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Para su esposa y sus hijos compuso libros de música, entre los que están: El
Orgelbüchlein, las invenciones y el clave bien temperado.
Uno de sus temas predilectos fue la religión y a esto hace tributo con su
composición basada en los evangelios de la Biblia, composiciones como
acompañamiento en las misas y varios temas de índole religioso.
Más de mil piezas componen su obra. La Cantata de la Ascensión y el
Oratorio de Navidad son las que más se destacan. La Pasión según san
Mateo y La Pasión según san Juan, su Misa, en si menor, todas estas
composiciones las escribió en Leipzig, entre muchas otras.
El Preludio
El preludio era en su inicio una pieza instrumental que precedía a una obra
más extensa o a un grupo de piezas. En su origen, los preludios consistían
en las improvisaciones que realizaban los instrumentistas para comprobar
la afinación de sus instrumentos y las que realizaban los organistas para
establecer la altura y el modo de la música que iba a cantarse durante la
liturgia.
En el S.XVIII el preludio se une a otra forma musical de gran importancia:
la fuga. Surge así la forma Preludio y fuga, esencialmente alemana, y que
alcanzó su punto cumbre principalmente en las obras para órgano de Bach,
y en su monumental obra para clave El Clave bien temperado. El preludio,
unido así a la fuga, podía servir de preparación a ésta, o simplemente ser
una pieza totalmente contrastante.
En el clasicismo, el preludio perdió protagonismo, hasta que fue recuperado
en el romanticismo por medio de obras como los 6 Preludios y Fugas
op.35 de Mendelssohn, el Preludio y Fuga sobre BACH de Liszt y los 2
Preludios y Fugas para órgano de Brahms.
Pese a los ejemplos anteriormente citados, es en el romanticismo donde se
fundamenta la forma de preludios independientes, principalmente
para piano, y encuadrados en una colección de éstos. Famosos son los 24
Preludios op.28 de Chopin. Ejemplos más modernos los obtenemos de
compositores como Rachmaninov (op.3, 23 y 32) y Debussy (24 Preludios)
La Fuga
La fuga es un procedimiento musical en el cual se superponen ideas
musicales llamadas sujetos. Su composición consiste en el uso de la
polifonía vertebrada por el contrapunto entre varias voces o líneas
instrumentales (de igual importancia) basado en la imitación o reiteración
de melodías en diferentes tonalidades y en el desarrollo estructurado de
los temas expuestos. Cuando esta técnica se usa como parte de una pieza
más grande, se dice que es una sección fugada o un fugato. Una pequeña
fuga se llama fughetta.
El Concierto Clásico
A mediados del siglo XVIII, el cambio musical decisivo que significó el paso
desde el barroco al clasicismo no podía dejar de afectar al concierto.
Aparte del breve florecimiento de un derivado francés llamado sinfonía
concertante, el concierto murió y dio paso a la sinfonía, que mantuvo gran
parte de sus rasgos. Sin embargo, el concierto para solista persistió como
una manera de demostrar el virtuosismo de los compositores, quienes, a
través de él, podían interpretar su propia obra.
El piano suplantó gradualmente al violín como instrumento solista
preferido. Fue el instrumento favorito tanto de Wolfgang Amadeus
Mozart, quien escribió los conciertos más importantes a finales del siglo
XVIII, como de Ludwig van Beethoven, cuyos cinco conciertos para piano y
su único concierto para violín (1801-1811) dieron la consagración
definitiva a su desarrollo.
Durante el clasicismo, el concierto creció aún más. Su estructura era el
reflejo de un compromiso con la forma tradicional del ritornello, en un
alarde de virtuosismo, así como de las nuevas formas y estilos
desarrollados con la sinfonía. Los primeros movimientos se construían
como una variante del ritornello. Tanto éste como la primera sección
solista se parecían a la sección de la exposición del primer movimiento de
una sinfonía.
El resto del movimiento también seguía un desarrollo similar al primer
movimiento de una sinfonía, pero con el solista y la orquesta tocando
juntos o de forma alternada. El movimiento final era generalmente un
rondó con una especie de estribillo recurrente. Los movimientos lentos
quedaban menos determinados en su forma. Al igual que las sinfonías, los
conciertos se convirtieron en obras grandes, con una personalidad propia
y distintiva, que se interpretaban en salas de concierto públicas, delante
de una gran audiencia.
Moritz Moszkowski
Moritz Maurycy Moszkowski (Breslau,
Prusia, actualmente Wrocław, Polonia, 23
de agosto de 1854 — París, 4 de marzo de
1925), compositor y pianista alemán de
origen polaco y neta formación
germánica.
Nació en el seno de una rica familia
polaca, donde recibió también su primera
formación musical. En 1865, la familia se
trasladó a Dresde, en cuyo conservatorio
Fotografía de Moritz Moskowski circa
es aceptado como alumno. De esta época 1890-1910
datan sus primeras tentativas de
composición: a los 13 años escribió un quinteto para piano. En 1869, se
trasladó a Berlín, donde continuó sus estudios en el Conservatorio Stern
con Eduard Franck en interpretación pianística y con Friedrich Kiel en
composición. Su formación se completó en la Neue Akademie der
Tonkunst, organismo en el cual también trabajará posteriormente como
profesor. Allí conoce a los hermanos Xaver y Philipp Scharwenka, con los
que mantendrá una fuerte amistad de por vida.
En 1873, programó su primer concierto como solista en Berlín, que obtuvo
una acogida entusiasta por parte de público y crítica, iniciando así una
amplia carrera como concertista por las principales ciudades europeas.
Poco después, Moszkowski empieza a publicar sus primeras
composiciones, entre las que se cuenta su primera colección de Danzas
Españolas, op. 12, que gozan de excelente aceptación. Además de
pianista, Moszkowski es un buen violinista, ocupando a menudo el puesto
de primer violín en la orquesta de la academia. También compone un
concierto para violín, op. 30.
Durante los siguientes veinte años fija su residencia en Berlín, donde
prosigue su labor docente, pero viaja con frecuencia por toda Europa
dando conciertos no sólo como pianista, sino también como director de
orquesta.
A los 43 años y con una reputación bien establecida, en 1897 se trasladó a
París, donde se casa con Henriette Chaminade, hermana de Cécile
Chaminade, con quien tuvo un hijo y una hija. Allí fue muy solicitado como
profesor, mostrándose siempre dispuesto a prestar ayuda a todo joven
músico que aspirara a seguir una carrera.
Alrededor de 1908, la fortuna de Moszkowski se eclipsó debido por una
parte a la pérdida trágica de su mujer y su hija, pero también al profundo
cambio en los gustos musicales de la época. Moszkowski no se adapta a
este cambio y, a pesar de que sigue componiendo con innegable
creatividad, su popularidad se desvanece y su productividad disminuye
por la falta de ambición y de entusiasmo. Pasará sus últimos años sumido
en la pobreza a causa de la cesión de sus derechos de autor y de la
inversión de su riqueza en valores alemanes, polacos y rusos, que pierden
todo su valor tras la I Guerra Mundial. Muere en París el 4 de marzo de
1925.
Fue maestro, entre otros, de Frank Damrosch, Józef Hofmann, Joaquín
Nin, Vlado Perlemuter, Ernest Schelling, Joaquín Turina o José Rolón.
En 1892 escribió la ópera en tres actos Boabdil, el último rey moro
(Boabdil, ostatni król Maurów).
El Estudio
Béla Bartók
(Nagyszenmiklós, hoy
Sinnicolua Mare, actual
Rumania, 1881 - Nueva York,
1945).
Compositor húngaro. Junto a
su compatriota Zoltán Kodály,
Bela Bartok es el compositor
más importante que ha dado la
música húngara a lo largo de
su historia y una de las figuras
imprescindibles en las que se fundamenta la música contemporánea.
Aunque los primeros pasos de Bartok en el mundo de la música se
decantaron hacia la interpretación pianística (en 1905 llegó a presentarse
al prestigioso Concurso Rubinstein de piano, en el que fue superado por
un joven Wilhelm Backhaus), pronto sus intereses se inclinaron
decididamente por la composición musical. De trascendental importancia
fue el descubrimiento del folclor húngaro que Bartok, junto al mencionado
Kodály, estudió de manera apasionada de pueblo en pueblo y de aldea en
aldea, con ayuda de un rudimentario fonógrafo y papel pautado.
Su influencia en su propia labor creadora sería determinante, hasta
convertirse en la principal característica de su estilo y permitirle
desvincularse de la profunda deuda con la tradición romántica anterior -
en especial de la representada por autores como Liszt, Brahms y Richard
Strauss- que se apreciaba en sus primeras composiciones, entre las que
figura el poema sinfónico Kossuth.
No sólo el folclor húngaro atrajo sus miras: también lo hicieron el
eslovaco, el rumano, el turco o el árabe. Con todo, no hay que pensar por
ello que en sus obras se limitara a citarlo o a recrearlo, antes al contrario:
el folclor era sólo el punto de partida para una música absolutamente
original, ajena a los grandes movimientos que dominaban la creación
musical de la primera mitad del siglo XX, el neoclasicismo de Stravinsky y
el dodecafonismo de Schönberg, por más que en ocasiones utilizara
algunos de sus recursos.
Estructura
Consta de seis volúmenes en orden creciente de dificultad
Volúmenes I-II: Piezas 1-36 y 37-66, principiante.
Volúmenes III-IV: Piezas 67-96 y 97-121, moderado hasta avanzado.
Volúmenes V-VI: Piezas 122-139 y 140-153, profesional.