ 202 ~
—Disculpa otra vez por despertarte. Espero que puedas descansar
un poco más. No te preocupes. La encontraré .—Ya no sabía que mas
decir al respecto. No hubo una buena respuesta, excepto quizá por alguna
variación en las palabras "santa" y "mierda".
~ 203 ~
Capítulo 24
¿ Y ahora qué?
—Entre.
~ 204 ~
—Lo siento. Pensé que eras Thad o Ivy. Uh, ¿Quién eres?
Él le tendió la mano.
—Ugh —se frotó los ojos con fuerza. Los puntos de sueño de
porquería parecían estar en todas partes—. En realidad no. Quiero decir,
era más alto que yo, pero así son todos los demás en el mundo —la
esquina de la boca de Siddoh se contrajo.
»Creo que tenía unos dos metros, pero estaría tan mal juzgarlo
porque no estoy segura. Tenía la cabeza rapada, pero parecía que su
~ 205 ~
cabello probablemente era oscuro. Tenía un vestido largo de color marrón
oscuro, como el de un monje o algo así. —Se quedó callada un momento,
mientras una imagen borrosa se formaba en su cabeza—. Ojos castaños.
Ah, y hablaba gracioso. Como una especie de personaje de dibujos
animados con acento británico.
Umm.
—¿Reclutamiento?
~ 206 ~
la bandeja hasta el pie de la cama y se sentó a su lado, sosteniendo un
sándwich de pavo—. Come. Es necesario conservar las fuerzas.
Al igual que Ivy, este vampiro era fácil de tratar. Ahora que lo
pensaba, el único que no era fácil era Lee.
Ella rio.
~ 207 ~
—Eso es asombroso, ¿lo puedo tocar? —se inclino hacia adelante
mientras el daba un pequeño asentimiento con la cabeza, recorriendo sus
dedos a lo largo de las sombras de la cabeza del león. Los detalles eran
preciosos. Hechos con una sola aguja, tal vez—. El sombreado es
fantástico. ¿Quién hizo el trabajo?
~ 208 ~
El sonrió de nuevo. Era una brillante y encantadora sonrisa. Ella no
tuvo duda que le abría un montón de puertas. Y piernas.
—Bueno, gracias a Ivy. Ella maneja todo por aquí. Sin ella todo
estaría perdido —dijo él con un brillo en la mirada—. Escucha —le dijo él,
poniéndose serio—. Quiero que estés segura de que vamos a encontrar a
tu amiga. Nuestros chicos de la patrullan están sobre eso, y Lee, Thad, y
yo vamos a ir también. Thad solía pelear por mí antes de que su padre
muriera. Él es muy bueno, y está empeñado en traerla a salvo. Lee y yo
hemos estado haciendo esto prácticamente desde antes de Dios —dijo
orgulloso.
~ 209 ~
—Ves a lo que me refiero —dijo con un guiño. Limpio su boca con
el dorso de su mano y termino de abrocharse la camisa—. Ahora, trata de
dormir un poco. No te preocupes por nada.
***
~ 210 ~
Pero Tyra Morgan de alguna manera lo arruinaba todo. Ella le
había dicho que iba a salir de vacaciones, en cambio había estado allí
sirviéndole la cena de esta noche, un suceso inesperado. De pie junto a
ella enviando luces de miles de velas a través de la oscuridad para hacer
que él se sintiera casi humano otra vez. Aunque solo sea por un
momento.
~ 211 ~
Capítulo 25
I sabel dio las gracias al gerente de la gasolinera y salió por la
~ 212 ~
Esta no era la mejor parte del pueblo, eso era seguro. El masivo
fardo de heno que acaba de pasar le dijo eso mismo. Ella no era la mejor
juez de dirección del mundo, pero se había pasado una señal de la ruta 9
en su camino a la tienda, por lo que si seguía por ese camino, estaría bien.
Dios, era tan estúpida. Esta no era su casa. Aquí estaba, en los
alrededores de un lugar extraño donde los enemigos realmente podrían
estar en cualquier esquina. Mierda, ella no había pensado en ello. De
vuelta a casa en Orlando, la población de vampiros era pequeña; todos se
mantenían a sí mismos y los hechiceros no estaban en ninguna parte,
mierda.
De vuelta a casa, la cosa más difícil fue vagar por las calles de
noche. No sería así, nunca más. ¿Cómo se había tomado todo este tiempo
para caer en cuenta? Dios, estúpida ni siquiera empezaba a cubrirla.
Claramente.
~ 213 ~
En este momento, no tenía ni idea de donde los hechiceros podrían
estar o como sentirlos. Había oído cuentos de sentir una presencia
maligna, pero antes en su apartamento cuando no sabía lo que pasaba
había sido demasiado tarde. Es mejor salir del Dogde, mientras
consiguiera estar bien.
Tal vez sería más seguro pedir prestado un coche para que pudiera
ir a la mansión más rápido. A parte de la alimentación clandestina de
seres humanos inocentes y la recreación de beber vino, ella había
intentado llevar una vida razonablemente moral. Sus padres le habían
enseñado la importancia del karma, y aunque su propio código moral no
siempre iba por el buen camino, generalmente había trabajado por hacer
más cosas buenas que malas.
~ 214 ~
Por último, su visión se volvió aguada cuando miro la respuesta
que había estado buscando. Una gran casa a no más de la mitad de una
milla de distancia, con una plata brillante y un reluciente SUV
estacionado afuera.
Una rápida mirada hacia la casa le aviso que no había ningún ruido
o movimiento, por lo que probablemente los residentes seguían sin
enterarse. Se mordió su labio inferior mientras repasaba sus opciones,
estudiar las luces en el tablero podrían ser las pistas sobre el problema.
Reflexiono mentalmente para tratar de arrancar el coche otra vez. Nada
maldita sea. Era como si hubiese muerto del todo.
~ 215 ~
Resignada, Isabel abrió la puerta y salió, avanzando hacia el capó
del coche, como si mirándolo consiguiera algo. Necesitaba un mecánico y
ella definitivamente no era uno. Gimió y apoyo las manos en el coche por
un momento antes de darle al neumático una patada y alejarse buscando
otra opción.
~ 216 ~
Capítulo 26
T had estaba empezando a creer que esa sería la peor noche de
¡Oh no! Thad no sabía a dónde pensaba llegar con todo eso, ni
quería saberlo, ni hablar de nada si no se trataba sobre encontrar a Isabel.
¡Maldita sea! Ellos no tenían tiempo para ningún tipo de "interrogatorio a la
humana", quiso contestar molesto.
~ 217 ~
Siddoh movió su mano despectivamente.
~ 218 ~
regresar a casa, deberíamos concentrarnos en estaciones de servicios,
alquileres de coches, hoteles, aeropuertos…
—Lo hizo cuando se fue sola de la mansión —dijo Lee. Maldito sea
por sugerir que Isabel haría tal cosa. Aunque Thad lo había considerado
en un principio. Pero estaría asustada y seguramente no lo había pensado
con claridad; igualmente no habría cruzado la ciudad dejando atrás a su
mejor amiga.
—No, no. Isabel le dijo a Alexia que volvería por ella. Creo que hizo
eso.
~ 219 ~
estaba haciendo? Nunca la encontraría si él escapaba al bosque sin pensar
debidamente las cosas. Hasta ahora, compartir sus mierdas no estaba
dando resultado.
—Entonces, vamos.
—Gary.
~ 220 ~
Una ráfaga de viento se arremolinó a su alrededor. Siddoh lo
detuvo.
~ 221 ~
—Se dirigió hacia allá. —Hizo un gesto firme con la mano, lo que
fue una gran hazaña teniendo en cuenta lo mucho que estaba temblando
por dentro.
~ 222 ~
El pecho de Thad quedo con una mezcla de miedo y malas vibraciones
hechizadas. Parpadeó rápidamente, cerrándolos luego por completo,
concentrándose en la batalla que tenía por delante. Había sido entrenado
por Lee antes de la muerte de su padre, pero nunca había encontrado la
fuerza. Necesitaría toda su concentración, ahora más que nunca.
~ 223 ~
desvaneciéndose otra vez. Un inconfundible golpe podía escucharse a la
distancia. Siddoh debía de haberlo atrapado.
~ 224 ~
Capítulo 27
—¡ E se estúpido hijo de puta! Voy a matarlo cuando lo
Tyra suspiró.
~ 225 ~
—Por supuesto que ayudaré. Solo estoy asustada, ¿sabes?
—Lo sé.
—Está bien, ten cuidado con eso. Te haré una llamada en cuanto
pueda. —Ella intento colgar otra vez.
—Hey, Ty.
—¿Thad?
—¿Thad?
—Si, Ty.
~ 226 ~
Aquello no era algo para profundizar con su hermano. Tampoco
era el momento, definitivamente.
Él se aclaró la garganta.
¡Dios!, siempre tuvo esa capacidad para pensar las cosas más
estúpidas en los momentos menos oportunos. Murmuró y maldijo en voz
baja mientras cerraba su oficina y corría por el pasillo hacia la cocina. Las
baldosas de linóleo iban desapareciendo bajo sus pies, mientras seguía
maldiciendo dándose cuenta que tampoco tenía un arma, aparte del
pequeño cuchillo enfundado en su tobillo.
~ 227 ~
que ahí estaba Anton Smith o como fuese que se llamaba, hasta que casi
lo atropella.
~ 228 ~
—La cuestión es, estoy tratando de recordar algo de lo que me
sucedió. Mi pasado, más que nada. Todo lo que tengo es una leve
sensación de oscuridad. Todo esto me hace mal y me asusta y… me siento
realmente solo, ¿sabes? Cuando trato de seguir esos recuerdos, para ver
hacia donde me conducen, solo obtengo más de lo mismo. O peor, me
dan ganas de vomitar.
Puaj.
~ 229 ~
—Volveré. No te preocupes. Ahora, vamos a llevarte de vuelta al
ala de hombres antes de que te cierren las puertas y te quedes atrapado,
durmiendo en una silla de la cafetería.
Un anillo de hechicero.
Siddoh.
~ 230 ~
—Tengo que irme. Lo siento. —Todo ese otro asunto debería
esperar. Sin aguardar una respuesta, giro sobre sus talones y se dirigió a
la cafetería para tomar su abrigo. Dentro de la cocina, Tyra aferró su
chaqueta al pecho y cerró la puerta. Presionó sus ojos. Luchaba por
mantenerse bajo control, para así poder tener en mente a Siddoh, cuando
su corazón y su respiración se aceleraron, y el hedor de carne y repollo
permaneció en el aire como residuos tóxicos.
~ 231 ~
Capítulo 28
— D ios, como pesa —Thad se levantó para permitirle a Lee
—Si quieres te ayudo a llevarlo —Lee diría que no, pero de todas
formas Thad se ofreció. La cara del hombre mayor tenía una expresión
seria pero sus ojos eran penetrantes mientras seguía adelante, vigilando
constantemente la carretera y el campo delante de él.
—No, puedo con él. —Seguro que podía arreglárselas, pero un saco
de más de doscientas libras de músculo era un peso muerto. Por otra
parte, Lee preferiría besar a Siddoh en los antes de reconocer que necesita
ayuda.
~ 232 ~
Thad había sido un soldado como cualquier otro, y aunque eran
verdaderos amigos, Lee había sido su superior al mando. Para Thad,
haber cambiado los roles seguía siendo raro.
—Lee, llama por teléfono y dile a Brayden que venga por aquí, y
llama las otras patrullas y dile a quien esté más cerca que traiga un coche
—ladró Thad—. Y échale un vistazo a Eamon.
~ 233 ~
compañera de Eamon, Theresa, se había hecho un corte en la muñeca
para darle sangre. Su cabello rubio caía delante de su cara cuando se
inclinó, cayendo en cascada en el hombro del camisón azul floreado que
cubría un gran vientre de embarazada.
Thad cerró los puños con tanta fuerza que los nudillos gritaron
pidiendo misericordia y sus cortas uñas mordían sus palmas. A la mierda
la misericordia. No por sí mismo, no ahora. El murmuro de "lo siento" de
Abel y luego los sollozos de Theresa flotaron en la fría brisa. Maldita sea.
¡Mierda!
Miró hacia arriba para ver a la compañera de Levon con los ojos
llenos de lágrimas y de preguntas. Esperando que él le diera
instrucciones. Rápidamente, guió a Ani a conseguir sangre de la boca de
su compañero. A pesar que era débil, Levon empezó a beber, y hubo un
suspiro colectivo de alivio. Probablemente estaría bien. Thad miró hacia
donde Eamon estaba siendo cargado en la parte trasera de un Land
Rover.
~ 234 ~
vez.
Thad examino el área una vez más antes de dirigirse al SUV que
quedaba. Se giró hacia los tres hombres que habían conducido el segundo
coche. De nuevo, alguien esperaba sus instrucciones.
~ 235 ~
atrás y asegúrense que no hay más hechiceros alrededor de la propiedad,
luego tomen otro coche y vuelvan. Siddoh está fuera de momento y
también lo está Tyra, por lo que si necesitan ayuda, los llamare como
refuerzo.
Thad dio una ojeada. Levon parecía estar estable, pero no fuera de
peligro. La compañera de Levon, Ani, acariciaba el rostro de su marido
que tenía en su regazo. Había dejado de llorar. Su respiración era
uniforme y profunda, sus ojos borrosos. Debía estar en estado de shock.
***
~ 236 ~
pensando que no había notado su presencia.
Casi.
—Demasiada actividad. Por fin este sitio parece estar cerrado. Creo
que todavía tienen existencias. —Siddoh echó un vistazo a la pequeña
habitación—. Voy a tener que recordarlo para más tarde —dijo con una
sonrisa.
—Sea como sea —dijo él—. Isabel está encerrada arriba en uno de
~ 237 ~
los apartamentos abandonados —Levantó las manos gesticulando la
palabra—. Parece que hay dos personas más en la habitación con ella. Los
tres están atados y aparentemente sedados, junto con, como mínimo, tres
hechiceros, incluyendo el cabrón que la trajo aquí. Una especie de polvo,
en forma de círculo esta fuera de la habitación principal, supongo que
han estado utilizando este sitio con fines ceremoniales, y el lavabo no
funciona.
¿Qué?
Él rió.
—No, he ensombrecido uno de ellos para poder salir de allí sin ser
detectado. Al salir, uno se detuvo a orinar en la bañera. Fue divertido,
pero eso es todo.
—No sé. Quiero decir, hemos teorizado que se mueven por aquí,
así que a lo mejor tienen lugares disponibles, por decirlo así. Si me lo
preguntas, encajaría.
—Tiene colmillos.
~ 238 ~
—¿No suficientemente raro para ser lo primero que me has dicho?
—No. —Ella entrecerró los ojos—. Ahora, ¿por qué dices que
todavía no nos podemos ir? Me parece que tenemos que subir allí y hacer
un robo relámpago, ¿no?
—Oh Dios, Siddoh, ¡espera! Has dicho que arriba había un círculo
ceremonial, así que seguramente están reteniendo a Isabel y a los otros
para hacerles un ritual. Mierda, no podemos esperar. ¡Tenemos que subir!
—Buena idea Tyra —dijo Siddoh con los dientes apretados—. ¡No
me desafíes! Es una situación peligrosa y no nos podemos permitir
~ 239 ~
errores. Tenemos que esperar los refuerzos.
~ 240 ~
Capítulo 29
—¡ J oder, corre! —Thad golpeó el marco de la puerta del
~ 241 ~
—Ya lo he hecho —por supuesto que sí—. Gary está descansando.
Rena está cuidando de él. Sabes cómo lo hace Levon. Tengo el coche listo
para irnos.
Movió la cabeza.
¿Isabel?
—Lo siento, Ivy, pero tendrás que decirles que esperen un poco. Si
tienes que decir algo, diles que está enferma. No quiero que se sepa que
ha desaparecido. ¿Lo entiendes?
~ 242 ~
Ivy se escabulló y Lee y Thad salieron a la noche. No dijeron una
palabra mientras se dirigían a la dirección del centro de la ciudad que
Siddoh les había proporcionado, ambos estaban sumidos en sus
pensamientos sobre los acontecimientos de la noche y tristes por la
pérdida de Eamon. Las luces del centro de la ciudad eran un borrón al
pasar a través de la singularidad de Old Town y dirigirse hacia el lado
más sórdido de Ash Falls. Lee se detuvo en el callejón de detrás del salón
de tatuajes Dick Ink y apagó las luces.
—¿Es este?
—Sí. Contacta con el equipo C y diles que estamos aquí. Diles que
se queden escondidos, en caso que necesitemos refuerzos. También, llama
a Brayden y dile que esté preparado por si alguien más resulta herido.
Dile que traiga material de la clínica si es necesario. Voy a asumir que Ty
y Siddoh ya están dentro, así que tenemos que entrar y despejar la
habitación lo más rápido posible, si no lo han hecho ya. —Cuando se
desabrochó el cinturón de seguridad, se giró hacia Lee un momento—. Y
Lee… gracias, tío. De verdad.
—Intenta quedarte cerca de mí, así tu culo no volará por los aires,
¿de acuerdo?
Las fosas nasales de Thad se quemaron con los olores que habían
dejado los habitantes que habían pasado a través de la oscuridad del
edificio, la escalera húmeda delante de ellos. Fluidos corporales, drogas,
alcohol, e incluso muerte asaltaron sus sentidos. Apretó la mandíbula.
Isabel no tenía sitio en un lugar como este.
~ 243 ~
intercambiar sexo por drogas, o involucrarse en Dios sabe qué
relacionado con esto. Las escaleras gruñeron y chirriaron protestando
bajo el inmenso peso de ambos así que se movieron rápido pero
cuidadosamente, recogiendo las armas.
—Sí, sí. —Cruzó los brazo desafiante cuando Lee pasó de largo.
Thad gruñó por lo bajo. Podía ser su hermana, pero él era el rey, y
ella tenía que empezar a ser más respetuosa.
~ 244 ~
Llegar al lado de Isabel suponía pasar por encima de dos cadáveres
ensangrentados de hechiceros a lado y lado. Thad notó con
agradecimiento que definitivamente Isabel estaba viva —respiración,
latidos, y todas esas cosas buenas.
—Vamos, Isabel.
***
Tyra suspiró.
—Lo sé. Siddoh dijo que otro se ha marchado antes. —Ella pareció
hundirse en la pared.
~ 245 ~
—¿Cómo estás? ¿Necesitas un descanso?
—Hay una escalera de incendios fuera de esa ventana. Haz que los
chicos vengan y los cojan por allí. Asegúrate que alguien vigila la parte de
abajo.
~ 246 ~
paró y se enderezó. Lee también notó una inminente sensación repulsa, y
Tyra estaba justo detrás de ellos.
Vamos allá.
~ 247 ~
chirrió se abrió, un pequeño sonido le indicó que Siddoh había tomado
posiciones en la otra habitación.
»¿A qué debo este placer? —Unos pasos más—. Veo que te has
llevado a mis prisioneros. Y has matado a mis hombres. Esto no es justo
porque yo no vengo a tu casa a matar ni a robar cosas.
»Por otra parte, si supiera donde vives, podría. Pero ¡eh! Hay agua
bajo el puente, ¿no? Podemos declarar una tregua. —Se acercó a Lee con
~ 248 ~
la mano extendida—. Me llamo Petros —Lee esperó—. ¿Qué? ¿No quieres
ser un civilizado, vampiro? —De repente una sonrisa maliciosa apareció
en la cara del hechicero mientras se preparaba para atacar.
~ 249 ~
Capítulo 30
T yra se materializó en el callejón detrás del edificio de
—Gracias chicos.
—No hay problema, Tyra —el rostro de Flay era duro y solemne.
~ 250 ~
—Está bien, esto es lo que quiero que hagas aquí. Uno de ustedes se
queda de guardia, y el otro necesita ir a la finca y transportar a estos dos
para que los vea un doctor. Asegúrate de comprobar sus identificaciones,
sus familias deben ser notificadas —los dos asintieron.
¡Qué dulzura!
~ 251 ~
el tiempo y el día de fiesta. No había muchas luces encendidas, y los
pocos adornos navideños hacían más sombría la ciudad.
Tyra pensó en Thad y rezó una pequeña oración para que todo el
mundo estuviese a salvo esta noche, especialmente él e Isabel. Por todos
los problemas que pudiera tener, su padre estaba demasiado ocupado y
su madre completamente ausente, tenía que admitir un poco de alivio por
ser mitad humana. La responsabilidad de Thad era no apartarse de su
lado. Tenía un largo trecho por recorrer, empezando por sacar a su mujer
de de ese ruinoso apartamento y lejos de las manos del hechicero.
~ 252 ~
—¡Mierda! —Tyra se levantó de su silla y se giró hacia atrás. Anton
Smith—. ¿Cómo demonios has entrado aquí? —Mientras las palabras
salían de su boca, se quitó la redecilla y la tiró al cubo de basura que
estaba debajo de su escritorio.
—Yo quería pedir disculpas por molestarte antes. —Él tragó saliva,
la estudió por un momento, y luego continuó—. Fue…inapropiado
acercarme como lo hice. Lo siento.
~ 253 ~
—No tienes por qué disculparte.
—Creo que sí. Tú sabes, que yo seguí luchando por estos recuerdos
que sentía. —Exhaló una sonrisa temblorosa.
Su visión se nubló un poco más. Aunque estaba débil, ella era algo
más que oscuridad. Si él fuera un hechicero, ¿por qué no había sentido
ningún aura de malicia? Su radar de largo alcance nunca había sido tan
fuerte como en otros de su especie, pero seguramente ella había logrado
leer algo. Y si no era uno de ellos, ¿de dónde diablos había sacado ese
anillo? Tyra se aclaró la garganta y reunió fuerzas para mirarlo a los ojos.
Podría verlo todo lo que había sucedido aún estando semilúcida. Tal vez
fue su fatigante conversación, pero no creía que la fuera a matar. Tal vez,
sólo tal vez, sería suficiente para abrumarlo. Hizo algo de tiempo para
pensar mientras finalmente consiguió un poco de descanso.
~ 254 ~
Capítulo 31
— O h Dios mío, ¿dónde estoy? —el susurro de Isabel estaba
~ 255 ~
Aquella replica con la que fue golpeado giró en dirección del golpe
y plantó su pie izquierdo en el suelo, su pierna derecha balanceándose en
un arco para conectar con alguna parte del cuerpo de Siddoh con un duro
"golpe". De inmediato las otras réplicas volvieron y descendieron sobre
Siddoh, pateando y aterrizando golpes donde sea que quisieran. Thad
desaprobó como Siddoh se hizo visible otra vez para poder centrar su
energía en pelear.
Thad cayó hacia atrás mientras que Lee saco su arma con el
silenciador unido. Un rápido "click, click" sonaban pero las balas pasaron
a través de los seis hechiceros, incrustándose en la pared detrás. Lee
entonces se dirigió rápidamente al grupo atacando a Siddoh, disparando
~ 256 ~
con cuidado para evitar golpear a su hombre. Finalmente uno recibió el
impacto. Ahí ellos tenían que asegurarse del original esta vez. Lee
disparó a la pierna del hechicero dos veces más.
Lee sonó dos cortos silbidos altos para llamar al apoyo desde el
exterior. En ese momento, Siddoh volteó sobre su espalda, plantando sus
~ 257 ~
pies en la parte trasera de un asqueroso sillón viejo en el medio de la
habitación y enviándolo con la esquina hacia el hechicero original. El tipo
se cortó la pierna y cayó lo más lento posible, aunque sólo sea por un
momento. Siddoh planto sus manos en el suelo detrás y saltó en sus pies,
frente a frente con el hombre, que tenía su cara roja y enojada.
Gracias, joder.
***
Un estruendo vino desde arriba así cuando las tablas del piso se
astillaron y cedieron. Uno de sus muchachos cayó a través del techo
cabalgando la espalda de otro hechicero como si fuera un caballo salvaje.
~ 258 ~
irrumpieron a través de la puerta del apartamento. Las réplicas del
primer hechicero estaban ahora extrañamente inactivos, estando ante él
en una postura de ataque y frunciendo el ceño pero de todas formas
haciendo como un montón de golpes en un tronco. Lee estaba aún más
confiado ahora en su evaluación más reciente.
De una sacudida volteó la cabeza para hablar con Thad, quien aún
estaba parado detrás de él esperando por una apertura.
Lee observo por encima para estar seguro de que los dos machos
aun estuvieran envueltos en un combate vicioso mano—a—mano a través
del cuarto.
—¡Tres!
~ 259 ~
Lee sonrió ligeramente con aprobación. Thad estaría extasiado de
emoción con su poder tan pronto lo entrenaran para controlarlo. No le
ayudaría mucho el enfriar su talón en los bienes, pero uno nunca sabe lo
que pueda pasar en el futuro.
Parece ser que hasta después de setecientos años, Lee aún podía ver
cosas nuevas.
~ 260 ~
No fue necesaria ninguna instrucción. Lee asintió.
Era claro con solo darle un vistazo a Franklin que ya estaba muerto.
El jodido mal nacido iba a sufrir por esta.
Lee levanto una de sus grandes botas para golpear al hijo de puta
en su vientre, y puso el mismo pie en un ángulo recto en el cuello del
chico. Con un movimiento rápido del otro pie de Lee, las manos del
hechiero fueron arrancadas por debajo de su propio cuerpo. Lee levanto
el otro pie que ahora estaba descansando en su media espalda.
Equilibrando su cuerpo como un surfista.
~ 261 ~
Lee dio un salto definitivo en la parte superior del chico colmillo
antes de saltar a horcajadas sobre él. Lee coloco su bota en una nueva
posición en la base de la columna del hombre cuando Lee tiró y tomo uno
de los brazos del mago para darle la vuelta con su rodilla mientras giraba
al otro para lado colocar su mano herida en el pecho de Franklin.
—Tiene que ser una jodida broma —dijo el chico colmillos con la
respiración entrecortada y pesada—. Estas a punto de arrancar mi brazo,
¿y ahora quieres que le dé un shock a tu amigo y lo traiga de vuelta?
Joder yo no pensaría en hacerlo.
—Hazlo —Lee volvió a gruñir. Todavía tenía una mano libre para
sacar un puñal, que deslizaría entre la garganta del hechicero y el suelo—
. Hazlo, o estás muerto, hijo de puta. —Aplico un poco de presión al
brazo derecho torcido del hechicero para endulzar el trato.
~ 262 ~
estomago y otro en la cabeza, el chico malo se hundió en la unión de las
dos pobres excusas de paredes. El Sid FS estaba libre y listo para terminar
su trabajo.
—Tráiganlo.
~ 263 ~
y vengan con nosotros. El resto de ustedes, desangren los cadáveres,
verifiquen que el lugar esta vacio, y luego enciendan al hijo de puta.
~ 264 ~
Capitulo 32
I sabel debería haber sabido que Thad se enojaría, pero él no la
había vuelto a mirar desde que se habían subido al coche. Aun cuando
ella había esperado esta reacción. La volvía loca.
Como algo tan inofensivo como el aspecto de esa mano se las había
arreglado para desenmascarar ese truco de magia. ¿Y qué le hubiera
podido pasarle a Thad si ella no roseaba accidentalmente el hielo sobre
cerrojo? El pensamiento la hizo estremecerse. Thad mantuvo un apretón
de hierro alrededor de sus hombros. Después de que él le ordenara unas
cosas al gran hombre que apareció de entre las sombras en el callejón. Él
no había hablado, ni tampoco dejado más de un milímetro de espacio
entre ellos. Quizás porque creía que ella correría de nuevo.
~ 265 ~
La mala noticia era que ella se estaba empezando a preocupar
realmente por Thad. En la pelea ahí atrás. Ella jamás se había imaginado
tal cosa, ella y Thad habían compartido algo especial, el modo en que sus
poderes habían venido juntos.
¡Oh Dios, Alexia! Isabel casi se olvida de ella. Diablos, había sido
cercana a una amiga.
~ 266 ~
Exacto, probablemente lo alargaran. Ese hombre era tan cálido y
encantador como un refrigerador, Isabel se dio cuenta que en algún punto
durante su fiestecita de autocompasión, Thad había comenzado a hablar,
no a ella, sino al conductor, que se veía terrible. El hombre murmuro
amargamente "Si, señor" a Thad, pero el por qué ella no estaba segura.
Por la forma en la que él estaba vestido ella podía decir que era
parte de los soldados, pero su piel era como pastosa, y su cuerpo estaba
encorvado, como si ir en posición fetal iba a mantener el coche en el
camino. Le faltaba esa actitud creída que todos los otros hombre que
había visto esta noche tenían. ¿Tal vez el había sido herido más antes?
Casi pensó que podía ser reprimida por eso, Isabel suspiro y se
permitió acomodarse contra el calor solido de Thad. El olía a sudor, humo
y cuero, era la combinación de aromas más reconfortante que ella nunca
había olido. Un estremecimiento —agradable esta vez— vibro a través de
ella, y quería quedarse debajo de su barbilla para siempre.
Si. Si, ella lo quería. Pero aun si sus sentimientos habían cambiado,
la realidad no lo había hecho. Un cuchillo invisible se había clavado
profundamente en su corazón, girando hasta que unas cuantas lágrimas
se deslizaron silenciosamente por su mejilla. Gracias a Dios estaba oscuro.
***
~ 267 ~
solo nervioso sino que estaba lidiando con un gran dolor. El hombre más
joven se acomodo con cuidado y la tensión de su cuerpo desapareció.
Thad maldijo a Tyra por crear otra tediosa situación. Era una
locura, aunque Thad tenía que reconocer que en este caso el plan había
funcionado. Con Xander imposibilitado a luchar, el era una buena opción
para ser el chofer. Dejaba a un hombre extra para ayudar a Lee y Siddoh
con las cosas mientras Thad e Isabel llegaban a casa.
~ 268 ~
mantuvo su concentración en Xander, no como si supiera que quería
hacer con ese pobre bastardo exactamente tampoco.
—Perfectamente, señor.
Mentiros, mentiroso…
—Lo siento señor —Xander tomo unos cuantos respiros mas como
calmando sus nervios. El corazón de Thad se rompió por el soldado. El
sabia que el latido del corazón, lo tuvo retorciéndose en la agonía que
anteriormente lo había puesto de rodillas cuando Isabel desapareció.
Pero gracias a Dios había sido por poco tiempo. Para Xander, no había fin
en sus reparaciones. No había manera de calmar el dolor excepto el
tiempo.
—Bien. Así que comprendes que tenemos que sacarte del trabajo
pesado hasta que… recuperes tu fuerza.”
~ 269 ~
Xander asintió de nuevo y dijo: —Lo sé.
Thad suspiro.
—Lo siento amigo. Sé que en ese lugar no hay acción, y que el cielo
prohíba que la allá. Esa es nuestra primer línea de defensa, y quien quiera
que la este manejado tiene que estar cien por ciento en forma.
—Entendido, señor.
Ellos estaba casi de regreso, y Thad aun estaba con la gran pérdida
de Isabel.
~ 270 ~
Él era un bastardo estúpido.
—¿Luego qué?
Eso fue más o menos todo, sin embargo. Si él esperaba que ella
saltara en sus brazos y le hiciera una declaración de amor eterno,
claramente se había engañando así mismo. Thad abrió la puerta y ayudó
a Isabel a salir fuera del coche. Si él no conseguía ponerla dentro y fuera
~ 271 ~
de su vista pronto, iba a empezar a decir cosas que él lamentaría más
tarde.
—Yo… uh, me gustaría pasar a ver a Lexi, para ver como esta. ¿Eso
está bien, verdad? —Su tono de voz era extraño. Había casi… debilidad
en el. Thad dio un leve asentimiento. El había sido testigo de los cambios
de humor de Isabel desde la primera vez que se conocieron. Ella era sexy
y fría, confiada y segura, fría y caliente, agresiva y tranquila. Tan loco
como sonaba, le gustaba como eso lo tenia de cabeza de buena manera.
—Sí, seguro —dijo él. Estaba tan cansado que podía acostarse
donde estaban parados—. Ella probablemente este preocupada por ti.
Mandare al doctor a que te revise ahí.
~ 272 ~
Lee asintió.
—Es cierto. —Lee cruzó los brazos sobre el pecho—. Tenemos que
averiguar cuántos más de estos hijos de puta que están ahí fuera y lo que
están haciendo. Podríamos estar ante un problema grave si se las arreglan
para infiltrarse en nuestras comunidades.
~ 273 ~
—Él miró su reloj. Se estaba acercando de la madrugada—.
Probablemente regrese a su casa al mediodía. Sigue tratando de
localizarla, de todos modos.
—Por supuesto. —Lee dio unos pasos hacia el pasillo—. Tengo que
Hablar con Xander, acerca de lo que sucede.
—Wow, ella es una mierda con eso de cruzar las líneas, ¿no?
Mierda.
Este era el tipo de cosa que su padre hubiera manejado bien. Con la
sabiduría y la compasión. Ni en el mejor día de Thad podía aspirar a ser
la mitad del hombre que su padre había sido aun estado en su peor
momento.
~ 274 ~
Thad estaba eternamente agradecido de tener a Lee cuidándole la
espalda. Incluso para las cosas pequeñas.
~ 275 ~
Capítulo 33
A nton Smith, o sólo Anton —como él se llamara a sí mismo
~ 276 ~
Por no hablar que ella lo miraba con una expresión de incredulidad
que podría ser que acabara de confesar haber matado a su madre. Por lo
que sabía, alguien de su clan lo había hecho. Él exhaló lentamente.
Hizo una pequeña pausa. Sus ojos color chocolate estaban muy
abiertos, con la cara carente de expresión. No hubo respuesta.
»Mi padre era… es… el líder del clan de los hechiceros —Ya está.
Ya lo había dicho—. Me envió a buscarte. Se suponía que tenía que
llevarte a él. Sabe sobre tu única capacidad, que puedes adquirir
~ 277 ~
múltiples poderes sin… asesinar. —Tragó saliva—. Me negué, así que me
mató. O al menos lo intentó.
—Mira, Tyra. Juro que nunca he sido como él. Nunca he querido
serlo. Le seguí el juego porque era esto o morir. No me importa en qué
~ 278 ~
situación estás viviendo, lo esencial es la supervivencia. —Se paró para
coger aliento. Su cuerpo tembló un poco, y tuvo que apretar los labios con
fuerza para evitar que sus dientes castañearan.
»Cuando te vi, Tyra, supe que no podía seguir con esto. No sabía
exactamente qué te había hecho, pero podría haber sido la muerte o algo
mucho peor. Puedes no creerme, pero estoy dispuesto a morir para
protegerte.
Tyra cerró fuertemente los ojos y los abrió de nuevo. Sus pupilas
estaban dilatadas, borrosas. Su boca se movió como si quisiera hablar,
pero no salió nada a parte de un pequeño temblor de respiración. Anton
no sabía mucho sobre esto, pero era como si estuviera en shock. Casi
parecía como si su cuerpo se estuviera apagando.
~ 279 ~
preparado para mostrar que obviamente había participado en el ritual.
Por supuesto, había algo más que podía hacer por ella…
— Por favor, Tyra-, dijo con voz áspera. —Por favor, aliméntate de
mí.
***
Agnessa.
~ 280 ~
La parte trasera de su silla de escritorio se giró hacia la puerta, y
una cascada de cabello platino cayó sobre ella en ondas. Unos brazos
ágiles envolvían los reposabrazos, estrechándose con unas manos
delicadas y unas uñas de color rojo rubí. Las uñas estaban golpeando
tranquilamente los reposabrazos. Para Lee, sonaba como una banda de
música tocando en su cabeza. Sus labios temblaron e hicieron una mueca
de desdén.
Triple mierda.
Una vez, había pensado que ella era tan hermosa. Ser visto con ella
había sido un privilegio. Pero después de haber sido tomado por tonto
una y mil veces, todo ese brillo y ese flash no eran nada para Lee. Era un
escaparate caro para una puta barata.
Esos ojos habían sido atractivos para él. Sexy. Fascinante. Ahora le
ponía la piel de gallina. Se forzó en mirar fijamente esos ojos iris de color
demoníaco sin casi parpadear. No le iba a dar la satisfacción de que estar
cerca de ella le daba náuseas, y no tenía tiempo ni paciencia para tratar
con sus juegos de ingenio. No esta noche, y tampoco ninguna otra noche.
~ 281 ~
—Madre mía, Leeland. ¿Esta es tu manera de saludar a una amiga?
Lee reprimió los modales tan fuerte que podría haber exprimido
diamantes entre ellos.
¡Dios!
~ 282 ~
—Mmm, ¿pasa algo, Leeland? —Se sentó en sus patas traseras y se
lamió su pata delicadamente. Inclinó la cabeza a un lado mientras le
estudiaba, esos ojos encendidos perforaban su cabeza—. Estas muy tenso.
¿Es esa humana en la que estabas pensando antes? Sabes que puedo
cuidar de ti mucho mejor que ella.
~ 283 ~
Desde que él y Agnessa habían roto, Lee se había atiborrado lo
suficiente con sangre de otras mujeres para efectivamente eliminar su
conocimiento de ella. Le permitió hacerse la ilusión que era libre cuando
claramente no lo era. Mirando atrás, no era sensato, pero las decisiones
tomadas con rabia raramente lo eran.
~ 284 ~
Con un gemido, Lee se dejó caer en uno de los sillones y flexionó la
mano. La sacudió y la puso encima de su cabeza. Los trozos rotos del
escritorio ahora estaban esparcidos delante de él y dio una última patada
a uno de ellos con la punta de su bota.
~ 285 ~
como un cobarde. Negó con la cabeza y se metió la nota en el bolsillo
trasero y dio un giro de ciento ochenta grados.
***
~ 286 ~
Una gran esperanza brilló en lo más profundo de Isabel. Después
de todo, a lo mejor no era demasiado tarde. Ella cerró los ojos mientras él
le pasó la mano por la mandíbula. Cada célula de su cuerpo se rompió en
respuesta al calor de sus dedos. ¿Cómo diablos se le había ocurrido que
podía vivir sin esto?
—¿Qué?
—Thad, yo…
~ 287 ~
Su cuerpo se fundió en el de Thad. Se aferró a él para salvar su vida
cuando sus cuerpos cayeron juntos en la cama. No había la urgencia
caliente de antes. Su beso era lento y profundo, mientras sus manos
vagaban por debajo de su ropa y la exploraban de manera pausada.
—¿Todo bien?
No.
—Parece que está latiendo bien —y esa era lo único que podía decir
con certeza.
Doloroso.
~ 288 ~
cada caricia estaban llenas de emoción, y en este momento, ambos se
dejaron llevar.
~ 289 ~
cuerpo. La sangre caliente de Thad golpeó su lengua al mismo tiempo
que ella alcanzó el orgasmo.
Así que tal vez era cierto lo que dicen de que no aprecias algo hasta
que lo has perdido. Apenas doce horas antes, se había mordido las uñas
para irse. Ahora que Thad la había liberado, estaba luchando en silencio
contra el impulso de lanzarse a sus brazos y llorar copiosamente hasta
que él estuviera de acuerdo en que ella se quedara. Pero ninguno de los
dos parecía hablar mucho. A lo mejor no había nada más que decir.
Cuidado con lo que deseas. Hey, al parecer todos esos refranes existen
por alguna razón.
Aún así… era mejor para ambos seguir por caminos separados.
Realmente lo era.
~ 290 ~
Mierda, a lo mejor ha sido la peor forma de decirlo. Él se apartó de
ella y recogió su ropa como si llegara tarde a algún sitio. Se abrochó los
pantalones, con la frente arrugada y la mandíbula apretada. Ella se
preguntaba si había alguna forma de volver atrás cuando él finalmente
asintió ligeramente con la cabeza.
—¿Thad?
—Iré contigo.
~ 291 ~
Capítulo 34
L os gemidos de Theresa por el dolor que sentía por ver a su
~ 292 ~
—Thad. —La mano de Isabel era fresca y reconfortante contra su
piel, la cual estaba demasiado caliente y demasiado tensa para su
cuerpo—. Tú tienes que levantarte.
~ 293 ~
Isabel se hizo cargo de inmediato, y por eso, Thad no sólo estaba
agradecido y atemorizado. Consoló a Theresa frotando los hombros de la
mujer mientras que ella sentía por él. Murmurándole y recordándole que
Theresa tenía que pensar en el futuro de sus hijos. Que esto era lo que su
compañero hubiera querido para ella. Sostuvo el cabello negro de la
mujer embarazada mientras ella bebía.
Thad se burló.
~ 294 ~
—¿Yo? No. —Él no tenía las palabras adecuadas para decirle cómo
observarla allí había hecho que casi su corazón explotara. Como ella
seguía sorprendiéndole—. Tú fuiste la única que la ayudaste.
Isabel se burló.
~ 295 ~
Capítulo 35
— H ombre, te voy a decir algo. La mierda en este lugar se está
Thad asintió.
~ 296 ~
Siddoh se golpeó la mandíbula pensativamente y asintió
—Amigo…
—Lo sé, lo sé. Sólo Escúchame. —Se pasó una mano por los
cabellos, nervioso—. En fin ha sido un buen rato, pero… simplemente
siento en mi interior de que algo está mal.
~ 297 ~
—Diablos, no —Thad meneó la cabeza con fuerza—. No hay
manera de que podamos hacerlo. Ella es humana, no tiene ningún
entrenamiento, y no podemos enviar a ningún respaldo si llega a meterse
en problemas. No puedo creer que si quiera hayas pensado en eso.
Apretando los dientes, Thad asintió una vez más. Tyra y él nunca
habían discutido ese tema a fondo, pero siempre había sido una lucha
para ella. Ella había sido la primogénita que siempre se había sentido
como la segundona porque era mitad humana y porque su madre la
había dejado abandonada en la puerta de la mansión como una huérfana
indeseada. Thad no podía imaginar haber crecido de esa forma.
—Entonces, ¿Qué más hay aquí, eh? Ya sabía que Tyra era MIA, así
que asumo que existe algo más.
—Lee se ha ido.
~ 298 ~
Jesús.
Thad se pasó una mano sobre el rostro con fuerza, como si pudiera
sacar las imágenes de "¿santa—mierda—realmente—no—quería—
hacer—eso—o—si?" de su cabeza.
~ 299 ~
—Encontré esto en su habitación. Asumo que lo olvido —Se lo
lanzó a Thad, quien lo atrapó a pesar de lo exhausto que estaba—. Le di
un vistazo. La buena noticia es que parece que varias de sus municiones
han desaparecido, así que podemos asumir que está armado. La cama
estaba un poco arrugada, pero no habían dormido sobre ella. Con suerte
eso no significa que Agnessa quiso un rapidito por los viejos tiempos. —
Ambos machos se estremecieron ante el pensamiento.
—No está nada bien, te diré eso. Brayden hizo que drenara la
sangre de su cuerpo antes de que ya no fuera buena. —Miró las sombras
que se formaban en el piso.
~ 300 ~
St Marys era un hospital privado a cargo del vampiro cerca del
pueblo. Estaba enmascarada como una clínica privada por parte de la
iglesia, dándoles la habilidad de administrar cuidadosamente quién
recibía el tratamiento allí.
Thad consideró la idea por un minuto. Era fácil olvidar que Siddoh
era en su mayoría más perspicaz de lo que demostraba.
Thad gruño.
Siddoh asintió.
~ 301 ~
Frotándose la frente, Thad resopló.
No quería hacer nada de esto sin Isabel. La profecía decía que ella
estaría allí para ayudarlo a dirigir, por el amor de Dios. ¿Por qué estaría
destinado a alguien que simplemente no quería estar con él?
~ 302 ~
Capítulo 36
— E ntonces, estás emocionada porque la vida volverá a la
—No, estoy bien. En Serio. Es sólo que todo ha sido muy extraño.
No estoy segura de que hacer con mi vida ahora, pero no quiero volver a
ser simplemente la chica de las fiestas.
~ 303 ~
Si. Isabel escaneó la cornucopia de antojitos, pero ninguno la
entusiasmaba. Era de lo más extraño. Había estado famélica cuando
llegaron, y prácticamente destrozando bolsas de papitas y cajas de
pastelitos Little Debbie del estante.
Suspiró.
Contra todas las posibilidades, Isabel se las arregló para soltar una
débil risita.
Isabel puso los ojos en blanco. Maldita Alexia por ser tan
inteligente y razonable. Creo que ese es un buen punto.
Alexia continuó.
~ 304 ~
—A decir verdad, se han hecho estudios, ¿Sabes?. Los bebés
necesitan del contacto de otro para sobrevivir. Otras especies también,
como dije. Los monos, por ejemplo. —Monos. Eso incitó a Isabel a
lanzarle una bolsa de Lays tostadas hacia su rostro—. De acuerdo,
lamento lo del comentario sobre los monos, pero, ¿entiendes lo que estoy
tratando de decir?
Ella lo hacía.
~ 305 ~
—Sí, tú sabes… —Isabel cerró los ojos—. La verdad no me siento
bien. Pensé que se trataba tan sólo de los nervios, pero simplemente está
empeorando.
—¿Izzy?
~ 306 ~
Estaré bien… realmente me estoy sintiendo mejor ahora. Creo que tal vez
lo que fuera que estuviera ocurriendo, ha pasa…
—¿Izzy, puedo traerte algo? ¿Como una gran toalla de papel o una
menta? —La joven hembra le proporcionó una lata de Canadá Dry.
—Más bien creo que le lancé uno de veinte al cajero y corrí hasta
aquí. Oye, ¿Izzy?
—¿Mmm?
—Bien.
—Hey, Izzy, creo que es mejor si no nos vamos a ningún lado esta
noche.
~ 307 ~
Pero eso no era del todo cierto, ¿Lo era? Ella recordaba haber hecho
el amor con Thad esa mañana, y el dulce sabor de su sangre estaba en su
lengua. Oh, sí, tan sólo pensar en ello la hacía sentir mejor. Había sido
como aquel Té Chai de Starbuks, completamente dulce y acaramelado. Si
tan sólo pudiera tener un chorrito de eso con un poco de leche caliente.
Oh. No…
Sólo…la…sangre…de…Thad.
~ 308 ~
Capítulo 37
I sabel descansaba pacíficamente, con el cabello desparramado en
~ 309 ~
Está bien, entonces el plan B. Thad se deshizo rápidamente de los
botones de su camisa. La dejó caer gentilmente sobre el suelo, y la apretó
contra él. Por un momento, sólo pudo mantener su cuerpo contra el de él,
con los ojos y la boca presionada con fuerza mientras intentaba mantener
sus emociones bajo control. Nunca se había imaginado que ser rey iba a
ser una tarea fácil, pero los últimos días le habían dado un nuevo
significado a la frase "juicio por fuego".
Pero todo sería mucho más simple con Isabel a su lado. Y ahora
tenía una razón para quedarse. Thad tendría tiempo para cortejarla como
se debía. Tal vez incluso podía hacer que ella descubriera dentro de su
corazón que lo amaba.
El bebé de Thad.
~ 310 ~
Con una profunda exhalación, Thad cerró los ojos y dejó que su
cabeza cayera. Permitió que la calidez del cuerpo de Isabel y la succión
delicada de su vena lo relajaran. Tan incierto como fuera su futuro —su
futuro juntos— tal vez esa era la forma en que debía ser. De eso estaba
seguro.
—¿Thad?
—¿Sobre el bebé?
Ella parpadeó.
—¿Lo sabías?
Él frunció el ceño.
~ 311 ~
mismo que le encontraría las más bellas esmeraldas del planeta para
complementar su belleza.
Thad la miró, con los ojos fijos en sus labios. Su corazón casi se le
salía del pecho, y rezó con todas sus fuerzas para haberlo entendido todo
correctamente. Si ella no se encontrara en una delicada condición física, la
habría levantado del suelo y la habría besado hasta que ambos se
quedaran sin aliento. La empujó cerca de él y le besó la frente.
~ 312 ~
Sus ojos casi volvieron a nublarse cuando ella hundió su cabeza
entre sus brazos.
—¿La luna?
Casi todo.
~ 313 ~
Capítulo 38
T had la amaba. Él quería que se quedara. Las cosas deberían
—¿Thad?
—¿Sí?
»Tiene que haber algo más. Quiero decir, si vamos a hacer esto,
Thad, ya sabes, estar juntos... tienes que confiar en mí con lo que está en
tu mente. Y confiar en que voy a ser capaz de manejar la situación.
Thad se quejó.
~ 314 ~
—Oh Dios, Thad, lo siento mucho. Viniste aquí cuando deberías
haber estado fuera en busca de ellos. —Él levantó una mano para hacerla
callar, y luego se inclinó para darle un beso.
—Nada es más importante que venir a verte, Isabel. Nada —su voz
sonaba diferente. Feroz y llena de convicción.
Justo como se suponía que debería ser. Como él se supone que debe
ser. El orgullo hinchaba su pecho un poco. Este era su hombre.
—Mierda.
Se levantó un poco.
~ 315 ~
—No es nada de lo que necesites preocuparte, pero voy a tener que
encontrar un artista del tatuaje. El que solía trabajar para la familia murió
hace unos meses. Un hechicero lo ataco.
—¿Ese hombre flaco con todo ese cabello? ¿El del club?
Él gruñó alegremente.
~ 316 ~
Se estremeció un poco, y se agachó para tirar de las cubiertas sobre
los dos. Ojalá ella pudiera mantener su poder bajo control o se iba a
congelar todo el tiempo cuando no estuviera pegada a Thad. Aunque ese
pensamiento era encantador.
—Lo mismo digo. —El toque del dedo índice de Thad contra la
parte superior de la nariz de Isabel hizo que sus ojos se fueran a la
deriva—. Ahora, descansa un poco. Hablaremos más tarde.
~ 317 ~
Epilogo
I sabel tocó la frente de Thad. El estruendo de voces a su alrededor
—Estoy bien.
~ 318 ~
Isabel paso una mano con timidez sobre el vestido de terciopelo
color burdeos de talle imperial, que fue cortado de alguna manera
perfecta para aumentar sus pechos recién rediseñados del embarazo. La
idea, según ella creía, era distraer a las camisas de peluche en el Consejo
de Mayores de la protuberancia visible ya de su vientre. El primero del
amplio elenco que, con toda claridad, Thad la había conseguido mucho
antes de su ceremonia de apareamiento.
—Thad.
—Creo que realmente deberías entrar ahí, jefe. Son malas maneras
para mantener a los ancianos del Consejo esperando.
~ 319 ~
Santa madre, la habitación era luminosa. Era una de esas grandes
cosas del tipo anfiteatro, lleno de largas mesas y sillas donde estaban
sentados todos los miembros de la comunidad vampiro local sobre la
edad de un millar. Algunos de los no locales, también. Había muchos más
de lo que Isabel se había dado cuenta. Algunos apenas miraron su edad,
algunos lo hicieron. Huh. Tendría que preguntarle a Thad sobre eso.
Aplausos
Y la vida continuaría.
~ 320 ~
Próximo Libro
Prince Of POwer
La Lucha era personal…
~ 321 ~
Sobre el Autor
Elisabeth Staab comenzó a cazar
zombie de nuevo en 1842… Uy información
equivocada… Elizabeth Staab aún vive con
su nariz en un libro y por lo menos un pie
en un mundo imaginario. Cree que todos
los tipos de amor estables y sanos debes de
celebrarse. Vive en el norte de Virginia con
su familia y un gran gato miedoso, donde a
ella le encanta pasar tiempo con buenos
amigos, buena música, buenas bebidas y
buenos libros (es decir, cuando no está
creando un personaje del que enamorarse).
~ 322 ~
Traducido, Corregido y
Diseñado en:
http://readisdream.foroactivo.com.es/
~ 323 ~