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Beethoven, el primer gran genio romántico.

• Beethoven fue una figura de transición entre el Clasicismo y el Romanticismo.



• Las nueve sinfonías de Beethoven son obras monumentales pensadas para la sala
de conciertos;

• Su Quinta sinfonía, su composición más famosa, parte de un célebre motivo de
cuatro notas que atraviesa los cuatro movimientos de la sinfonía.

Beethoven nació el 16 de diciembre de 1770 en la


ciudad de Bonn, al oeste de  Alemania. Allí, durante sus
primeros años de vida,  estuvo expuesto a una exigente
formación musical por parte de un padre obsesionado en
c o n v e r t i r l e  e n « e l n u e v o  M o z a r t » .
Tal cuestionable ambición, unido a un no menos peligroso
carácter ligado al alcoholismo, repercutió directamente en
la vida personal, académica y social del joven Beethoven,
no solo haciendo de él un niño introvertido y miedoso,
sino un mal estudiante demasiado cansado para atender
las lecciones de la escuela  después de pasar las noches
ensayando ante el piano.

(*) Dice la tradición que Beethoven tuvo la oportunidad de tocar el piano en un recital en el que
Mozart estaba presente y lo dejó tan fascinado que llegaría a decir: «Este joven hará hablar al
mundo».

Tras la muerte de su madre, su padre cayó en una profunda depresión que obligó
a Beethoven a hacerse cargo de sus hermanos pequeños tocando la viola y dando clases
de piano. Por suerte para él, no tuvo que alargar este tipo de trabajos por mucho
tiempo, pues su extraordinario talento cada vez era más conocido y eran  varias las
personas interesadas en financiar su completa dedicación a la música. Y así pasó más de
10 años en Viena como un músico económicamente independiente hasta que, pasados los
30, empezara a experimentar serios problemas auditivos. Beethoven probó diferentes
procedimientos para curar su eminente sordera, pero nada funcionó. Tal fue su
impotencia, que valoró el suicidio, pero sabía que aún tenía todavía mucha música que
regalar al mundo y  siguió componiendo  hasta su muerte a los 56 años, dejándonos un
legado musical de nueve sinfonías, 32 sonatas, dos misas  y una ópera  que le
consagran como uno de los mejores músicos de todos los tiempos.



Su música

Beethoven es el mejor arquitecto de la música. Su genio halló expresión en el


tipo de pensamiento estructural requerido para las composiciones de gran formato, como
la sonata y la sinfonía. Los cuadernos en los que desarrollaba sus ideas musicales
muestran cómo sus piezas iban gradualmente adoptando su forma definitiva.

La sinfonía constituyó para Beethoven el medio ideal a través del cual dirigirse a
su público. Sus nueve sinfonías están concebidas con unas dimensiones demasiado
grandes para un salón aristocrático: están pensadas para la sala de conciertos.  Las dos
primeras sinfonías son las más próximas al estilo clásico de Mozart y Haydn. Con la
Tercera sinfonía, la Heroica, Beethoven llegó a su propio estilo maduro. A la Quinta
sinfonía se la considera ya un “modelo de género” sinfonía. La Novena o Sinfonía Coral
en el que los solistas vocales y el coro se unen a la orquesta, pone música a la Oda a la
alegría de Schiller.



La Quinta sinfonía

• Todo el movimiento se basa en el famoso motivo “breve-breve-breve-larga”,


primero aparece solo, luego en secuencia, después ampliado más allá, y siempre
interpretado con diferentes instrumentos y dinámicas.

• Forma sonata en la que el tema inicial A es fogoso y el 2º tema B es dulce y el
motivo aparece en el acompañamiento.

• Dramáticos cambios tonales entre mayor y menor

Tal vez es la más famosa de todas las sinfonías, la Quinta sinfonía, en do menor,
op 67 de Beethoven es la expresión más concentrada de su arte. El primer movimiento
en forma sonata indicada como Allegro con brio parte de la idea rítmica (al que se
denomina “motivo del destino” ) de “tres breves y una larga” que aparece y reaparece a
lo largo de toda la sinfonía.

La Novena sinfonía.

Estrenada en 1824 y Patrimonio de la Humanidad desde 2001, la Novena
representa el testamento de Beethoven. Su andadura, vinculada a grandes
acontecimientos de los últimos siglos, refleja su importancia más allá del plano musical…

Algunas ideas clave:

• En 1824, cuando se estrenó la Novena, Beethoven ya era considerado el más
grande de los compositores.

• Viena era la capital musical de Europa en ese época (a principios del siglo XIX):
Beethoven inaugura la época del Romanticismo musical.

• La Sinfonía nº9 en re menor op.125 de Beethoven es informalmente conocida por
todo el mundo como “la Novena” .

• En 1824, con 53 años, Beethoven ya estaba completamente sordo por lo que
necesitó ayuda de otro director para el estreno de esta obra.

• En el último movimiento de la Novena Sinfonía intervienen 4 solistas y un coro ya
que se pone música al poema Oda a la Alegría de F. Schiller. Oda a la Alegría, es
el título del poema de F. Schiller al que Beethoven puso música (la famosa
melodía convertida ahora en himno) para cantarlo. Que un poema (la Oda a la
Alegría ) fuera insertada en el cuarto y último movimiento de una Sinfonía (forma
musical instrumental hasta entonces) fue algo extraordinario.

• La Novena Sinfonía es una de las piezas más importantes de la historia de la
música por lo que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en
2001. Su último movimiento fue adoptado por el Consejo de Europa como himno
europeo. Esta pieza es indispensable en grandes acontecimientos desde entonces
pero quizá el acontecimiento político y social más importante fue la
interpretación en Berlín para la celebración de la caída del muro en 1989.

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