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Mahidevran Sultan.

( 3 de septiembre de 1566) fue sultán del Imperio otomano entre


1520 y 1566. Conocido como Solimán el Magnífico en español, era hijo del sultán
Selim I Yavuz y Ayşe Hafsa Sultan, una princesa crimea.

Lideró personalmente al ejército otomano en la conquista de Belgrado, Rodas y la


mayor parte de Hungría, así como en el sitio de Viena y los territorios anexionados
del norte de África, como Argelia y Túnez, y la mayor parte del Oriente Medio.
Durante su gobierno, los otomanos tuvieron una breve preponderancia en los mares
Mediterráneo y Rojo, lo mismo que en el golfo Pérsico. El imperio continuó
expandiéndose durante casi un siglo después de su muerte. Al final de su reinado,
tenía unos 40 millones de habitantes

Protegió y buscó el desarrollo de las ciencias y las artes, y acogió a numerosos


filósofos. Fue mencionado como uno de los más notables poetas musulmanes. En el
mundo occidental es conocido con el apelativo el «Magnífico» y en el mundo islámico
como el «Codificador» o el «Legislador» (en turco Kanuni; árabe: ‫القانونى‬, al-Qānūnī),
debido a la profunda reforma que introdujo en el sistema legal otomano.

Índice
1 Primeros años
2 Logros militares
2.1 Conquistas en Europa: La caída del Reino de Hungría
2.2 Conquistas en Asia
2.3 Mediterráneo y Norte de África
3 Labor administrativa
4 Logros culturales
5 Vida personal
5.1 Consortes Legales
6 Descendencia
6.1 Hijos
6.2 Hijas
7 Ibrahim Pasha
8 Sucesión
9 Legado
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Véase también
13 Enlaces externos
Primeros años
Solimán nació en Trebisonda, la actual Trabzon, seguramente el 6 de noviembre de
1494.1 A los 7 años fue enviado a estudiar ciencias, literatura, teología y
tácticas militares en las escuelas del Palacio de Topkapı en Estambul. De joven
trabaría amistad con Pargalı İbrahim Paşa, un esclavo que más tarde sería uno de
sus consejeros de mayor confianza.2

A los 17 años fue nombrado gobernador de Estambul, y más tarde de Sarukhan


(Manisa), con un breve periodo en Edirne (Adrianópolis).3 En el periodo que pasó en
Manisa hasta su coronación, ganó experiencia en la administración. Atormentado por
los bandidos, restauró la ley y el orden en la provincia, proceso durante el que
adquirió la experiencia legislativa que más tarde le daría el nombre de Kanuni o
Legislador.

A los 26 años –el 30 de septiembre de 1520– heredó el título de califa tras la


muerte de su padre Selim I. Empezó a gobernar el poderoso Imperio otomano, que
siguió expandiendo hasta su muerte, 46 años más tarde.

Logros militares
Conquistas en Europa: La caída del Reino de Hungría
Tras suceder a su padre, Solimán emprendió una serie de conquistas militares,
empezando por reprimir una revuelta del gobernador de Damasco en 1521. Hizo
preparativos para ocupar primero la ciudad de Belgrado, para debilitar las defensas
fronterizas del Reino de Hungría, y así conquistarlo, algo en lo que su bisabuelo
Mehmed II había fracasado.

El reino húngaro se había convertido por varios siglos en el bastión de defensa del
cristianismo frente al Imperio otomano. Tras numerosas campañas militares durante
décadas, comandantes militares como el conde Juan Hunyadi, regente húngaro (1446-
1452), crearon fama y mantuvieron a las fuerzas musulmanas alejadas de Europa
Central de manera exitosa.

Su hijo el rey Matías Corvino de Hungría (1453-1490) creó uno de los ejércitos de
mercenarios más grandes de su época y no sólo expandió las fronteras de su reino,
sino que también mantuvo a los turcos fuera. Tras la muerte del rey Matías, el
reino sin sucesor cayó en una crisis que afectó política, económica y militarmente
al reino. La nueva Casa reinante de los Jagellón no prevaleció sobre la nobleza
húngara, y sus reinados débiles crearon el escenario ideal para su posible derrota.

De esta manera, Solimán avanzó hacia Belgrado. Su toma fue muy importante para
eliminar a los húngaros, que tras las derrotas de los serbios, búlgaros y los
bizantinos eran la única fuerza de importancia que podía bloquear su expansión por
Europa. Solimán rodeó Belgrado y empezó a bombardearla gravemente desde una mejana
ubicada en el Danubio. Con una guarnición de apenas setecientos hombres y sin
recibir ayuda de Hungría, Belgrado cayó en agosto de 1521.4

Las noticias de la conquista de una de las grandes fortalezas de la Cristiandad se


difundieron rápidamente por Europa. Como apuntó el embajador del Sacro Imperio
romano, «la captura de Belgrado fue el origen de los dramáticos acontecimientos que
se tragaron Hungría. Llevó a la muerte del rey Luis II de Hungría, la captura de la
ciudad de Buda, la ocupación de la región Transilvania, la ruina de un reino
floreciente y al terror de las naciones vecinas que podrían sufrir el mismo
destino...».5

Muerte del rey Luis II de Hungría en la Batalla de Mohács de 1526. Obra de Bertalan
Székely. 1860.
El camino a Hungría y Austria se abrió ante él; sin embargo, Solimán distrajo su
atención hacia la isla mediterránea de Rodas, cuya proximidad al Asia Menor y el
Levante le había causado muchos problemas al Imperio. En el verano de 1522,
aprovechando la ventaja de la flota que había heredado de su padre, lideró
personalmente unos 400 barcos y 100.000 hombres desde Asia Menor a la isla.6 Tras
el sitio de Rodas de cinco meses, en los que se produjeron brutales encuentros,
Rodas capituló y Solimán permitió a los Caballeros de Rodas que partiesen, tras lo
que establecieron su nueva base en Malta.

Después del deterioro de las relaciones entre Hungría y el Imperio Otomano, Solimán
reanudó su campaña en la Europa Oriental, y el 29 de agosto de 1526 derrotó a Luis
II de Hungría (1516-26) en la Batalla de Mohács. La resistencia húngara se desplomó
y el Imperio otomano pasó a ser la potencia más fuerte de la Europa Oriental.7 Al
encontrar el cuerpo inerte de Luis II, Solimán dijo haberlo lamentado.8

Tras el hundimiento del reino húngaro afloró una lucha por el poder. Algunos nobles
húngaros propusieron que el archiduque Fernando I de Habsburgo (1503–64),
gobernador de la vecina Austria y unido a la familia de Luis II por lazos de
sangre, fuera el rey de Hungría, citando acuerdos previos de que los Habsburgo
ocuparían el trono húngaro si Luis muriese sin herederos. Sin embargo, otros nobles
preferían al conde Juan Szapolyai (coronado como Juan I de Hungría) que contaba con
el apoyo de Solimán, y que no había sido reconocido por las potencias europeas
cristianas. Se desató un conflicto a tres bandas cuando Fernando trató de imponer
su dominio sobre tanta parte de Hungría como fuese posible, lo que resultó en la
división del reino en 1541: Solimán reclamó la mayor parte de la moderna Hungría,
conocida como Gran Llanura Húngara, y tras eliminar la amenaza de Stephen Maylad
situó a la familia Szapolyai en el gobierno de Transilvania como estado vasallo de
su imperio. Fernando reclamó la Hungría Real, que incluía la actual Eslovaquia,
Croacia Occidental y los territorios adyacentes, fijando temporalmente la frontera
entre los Habsburgo y los otomanos.

Bajo el mando del emperador Carlos V y su hermano, el archiduque Fernando de


Austria, los Habsburgo ocuparon Buda y tomaron Hungría. En 1529 Solimán marchó una
vez más por el valle del Danubio, reocupó Buda en el otoño siguiente y sitió Viena.
Fue la expedición más ambiciosa del Imperio otomano y el apogeo de su expansión
occidental. Con una guarnición reforzada de 20.000 hombres, los Austrias le
infligieron su primera derrota y plantaron las semillas de la rivalidad entre los
otomanos y los Habsburgo, que perduró hasta el siglo XX.9 Solimán trató de
conquistar Viena por segunda vez en 1532, cosechando un nuevo fracaso antes de
alcanzar la ciudad. En ambos casos las expediciones otomanas fueron azotadas por el
mal tiempo (que les forzó a dejar atrás equipamiento esencial para los sitios) y se
resintieron de tener líneas de suministros muy débiles.10

A pesar de la derrota, Solimán aseguró al Imperio otomano un papel de importancia


en el panorama político de Europa.

Conquistas en Asia
Artículo principal: Guerra Otomano-Safávida (1532-1555)

Miniatura que muestra a Solimán marchando con su ejército en Najicheván, verano de


1554.
Tras afianzar las fronteras europeas, desvió su atención a la amenaza perenne que
representaba el Sah Tahmasp I de la dinastía Safávida de Persia. Hubo dos
acontecimientos concretos que precipitaron el recrudecimiento de la tensión. En
primer lugar, el Sah hizo que asesinasen al gobernador de Bagdad, leal a Solimán, y
que fuese reemplazado por un partidario del Sah. En segundo, el gobernador de
Bitlis había jurado fidelidad a los safávidas.11 En 1533 Solimán ordenó a su Gran
Visir Ibrahim Pasha que liderase un ejército que retomó Bitlis y ocupó Tabriz sin
resistencia alguna. Después de unirse a Ibrahim en 1534, Solimán se internó en
Persia, donde se encontró con que el Sah sacrificaba territorio en lugar de
enfrentarse en combate, lo que resultaba en el debilitamiento de las huestes
otomanas al cruzar estas duras regiones.12 Al año siguiente, Solimán e Ibrahim
hicieron una gran entrada en Bagdad, ciudad que rindió su comandante, lo que
afianzó a Solimán como líder del mundo islámico y legítimo sucesor de los califas
abasíes.13

Imperio otomano (ocre) y los anexiones de Solimán (verde).


Tratando de derrotar al Sah de una vez por todas, Solimán se embarcó en una segunda
campaña entre 1548 y 1549 en apoyo del hermano rebelde del Sah, Alqas Mirza. Como
en la vez anterior, el Sah Tahmasp I evitó la confrontación con el ejército otomano
y procedió a retirarse, exponiendo a las tropas otomanas al duro invierno del
Cáucaso.14 Solimán abandonó la campaña con las recompensas temporales de Tabriz y
Azerbaiyán, la presencia en la provincia de Van y algunos fuertes en Georgia.15

En 1553 acometió su tercera y última campaña contra el Sah. Aunque perdió


inicialmente territorios en el Erzurum frente al sahzadeh (príncipe) Ismail Mirza,
segundo hijo del Sah, Solimán contraatacó y recuperó Erzurum, cruzando el Éufrates
y devastando partes de Persia. El ejército del Sah prosiguió su estrategia de
evitar a los otomanos hasta que se llegase a un estancamiento en el que ningún
ejército podría ganar. En 1554 se firmó un acuerdo por el cual Solimán concluiría
sus campañas asiáticas, se devolvería Tabriz pero aseguraría Bagdad, Mesopotamia
inferior, las desembocaduras del Éufrates y el Tigris y parte del Golfo Pérsico.16
El Sah también prometió cesar todas las incursiones en territorio otomano.17

En 1535 arrebató Bagdad, Mosul y Tabriz a los persas safávidas e impuso su


autoridad en todo el litoral del Yemen hasta Adén y Mascate (1538). Con ello,
dominaba todo el mundo árabe con la excepción de Marruecos y algunos emiratos del
Golfo Pérsico.

Solimán se alió con Francisco I de Francia en su lucha contra el emperador Carlos


V, a quien combatieron en el Mediterráneo (1543). La flota otomana del corsario
Jeireddín Barbarroja salió victoriosa en Argel, Túnez y Trípoli (1551). Fracasó en
apoderarse de la isla de Malta (1565).

Mediterráneo y Norte de África

Barbarroja, nombrado por Solimán almirante en jefe de la flota otomana, derrotó a


la Liga Santa de Carlos V al mando de Andrea Doria en la Batalla de Preveza en
1538.

El sitio de Malta en 1565: Llegada de la flota turca, por Mateo Pérez de Alesio.
Una vez consolidadas sus conquistas en tierra, Solimán recibió la noticia de que se
había perdido la fortaleza de Koron (península del Peloponeso, Grecia) ante Andrea
Doria, almirante de Carlos V. La presencia española en el Mediterráneo Oriental
preocupaba a Solimán, pues la consideraba un indicativo de la intención de Carlos V
de discutir el dominio otomano en la región. Tras reconocer la necesidad de
reforzar el papel de la flota turca en el Mediterráneo, Solimán nombró al
excepcional comandante Khair ad Din, conocido en Europa como Barbarroja, quien
recibió el encargo de reconstruir la flota otomana hasta igualar el poderío naval
del resto de las potencias mediterráneas juntas.18 En 1535 Carlos V obtuvo una
importante victoria contra los otomanos en Túnez, pero en 1536 Francisco I de
Francia se alió con Solimán contra Carlos V. En 1538 la flota española salió
derrotada de la Batalla de Preveza de manos de Barbarroja, lo que aseguró el
Mediterráneo oriental durante 33 años.

Al este de Marruecos se anexionó grandes extensiones de terreno norteafricano. Los


Estados berberiscos de Tripolitania, Túnez y Argelia pasaron a ser provincias
autónomas del Imperio y fueron el escenario del conflicto entre Solimán y Carlos V,
cuyo intento de expulsar a los turcos fracasó en 1541. El acoso a los barcos de los
dominios de Carlos V o sus aliados, llevado a cabo desde estos Estados pasó a ser
parte de las guerras entre los otomanos y España, y la expansión otomana se vio
asociada con el dominio naval durante un breve período. Las naves otomanas
controlaban también el Mar Rojo y el Golfo Pérsico hasta 1554, cuando su flota fue
derrotada por la del Imperio portugués. Los portugueses seguirían batallando contra
las fuerzas de Solimán por el control de Adén, actual Yemen.

Aunque Francisco I firmó un tratado de paz con Carlos V en 1538, se alió nuevamente
con Solimán en 1542. En 1543 Carlos V se alió con Enrique VIII de Inglaterra y
forzó a Francisco a firmar la Tregua de Crepy-en-Laonnois. Carlos V firmó un
humillante tratado con Solimán para darse un respiro por los enormes gastos de la
guerra.

En 1544, cuando España declaró la guerra a Francia, el rey francés pidió ayuda a
Solimán, el cual envió una flota liderada por Barbarroja que salió victoriosa
contra los españoles y consiguió recuperar Nápoles. Solimán le dio el título de
Beyler Bey (Comandante de comandantes). Un resultado de esta alianza fue la
encarnizada lucha entre Dragut y Andrea Doria, que dejó el Mediterráneo
septentrional y meridional en manos musulmanas.19
Cuando los caballeros de la Orden de Malta se reasentaron en la isla de Malta en
1530, sus acciones contra los navíos musulmanes despertaron la ira del emperador
otomano, que mandó otro gran ejército para desalojarles. En 1565 invadieron Malta,
empezando con el sitio de Malta, que duró del 18 de mayo al 8 de septiembre, y está
representado en los frescos de Mateo Pérez de Alesio. Al principio la batalla
parecía una réplica de lo ocurrido en Rodas con la mayoría de las ciudades
destruidas y la mitad de los Caballeros muertos en combate, pero las fuerzas
españolas acudieron en su ayuda, lo que resultó en la pérdida de 30.000 soldados
otomanos.

Tras estos acontecimientos, Solimán volvió a concentrarse en Hungría. Murió de


peste, como muchos soldados de su ejército, durante el sitio de la ciudad húngara
rebelde de Szigetvár (Batalla de Szigetvár), cuando la plaza estaba por capitular
(5 o 6 de septiembre de 1566).

Labor administrativa
Aunque el sultán Solimán fue conocido como "el Magnífico" en Occidente, en su
Imperio se le llamó Kanuni o «el Legislador». Como anota Kinross, «No sólo fue un
gran estratega, un hombre de espada, como su padre Selim I, su abuelo Beyazid II y
su bisabuelo Mehmed II habían sido antes que él. Se distinguía de ellos en que era
también un hombre de pluma. Fue un gran legislador, que destacaba ante los ojos de
su gente como un soberano inteligente y un magnánimo exponente de la justicia».20
La ley del imperio se basaba en la Shari'ah, que, al ser la ley divina del islam,
estaba fuera de la jurisdicción del Sultán. Pero un área de la legislación,
conocida como el Kanuns (legislación canónica) dependía del deseo del sultán. La
Kanuns cubría áreas como la ley criminal, la tenencia de tierras y la tasación.21
En este contexto Solimán trató de reformar la legislación para adaptarla a un
imperio cambiante.

Solimán prestó particular atención a la apremiante situación de los "Rayas"",


cristianos que trabajaban la tierra de los Sipahis. Siu Kanune Raya, o «Código de
los Rayas», reformó los impuestos y las tasas a pagar por los rayas, elevando su
estatus hasta el punto de que los cristianos emigraban a los territorios turcos
para beneficiarse de las reformas.22 Además, Solimán promulgó nuevas legislaciones
criminales, prescribiendo un conjunto de multas para ofensas específicas, así como
reduciendo los casos que se castigaban con la muerte o la mutilación. En el ámbito
de la tasación, las tasas se imponían a varios bienes y productos, como animales,
minas, productos de comercio, importación y deberes de exportación. Además de las
tasas, los oficiales que habían perdido su reputación era probable que perdieran
sus propiedades a manos del sultán.

La educación fue otra aspecto importante para el Sultán. Las escuelas religiosas
adjuntas a las mezquitas obtenían sus fondos de fundaciones religiosas, lo que
proporcionaba una educación casi gratis para los muchachos musulmanes, en lo que el
Imperio otomano aventajaba a los países cristianos de la época.23 En la capital
incrementó el número de mektebs (escuelas primarias) a catorce. En ellas se
enseñaba a los niños a leer, escribir y los principios del islam. Los niños que
deseaban recibir más educación podían entrar en una de las ocho madrazas, que les
instruían en gramática, sintaxis, lógica, metafísica, filosofía, estilística,
geometría, astronomía y astrología.23 Las madrazas proporcionaban una educación de
categoría universitaria, cuyos graduados podían ser imanes o profesores. Los
centros educativos solían ser uno de tantos edificios que rodeaban las mezquitas.
Otros de estos edificios eran las bibliotecas, refectorios, fuentes, cocinas y
hospitales públicos.

Solimán fue reconocido como un gobernante justo, que eligió a sus subordinados de
acuerdo a su mérito en lugar de por su estatus social o popularidad. El embajador
austríaco Ghiselain de Busbecq escribió sobre él: «al realizar nombramientos el
sultán no presta atención a pretensión alguna por cuestiones de riqueza o rango, ni
toma en consideración las recomendaciones de la popularidad; considera cada caso
por sus propios méritos y examina cuidadosamente el carácter, la capacidad y la
disposición del hombre de cuya promoción se trata».19 Con Solimán, las leyes Kanun
llegaron a su forma final y el código de las leyes pasó a llamarse kanun-i Osmanlı,
o «leyes otomanas».

A pesar de esto, fue catalogado de injusto tras las ejecución ordenada a quien era
su mejor amigo y Gran Visir, Pargalı İbrahim Paşa en 1536 y también tras ordenar la
ejecución de su hijo mayor y heredero al trono, Şehzade Mustafa en 1553. Ambos
acontecimientos fueron recalcados como injustos y la gente del pueblo y el ejército
jenízaro acusó a su esposa Hurrem Sultan de manipular la mente de Suleyman para
cometer estos crímenes.

Logros culturales

Tughra de Solimán el Grande.


Con el mecenazgo de Solimán, el Imperio Otomano alcanzó la edad de oro de su
desarrollo cultural. En la sede imperial, el Palacio de Topkapi, se administraban
cientos de sociedades artísticas imperiales (que se llamaban Ehl-i Hiref o
"comunidad de talentos"). Tras un periodo de aprendizaje, los artistas y artesanos
podían promover dentro de su gremio y se les pagaban grandes estipendios en cuatro
entregas anuales. Los registros nominales que nos han llegado testifican del
intenso mecenazgo que Solimán ejercía sobre las artes; el más antiguo documento, de
1526, lista 40 sociedades con más de 600 miembros. Las Ehl-i Hiref atraían a la
corte a los artesanos con mayor talento del imperio, tanto del mundo islámico como
de los territorios recién conquistados en Europa, dando como resultado un crisol de
culturas islámica, turca y europea.24 Los artesanos al servicio de la corte
incluían a pintores, encuadernadores, peleteros, joyeros y trabajadores del oro.
Mientras que los anteriores gobernantes habían estado influenciados por la cultura
persa (el padre de Solimán, Selim I, escribía poesía en persa), el mecenazgo de
Solimán sobre las artes consolidó el propio legado artístico del Imperio otomano.25

El propio Solimán era un gran poeta que escribía en persa y en turco bajo el
seudónimo artístico Muhibbi (Amante). Algunos de los versos de Solimán han llegado
a convertirse en proverbios turcos, como por ejemplo el conocido Todos buscan el
sentido único, mas son múltiples las versiones de una historia. Cuando su hijo
Mehmed murió en 1543, compuso un conmovedor cronograma para conmemorar ese año: Sin
rival entre los príncipes, mi sultán Mehmed.2627 Aparte de la propia obra de
Solimán, muchos otros grandes talentos encumbraron el mundo literario durante su
gobierno, entre los cuales se cuentan Fuzuli y Baki. El historiador literario E. J.
W. Gibb observó que "no hubo otra época, ni siquiera en Turquía, en la que se diera
mayor apoyo a la poesía que durante el reinado de este sultán".26 El poema más
famoso de Solimán es el siguiente:

Riqueza y poder es lo que todos consideran como la mejor suerte,


Pero en esta vida un poco de salud es lo mejor.
Aquello que los hombres llaman gobierno es lucha mundana y batalla constante;
El más alto trono está en la alabanza de Dios, la más feliz de las condiciones.28
Solimán también fue reputado por sustentar una serie de desarrollos arquitectónicos
monumentales en su imperio. Intentó transformar Estambul en el centro de la
civilización islámica con una serie de proyectos que incluían puentes, mezquitas,
palacios y distintos edificios con fines sociales y de caridad. La mayor parte
fueron construidos por el principal arquitecto del sultán, Mimar Sinan, con el cual
la arquitectura otomana alcanzó su cénit. Sinan fue responsable de más de
trescientos monumentos repartidos por todo el imperio, incluyendo sus dos obras
maestras, la Mezquita Süleiymaniye y la Mezquita de Selim, esta última construida
en Edirne durante el reinado del hijo de Solimán, Selim II. En Jerusalén, restauró
la Cúpula de la Roca y las murallas que rodean la Ciudad Vieja. A su vez, renovó la
Kaaba de La Meca y construyó un complejo en Damasco.29
Vida personal
Consortes Legales
Mahidevran Sultan (1500-1580)
Primera consorte Fue hija de Mirza Haydar Temruk Bey, un príncipe cabardino del
siglo XVI y su esposa tártara, la princesa Nazcan Hatun, hija del khan Meñli I
Giray y hermana de Ayşe Hafsa Sultan. Mahidevran fue una princesa descendiente de
la dinastía Giray, aliados del Imperio otomano y no llegó al harén como esclava.

A la edad de catorce años, en 1514 ingresó al harén de Solimán.

A Mahidevran no se le dio ningún título referente al su puesto, además del Baş


kadın (rango equivalente a consorte principal).

Cuando el sultán Selim I murió en 1520, Solimán se trasladó a Constantinopla,


capital del Imperio, junto con su familia para ascender al trono.

Hürrem Sultan (1502/1504-1558)

Hürrem Sultán (Aleksandra).


Artículo principal: Anastasia Lisowska
Primera esposa legal de Solimán, Hürrem Sultan (Aleksandra Anastasia Lisowska, de
nombre real), una joven del harén de origen ruteno. Los dignatarios extranjeros
occidentales, haciéndose eco de los rumores palaciegos sobre aquella, la llamaban
"Russelazie" o "Roxolana", en referencia a sus orígenes eslavos.30 Hija de un
sacerdote ucraniano ortodoxo,16 fue capturada y criada dentro del harén para
convertirse en la favorita de Solimán. Rompiendo con dos siglos de tradición
otomana,31 una concubina del harén se había convertido así en la esposa legal del
sultán, para gran asombro de los habitantes del palacio y de la ciudad.32 También
permitió que Hurrem Sultan se quedara con él en la corte durante toda su vida,
rompiendo otra tradición que decía que cuando los herederos imperiales alcanzaban
la mayoría de edad, se los enviaría junto con la concubina imperial que los dio a
luz a gobernar las remotas provincias del imperio, de modo que no volvieran nunca,
a no ser que su progenie sucediera al trono.33

Con el seudónimo de Muhibbi, Solimán le escribió este poema a Hürrem

"Trono de mi mihrab solitario, mi bien, mi amor, mi luna.


Mi amiga más sincera, mi confidente, mi propia existencia, mi sultana, mi único
amor.
La más bella de las bellas...
Mi primavera, mi amada de cara alegre, mi luz del día, mi corazón, mi hoja
risueña...
Mi flor, mi dulce, mi rosa, la única que no me turba en este mundo...
Mi Estambul, mi Caraman, la tierra de mi Anatolia
Mi Badakhshan, mi Bagdad y mi Jorasán
Mi mujer de hermosos cabellos, mi amada de ceja curvada, mi amada de ojos
peligrosos...
Cantaré tus virtudes siempre
Yo, el amante de corazón atormentado, Muhibbi con los ojos desbordados de lágrimas,
yo soy feliz

Tuvo 5 hijos con el Sultán

Descendencia
Hijos
Şehzade Mahmud (1512 - 1522), hijo con Fulane Hatun, primera concubina de Solimán,
muerto joven;
Şehzade Mustafa (1515 - 1553), hijo con Mahidevran Sultan, heredero potencial al
trono por varios años, sanjak-bey (gobernador) de Karaman (1529-1533), de Manisa
(1533-1541) y de Amasya (1541-1553), ejecutado por orden de su padre.
Şehzade Ahmed (1517-1517) hijo con Mahidevran Sultan
Şehzade Murad (septiembre de 1519- octubre de 1521), hijo con Gülfem Hatun, muerto
joven;
Şehzade Mehmed (1521 - 1543), hijo con Hürrem Sultan, sanjak-bey de Manisa (1541-
1543);
Şehzade Abdullah (1522 - 1526), hijo con Hürrem Sultan, muerto joven;
Şehzade Selim (1524 - 1574), hijo con Hürrem Sultan, sanjak-bey de Konya (1542-1544
y 1553-1566) y de Manisa (1544-1553) y sucesor de su padre con el nombre de Selim
II;
Şehzade Bayezid (1525 - 1561), hijo con Hürrem Sultan, sanjak-bey de Karaman
(1544-?), de Kütahya (?-1553) y de Amasya (1553-1561), ejecutado por orden de su
padre;
Şehzade Cihangir (1531 - 1553), hijo con Hürrem Sultan.
Hijas
Fatma Nur Sultan (1516 - 1545), hija con Fülane Hatun, se desconoce si se casó o
no.
Raziye Sultan (1516 - ¿?), hija con Mahidevran Sultan, Se cree que nació en 1516 y
murió siendo una niña.
Mihrimah Sultan (21 de marzo de 1522 - 25 de enero de 1578), hija con Hürrem
Sultan, casada con Damat Rüstem Pasha Opuković (devşirme de origen croata)
Ibrahim Pasha

Grabado de Agostino Veneziano de Solimán el Magnífico.34 Obsérvense los cuatro


niveles del casco (que había encargado en Venecia) como símbolo del poder imperial
y que sobrepasan la tiara papal de tres niveles.35 Se trata de una muestra atípica
de casco para un sultán otomano y que probablemente nunca llevó en el día a día,
sino que lo colocaba a su lado cuando recibía a los visitantes, sobre todo a los
embajadores. Estaba coronado por una enorme pluma.36
Pargalı İbrahim Paşa fue el amigo de infancia de Solimán. Ibrahim era de origen
griego ortodoxo y fue educado en su juventud en la Escuela de Palacio bajo el
sistema devshirme. Solimán lo nombró cetrero y más tarde lo ascendió a primer
oficial de la Cámara Real.37 Ibrahim Pasha llegó a ser Gran Visir en 1523 y
comandante en jefe de todos los ejércitos. Solimán también le confirió a Ibrahim
Pasha el honor de beylerbey de Rumelia, otorgándole autoridad sobre todos los
territorios turcos en Europa, así como la dirección de las tropas que allí
residieran durante periodos de guerra. Según un cronista del siglo XVII, Ibrahim le
había pedido a Solimán que no le asignara cargos tan importantes por temor de su
propia seguridad. A esto respondió Solimán que bajo su mandato Ibrahim jamás sería
condenado a muerte, pasara lo que pasara.38

Sin embargo, Ibrahim terminó por perder el favor del Sultán. Durante sus trece años
como Gran Visir, su rápido ascenso al poder y la inmensa acumulación de riqueza le
habían ganado muchos enemigos en la corte del Sultán. A este le llegaron rumores de
la soberbia de Ibrahim durante una campaña contra el imperio persa Safávida; en
concreto, la adopción del título de serasker sultan, que se consideró como una
grave afrenta contra el Sultán.39

Las sospechas de Solimán sobre Ibrahim empeoraron con una disputa entre este y el
Ministro de las Finanzas, Iskender Chelebi. El enfrentamiento acabó con la
acusación contra Chelebi por conspiración e Ibrahim tratando de convencer a Solimán
para que lo sentenciara a muerte. Antes de la misma, las últimas palabras de
Chelebi fueron para acusar a Ibrahim de conspiración contra el Sultán.39 Estas
palabras de agonía convencieron a Solimán de la deslealtad de Ibrahim,39 y el 15 de
marzo de 1536 descubrieron el cuerpo inerte de Ibrahim en el palacio Topkapi.

Sucesión
Las tres esposas de Solimán le dieron nueve hijos, cuatro de los cuales
sobrevivieron a la década de 1550. Eran Mustafá, Selim, Bayezid y Cihangir. De
éstos, únicamente Mustafá no era hijo de Hürrem, sino de Mahidevran Gülbahar, y,
por tanto, precedió a los hijos de Hürrem en el orden de sucesión. Hürrem fue
consciente de que si Mustafá se convertía en sultán, sus propios hijos serían
estrangulados. Sin embargo, Mustafá fue reconocido como el más talentoso de todos
los hermanos y fue apoyado por Pargalı Ibrahim Pasha, que era por aquella época
Gran Visir de Solimán. El embajador de Austria, Busbecq, señaló que «Solimán tiene
entre sus hijos uno llamado Mustafá, maravillosamente bien educado y prudente y de
una edad para gobernar, ya que tiene 24 o 25 años de edad; que Dios nunca permita
que una barbarie de tal envergadura caiga sobre nosotros»,40 al hablar de los
«principales dones naturales» de Mustafá. Mustafa era un príncipe inmensamente
popular. Cuando tenía sólo nueve años, el embajador veneciano había informado que
"Tiene un talento extraordinario, será guerrero, además es muy querido por los
jenízaros, y realiza ya grandes hazañas." En 1553, cuando Mustafa tenía treinta y
ocho años, Bernardo Navagero escribió: "Es imposible describir lo mucho que es
amado y deseado por todos como sucesor al trono."

A Hürrem se le suele considerar, junto al gran visir de esa época Rüstem Pasha
responsables de las intrigas en el nombramiento del sucesor. Aunque era esposa de
Solimán, no ejerció ningún papel público oficial como hizo su contemporánea en
Inglaterra, Ana Bolena.41 Esto, sin embargo, no impidió a Hürrem ejercer una
poderosa influencia política. Dado que el Imperio carecía de medios formales para
la designación de un sucesor, la sucesión solía contar con la muerte de príncipes
rivales para evitar disturbios civiles y rebeliones. Al tratar de evitar la
ejecución de sus hijos, Hürrem utilizó su influencia para eliminar a aquellos que
apoyaban el acceso de Mustafá al trono.42

Así, en las luchas por el poder aparentemente instigadas por Hürrem.43 Solimán
había asesinado y reemplazado a Ibrahim por un yerno de su simpatía, Rustem Pasha.
En 1552, cuando la campaña contra Persia se había iniciado, con Rustem nombrado
comandante en jefe de la expedición, las intrigas contra Mustafá comenzaron. Rustem
envió a uno los hombres de mayor confianza de Solimán a informar de que, desde que
Solimán no estaba al frente del ejército, los soldados pensaban que había llegado
el momento de poner un joven príncipe en el trono; al mismo tiempo, difundió
rumores de que Mustafá se había demostrado receptivo a la idea. Durante la campaña
persa de Solimán, el ejército de Solimán estaba en Ereğli. Rüstem Pasha hizo una
oferta a Mustafa para unirse al ejército de su padre, y al mismo tiempo advirtió a
Solimán –y lo persuadió de ello– de que Mustafa venía a matarlo. Mustafa aceptó la
oferta de Rüstem Pasha y reunió a su ejército para unirse a su padre.

Cuando Mustafá entró en la tienda, los eunucos de Solimán lo atacaron, oponiendo el


joven príncipe una valiente defensa. Solimán, separado de la lucha sólo por los
colgantes de lino de la tienda de campaña, pasó a través de la cámara de la tienda
y «dirigió feroces y amenazadoras miradas a los mudos, y mediante gestos
amenazantes reprendió severamente sus dudas. Acto seguido, los mudos, alarmados,
redoblaron sus esfuerzos, arrojaron al infeliz Mustafá al suelo y, con una cuerda
de arco, lo estrangularon».44

Después de la muerte del príncipe, los jenízaros y soldados de Anatolia de Mustafa


protestaron por la decisión de Solimán. El ejército de Mustafa encontró la
ejecución injusta porque creían que el motivo de la ejecución se debió a maniobras
políticas de Hürrem Sultan y Rüstem Pasha. Los jenízaros apoyaron a Mustafa debido
a las tradiciones otomanas sobre la sucesión y el éxito de Mustafa como un
guerrero. Después de las protestas del ejército, Solimán destituyó a Rüstem de su
cargo de gran visir y lo envió de regreso a Estambul.

Solimán ordenó que el duelo fuese de estado en todo Estambul. Después de una semana
de cuerpo presente en la iglesia de Santa Sofía, Mustafa fue enterrado en un gran
mausoleo en Bursa. La ejecución de Mustafa causó disturbios en Anatolia,
especialmente en Amasya, porque la gente lo vio como el próximo sultán. La gente
estaba enojada con Rüstem y otros que fueron acusados de participar en la
conspiración para matar a Mustafa.

Se dice que Cihangir murió a causa del dolor unos meses después de recibir la
noticia del asesinato de su medio hermano.45 A los dos hermanos supervivientes,
Bayezid y Selim, se les dieron mandos en diferentes partes del imperio. Tras unos
años, sin embargo, estalló la guerra civil entre los hermanos, cada uno de ellos
apoyado por sus leales.46 Con la ayuda del ejército de su padre, Selim derrotó a
Bayezid en Konya en 1559, llevando a este y sus cuatro hijos a buscar refugio con
los persas.45 A raíz de intercambios diplomáticos, el Sultán exigió del Shah
Tahmasp I de Persia que Bayezid fuese extraditado o ejecutado. A cambio de grandes
cantidades de oro, el Shah Tahmasp permitió que un verdugo turco estrangulara a
Bayezid y sus cuatro hijos, limpiando el camino para la sucesión de Selim al trono
siete años más tarde.

El 5/6 de septiembre de 1566, Solimán, que estaba al mando de una expedición


militar a Hungría, murió en su campamento antes de la victoria otomana en el sitio
de Szigetvár en Hungría.47
Predecesor:
Selim I Sultán otomano
Ottoman flag.svg
1520 - 1566 Sucesor:
Selim II
Legado
Las conquistas de Solimán pusieron bajo el control del Imperio a las principales
ciudades musulmanas (La Meca, Medina, Damasco y Bagdad), muchas provincias
balcánicas (llegando hasta las actuales Croacia y Austria) y la mayor parte del
norte de África. Su expansión por Europa dio a los turcos otomanos una fuerte
presencia en la balanza europea del poder. Es más, tal fue el temor que se percibía
hacia el Imperio otomano durante el reinado de Solimán que el embajador Busbeck
avisó de la inminente conquista de Europa: «En el bando turco están los recursos de
un poderoso imperio, una fuerza inigualable, la habituación a la victoria, la
resistencia, unidad, disciplina, frugalidad y vigilancia ... ¿Podemos dudar cuál
será el resultado? Cuando los turcos se hayan asentado en Persia, volarán a
nuestras gargantas apoyados por el poderío de todo Oriente; cuán poco preparados
estamos, no temo decir».48

El legado de Solimán no fue únicamente en el ámbito militar. El viajero francés


Jean de Thévenot, un siglo después, es testigo de la «fuerte base agrícola del
país, el bienestar de los campesinos, la abundancia de alimentos básicos y la
preeminencia de la organización en el gobierno de Solimán».49 Las reformas
administrativas y legales que le dieron el nombre de "Dador de Leyes" garantizaron
la supervivencia del Imperio mucho después de su muerte, un logro que «necesitó
muchas generaciones de herederos decadentes para deshacerlo».50

Mediante su mecenazgo personal, Solimán también presidió la Edad de Oro del Imperio
otomano, lo que representa el cénit de los logros culturales de los turcos otomanos
en el ámbito de la arquitectura, literatura, arte, teología y filosofía. Hoy el
horizonte del Bósforo, y de muchas ciudades de la Turquía moderna y la antigua
provincia otomana, todavía están adornados con las obras arquitectónicas de Mimar
Sinan. Una de ellas, la Mezquita de Süleymaniye, es el último lugar de descanso de
Solimán y Hürrem Sultan: están enterrados en mausoleos adjuntos a la mezquita.

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