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OSTEOLOGÍA

Es un armazón de consistencia dura que soporta y protege los tejidos blandos de


los animales. El esqueleto sirve de base a los otros órganos o estructuras del
cuerpo, ya que por una parte permite la inserción de los músculos, y por otra
forma cavidades como la craneana, orbitaria, nasal, torácica y pelviana, donde se
alojan órganos delicados.

DIVISIÓN DEL ESQUELETO

a) ESQUELETO AXIL (AXIAL): Columna vertebral, Costillas, Esternón, Cráneo


o Calavera.

b) ESQUELETO APENDICULAR: Huesos de los miembros torácico, Huesos


de los miembros pelvianos

c) ESQUELETO ESPLÁCNICO O VISCERAL: Son aquellos huesos que se


desarrollan en el parénquima de algunos órganos blandos: Hueso del pene
del perro, Hueso del corazón del bovino viejo, Hueso del hocico del cerdo
(labio superior)

NÚMERO Y DIVISION DE LOS HUESOS

Huesos: Son órganos blanquecinos muy irrigados, inervados y activos


metabólicamente, cumplen funciones de sostén y puntos de inserción de masas
musculares, forman palancas articuladas que permiten el accionar muscular,
forman cavidades de protección a órganos vitales, contienen la médula ósea en la
cavidad medular o entre las trabéculas del hueso esponjoso, la cual produce
constantemente células de la serie roja y blanca de la sangre, es reservorio de
minerales como el calcio

El número de huesos del esqueleto de un animal varía según la edad, ya que


existe durante el crecimiento una fusión de elementos óseos que están separados
en el periodo fetal o en el animal joven.

En los animales adultos también se puede presentar variaciones numéricas; el


tarso del caballo puede variar de seis a siete, lo mismo ocurre en el carpo. Según
la forma y función, los huesos se dividen en cuatro grupos: Largos, planos, cortos
e irregulares.

Huesos largos: Son típicamente alongados, de forma cilíndrica y de extremidades


ensanchadas, la longitud predomina sobre la anchura y el grosor. Estos huesos se
encuentran en los miembros torácicos y pélvicos, actuando de columna, sostén y
palanca. La parte central del hueso largo se llama cuerpo o diáfisis, es tubular y
comprende la cavidad medular (dónde se aloja la médula ósea), en tanto que las
partes extremas se llaman epífisis (epífisis distal y proximal) Ejemplo: Fémur, tibia,
radio y húmero.

Huesos planos: Predominan dos dimensiones, la longitud y la anchura; el grosor


es reducido, se localizan en el techo y paredes laterales de la cavidad craneal y
forman la mayor parte de la cara. En éste grupo también se incluye la escápula. La
función es la de proteger los órganos blandos que se encuentran en las cavidades
que limitan.

Huesos cortos: Presentan dimensiones similares en longitud, anchura y grosor.


Se encuentran formando las articulaciones del carpo y tarso, su función parece
consistir en amortiguar los choques y reducir los roces. Los huesos sesamoideos
que se desarrollan en las cápsulas de algunas articulaciones o en los tendones,
están incluidos en este grupo, estos huesos pueden cambiar la dirección de los
tendones. La rótula o patela, es el mayor de los sesamoideos.

Huesos irregulares: Como su nombre lo indica presenta forma irregular, son


impares y están situados en la línea medía constituyendo la columna vertebral y
los huesos de la base del cráneo. Estos últimos son: El occipital, esfenoides y
etmoides. Sus funciones son variables pero no especializadas, protegen los
órganos blandos, sostienen y prestan inserción musculares. La columna vertebral
forma en canal vertebral que aloja y protege a la médula espinal y sus
membranas.

La anterior clasificación, no es totalmente satisfactoria, pues algunos huesos como


las costillas no están claramente agrupados y otros pueden ubicarse en distintos
grupos.

ESTRUCTURA MACROSCÓPICA DE LOS HUESOS

En los huesos largos al ser divididos en secciones longitudinales o transversales


se puede observar en ellos, de la parte superficial a la profunda, lo siguiente:
Periostio, sustancia compacta, sustancia esponjosa (confinada hacia las epífisis)
endostio, médula ósea.

Periostio: Es la membrana que reviste la


superficie externa de los huesos con
excepción de las cubiertas con cartílagos
articulares, costa de una capa externa de
tejido fibrosos de protección, la cual varia
de grosor y por lo general es más gruesa en
los lugares muy expuestos. La capa interna
es de tejido conectivo especializado, posee
gran potencia osteogénica durante el
crecimiento pero después queda muy
reducido.
Sustancia compacta: Es una capa de tejido denso más grueso en aquellas zonas
donde el hueso está sometido a mayores esfuerzos, sobre todo en el punto medio
de la diáfisis. Esta sustancia es más delgada hacia las epífisis.

Sustancia esponjosa: Está formada por tejido óseo más liviano, menos duro que
la sustancia compacta. Posee finas laminillas y espículas que se entrecruzan en
diferentes direcciones. Los espacios existentes
entre las laminillas se encuentran ocupados
por la medula ósea y se denominan espacios
medulares, esta sustancia forma la parte
principal de los huesos cortos y se orienta
hacia las extremidades de los largos, pero en
estos últimos no está completamente
confinada a las extremidades sino que se
extiende a una distancia variable de las
epífisis.

Endostio: Es una membrana fibrosa delgada


que recubre la cavidad medular y los canales
de Havers.

Medula ósea: Ocupa la cavidad medular de la


diáfisis y los espacios medulares de la
sustancia esponjosa de las epífisis.

Hay dos variedades de médula ósea: Roja y amarilla. En los animales jóvenes
solo hay medula roja, pero después es reemplazada en la cavidad medular por la
medula amarilla que contiene tejido adiposo e infiltración de grasa.

La medula ósea persiste en el esternón, siendo este el lugar conveniente para las
funciones exploratorias y tomas de muestra.

ESTRUCTURA DE LOS HUESOS

Los huesos planos de la cavidad craneana y


de sus regiones laterales se componen de una
capa externa de sustancia compacta ordinaria
llamada lámina externa, y de una capa interna
de hueso muy denso llamada lámina interna o
tabla vítrea.

Entre ambas existe una acumulación variable


de tejido óseo esponjoso llamado Díploe.

Huesos papiráceos: Los huesos papiráceos se caracterizan por ser láminas


óseas muy delgadas y enrolladas sobre sí mismas recordando a un papiro, son
estructuras delicadas y se observan exclusivamente en las cavidades nasales Ej.
Cornetes nasales.

Huesos cortos e irregulares: Están compuestos por tejido esponjoso. Rodeado


de tejido o sustancia compacta. Ej. Vértebras, huesos sesamoideos.

IRRIGACION E INERVACIÓN DE LOS HUESOS:

Los huesos poseen gran cantidad de vasos sanguíneos, la alimentación está dada
por dos clases de arterias: Periósticas y medulares. Las primeras se ramifican por
el periostio, emitiendo gran cantidad de vasos pequeños que entran por los
canales de Volkmann y a los canales de Havers, de la sustancia compacta.

En los huesos largos las arterias medulares, también llamada nutricias penetran
por el agujero nutricio, ramificándose en la medula ósea.

La circulación de retorno está dada por las venas y emplea el mismo camino que
el de entrada de las arterias. Las grandes venas no acompañan las arterias, sino
que emergen cerca de la superficie articular. Estas venas carecen de válvulas

Vasos linfáticos: Forma canales peri vasculares en el periostio a partir del cual
derivan vasos más importantes, que generalmente acompañan a las venas
Fibras nerviosas: Los nervios acompañan a los vaso sanguíneos de los huesos,
algunos son vasomotores (regulan el calibre de los vasos sanguíneos), y otros son
sensoriales y se ramifican en el periostio, este es extremadamente susceptible al
dolor.

DESARROLLO Y CRECIMIENTO DE LOS HUESOS

El primitivo esqueleto embrionario está formado de cartílago y tejido fibroso del


cual se desarrolla el hueso, el proceso por el cual estos tejidos se transforman en
huesos, se denomina osificación u osteogénesis, y es realizado esencialmente por
unas células productoras de hueso, llamadas osteoblastos.

Los huesos que se forman a partir de tejidos fibrosos son los membranosos, son
planos y se encuentran en: Cara, techo y paredes laterales de cráneo. Estos
huesos (Nasal, lagrimal, frontal, maxilar), presentan un tipo de osificación llamada
intramembranosa o dérmica.

Los huesos que se forman a partir de cartílago se denominan cartilaginosos y


comprenden la mayoría de los huesos del esqueleto y los huesos de la base del
cráneo (Occipital – esfenoides – etmoides) estos huesos presentan un tipo de
osificación llamada endocondral o cartilaginosa.

Osificación intramembranosa o dérmica: Es la forma más simple de formación


ósea. Comienza desde un núcleo de osificación, a partir del cual van emigrando
los osteoblastos y depositando tejido óseo, este proceso se extiende hasta la
periferia del futuro hueso, formando una red trabecular ósea separándose del
hueso adyacente por un tejido fibroso persistente. La parte superficial del tejido
originario se convierte en periostio y en la cara profunda de este tejido los
osteoblastos forman capas sucesivas de hueso, hasta que la estructura alcance su
longitud y anchura llegando la osificación a invadir huesos adyacentes, quedando
estos unidos firmemente a lo que se llama Sinostosis o Anquilosis. Ejemplo de
huesos de osificación intramembranosa: Frontal, nasal, maxilar.

Osificación endocondral:
Este proceso es similar al
anterior, aunque un poco
más complejo; se efectúa
en dos sentidos. En
diámetro y en longitud

La osificación en diámetro
se presenta en los huesos
largos, donde existen 3
núcleos primarios de osificación, uno para la Epífisis proximal, uno para la diáfisis
y otro para la epífisis distal. En las zonas epifisiarias se organizan las superficies
articulares y los accidentes óseos donde se insertaran los músculos y los
ligamentos.

La diáfisis y las epífisis empiezan su osificación a partir del pericondrio, de donde


emigran los osteoblastos formando primero la sustancia compacta y luego la
esponjosa que llana completamente el interior del cuerpo del hueso y sus
extremidades. Posteriormente los osteoblastos fagocitan el tejido óseo esponjoso
de la diáfisis formando la cavidad medular; sin embargo, la sustancia esponjosa de
la epífisis persiste.

Las superficies articulares que quedan dentro de los huesos son de carácter
cartilaginosos, quedando así constituidos los cartílagos articulares.

La osificación en longitud se da porque entra la epífisis y la diáfisis existe un disco


de cartílago llamado cartílago epifisiario (placa epifisiaria). Este presenta dos
caras, una que se une a la epífisis y la otra a la diáfisis; de esta última salen
osteoblastos que se calcifican constantemente en el animal joven, de esta forma el
hueso alcanza su longitud. Cuando este cartílago deja de crecer se osifican la
diáfisis y la epífisis quedando un hueso consolidado y ya no es posible un
aumento ulterior de su longitud.

COMPOSICION QUIMICA DE LOS HUESOS

Los huesos secos están formados por materia orgánica e inorgánica, en una
proporción aproximada de 1:2. La sustancia orgánica le proporciona solidez y
elasticidad, y la inorgánica dureza. Al retirar la materia inorgánica o mineral del
hueso se torna muy flexible, blanda y maleable, pero su forma y dimensiones no
son afectadas. La materia orgánica (Osteína) al hervir produce gelatina, al extraer
esta sustancia, la forma general del hueso no cambia pero si pierde peso y se
torna muy frágil. La dureza del hueso se debe a la disposición de las sales
minerales dentro de la matriz orgánica blanda. La siguiente tabla representa la
composición media, referida al 100% de un hueso equino.

Composición Porcentaje
Gelatina 33,30
Fosfato de calcio 57,35
Carbonato de calcio 3,85
Fosfato de magnesio 2,05
Carbonato y cloruro sódico 3,45

PROPIEDADES FISICAS DE LOS HUESOS

Un hueso fresco tiene color blanco amarillento, cuando se masera o hierve se


hace más blanco. La gravedad específica aproximada del hueso fresco es de 1.9.
El peso de la totalidad de los huesos de un esqueleto, secado al aire libre varía
entre 7 y 8.5% del peso del cuerpo; la mitad de este peso corresponde a los
huesos de las extremidades. El color de estos huesos está determinado por la
cantidad de grasa. En los animales jóvenes y recién nacidos, el color de los
huesos es rojizo, debido a la gran irrigación de sangre. La resistencia de hueso a
la compresión, va desde 1.400 a 3.600 Kilos / cm 2 y a la extensión es de 1.054 a
2.600 Kilo / cm2.

TÉRMINOS DESCRIPTIVOS DE LOS HUESOS

La superficie de los huesos presenta eminencias, depresiones, así como también


perforaciones, las dos primeras pueden ser articulaciones o no.

Eminencias no articulares: Tuberosidad, trocánter, espina, cresta, línea,


epicóndilo.

Eminencias articulares: Cabeza, apófisis, cóndilo, tróclea, faceta, tubérculo.

Depresiones no articulares: Fosa, canal, conducto.

Depresiones articulares: Cavidad glenoidea, cavidad cotiloidea o acetabular,


fóvea, surco.

Perforaciones: Agujeros, senos.

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