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«La Familia semillero de Vocaciones»

[Se sugiere para quien va dar el tema leer antes estos textos bíblicos:
Lc 1, 26-38. Mt 2, 13-15. Lc 2, 40.]

[Posible ambientación:
Pedirle a una Familia que presente unas semillas, por ejemplo:
Maíz, frijol, cilantro, u otro tipo de semillas.
Y colocarlas en una mesa pequeña con alguna veladora
O candela que puede llevar otra familia.]

Oración Inicial

Padre amoroso gracias por darnos una familia,


Te pedimos que envíes tu Espíritu Santo,
Y así comuniquemos la alegría de Nuestra Vocación Cristiana.
Amén.

«La Familia semillero de Vocaciones»:

La familia es base esencial de la sociedad, nos muestra como esa riqueza humana-espiritual
se va construyendo cada día. En principio la familia es Padres e Hijos (Padres: Hombre y
mujer); pero en la familia están involucradas otras personas más: Los abuelos y abuelas,
sobrinos, sobrinas, tíos, tías, primos hermanos.
En este momento al hablar de «familia semillero de vocaciones» hablaremos de manera
especial de los «Padres a los Hijos e Hijas». Porque son los Padres quienes debería ser los
primeros promotores de la vocación de sus Hijos.

Antes hagamos esta pregunta ¿Qué es Vocación? De una manera muy sencilla la vocación
es un llamado que requiere una respuesta. En la fe cristiana es Dios quien llama y el
hombre quien le responde. Es así como comprendemos que la primera vocación a la cual
toda persona es llamada, es a la vocación a la Vida. A su vez esa vocación a la vida es un
don. Un regalo de Dios. Nadie puede darse la vida por sí mismo. La vida es dada por Dios.
Por esta razón resulta casi impensable que un padre o una madre promuevan el aborto, e
incluso obligue a que su Hija realice tal práctica. Solo por defender su imagen social o
estatus social.

Así también siendo la familia defensora de la vida, es decir de la persona. Conviene educar
y orientar a los Hijos por el camino del bien. Quizá algunos Hijos al crecer tomen caminos
muy distintos a los que sus Padres les mostraron, pues cada persona es libre. Entendida la
libertad como esa capacidad de hacer el bien. Se es más libre en cuanto más se practica el
bien.

Que sus hijos sirvan a Dios conforme a su voluntad, es también una tarea de los Padres, y
libertad de los Hijos. ¿Cuántas veces has hablado a tus Hijos si quieren ser sacerdotes?
Probablemente alguna vez. Y si no, no tenga miedo de hacerles esas preguntas a sus Hijos,
no importa si les responden o no. Y si les responden que quieren casarse y formar una
familia, pues también siéntanse orgullosos porque casarse es una vocación. A veces se ha
entendido mal la palabra vocación. Piensan que vocación es solo para irse al seminario y
ser sacerdote, e incluso solo para irse al convento con las monjas en el caso de las señoritas.

Como vemos la «familia semillero de vocaciones» es una realidad iluminada por Dios. Se
necesita crear una cultura vocacional, es decir promover y discernir las vocaciones
empezando en el seno de cada familia. Nuestra diócesis nos invita la reconstrucción de una
Nueva Sociedad inspirada en el Reino de Dios, para lograrlo necesitamos de personas con
vocación. Capaces de servir a los más necesitados, a quienes están su misma aldea o
municipio y por qué no decirlo en su departamento.

Oración Final
Gracias por nuestra Familia.
«Bendito sea Dios y Padre nuestro Señor Jesucristo,
Que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones,
Espirituales y celestiales, en Cristo» Amén. (Ef 1, 3)

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