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FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
Cátedra de Endodoncia
Prof. Dra. Irene Lorenzo
Montevideo- Uruguay
Mayo 2012
1
SUMARIO
1 REGIÓN APICAL ..........................................................................................................3
1.1 Evolución del ápice ..............................................................................................3
2 CONSIDERACIONES ANATÓMICAS E HISTOLÓGICAS...............................4
3 TEJIDOS QUE CONFORMAN LA ZONA APICAL ..............................................6
3.1 Cemento apical......................................................................................................6
3.1.1 Aposición de cemento ......................................................................................7
3.1.2 Reabsorción de cemento ..................................................................................7
3.2 Ligamento periodontal ........................................................................................9
3.3 Hueso alveolar ....................................................................................................10
3.4 Dentina apical......................................................................................................10
3.5 Pulpa apical .........................................................................................................10
3.6 Diferencias entre pulpa y periodonto..............................................................10
4 ANATOMÍA APICAL.................................................................................................11
4.1 Unión cemento dentina......................................................................................12
4.2 Constricción apical .............................................................................................13
4.3 Foramen apical....................................................................................................14
4.3.1 Forma del foramen..........................................................................................15
4.3.2 Diámetro del foramen ....................................................................................16
4.3.3 Ubicación del foramen .......................................................................................16
4.3.4 Distancia del foramen al ápice anatómico...................................................16
5 LÍMITE APICAL DE LA PREPARACIÓN..............................................................20
5.1 Dientes con pulpa vital ......................................................................................22
5.2 Dientes con pulpa necrótica ..............................................................................22
5.3 Dientes con pulpa necrótica y foco apical.......................................................22
6 LÍMITE DE LA OBTURACIÓN................................................................................24
7 DETERMINACIÓN DE LA LONGITUD DE TRABAJO ....................................26
7.1 Métodos radiográficos .......................................................................................27
7.2 Métodos eléctricos: Localizadores apicales.....................................................27
7.3 Imagenología .......................................................................................................29
8 CONCLUSIONES ........................................................................................................29
9 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ..........................................................................30
Agradecimientos ...............................................................................................................32
2
CONSIDERACIONES MORFOLÓGICAS DEL ÁPICE RADICULAR
VINCULADAS A LA CLÍNICA. LÍMITE APICAL.
El tercio apical es la zona de mayor relevancia para el éxito del tratamiento
endodóntico y es donde se ubica el límite de la instrumentación y obturación para
evitar lesionar los tejidos periapicales. A partir de este concepto se realizó una
revisión sobre los tipos de tejidos que conforman el tercio apical, así como las
diferentes variantes histológicas y anatómicas que se pueden encontrar. Se tuvieron
en cuenta los aspectos radiográficos y/o patológicos del área apical que pudieran
influir en la búsqueda de la longitud de trabajo o límite de la preparación.
1 REGIÓN APICAL
La región apical es considerada una zona compleja debido a los distintos tejidos que
se involucran en su formación. Es el sector que más preocupa conocer y dominar
desde el punto de vista terapéutico.
La formación radicular es consecuencia de la proliferación de la vaina de Hertwig
que actúa de modeladora, a medida que se va depositando la matriz dentinaria
elaborada por los odontoblastos.
A medida que la raíz se va formando, la vaina de Hertwig involuciona por un
proceso regresivo. Cuando el diente comienza su erupción, se han formado las 2/3
partes de la raíz. El ápice radicular se presenta abierto en forma de embudo y en su
interior se encuentra la invaginación del tejido periodontal. Con la edad, el foramen
apical comienza a estrecharse a expensas de la deposición de cemento, pero siempre
permitiendo el pasaje de vasos y nervios al interior del conducto. Alrededor de los 3
años se completa el cierre apical (calcificación) (Fig. 1).
3
D. Ápice cerrado, existiendo un mínimo contacto entre pulpa y periodonto a
través del sistema vásculonervioso (Fig.2).
A B C D
4
Fig. 3: Corte que muestra un foramen amplio. Fig. 4: Presencia de un delta apical. Cátedra
Cátedra de Histología FO (UdelaR) de Histología FO (UdelaR)
5
A. La dentina rodea el conducto, y por fuera de ésta, se ubica el cemento que
aumenta de espesor con la edad.
B. El foramen apical es obliterado por cemento con pequeños orificios de salida.
C. El periodonto se invagina dentro del conducto, observándose una capa de
cemento intracanalicular, por fuera dentina y por último una capa externa de
cemento (Fig. 7).
A B C
6
En el tercio apical solo se encuentra cemento secundario o celular, más irregular que
el cemento primario, aumentando de espesor con la edad y a mayor sobrecarga
funcional.
El espesor de cemento en la zona apical varía de 189 μm a 585 μm. En el tercio
medio es menor de 72 μm a 238 μm mientras que en el tercio cervical oscila entre 54
μm y128 μm. (5) Estos autores observaron que el grosor de este tejido en el tercio
apical, aumenta con la edad, pudiendo llegar a triplicarse en pacientes mayores. Más
adelante se verá, como influye el aumento de espesor en la determinación de la
longitud de trabajo.
7
La reabsorción iatrogénica es debida al desplazamiento ortodóncico al ejercer una
presión excesiva sobre el diente; y se observa radiograficamente como una
reabsorción horizontal (Figs. 10 y 11).
Fig. 12: Área apical de premolar inferior. Se observa una marcada reabsorción cementodentinaria.
8
erradicado por las defensas del huésped, siendo muy resistentes al tratamiento
endodóntico.
El grado de reabsorción dependerá de la patogenicidad, cantidad y virulencia de los
gérmenes presentes y de la respuesta defensiva del organismo
Las reabsorciones y aposiciones de cemento inducen cambios morfológicos en el
ápice, provocando alteraciones de su forma original.
Brau Aguadé (1991) (9) observó en 156 piezas dentarias extraídas, que un 34,5%
presentaban ápices en punta, quizá por las continuas aposiciones de cemento que
van alterando su forma. Cuando en la práctica se encuentran estos casos, se tendrá la
precaución de no debilitar las paredes al instrumentar, creando microfisuras de los
tejidos duros (cemento y dentina), lo que provocaría mayor esfuerzo por parte de los
tejidos periapicales para reparar la zona. En estos casos al realizar la preparación
puede estar indicado utilizar la técnica telescópica o step back para conductos rectos
(Fig 13).
9
3.3 Hueso alveolar
El hueso alveolar, de origen ectomesenquimático, presenta una matriz fibrosa de
colágeno y células: osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Es un tejido que sufre
constantemente cambios metabólicos de reabsorción y aposición. Normalmente,
próximo al ápice, el hueso se reabsorbe más que el cemento. Durante el proceso
inflamatorio de los tejidos perirradiculares, la reabsorción está acentuada.
10
Para Grove 1930, citado por Azabal, (1993) (12) el tejido que ocupa el final del
conducto, (cono cementario) no correspondería llamarlo muñón pulpar, pues no
presenta odontoblastos, por ello en esa zona del conducto no se forma dentina, sino
cemento. En el tratamiento se evitará tocar este tejido rico en fibras y otros
elementos, ya que tiene gran capacidad de promover la reparación y el cierre
biológico del foramen a partir de tejidos duros (Fig. 14).
Fig. 14: Cono cementario ocupado por periodonto. Cátedra de Histología FO (UdelaR)
4 ANATOMÍA APICAL
A principios del siglo XX, los conocimientos de la anatomía radicular eran muy
pobres, se creía que el conducto era un único cono que terminaba en el ápice
radiográfico (Fig. 15 A).
A B C
Fig.15: Forma del conducto. A: Creencia equivocada. B: Pacientes jóvenes y C: Pacientes mayores
según Kuttler 1955.
11
Fig 16: 1- Ápice anatómico; 2- Centro del foramen; 3- Distancia del ápice anatómico al
centro del foramen; 4- Diámetro del foramen; 5- Distancia entre el centro del
foramen y la parte más estrecha del conducto; 6- Diámetro del conducto a la altura
de la unión cemento dentina; 7- Grosor del cemento del lado izquierdo del
conducto; 8- Grosor del cemento del lado derecho del conducto.
12
Fig. 17: Diferentes niveles de la unión cemento dentina Fig. 18: Límite cemento dentina desarrollado en un plano
13
apical deba realizarse con una lima de mayor diámetro de la usada hasta el
momento.
Estudios de Peters, Laib, Rüegsegger & Barbakow (2002) (22) utilizando tomografía
computada, determinaron un modelo tridimensional del sistema de conductos que
permite medir en forma precisa, su volumen, área y tamaño. Ellos observaron en
molares superiores el diámetro del conducto a 0,5 mm del ápice. Para el conducto
mesiovestibular correspondió a 188 ± 5 μm, el conducto distovestibular: 174 ± 12 μm
y el palatino 318 ± 23 μm. Es importante este concepto a la hora de seleccionar la
lima maestra para lograr una correcta limpieza del conducto.
La correlación entre el diámetro del instrumento y el diámetro del conducto varía
debido a la forma del conducto. Esto dificulta la limpieza, conformación y
obturación de aquellos conductos con sección apical oval (18, 19)
Dummer, Mc Ginn & Rees (1984) (23) describieron diferentes tipos de constricción:
A. Simple
B. Cónica afinándose hacia el ápice
C. Múltiple
D. De trayecto extenso (El autor la llama constricción paralela)
A B C D
14
entre 1 y 16 foraminas ubicadas a distintas distancias del ápice anatómico. Esto
determina clínicamente, la importancia de realizar: a) una correcta limpieza con
irrigantes y quelantes para abarcar zonas inaccesibles a los instrumentos (conductos
laterales y deltas apicales); b) una obturación hermética, sellando esas puertas de
entrada mediante técnicas plastificadas y/o cementos de alto corrimiento.
Otros estudios (Morfis, Sylaras, Georgopoulou, Kernani & Prountzos 1994) (25),
encontraron más de un foramen principal en todos los dientes excepto en la raíz
palatina de molares superiores y raíz distal de molares inferiores. También
observaron en 24,1% de premolares superiores y 26% de incisivos superiores, la
ausencia de foramen principal. El porcentaje más alto de forámenes principales
múltiples lo hallaron en raíces mesiales de molares inferiores (50%), premolares
superiores (48,3%) y raíz mesiovestibular de molares superiores (41,7%). Los
premolares superiores presentaron mayor número de forámenes accesorios, con un
tamaño medio de 53,4 μm, así como una anatomía apical muy compleja.
Para el estudio del foramen, se consideran diferentes aspectos: su forma, diámetro,
ubicación y distancia al ápice radiográfico.
En dientes jóvenes el conducto principal y su foramen apical son amplios. A medida
que se deposita dentina, va disminuyendo la luz del conducto y el foramen se
estrecha. Factores como la edad, la erupción pasiva, presiones de la lengua,
movimientos fisiológicos del diente en dirección mesial, provocan la formación de
cemento determinando que el foramen presente una forma y ubicación variable con
respecto al ápice anatómico (26).
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4.3.2 Diámetro del foramen
Los diámetros del foramen pueden ser variables (27):
De 100 a 300 μm 70,97%
De 400 a 600 μm 16,13%
De 900 a 1500 μm 6,40%
De 1500 a 2500 μm 6,45%
Para Kuttler (1955) (13), el diámetro promedio correspondió a: 502 μm en jóvenes, y
681 μm en adultos.
Las investigaciones de Green (1956) (28), dieron como resultado que el diámetro más
estrecho correspondía a los incisivos, caninos y segundos premolares inferiores (0,30
mm. = 300 μm), y el más amplio a la raíz distal de los molares inferiores (0,65 mm. =
650 μm).
En otros trabajos (25) se observaron variaciones de diámetro que oscilaron entre 210
μm en premolares superiores y 392 μm en raíces distales de molares inferiores.
16
Langeland (1971) (30), describe 3 situaciones típicas de terminación del conducto:
Conducto recto que termina en el ápice.
Conducto curvo, acompañando la forma de la raíz, que termina un poco antes
del ápice radiográfico
Conducto recto que termina antes del ápice radiográfico (Fig. 22).
Kuttler (1955) (13) demostró que el foramen no coincidía con el ápice anatómico en
un 68% en jóvenes y un 80% en adultos.
En 1995 Gutiérrez & Aguayo (24) realizaron un estudio con microscopio electrónico
de barrido en 140 dientes permanentes extraídos, encontrando que todos los
conductos se desviaban del eje longitudinal de sus raíces y que la distancia del
foramen al ápice variaba significativamente de 200 μm a 380 μm.
Dummer, Mc Ginn & Rees (1984) (23) observaron 270 dientes y realizaron
mediciones de la distancia ápice-foramen y ápice-constricción, sacando medidas
promedio. Ellos advirtieron que la distancia del foramen al ápice en dientes
anteriores correspondía a 380 μm, semejante a lo hallazgos de Chapman (1969)
citado por el mismo autor. La distancia es mayor en dientes posteriores y aumenta
también con la edad debido a la deposición de cemento.
La distancia del foramen principal al ápice anatómico nunca fue mayor de 1 mm. La
mayor distancia se observó en incisivos inferiores (978 μm), en raíz distal de molares
inferiores (818 μm) y en premolares superiores (816 μm) (25).
Green (1960) (32), en sus estudios microscópicos de 700 ápices de multirradiculares
observó que un 50% de los forámenes se ubicaban en posiciones excéntricas con una
desviación de hasta 2 mm del ápice radiográfico, mientras que las foraminas se
ubicaban a mayor distancia, dependiendo de cada pieza dentaria.
En la Fig. 23 se observa la desviación del conducto distal, ubicándose el foramen
lateralmente.
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Fig. 23: Desviación del conducto hacia distal.
Un factor a considerar son las fuerzas oclusales que reciben las piezas dentarias. Las
mayores cargas las absorben las raíces mesiovestibulares de molares superiores y
ambas raíces de molares inferiores. Por ello hay mayor deposición de cemento en
estas piezas, como respuesta de adaptación a los estímulos funcionales y fisiológicos,
lo que produce una mayor desviación del foramen. (Blaskovit-Subat, Maricic &
Sutalo, 1992) (31).
Para demostrar el grado de complejidad del tercio apical, Langeland (1971) (30),
realizó cortes transversales micrométricos de raíces dentarias, observando que los
conductos no siempre coincidían con el ápice anatómico (Fig 24).
Fig. 24: Cortes seriados del tercio apical. A) Ausencia de conducto en el corte más apical.
B) Dos conductos que terminan en forma lateral. C) Terminación de un conducto
menor más cerca del ápice, el conducto principal termina en forma lateral.
Presencia de conducto lateral D) Presencia de dos conductos. E) División de
conductos. F) Conducto asimétrico en un corte más coronario.
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no termina en el ápice anatómico. En el segundo corte, la flecha señala la salida
lateral del mismo.
Fig. 25: Conductos laterales observados Fig.26: Salida lateral del conducto observada
con Lupa Estereoscópica en un con Lupa Estereoscópica en cortes
corte transversal transversales
Distancia > 2 mm
Ápice
Figs. 27 y 28: Corte apical de premolar superior. Distancia del foramen al ápice, mayor a 2 mm.
(Observación con Lupa Estereoscópica)
Figs. 29 y 30: Terminación lateral del conducto. (Observación con Lupa Estereoscópica)
19
Cuando en la lectura radiográfica, se observa que el conducto desaparece cerca del
ápice, puede estar indicando la existencia de una desviación a vestibular o lingual
(Laurichesse, Chapelle & Griveau, 1977) (33) (Figs. 31 y 32).
Fig. 31: Imagen frontal del conducto que Fig. 32: Conducto del premolar inferior
corresponde a la salida vestibular con salida a vestibular
o lingual del mismo
ElAyouti, Weiger & Last, (2001) (34), realizaron un estudio sobre 91 dientes
extraídos, hallando la longitud de trabajo por medio de la radiografía. Encontraron
que el 51% de los premolares y el 22% de los molares que habían sido preparados
entre 0 y 2 mm del ápice radiográfico, estaban sobreinstrumentados
accidentalmente. Estas observaciones no se encontraron en piezas anteriores.
La sobreinstrumentación provoca un aumento del diámetro del foramen, impulsión
de restos pulpares, limallas dentinarias, y sobreobturación, pudiendo causar una
respuesta inflamatoria persistente y dolor post operatorio, que disminuye el
porcentaje de éxito (14). De aquí se deduce, que pueden existir errores cuando se
calcula la longitud de trabajo, tomando como referencia anatómica del foramen el
ápice radiográfico.
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Palmer et al (1971), citados por Weine (1997) (10), demostraron en estudios sobre 40
dientes, que cuando la lima se ubicaba en el ápice radiográfico, en un 50 %, el
instrumento sobrepasaba el foramen uno o más milímetros. La sobreinstrumentación
y la sobreobturación disminuyen las probabilidades de éxito, y aumentan el dolor
postoperatorio.
Fig. 34
Langeland (1996) citado por Ricucci (1998) (14), toma la constricción apical como
punto ideal para la preparación y obturación, independiente del tejido que esté
presente (dentina, cemento o ambos). Para ello recomienda realizar una buena
lectura radiográfica, conocer la anatomía normal con sus posibles variaciones, tener
en cuenta la sensación táctil llegando a la zona más estrecha, y por último colocar
dentro del conducto un cono de papel, retirarlo, y observar la punta del cono. Si se
encuentra teñida con sangre, se sospechará sobreinstrumentación, y habrá que
corroborar con una nueva medida. Este autor no considera el diagnóstico de la pieza
ni la presencia de lesión apical para la localización del límite de trabajo,
demostrando histológicamente, que puede haber vitalidad pulpar en la zona apical y
conductos laterales aún en presencia de radiolucidez.
Walton & Torabinejad (1991) (26), Brau Aguadé (1991) (9), opinan que el límite de la
preparación depende de las circunstancias de cada diente. De acuerdo a este
concepto, habrá que conocer la configuración anatómica con sus diferencias, la
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longitud aproximada de las raíces, preveer la salida del conducto y obtener un
diagnóstico pulpar y periapical preciso.
Existen diferentes tendencias de los autores con respecto al largo de la preparación
según el diagnóstico:
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radiográfico, si se observa reabsorción ósea, a 1,5 mm, y si ésta se acompaña de
reabsorción cementaria a 2 mm (Fig. 35).
Por el contrario, Leonardo & Leal (1994) (41), en gangrenas con lesiones periapicales
consideran que siempre existe reabsorción de cemento, y preparan el conducto más
próximo al ápice radiográfico, aproximadamente a 1 mm.
Las reabsorciones a nivel de cemento y dentina, provocan deformaciones en forma
de cráteres biselados que no siempre se visualizan en la radiografía. (Tagger 1980,
Weine 1972, citado por Herrero et al. 1993 (42) Esto provoca la exposición de los
túbulos dentinarios, favoreciendo la penetración de las bacterias y sus toxinas.
Según Ingle (2004) (43) la reabsorción apical externa puede presentarse de diferentes
formas:
a) “Como una reabsorción oblicua” (en pico de flauta)
b) “Con aspecto de un árbol roído por un castor” (reabsorción en ambas paredes
laterales)
c) “Con forma de copa” (forma de cráter) (Fig36).
a b c
Fig. 36: Diferentes formas de presentarse la reabsorción apical externa.
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dentina sana. Si existe dolor o sangrado, se restan uno o dos milímetros, y se
corrobora con una nueva radiografía.
El objetivo en el tratamiento es limpiar todo el conducto dentinario, formando una
matriz apical en dentina que impida el pasaje de los materiales de obturación al
periápice.
En las radiografías de la Fig. 37 se observa un caso clínico de reabsorción muy severa
en la raíz distal, donde se percibe un borde radicular irregular de límites indefinidos
difícil de lograr el stop apical. Se realizó la preparación biomecánica en un punto
donde no existiera dolor ni sangrado, y se mantuvo por 15 días con pasta alcalina
como medicación. Previo a la obturación con cemento y conos de gutapercha se
colocó pasta lentamente reabsorbible para formar una matriz apical.
A) B)
C) D)
Fig. 37: Molar 4.6 con reabsorción externa de la raíz distal. A) Rx inicial. B) Presencia de
dos fístulas, una mesial y otra distal. Se realizó la fistulografía observando que
los dos conos de gutapercha se dirigen a la raíz distal. C) Conductometría. D)
Obturación
6 LÍMITE DE LA OBTURACIÓN
Es importante respetar el límite de la preparación biomecánica, obturando hasta ese
nivel, con la finalidad de lograr un cierre apical hermético, con materiales que
estimulen el proceso biológico de reparación.
Estudios de Ricucci y Langeland (1998) (44) mostraron obturaciones aparentemente
correctas desde el punto de vista radiográfico, que al ser analizadas en las
apicectomías correspondieron a sobreobturaciones, quizás debido a las limitaciones
radiográficas que solo muestran dos planos. (Fig 38)
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Las investigaciones actuales señalan que en piezas vitales, los mayores éxitos se
logran cuando las preparaciones y obturaciones se encuentran dentro del conducto
dentinario, evitando lesionar los tejidos periapicales.
Fig. 38: Obturación dentro del conducto dentinario, sin embargo en la observación
con Lupa Estereoscópica se observa sobreobturación
Sjögren et al. (1990) (37), evaluaron durante 8 y 10 años, 365 tratamientos de dientes
con necrosis y lesión apical concluyendo que el mayor porcentaje de éxito (94%), se
encontraba en las obturaciones ubicadas entre 0 y 2 mm del ápice radiográfico,
disminuyendo a un 76% en sobreobturaciones, y 68% en obturaciones más cortas de
2 mm.
Las obturaciones hasta el ápice radiográfico son consideradas sobreobturaciones. A
pesar de ello, se han visto reparaciones lo que estaría indicando el grado de
tolerancia de los tejidos periodontales a los materiales de obturación. Alonso &
Añaña (2008) (45), reportaron un caso de reparación de una obturación a ras. El corte
histológico observado en el microscopio mostró la presencia de neocemento sobre el
cono de gutapercha.
Existen diferencias entre sobreobturación, donde se logra un buen sellado apical, y
sobreextensión, en el cual, el material de obturación pasa a los tejidos periapicales
sin lograr un cierre hermético. Cualquiera sea el caso, habrá que evitarlo, o
25
enmendar el error. Para ello se desobtura, se prepara una tope apical en el límite
correcto, y se vuelve a obturar. Si el remanente dentinario no permite su
ensanchamiento, habrá que preparar un stop apical, colocando una matriz a base de
pastas alcalinas, antiséptcas o MTA.
Las obturaciones cortas pueden ser consideradas como un fracaso potencial, ya sea
por los espacios vacíos que pueden actuar como posible fuente de irritantes, como
por la presencia de conductos secundarios y accesorios sin obturar, que funcionan
como vías de contaminación. Siempre se intentará su búsqueda, su limpieza, con
irrigantes y quelantes y su obturación (Fig.40), logrando mejores resultados con
técnicas de gutapercha termoplastificada.
26
7.1 Métodos radiográficos
Si bien no existe ningún método que sea 100% seguro en cuanto a la ubicación de la
constricción y el foramen apical, el más utilizado para obtener la longitud de trabajo
es el método radiográfico.
Surgieron métodos como el de Bregman, que aplican fórmulas matemáticas para
calcular la longitud de trabajo a partir de una radiografía con un instrumento
colocado a una medida predeterminada.
Para ello se coloca dentro del conducto, una lima medida en 10 mm, longitud real
del instrumento (LRI), y se toma una radiografía. Luego se mide en la placa la
longitud aparente del diente (LAD) y la longitud aparente del instrumento (LAI).
Con estos datos se obtiene la longitud real del diente (LRD)
LRI x LAD
LRD = --------------------
LAI
27
Los primeros localizadores presentaban algunas dificultades: la presencia de
humedad o restos tisulares en el interior del conducto alteraban los resultados.
Los de segunda generación aparecidos en los años 80 se basaban en un postulado
físico diferente al de Sunada, no usaban corriente continua, sino alterna, evaluando
de esta manera la impedancia y no la resistencia eléctrica.
En los años 90 aparecen en el mercado los sistemas de tercera generación los cuales a
diferencia de los anteriores calculan la relación de las impedancias para 2 diferentes
frecuencias permitiendo la localización del foramen tanto en conductos secos como
húmedos por sangre, exudados o irritantes. Algunas marcas comerciales son: el Root
ZX ( Morita), el Propex (Dentsply), Nov Apex (Romibras), Romiapex (Romidan),
Raypex y otros. (Fig. 41)
Estos aparatos constan de 2 polos, uno correspondiente al gancho labial, ubicado en
el vestíbulo, y otro polo que se prende de la lima que será introducida dentro del
conducto, así se cierra el circuito.
Existe una gran variedad de aparatos, y la mayoría, presentan un visor que indica a
que altura se ubica la lima a medida que va deslizándose dentro del conducto.
Pueden presentar un indicador sónico (Propex) que permite monitorear la
progresión de la lima. Cuando ésta llega al foramen, medida 0, emite un tono
continuo. Si se sobrepasa este límite, se enciende una luz roja acompañada del
sonido en señal de alarma, que indica que el instrumento ha pasado a los tejidos
periapicales. De la medida 0 se debe restar 1 mm.
28
Son muy útiles en pacientes embarazadas para reducir la exposición de radiación, en
aquellos pacientes que no toleran la radiografía por reflejo nauseoso, o con
enfermedades de Parkinson que no pueden mantener la placa en su sitio. También
en casos donde la anatomía no permite interpretar correctamente la imagen
radiográfica, ya sea por la superposición del proceso malar, el arco cigomático, o
excesiva densidad ósea.
7.3 Imagenología
Actualmente se cuenta con la radiografía digital como la radiovisiografía, y la
tomografía computada.
La Radiografía digital es un sistema que utiliza una unidad convencional de rayos X
y un microprocesador. Posee un dispositivo de carga dentro de un sensor intraoral
que produce una imagen digital inmediata en un monitor. El porcentaje de radiación
es menor a la utilizada con la radiografía convencional.
La ventaja de su uso consiste en la posibilidad de modificar el contraste de la imagen
para poder interpretar mejor los detalles, la rapidez en su obtención, la menor
radiación del paciente, ahorro de tiempo, y permite almacenar en forma inmediata,
los datos en una computadora.
La tomografía computada es una imagen producida por un computador que
procesa la información obtenida al pasar los rayos X a través de un área anatómica.
Se obtiene una imagen tridimensional a partir de finos cortes del objeto a estudiar,
en este caso del diente, sin superposición de estructuras anatómicas, ni distorsiones
como en la radiografía convencional.
Tiene muchas aplicaciones en Endodoncia; y sin duda sería el examen más exacto
para ubicar el foramen apical. Pero este recurso no es un examen de rutina por el
costo y la radiación.
8 CONCLUSIONES
El límite apical en la instrumentación del sistema de conductos radiculares es uno de
los temas más discutidos en la terapia endodóntica.
Al querer hallar la longitud de trabajo se tendrán en cuenta varios factores:
A. La lectura e interpretación radiográfica auxiliándonos con lupas.
B. La obtención de diferentes enfoques que complementen la radiografía
ortorradial.
C. El conocimiento de las estructuras apicales, desde el punto de vista
histológico y morfológico, que se refiere a:
1) La distancia foramen- ápice: ésta es variable de una raíz a otra, ubicándose en
ocasiones hasta 3 mm del ápice.
2) La unión cemento dentina: es irregular pudiendo presentarse en diferentes
niveles en las paredes del conducto.
29
3) La constricción apical: es una referencia morfológica que no siempre coincide
con el límite C-D, ubicándose entre 1 y 2 mm del ápice radiográfico.
4) El foramen: podrá ubicarse en M, D, V, o L. Cuando lo hace en las caras V o
L, no se percibe en la radiografía. En estos casos se procederá con reserva
observando si existe sintomatología.
Actualmente el uso de los localizadores apicales permite obtener medidas más
certeras, evitando sobreinstrumentaciones cuando no se visualiza el ápice, cuando
existen marcadas reabsorciones con desaparición de la constricción, o cuando se
interpone alguna estructura anatómica. Este método se debe complementar con la
radiografía.
Por último, hoy día se cuenta con otros recursos como la radiografía digital y la
tomografía que ayudan a dilucidar casos complejos.
9 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Pucci FM, Reig R.: “Conductos radiculares”1ª ed. Montevideo: Médico Quirúrgica;
1944. Tomo 1. Cap 2, pág. 40-143
2. Maisto OA, Capurro MA, Maresca BM.: “Endodoncia”. 1ª ed. Buenos Aires: Mundi;
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Las figuras 2 y 35 se extrajeron de Perrone JR.: Manual de Endodoncia. 1ª ed.
Montevideo: Librería médica editorial; 1989. Cap. 20, pág 212 y Cap. 18, pág. 199
Agradecimientos
A los Dres. Irene Lorenzo, María Elia Alonso y Álvaro Maglia por su valiosa
colaboración y el tiempo dedicado a la corrección de este escrito.
A la Dra. Graciela Duarte por la colaboración en la búsqueda de imágenes.
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