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A muy corta edad fue enviado, en 1529, a Karaman como gobernador provincial o

sanjak-bey. En 1533, cuando Mustafa tenía 18 años, fue nombrado oficialmente como
sanjak-bey de Manisa, el mismo puesto que su padre había detentado previamente, a
donde se trasladó junto a su madre.

En su cargo de sanjak-bey de Manisa, Mustafa obtuvo gran valoración de parte de los


ciudadanos, que veían en él al futuro sultán. Al describir la corte de Mustafa en
el centro de Kara (actual Diyarbakir), cerca de la frontera con el Imperio
safávida, Bassano escribió hacia 1540:

El príncipe tiene una de las cortes más maravillosas y gloriosas, no menos que la
de su padre y que su madre, que estaba con él, le instruye a cómo hacerse querer
por la gente.
El embajador austriaco, Ogier Ghiselin de Busbecq, remarcó:
Solimán tiene entre sus hijos uno llamado Mustafa, maravillosamente bien educado y
prudente y de una edad para gobernar, ya que tiene 24 o 25 años de edad; que Dios
nunca permita que una barbarie de tal envergadura caiga sobre nosotros.
Ogier Ghiselin de Busbecq1
Sin embargo, su hermano Mehmed comenzó a obtener más relevancia ante los ojos de
Solimán, sobre Mustafa. Aunque ambos hermanos se llevaban bien, y Mehmed veía como
ejemplo a Mustafa, la disputa por la sucesión se tornó más fuerte. En 1541, Solimán
designó a Mehmed como nuevo sanjak-bey de Manisa y desplazó a Mustafa a Amasya,
ubicada en la frontera oriental del país. Manisa quedaba más cerca de
Constantinopla que Amasya, por lo que en la eventualidad de la muerte del sultán,
Mehmed estaba mejor posicionado que Mustafa para gobernar. La disputa entre ambos
hermanos, sin embargo, acabó tras la repentina muerte de Mehmed, en 1543.

Conflicto sucesorio
Tras la muerte de Mehmed, parecía que todas las barreras entre el trono y Mustafa
habían desaparecido. Muchos ciudadanos y líderes jenízaros apostaban por Mustafa
como el sucesor de un Solimán cada vez más anciano y el salvador de un país que
entraba en una época de recesión. Los aristócratas otomanos también veían a Mustafa
como una oportunidad de desplazar del poder a los devşirme, cristianos convertidos
al islam y que habían ocupado gran parte de los puestos de confianza en la corte de
Solimán. Si bien no hay pruebas de que Mustafa buscara activamente derrocar a su
padre, es muy probable que haya forjado alianzas y acuerdos para ascender al trono
en caso que éste falleciera.1

En 1553, cuando Mustafa tenía treinta y ocho años, el italiano Bernardo Navagero
escribió:
Es imposible describir lo mucho que es amado y deseado por todos como sucesor al
trono.
El camino de Mustafa al trono, sin embargo, enfrentó nuevos desafíos cuando dos
hijos de Solimán y Hürrem fueron asignados a sus respectivos sanjacados. Selim fue
enviado a Konya en 1542, mientras Bayezid fue enviado a Karaman. Ambas estaban más
cerca de la capital que Amasya, lo que daba una señal de las preferencias de
Solimán. Estas se vieron reforzadas cuando, en 1544, Selim fue transferido a la
preciada Manisa. Aunque a pesar de todo, los jenízaros y el pueblo le creían el más
apto de sus hermanos para ocupar el trono.

Hürrem Sultan veía que, en caso de que Mustafa fuera el futuro sultán, sus hijos
serían ejecutados (tal como había ocurrido con las generaciones anteriores de
pretendientes al trono) y ella sería desterrada o asesinada. La tradición cuenta
que ella se alió con su yerno Rüstem Pasha, esposo de su hija Mihrimah y gran visir
del Imperio, con el fin de excluir a Mustafa de la carrera sucesoria. El príncipe
sabía de los peligros que corría y su madre Mahidevran realizaba grandes esfuerzos
para proteger su vida, según narra Bernardo Navagero:
Mustafa tiene con él a su madre, que ejerce gran diligencia para protegerlo de los
envenenamientos y le recuerda todos los días que no tiene nada más que esto para
evitar, y se dice que él tiene infinito respeto y reverencia por ella.
Ejecución

La ejecución de Mustafa en una ilustración otomana del siglo XVI.


Solimán, ya anciano, decidió iniciar una nueva guerra contra el Imperio safávida de
Persia. Es en este contexto que las sospechas hacia Mustafa aumentaron. Solimán
temía que su hijo, que ya contaba con el apoyo de los ejércitos, lo derrocara tal
como su padre Selim hiciera años antes con su abuelo, Bayezid II. Se dice que,
producto de un engaño de Rüstem Pasha, una carta habría llegado al sultán indicando
una alianza entre Mustafa y el shah persa Tahmasp I para derrocarlo y que esa
habría sido la que provocó la decisión de ejecución.2

El ejército otomano se encontraba en Ereğli, antes de cruzar los montes Tauro.


Solimán convocó a Mustafa a un encuentro en el que el príncipe podría exculparse de
los crímenes de los que había sido acusado y que no tenía nada de qué temer.
Mustafa quedó así ante la decisión de ir y poner en riesgo su vida, o negarse y
reconocer implícitamente su traición. Finalmente, Mustafá decidió ir a visitar a su
padre, llegando al campamento con su ejército, el 6 de octubre de 1553.

Grabado francés de 1747 con la ejecución de Mustafa.


Mustafa entró a la tienda de su padre, donde fue estrangulado. Lo ocurrido es
narrado por Busbecq, quien habría recibido la historia por parte de testigos de la
ejecución.

Mustafá entró y el drama comenzó, siendo rodeado y atrapado. Pero el príncipe, en


el que creía sería su último momento, recuperó fuerzas y se animó con heroico
coraje. Sabía que si triunfaba, obtendría el trono; imaginó el desorden y el fragor
de la batalla que levantaría a los jenízaros; los vio ya preparados para defenderlo
de la barbaridad de Solimán y creyó escuchar ya su proclamación como emperador por
todo el ejército. Era precisamente eso lo que temía Solimán y por eso tuvo la
precaución de colgar cortinas tras su tienda, donde esta tragedia tuvo lugar, de
tal forma que nadie pudiera ver o incluso sospechar algo y que ningún ruido pudiera
escucharse.
El ardiente deseo de Mustafá de vivir y reinar lo hizo invencible, incluso luchando
solo frente a todos. El resultado del combate seguía siendo incierto, pero Solimán,
impaciente de éxito, levantó su cabeza sobre las cortinas y vio que sus verdugos
estaban listos a punto de renunciar a la pelea. Su miedo aumentó y los miró
amenazantemente, con sus ojos llenos de ira y crueldad por su falta de coraje. ¿Qué
produjo en los verdugos? Esto no se puede describir; la furia demostrada no tenía
comparación. Instantáneamente, los verdugos se lanzaron por segunda vez sobre
Mustafa, derribándolo y le quitaron rápidamente la vida.

De inmediato, expusieron el cadáver del príncipe desafortunado frente a la tienda


de Solimán, para que los jenízaros pudieran comprender que su poder y autoridad
había determinado el destino del hombre que ellos querían tener como emperador.
Ogier Ghiselin de Busbecq1
Reacciones a su muerte

El ataúd del príncipe Mehmed, hijo de Mustafa.

Mausoleo de Mustafa, en Bursa.


Después de la muerte del príncipe, los jenízaros protestaron por la decisión de
Solimán e iniciaron una revuelta. El ejército de Mustafa consideró que la ejecución
era injusta, acusaron al sultán de ser un viejo loco que había caído en las
maniobras políticas de Hürrem Sultan y Rüstem Pasha, por lo que exigieron la muerte
de ambos. Sin embargo, los jenízaros aún estaban desorientados por la muerte de
Mustafa y, sin un líder fuerte, no lograron poner en jaque el gobierno de Solimán.
Para calmarlos, el sultán expulsó a Rüstem Pasha del campamento y lo envió de
regreso a Estambul, dejando como gran visir a Kara Ahmed Pasha.

El pueblo y los jenízaros también recordaron la ejecución de Pargalı İbrahim Paşa


sucedida en 1536, de la cual también acusaron a Hurrem como la principal culpable
de tal injusticia y haber manipulado la mente de Suleyman.

Las revueltas que ocurrieron fueron rápidamente aplacadas. Temiendo que los
jenízaros proclamaran a Mehmed, el hijo de Mustafa, como nuevo sultán, Solimán
ordenó la ejecución del menor.

La muerte de Mustafa fue ampliamente sentida en todo el país. Su cuerpo fue puesto
en la mezquita de Santa Sofía para que fuera despedido por los habitantes de la
capital, antes de ser enterrado en un gran mausoleo en Bursa. El şehzade Cihangir,
que era muy cercano a Mustafa, falleció algunas semanas después; se dice que la
razón de su fallecimiento fue la pena que le produjo la muerte de Mustafa, ya que
él creía que los planes de su madre Hurrem Sultan para derrocar a su hermanos eran
viles y falsos.

La muerte de Mustafa dejó a Selim y Bayezid como los únicos pretendientes al trono,
lo que generaría una guerra fratricida muy intensa, que terminaría con la ejecución
de Bayezid y sus hijos en 1561 y el ascenso de Selim II al trono tras la muerte de
Solimán, en 1566.

Impacto cultural

La Soltane (1561), una obra dramática del francés Gabriel Bounin, narra la muerte
de Mustafa
.

La popularidad de Mustafa se extendió por varias generaciones. Varios años después


de su muerte, las personas de algunas regiones de Anatolia recordaban a Mustafa
como "Sultan Mustafa", como si hubiera heredado con éxito el trono.

Literatura
Su vida y su destino se convirtieron en parte de la literatura turca de Anatolia.
El poeta Taşlıcalı Yahya, que era muy cercano a la familia real, compuso una elegía
en su nombre. La obra enfureció a Rüstem Pasha, quien ordenó el exilio del poeta.

Las intrigas palaciegas durante el mandato de Solimán fueron parte fundamental de


la obra Le Soltane, del francés Gabriel Bounin. Centrada en el ascenso de Roxelana
(Hürrem Sultan), la obra publicada en 1561 narra la trágica muerte del Príncipe
Mustafa.

Televisión
En los últimos años, varias series televisivas en Turquía han narrado la vida de
Mustafa. En 2003 fue estrenada la miniserie Hürrem Sultan, donde Mustafa fue
interpretado por el actor Ercü Turan. En tanto, la popular telenovela Muhteşem
Yüzyıl, estrenada en 2011, contó con la presencia de Mustafa desde su infancia. A
partir de su segunda temporada, Mustafa tuvo un rol protagónico en la telenovela,
siendo interpretado por el actor Mehmet Günsür.

Familia
Consortes
Mustafa tuvo dos consortes:

Rümeysa Sultan (1516 - 1555), la esposa legal de Mustafa;


Begüm Nurcihan Hatun (¿1519? - después de 1560).
Hijos
Mustafa tuvo tres hijos:
Şehzade Süleyman Çelebi (¿? - Manisa, ¿?);
Şehzade Ahmed (¿? - Konya, ¿?);
Şehzade Mehmed (Amasya, 1547 - Bursa, 10 de diciembre de 1553), hijo con Rümeysa
Sultan, ejecutado por orden de su abuelo Suleyman I;
Şehzade Orhan (f. Konya, 1552).

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