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Que es tétano

El tétanos es una enfermedad en la que el sistema nervioso se daña por una


toxina llamada tetanospasmina. Esta toxina la produce una bacteria
llamada Clostridium tetanis, un microorganismo sencillo que se encuentra en
forma de espora en la tierra, el suelo, la piel, debajo de las uñas, etcétera. La
principal vía de contagio del tétanos es a través de heridas que se
contaminan con dicha bacteria al entrar en contacto con el suelo, objetos
oxidados, animales…
Cuando la espora encuentra las condiciones óptimas para reproducirse en la
herida, comienza a sintetizar la toxina, que viaja hasta la médula espinal. Ahí
inutiliza diversas neuronas, provocando la contracción de los músculos, y
dando lugar a espasmos sostenidos. Ocurre lo mismo en el sistema nervioso
vegetativo simpático, lo que causa otros síntomas típicos del tétanos, como
taquicardias, hipertensión o fiebre.

Se tiene conocimiento del tétanos desde la antigüedad, Hipócrates y Galeno


la describieron como una hipercontracción de los músculos corporales. No
fue hasta el siglo XIX cuando se relacionó a la enfermedad con un germen y
se identificó la toxina, lo que fue esencial para poder fabricar la vacuna que
se utilizó por primera vez en la Primera Guerra Mundial.

El tétanos es una enfermedad bacteriana grave que afecta el sistema


nervioso, dando lugar a contracciones musculares dolorosas, en
particular de la mandíbula y los músculos del cuello.

Bacteria Clostridium tetani, causante del tétanos


El tétanos puede interferir con su capacidad para respirar y, en última
instancia, poner en peligro su vida.

Síntomas

Los signos y síntomas del tétano podría aparecer en cualquier


momento desde unos pocos días hasta varias semanas después de la
bacteria del tétanos entran al cuerpo a través de una herida. El
período de incubación promedio es de siete a ocho días.
Espasmos musculares en un paciente que sufre de tétano
Los signos y síntomas del tétanos, por orden de aparición, son:

 Espasmos y rigidez en los músculos de la mandíbula


 Rigidez de los músculos del cuello
 Dificultad para deglutir
 La rigidez de los músculos abdominales
 Espasmos corporales dolorosas que permanecen por varios minutos,
por lo general provocados por sucesos menores, como un proyecto
de, ruido fuerte, el contacto físico o la luz

Otros signos y síntomas pueden incluir:

 Fiebre
 Sudación
 La presión arterial elevada
 Frecuencia cardíaca rápida (taquicardia)

Causas

La bacteria que causa el tétanos, Clostridium tetani, se encuentran en


el suelo, el polvo y las heces de animales. Cuando entran en una
herida profunda, las esporas de la bacteria puede producir una toxina
potente, tetanospasmina, que afecta activamente sus neuronas
motoras, los nervios que controlan los músculos. El efecto de la toxina
en sus neuronas motoras puede causar rigidez muscular y espasmos
– los principales signos de tétanos.
Tratamiento

Dado que no hay cura para el tétanos, el tratamiento consiste en el


cuidado de heridas, medicamentos para aliviar los síntomas y
cuidados de apoyo.

Cuidado de la herida

La limpieza de la herida es esencial para prevenir el crecimiento de las


esporas del tétanos. Esto implica la eliminación de la suciedad, objetos
extraños y los tejidos muertos de la herida.

Medicamentos

 Antitoxina. Su médico le puede dar una antitoxina tetánica, como la


inmunoglobulina antitetánica. Sin embargo, la antitoxina puede
neutralizar sólo toxina que aún no se ha unido al tejido nervioso.
 Antibióticos. Su médico también puede darle antibióticos, ya sea por
vía oral o por inyección, para combatir las bacterias del tétanos.
 Vacunas. Tener tétanos vez no te hace inmune a las bacterias
después. Así que tendrá que recibir una vacuna contra el tétanos para
prevenir futuras infecciones tétanos.
 Sedantes. Generalmente, los médicos utilizan sedantes potentes para
controlar los espasmos musculares.
 Otros fármacos. Otros medicamentos, tales como sulfato de
magnesio y ciertos beta-bloqueadores, pueden ser utilizados para
ayudar a regular la actividad muscular involuntaria, como por ejemplo
los latidos del corazón y la respiración. La morfina puede ser utilizado
para este propósito, así como la sedación.

Terapias de apoyo

infección tétano suele requerir un largo período de tratamiento en una


unidad de cuidados intensivos. Dado que los sedantes pueden causar
respiración superficial, puede que tenga que ser apoyado
temporalmente por un ventilador.

Remedios caseros
Las heridas punzantes o cortes profundos, mordeduras de animales o
heridas especialmente sucios pueden ponerlo en mayor riesgo de
infección por tétanos. Busque atención médica si la herida es profunda
y sucia, y sobre todo si no está seguro de su estado inmunitario. Deje
abiertas las heridas sucias para evitar atrapar bacterias en la herida
con una venda.

Su médico puede tener que limpiar la herida, recetará un antibiótico y


le dará una dosis de refuerzo de la vacuna antitetánica. Si previamente
con las vacunas, su cuerpo debe hacer rápidamente los anticuerpos
necesarios para protegerse contra el tétanos.

Si usted tiene una herida menor, estas medidas ayudarán a evitar que
usted contraiga el tétano:

 Controlar el sangrado. Si la herida está sangrando, aplique presión


directa para controlar el sangrado.
 Mantenga la herida limpia. Después de que el sangrado se haya
detenido, lavar la herida con abundante agua corriente limpia (o
solución salina si está disponible). Limpie el área alrededor de la
herida con jabón y una toallita. Si los desechos se incrusta en una
herida, vea a su médico.
 Use un antibiótico. Después de limpiar la herida, aplicar una capa
fina de una crema o ungüento antibiótico, como los antibióticos
múltiples ingredientes Neosporin y Polysporin. Estos antibióticos no
harán que la herida sane más rápido, pero pueden desalentar el
crecimiento de bacterias y la infección y pueden permitir que la herida
sane más eficiente. Ciertos ingredientes en algunos ungüentos pueden
causar una erupción leve en algunas personas. Si aparece un
sarpullido, deje de usar el ungüento.
 Cubra la herida. La exposición al aire puede acelerar la curación,
pero las vendas pueden ayudar a mantener la herida limpia y evitar
que las bacterias dañinas. Ampollas que se están drenando son
vulnerables. Mantenerlos cubiertos hasta que se forme una costra.
 Cambie el apósito. Aplique un nuevo apósito al menos una vez al día
o cada vez que el vendaje se moja o se ensucia para ayudar a
prevenir la infección. Si usted es alérgico al adhesivo utilizado en la
mayoría de las vendas, apósitos cambiar sin adhesivo o gasa estéril y
cinta de papel.
Prevención

El tétanos es una enfermedad bacteriana grave que afecta el sistema


nervioso, dando lugar a contracciones musculares dolorosas, en
particular de la mandíbula y los músculos del cuello. El tétanos puede
interferir con su capacidad para respirar y, en última instancia, poner
en peligro su vida. El tétanos se conoce comúnmente como “trismo”.

Gracias a la vacuna contra el tétanos, los casos de tétanos son raros


en el mundo desarrollado. La incidencia del tétanos es mucho mayor
en los países menos desarrollados. Alrededor de un millón de casos
se producen en el mundo cada año.

No hay cura para el tétanos. El tratamiento se centra en controlar las


complicaciones hasta que los efectos de la toxina tetánica se
resuelven. La fatalidad es mayor en personas que no han sido
inmunizados y en los adultos mayores con escasa cobertura de
inmunización.

El tétano es una infección bacteriana potencialmente mortal que afecta


a los nervios. Una vacuna puede prevenir fácilmente esta enfermedad
que no tiene cura.
El tétano ocasiona contracciones musculares dolorosas, especialmente
en la mandíbula y el cuello. Puede interferir en la respiración y,
finalmente, causar la muerte.
El objetivo del tratamiento es controlar las complicaciones.

Tétanos
Si no se previene o se trata a tiempo, el tétanos puede causar la
muerte de la persona infectada, de ahí la importancia de conocer
cómo se contagia y las vías de actuación para tratar esta enfermedad.
El Clostridium tetanis es el agente que causa el tétanos. Es una
bacteria alargada, con forma de bastoncillo, que puede moverse, no
necesita oxígeno para crecer y puede sobrevivir en cualquier lugar
gracias a que se puede convertir en esporas resistentes a las
temperaturas cotidianas.
Cuando una persona se hace cualquier herida puede infectarse con la
espora tetánica. El riesgo es mucho mayor si la herida presenta las
siguientes condiciones:
 Se ha producido con un instrumento sucio, oxidado o desconocido.

 Es un corte irregular o una punción.

 La herida está sucia, con tierra o polvo.


 Ha entrado en contacto con el suelo.

 La ha producido algún animal (por ejemplo, heridas por asta de toro).

 Presenta recovecos.
 No sangra porque hay carne muerta.
 La persona herida no está vacunada contra el tétanos o no se sabe si
lo está.
Tipos de tétanos y síntomas
Si no se previene o se trata a tiempo, el tétanos puede causar la
muerte de la persona infectada, de ahí la importancia de conocer
cómo se contagia y las vías de actuación para tratar esta enfermedad
Hay cuatro tipos de tétanos según los síntomas que presente la persona
que lo sufra. Estos tipos son generalizado, localizado, cefálico y
neonatal:

Tétanos generalizado

Es el tipo más frecuente de todos. Comienza con la contracción de los


músculos encargados de la masticación, con lo que el enfermo no
puede abrir la boca con facilidad, y tiene síntomas difusos como
insomnio y nerviosismo. Después la contracción de los músculos
comienza desde la cabeza hasta los pies: primero se contraen los
músculos de la cara (apareciendo la risa sardónica) y del cuello, luego
los músculos de la lengua y la faringe (con grave dificultad para comer
y respirar) y por último se generaliza al resto del cuerpo (puños
cerrados, brazos extendidos, vientre en tabla, etcétera).

Los músculos de la espalda son los últimos en afectarse y provocan que


el enfermo se arquee apoyando sólo la cabeza y los pies cuando está
tumbado en la cama. El enfermo es consciente de todo lo que pasa en
cada momento y obviamente lo vive con gran angustia. Es muy
necesario el control médico de la respiración para impedir una parada
cardiorrespiratoria, que es la causa de la muerte de los infectados.

Tétanos localizado

No es muy habitual, consiste en la contracción muscular de sólo una


zona del cuerpo (normalmente la zona donde se ha producido la herida
que ha originado la infección). Puede durar varias semanas y a veces
es el paso previo al tétanos generalizado.

Tétanos cefálico
Se trata de un tétanos localizado, pero en la región de la cabeza y cuello.
Se considera un tipo de tétanos a parte porque las contracciones
musculares en esa zona ponen en peligro la vida del enfermo desde el
primer momento (porque les limita la respiración). Es muy frecuente que
este tipo de tétanos se generalice a los pocos días.

Tétanos neonatal

Es el tipo de tétanos que afecta a los recién nacidos de madres no


vacunadas, normalmente ocurre en partos poco controlados. Suele
suceder dos semanas después del parto y se desarrolla del mismo
modo que el tétanos generalizado.

Las complicaciones son más frecuentes que en otros tipos de tétanos,


las más frecuentes son las hemorragias cerebrales y las infecciones
secundarias (como la neumonía). Sólo un 20% de los casos mundiales
de tétanos neonatal se da en los países desarrollados, la amplia
mayoría suceden en países pobres de África y Asia

El tratamiento precoz en el tétanos aumenta mucho las posibilidades


de superar la enfermedad, por eso el diagnóstico temprano es tan
importante. El tratamiento del tétanos consiste en cuatro vías de
actuación:
 Impedir la producción de toxina: mientras la herida siga infectada con
esporas de Clostridium tetanis, estas seguirán sintetizando más y más
toxina que seguirá contaminando las neuronas de nuestro cuerpo. Por
eso es importante realizar un lavado profundo de la herida con agua a
presión y proceder a su desbridamiento, es decir, a eliminar todo el
tejido muerto y hacer que sangre para que llegue el oxígeno a toda la
herida.
 Neutralizar la toxina existente: con el paso anterior la fuente de origen
de la toxina se elimina, pero la que ya haya pasado a la sangre y a las
neuronas de nuestro organismo seguirá actuando. Para neutralizarla se
debe inyectar a los enfermos inmunoglobulina antitetánica humana, son
unos anticuerpos que se unen a la toxina y la inutilizan. Las inyecciones
se ponen en ambos hombres y en ambos glúteos. También se suele
suministrar otra dosis de la vacuna aunque la persona ya estuviese
vacunada, ya que puede acelerar la activación del sistema
inmune contra la toxina tetánica.
 Controlar los síntomas: para impedir los espasmos y relajar en la
medida de lo posible los músculos corporales se utilizan fármacos como
el diazepam, que inhibe la actividad neuronal. En ocasiones los
anestesistas utilizan otros fármacos más potentes como el propofol o
relajantes musculares específicos. Otros síntomas como el nerviosismo
o las palpitaciones se controlan con betabloqueantes, que controlan la
frecuencia cardíaca.
 Ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos): cualquier persona
infectada con tétanos, aunque sea leve, está en peligro de muerte. Es
frecuente que aparezcan espasmos espontáneos que impidan la
respiración y provoquen paradas cardiorrespiratorias. Por eso es
necesario un control exhaustivo del paciente en la UCI, donde los
médicos podrán actuar con la tecnología necesaria en pocos segundos.

A pesar del tratamiento del tétanos, entre un 10% y un 60% de los


infectados no supera la enfermedad, depende de la gravedad de la
infección y lo que se tarde en comenzar el tratamiento. La mortalidad
del tétanos neonatal es todavía mayor (entre el 70% y 90%).

SINTOMAS DIFTERIA

En principio, la difteria causa cefalea, fiebre alta, dificultades para


tragar y ganglios linfáticos inflamados en la zona del cuello. Además,
se puede formar una membrana en la garganta. Los síntomas suelen
manifestarse de 3 a 9 días después del contagio.
¿Cómo se trata?

La difteria se neutraliza principalmente con antibióticos, sin embargo,


si la enfermedad empieza a producir una toxina que afecta al
miocardio y al sistema nervioso —que puede producir lesiones
cardiacas, parálisis o incluso la muerte— se deberá atacar con un
suero antitoxina.
En el caso de las personas que han estado en contacto con el
paciente, deberán, en primer lugar, reforzar la vacunación. Esta
vacuna se pone junto a la del tétanos y tiene una duración de 10 años.
No obstante, si hace más de cinco que se administró, se deberá
aplicar un recuerdo.
Para los contactos más cercanos, se recurre a la profilaxis antibiótica
con penicilina o eritromicina y, además, se les tomarán muestras
faríngeas para saber si son portadores de la bacteria.
La difteria es una enfermedad infecciosa muy contagiosa causada
por la bacteria Corynebacterium diphtheriae. En la actualidad es
una enfermedad altamente infrecuente en los países
desarrollados gracias a la vacunación universal. De hecho, los
pocos casos que se producen suelen darse en personas o niños
no vacunados y en personas que viven hacinadas y en
condiciones higiénicas deficitarias. Es importante advertir que la
protección de la vacuna dura sólo 10 años, por lo que es
importante que los adultos reciban una dosis de refuerzo
(tétanos-difteria) transcurrido este tiempo o siempre que haya
podido estar en contacto con una persona afectada por la
enfermedad.
Se transmite por el aire utilizando como vehículo las gotas de
agua que se expelen al toser o estornudar, incluso si el portador
de la bacteria se mantiene completamente asintomático. De
hecho, en muchas ocasiones aquellos que resultan infectados no
llegan a tener síntomas, pero en otras esta enfermedad puede
llegar a causar la muerte del paciente. El problemas de la difteria
es que tras producirse la infección por la bacteria ésta produce
una serie de toxinas que se incorporan al torrente sanguíneo y
pueden llegar al cerebro o el corazón, entre otros órganos,
ocasionando graves daños en ellos y pudiendo causar incluso la
muerte del paciente.

Síntomas de la difteria
En ocasiones las primeras manifestaciones de la difteria son cutáneas,
de tal manera que la piel adquiere un tono azulado y pueden
producirse ulceraciones. Sin embargo lo habitual es que la infección se
inicie en las vías respiratorias altas (nariz y garganta). El síntoma más
característico en este caso es la aparición en la garganta de una
especie de membrana de color negro o gris oscuro, de consistencia
dura y fibrosa, que puede llegar a ocasionar importantes problemas
respiratorios. De ahí que los principales síntomas sean los siguientes:

 Secreción nasal acuosa y en ocasiones con sangre.


 Fiebre.
 Escalofríos.
 Tos perruna.
 Dolor de garganta.
 Dificultad para tragar.
 Ronquera.
 Dificultad para respirar.
 Sibilancias.
 Respiración acelerada.
 Obstrucción de las vías respiratorias.

Tratamiento de la difteria
Las personas asintomáticas deben recibir un tratamiento antibiótico y
mantenerse bajo seguimiento médico, evitando el contagio a otras
personas. Pero en aquellas otras que desarrollan claramente la
enfermedad, es necesario un tratamiento más agresivo.
La recuperación de la enfermedad es lenta, pero en cualquier caso es
que el tratamiento se inicie lo antes posible, incluso sin esperar a los
resultados de la analítica que determinará si la toxina que general la
bacteria que la causa está presente en la sangre. De hecho, la primera
medida del tratamiento es la administración de la antitoxina diftérica
por vía intravenosa o intramuscular, con el fin de evitar que ésta pueda
alcanzar al corazón y causar la muerte del paciente.
Posteriormente se iniciará un tratamiento con antibióticos,
generalmente eritromicina y penicilina; y el paciente deberá mantener
reposo en cama. También es importante monitorizar al paciente con la
realización de sucesivos electrocardiogramas, con el fin de asegurarse
de que el corazón no está siendo afectado por la toxina que produce la
bacteria. En función de la sintomatología que presente cada persona
también puede ser necesaria la administración de oxígeno, y mantener
las vías respiratorias inferiores abiertas, incluso intubando al paciente
si es pertinente.

El tratamiento

de la difteria debe iniciarse lo más rápidamente posible, de tal forma que


si se sospecha que un paciente sufre la enfermedad es fundamental
comenzar a tratarla, antes incluso de haber obtenido un diagnóstico
definitivo. Con ello se consigue disminuir la mortalidad asociada a la
difteria.
Para tratar a las personas infectadas se requiere ingreso hospitalario,
siendo además necesario el aislamiento del paciente al ser una
enfermedad altamente contagiosa. De esta forma el enfermo
permanece más vigilado y se asegura una correcta cumplimentación del
tratamiento. En los casos más graves es necesario incluso el traslado
del paciente a las Unidades de Cuidados Intensivos.

A parte de medidas de soporte (monitorización de las constantes vitales,


oxígeno, líquidos intravenosos, reposo en cama), el tratamiento contra
la difteria se basa en dos pilares fundamentales, que son el uso de la
antitoxina y los antibióticos:
 Antitoxina: se administra de forma intravenosa o intramuscular y con ella
se consigue neutralizar la toxina diftérica presente en la circulación
sanguínea, que es la que produce las principales complicaciones de la
enfermedad (cardíaca, nerviosa, renal).
En algunas personas la antitoxina puede provocar graves reacciones
alérgicas, por lo que se suelen realizan pruebas cutáneas de
alergia para asegurar que la persona infectada no es alérgica.
 Antibióticos: contribuyen a eliminar las bacterias presentes en el cuerpo,
disminuyendo así las posibilidades de que el paciente contagie a otras
personas. Los antibióticos más empleados son la penicilina o la
eritromicina.

Las personas asintomáticas que son portadoras de la bacteria deben


recibir también tratamiento antibiótico.

Cuáles son los síntomas de la difteria?

Los síntomas comienzan a aparecer entre los días 1 a 7 después


de que la bacteria entre en el organismo de la persona
contagiada (es decir, entre el primer y el séptimo día).

Sus síntomas son en realidad muy amplios causando: dolor de


garganta, úlceras en la piel, problemas para respirar, coloración de la
piel azulada, escalofríos, tos parecida a la de crup, babeo cuando está
a punto de producirse una obstrucción de las vías respiratorias, fiebre,
ronquera y dolor al deglutir.

Es característico de esta infección la aparición de una especie de


seudomembrana o cubierta de color gris a negro, dura y fibrosa capaz
de obstruir las vías respiratorias. Sin embargo, cuando la difteria
infecta la piel primero causa lesiones cutáneas.

¿Cómo es el tratamiento de la difteria?

El tratamiento más eficaz consiste en la administración de


la antitoxina diftérica, la cual es administrada como una inyección
intramuscular, o bien a través de una vía intravenosa. Una vez
administrada la antitoxina se trata la infección con antibióticos (como
por ejemplo con eritromicina y penicilina).

Es muy habitual que se recomiende permanecer en el hospital con el


fin de administrar oxígeno si fuera necesario, monitorear el corazón y
corregir posibles obstrucciones de las vías respiratorias.
La difteria puede ser leve o grave, de manera que las personas
pueden llegar a morir sobre todo cuando la enfermedad afecta al
corazón. Por tanto, la vacunación de los niños es fundamental para
su prevención, dado que al ser inyectada activa las defensas
naturales del organismo frente a ella.

Síntomas de la difteria
Tratamiento

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