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Trastorno de la personalidad

antisocial
• El Trastorno de Personalidad Antisocial (TPAS) se
caracteriza por una tendencia a la transgresión de las
normas sociales, a la indiferencia patológica, el
desprecio de los derechos de los demás a través de
conductas irresponsables y antisociales.
• Para el diagnóstico de este trastorno, es necesario
que el individuo tenga un historial de trastornos de la
conducta antes de los 15 años e implique muchos
aspectos de su vida, desde la adolescencia a la
madurez (también hay elementos presentes durante
la primera infancia). La afectividad es disfórica
(irritable, iracunda) con menor capacidad para
tolerar el aburrimiento o la frustración. 
Criterios diagnósticos (DSM-5)
A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se produce desde antes
de los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más) de los siguientes hechos:
 1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a !os comportamientos legales, que se manifiesta por
actuaciones repetidas que son motivo de detención.
 2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para provecho o placer personal.
 3. impulsividad o fracaso para planear con antelación.
 4 . irritabilidad y agresividad, que se manifesta por peleas o agresiones físicas repetidas.
 5 . Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
 6. irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de mantener un comportamiento
laboral coherente o cumplir con las obligaciones económicas.
 7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido,
maltratado o robado a alguien.
Criterios diagnósticos
(DSM-5)

B. El individuo tiene como mínimo 18 años.

C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la


conducta con inicio antes de los 15 años.

D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en


el curso de la esquizofrenia o de un trastorno bipolar.
Trastornos por consumo de sustancias

Esquizofrenia y trastornos bipolares

Diagnóstico
diferencial Otros trastornos de la personalidad

Comportamiento criminal no asociado con


un trastorno de personalidad
Trastorno asocial de la personalidad (CIE-10)
(Código F60.2 )
a) Trastorno de la personalidad caracterizado por descuido de las obligaciones sociales
y endurecimiento de los sentimientos hacia los demás.
b) Hay gran disparidad entre el comportamiento de la persona y las normas sociales
prevalecientes.
c) La conducta no se modifica fácilmente a través de la experiencia adversa ni aun por
medio del castigo.
d) La tolerancia a la frustración es baja, lo mismo que el umbral tras el cual se descarga
la agresión, e incluso la violencia.
e) Hay tendencia a culpar a otros, o a ofrecer racionalizaciones verosímiles acerca del
comportamiento que lleva a la persona a entrar en conflicto con la sociedad.
Personalidad:

Amoral Antisocial Asocial Psicopática

Excluye:
personalidad trastornos de la
Sociopática
emocionalmente conducta (F91.-)
inestable (F60.3)
• A pesar de todas estas características, la presencia de
este tipo de trastorno de personalidad no
necesariamente es sinónimo de criminalidad.
• Es difícil de diagnosticar en edades avanzadas. Parece
predominar en jóvenes adultos, sin embargo, no existe
evidencia empírica de disminución en grupos
clínicamente definidos. A menudo la persona con
Trastorno de Personalidad Antisocial (TPAS) tiene una
apariencia normal, presenta una buena inteligencia
verbal y, sobre todo, un gran sentido de la realidad. Se
puede decir que el TPAS tiene un pronóstico malo,
sobre todo cuando se asocia con delincuencia y abuso
de drogas.
Antecedentes de otros autores
• El continuum en el comportamiento antisocial y psicopático (Kernberg, 1998)
• Según Kernberg (1984, 1988, Meloy 1998, 1995, Reid 1985) el TPAS podría ser
considerado una forma «maligna» del Trastorno de Personalidad Narcisista. Así
que existiría un Continuum Narcisista en el Trastorno Antisocial.
• Según esta idea, en uno de los extremos se encontraría un nivel más primitivo y
puro de Psicopatía Antisocial (con falta total de empatía, un estilo relacional sado-
masoquista basado en el poder y no en lazos emocionales); se pasaría por
el Trastorno Narcisista de Personalidad con Características Antisociales
Egosintónicas; y en el otro extremo se encontraría el paciente con Trastorno
Narcisista de Personalidad simplemente deshonesto en sus relaciones.
• En un nivel más profundo, la incapacidad grave de introyección del
psicópata le conduciría a una deficiencia grave en el desarrollo del Súper-
Ego, mientras que la persona con Trastorno de Personalidad Antisocial de
más alto nivel (el que no encajaría en la definición de psicópata puro)
presentaría sólo lagunas en el funcionamiento del Súper-Ego (Johnson,
1949), manteniendo cierta apariencia de responsabilidad. Es estos casos,
sería posible que la persona alcanzara cierto éxito e integración social por
su estructura de personalidad narcisista; de todas formas, antes o después,
las dificultades de responsabilidad y conciencia social se manifestarían a
través de comportamientos antisociales más evidentes.
• Gabbard (2002) también sostiene la
existencia de este continuum en el
Trastorno de Personalidad Antisocial en el
que: en un polo se encontraría la conducta
antisocial inconsciente (como parte de una
neurosis sintomática) y, en otro, la
psicopatía pura (Trastorno de la
Personalidad Antisocial profundo),
caracterizada por la falta de cualquier
esfuerzo de justificación moral o de 
racionalización de la conducta antisocial
(Meloy, 1988).
Causas/Origen
La etiología del trastorno antisocial contiene elementos biológicos y psicosociales
comúnmente asociados a factores genéticos, siendo este el principal precursor de
la conducta psicopática en el adulto. Tanto la conducta agresiva como la antisocial
muestran un fuerte elemento hereditario, lo que indica que es posible que el origen
biológico de ese comportamiento esté intrínsecamente presente en el cerebro de estos individuos desde
etapas tempranas de la vida. Cuando la vulnerabilidad genética se combina con elementos negativos de
la crianza infantil, las probabilidades de que se desarrolle conducta antisocial se incrementan (INDPRF,
2014).

Se han identificado diferencias en los patrones de actividad electroencefalográfica,


reducciones en los niveles de serotonina cerebral y disfunciones en las áreas
fronto-corticales y límbicas, se han identificado que muchos de los individuos con el
diagnóstico antisocial experimentaron condiciones traumáticas y disruptivas en sus
sistemas de apego durante la infancia, con lo cual se alteró su desarrollo
neurobiológico y se favoreció la instalación de defensas psicológicas; estas
alteraciones, a su vez, afectaron su capacidad de mentalizar y redujeron el umbral
para la reactividad emocional (INDPRF, 2014).
Factores de riesgo
• Dentro de los factores de riesgo se encuentran principalmente los genéticos;
haciendo referencia a la interacción que parece entre genes y ambiente para
que se desarrolle el trastorno o algún rasgo, a la vez que se considerará una
perspectiva evolutiva de estas conductas (Holguín & Palacios, 2014).
• La interacción que existe entre el género, genotipo y maltrato sobre el
puntaje de agresión física, esto es, los hombres portadores del alelo de baja
actividad de MAO-A con eventos traumáticos en la niñez presentaron
mayores puntajes de agresión física (Frazzetto et al., 2007), por otro lado se
reportó que el maltrato en la adolescencia fue un factor de riesgo para el
desarrollo de problemas conductuales como rasgos antisociales y violencia,
sin embargo, se observó que las variantes de la MAO-A no mostraron
asociación ni interacción con el maltrato como un factor de riesgo para el
desarrollo de conducta antisocial (Huizinga et al., 2006).
• Estudios demuestran consistentemente que factores como el
género masculino y ser portador del alelo MAOA-L, en interacción
con maltrato infantil, incrementan la susceptibilidad para
el desarrollo de rasgos antisociales y de agresión física y violencia
(Romero, Ostrosky & Camarena 2012).

• Algunas investigación sociopsicológica subraya la relación


entre cognición, emoción y agresión; afectos negativos tales como
el miedo y la ansiedad frecuentemente precipitan, acentúan y
modulan la conducta agresiva, los circuitos neuronales afectan los
estados emocionales, como el sistema serotoninérgico central,
también afectarían la predisposición para las conductas agresivas.
Estadísticas
• La prevalencia de TAP es mayor en hombres que en mujeres
• “Se estima que 50 por ciento de los reclusos sufren de este trastorno” Salvador
Chavarría Luna (2019)
Niños y adolescentes
• Respecto a la edad, hay evidencia de que las actividades antisociales
empiezan antes de los 12 años y se prolongan los actos durante la
adolescencia y la madurez, aumentando en frecuencia y magnitud.
• Se identifican este periodo de la adolescencia como una etapa de conflicto en
la que se produce el tránsito de la niñez a la adultez.
• El contexto mexicano se caracteriza por tener circunstancias que lo convierten
en un entorno vulnerable en la producción y reproducción de la violencia social.
• Es común que las personas con personalidades antisociales sean una
población difícil de estudiar, porque no buscan tratamiento por su voluntad y
sólo en desterminadas ocasiones discutirán sus problemas con algún médico,
psiquiatra o psicólogo.
• Una de las características principales es que presenta una alta
inconformidad con el medio y rechaza las normas que la sociedad
impone, así como la disciplina familiar y todo lo que para el
adolescente signifique cumplimiento, esto porque su sentido de
responsabilidad es casi nulo, suele tener rasgos muy elevados de
agresividad, es manipulador, tiende a proyectar superioridad y
autosuficiencia ante las personas que le rodean.
Factor social
• Se considera dentro de este factor el ambiente familiar, la escuela, el
ambiente urbano, la manera en que el menor tiende a agruparse, etcétera,
cuando éstas nos son seleccionadas de modo adecuado y sus contenidos
tienen alta carga negativa para el adolescente. La desorganización familiar
implica una serie de cambios en la vida de quienes la padecen,
perturbando el proceso de socialización, e influirá en la conducta posterior
del niño en la conducta desviada y violenta.
• Otro de los factores que influyen es el fenómeno del pandillerismo, el cual
tiene gran presencia en el contexto mexicano, se refiere a “un grupo de
personas que forman una alianza basada en necesidades sociales
variadas, que participan en actos dañinos para la salud pública y van en
contra de los principios y normas de la sociedad”.
• Las edades de los miembros de las pandillas oscilan de entre 13 a
21 años, y las causas de ingresos las asocian a cuestiones
derivadas de identidad, protección, intimidación, amor propio,
excitación de actividades pandilleras, la necesidad de ser aceptados
por otros jóvenes, presión de sus compañeros, búsqueda de
atención, beneficio financiero y tradición familiar.
• https://www.youtube.com/watch?v=fNnHIPQJp7s El caso de Beth
Referencias:
• Asociación Americana de Psiquiatría (APA). (2014). MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS
TRASTORNOS MENTALES (5ta ed.). Editorial Médica Panamericana.
• Organización Mundial de la Salud (OMS). (1999). CIE-10 código F60.2 | Trastorno asocial de la personalidad.
ICDcode.Info. https://icdcode.info/espanol/cie-10/codigo-f60.2.html
• Psise: Servicio de Psicología Clínica del Desarrollo. Unidad de Observación y DIagnóstico Funcional. (2021, 11 de
Enero). Trastorno de personalidad antisocial. PSISE. https://psisemadrid.org/trastorno-de-personalidad-antisocial/
• Beltrán, A. (2017) VIOLENCIA, TRASTORNO OPOSICIONISTA; TRASTORNO DISOCIAL Y TRASTORNO
ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD. [Tesina de titulación] Universidad Latina.
http://132.248.9.195/ptd2018/enero/0769748/0769748.pdf
• UNAM-DGCS. (2019, 11 de Julio). Presenta trastorno antisocial de la personalidad cinco por ciento de los
mexicanos. Dgcs.Unam.Mx. https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2019_485.html
• Ramírez, J. J. B., & Galicia Gómez, E. A. (2020). Las Conductas antisociales en adolescentes como precedente del
trastorno de personalidad antisocial en adultos privados de su libertad. Revista Digital Internacional De Psicología Y
Ciencia Social, 6(2), 431-450. https://doi.org/10.22402/j.rdipycs.unam.6.2.2020.268.431-450

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