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ABUSO SEXUAL EN LA NIÑEZ Y CREDIBILIDAD DEL

TESTIMONIO
Rocio Guzmán Cortez, Maestría en Criminología
Licenciada en Psicología
Líder Técnico del Departamento de Psicología
Fiscalía General del Estado de Puebla
Perito en Psicología 2006-2014

Introducción

Una de las tareas más difíciles para los especialistas dedicados a la salud mental,
entre ellos los psicólogos y psiquiatras, es identificar aquellos niños que fueron o
que están siendo abusados sexualmente, si bien es cierto existe mucho material
especializado en relación a este tema, es importante señalar que estos autores
pertenecen a otro país, a otra economía y otra cultura, por lo que, aunque es posible
contextualizar y compartir ciertos rasgos, indicadores, signos o síntomas no todos
pueden coincidir con la afectación psicológica presentada, en todos los casos de
menores víctimas de abuso sexual en la niñez.

Aún sigue habiendo muchos mitos por la falta de conocimiento sobre lo que es y
cómo se dan los abusos sexuales en la niñez consecuencias de lo anterior existen
malos diagnósticos tanto como por los padres, así como por los mismos
especialistas, quienes en lugar de ayudar al menor lo victimizan y estigmatizan
generando afectación emocional o psicológica que puede llegar a repercutir en su
adecuado desarrollo psicosexual.

Es importante conocer y reconocer como se da cada abuso sexual y en qué etapa


de desarrollo se presenta, ya que no se da bajo las mismas condiciones en un niño
en etapa niñez temprana, niñez tardía o en la adolescencia, ya que cada etapa
cuenta con características específicas en el desarrollo cognitivo, afectivo, moral,
biológico y psicológico, referentes que son de suma importancia al evaluar o
diagnosticar un abuso sexual.
Abuso sexual en la niñez
Definición
“Es todo acto sexual de tipo erótico que va desde un tocamiento hasta el coito,
cometido en contra de un menor de 18 años ya sea con o sin violencia física
donde existe diferencia de edad, poder o autoridad entre la víctima y el
victimario.”

Tipos de abusos:
Por familiares
 Comienzan con caricias, masturbación, contacto buco-genital, y solo en
contadas ocasiones al coito vaginal o anal.
 Suelen ser habituales.
 Muy pocas ocurren con violencia.
 Suelen ser más traumáticas.
Por personas relacionadas con las víctimas: profesores, instructores, vecinos.
Por personas desconocidas
Mayor incidencia en conductas violentas
Producen menor impacto psicológico (no hay habitualidad).

Acto abusivo:
 Sin contacto físico: exhibicionismo, masturbación delante del niño,
observación del niño desnudo, relato de historias sexuales, proyección de
imágenes o películas pornográficas
 Con contacto físico: tocamientos, masturbación, buco genital (fellatio,
cunilingus, anylingus), penetración anal o vaginal.

Características de la etapa de desarrollo niñez temprana.


Niñez según la ONU y la OMS:
“Se entiende por niño todo ser humano menor a dieciocho años de edad, salvo que,
en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad"
Perspectiva psicológica de la niñez (psicología del desarrollo)
Lactante (bebé), es el primer mes fuera del útero hasta completar el año.
Infancia (infante), edades 1 - 4 años.
Niñez (niño), edad de la escuela primaria (edades 5 - 10 años).
Niñez temprana: de 3 a 5 años de edad.
Niñez tardía: de 6 a 10 años de edad
Preadolescencia (preadolescente), edades 11 - 13 años, aproximadamente.
Adolescencia (adolescente), edades 14 - 18 años.

El desarrollo cognitivo y afectivo del niño comprende varias áreas:


Aprender: entender el mundo y conocer el medio sobre todo mediante el juego, con
ayuda de sus mayores y conjuntamente con sus iguales.
Lenguaje: aprender a hablar, y a expresarse y comunicarse mediante el lenguaje
verbal y no verbal.

Educación: aprendizaje de la lectoescritura, adquirir conocimientos y habilidades,


etc. la educación comprende la institución formal y la no formal.
Psicología y desarrollo: aprender a convivir con las demás personas en su medio, y
en sociedad, incluye el aprendizaje de las reglas tácitas y explícitas de su cultura.

Cognitivas: maduración, procesos mentales superiores


Moral o ético: de acuerdo con Piaget el sentido moral de las personas evoluciona
según etapas.

Situaciones de riesgo y vulnerabilidad


Es conocido que cualquier menor se encuentra en estado de riesgo de ser abusado
sexualmente, sin embargo, se ha considerados las edades de 6-7 años y de 10 a
12 años de edad (Finkelhor 1993) como de mayor riesgo y vulnerabilidad. Durante
la pubertad aparecen muestras de desarrollo sexual y pueden ser fácilmente
dominados.
Las características del menor que lo colocan en mayor riesgo de abuso sexual son
las siguientes:
 Aquellos que cuentan con una capacidad reducida para resistirse o revelarlo
 Menores que no hablan
 Los que muestran retrasos del desarrollo y discapacidades físicas y psíquicas
No solo existen factores personales sino de otro tipo que colocan al menor en una
situación de riesgo, entre los que encontramos los siguientes:

Factores familiares
Carencias afectivas dentro del núcleo familiar
Niños víctimas de maltrato
Abandono y rechazo físico y emocional por parte de sus cuidadores
Ausencia de padres biológicos
Carencias afectivas dentro del núcleo familiar

Factor económico social


Hacinamiento
Actividad laboral de ambos padres.
Actividad laboral figura materna
Madre ausente

Conceptos de Verdad y Mentira


De acuerdo a las investigaciones de Poole y Lamb (1998 en Cantón y Cortés, 2000),
la distinción entre los conceptos de verdad y mentira resulta relevante para evaluar
las capacidades de testificar de un niño(a). Al respecto, esta capacidad mejora de
forma importante hacia los cuatro años de edad, siendo capaces de juzgar la verdad
de acuerdo a su correspondencia con la realidad objetiva.
Dicha capacidad continúa en una curva ascendente en el curso del desarrollo,
observándose cerca de los 8 o 9 años la conceptualización y diferenciación de la
mentira intencional y la accidental o por error.
No es lo mismo credibilidad que validez o veracidad, para el derecho penal es
importante establecer la veracidad o mendacidad sobre el dicho de una persona,
para la psicología dichos términos no pueden ser utilizados, puesto que no es
posible determinar lo anterior motivo por el cual se utiliza el termino de confiabilidad
del dicho de acuerdo a los parámetros del modelo CBCA (análisis de contenido
basado en criterios).

Credibilidad: basado en estimaciones clínico-intuitivas, tomando en consideración


capacidades verbales y cognitivas del niño, así como la complejidad de los sucesos
ocurridos.
Valido: es cuando el recuerdo es una representación correcta de lo ocurrido y se
adecua a la realidad sucedida.

Es creíble cuando las conductas, los afectos y cogniciones son comprensibles y


consonantes es decir congruentes.
Factores que limitan la credibilidad del testimonio de un menor:
 Edad
 Capacidad de fabulación
 Limitación de la memoria

Es importante señalar que en cuanto a la memoria del menor en relación al relato


de hechos no existen diferencias entre un adulto y un menor, solo que la del menor
es más cuantitativa que cualitativa. A los 3 años un niño tiene un recuerdo exacto,
pero menos minucioso que el de 8 años, a partir de los diez años no hay diferencias
en cuanto a la capacidad de memoria.

Enfoques para la evaluación de la validez del testimonio


MODELO CBCA
Determinación de la presencia o ausencia de 19 criterios, los cuales fueron
sistematizados en el año 1989, en Alemania por Steller y Köehnken,
argumentando que tales criterios podrían diferenciar narraciones producto de
experiencias reales de las que no lo son.
Estos criterios, se agrupan en cinco categorías de acuerdo a determinados
aspectos:
 Características generales (consistencia lógica y coherencias)
 Contenidos específicos
 Peculiaridades del contenido (detalles superfluos)
 Contenidos referentes a la motivación
 Elementos específicos del abuso sufrido.

Los cuales corresponden a los siguientes criterios, según la literatura


especializada en el tema:

1. Estructura Lógica: El objeto de este criterio se basa en examinar la


coherencia contextual, consistencia lógica y la homogeneidad espacio
temporal. Se determina su presencia cuando la narración entregada por
el niño(a) tiene sentido global, es decir presenta una lógica y coherencia
interna, denotándose un hilo conductor a lo largo de todo el relato, siendo
sus partes no contradictorias entre sí, sino que, combinándose en una
totalidad, la cual resulta comprensible al evaluador.

2. Elaboración no Estructurada: Este criterio se basa en como un relato


basado en una experiencia real posee componentes desestructurados,
con poca linealidad y con digresiones cronológicas, pero destacándose
que, pese a una desorganización aparente, los diferentes segmentos
argumentales poseen una coherencia. Así, tal criterio se presenta cuando
la narración se encuentra dispersa, desde el principio hasta el final, no
obstante, manteniendo un eje temporal coherente.
3. Presencia de Detalles: De acuerdo a la literatura especializada, este
criterio se cumple ante la abundancia de detalles, por cuanto, los relatos
basados en percepciones (estímulos externos), generalmente presentan
mayor cantidad de detalles, apuntando aquello a la credibilidad de la
narración, debido a que los relatos inventados difícilmente podrían
manifestarse con muchos detalles. Sin embargo, un aspecto a destacar
se refiere a que las presencias de determinados detalles adquieren mayor
valoración que otros, especialmente los de origen sensorial (visual,
auditivo, táctil, entre otros), los cuales otorgan mayor credibilidad, aun
cuando no se presenten de manera abundante.

4. Adecuación Contextual: Este criterio se cumple cuando el evento que


describe el niño(a) en su relato, contiene información atingente a las
coordenadas espacio-temporales en las que ocurrió el evento, de acuerdo
a la capacidad cognitiva del niño(a). De esta manera, el suceso abusivo
no en un evento aislado en la vida del niño(a), sino que se debe ajustar
dentro de su cotidianeidad en cuanto a horarios, actividades, espacios,
hábitos y relaciones con su entorno, entre otros.

5. Descripción de Interacciones: Este criterio está presente cuando en la


narración se hace referencia a las acciones y reacciones entre la víctima
y el victimario, o bien con terceras personas, las cuales constituyen una
cadena mutuamente dependiente que pueden ser reproducidas por el
niño(a). Cabe mencionar que este criterio debe poseer la siguiente
característica: debe darse una acción, reacción y otra reacción en
respuesta a esta última.

6. Reproducción de Conversaciones: Este criterio dice relación con la


incorporación de una interacción verbal específica, en la que el niño(a)
utiliza el mismo lenguaje y modo empleado por los hablantes,
configurando un diálogo en el cual se expliciten los interlocutores. Lo
anterior, independiente de la extensión de la misma, la cual podría estar
determinada por el tipo de relación o abuso reseñado.

7. Complicaciones Inesperadas Durante el Incidente: Este criterio dice


relación con la mención espontánea por parte de la presunta víctima, de
situaciones imprevistas que complican o detienen el curso o finalización
de la agresión descrita. En este sentido, en el transcurso del evento
abusivo existe la posibilidad que se presenten ciertas situaciones que
compliquen o detengan el curso o finalización del suceso mediante
situaciones imprevistas, tales como una distracción del agresor, una
llamada telefónica, entre otros. Por tanto, este criterio se cumple si en la
declaración aparecen detalles relativos a situaciones imprevistas que
surgieron en el momento del evento descrito.

8. Detalles Inusuales: Este criterio se refiere a la presencia de detalles


poco comunes de consignar, salvo en una situación de agresión sexual,
al considerársela muy por sobre la capacidad de invención del niño(a),
particularmente en el caso de niños muy pequeños. Es decir, se refiere a
la mención de aspectos concretos.

9. Detalles Superfluos: Este criterio se refiere a la mención de detalles


recordados por el niño(a) que no forman parte del curso de los
acontecimientos abusivos, o no se relacionan directamente con éste, sino
que son periféricos y poco relevantes para apoyar la acusación. Lo
anterior, en tanto que al mentir generalmente no se inventan detalles
irrelevantes que no contribuyan a afirmar el evento, por su irrelevancia y
grado de dificultad que implica para la memoria este ejercicio.

10. Incomprensión de Detalles Relatados con Precisión:


Este criterio se refiere a la narración de detalles que por la experiencia
del niño(a), o sus escasos conocimientos sexuales, no le resultan
comprensibles, pero que, no obstante, el adulto es capaz de entender de
manera certera. Cabe destacar en este punto, la particular percepción del
niño(a) en el desarrollo de la “vivencia”, además del especial énfasis que
debe colocar el evaluador ante una posible motivación en el niño(a) por
hacer cumplir tal criterio, adquiriendo mayor valoración en párvulos o
niños(as) de edad cercana, aludiéndose a sus habilidades cognitivas para
la incomprensión de tales eventos.

11. Asociaciones Externas Relacionadas: Corresponde a verbalizaciones


en las que el niño(a) hace referencia a situaciones ajenas al evento
abusivo en sí, pero vinculadas con éste; por ejemplo, conversaciones
previas con el agresor que sean de connotación sexual. Cabe destacar
que la asociación es externa al suceso, pero está relacionada a ella por
su contenido.

12. Alusiones al Estado Mental Subjetivo del niño(a):


Este criterio dice relación con la referencia espontánea que el niño(a)
efectúa respecto a sus emociones, temores o pensamientos,
experimentados por él o ella durante el episodio abusivo; así como los
cambios experimentados de dichos estados subjetivos durante el
transcurso del evento.

13. Atribuciones al Estado Mental del Agresor:


Categoría que hace referencia a la verbalización que el niño(a) efectúa
respecto de los pensamientos, sentimientos o motivos que el menor
atribuye al agresor durante el episodio abusivo.

14. Correcciones Espontáneas:


Este criterio se refiere a las correcciones que el niño(a) realiza de manera
espontánea a su relato, lo que alude a un relato flexible y que se
contradice con un relato ficticio, el cual se apreciaría probablemente rígido
y mecanizado, por cuanto, una persona que miente, generalmente no
varía su testimonio ni siquiera para mejorarlo.

15. Admisión de Falta de Memoria:


Este criterio se manifiesta en los segmentos del relato donde el niño(a)
reconoce la incapacidad de evocar todos los aspectos que habría
percibido, a través de verbalizaciones que expresan dicha dificultad. Esto
es realizado libremente, en lugar de aferrarse de manera tenaz a un
discurso aprendido, como suele ocurrir en relatos no basados en
percepciones externas. Por tanto, si un niño(a) confiesa no recordar algún
dato, apuntaría más a la credibilidad de la declaración que a otra de las
hipótesis.

16. Plantear Dudas sobre el Propio Testimonio: Criterio que alude al


planteamiento de la posibilidad de la existencia de imprecisiones sobre
aspectos de su propio testimonio, constituyéndose como un índice de
credibilidad, por cuanto se considera esperable que una persona que
presenta un relato ficticio no vacilará acerca de lo que está queriendo
afirmar.

17. Autodesaprobación:
Este criterio se refiere a la incorporación de elementos autoincriminativos
o desfavorables, siendo este un indicio de credibilidad, en tanto producto
del estilo de razonamiento infantil y de la ambivalencia a la figura
agresora, generalmente las víctimas de abuso sexual se refieren a sí
mismas con algún grado de responsabilidad en el evento acontecido,
señalando frases tales como, por ejemplo: “no debí haber aceptado ir con
él” o “si hubiese hecho caso a....”.

18. Perdón al Agresor:


Este criterio se cumple cuando se presentan en la narración del niño(a),
reacciones acerca de un sentido de perdón, disculpas o justificación al
agresor. Este criterio se considera muy comprensible, primordialmente en
la dinámica de abuso sexual intrafamiliar, en que el agresor es una figura
significativa para el niño(a), pues de manera ambivalente se podría
esperar preservar el vínculo a pesar de lo sucedido.

19. Detalles Característicos de la Ofensa:


Este criterio se refiere a la discriminación por parte del evaluador acerca
de si el testimonio se corresponde y se enmarca con datos criminológicos
y dinámicas psicológicas acerca de este tipo de delito particular; o si más
bien corresponde al estereotipo social que se maneja con respecto a una
situación de abuso.

20. Lenguaje y Conocimientos Adecuados:


Este punto se refiere a las habilidades cognitivas del niño(a), así como su
capacidad de expresión y el conocimiento que muestra en el ámbito
sexual, encajándolo como esperable o no a su edad y experiencia.
Destaca que para valorar adecuadamente este punto se debe considerar
la evaluación previa de sus capacidades cognitivas, con el objeto de
indagar si ha tenido acceso a información de naturaleza sexual.

21. Adecuación del Afecto:


Este punto se refiere a si las expresiones emocionales durante la
entrevista son las predecibles a este tipo de situaciones. Sin embargo,
destaca que cada niño reacciona de forma particular de acuerdo a sus
características de funcionamiento, por lo que en ocasiones las víctimas
pueden presentar una alta expresividad emocional, o también podría ser
esperable un estilo inhibido o disociado. Por tanto, de ahí radica la
importancia de establecer la línea base de funcionamiento del
entrevistado ante situaciones de su cotidianeidad y la importancia de la
experticia del evaluador, para poder discriminar expresiones emocionales
genuinas de las simuladas.

22. Susceptibilidad a la Sugestión:


Este punto da cuenta de la valoración que se realiza durante la entrevista
respecto a si el niño(a) ha aceptado sugestiones del entrevistador o que
tan susceptible puede ser ante algún tipo de influencia. No obstante, se
menciona que el niño(a) al aceptar una sugestión durante la entrevista,
no indica necesariamente que la alegación no sea válida, de la misma
manera, si no es permeable al influjo externo no implica linealmente un
relato valido.

Contenido y calidad: no todos los niñas(o)s presentan una misma capacidad


narrativa, ya sea por variables tales como la edad cronológica, destrezas cognitivas,
comunicativas o simplemente por determinados rasgos de personalidad en
formación, así como vinculados a aspectos contextuales y de relación con el
entrevistador
 Capacidad testifical del declarante
 Motivaciones personales y de cercanos
 Concordancia ideoafectiva que los conceptos, descripciones y lenguaje
dados por el declarante sean acordes a su nivel de desarrollo y conocimiento

De acuerdo a lo anterior el criterio de evaluación resulta Creíble-poco creíble


y no creíble

Conclusiones
Cada situación de abuso sexual es vivida de forma diferente, de acuerdo a la
experiencia práctica que he tenido al valorar a menores de edad abusados
sexualmente, en la etapa de desarrollo que comprende de los tres a los cinco años
los indicadores o signos que presentan suelen ser muy confusos y a veces
imperceptibles, para ser más precisos muchos padres se alarman al observar en
sus hijos conductas auto eróticas ya que muchos de los autores mencionan en sus
obras que el niño abusado sexualmente presenta conductas sexuales inapropiadas
para su edad, sin embargo el autoerotismo es considerado normal según las etapas
psicosexuales desarrolladas por Sigmund Freud, las cuales desaparecen en la
etapa de latencia es decir cuando ingresan a la etapa escolar que comprende entre
los seis a once años de edad.

Por otra parte, existen indicadores emocionales o psicológicos que no solo se


relacionan con el abuso sexual tales como: retraimiento, depresión, aislamiento,
encopresis, enuresis, terrores nocturnos, inseguridad, inferioridad, sentimientos de
culpa ya que estos mismos indicadores pueden presentarse en menores víctimas
de violencia familiar o victimas de bulling. Ya que ante una situación traumática
existen diferentes maneras de reaccionar e impactar a un menor de edad, así como
a una persona adulta.

Sin duda alguna la edad en la que afecta en mayor grado a los menores de edad es
a partir de los ocho años cuando ya se desarrolla una conciencia moral propia,
misma que fue formada por los adultos que estuvieron a cargo de su cuidado, ya
que los menores ya son conscientes y comprenden las dimensiones del abuso
sexual.

Es importante señalar que muchos abusos sexuales pasan desapercibidos tanto por
las víctimas como por los familiares hasta la edad de la adolescencia cuando hay
un desarrollo sexual pleno, cuando se empiezan a experimentar cambios sexuales
físicos y psicológicos, además de que hay una mayor apertura en el ámbito escolar
de este tema, por lo que es en el momento en que se dan cuenta que fueron
abusados sexualmente en años anteriores, desencadenando reacciones
psicológicas relacionadas con el consumo de alcohol, drogas, índices de
agresividad muy alta así como tendencias suicidas.
Actualmente una de las herramientas más importante que aporta la psicología
forense en la evaluación de victimas menores de edad es la credibilidad de
testimonio a través del modelo CBCA.

Referencias:
- Barilari, Z., Beigbeder, C. y Colombo, R. (2013). Indicadores de abuso y maltrato infantil en
la prueba gráfica “Persona bajo la lluvia”. Cauquen Editora: Buenos Aires.
- Berlinerblau, Virginia. Guía de Buenas Prácticas para el abordaje de niños/as, adolescentes
víctimas o testigos de abuso sexual y otros delitos. Protección de sus derechos, acceso a la
justicia y obtención de pruebas válidas para el proceso. UNICEF. Argentina 2013
- Calvi, B. (2012). Abuso sexual en la infancia. Lugar: Buenos Aires
- Canton Duarte, Cortes Arboleda; Guía para la evaluación del abuso sexual infantil, 2003,
Ediciones Pirámide.
- Dutton, D., Golant, S. (2006). El golpeador un perfil psicológico. Paidós: Buenos Aires.
- Echebúrua, Enrique. Abuso Sexual Infantil, víctimas y agresores. Un enfoque clínico.
Editorial Ariel. España 2009.
- Freyd, J. (2003). Abuso sexual en la infancia. La lógica del olvido. Morata: España.
- Finkelhor, David. Abuso Sexual Infantil. Edit. Pax México. 2009
- Griesbach, M., Martínez, E. y Rojas, A. (2011). La infancia y la justicia en México. I. El niño
víctima y testigo del delito dentro del Sistema Penal Acusatorio en México. INACIPE: México
- 2010. Entrevistando a niños preescolares víctimas de abuso sexual y/o maltrato familiar:
eficacia de los modelos de entrevista forense.
- Intevi, Irene. Valoración de sospechas de Abuso Sexual Infantil. Colección Documentos
Técnicos. 2007
- Papalia, Diane. Psicología del Desarrollo: de la infancia a la adolescencia. Edit. Mc Graw Hill
Undecima edición
- Volnovich, J. (2002). Abuso sexual en la infancia. Lumen Hvmanitas: Argentina
- Volnovich, J. (2006). Abuso sexual en la infancia 2. Campo de análisis e intervención.
Lumen: Buenos Aires

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