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SUPUESTOS DE PARTIDA
En el período t nacen Lt individuos. Como antes, la población crece a una tasa i igual
a n; por tanto, Lt = (1 + n) Lt -1. Como los individuos viven durante dos períodos, en el
momento t hay Lt individuos que se encuentran en el primer período de sus vidas y
además Lt -1= Lt / (1 + n) que están en el segundo. Durante el período de la juventud,
cada individuo suministra una unidad de trabajo y divide la renta laboral resultante
entre el consumo y el ahorro; en el segundo período, el individuo solo consume sus
ahorros y cualquier interés que haya obtenido.
Sean C1t y C2t+1 el consumo de los individuos jóvenes y los viejos, respectivamente,
en el período t; con esta definición, la utilidad que obtiene un individuo nacido en t,
que llamaremos Ut depende de C1t y de C2t+1. Suponemos una vez más que la utilidad
es con aversión relativa al riesgo constante:
𝑐 1𝑡 1−𝜃 1 1−𝜃
𝑐 2𝑡+1 (1)
U= + 𝜃>0 𝑝 > −1
1−𝜃 1+𝑝 1−𝜃´
Si p > 0, los individuos le asignan más peso al consumo del primer período que al del
segundo período; si p < 0, la situación se invierte. El supuesto de que p > -1 garantiza
que el peso asignado al consumo del segundo período sea positivo.
Existe un elevado número de empresas cada una de las cuales obedece la función de
producción Yt = F (Kt, At Lt). Una vez más, F (°) exhibe rendimientos constantes a
escala y satisface las condiciones de Inada; la variable A crece a una tasa exógena g
(de modo que At = [1 + g]At-1). Los mercados son competitivos, de modo que el trabajo
y el capital reciben como remuneración sus respectivos productos marginales, y los
beneficios de las empresas son iguales a cero. Igual que en la primera parte de este
capítulo, no hay depreciación; luego, el tipo de interés real y el salario por unidad de
trabajo efectivo se expresan, como antes, mediante las siguientes ecuaciones r, = f'(kt)
y wt = f(kt)- kt f'(kt). Finalmente, existe un cierto stock inicial de capital, Ko, distribuido
equitativamente entre todos los individuos viejos.
En el período cero, el capital que poseen los viejos y el trabajo que suministran los
jóvenes se combinan para la producción de bienes. El capital y el trabajo reciben en
pago sus respectivos productos marginales. Los viejos consumen tanto los ingresos
derivados del capital como la riqueza de la que ya disponen; a continuación, mueren
y salen del sistema. Los jóvenes dividen los ingresos que obtienen de su trabajo, wt At
entre el consumo y el ahorro y trasladan este último al período siguiente, de modo que
el stock de capital en el período t + 1, es decir, K t+1 es igual al número de individuos
jóvenes en el período t, Lt multiplicado por el ahorro de cada uno de ellos, wt At - C1t.
Este capital se combina con el trabajo provisto por la siguiente generación de
individuos jóvenes, y el proceso vuelve a comenzar.
Al dividir ambos lados de la ecuación entre 1 + rt+1 Y pasar C1t al lado izquierdo,
obtenemos la restricción presupuestaria individual:
1 (3)
C1t + C 2t+1 = At wt
1+ 𝑟 𝑡+1
Esta condición afirma que el valor presente del consumo a lo largo de la vida es igual
a la riqueza inicial (que es cero) más el valor presente de la renta laboral a lo largo de
toda la vida (que es At wt).
Las contribuciones marginales de C1t y C2t+1 a la utilidad a lo largo de toda su vida son
𝑐 −𝜃
1𝑡
−𝜃
y [1 / (1 + p)] 𝑐 2𝑡+1 , respectivamente. De modo que a medida que ∆C Se
aproxima a cero, el coste de utilidad del cambio se aproxima a 𝑐 −𝜃 1𝑡 ∆C y el beneficio
−𝜃
en términos de utilidad se aproxima a [1 / (1 + p)] 𝑐 2𝑡+1 (1 + rt+1) ∆C. Según hemos
descrito poco antes, si el comportamiento es óptimo, el coste de utilidad ha de coincidir
con el beneficio. Así pues, la optimización requiere que se cumpla la ecuación:
1
𝑐 −𝜃
1𝑡 ∆C= 𝑐 −𝜃 2𝑡+1 (1+ rt+1) ∆C (4)
1+𝑝
Dividiendo ambos lados de la ecuación y multiplicando por 𝑐 −𝜃 2𝑡+1 , obtenemos:
O lo que es lo mismo:
La expresión (6) implica que el consumo de los individuos aumentará o disminuirá con
el correr del tiempo dependiendo de si el rendimiento real es mayor o menor que la
tasa de descuento. Una vez más, el valor de “θ” determina la sensibilidad del consumo
individual en respuesta a diferencias entre r y p.
𝑐 1𝑡 1−𝜃 1 1−𝜃
𝑐 1𝑡+1 1
ʆ= + + λ [At wt – (c1t + 𝑐 2𝑡+1 )] (7)
1−𝜃 1+𝑝 1−𝜃 1+𝑟 𝑡+1
(1+𝑝) 1/ 𝜃 (12)
C1t = At wt
(1+𝑝) 1/𝜃 + (1+𝑟 𝑡+1 ) (1−𝜃)/𝜃
La ecuación (12) muestra que el tipo de interés determina qué proporción de los
ingresos se consume en el primer período. Si llamamos s(r) a la fracción de la renta
que se ahorra, de (12) se deriva
3. EL FUNCIONAMIENTO DE LA ECONOMÍA
Si dividimos ambos lados de la ecuación (15) entre Lt+1 At+1 el resultado es una
expresión de Kt+1 / (At+1 Lt+1) es decir, la cantidad de capital por unidad de
trabajo efectivo:
1 (16)
k t+1 = s (𝑟 𝑡+1 ) wt
(1+𝑛)(1+𝑔)
3.2 LA EVOLUCIÓN DE k
kt+1
k1
k2
45°
k * k2 k1 k0 kt
GRAFICO 1: EL COMPORTAMIENTO DE K
kt+1
45°
k*viejo k*nuevo kt
Una vez más quizá resulte interesante conocer no solamente las implicaciones
cualitativas del modelo, sino también las cuantitativas. En el caso especial que
estamos examinando, podríamos hallar los valores de k, así como y en la
senda de crecimiento sostenido. La ecuación (18) expresa kt+1 en función de kt
La economía se halla en su senda de crecimiento sostenido cuando ambos
valores son iguales. Es decir, el valor k* lo define la condición
1 1
k* = (1-α) 𝑘 ∗𝑎 (19)
(1+𝑛)(1+𝑔) 2+𝑝
1−𝑎 1/(1−𝑎)
(20)
k*= [(1+𝑛)(1+𝑔)(2+𝑝)]
Puesto que, y es igual a k, de esta ecuación se deriva que
(a) (b)
kt+1 kt+1
k* 1 k*2 k*3 kt kt
(c) (d)
kt+1 kt+1
k* 1 k*2 kt ka kb kt
El panel (b) muestra una función en que kt+1 es siempre inferior a kt de modo
que k siempre converge a cero (independientemente de Su valor inicial). Para
que esto ocurra es necesario que la participación del factor trabajo o la parte
de la renta laboral que se ahorra (o ambas cosas) se aproximen a cero cuando
lo hace k.
Para examinar esta posibilidad del modo más sencillo posible, veamos lo que ocurre
cuando la utilidad es logarítmica, la función de producción es del tipo Cobb- Douglas
y el valor de g es cero. Con g = 0, la ecuación (2.62) que expresa el valor de k en la
senda de crecimiento sostenido se reduce a
1 1 1/(1−𝑎)
K* = [1+𝑛 2+𝑝 (1 − a) ] (2.68)
Ak*a-1 es
𝑎 (2.69)
F´(k*)=1−𝑎(1+n)(2+p)
De modo que es posible que el equilibrio del modelo de Diamond sea ineficiente el
sentido paretiano. Esto puede parecer desconcertante: con mercados competitivos y
sin externalidades, ¿cómo puede ser que el equilibrio no sea eficiente en el sentido
de Pareto? La razón estriba en que este resultado clásico presupone no sólo la
competencia y la ausencia de externalidades, sino también que el número de agentes
sea finito. En concreto, la posibilidad de ineficiencia en el modelo de Diamond trae
causa del hecho de que, al existir un número infinito de generaciones, el planificador
social tiene un medio de obtener los recursos necesarios para el consumo de los viejos
que no está disponible en el mercado. Si en una economía de mercado los individuos
Consumo total por trabajador
Abel, Mankiw, Summers y Zeckhauser (1989) han estudiado esta cuestión. Los
autores empiezan por observar que, a primera vista; la ineficiencia dinámica parece
ser al menos una posibilidad en el caso de Estados Unidos y otras economías
importantes. Una senda de crecimiento sostenído es dinámicamente ineficiente si la
tasa real de rendimiento, f'(k*) - ɗ, es inferior a la tasa de crecimiento de la economía.
Un indícador muy sencillo del rendimiento real es el tipo de interés real a corto plazo
de los títulos de la deuda pública. Abel el al. indican que, en el período 1926-1986, el
tipo de interés vigente en Estados Unidos no ha sido nunca superior, por término
medio, a unas pocas décimas de punto porcentual, una magnitud muy inferior a la tasa
media de crecimiento de la economía. Algo similar ha sucedido en otros países
industrializados importantes. Por tanto, el tipo de interés real es menor que el nivel
que establece la regla de oro, lo que sugiere que estas economías han acumulado
capital en exceso.
Pero este razonamiento, como señalan los propios autores, se enfrenta con un
problema. En un mundo sin incertidumbre, todos los tipos de interés deberían ser
iguales; por tanto, no existirían dudas acerca de qué es «el» tipo de interés. Pero si
existe incertidumbre, a activos diferentes pueden corresponderles rendimientos
esperados diferentes. Por ejemplo, supongamos que evaluamos la eficiencia dinámica
de la economía a través del producto marginal del capital (una vez descontada la
depreciación) y no mediante el rendimiento de un activo que se pueda considerar
razonablemente exento de riesgos. Si la remuneración del capital es igual a su
producto marginal, el producto marginal neto se puede estimar como una razón cuyo
numerador es la renta total del capital menos la depreciación y su denominador el
valor del stock de capital. En el caso de Estados Unidos, esta razón asciende a
alrededor de un 10 por 100, lo cual excede en mucho la tasa de crecimiento de la
economía. Así, pues, este enfoque nos llevaría a concluir que la economía
estadounidense es dinámicamente eficiente. Nuestro sencillo modelo teórico, en el
que el producto marginal del capital y el tipo de interés libre de riesgo son lo mismo,
no nos da ninguna pauta para decidir cuál de estas conclusiones contradictorias es la
correcta.
Esto lleva a Abel et al. a estudiar cómo puede determinarse la existencia de eficiencia
dinámica en condiciones de incertidumbre. Su principal conclusión teórica es que en
presencia de incertidumbre la condición suficiente para poder afirmar la existencia de
ineficiencia dinámica es que los ingresos netos del capital superen a la inversión. En
el caso de una economía con certidumbre en su senda de crecimiento sostenido, esta
condición se reduce a la habitual comparación entre el tipo de interés real es mayor a
la tasa de crecimiento de la economía, porque la renta neta del capital equivale al tipo
de interés real multiplicado por el stock de capital y la inversión es Igual a la tasa de
crecimiento de la economía por el stock de capital. De modo que la renta del capital
supera a la inversión si, y sólo si, el tipo de interés real es mayor que la tasa de
crecimiento de la economía. Pero Abel et al. demuestran que, en presencia de
incertidumbre, estas dos condiciones no son equivalentes y que la forma correcta de
saber si existe eficiencia dinámica es comparar la renta del capital con la inversión.
El principal resultado empírico al que llegan Abel et al. es que los datos parecen
corroborar la condición de la eficiencia dinámica. Los autores miden la renta del capital
como la renta nacional menos la remuneración de los asalariados y la parte de la renta
de los trabajadores autónomos que parece corresponder a renta laboral : la inversión
la toman directamente de la contabilidad nacional. Los autores estiman así que la renta
del capital supera a la inversión en Estados Unidos y en los otros seis grandes países
industrializados que estudian. Incluso en Japón, donde la inversión es notoriamente
elevada, la tasa de beneficios es tan elevada que el rendimiento del capital supera
holgadamente a la inversión. De modo que, aunque en principio las economías
descentralizadas pueden producir resultados dinámicamente ineficientes, no parece
que esto suceda en la práctica.
De modo que un valor más elevado de Gt reduce, el valor de Kt+1 para un Kt dado. Para
ver cuáles son los efectos del gasto público en este modelo, supongamos que la
economía se halla en su senda de crecimiento sostenido con G constante y que se
produce un aumento permanente de esta última variable. De la ecuación (2.70)
podemos concluir que este cambio desplazará hacia abajo la función Kt+1 (véase el
Gráfico 2.15). Este desplazamiento de Kt+1 reduce el valor de k*, De modo que (a
diferencia de lo que ocurre en el modelo con horizonte temporal infinito) un aumento
del gasto público provoca una reducción del stock de capital y un incremento del tipo
de interés real. La explicación intuitiva es que, corno los individuos viven durante dos
períodos, reducirán el consumo del primer período en una proporción inferior al
aumento experimentado por G. Pero corno los impuestos sólo se recaudan durante el
primer período de la vida, esto significa que su ahorro disminuye. Como de costumbre,
la economía se trasladará gradualmente desde la senda de crecimiento sostenido
inicial a la nueva.
Kt+1
K *nuevo K *viejo Kt
Como segundo ejemplo, veamos
GRAFICO 2.15 qué
efectos de un sucede
aumento cuando
permanente del gastola economía se halla
publico
inicialmente en su senda de crecimiento sostenido y se produce un aumento temporal
del gasto público de GL a GH. La evolución de k queda descrita por la ecuación (2.70)
can G = GH durante el período en que el gasto es elevado y con G = GL en los períodos
previos y posteriores. Es decir, el hecho de que los individuos sepan que el gasto
público regresará a GL no afecta el comportamiento de la economía durante el periodo
en que el gasto es elevado. El ahorro de los jóvenes (y, por tanto, el stock de capital
del período siguiente) Viene determinado por su renta laboral después de impuestos
que a su vez depende del stock de capital y del gasto público del período. Así que
durante el período en que el gasto público es elevado, k disminuye y r sube, en ambos
casos gradualmente. En cuanto G regresa al valor GL, k asciende gradualmente a su
nivel original.