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Principio de jerarquía en los servicios públicos

El principio de jerarquía aplicable a los funcionarios públicos se encuentra recogido


en el Estatuto Administrativo, según el cual los funcionarios deben obedecer las
órdenes impartidas por el superior jerárquico en el ejercicio de sus funciones.

En caso de que un funcionario estimare ilegal una orden, puede representar por
escrito esa situación y, si el superior lo reitera también por escrito, el funcionario
está obligado a cumplirla, quedando exento de toda responsabilidad, la que recae
en el superior que insistió en la orden.

En el caso particular de los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos no


existe una norma particular que se refiera a esta situación, por lo que por aplicación
del principio de supletoriedad se les aplican las reglas del Estatuto Administrativo.

La contraloría ha sostenido al respecto que en el caso de las representación de las


órdenes tienen requisitos de forma y de fondo, estos últimos referidos a la
justificación jurídica de los hechos y razonabilidad de las conductas de los
involucrados.

I. Antecedentes

A solicitud de la Comisión Especial Investigadora Encargada de Fiscalizar el


Comportamiento de los Grandes Contribuyentes y Las Condonaciones Efectuadas
por el Servicio de Impuestos Internos en los Últimos Años, mediante su oficio Nº
30, se da cuenta respecto de la regulación del principio de jerarquía en los servicios
públicos de nuestro país y su aplicación práctica, particularmente en el Servicio de
Impuestos Internos.

Con este objeto se revisa su consagración legal y lo que la Contraloría General de la


República ha sostenido al respecto.

II. Consagración Legal

El artículo 61 del Estatuto Administrativo1 establece las obligaciones a que se


encuentran sujetos los Funcionarios de la Administración del Estado. En su letra a)
establece que estos deben “Desempeñar personalmente las funciones del cargo en
forma regular y continua, sin perjuicio de las normas sobre delegación;”.

1
Disponible http://bcn.cl/4u29 (Octubre, 2012).
Elaborado para la Comisión Especial Investigadora Encargada de Fiscalizar el Comportamiento de los
Grandes Contribuyentes y Las Condonaciones Efectuadas por el Servicio de Impuestos Internos en los
Últimos Años.

Biblioteca del Congreso Nacional. Contacto: Rodrigo Bermúdez S., Asesoría Técnica Parlamentaria.
rbermudez@bcn.cl, anexo 3181. 1010/2012.
2

Congruente con lo anterior, la letra f) de este mismo artículo establece que los
funcionarios deben “Obedecer las órdenes impartidas por el superior jerárquico;” en
el ejercicio de las funciones del cargo.

De los preceptos anteriores tenemos, por una parte que los cargos deben ser
desempeñados personalmente y que en ciertos casos pueden, además delegarse las
ciertas funciones o atribuciones específicas en otros funcionarios.
El régimen de responsabilidad varía en uno u otro caso, pues mientras que la regla
general es que el funcionario es responsable por el ejercicio de sus funciones,
cuando se trata de una función que se ejerce por delegación, además de ser
responsable el delegado puede serlo el delegante “por negligencia en el
cumplimiento de sus obligaciones de dirección o fiscalización” según lo dispone el
artículo 41 letra d) de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado2

Una segunda cuestión se refiere al cumplimiento de las órdenes situación particular


se da en el caso de las órdenes que imparte el superior jerárquico. Al respecto el
artículo 623 del Estatuto Administrativo establece que cuando un funcionario
estimare una orden como ilegal, tiene el deber de representarla por escrito,
existiendo en tal caso el derecho para el superior jerárquico de insistir, también por
escrito, en la orden dada.

En tal caso, el funcionario que representó la orden tiene el deber de cumplirla, pero
en tal caso queda exento de todo tipo de responsabilidad, la que recae por entero
en el superior jerárquico que hubiere insistido en la orden.

Finalmente, frente a esta situación este mismo artículo dispone que ambos
funcionarios deben enviar copias de las comunicaciones a la jefatura superior
correspondiente, dentro de los cinco días siguientes contados desde la fecha de la
última de estas comunicaciones.

En el caso de los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos, no se establece


una regla específica respecto de esta materia, puesto que, conforme con el artículo
21 de su Ley Orgánica 4, estos se rigen por las reglas del Estatuto Administrativo,
siéndoles aplicable lo antes señalado.

III. Dictamen de la Contraloría General de la República al Respecto

2
Disponible http://bcn.cl/4r4s (Octubre, 2012).
3
Dicho artículo dispone textualmente: “ En el caso a que se refiere la letra f) del artículo anterior, si el
funcionario estimare ilegal una orden deberá representarla por escrito, y si el superior la reitera en igual
forma, aquél deberá cumplirla, quedando exento de toda responsabilidad, la cual recaerá por entero en el
superior que hubiere insistido en la orden. Tanto el funcionario que representare la orden, como el
superior que la reiterare, enviarán copia de las comunicaciones mencionadas a la jefatura superior
correspondiente, dentro de los cinco días siguientes contados desde la fecha de la última de estas
comunicaciones.”.
4
Disponible http://bcn.cl/4qzd (Octubre, 2012).
3

Respecto de esta materia, la Contraloría ha sostenido que “La representación


prevista en el artículo 62 consagra el principio de la obediencia reflexiva, según el
cual el empleado que estimare ilegal una orden está obligado a representarla por
escrito […].
Las exigencias formales [de la representación] están constituidas por el
procedimiento de representación y reiteración escrita de la orden […].
Las exigencias de fondo están configuradas por la justificación jurídica de los hechos
producidos y la razonabilidad de las actitudes asumidas por el superior o el
inferior.”5.

5
Dictamen Nº 19.319 de 1968.

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